El Túnel, Ernesto Sábato, Por Julián Duarte
El Túnel, Ernesto Sábato, Por Julián Duarte
El Túnel, Ernesto Sábato, Por Julián Duarte
Con esta obra de Sábato nos encontramos con una historia de varios matices,
escrita de manera que mantiene totalmente conectado al personaje principal, Juan
Pablo Castel con el lector.
La interpretación y el análisis de esta obra tan compleja como la que nos presenta
Sábato, está dado por tres planteamientos en los cuales se sostiene la obra,
aunque también quisiera poner de manifiesto un análisis en lo profundo de Castel,
que denota en otro sentido la obra 2; en primer lugar nos encontramos con un
planteamiento crítico (con ideas psicoanalíticas de corriente Freudiana) hacia la
sociedad del momento por parte del autor. En segundo lugar nos vemos inmersos
en una lógica depresiva, enmarcada dentro un existencialismo, no se puede
desasociar de la época en la que fue escrita ni los estudios de Sábato (Físico,
matemático) presentándonos un gran intelectual luego de la Segunda Guerra
Mundial, exactamente en el año de 1948, lo cual puede explicar el porqué de lo
depresivo de su obra y porque el influjo existencialista dentro de ésta. Y en tercer
lugar la incomunicación del humano que se ve encarnada en el alejamiento y la
soledad en la que ha tenido que vivir el protagonista de la novela.
Para iniciar con nuestro análisis (primer planteamiento), debemos observar esta
frase:
“Diré, antes que nada, que detesto los grupos, las sectas, las cofradías, los
gremios y en general esos conjuntos de bichos que se reinen por razones de
profesión, de gusto o de manía semejante. Estos conglomerados tienen una
cantidad de atributos grotescos: la repetición del tipo, la jerga, la vanidad de
creerse superiores al resto de los hombres”3
Con lo anterior podemos decir que Castel funciona como realmente un crítico
social al pronunciar estas palabras, que sin ir más allá de lo que él dice
literalmente, hace referencia a la Alienación de la sociedad 4 dentro de los grupos
que se han venido formando, que terminan conformando una jerga especial que
ellos usan, además de una vanidad que al encontrarse con otros grupos del
1
Mientras el relato nos conduce dentro de las páginas es confuso este nombre, sin embargo
llegando al final, en la desesperación éstas dos palabras toman sentido verdadero; se nos presenta
un Castel encerrado, “Hermético”, hundido en la oscuridad y hasta un punto en la desesperación
que metafóricamente nos representan decir, “El Túnel”
2
Éste análisis lo realiza Ana Paula Ferreira dónde nos muestra la transfiguración de la Madre de
Castel en María Iribarne, lo cual da el sentido de que el pintor tiene un síndrome de Edipo y una
necesidad maternal que lo lleva a ser tan obsesivo compulsivo con su amada, esperando una
exclusividad que ella no puede brindarle.
3
Ernesto Sábato, (1951), “El Túnel”, Buenos Aires: Emecé Editores, 2da edición, p.p 11.
4
En esto José Ortega apoya las ideas que planteó con respecto a la alienación y la
incomunicación.
mismo carácter los hace sentir que son mejores que ellos, todo esto dentro de la
cabeza de Castel5.
5
Aquí es importante decir que las manías analíticas que tiene este personaje del libro dejan
entrever la fascinación de Sábato por el psicoanálisis ya que constantemente Castel está pensando
en todo lo que ocurre, realizando hipótesis y psicoanalizando todos los personajes, para encontrar
que males puede encontrar con quienes habla.
6
Existencia: Actuando independiente y responsablemente sin ser etiquetado en roles, estereotipos
u otras categorías que se ajustan al individuo (Esencia).
a leerlo hasta el final, además de esto es importante decir que su crítica aún es
posible en nuestra época y no difiere en demasía de lo que vivimos.
BIBLIOGRAFÍA
Ernesto Sábato, (1951), “El Túnel”, Buenos Aires: Emecé Editores, 2da
edición.
Ana Paula Ferreira, (1992), “El Túnel de Ernesto Sábato en busca del
origen”, Revista Iberoamericana, New York University. Artículo disponible
online en: http://revista-
iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/viewFile/4999/
5158
José Ortega (1983), “Las tres obsesiones de Sábato”, Cuadernos
Hispanoamericanos, núm. 391-393 (enero-marzo 1983), pp.125-151,
Madrid: Instituto de Cooperación Iberoamericana. Artículo disponible online
en: http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcxp7k5