Epidemiología, Anamnesis y Factores de Riesgo Del

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TM Claudia Sepúlveda Jofré

Diplomada en Mamografía
 El Cáncer de mama es una de las enfermedades más
prevalente en la mujer y su pronóstico depende
estrechamente de la etapa en que se diagnostique,
por lo que su prevención, diagnóstico y detección
son considerados cruciales en la sobrevida de los
pacientes.

 Se sabe que el cáncer mamario detectado


precozmente tiene una excelente sobrevida,
alcanzando hasta un 98% a 10 años.
 El diagnóstico precoz ofrece además a la
paciente la posibilidad de una cirugía menos
mutilante y permite disminuir la morbi-
mortalidad asociada a los tratamientos
complementarios, como la radioterapia y
quimioterapia.
 De los métodos de detección precoz de
cáncer mamario, el único que ha demostrado
hasta el momento beneficios en cuanto a la
reducción de la mortalidad, es la
mamografía.
 Según la GLOBOCAN:

 El Cáncer de Mama lidera como primera causa de


muerte por cáncer en la mujer.
 Anualmente, fallecen 372.969 mujeres, cuya tasa de
mortalidad es de 35,66 por 100.000 mujeres.
 Chile ocupa el cuarto lugar en Sudamérica con una
tasa de mortalidad estandarizada por edad de 12,51
por 100.000 y una tasa de incidencia estandarizada
por edad de 37,97 por 100.000.
 A partir de los 40 años, la tasa de mortalidad
aumenta progresivamente, alcanzando en el grupo
de mujeres de 80 y más años una tasa de 143,4 por
100.000 mujeres en el año 2002.
 En el sexo masculino, tasa bruta de 0,14 por
100.000 hombres; todos ellos superaban los 55 años.
 En nuestro país el cáncer de mama desde el año
2009 constituye la primera causa de muerte por
tumores malignos en la mujer, anteponiéndose al
cáncer vesicular.
 En Chile muere una mujer cada 8 horas a causa de
este mal y en la población general una de cada
diez mujeres (10%) padecerá cáncer de mama a lo
largo de su vida.
 Tasa de mortalidad observada al año 2009 es de
15.8 por cada 100.000 mujeres.
 En Chile se creó la necesidad de trabajar sobre
el diagnóstico precoz del cáncer de mama
debido a las estadísticas.

 El hito más significativo fue la creación, en 1995,


del Programa Nacional de Cáncer de Mama, el
cual tuvo como principal objetivo: “Disminuir la
mortalidad por cáncer de mama a través del
aumento de la pesquisa de cánceres en etapas I
y II, realizando tratamientos adecuados y
oportunos”.
 No obstante, sólo desde el año 2005 toda mujer
a los 50 años tiene derecho por ley a una
mamografía, independiente de los factores de
riesgo o sintomatología que presente, como
parte del Examen de Medicina Preventiva.
 Por el momento por falta de recursos- se trata
de una sola mamografía en la vida de las
chilenas.
 El diagnóstico del cáncer de mama en etapas más
precoces (in situ, I y II) ha aumentado de 42,9 a
69,4% entre los años 1999 y el 2009. Así mismo, se
observa una reducción de 74,4% en los casos
diagnosticados en etapa IV en el mismo período
(20,7 a 5,3%).
 Este cáncer es el más común en mujeres mayores de
50 años, pero puede ocurrir en mujeres de todas las
edades.
 Hoy en día vemos como aumenta su incidencia
(casos nuevos por año), donde más del 75 % de
las mujeres con cáncer de mama no tienen
antecedentes familiares de la enfermedad, sin
embargo sólo el simple hecho de pertenecer al
sexo femenino significa un riesgo para todas las
mujeres.
 El cáncer de mama es el
crecimiento anormal y
desordenado de células del
epitelio en los conductos o
lobulillos mamarios.
 Además de destruir los
tejidos de la mama, puede
diseminar por el organismo
a través de la sangre o de la
linfa, y puede producir una
metástasis en alguna otra
parte del cuerpo.
 Inicialmente las alteraciones dan lugar a una
patología no maligna como la hiperplasia atípica.
 Pero su evolución podría conducir a la
malignización. Esta patología afecta
principalmente a mujeres, aunque también
puede darse en un pequeño porcentaje de
varones (menor al 1%).
 La morbilidad y mortalidad del cáncer de mama
constituye hoy en día un problema de salud pública
en Chile y solo con programas de control de calidad
en mamografía podemos ayudar a reducir este
índice.

 “Recordar que detectar un tumor en rangos de


tamaño pequeños permite siempre un pronóstico
superior ante cualquier combinación de terapias
en cánceres más avanzados aunque éstas
contemplen el mejor tratamiento quirúrgico,
quimio o radioterapéutico”.
 El factor pronóstico más
importante es el tamaño del
tumor, a mayor tamaño del
tumor, mayor es la probabilidad
de metástasis y diseminación.
 La Mamografía es un examen
que no sólo involucra la toma de
las Proyecciones por parte de la
Tecnólogo Médico, sino que,
también implica un dominio
elevado de Control de calidad
para dar una imagen diagnóstica
confiable, un examen clínico
apropiado para evaluar signos
visuales o palpables y una
anamnesis exhaustiva para
distinguir factores de riesgo y
conocer su historial médico.
 Generar un ambiente cálido y acogedor para dar
tranquilidad a la paciente, disminuir el estrés
natural que origina este examen, obtener la
máxima colaboración del “paciente” durante:
 Recolección de información para distinguir
factores de riesgo
 Examen clínico
 Toma mamográfica.
 También es necesario lograr la habilidad de
comunicación en la relación TM- paciente,
debido a que “La opinión de la mujer sobre
este examen dependerá en gran medida de la
pericia de la Tecnóloga y de su capacidad para
comunicarse”.
 Enfatizar la importancia de la mamografía
 La compresión es necesaria para obtener buenas
imágenes y ver los detalles con claridad.
 Para conseguir la máxima cooperación se debe
aclarar dudas y temores con una explicación
clara y concisa sobre en que consiste el examen.
 El examen no daña sus pechos.
 Aspectos psicológicos a considerar:

 Identificar las necesidades y las circunstancias


particulares de cada mujer para poder garantizarle
una experiencia satisfactoria y positiva.
 El TM debe tener un trato amable, demostrar
interés y generar confianza en la mujer, (aunque
ese día haya visto a muchas).
 Cuando se crea una atmósfera placentera, tranquila
e informativa, la mujer se relaja más fácilmente.
 El TM debe responder a las consultas y explicar
cuidadosamente el procedimiento, haciendo
hincapié en lo importante que es aplicar la
compresión adecuada, con el fin de que la mujer
comprenda y coopere.
 Historial Médico:
 Motivo
 Datos Personales (Nombre, edad, dirección, teléfono)
 Tiene hijos
 Edad en que tuvo el primer hijo
 Edad de la primera regla
 Menopausia
 Histerectomía parcial o total
 Ingesta de hormonas y el tiempo que lleva tomándolas
 Cirugías realizadas en las mamas
 Tipo de intervención, en que mama
 Resultado biopsia
 Cicatrices que presente en la piel
 Nevus
 Tratamientos: como radioterapia, quimioterapia,
ingesta de tamoxifeno.
 Motivo de consulta: Control, seguimiento a corto
plazo, complemento de una mamografía
anterior.
 Presenta dolor o alguna molestia.
 Secreción o descarga por los pezones.
 A la palpación e inspección: Nódulos o masas,
piel fija o deprimida, engrosamiento o retracción
cutánea, pezones umbilicados o retraídos,
cambios de color del pezón, presencia de
adenopatías y lunares.
 Factores de riesgo
 Factores de riesgo Mayores
 Ser mujer ( > 99% de los casos
de Ca de mama)
 Portadores de mutaciones en
los genes BRCA1 y BRCA2.
 Edad.
 Antecedente personal de
cáncer de mama.
 Historia familiar.
 Radioterapia de tórax antes
de los 30 años.
 Densidad mamográfica
aumentada.
 Factores de riesgo Menores

 Embarazos, menarquia precoz y menopausia


tardía (Cantidad de Estrógeno circulante)

 Enfermedades mamarias benignas


proliferativas.(Hiperplasia con o sin atipia,
carcinoma lobulillar in situ)

 Sobrepeso después de la menopausia.

 Ingesta crónica de alcohol.

 Algunas (TRH) terapias de re-emplazo hormonal


en la menopausia.
 Los genes implicados son el BRCA-1, el BRCA-2,
el p53 y el HER2-NEU que son los genes que
controlan el crecimiento y muerte celular.

 Con transmisión autosómica dominante, eso


quiere decir que es igualmente transmitida por
hombres y mujeres, no se salta generaciones y
cada niño(a) tiene un 50% de heredar la
mutación.
 BRCA-1:
 Localizado en cromosoma 17, posee 22 exones que
codifican una proteína que tiene una función supresora en
la formación del tumor.
 Las mutaciones se transmiten en una familia con patrón
autosómico dominante.
 Asociado a cáncer de mama y ovario.
 Presente en 45% de los casos familiares de cáncer de
mama. (Con un una incidencia de mutación del 36 al 85 %
para riesgo de cáncer de mama, un 40 al 60% en el riesgo
de un segundo cáncer de mama (no es reaparición del
primer tumor) y de un 20 al 60% en riesgo de cáncer de
ovario.)
 BRCA-2:
 Se localiza en el cromosoma 13, actuando como
un gen supresor de tumores.
 Está asociado con cáncer de mama familiar en
mujeres y hombres, pero no existiría relación
con el cáncer de ovario.
 Transmitido también con patrón autosómico
dominante.
 Se asocia a carcinoma ductal.
 Asociado a cáncer de mama del varón, cáncer
de próstata y cáncer de páncreas.
 Mayor riesgo de otros tipos de cánceres. (Con un
una incidencia de mutación del 36 al 85 % para
riesgo de cáncer de mama en mujeres, un 6% en
el riesgo de cáncer de mama en el hombre).
 HER2-NEU:
 Oncogén que produce una proteína, que constituye
un receptor en la membrana de la célula, al que se
unen sustancias que favorecen el crecimiento de la
célula (factor de crecimiento).
 Cuando el gen está alterado, la proteína que produce
se encuentra en cantidad mayor de la normal, indica
un grado mayor de proliferación y división de la
célula, confiriendo al cáncer, mayor agresividad y
resistencia a la quimioterapia y hormonoterapia.
 Regula el crecimiento, diferenciación y muerte
celular.
 P53:
 En el cromosoma 17 se ha identificado también una
segunda área como la localización de este gen supresor
de tumores.
 Tiene 3 funciones importantes: Detención del ciclo
celular si reconoce el daño en el ADN para evitar su
replicación, activación de proteínas de reparación del
ADN cuando reconoce daño o mutación en el ADN e
iniciación de la apoptosis si el daño en el ADN es
irreparable, para evitar la proliferación de las células que
contienen ADN anormal.
 Esta es una de las relaciones directas entre la pérdida de
la supresión del tumor y el desarrollo de cáncer de mama.
 Edad
 La incidencia del Cáncer de mama aumenta
progresivamente con la edad.
 Es muy infrecuente antes de los 30
años. (0,3% de los Canceres de mama)

 La curva de incidencia comienza a


aumentar después de los 30 años, la
incidencia crece rápidamente a los 35
años y ese aumento se continúa el resto
de la vida, con un máximo entre la
sexta y séptima década, para
posteriormente decaer después de los
75 años.

 Una masa palpable es 10 veces más


probable que sea cáncer en mujeres
mayores de 50 años que en una de 35.
En estudio de prevención se considera
alto riesgo a partir de los 60 años.
 Antecedentes familiares-genéticos de cáncer de
mama
 El riesgo familiar-genético.
 El familiar está dado por el número de parientes de
primer y segundo grado que hayan tenido la
enfermedad, especialmente si ésta ocurrió en la etapa
pre-menopáusica.
 El genético comprende algunos síndromes y las
mutaciones genéticas propiamente tales, siendo las más
estudiadas las BRCA 1 y BRCA 2, que aumentan la
probabilidad cáncer durante la vida hasta en un 60-80%.
 Una mujer que hereda el gen BRCA 1 tiene una
probabilidad del 50% de desarrollar un cáncer de mama
si vive hasta los 80 años.
 Dado que el riesgo en estas mujeres aparece pronto, el
screening en ellas debe comenzar idealmente 10 años
antes de la edad en que su familiar en primer grado fue
diagnosticado.
 El riesgo puede aumentar a 6 veces si hay más de un
familiar en primer grado afectado.
 “La ausencia de historia familiar no ofrece ninguna
protección. Es importante que las mujeres sepan que
más del 60% de los cánceres de mama ocurren en
mujeres sin historia familiar y que todas poseen cierto
riesgo al margen de dicha historia.”
 Exposición a radiaciones ionizantes siendo
menor de 30 años.
 Las mujeres expuestas a radioterapia antes de los
30 años de edad, especialmente las que fueron
tratadas con radiación para linfoma de Hodgkin,
presentan una mayor incidencia de cáncer de
mama.
 El riesgo aumenta cuanto menor es la edad de la
paciente y cuanto mayor es la dosis de la
radiación.
 Antecedentes personales de cáncer de mama.

 En mujeres mayores de 40 años con antecedente


personal de cáncer de mama, el riesgo relativo de un
nuevo cáncer fluctúa entre 1,7 y 4,5.
 Si la mujer es menor de 40 años el riesgo relativo se
eleva a 8,0.
 Una lesión o enfermedad mamaria proliferativa
benigna, es un factor de riesgo pues este crecimiento
puede transformarse en un proceso maligno expansivo.
 Podemos clasificarlo en dos partes: Desarrollo
independiente de hormonas hasta la pubertad y
desarrollo dependiente de hormonas luego de
ella.

 El crecimiento dependiente de hormonas resulta


en una elongación ductal, en los recurrentes
ciclos del estrógeno en la edad adulta se gatilla
la ramificación, en el embarazo aumenta la
ramificación lateral y se induce la
alveologénesis.
 En la lactancia se produce la diferenciación,
seguido por la involución en la menopausia.
 La actividad lútea es responsable de la producción de
progesterona y con anterioridad al inicio de los ciclos
ovulatorios completos, los estrógenos circulan sin los
efectos moderadores de la progesterona.

 Así los ciclos anovulatorios exponen a la mama al


potencial carcinógeno de los estrógenos sin oposición
(acción moderadora de la progesterona donde obliga a
disminuir la carga estrogénica por retroalimentación).

 Los dos momentos de la vida en que existe mayor


probabilidad de que aparezcan efectos estrogénicos son
en torno a la menarquía, antes de los ciclos ovulatorios
completos y en los años de la peri-menopausia, en que
la actividad lútea se reduce. La ovulación puede cesar
por completo al mismo tiempo que persiste la
producción de estrógenos.
 Estrógenos: Los estrógenos son considerados los que
juegan un rol más importante en la promoción de la
proliferación del tejido normal como del tumoral en el
epitelio mamario neoplásico.

1. Estimulación de la proliferación celular a través de los


receptores dependientes de hormona.
2. Efecto genotóxico directo por medio del aumento de la
tasa de mutación a través de la activación metabólica
mediada por el citocromo p450.
3. Por inducción de aneuploidía (cambios en el número de
cromosomas, debido a un cromosoma extra o ausente)
 Edad temprana de menarquía y Edad tardía de la
menopausia.
 Conllevan a una mayor exposición a los ciclos
menstruales durante la vida de la mujer lo que aumenta
en alrededor de un 30% el riesgo de cáncer de mama.
 Entonces entre más larga es la vida fértil de la mujer
mayor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
 Se presume que esta relación se debe al tiempo en que
la mujer está sometida a la acción de los estrógenos. Por
cada año en que aumente la edad de menopausia el
riesgo de cáncer de mama aumenta en 3%.
 Este riesgo se reduce cuando los ciclos ovulatorios se
interrumpen por gestaciones tempranas y múltiples o
por largos períodos de lactancia. La histerectomía con
anexectomía o la menopausia precoz reducen el riesgo.
 Terapias hormonales
 Las terapias de re-emplazo hormonal (TRH)
aumentan la cantidad de tiempo que el
cuerpo de la mujer está expuesto al
estrógeno, lo que constituye un factor de
riesgo para el cáncer de mama, el que ha
variado en el transcurso de los últimos años
de acuerdo a los diferentes preparados
estudiados.
 La prolongación de la TRH mayor a 5 años
aumenta el riesgo relativo de cáncer de mama
y desaparece después de 5 años suspensión.
 En pacientes tratados por cáncer mamario la
terapia con Moduladores Selectivos del
Receptor de Estrógenos (SERMs) ofrecen
beneficios de la TRH sin riesgos oncogénicos,
constituye una terapia de primera elección en
pacientes operadas de cáncer de mama.
 Primera gestación de término tardía.
 Las mujeres cuya primera gestación a término ocurre
después de los 30 años tienen un riesgo de desarrollar
un cáncer de mama 2 veces mayor que las que tienen
su primer hijo antes de los 18 años, lo cual indica que
existe una relación entre el cáncer y el crecimiento y
maduración mamarios.
 Nuliparidad

 El cáncer de mama es más frecuente en las mujeres


nulíparas que en las multíparas debido a que no
completan la diferenciación celular de los epitelios
mamarios, por lo que al ser células totipotenciales y no
diferenciarse es más probable que se transformen en
células tumorales.
 No obstante, las mujeres que han tenido su primer
embarazo después de los 35 años han mostrado un
mayor riesgo de cáncer de mama que las mujeres
nulíparas.
 Lactancia
 La lactancia es protectora, pero quizás no se deba
al hecho en sí, sino que a su duración, ya que se
acompaña de interrupción de los ciclos
ovulatorios.
 Edad de la primera gestación a término.

 El riesgo aumenta en las mujeres que tienen su primer


hijo después de los 30 años de edad.
 Embarazos a edad tardía se asocian a aumento del riesgo
de cáncer de mama y embarazos tempranos son
protectores, presumiblemente porque el primer
embarazo está asociado al término en la diferenciación
de las células de la mama, además el ciclo celular es
más largo después del embarazo lo que permite una
mayor reparación del DNA.
 Enfermedades benignas proliferativas.
 Se ha demostrado la existencia de unos cuantos
cambios histológicos que representan un
aumento de riesgo definido para el ulterior
desarrollo de un cáncer de mama, dentro de
ellos se tiene:
 adenosis esclerosante
 lesiones esclerosantes radiales y complejas
(cicatriz radiada).
 hiperplasia epitelial ductal florida, lesiones
papilares
 fibroadenomas complejos.
 Sobrepeso después de la menopausia.

 Paradójicamente la obesidad se asocia en las


mujeres pre-menopáusicas con una disminución del
riesgo, debido a la asociación con ciclos
anovulatorios y con niveles menores de progesterona
en las fases finales del ciclo.
 Mientras que existe un aumento de riesgo en las
mujeres posmenopáusicas obesas, que se atribuye a
la síntesis de estrógenos en el tejido adiposo.
 Ingesta crónica de alcohol.
 La ingesta de alcohol produce un riesgo de entre
1.4 y 1.7 veces de cáncer de mama por cada 10 grs.
de alcohol adicional consumido diariamente.
 Influencias Geográficas
 La incidencia del cáncer de mama varía entre 4 a
7 veces cuando se compara los países asiáticos y
otros países como EEUU y el norte de Europa, en
los que la incidencia es mayor.
 En el caso de Chile su incidencia está en un nivel
intermedio comparándolo con otros países y
personas de otras razas.
 “Puesto que en una paciente pueden coincidir
diferentes factores de riesgo y ellos pueden
presentar efecto sinérgico, se han creado
modelos estadísticos, que los agrupan y
cuantifican pudiendo así determinar el riesgo
total para un determinado individuo. Entre estos
sistemas, uno de los más usados actualmente es
el de Gail que considera edad cronológica, edad
de la menarquia, edad del primer parto con hijo
nacido vivo, número de parientes de primer
grado con cáncer de mama, número de biopsias
previas ya sea benignas o con hiperplasia
atípica”
 Debe hacerse con el paciente de pie o sentada.
 Se debe observar:
 Tamaño
 Simetría
 Forma y color
 Cicatrices
 Depresiones
 En primer lugar con brazos
caídos a los costados del cuerpo.
 Posterior Brazos elevados sobre
la cabeza:
 Es importante para evidenciar
retracciones de la piel o del
pezón.
 Se pueden evidenciar lesiones de
surco.
 Brazos en jarra:
 Tumores adheridos al pectoral
llevan a un ascenso de la mama
afectada con esta maniobra.
 Retracciones cutáneas también se
acentúan con esta posición.
 Consignar tamaño de mamas:
1. Ca de cuadrantes inferiores
 2. Cáncer de Surco:

 Pliegue infra-mamario
 3. Procesos inflamatorios como los tumorales
de la mama pueden provocar alteraciones
cutáneas. (Anotar cualquier alteración cutánea)
 4.Escribir malformaciones congénitas, anomalías en
el desarrollo o deformaciones por cicatrices y
lunares.

 Amastia Cicatriz en CSE Cicatriz en CSE Lunar


 5. Anotar coloración de pezones y areolas si
están alteradas
 Alteraciones:
 Umbilicación o inversión
 Retracción (pensar en posibilidad de un Ca. De
mama).
 Desviación.
 Ulceración, erosión o descamación.
 Sangrado, exudado (color, cantidad y
consistencia)
 Mamas supernumerarias:
 Deben ser descritas y consignadas en la ficha
de la paciente.
 1. Mamas Axilares

 2. Politelia
 Su frecuencia se calcula en un 5%, el sitio más
frecuente es en el tórax. Palpación
 Palpar la mama y pezón según la Técnica de los 4
cuadrantes.
 Describiendo dolor, presencia de masas y sus
características. (localización, tamaño, forma,
movilidad, sensibilidad)
 Palpar cadenas ganglionares que drenan a la mama.
(Axila, supra e infra-clavicular, paraesternal)
 En primer lugar con la paciente acostada con los brazos
levantados y manos en la nuca.
 Examinar con la palma extendida, presionando con los
dedos sobre la pared costal.
 Se debe seguir un orden por cuadrantes y así abarcar
toda la mama.
 En caso de mamas grandes es preferible realizar la
palpación con ambas manos, una sujeta la mama en
posición normal y con la otra examinamos.
 Dolor
 Es el síntoma más frecuente.
 Averiguar, precisar y definir todas sus
características:
 Tipo.
 Intensidad.
 Localización.
 Irradiación.
 Periocidad.
 Cuando exista Nódulo o masa debemos valorar:

 Número, localización, tamaño, consistencia,


delimitación.
 Movilidad dentro de la glándula o con la
glándula.
 Forma, fijación o no a la piel y estructuras
vecinas.
 Signos inflamatorios localizados a la zona
tumoral o por toda la glándula, evidenciar T°de
la piel (con el dorso de la mano)
 Si la paciente se ha auto-palpado la masa
 ¿Qué debemos valorar?
 Tiempo de evolución.
 Ritmo de crecimiento.
 Asociación a dolor.
 Forma en que fue descubierto.
 Pezón
 Evaluar aspecto si es normal o endurecido y si existe
secreción (hemático, seroso, lechoso, acuoso, purulento),
el tipo de descarga (espontaneidad, uni o bilateral,
tiempo de evolución), también levantar el pezón junto a
la aréola para confirmar si existe buena movilidad o
adherencia.
 Distribución niveles
ganglionares en la axila:

 Nivel I: Están en el borde


lateral del pectoral mayor,
lateral al pectoral menor.
Son los que habitualmente
alcanzan a verse en la
mamografía.
 Nivel II: Están en la
profundidad del pectoral
menor.
 Nivel III: Están superior y
medial al pectoral menor,
bajo el pectoral mayor.
 Edad de inicio recomendado: 20 años.
 ¿Por qué?: Conocer estructura normal de la mama y así
descubrir cualquier anomalía futura.
 Frecuencia: 1 vez al mes.
 ¿Cuándo?: 1 semana de haber transcurrido el inicio del
ciclo menstrual.
 ¿Cómo hacerlo?
 Ante un espejo, y buscar posibles alteraciones
visibles.
 Primero con los brazos colgando libremente.
 Luego con las manos presionando la cintura (esta
maniobra contrae el músculo pectoral).
 Finalmente elevándolos por encima de la cabeza.
 ¿Qué es lo importante?
 Diferencias entre una y otra mama.
 Alteraciones en el tamaño, en la forma o en el
contorno de cada seno (bultos, durezas,
retracciones del pezón).
 Observar la piel para ver si presenta ulceración,
eczema, etc.
 Alteración en la mama, modificación en la piel, o en
los pezones.
 ¿Cómo palparse?

 Con los tres dedos centrales juntos de la mano


contralateral de la mama a examinar y realizar:
movimientos espirales, movimientos verticales y
movimientos por cuadrantes, desde el pezón a la
periferia y vice-versa.
 Luego se desplaza la mano a lo largo de toda la
axila realizando movimientos circulares de la mano
en cada posición. (la presión de los dedos debe ser
levemente mayor)
 Presionar el pezón entre los dedos pulgar e índice y
observar si al presionar existe algún tipo de
secreción, también levantar el pezón junto a la
areola para comprobar si existe buena movilidad o
adherencia.
1. Lászlo Tabar, Peter B.Dean, ¨Atlas de Mamografía¨, Edición Española 1985
2. Linda Lee, Verdi Stickland, A. Robin M Wilson, Eric J. Roebuck, ¨Técnica
Radiológica en Mamografía¨, Marban 1998
3. Daniel B. Kopans, ¨La mama en Imagen¨ Segunda Edición, Marban 1999.
4. Lászlo Tabar, ¨Teaching Course in Diagnostic Breast Imaging¨
5. Shapiro S, Venet W, Strax P, Venet L. Periodic Screening for Breast Cancer: The
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