Laboratorio de Alimentos
Laboratorio de Alimentos
Laboratorio de Alimentos
GRUPO: 90 G - C
SEMESTRE: 2016 – B
LABORATORIO DE QUIMICA DE ALIMENTOS
CALLAO – PERÚ
OBJETIVOS
FUNDAMENTOS TEORICOS
Una espuma es una dispersión de burbujas de gas en un líquido. Muchos alimentos son
productos tipo espumas: crema batida, helados de crema, pasteles, merengues, pan, soufflés,
mousses y malvaviscos. Las propiedades de textura son únicas debido a la dispersión de
numerosas burbujas de aire pequeñas y a la formación de una película delgada en la interfase
líquido-gas llamada frecuentemente lamela. En la mayoría de estos productos, las proteínas
son los principales agentes con actividad superficial que ayudan en la formación y
estabilización de la fase gaseosa dispersa. Generalmente, las espumas estabilizadas por
proteínas se forman por burbujeo (inyección de gas a través de un orificio angosto), batido
(crema, merengue) o sobresaturación de gas en líquido (cerveza, pan).
PROTEÍNAS DE LA CLARA
En los primeros momentos del batido se forma una espuma basta, de grandes burbujas y
poco estable, surfactada principalmente por las ovomucinas, que son las proteínas de la clara
que más fácilmente pierden su estructura globular.
Si el batido prosigue se incorporan a la capa surfactante ovoglobulinas y ovotransferrinas.
Aunque las burbujas se hacen cada vez menores y lógicamente aumenta la extensión total de
interfaz, el contenido de la clara en ovoglobulinas y ovotransferrinas es suficiente como para
que la concentración de surfactantes alcance valores elevados en todo el volumen de
espuma, permitiendo que espume de manera muy estable toda la clara (recuérdese que en
otros alimentos, solamente una parte del líquido original queda espumado); de hecho, es
posible añadir algo de agua a la clara y aún se conserva concentración proteínica suficiente
como para montarla a punto de nieve.
Además, al perder las proteínas su estructura original en ovillo, muchos de los enlaces débiles
que la mantenían han quedado libres y tienden a rehacerse; al encontrarse una multitud de
moléculas proteínicas entremezcladas en la capa surfactante, muchos de estos enlaces se
rehacen como intermoleculares, asociando las diversas moléculas en una red proteínica
continua que estabiliza aún más la espuma. En este punto del proceso se hace importante el
papel de la conalbúmina, que no interviene como surfactante, pero al oxidarse con el oxígeno
que se difunde desde las burbujas se asocia con las proteínas surfactantes conectando
burbujas vecinas y fortaleciendo la red. Si a la aparición de esta estructura de conexión se
une la elevada viscosidad que conserva la matriz retardando el drenaje, se puede entender la
capacidad de la clara de huevo de formar, aún en crudo, una espuma tan abundante y
persistente.
Esta viscosidad se debe al elevado porcentaje de proteínas (principalmente ovoalbúminas)
que, por ser más estables, aún conservan su estructura soluble.
Sin embargo, el proceso de formación de enlaces entre moléculas proteínicas vecinas puede
ir demasiado lejos: si se continúa el batido durante demasiado tiempo o con una potencia
excesiva, la apertura de enlaces prosigue; las proteínas vecinas comienzan a asociarse tan
estrechamente que expulsan el agua que embebe la red y la espuma queda seca y poco
flexible, haciendo muy difícil su mezcla con otros componentes de la receta que se pretendía
preparar. Más aún, si se prosigue el batido, aparecen gránulos proteínicos rígidos que
supuran líquido y la graciosa uniformidad de una clara bien montada se pierde. A mano es
prácticamente imposible llegar a este estado de sobrebatido, pero levantando la espuma con
batidora es relativamente fácil alcanzarlo. Como se verá más adelante, hay estrategias que
permiten bloquear la excesiva formación de enlaces intermoleculares, especialmente los
puentes disulfuro, que son los más fuertes.
La formación de espuma de clara de huevo, como cualquier otro proceso físico-química, está
muy influenciada por las condiciones del medio. Entre los aspectos más importantes se
pueden destacar los siguientes:
TEMPERATURA
La temperatura tiene una doble influencia. Por un lado, la clara a temperatura ambiente
espuma mucho mejor que la recién sacada del frigorífico ya que la baja temperatura dificulta
la desnaturalización de las proteínas que deben actuar como surfactantes. De hecho es muy
difícil levantar a mano una clara fría. Sin embargo al estar el huevo frío es más fácil separar
claras y yemas sin dejar ningún rastro de estas últimas en las claras que se pretenden batir, y
como se explicará más adelante, el más mínimo resto de yema reduce drásticamente el
volumen y la persistencia de la espuma obtenida; además la espuma fría drena aún más
despacio y por ello es más estable.
En muchas recetas se recomienda dejar que los huevos tomen temperatura ambiente antes
de batirlos, pero dado que en la actualidad el batido suele hacerse con medios mecánicos, la
dificultad inicial para que comiencen a espumar no es significativa. Al menos se puede
recomendar que se separen claras y yemas inmediatamente después de sacar los huevos del
frigorífico, aunque se dejen templar antes de batirlos.
pH
Los iones formados por la disociación de la sal al disolverse en la matriz acuosa bloquean de
un modo muy eficaz la formación de enlaces intermoleculares, incluso con baja
concentración, e impiden así la consolidación de la red proteínica con consecuencias
negativas para la espumabilidad y la persistencia. Por esta razón se recomienda añadir la sal
sobre otros ingredientes del plato y no sobre las claras a punto de nieve.
AZÚCAR
Las grasas son los principales enemigos de la espuma de clara. No solamente compiten con
las proteínas surfactantes en la interfaz agua-aire de las burbujas sino que también bloquean
la formación de enlaces entre proteínas debilitando la red que estabiliza la espuma.
Sorprendentemente los detergentes o los lípidos polares que son buenos surfactantes de por
si debilitan la espuma por la misma razón: no son compatibles con las proteinas e interfieren
su acción. Por estas razones es determinante evitar la más mínima contaminación de estas
sutancias en la clara que se pretende montar: un recipiente de plástico que tiende a retener
algunas moléculas de grasa; uno mal aclarado que retenga detergente o jabón; la rotura de la
yema en la separación que aporte a la clara una pequeña cantidad de grasa de lecitina y de
colesterol. En todos estos casos la clara será más difícil de montar y resultara menos estable.
MATERIALES Y EQUIPOS
04 Probetas 25cc
Batidora
10 Vasos precipitados
08 Huevos
Espátula
REACTIVOS
Sal y azúcar.
PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL
A. Calculo del tiempo de batido de la clara de huevo para producir una espuma más
estable
1. Tener 6 muestras de 25gr ≈ 25ml de clara de huevo cada una (medir con la
probeta).
Muestra 1
Testigo (patrón).
Muestra 2
Espolvorear 2gr de cloruro de sodio sobre la clara de huevo antes del batido.
Muestra 3
Muestra 4
DISCUSION Y RESULTADOS
PROCEDIMIENTO A
V vs t
14
12
10
8
V (ml)
6
4
2
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
t (min)
La tabla muestra el tiempo de necesario para obtener una espuma blanda o suave (7min),
rígida o estable (8min) y una fase en la cual la espuma es inestable; se observa más volumen
de goteo en la fase blanda e inestable que en la espuma rigida.
PROCEDIMIENTO B
Muestra 2
La muestra nos muestra la inestabilidad de la espuma al agregarle NaCl antes del batido,
además se observa la disminución del volumen de la espuma.
Muestra 3
La muestra nos muestra que al agregarle azúcar antes del batido aumenta la viscosidad
global de la espuma.
Muestra 4
La muestra nos muestra que el azúcar agregado después del batido produce un efecto similar
que el NaCl.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA
http://fqig4s1.blogspot.pe/2009/12/espuma-de-clara-de-huevo.html
http://datateca.unad.edu.co/contenidos/301203/301203/leccin_29_propiedades_espum
antes.html
Jose Bello Gutiérrez, Ciencia y tecnología culinaria, Editorial Diaz D Santos, pág. 88-89
Información tecnológica, Editor Jose O. Valderrama, pág. 21-22