Corticoides
Corticoides
Corticoides
Los corticoides o corticoesteroídes son un tipo de las hormonas denominadas esteroides, que se producen en
las glándulas suprarrenales. Sus formas sintéticas o semisintéticas se usan por su efecto antiínflamatorio e
inmunosupresor en el tratamiento de diferentes patologías: enfermedades respiratorias, oftalmológicas,
respiratorias, reumáticas, etc., así como en el trasplante de órganos para evitar el rechazo.
¿Qué son?
Los corticoides que produce el organismo de forma natural (hormonas) desarrollan su actividad en diferentes
procesos, entre los que están aguellos que regulan la inflamación, el sistema inmunitario, el metabolismo de
los hidratos de carbono, la transformación de las proteínas en moléculas sencillas, así como la respuesta
frente al estrés del organismo.
Entre los corticoides más conocidos figuran Prednisona. Hidrocortisona, Betametasona, Beclometasona,
etc., siendo numerosos los procesos patológicos para cuyo tratamiento se utilizan:
Inhaladores
Tratamiento oral (comprimidos, cápsulas, jarabes, gota)
Tópico (pomadas y cremas dérmicas, gotas oftálmicas y óticas)
Spray nasal
Inyectables (vía intravenosa y vía intramuscular)
Efectos adversos
Los corticoides pese a su gran utilidad, pueden tener diferentes efectos adversos, especialmente cuando se
utilizan en tratamientos prolongados y dosis altas.
A bajas dosis y en tratamientos de corta duración los efectos adversos de estos medicamentos son en
general leves y poco frecuentes. Ocasionalmente pueden producir:
Retención de líquidos
Se produce obesidad característica, denominada cushingoíde
Aumento de apetito
Ansiedad
Alteraciones de la menstruación
Problemas en la fijación del calcio en los huesos
Aumento de la presión arterial
Retraso en la cicatrización de heridas
Además, estos fármacos pueden alterar en una analítica los niveles de colesterol, glucosa, calcio, potasio y
hormonas tiroideas, por lo que debe avisarse de que se está tomando un medicamento de este tipo cuando
se va a someter a un análisis de sangre u orina.
A altas dosis y en tratamientos prolongados los efectos adversos pueden ser más graves:
Dificulta la respuesta del organismo y el tratamiento de posibles procesos infecciosos «
Disminución de la masa ósea y predisposición a sufrir una fractura
Acumulación de grasa corporal
Gastritis
Por otra parte, los corticoides están contraindicados ante enfermedades como la diabetes, enfermedad
cardiaca congestiva, tuberculosis, herpes ocular, gastritis, úlcera gastroduodenal. Infecciones víricas y
fúngicas, etc.
Todos estos efectos adversos implican una serie de recomendaciones importantes a la hora de utilizar los
corticoides:
No hay que automedicarse con estos fármacos, ya que son de prescripción médica
Deben seguirse estrictamente las pautas de tratamientos determinadas por el médico
No debe suspenderse el tratamiento sin la autorización del médico, pues la retirada de! fármaco
debe hacerse de forma gradual
Patologías asociadas
Algunas de las patologías en cuyo tratamiento se utlizan ios corticoides son las siguientes:
Asma
EPOC
Dermatitis atópica
Reacciones alérgicas
Trasplantes de órganos
Procesos inflamatorios
Conjuntivitis
Síndrome nefrótico « Tendinitis
Psoriasis
Colitis ulcerosa