Historia de La Mineralogía

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HISTORIA DE LA MINERALOGÍA.

 
            Como se mencionó anteriormente, el surgimiento de la Mineralogía como ciencia es
relativamente reciente, pero en la práctica de las artes mineralógicas es tan antigua como la
civilización humana. Pigmentos naturales como el rojo y el negro, obtenidos de la hematita
y de la pirolusita respectivamente, fueron usadas en las pinturas de las cavernas de los
primeros hombres y las herramientas de pedernal fueron instrumentos valiosos durante
la edad de piedra. Pinturas en tumbas encontradas en el valle del Río Nilo, realizadas hace
aproximadamente 5,000 años, muestran coloraciones como el verde de la malaquita, óxidos
de fierro y metales preciosos obtenidos al fundir menas y confeccionadas en delicadas
gemas de lapislázuli y esmeraldas. Como la edad de piedra cedió a la edad de bronce, otros
minerales como la casiterita fueron investigados, de los cuales obtuvieron nuevos metales.
 
            Se considera que el primer trabajo escrito sobre mineralogía fue realizado por el
filósofo griego Theofrastus (372 - 287 a. C.), titulado Pery Lyton del que se conserva una
parte considerable, y otra obra de él mismo titulada Tratado de los metales que se perdió.
Cuatrocientos años después, Plinio registró el pensamiento mineralógico de su tiempo.
Durante los siguientes siglos, pocos trabajos sobre minerales fueron publicados, los cuales
contenían erudición y consejos con poca información verídica.
 
            El surgimiento de la Mineralogía como ciencia, bien puede ser señalado por la obra
del físico alemán Georgius Agricola quien en 1556 publicó “De Re Metallica”, obra en la
cual manifiesta las prácticas mineras y metalúrgicas de aquel tiempo e incluye el primer
informe verdadero de minerales. Posteriormente, en 1669, Nicolas Steno hace un gran
aporte a la Cristalografía, la “Ley de la constancia de los ángulos interfaciales”, propuesta
a partir del estudio de cristales de cuarzo, en donde independientemente del origen, tamaño
u hábito cristalino, los ángulos entre caras correspondientes son constantes.
 
            Más de un siglo pasó antes de que la siguiente contribución fuera hecha. En
1780 Carangeot inventó un dispositivo para medir los ángulos interfaciales de los cristales,
esto es, el goniómetro de contacto. Romé de L´isle, en 1783, hizo mediciones angulares
sobre diferentes cristales, confirmando de ésta manera la ley de la constancia de los ángulos
interfaciales. En el siguiente año, 1784, René J. Haüy demostró que los cristales son
construidos por apilamiento y sin interrupción de pequeños bloques idénticos, a los cuales
él llamó moléculas integrales, término que subsiste casi en su sentido original en las celdas
unitarias de la Cristalografía moderna. Posteriormente este físico francés, en 1801
desarrolla la teoría de los índices racionales para las caras de los cristales.
 
            A principios del Siglo XIX, fueron hechos rápidos avances en el campo de la
Mineralogía. En 1809, Wollaston inventó el goniómetro de reflexión, mediante el cual se
realizan mediciones exactas y precisas de las posiciones de las caras de los cristales. Por lo
que el goniómetro de contacto aportó los datos necesarios para estudiar la simetría de los
cristales y el goniómetro de reflexión proporciona mediciones exactas de los cristales tanto
naturales como sintéticos. Estos datos hacen a la cristalografía una ciencia exacta.
 
            Entre 1779 y 1848 el químico sueco Berzelius y sus discípulos, estudiaron la
química de los minerales y desarrollaron los principios de la actual clasificación química de
los minerales.
 
            En 1815, el naturalista francés Cordier aplicó su microscopio a fragmentos de
minerales triturados y sumergidos en agua, con esto da inicio al “método de inmersión” el
cual fue desarrollado posteriormente como una técnica importante para el estudio de las
propiedades ópticas de los minerales. La utilidad del microscopio en el estudio de
las propiedades ópticas de los minerales se incrementó de manera importante por la
innovación, en 1828 por el escocés William Nicol, de un dispositivo polarizante que
permite el estudio sistemático del comportamiento de la luz en las sustancias cristalinas.
 
            En la última parte del Siglo XIX, Fedorov, Schoenflies y Barlow, trabajaron
independientemente y desarrollaron casi de manera simultánea las teorías para la simetría
interna y el orden dentro de los cristales, con lo cual llegaron a ser los fundadores del
trabajo posterior en Cristalografía de Rayos X.
 
            El descubrimiento más trascendente del Siglo XX es atribuido a Max Von Laue de
la Universidad de Munich, quien sugirió un experimento ejecutado
por Fiedrich y Knipping, el cual consistió en demostrar que los cristales podían difractar
los Rayos X. De esta manera fue proporcionado por primera vez el arreglo periódico y
ordenado de átomos en la materia cristalina. Casi de manera inmediata, la difracción de
Rayos X llegó a ser un método poderoso para el estudio de los minerales y las demás
sustancias cristalinas, y en 1914 las primeras determinaciones de la estructura
cristalina fueron publicadas por W.H. Bragg y W.L. Bragg en Inglaterra.
 
            La aplicación de paquetes computacionales conjuntamente con modernos equipos
de difracción y fluorescencia de Rayos X ha hecho posible la relativa rapidez en la
determinación de estructuras cristalinas altamente complejas.
 
            El advenimiento de la microscopía electrónica y por tunelamiento para el estudio de
los minerales a micro escala ha proporcionado aún otra herramienta poderosa utilizada en la
actualidad de manera rutinaria, para el estudio de la química de los minerales compuestos,
sintéticos y vidrios
 
Asimismo, la Mineralogical Society of America desde 1937 hace un reconocimiento
cada año, a investigadores de diferentes nacionalidades, quienes han dirigido sus
investigaciones para incrementar el conocimiento mineralógico y que sean consideradas
como contribuciones al enriquecimiento científico de la Mineralogía.
 
A continuación se mencionan los autores y sus contribuciones en el desarrollo de la
Mineralogía y que fueron galardonados por la Sociedad Mineralógica de América en los
años recientes.
 
1977. Raimond Castaing, inventor de los microanálisis, uno de los primeros trabajos sobre
la teoría de los análisis cuantitativos.
1978. James B. Thompson Jr., evaluación teórica de sistemas petrológicos; química
cristalina de los anfíboles.
1979. William H. Taylor, cristalografía estructural; característica estructural de los
feldespatos, zeolitas y aluminosilicatos.
1980. D. S. Korzhinskii, autor de Bases fisicoquímicas para el análisis de la paragénesis
de minerales y de Teoría del zonamiento metasomático.
1981. Robert M. Garrels, estudios teóricos de la formación de menas; diagramas de fase
para minerales de baja temperatura; coautor de Soluciones, minerales y equilibrio.
1982. Joseph V. Smith, cristalografía estructural de minerales formadores de rocas;
mineralogía lunar y petrología; autor de Feldespatos (2 volúmenes).
1983. Hans P. Eugster, equilibrio sólido-fluido en sistemas hidrotermales; sedimentación
química del agua en lagos salados.
1984. Paul B. Barton Jr., petrología de menas; la química y física de los procesos
formadores de menas.
1985. Francis J. Turner, petrología metamórfica.
1986. Edwin Roedder, inclusiones fluidas en minerales.
1987. Gerald V. Gibbs, fundamentos de la cristalografía matemática; aplicación de la teoría
orbital molecular al enlace químico.
1988. Julian R. Goldsmith, orden-desorden en feldespatos; equilibrio de fases en
carbonatos.
1989. Helen D. Megaaw, estructura cristalina por rayos X de los feldespatos; origen de la
ferroelectricidad en óxidos.
1990. Sturges W. Bailey, estudios de la química cristalina y estructural de las capas de los
silicatos.
1991. E-an Zen, aplicación de la termodinámica a la petrología; régimen de temperatura y
presión en la cordillera Apalachiana.
1992. Hatten S. Yoder, petrología experimental y su aplicación a la paragénesis mineral;
estudio de la actividad del agua en el metamorfismo y la petrogénesis de las rocas ígneas;
autor de Generación del magma basáltico.
1993. Brian Mason, autor de Principios de geoquímica y de Meteoritos, coautor
de Mineralogía.

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