Mitos y Leyendas Sobre El 25 de Mayo de 1810
Mitos y Leyendas Sobre El 25 de Mayo de 1810
Mitos y Leyendas Sobre El 25 de Mayo de 1810
SOBRE EL 25 DE MAYO DE
1810
HACE 12 MESES.
Pero esta historia no escapa a la suerte de otras tantas, y los mitos, esas
imágenes construidas a posteriori con el fin de terminar de darle forma a un
relato ya masticado para el consumo masivo, una suerte de fastfood de la
historia, abundan donde quiera que se mire.
1. Arranquemos por el que quizás sea el más discutidode todos. Los famosos
paraguas a las puertas del Cabildo, imagen eternizada por Ceferino Carnacini
en su obra de 1938 “El pueblo quiere saber de qué se trata”. ¿Llovía el 25 de
mayo de 1810? Y si llovía, ¿había paraguas en el Río de La Plata? Hoy es un
lugar común afirmar que no, que no había paraguas en el Buenos Aires
colonial, que la pintura está errada, que es anacrónica. ¿Seguro? Quizás no
tanto…
Lejos de esta historia estilo Billiken, lo que en realidad hacían French y Beruti
con las famosas cintitas era identificar a los asistentes que estaban a favor del
reemplazo del Virrey por la Junta de Gobierno. Se repartían en la plaza porque
el acceso al Cabildo estaba fuertemente custodiado, en miras de sólo dejar
acceder a aquellos individualizados de antemano como simpatizantes de la
causa revolucionaria.
4. Un cuarto mito tiene que ver con la extensión de estos sucesos de mayo. El
relato más difundido tiende a presentar al 25 de mayo como el día en el que
“nace la Patria”, una fecha que marcaría un antes y un después en la historia
del país. Sin embargo, poca mención se hace al rol que le cabe en este relato
del “nacimiento de la patria” al resto del país.
Como dijo una reconocida historiadora, a partir de 1811, todos los 25 de mayo
“Buenos Aires se festeja a sí misma”. Los Cabildos del interior se van
enterando lentamente de la formación de la Primera Junta. Algunos, como el de
Córdoba, se resisten a aceptar el nuevo orden. Otros, como el de Mendoza lo
aceptan, aunque la noticia le llega recién un mes más tarde.
5. Una última cuestión muy extendida gira en torno al punto de partida para
esta historia. Por lo general el relato comienza el día 18 con el anuncio de la
caída de Andalucía en manos francesas y termina el 25 con la formación de la
Primera Junta de Gobierno.
Las invasiones inglesas van a dejar a Buenos Aires con casi 8.500 hombres
armados en las milicias. Estas milicias no se disuelven tras la expulsión de los
ingleses, sino que sobreviven hasta convertirse en factor clave en los sucesos
de mayo.
El Buenos Aires de 1810 contaba con una población de casi 40 mil personas.
Si tenemos en cuenta que de esas 40 mil, 8.500 estaban organizadas y
armadas, el proceso en su conjunto se entiende mejor. Es como si hoy hubiese
en la Ciudad 850 mil personas organizadas en ejércitos populares armados,
que discuten política y eligen a sus líderes de forma asamblearia.