El Budismo Explicado A Los Occidentales: Ringu Tulku Rimpoché
El Budismo Explicado A Los Occidentales: Ringu Tulku Rimpoché
El Budismo Explicado A Los Occidentales: Ringu Tulku Rimpoché
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 23.
2
Vacuidad es interdependencia.
Nada existe por sí mismo.
Shunyata no significa «vacío». Es una palabra muy difícil de comprender y definir. Con gran
reserva la traduzco como «vacuidad». En mi opinión, la mejor definición es
«interdependencia», lo que significa que toda cosa depende de las demás para existir. Si, por
ejemplo, no hubiese suelo, nada de lo que nos rodea, este altar, esta silla, estaría dónde
está. Todo es vacuidad, puesto que no existe nada que no sea dependiente de todo lo
demás. Todo es por naturaleza, interdependiente y, por consiguiente, vacío de existencia
propia.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 24.
3
Samsara: visión errónea.
Ver las cosas alucinadas.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 24.
4
Características del nirvana.
Sunyata, no-confusión y no-sufrimiento.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 25.
5
Fuente de sufrimientos.
Vacuidad e ignorancia.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 25.
6
Del Samsara al Nirvana.
Las seis condiciones.
¿Cómo conseguirlo? ¿Qué nos hace falta? ¿Cuáles son las cualidades requeridas? Según
Gampopa, son necesarias seis condiciones:
el fundamento o la causa;
la base;
el entorno;
el método;
el resultado;
la actividad.
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Pág. 27.
7
Dharmakaya, definición.
Naturaleza verdadera de la realidad última.
Dharmakaya tiene varios significados, pero aquí utilizó este término para designar la
verdadera naturaleza última de los fenómenos. En este contexto, dharma significa
«apariencia real», «naturaleza verdadera», y kaya significa «forma». Dharmakaya significa
«la forma de la naturaleza verdadera de la realidad última». Ya sea en el samsara o en el
nirvana, nuestra verdadera naturaleza sólo puede ser esta verdad última, es decir, el
dharmakaya.
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Pág. 33.
8
Los ocho estados (en negativos).
Preciosa existencia humana.
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Pág. 43-44.
9
La condición humana.
Ideal para el desarrollo del dharma.
La condición humana es ideal para la práctica del dharma. Por supuesto, no está exenta de
sufrimientos, pero no excluye ni las alegrías ni las satisfacciones. No estamos totalmente
sometidos a nuestra condición y disponemos de una cierta libertad. La impresión que nos
produce el sufrimiento de los demás nos incita a desarrollar la compasión y nuestros propios
sufrimientos nos motivan a encontrar para ellos un remedio.
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Pág. 44.
10
Las diez grandes posesiones.
La preciosa existencia humana.
Las cinco riquezas personales son:
haber nacido como ser humano;
haber nacido en un lugar «central», abierto, armonioso, es decir, en un lugar donde se
aprende a distinguir el bien del mal, donde no se es totalmente esclavo de las circunstancias
externas, donde se disfruta de una cierta libertad, donde se accede a las enseñanzas del
dharma y donde es posible practicarlas;
no estar gravemente incapacitado, sin poder comprender o comunicarse;
no llevar una vida completamente negativa, como los que se dedican a hacer la guerra,
asesinar personas etc.
Las cinco riquezas que nos vienen del exterior son:
que en este mundo haya existido un buda,
que este buda haya transmitido sus enseñanzas,
que esas enseñanzas todavía estén vivas,
que todavía haya personas que sigan esas enseñanzas,
y que tengamos la posibilidad de entrar en contacto con ellas.
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46.
11
El amigo espiritual.
Dirección y esquemas equivocados.
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Pág. 53.
12
El aprendizaje del budismo.
Dos actividades diferentes.
El problema es que todos tenemos ideas preconcebidas. Cuando escuchamos algo que
coincide con nuestras ideas preconcebidas, pensamos: «Esta es una idea muy interesante.
Es muy agradable». En cambio, cuando escuchamos algo que va en contra de nuestras
ideas, opiniones o creencias, o bien deformamos lo que escuchamos de manera que esté en
armonía con aquéllas y entonces decimos: «¡Esta es la manera como debe entenderse!», o
bien lo rechazamos pensando: «Esto es incomprensible».
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Pág. 60.
13
Obstáculos al despertar.
Apego, samsara, nirvana y método.
Los tres primeros obstáculos son un apego excesivo a esta vida, a los placeres del samsara
y a la paz del nirvana.
El cuarto es el desconocimiento de la vía que lleva al estado de buda. Sin embargo, las
enseñanzas del amigo espiritual deben permitirnos superar estos cuatro obstáculos.
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Pág. 67.
14
Meditación en impermanencia.
Liberación del samasara.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 67-68.
15
Base de los conflictos.
Creer en la impermanencia.
¿Por qué hay tantos conflictos entre las religiones, los países, los seres humanos, etc.? Es
porque creemos que las situaciones son duraderas y nos percibimos a nosotros mismos
como permanentes. Nos da la impresión de que todo permanece tal como es durante mucho
tiempo y de ahí nace nuestra idea de que es necesario pelear para cambiar las situaciones
por la fuerza y ganar gente para nuestra causa. Si comprendiésemos verdaderamente la
impermanencia, no actuaríamos de esa manera.
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Pág. 69.
16
La muerte e impermanencia.
La fragilidad del cuerpo.
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Pág. 71.
17
La sabiduría de la impermanencia.
Sabiduría y mente flexible.
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Pág. 73.
18
El sufrimiento condicionado.
Estamos condicionados por miles de causas.
Sin embargo, hasta las cosas a las que más nos aferramos, las que parecen aportarnos más
estabilidad, son efímeras. No somos libres, sino que estamos condicionados y atrapados en
nuestro karma. Sin saberlo, estamos continuamente controlados por innumerables causas y
resultados que nosotros mismos hemos creado. Como no lo controlamos y ni siquiera somos
conscientes del fenómeno, no podemos huir de él. Esta ausencia de libertad impide disfrutar
de una felicidad total.
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Pág. 76.
19
Los tres tipos de sufrimiento.
Neutro/ miedo/ dolor.
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Pág. 77.
20
Renacimiento y tiempos.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 81.
21
Reencarnación budista.
Nada se transfiere
Nada de nuestro cuerpo, ni siquiera de nuestro espíritu, se transfiere de una vida a otra. La
vida siguiente es causada, creada, por nuestro condicionamiento presente, pero no es una
reproducción exacta de lo que somos ahora.
Esto también explica que, según la filosofía budista, si hemos comprendido la no existencia
del ego, podamos manifestarnos en dos, tres, cuatro o cien encarnaciones diferentes.
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Pág. 82.
22
Definición de Karma.
Desarrollo de condicionamientos.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 84.
23
Los seis reinos del samsara.
Sus emociones de cada uno.
Según el budismo, esos diferentes reinos son estados de espíritu generados por las seis
emociones negativas. Los seres dominados por el odio y la ira nacen en los infiernos. Los
que son extremadamente avaros nacen en el reino de los espíritus ávidos. El predominio del
deseo es la causa de un nacimiento en el mundo de los humanos. Si dominan la ignorancia,
la estupidez y la confusión, entonces se nace como animal. Si los celos son muy fuertes, se
nace en el mundo de los semidioses celosos. Si lo que predomina es el orgullo, entonces se
nace entre los dioses.
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Pág. 85.
24
Ley del karma.
Interdependencia y causa-efecto.
Según el budismo, todo es creado por el karma, nada es creación de un ser todopoderoso.
Nadie recompensa ni castiga nuestros actos positivos y negativos. La ley del karma, que es
la de la interdependencia, puede enunciarse de este modo: todo lo que hacemos tendrá
consecuencias; un acto positivo tendrá resultados positivos, un acto negativo tendrá
resultados negativos. Nada ni nadie toma la decisión de recompensarnos o castigarnos.
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Pág. 86.
25
Bases del karma.
Pensamiento y acción.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 88.
26
Samsara y acumulación kármica.
Sufre la impermanencia también.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 91-92.
27
Liberación del karma.
Por medio del no-yo - Sunyata.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 93.
28
Amor para el budismo.
Desear la felicidad de todos.
Lo que aquí se denomina amor es una noción muy diferente del amor romántico (que en
realidad no es más que deseo); es la aspiración, la intención que se expresa mediante un
anhelo: «Que todos los seres puedan disfrutar de la felicidad». Para un bodhisattva, amar es
desear la felicidad de todos, tanto de sí mismo como de los demás. El punto de partida del
desarrollo del amor es darse cuenta de que, si es justo que uno mismo sea feliz, también es
justo que todo el mundo lo sea en la misma medida.
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Pág. 95.
29
Compasión para el budismo.
Desear que no se sufra.
Si deseamos que todos los seres se liberen del sufrimiento, entonces hablamos de
compasión. Aunque estas dos nociones estén muy próximas y sean de la misma naturaleza,
unos leves matices justifican la distinción.
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Pág. 95.
30
Camino del amor.
Contrapeso al odio.
Su Santidad el Dalai Lama dice que siempre es posible desarrollar el amor, porque, aun
cuando a veces experimentamos odio o ira, también por momentos sentimos amor. Y el amor
y el odio se excluyen mutuamente. Como no experimentamos odio continuamente, tratemos
de prolongar los momentos en que sentimos amor. Si lo conseguimos, terminaremos por
sentir sólo amor.
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Pág. 96.
31
Calmar el odio y el amor.
Emociones negativas son como ebrio.
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Pág. 97.
32
El desarrollo del amor budista.
No-odio y estado de paz y ligereza.
No responder al odio con el odio es una victoria, porque el odio genera tensiones y
sensaciones desagradables, mientras que el amor aporta mucha paz. Libres de odio, de
celos, de avidez y de descontento, podemos entonces experimentar la felicidad, la quietud, el
bienestar y el calor de la benevolencia. El amor es pacífico y engendra una actitud positiva.
Cuando no nos perturba nada negativo, nos sentimos ligeros libres y tranquilos.
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Pág. 98.
33
Manejo de emociones I.
Vía Theravada (shravakas).
La vía de los shravakas nos muestra el antídoto: la manera de manejar una emoción
negativa es pensar en la emoción contraria. Cuando sentimos ira, debemos pensar en el
amor o en la compasión, que entonces sustituye a la ira. No se trata de un rechazo: nos
realizamos al pensar en el amor y en la compasión en lugar de hacerlo en la ira. Hay
represión cuando la ira habita en nosotros, pero no la expresamos. Aquí se trata de algo
totalmente diferente: no se piensa en absoluto en la ira, uno se realiza al pensar en el amor y
en la compasión.
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Pág. 104-105.
34
Manejo de emociones II.
Vía Mahayana (shunyata).
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Pág. 105.
35
Manejo de emociones III.
Vía Vajrayana.
Finalmente, existe la vía tántrica del vajrayana, que es la aceptación completa de la ira que
emerge. Se ve aparecer la ira. La ira por sí misma no crea ningún problema. Por
consiguiente, no se lucha contra ella, sino que se la deja venir. Entonces, uno se relaja y se
templa en la ira, que desaparece. No nos afecta porque no tenemos ningún sentimiento
negativo hacia ella. No se está ni a favor ni en contra de esa ira: la vemos, pero uno no se
aferra a ella.
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Pág. 105-106.
36
Sufrimiento por ver mal las cosas.
Necesitamos gran compasión.
La compasión llega a ser muy intensa cuando se ve claramente que el sufrimiento, aunque
omnipresente, es en realidad muy fácil de eliminar. Lo que separa a los seres del Despertar
es una pared muy fina, un hilo muy tenue, y sin embargo, por ignorancia, por incomprensión
de la verdadera naturaleza de las cosas, sufren con gran intensidad y de manera
perfectamente inútil.
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Pág. 109.
37
Realización de la compasión.
Cuando no hay ego.
Cuanta más compasión generamos, más natural nos resulta. Cuando meditamos profunda y
constantemente sobre la compasión, llega un momento en que no somos más que
compasión y desaparece todo egocentrismo, todo egoísmo. Es lo que se denomina la «plena
realización» de la compasión.
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Pág. 111.
38
Amor y compasión.
No ego = no problemas.
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Pág. 112.
39
Dos tipos de Bodhichita.
Aspiración y acción.
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Pág. 114.
40
Buda como refugio.
Las Cuatro Nobles Verdades.
Siddhartha no sólo nos dio el «manual» para comprender los sufrimientos de este mundo,
sino también el «plano» para salir de él. Por lo tanto, es nuestro único modelo, el único guía
que tiene la experiencia requerida para conducirnos hasta el objetivo. Por consiguiente, no es
posible encontrar a nadie más cualificado en quien buscar refugio.
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Pág. 116.
41
Significado de Buda.
Sánscrito y tibetano.
El nombre buda viene de la raíz sánscrita bodh que significa «comprensión». Por lo tanto, un
buda es el que comprende todo lo que debe ser comprendido.
En tibetano, la traducción es todavía más clara. Se dice sang-guié. Sang significa
«despierto» y guié significa «apertura». Por lo tanto, sang-guié quiere decir el que está
despierto, el que ha salido de la ignorancia y cuya sabiduría se extiende de manera que
abarca todos los fenómenos.
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Pág. 116.
42
Dharmakaya.
La no-dualidad de la verdad.
El dharmakaya indica la ausencia de todo pensamiento dualista del tipo «éste soy yo» y
«ésos son los demás», «esto está bien» y «esto está mal». Un buda está libre de tales
conceptos porque ha comprendido perfectamente la vacuidad o shunyata. Algunos piensan
que la ausencia de toda percepción dualista implica que toda distinción entre uno mismo y
los demás desaparece, que uno se sumerge en la nada, como si estuviese «atomizado» o se
hubiera sumido en un coma profundo.
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Pág. 119.
43
Sambhogakaya: definición.
Base de las sabidurías.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 120.
44
Nirmanakaya: definición.
Manifestaciones del Buda.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 120.
45
Bodhicitta: definición.
Mente de la Bodhi.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 123.
46
Bodhicitta última (budeidad).
Tres modos de desarrollo.
Hay tres maneras de generar la bodhicitta última. En primer lugar figura el estudio, la
comprensión profunda que puede adquirirse a partir de las enseñanzas de Buda. A
continuación se encuentra la acumulación de méritos y de sabiduría. Por último, está la
realización de la sabiduría por medio del desarrollo y, a continuación, el surgimiento de la
sabiduría perfectamente pura, no conceptual.
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Pág. 125.
47
Bodhicitta relativa.
Aspiración - acción.
La Bodhicitta relativa
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Pág. 125.
48
Causas de la bodhicitta última.
Sabiduría de la vacuidad.
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Pág. 127.
49
Método de purificación.
Tres pasos importantes (falta antídoto).
…es importante tener presente que no hay nada que no pueda ser purificado.
Para hacerlo, deben reunirse los siguientes elementos:
en primer lugar, debemos reconocer que hemos cometido un acto negativo;
debemos demostrar arrepentimiento, hayamos cometido el acto voluntariamente o no;
y a continuación, debemos comprometernos a no reincidir.
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Pág. 130.
50
Oración del voto del bodhisattva.
Oración completa.
Para pronunciar los votos de bodhisattva basta con repetir tres veces la fórmula siguiente
después del enseñante:
Así como los budas del pasado desarrollan la bodhicitta y la practicaron gradualmente, del
mismo modo alguno hacer en mí la bodhicitta para el bien de todos los seres y practicaré
progresivamente en su orden todos los ejercicios que contribuyan a ello.
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Pág. 132.
51
Bodhichita última o de acción.
La práctica de las seis paramitas.
54. Para significa «el otro lado» y mita, «ir»: «ir más allá».
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Pág. 134-135.
52
Las seis paramitas.
Base del bodhisattva.
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Pág. 135.
53
Generosidad y felicidad: primera paramita.
La base es la satisfacción: dana.
Tal vez esto no siempre sea evidente, pero seguramente se es más feliz cuando se tienen
pocas ataduras, cuando no se siente avidez por las personas y las cosas. De todas las
posesiones, la más elevada y noble es la satisfacción. La satisfacción nos da todas las
riquezas del mundo, puesto que no deseamos nada más que lo que tenemos. Una persona
satisfecha es una persona rica.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 137.
54
Satisfacción base de la paz.
La avidez y deseo es sufrimiento.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 138.
55
Tipos de generosidad.
Bienes, protección y dharma.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 141.
56
Ética en el budismo.
Segundo paramita: shila.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 144.
57
La paciencia como paramita (…).
Tres tipos de paciencia (ksanti).
Por esa razón, la paciencia es una práctica tan importante en la vía del bodhisatva.
Hay tres tipos de paciencia:
En primer lugar, la paciencia frente a quienes nos hacen mal. La paciencia consiste en
este caso en no responder con el mal;
El segundo tipo es la paciencia frente a los contratiempos, a las circunstancias difíciles
de la vida.
El tercero consiste en tener una comprensión lo suficientemente grande y una mente
lo bastante abierta para aceptar y entender las enseñanzas de nivel elevado. En
efecto, sin una mente fuerte y abierta no podremos comprender ni tolerar enseñanzas
profundas.
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Pág. 147.
58
Los que nos hacen sufrir.
Desarrollo de la paciencia.
En efecto, comprendemos que la persona que nos hace sufrir no desea verdaderamente
semejante situación. Con toda lógica, lo que lleva a una persona a hacernos mal es su
ignorancia, su propio sufrimiento, sus miedos y sus angustias. Si esas causas no existiesen,
no habría ninguna razón para tratar de herirnos. En lugar de reaccionar negativamente frente
a alguien, reprobemos las emociones negativas, el malestar, la confusión y el sufrimiento,
que son las causas reales de su comportamiento.
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Pág. 148.
59
La perseverancia paramita (cuarto).
Alegría por acciones positivas (kirya).
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Pág. 154.
60
Perseverar como paramita.
Resolver perturbaciones mentales.
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Pág. 159.
61
Meditación como paramita (quinto).
Disciplina y controlar la mente.
Aunque dominemos las cuatro paramitas anteriores, sin la paramita de la meditación, que
nos permite disciplinar y controlar nuestra mente, ésta quedará bajo el dominio de la
distracción, que abre la puerta a todas las emociones perturbadoras.
Sólo una meditación estable trae la calma a nuestra mente. Sin ella no podremos desarrollar
nuestra aptitud de clarividencia, que nos permitirá ver en la mente de los demás, una
capacidad muy útil para ayudarlos.
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Pág. 163.
62
Calma mental y sabiduría.
Necesidad de experimentar claridad.
Sólo puede producirse una comprensión auténtica de la naturaleza última de las cosas
cuando la mente se halla perfectamente estable y esclarecida. Por lo tanto, en primer lugar
debe estar totalmente bajo nuestro control. En ese estado de claridad y estabilidad podremos
volver nuestra mirada hacia el interior, contemplar esa mente preparada para ver su
verdadera naturaleza y experimentar lo que se denomina la prajnaparamita o paramita de la
sabiduría.
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Pág. 164.
63
Meditación budista.
Estabilizar la mente.
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Pág. 167.
64
Primera técnica vs emociones negativas.
Uso de controles.
Si el carácter posesivo y el apego son nuestro principal problema, meditaremos sobre los
aspectos poco atractivos del objeto de nuestro apego. Por ejemplo, si estamos
particularmente apegados a nuestro cuerpo, analizaremos sus partes y componentes, y lo
disecaremos mentalmente. Si le quitásemos la piel, ¿a qué se parecería?
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 167.
65
Primera técnica vs emociones negativas.
Ira, celos y orgullo.
En cuanto a las personas que más bien están dominadas por el odio y la ira, deben
entrenarse en meditar sobre el amor y la compasión según las técnicas que he explicado en
los capítulos anteriores.
Quienes son propensos a los celos tienen que aprender a meditar sobre la ecuanimidad, la
tranquilidad de espíritu, y a alegrarse de las oportunidades y la suerte de los demás.
Aquellos con inclinación a la vanidad, al orgullo, deben ejercitarse para intercambiar todas
sus cualidades, todos sus bienes y ventajas por los defectos de los demás.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 168.
66
Vacuidad e interdependencia.
Nada tiene sustancia real - independiente.
Todo es interdependiente. Muchos elementos reunidos nos dan la impresión de que hay
«un» objeto. Sin embargo, no hay nada, ni la menor cosa, que pueda aislarse y mostrarse
como existente de manera independiente. Vemos las cosas, las tocamos, «sentimos» que
están. No obstante, al analizarlas no encontramos nada, mi esencia ni partícula indestructible
que exista de manera independiente. Todo es shunyata, vacuidad, pues no hay nada que
tenga alguna «sustancia real».
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Pág. 171.
67
Práctica budista.
Domina las emociones negativas.
En realidad, lo que se denomina «práctica» no es otra cosa que el trabajo sobre nuestras
emociones, no es más que nuestro esfuerzo por encontrar una solución a todos nuestros
problemas. No existe otra práctica. Es totalmente irrelevante que la llamemos «tara»,
«amitabha», «zazen», «vipashyana» o de cualquier otra manera.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 173.
68
Proceso de meditación.
Primer estadio: vivir feliz presente.
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Pág. 174.
69
Proceso de meditación.
Segundo estadio: adquirir cualidades.
El segundo estadio se denomina adquirir las cualidades. Se trata de las diferentes cualidades
y de las diversas facultades adquiridas gracias a la meditación.
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Pág. 175.
70
Proceso de meditación.
Tener estudiados bien a los demás.
El tercer estadio se titula trabajar en beneficio de los demás. En ese estadio, gracias a la
meditación, desarrollamos poderes que nos permiten aportar mucho bien a los demás.
Cuando se habla de las emanaciones de los budas y de los bodhisattvas, de los milagros que
realizan, debemos comprender que se trata del resultado de la meditación, de la
manifestación del poder de una mente perfectamente dominada.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 176.
71
La sabiduría como paramita.
Base del discernimiento próximo.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 176.
72
Sabiduría vs ignorancia.
Base del despertar.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 177.
73
Medios y sabiduría.
Con base en las seis paramitas.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 178.
74
Prajna- paramita.
Conocimiento superior.
Prajnaparamita significa mucho más que «sabiduría». Pra significa «muy», «mejor», y jna
significa «conocimiento». La traducción tibetana, shérap, significa exactamente lo mismo
(shé, «conocimiento», y rap, «superior»). Por lo tanto, se trata del conocimiento más elevado,
el conocimiento supremo. Gampopa nos dice que su característica esencial es la capacidad
de discernir correctamente los fenómenos.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 180.
75
Vacuidad e interdependencia.
La vida aparece como sueños.
Todos los fenómenos, incluidos nosotros, son interdependientes. Aparecen como por arte de
magia, por milagro o como en un sueño. En un sueño vemos cosas que no existen. Es la
verdadera naturaleza de las cosas: aparecen claramente sin por ello tener existencia real. No
se trata de una teoría que haya inventado el budismo, de un dogma que trate de imponer,
sino del modo de existencia real de los fenómenos.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 182.
76
Mente allegada.
Confunde todo.
Cuando consideramos como una entidad indivisible aquello que es compuesto, cuando
tomamos por permanente e independiente lo que es impermanente y dependiente, estamos
sumidos en la confusión y la ignorancia. Ahora bien, estamos condicionados para ver las
cosas de esa manera y reaccionamos con toda naturalidad conforme a nuestro
condicionamiento. Caemos en nuestros esquemas habituales.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 182.
77
Vacuidad del yo.
Buscar la serenidad en el cambio.
Cuando se dice que el «yo» no existe, ello no significa que no exista en absoluto, sino que no
existe de la manera en que se percibe. Comprender en profundidad que lo que consideramos
como el «yo» no es una entidad permanente, sino un conjunto compuesto en continuo
cambio nos hará menos egocéntricos, menos egoístas y, por consiguiente, cada vez más
serenos. Esto se consigue de manera natural y progresiva.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 184.
78
Vacuidad del yo.
Ocurre como interdependiente.
Cuando surge, parece muy real y, sin embargo, no existe ninguna entidad que pueda aislarse
como «yo» si no es en un sentido relativo, es decir interdependiente. Cuando ocurre algo, en
sentido relativo puede decirse «esto es». Pero cuando las investigaciones se llevan más
lejos, uno se da cuenta de que «esto» no tiene existencia en sí mismo, carece de realidad
intrínseca.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 187.
79
Proyección de la mente.
Reales o no-reales son mente.
Todas nuestras afirmaciones sean cuales sean no son más que conceptos fabricados por
la mente. Poco importa que las cosas sean reales o no. Las mismas nociones de real o irreal
son siempre conceptos. En realidad, ¿qué se quiere decir verdaderamente con «real» o
«irreal»? Es sólo una manera de describir las cosas.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 188.
80
Estado del yo y pensamientos.
Surge y se desarrolla en la mente.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 188.
81
El yo y apego-aversión.
Base de todos los problemas.
Desde el momento en que hemos dado a luz a ese «yo», deseamos protegerlo. Si alguien
posee algo que «yo» deseo, «yo» quiero tenerlo. A la inversa, si no me gusta algo, «yo» lo
rechazo, lo considero como malo y quiero destruirlo o verlo desaparecer.
Estas dos reacciones, es decir correr tras lo que se desea y huir de lo que se rechaza, no
cesan nunca. Esta dualidad es el origen de todos nuestros tormentos y de todos nuestros
conflictos; de ella nacen emociones negativas como el deseo, la avaricia, el odio y el miedo.
El estado mental samsárico del que hemos hablado anteriormente, se define por la presencia
de esta polaridad.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 190.
82
Vacuidad del yo.
Vivir sin imagen de uno mismo.
Debemos tratar de vivir sin esas proyecciones, o considerarlas como lo que son, y pasar por
la experiencia directa del instante presente sin acordarnos del pasado ni anticipar el futuro.
Debemos dirigir la mirada no hacia el exterior, sino hacia el interior. Es algo difícil, porque no
estamos acostumbrados a hacerlo.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 192.
83
Naturaleza de la mente.
Sólo aquí y el ahora.
En realidad, para conseguirlo basta con observar nuestra mente, con experimentarla tal
como es ahora. Pero cuando tratamos de atrapar este momento, de fijarlo, se nos escapa. El
tiempo no se detiene nunca. No se puede atrapar un momento y decir: «¡Lo tengo!». el
presente no tiene ni pasado ni futuro. Se trata de ver la verdad de manera directa e
instantánea. Por esa razón la mayoría de los métodos de meditación nos enseña:
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 194.
84
Análisis del yo y vacuidad.
Ese yo no controla nada.
El objetivo de este análisis es comprender lo que sucede y cómo sucede cuando se dice «yo
soy», o «yo os veo», o «yo pienso esto». Lo importante es el cómo
El objetivo es entender que no hay un «yo» que actúa y lo controla todo detrás de lo que
pensamos y sentimos, como una especie de general en jefe al mando de los ordenadores de
la sala de control, sino que esa percepción de un «yo» nace de la amalgama de numerosas
causas y condiciones que coinciden en un flujo de la misma naturaleza que un arco iris.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 195.
85
Impermanencia y apego.
Entender la vida condicionada.
Sin embargo, pensamos que las cosas existen realmente. Tratamos de atraparlas, de
conservarlas, pero es imposible atrapar o retener algo porque todo cambia continuamente.
Nada se mantiene tal como es: cuando una cosa aparece, cambia imperceptiblemente y
basta con que se modifique o desaparezca una de las condiciones de su manifestación para
que también ella desaparezca.
Una mejor comprensión de este proceso disminuirá nuestro apego apasionado a las cosas.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 196.
86
Disminuir apego y aversión.
Los fenómenos no son tan sólidos.
…carácter relativo y fugaz, que no son tan sólidos y reales como pensamos, nuestras
reacciones cambian. Nada nos afecta como antes, ni lo feo y espantoso, ni lo bello y
atractivo. Tanto el apego como la aversión disminuyen, y eso nos da mayor libertad. La
excitación tampoco es tan grande cuando las pequeñas cosas suceden como queremos y no
nos hundimos en la depresión cuando algo no sale como esperábamos. Nos volvemos más
serenos, más moderados y, por lo tanto, estamos en mejores condiciones de hacer frente al
mundo.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 197.
87
Vacuidad = no realidad fija.
Entender el….
Es bastante lógico. Si todo fuese verdaderamente real, sólido, estático, no habría ninguna
posibilidad de cambio, todo se mantendría tal como es. Las cosas cambien y evolucionan a
cada instante precisamente porque no tienen una realidad fija. La combinación de oxígeno
con hidrógeno nos dará agua y se reúnen las condiciones para que se lleve a cabo la
reacción química. La mezcla de dos sustancias da una tercera, lo cual sólo es posible debido
al hecho de que todo es interactivo, de que las cosas no tienen existencia propia
independiente.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 197.
88
Realidad e imagen mental.
Conceptos y experiencia directa.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 200.
89
Vacuidad y existencia relativa.
Verdadera naturaleza ve cosas.
Todas las cosas no tienen más que una existencia relativa y no una existencia absoluta.
«Relativo» significa «que depende de otras cosas». Por consiguiente, «interdependiente» es
la manera más acertada de describir la «verdadera naturaleza». Ver la verdadera naturaleza
es ver esta naturaleza relativa, interdependiente, de una manera muy clara, muy nítida. Esta
naturaleza está presente en todas partes, en todo momento. Simplemente está aquí y no
puede ni mejorarse, ni dañarse, ni afectarse de ninguna manera.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 202.
90
Shiné = mente natural.
Base de la meditación preliminar.
Las prácticas preliminares consisten en dejar que la mente recupere su estado natural. No
hay nada de artificial en la práctica espiritual. Basta con relajarse, de manera simple y
natural, sin hacer nada que sea artificial. En eso consiste la meditación shiné. Sin embargo,
no es tan fácil como parece, puesto que estamos acostumbrados a reaccionar de manera
artificial. Nos cuesta mucho ser simples.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 205.
91
Naturaleza en budismo.
Superar condicionamiento.
Esto no es lo que se quiere decir aquí, pues nuestra manera habitual de hacer no es
necesariamente «simple» ni «natural». «Ser natural» en el contexto budista significa no estar
condicionado por las costumbres, la confusión y la ignorancia, mientras que actuar de
manera «natural» en el sentido usual es precisamente actuar conforme a nuestros
condicionamientos.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 205.
92
Meditación Mahamudra.
Dejar que la mente se asiente.
La meditación consiste en dejar a la mente tal como es, sin adoptar ni rechazar nada, sin
concebir el ser, el no-ser o cualquier otra cosa.
Dejar que la mente se asiente, dejarla en libertad, completamente libre: ésa es la cuestión
esencial.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 207.
93
Mente natural.
Unifica Samatha y Vipassana.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 208.
94
Meditación Tilopa.
Atención sin reflexión.
Enseñó la siguiente técnica de meditación, que conocemos con el nombre de los seis
métodos de Tilopa:
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 209.
95
Liberación budista.
Problema de conceptos.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 211.
96
Verdad relativa y absoluta.
Importancia de las acciones.
Aunque nuestra meditación sea muy elevada y veamos claramente que todo es ilusorio, en el
nivel relativo las cosas suceden y nos afectan y por esa razón debemos estar muy atentos a
nuestras acciones. Nuestras acciones positivas tendrán resultados positivos y nuestras
acciones negativas traerán aparejados resultados negativos. Por supuesto, su naturaleza es
ilusoria, parecida a un sueño, pero mientras soñamos ese sueño todo lo que sucede en él
nos afecta.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 216.
97
Relación mente - cuerpo.
La mente es lo central.
En ese contexto, la mente es mucho más importante, porque de ella dependen nuestras
experiencias de felicidad y de desdicha. No obstante, la mente es tan relativa e irreal como la
materia. Después de todo, en ninguna parte encontramos mente que controle a la materia.
Sin embargo, la mente tiene fuerza suficiente para influir sobre la materia.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 220.
98
Costumbres y hábitos mentales.
Necesidad de practicar y practicar.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 221.
99
Signos del desarrollo.
Según Gampopa.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 222.
100
Resultados del prajna-paramita.
Felicidad y el despertar.
El resultado de la sabiduría
El objetivo último de la práctica de la Prajnaparamita es alcanzar el Despertar, la budeidad.
El resultado práctico, temporal, de esta práctica es sentirnos libres y felices, sentir la alegría
en el seno del samsara.
Lo que nos preocupa, desde el punto de vista budista, es la tranquilidad de nuestra mente,
cómo manejar las situaciones a las que nos enfrentamos para poner término al sufrimiento.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 224.
101
Primera etapa del despertar.
Acumulación (tantra).
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 226.
102
Segundo nivel del despertar.
Integración y confluencia.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 228.
103
Tercer nivel del despertar.
La visión interior.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 228-229.
104
Cuarto nivel del despertar.
La meditación.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 230.
105
Quinto y último nivel del despertar.
El estado perfecto.
El quinto nivel es el de la realización perfecta. A veces se habla también de «nivel más allá
de la meditación» o «más allá del estudio». En este último estadio llegamos hacer budas
perfectamente despiertos, ya no tenemos nada más que realizar y deja de haber diferencia
entre la meditación y la vida activa.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 230.
106
Quinta etapa del despertar.
Meditación al estilo vajra.
Gampopa enumera las cinco cualidades de esta meditación profunda semejante al vajra de
la siguiente manera:
está libre de obstáculos, porque ninguna actividad samsárica puede perturbarla;
es duradera, porque ninguna mancha puede ensuciarla;
es estable, porque ningún pensamiento puede alterarla;
es homogénea, porque tiene un sabor único;
y es penetrante, porque se centra en la naturaleza última común a todas las cosas que
pueden conocerse.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 231.
107
Sabiduría y felicidad.
Las cosas tal y como son.
Desde el momento en que tenemos una idea aproximada de la sabiduría, desde el momento
en que hemos experimentado la verdadera naturaleza de las cosas, la mente se vuelve
apacible, libre de todo apego y de toda avidez. Hemos dejado de perseguir cosas o de huir
de ellas. Como ya no estamos sometidos al sufrimiento y a la desdicha, permanecemos
contentos, felices y serenos. A partir de ese momento no nos molestará permanecer en el
samsara.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 233.
108
Primera cualidad de budeidad.
Mayor pureza y sabiduría posible.
Un buda ha purificado todo lo que era necesario purificar y despertado toda la sabiduría que
pueda despertarse. Todos los seres, humanos o no, tienen ese potencial, esa cualidad, esa
naturaleza esencialmente pura y buena, pero oculta bajo la confusión y la ignorancia. Para
encontrar esa pureza interior original hay que despertar la sabiduría que está en nosotros.
Entonces todas la negatividades, la confusión y la ignorancia se purifican naturalmente.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 244.
109
Mente ordinaria y de buda.
Percepción dual y directa.
Nuestra percepción de las cosas es confusa, parasitada por los diferentes conceptos que les
atribuimos. Libre de la dualidad, tanto del apego como de la aversión, la mente de los budas
está totalmente despejada por la sencilla razón de que no establece más separación entre
«yo» y el mundo. Un buda permanece en un estado de perfecta ecuanimidad. Su mente es
aguzada y precisa; no corre detrás de nada ni huye de nada. Eso es lo que se llama
sabiduría.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 246.
110
Visión equivocada de la realidad.
Visión de un buda no-conceptos.
Toda afirmación como «eso debe ser como esto» o «como eso» es necesariamente errónea.
Creamos una imagen en nuestra mente que no corresponde a la realidad. Todo pensamiento
es erróneo porque no es más que una imagen, un concepto. Ver las cosas tal como las ve un
buda implica que no se piensa ni se decide intelectual o filosóficamente que deben ser como
esto o como aquello. Se trata de una experiencia. La sabiduría está más allá de todos los
conceptos y sólo puede emerger como una experiencia personal.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 247-248.
111
Enfoque directo de la meditación.
Todo concepto obstruye la realidad.
Este enfoque directo y natural es el único que nos permite descubrir nuestra verdadera
naturaleza. Para nosotros es muy difícil, porque no tenemos la costumbre de hacerlo.
Nuestra manera habitual de proceder, que consiste en conceptualizar antes de actuar, no es
la adecuada en este caso. De esa manera se llega a hacer muchas cosas: aviones, bombas
atómicas…, pero no a ver nuestra verdadera naturaleza.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 248.
112
Segunda cualidad de la budeidad.
Ver las cosas con claridad.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 249.
113
Los tres kayas.
Significados.
Los kayas no son realidades distintas, sino facetas de una misma realidad.
Los kayas de los que se habla con más frecuencia son tres, a saber: el dharmakaya, el
sambhogakaya y el nirmanakaya.
Cuando se habla de dos kayas, se trata del dharmakaya y del rupakaya. Rupakaya significa
«cuerpos formales» y comprende el sambhogakaya y el nirmanakaya.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 249.
114
Dharmakaya.
Definición básica.
Dharmakaya es sólo una palabra que significa que han desaparecido toda la confusión, todos
los errores, todos los velos. Es todo. No es algo que se obtiene ni que se ve. Hasta aquí
hemos hablado de «ver» el dharmakaya
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 251.
115
Sambhogakaya.
Definición: cuerpo de gozo.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 255.
116
Nirmanakaya.
Definición: cuerpo del Buda.
El nirmanakaya es la forma bajo la cual los seres perciben a un buda, que no tiene más
objetivo que ayudarlos. Esta forma puede manifestarse bajo cualquier aspecto: un hombre,
una mujer, un animal, un dios, una música, un puente, el alimento para quienes tienen
hambre, etc.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 256.
117
Buda shakyamuni y nirmanakaya.
Expresión de la budeidad.
La forma del Buda Shakyamuni es lo que se denomina una forma del «nirmanakaya
supremo», cuya manifestación depende de innumerables circunstancias y requiere lo que se
llama «la purificación del campo de buda». Cuando un «campo de buda» se «purifica»,
aparece un buda con todos los signos físicos que lo caracterizan.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 259.
118
Vía directa a la budeidad.
Base de los tres kayas.
Nuestra mente puede introducirse en los tres kayas desde este mismo momento y semejante
introducción constituye la enseñanza más profunda y directa que pueda recibirse. Es lo que
se denomina dzogchen, lamdré o mahamudra. Se trata de enseñanzas cuyo objetivo es
introducir a la mente directamente en los tres kayas, es decir en su verdadera naturaleza, la
budeidad.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 263.
119
Mente y los tres kayas.
Naturaleza, energía y apariencias.
Hay conciencia, pero no se encuentra «nada» en «ninguna parte». No hay principio ni fin,
nada que tenga una forma o un color. Es la naturaleza no nacida, no identificable, intangible,
inasequible, el aspecto dharmakaya de la mente.
Aunque no haya punto de referencia, nada a qué aferrarse, existe una claridad, una
luminosidad, una especie de energía. Ése es el aspecto sambhogakaya de la mente.
Al mismo tiempo, hay manifestaciones continuas, de los pensamientos, de las emociones
que se elevan, yendo y viniendo libremente, sin interrupción: es el aspecto nirmanakaya de la
mente.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 264.
120
La budeidad en definitiva.
No conceptos, no dualidad.
Establecemos una diferencia entre «las cosas de fuera» y «las cosas de dentro», entre lo
que nos gusta y lo que no nos gusta. De ese modo estamos continuamente atrapados en
situaciones carentes de armonía, angustiantes y conflictivas. Mientras esta manera limitada
de ver las cosas constituya nuestro único horizonte, sufriremos y llevaremos con nosotros el
origen mismo de nuestros problemas. Cuando nos abrimos y rompemos esos límites, las
situaciones ya no nos parecen como antes. No nos convertimos en algo diferente, sino que
vemos las cosas de manera diferente. Desde ese momento nuestras acciones ya no son «re-
acciones», sino acciones directas. Esto es lo que significa la budeidad.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 265.
121
Actividad de un buda.
Acción y no reacción (nube, sol, joya).
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 268.
122
La predica budista.
De la cabeza al corazón.
Todavía no forman parte de nosotros mismos, aún no se han fundido con nosotros. Los
tibetanos suelen decir que el viaje más largo va de la cabeza al corazón, y creo que es cierto.
Lo esencial de toda verdadera práctica es hacer que nuestra comprensión intelectual
descienda hasta el nivel del corazón, hasta el nivel de lo sentido, de lo vivido. Cuando de
verdad comprendemos algo profundamente, la práctica adecuada, la reacción adecuada, nos
viene de modo espontáneo, sin esfuerzo. Cuando actuamos con convicción, lo hacemos con
alegría y entusiasmo.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 269-270.
123
El Dharmakaya.
Vacuidad de la budeidad.
Dharmakaya. (Tib.: chos sku): lit. cuerpo de los fenómenos, cuerpo de esencia. Es el
aspecto de vacuidad de la budeidad. Este término designa la verdadera naturaleza última de
los fenómenos, el aspecto no manifiesto, libre de todos los límites del saber conceptual, más
allá de toda descripción y que, sin embargo, lo engloba todo. Es el aspecto del Buda
percibido cuando toda la confusión, todos los errores, todos los velos han desaparecido. No
es «algo» que se obtiene ni que se «ve». El dharmakaya es el verdadero Buda.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 276.
124
El Nirmanakaya.
Definición básica.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 279.
125
El Sambhogakaya.
Definición básica.
Sambhogakaya. (Tib.: longs (spyod rdzogs pa’i) sku): cuerpo de goce, de gloria, de luz;
corresponde al aspecto luminoso espontáneo. Igual que el dharmakaya, este aspecto de la
budeidad se caracteriza por la ausencia de conceptos, de dualidad y de emociones
negativas, pero implica la presencia de los diferentes tipos de sabiduría. La naturaleza de
buda no es un estado amorfo y borroso, sino que, por el contrario, vibra en virtud de fuerzas
muy vivas que son lo que se llama las cinco sabidurías. Es este aspecto de la budeidad el
que es percibido por los bodisatvas que han alcanzado los diferentes bhumis.
El budismo explicado a los occidentales. Ringu Tulku Rimpoché. Ediciones Invisibles, 2002. España.
Pág. 280-281.
126