Granvia PDF
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El Real Piquetazo: A
primera hora de la
mañana del 4 de abril
de 1910, el rey Alfonso
XIII dio un golpe con
una piqueta de plata en
un ladrillo del muro
junto a una ventana de
la casa del cura, un
pequeño edificio con-
tiguo a la iglesia de San
José. Tras el evento, el
rey firma el documento
que da comienzo a las
obras de derribo.
Existen tres tramos diferenciados, y en un primer momento cada uno
recibió un nombre diferente haciendo alusión a distintas personalidades
de la época. El primero, que arrancaba desde la Calle de Alcalá hasta la
Red de San Luis, en la Calle Montera, se llamó Avenida del Conde de
Peñalver. Fue el primer tramo en ejecutarse (las obras terminaron en
1917). Para su construcción se demolieron importantes edificios, como el
colegio de Nuestra Señora de la Presentación (conocido popularmente
como "de las Niñas de Leganés") o el Palacio Masserano.
En 1873 el teatro sería derruido para dejar paso a un banco. En 1912 los
laterales de la fachada de la iglesia fueron elevados para igualar en altura a
los edificios colindantes. Como puede verse en la fotografía, el resultado es
bastante cuestionable. El interior de la iglesia es muy rico en obras de arte.
Suele creerse, por error, que en esta iglesia se casó Simón Bolíbar pero no
fue así. Se casó en otra del mismo nombre que estaba en la esquina de
Libertad con Gravina, hoy desaparecida.
Alcalá 39,
Edificio Metrópolis
Construcción: 1907- 1911 Altura: 45 metros Arquitectos: Jules y Raymond
Fèvrier
Estilo: Francés Dueño: Metrópolis Seguros
Anécdota: Donde hoy está la victoria alada, en la cúpula del edificio, hasta
principios de los setenta estaba una estatua de bronce del Fénix sobre el
cual había una figura humana con el brazo alzado en representación de
Ganímedes. Esta se encuentra ahora en el edificio La Unión y el Fénix
Español, en el 23 de la calle Alcalá. Una victoria alada corona este edificio
que da la bienvenida a la Gran Vía desde la calle de Alcalá. Fue levantado
entre los años 1907 y 1911 sobre el solar donde se encontraba la Casa del
Ataúd, conocida así popularmente por su estrechez. Ha sido propiedad de
dos importantes empresas aseguradoras: La Unión y el Fénix y ahora
Metrópolis. Los relieves de la cúpula están cubiertos por más de 30.000
panes de oro de 24 quilates. Las plantas superiores están adornadas con
columnas que sirven de pedestal a estatuas referentes al comercio, la
agricultura, la industria y la minería. Contiene once grupos escultóricos.
Gran Vía 1,
Edificio Grassy
El conjunto tiene muchos motivos de origen plateresco con otros detalles
modernistas como las figuras femeninas sobre los portales y los batientes
de hierro repujado de los mismos, los zócalos de cerámica del paso de
carruajes o los paneles alicatados que decoran los tímpanos superiores. En
1916 se le pidió diseños a la acuarela para ellos al ceramista Daniel Zuloaga,
unos de los mejores, que recibiría especial mención en los premios
otorgados por el Ayuntamiento
La opulencia y el descaro son vecinos en el número 1 de la Gran Vía.
Alejandro Grassy fundó su joyería en 1953 y desde entonces conserva su
encanto. Su museo de relojes muestra piezas de hasta hace cinco siglos. En
el local, decorado con estucos italianos, se desarrolla un comercio elitista
que ha visto pasear por su interior a personajes como Ava Gardner o Luis
Miguel Dominguín. Nada hace imaginar que sólo un piso más arriba un
grupo de drag queens anima las noches madrileñas en el restaurante Gula
Gula. Un espectáculo que atrae a todo tipo de clientes.
Gran Vía 2,
La Gran Peña
Construcción: 1917 Arquitectos: Eduardo Gambra Sanz y Antonio de
Zumárraga
Anécdota: En este edificio figura una lápida con la inscripción: "Avenida de
Conde de Peñalver. Primera vía de la reforma urbana a cuya realización dedicó
todas sus iniciativas don Nicolás de Peñalver y Zamora, siendo alcalde de
Madrid. Homenaje del pueblo. MCMXVI".
Requisitos: Para convertirse en socio es necesario tener el aval de cinco
personas que también lo sean, y además dos de ellos deben pertenecer a la
junta directiva.
Al más puro estilo de los clubes londinenses, ha congregado durante décadas
a lo más granado de la política española. Entre sus ilustres socios han figurado
el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo y en la actualidad Miguel
Herrero de Miñón, uno de los siete padres de la Constitución. El rey Juan
Carlos es presidente de honor desde 1975. El acceso está restringido a sus
miembros, sólo hombres. Las mujeres pueden acceder únicamente si van
acompañadas. Las normas prohíben tomar fotografías y grabar imágenes del
interior. Absoluto secreto para horas de tertulias intelectuales y políticas entre
caballeros trajeados y ambiente caldeado por el humo de los habanos.
Gran Vía 8,
Loewe
Construcción: 1915 Arquitecto: Francisco Pérez de los Ríos
Un clásico: El local de Loewe en este edifico es el más antiguo de los que posee
la firma en todo el mundo. Fue diseñado por el arquitecto Francisco Ferrer
Bartolomé.
Clientes ilustres: Cary Grant, Gary Cooper, Ava Gardner, Giuletta Massina,
Anthony Quinn, Ernest Hemingway y Sofia Loren, entre otros, han dejado su
rúbrica en el libro de firmas de la tienda de moda.
Anécdota: Aquí estuvo la pastelería de Aquiles Caserta. Su famosa merienda
consistía en un té, 2 emparedados, 2 tostadas, pastas y bizcocho. Todo por 150
pesetas.
Este edificio que hoy alberga la boutique de la firma de moda Loewe fue el
primero que se construyó en la Gran Vía. Aquí se encontraba el colegio de las
Niñas de Leganés. Una de sus alumnas fue la cantante de ópera Elena Sanz,
amante reconocida del rey Alfonso XII, con el que tuvo dos hijos: Fernando y
Alfonso. La relación con la contralto fue un bálsamo para el rey, que había
enviudado de María de las Mercedes a los pocos meses de la boda, en 1878.
Elena se marchó a París ante la presión de la reina María Cristina, con la que el
rey se casó en segundas nupcias en 1879.
En verano, todos los que pueden huyen del calor del asfalto madrileño. Los que
no, optan por evocar el ambiente playero desde las numerosas terrazas que han
copado las azoteas y calles de la ciudad en los últimos años. Hoteles como el de
las Letras, en el número 11 de la Gran Vía, son prueba de ello. Con la luz del
atardecer los urbanitas se refugian entre las velas y se dejan llevar cóctel en
mano por la música chill out. Las vistas, impresionantes. El precio, también. A 18
euros la copa no podría esperarse menos.
Gran Vía 12,
Bar Chicote
Pedro Chicote fue un prodigio de los cócteles desde que con siete años tuvo
que ponerse a trabajar en un mercado. Allí ofrecía ingeniosas mezclas a los
pescadores que paraban de madrugada. Con 17 años fue contratado como
camarero en el hotel Ritz, donde el embajador de Brasil le regaló una botella
de licor. Desde entonces comenzó su fiebre coleccionista y tras abrir el bar de
copas que lleva su apellido en Gran Vía, 12, en el año 1931, instaló un museo
de bebidas donde almacenó casi 20.000 botellas únicas. Ava Gardner y Ernest
Hemingway se han paseado por el local. Artistas, escritores y políticos fueron y
son su mejor clientela.
Montera 47,
McDonald's
El local que hoy ocupa la multinacional de comida rápida Mcdonald’s fue en
su día la joyería Aleixandre, una de las tantas que existían inicialmente en la
Gran Vía, una calle concebida para el lujo. En esta misma manzana se
encontraba la iglesia de San Luis, que fue destruida durante la Guerra Civil
debido a los bombardeos de la aviación franquista. En el templo había,
entre otras, dos pinturas de Claudio Coello. También estaba aquí la casa por
la que se pagó el precio más alto por su expropiación antes de las obras:
770.439 pesetas.