DEONTOLOGIA

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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA

CORRUPCION E IMPUNIDAD

CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y
CONTABLES
CONTABILIDAD Y FINANZAS

DEONTOLOGIA

ÁREA ÉTICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL


DOCENTE JAVIER PALACIOS, KATHY
ALUMNA OLIVARES TITO,LUCERO

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ESTE PRESENTE TRABAJO ESTÁ DEDICADO A MIS
FAMILIAR, QUE ME BRINDA EL APOYO
INCONDICIONAL Y A MIS COMPAÑEROS QUE CON
ELLOS APRENDO CADA DÍA MAS.
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INDICE DEL CONTENIDO

INTRODUCCION

HISTORIA DE LA DEONTOLOGIA…………………………………….. 5
ETIMOLOGÍA…………………………………………………………….. 6

QUÉ ES DEONTOLOGÍA………………………………………………… 7
DEONTOLOGIA PROFESIONAL………………………………………... 8
LA DEONTOLOGIA COMO ÉTICA PROFESIONAL……………………9
DEONTOLOGIA Y ÉTICA PROFESIONAL…………………………….. 10
PROCESO PARA LA ELABORACIÓN DE UN CÓDIGO
DEONTOLÓGICO………………………………………………………… 13
COLEGIOS PROFESIONALES ………………………………………….. 15
CÓDIGO DEONTOLÓGICO……………………………………………… 19
CONCLUSION

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INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia ha habido diversas maneras de entender la ética y distintas


propuestas morales orientadoras de la vida humana. Es posible decir que la Ética es una
parte de la Filosofía Práctica que se ocupa del hecho moral y de los problemas filosóficos
que nacen de la conducta humana. La ética se dedica al estudio de los actos humanos, pero
aquellos que se realizan por la voluntad y libertad absoluta, de la persona. Todo acto
humano que no se realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de
libertad, no forma parte del campo de estudio de la ética. La ética, por tanto, no inventa la
vida moral, sino que reflexiona sobre ella. Desde la perspectiva del discurso moral existe la
presunción, además, de que el ser humano es en cierto modo libre. Esta consideración deja
abierto el campo de posibilidades de actuación de los seres humanos. En el ejercicio de esa
libertad se producen conflictos que constituyen la clave de la vida moral y sobre los que la
ética, como reflexión teórica, trata de dar luz, para encauzar adecuadamente la praxis, la
acción humana.

La propia discusión de una ética profesional ya implica la idea de la existencia de un código


moral colectivo con un cierto grado de intersubjetividad y con un carácter vinculante entre
sus miembros, y no sólo un mero conjunto de normas apelativas a la intuición, a la emoción
o al extremo del relativismo de la moral individual.

Las normas deontológicas son incomprensibles sin la referencia al contexto o grupo social
en el que son obligatorias. La obligación se circunscribe a ese grupo, fuera del cual pierden
la obligatoriedad.

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HISTORIA DE LA DEONTOLOGIA

Desde que la gente vive en la regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el
bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas morales se establecían sobre pautas
arbitrarias de conducta, evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se
violaran los tabúes religiosos o de conductas que primero fueron hábito y luego costumbre,
o asimismo de leyes impuestas por líderes para prevenir desequilibrios en el seno de la
tribu. Incluso las grandes civilizaciones clásicas egipcia y sumeria desarrollaron éticas no
sistematizadas, cuyas máximas y preceptos eran impuestos por líderes seculares, y estaban
mezclados con una religión estricta que afectaba a la conducta de cada egipcio o cada
sumerio. En la China clásica las máximas de Confucio fueron aceptadas como código
moral. Los filósofos griegos, desde el siglo VI a.C. en adelante, teorizaron mucho sobre la
conducta moral que llevó al posterior desarrollo de la ética como una filosofía. Son
destacables los sofistas, Sócrates, Platón, Aristóteles, etc.
El advenimiento del cristianismo marcó una revolución en la ética, al introducir una
concepción religiosa de lo bueno en el pensamiento occidental. Esta ética cristiana ha
persistido durante siglos, con diferentes evoluciones, siendo sus máximos pensadores muy
influenciados por la filosofía griega. La ética moderna está muy influida por el psicoanálisis
de Freud y las teorías conductistas basadas en los experimentos de Pavlov.

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ETIMOLOGÍA

El término "deontología" viene del griego deon, deontos, que significa deber,
obligación, y a veces se ha utilizado como sinónimo de ética y moral.
Históricamente se ha referido al conjunto de deberes de una profesión
expresado en un código de normas éticas que afectan a los profesionales de un
determinado colectivo. Generalmente ha sido aprobado por la corporación
correspondiente (Colegio de Médicos p. ej.), que vigilará por la calidad del
ejercicio profesional y prestigio social.

ÉTICA PROFESIONAL

DEONTOLOGÍA orientada al bien, a lo bueno.

Orientada al deber (el deber debe estar en contacto con lo bueno).

No normativa.

Normas y códigos.

No exigible.

Exigible a los profesionales.

Propone motivaciones.

Exige actuaciones.

Conciencia individual predominantemente.

Aprobada por un colectivo de profesionales.

Amplitud: se preocupa por los máximos.

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Mínimos obligatorios establecidos

QUÉ ES DEONTOLOGÍA

Como deontología se denomina la ciencia que trata sobre el conjunto de deberes y


principios éticos que conciernen a cada profesión, oficio o ámbito laboral. La palabra, como
tal, es un neologismo acuñado por el filósofo inglés Jeremy Bentham a partir de la palabra
griega δέον, δέοντος (déon, deóntos), que significa ‘el deber’, y el sufijo -logía, se indica
‘tratado’ o ‘ciencia’.
La deontología fija las normas que rigen la conducta y el desempeño en la esfera
profesional, según las cuales se exige al profesional determinadas responsabilidades en
relación con los actos ligados a su campo laboral. Como tal, es una ciencia aplicada al
ámbito moral, que se enfoca en todas aquellas conductas y actuaciones que no están no
contempladas ni en el derecho ni sometidas al control de la legislación pública.
Los colegios profesionales son, en este sentido, las entidades encargadas de fijar, mantener,
promover y defender los códigos deontológicos, así como de vigilar su correcto
cumplimiento y exigir determinados niveles de competencia y calidad a sus adscritos en el
desempeño de sus funciones.

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DEONTOLOGIA PROFESIONAL

Deontologia profesional hace referencia al conjunto de principios y reglas éticas que


regulan y guían una actividad profesional. Estas normas determinan los deberes
mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad. Por este
motivo, suele ser el propio colectivo profesional quién determina dichas normas y, a su vez,
se encarga de recogerlas por escrito en los códigos deontológicos. A día de hoy,
prácticamente todas las profesiones han desarrollado sus propios códigos y, en este sentido,
puede hablarse de una deontologia profesional periodística, de una deontologia profesional
médica, deontologia profesional de los abogados, etc.
Es importante no confundir deontologia profesional con ética profesional. Cabe distinguir
que la ética profesional es la disciplina que estudia los contenidos normativos de un
colectivo profesional, es decir, su objeto de estudio es la deontologia profesional, mientras
que, tal como se apuntaba al comienzo del articulo, la deontologia profesional es el
conjunto de normas vinculantes para un colectivo profesional.

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LA DEONTOLOGIA COMO ÉTICA PROFESIONAL

Según José Maria Barrio, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid: en un


sentido vulgar se habla de deontologia en referencia al buen hacer que produce resultados
deseables, sobre todo en el ámbito de las profesiones. Un buen profesional es alguien que,
en primer lugar, posee una destreza técnica que le permite, en condiciones normales,
realizar su tarea con un aceptable nivel de competencia y calidad. Las reglas del buen hacer
–perfectum officium, acción llevada a cabo conforme a los imperativos de la razón
instrumental– constituyen, sin duda, deberes profesionales. Y esto no es en modo alguno
ajeno al orden general del deber ético. Aún más: las obligaciones éticas comunes para
cualquier persona son, además, obligaciones profesionales para muchos
En definitiva, cuando nos refiramos a una profesión determinada, podemos hablar de la
existencia de una ética y de una deontologia determinada.

La primera se podría centrar en determinar y perfilar el bien de una determinada profesión


(aportación al bien social) y la deontologia, por su parte, se centraría en definir cuáles son
las obligaciones concretas de cada actividad.

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DEONTOLOGIA Y ÉTICA PROFESIONAL

Estos dos términos suelen usarse como sinónimos, pero no lo son. Es importante destacar
las principales diferencias entre ellos:

DEONTOLOGIA PROFESIONAL ÉTICA PROFESIONAL

Orientada al deber Orientada al bien, a lo bueno

No se encuentra recogida en normas ni en


códigos deontológicos, está relacionada con
Recogida en normas y códigos lo que piensa el propio individuo
“deontológicos” (conciencia individual/profesional)

Esas normas y códigos son minimos y


aprobados por los profesionales de un No es exigible a los profesionales de un
determinado colectivo profesional determinado colectivo (periodistas,
(periodistas, médicos, abogados,…) médicos, abogados,…)

Se ubica entre la moral y el derecho Parte de la ética aplicada

Una de las diferencias cuando hablamos de “ética” y “deontologia” es que la primera hace
directamente referencia a la conciencia personal, mientras que la segunda adopta una
función de modelo de actuación en el área de una colectividad. Por ello, con la concreción y
diseño de códigos deontológicos, además de autorregular esta profesión, se invita al
seguimiento de un camino muy concreto y a la formación ética de los comunicadores.

De forma teórica, podríamos diferenciar dos grandes grupos: la ética social y la ética
individual. Dentro de la ética individual se diferencia, también, una ética interpersonal que
es la que rige el comportamiento que tenemos en relación a otros individuos. Aquí se puede
situar la ética profesional ya que rige el comportamiento del profesional en su actividad
laboral. Los principios que rigen la profesión se obtienen a través de métodos similares a

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los de la ética general: dialógico, inductivo y deductivo. Para conocer el fundamento ético y
moral de un código ético, se requiere el estudio de la actividad profesional en si misma y no
es suficiente la labor de un filósofo que desconozca la profesión.

La ética de las profesiones se mueve en el nivel intermedio de las éticas especificas o


“aplicadas”. El profesional se juega en el ejercicio de su profesión no sólo ser un buen o
mal profesional sino también su ser ético. No acaba de ser considerada una persona
éticamente aceptable quien en todos los ámbitos actuase bien y cumpliese con sus deberes
menos en el ejercicio de sus responsabilidades profesionales. La ética general de las
profesiones se plantea en términos de principios: el principio de beneficencia, el principio
de autonomía, el principio de justicia y el principio de no maleficencia El deontologismo
plantea los temas éticos en términos de normas y deberes.

Los principios se distinguen de las normas por ser más genéricos que éstas. Los principios
ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar. Las normas aplican
los principios a situaciones más o menos concretas, más o menos genéricas. Las normas
suelen hacer referencia a algún tipo de circunstancia, aunque sea en términos genéricos.
Pero también los principios se hacen inteligibles cuando adquieren concreción normativa y
hacen referencia a las situaciones en las que se invocan y se aplican. En términos generales
un principio enuncia un valor o meta valiosa. Las normas, en cambio, intentando realizar el
principio bajo el que se subsumen, dicen cómo debe aplicarse un principio en determinadas
situaciones.

Tanto las normas como los principios son universales aun cuando el ámbito de aplicación
de los principios sea más amplio y general que las normas especificas que caen bajo dicho
principio.

Desde la perspectiva de la ética profesional, el primer criterio para juzgar las actuaciones
profesionales será si se logra y cómo se logra realizar esos bienes y proporcionar esos
servicios (principio de beneficencia). Como toda actuación profesional tiene como
destinatario a otras personas, tratar a las personas como tales personas, respetando su
dignidad, autonomia y derechos seria el segundo criterio (principio de autonomia). Las

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actuaciones profesionales se llevan a cabo en un ámbito social con demandas múltiples que
hay que jerarquizar y recursos más o menos limitados que hay que administrar con criterios
de justicia (principio de justicia). Y, en todo caso, habrá que evitar causar daño, no
perjudicar a nadie que pueda quedar implicado o afectado por una actuación profesional
(principio de no maleficencia).

PROCESO PARA LA ELABORACIÓN DE UN CÓDIGO


DEONTOLÓGICO

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El proceso de desarrollar un código ético dependerá en gran medida de la
organización, su historia, su entorno y sus aspiraciones. Para desarrollar un
código deontológico se debería seguir un proceso lógico y hermenéutico
racional.

EN LA PRIMERA FASE

Se trataría de hacer un análisis profundo de la realidad de la organización y su entorno. -


Un análisis de la estructura de la organización y de la profesión en la que se analicen los
documentos legales y constitucionales y los documentos públicos con información
relevante de la profesión. Es importante analizar la historia y organización de la profesión
para no crear un documento separado de la realidad. - Un análisis de la cultura de la
profesión en la que se recojan los valores, costumbres y “maneras de hacer” de los
profesionales, así como su visión. La aportación de “informantes estratégicos” y de los
órganos de gobierno profesional es decisiva para conocer, por un lado la realidad de la
cultura profesional y por otro la cultura organizativa que quieren y a la que aspiran. - Un
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análisis del entorno-social. Se trataría de analizar el entorno sociopolítico y normativo en el
que actúa el profesional. Las normas sectoriales, la legalidad mercantil y las
recomendaciones de organizaciones internacionales (OCDE, OIT, etc.) y asociaciones
profesionales de reconocido prestigio afectan de forma decisiva a lo que la profesión es y
puede llegar a ser. También es muy importante conocer las opiniones y las aspiraciones de
los clientes y otros grupos de afectados por el ejercicio profesional. - Un análisis del
entorno jurídico, político y social de la profesión. Aquí se trataría de analizar el marco legal
y de organización política, así como los rasgos culturales esenciales del entorno social de la
organización. Estos rasgos culturales nos deben dar una idea del nivel de la conciencia
moral de la sociedad en la que la organización está inserta.

EN LA SEGUNDA FASE

Se debe redactar una primera propuesta para discutirla con profesionales de prestigio y los
órganos de gobierno del colectivo profesional. Esta propuesta debe presentar de manera
estructurada y lo más completa posible la información recogida en la primera fase. Es
importante que en esta fase participen personas de diversos ámbitos profesionales para que
la redacción final recoja el sentir no sólo de las personas implicadas en el gobierno de la
profesión, sino de las personas que están en las tareas de ejecución diarias. No perdamos de
vista que el código debe ser un “instrumento” útil para todos los profesionales. Aquí la
participación del mayor número de personas responde a la demanda ética y de eficacia.

EN LA TERCERA FASE

Se trata de elaborar la redacción definitiva del código. Esta redacción debe ser elaborada
por miembros del colectivo profesional y contando con una participación activa de los
órganos de gobierno y con ayuda de expertos en ética. En esta redacción se deben sintetizar
los rasgos esenciales del carácter de la profesión y sus compromisos futuros. Junto a estas
tres fases creemos que se debe desarrollar una fase transversal de sensibilización y
formación, pues hay una necesidad obvia de tener un código ético comprensivo que pueda
establecer expectativas de conducta y servir como criterio de evaluación de la toma de
decisión; pero también se debe entrenar en cómo pensar éticamente . Con carácter general,
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podemos señalar las siguientes pautas básicas: - Los colegios profesionales deben ir a una
codificación, una ordenación de normas, y evitar la dispersión. - Hay que modernizar las
normas deontológicas y modificar estatutos y reglamentos que el tiempo ha sobrepasado. -
Hay que establecer buenos principios generales, pero también introducir casuística,
reflejando la realidad profesional, la praxis profesional. - Hay que proceder a revisiones
continuas, para adecuar las normas a la realidad. - Hay que dotarlas de suficiente publicidad
- Hay que tener un buen fair play en el procedimiento sancionador.

COLEGIOS PROFESIONALES

Articulo principal: Colegio profesional


Los Colegios Profesionales, tal como los define la ley, “son corporaciones de derecho
público, amparadas por la ley y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia
y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, entre los que se encuentra la
ordenación del ejercicio de las profesiones”. Además, son las corporaciones que elaboran
los códigos deontológicos.

Los códigos deontológicos cumplen una triple función:

a) Fijar una serie de criterios de carácter cientifico-funcional para el ejercicio de la


profesión, con el objetivo de dar operatividad y eficacia a las actividades ejercidas en el
ámbito cubierto por las normas establecidas.

b) Refundir orientaciones éticas para el ejercicio de la profesión y plasmarlas en códigos de


deontologia profesional.

c) La posibilidad de imponer sanciones disciplinarias a los colegiados que incumplan los


dictados de los códigos deontológicos. Esta función tiene la singularidad de conferir a éstos
relevancia juridica estatal, lo que otorga a la deontologia ciertas coincidencias con el
Derecho en lo que se refiere a la utilización de un procedimiento judicial.

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Una diferencia importante entre la deontologia profesional y el derecho reside en el origen
de estos dos órdenes normativos reguladores del ejercicio de una profesión. La fuente del
derecho es el poder legislativo del Estado -que emana del ejercicio de la Soberania
Popular-, mientras que el origen de la deontologia profesional no es “estatal”, sino que
emana del propio colectivo profesional, y desde una labor de autorregulación. En casos
excepcionales, la iniciativa de un código deontológico puede partir del Estado o de una
entidad supraestatal, como el es caso paradigmático del Código deontológico de los
periodistas del Consejo de Europa, aunque es una condición necesaria que el colectivo
profesional lo incorpore a su actividad y ejerza una labor de autorregulación. Sin estas dos
condiciones, este código normativo se convertiria en derecho y no en deontologia
profesional. Por lo tanto, no es necesariamente excluyente de la deontologia profesional un
código de origen externo a la propia profesión, si pasa por el filtro de la autorregulación.

En el caso de las profesiones que requieren colegiación profesional, como la psicología,


abogacía y la medicina, existe una institucionalización de la sanción. Sin embargo, hay
profesiones como el periodismo, que se ejercen sin colegiación obligatoria. En estos casos,
el incumplimiento de las normas deontológicas lleva aparejada una sanción similar a la que
corresponde a la vulneración de las normas morales: mala imagen pública, reproche,
expulsión del grupo, etc. Esto las diferencia de las profesiones de colegiación obligatoria,
caracterizadas por la institucionalización de la sanción. Pero no implica falta de gravedad.
Un profesional puede considerar que una sanción por infracción del código de deontologia
profesional tiene más importancia que una sanción administrativa.

Retomando la idea de que la deontologia profesional es uno de los órdenes reguladores del
ejercicio de una profesión, en una situación intermedia entre el derecho y la moral, es
necesario hacer una serie de precisiones. Las normas de la deontologia profesional, aun
sentidas como vinculantes entre los miembros del colectivo, se alejan del carácter
coercitivo del derecho. El derecho es siempre coactivo, y la deontologia profesional puede
o no imponer sanciones y, en el caso de aplicarse, son menos graves que las impuestas por
el derecho. La sanción más grave que puede imponer la deontologia profesional es la
exclusión de la profesión.

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Por otro lado, las sanciones de la deontologia profesional en aquellas profesiones que no
exigen para su ejercicio la colegiación obligatoria son sanciones sociales difusas; es decir,
que aparte de no llegar al grado de gravedad de la sanción juridica, no tienen por qué estar
necesariamente institucionalizadas. Un ejemplo de sanciones sociales difusas -en este
sentido de informalidad, cercanas a la moral- emitidas por la deontologia puede ser la
consideración de exclusión del colectivo profesional de un miembro, sin llegar ésta a ser
una sanción no formalizada.

No obstante, la deontologia profesional tiene un mayor grado de institucionalización que la


moral general, de tal modo que, para hablar de deontologia profesional, es necesario un
grado de institucionalización normativa -inferior a la del derecho pero superior a la de la
moral. La moral, aunque es de carácter social, tiene un componente último que es
individual, mientras que la instancia última de la deontologia profesional es colectiva,
común a todo el grupo profesional. Igual que se da el conflicto entre moral y derecho, cabe
la confrontación del individuo con la deontologia profesional a la que está sometido.

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CÓDIGO DEONTOLÓGICO

Un código deontológico es un documento que recoge un conjunto más o menos amplio de


criterios, apoyados en la deontología con normas y valores que formulan y asumen quienes
llevan a cabo correctamente una actividad profesional. Los códigos deontológicos se
ocupan de los aspectos éticos del ejercicio de la profesión que regulan. Estos códigos cada
vez son más frecuentes en otras actividades.
Los códigos deontológicos quizás sean los mecanismos de autorregulación más conocidos
que se pueden poner en marcha en el ámbito de la comunicación social, la psicología, la
medicina, entre otras profesiones, pero no son el único instrumento: libros de estilo,
estatutos de redacción, convenios, etc., todos contribuyen a que una comunidad profesional
fije sus propios límites, en muchos países esta regulación es a través de colegios
profesionales.

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Toda comunidad profesional trata de mantener determinados niveles de exigencia, de
competencia y de calidad en el trabajo. Por ello, controla y supervisa, de alguna manera, la
integración de nuevos miembros y el adecuado ejercicio de las tareas propias de su
profesión. En este sentido, algunas profesiones elaboran códigos profesionales donde se
especifican consideraciones morales acerca de aspectos complejos de la vida profesional y
donde, generalmente, se contemplan sanciones para el supuesto caso de que alguien viole
abiertamente el espíritu de dicho código deontológico. Por supuesto, los códigos
deontológicos no siempre se cumplen, y aunque se respeten, no queda muy claro quién esté
encargado de velar por su cumplimiento ni cuáles son las sanciones para quienes los
vulneren, ni quién debe imponerlas. Para mantener el cumplimiento del código
deontológico de las distintas profesiones es habitual la creación de un colegio profesional.
Las normas dictadas en el código deontológico son previamente pactadas y aprobadas de
manera común y unánime por todos los miembros de la profesión para la que se elaboran.
Son, por tanto, pautas de conducta a seguir cuyo objetivo es realizar un determinado trabajo
de forma correcta, adecuada y eficiente.

No se debe confundir la deontología con los códigos deontológicos. La deontología tiene un


carácter más amplio, y puede incluir normas que no figuren en ningún código particular. El
código deontológico es la aplicación de la deontología a un campo concreto

DEONTOLOGÍA MÉDICA

En la medicina, el código deontológico está conformado por el conjunto de normas que


rigen la conducta y el desempeño de los profesionales del área de salud. Se sustenta,
fundamentalmente, en el juramento hipocrático y en los principios de la justicia, la
beneficencia y la autonomía. Entre otras cosas, la deontología médica aborda aspectos de la
profesión como la relación médico-paciente y la importancia del secreto profesional, así
como los límites de la investigación médica y la manipulación genética, etc.

DEONTOLOGÍA JURÍDICA

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La deontología jurídica es aquella que comprende el conjunto de deberes y obligaciones
de tipo ético y legal que debe regir el proceder, la conducta y el desempeño de los
profesionales del área de derecho. Como tal, la deontología jurídica afecta a todos aquellos
profesionales relacionados con el ámbito jurídico, como los abogados, los magistrados y los
jueces, entre otros.

DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA

Como deontología periodística se denomina el conjunto de deberes que tienen los


periodistas en el ejercicio de su profesión. Como tal, se basa en dos principios
fundamentales, como lo son la responsabilidad social y la veracidad informativa. El
incumplimiento del código deontológico conlleva castigos y sanciones para el profesional
por parte del medio donde ejerce, así como del organismo colegiado en el cual está inscrito.

CONCLUSIÓN

En conclusión, existe la necesidad de incorporar principios y valores como un elemento


sustantivo para conseguir una práctica profesional de calidad y de respeto con las personas.

Actualmente, se pueden detectar algunas contradicciones en el articulado de la mayoría


entre ética y deontología, Por ejemplo, si un abogado, valiéndose de las técnicas procesales
previstas en las leyes, consigue la absolución de un delincuente, diremos que ha obrado de

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una forma moral y deontológica, aunque ha provocado un efecto injusto, desde el punto de
vista ético. Este ejemplo sirve para ilustrar la necesidad de que los profesionales reciban
una formación suficiente que abarque no solo la capacitación técnica precisa, sino también
una sólida formación en valores éticos y morales. Sólo de este modo se podrá ofrecer una
práctica profesional adecuada.

Las normas éticas y morales se aprenden por modelado, instigando a la reflexión sobre las
aplicaciones técnicas, confrontando principios, observando la realidad desde diferentes
perspectivas etc., en definitiva, "estando en el mundo". Pero parece que los temas
deontológicos interesan poco, quizá porque se consideren antiguos y porque tienen poca
cabida en los "tiempos tecnológicos" que corren.

BIBLIOGRAFIA
 MOSTERÍN, J. (2006) La naturaleza humana Ed. Espasa Calpe, Madrid

 Kant, Immanuel. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Traducido por


Manuel García Morente

 MARÍN L. (2000): Los contenidos ilícitos y nocivos en internet Ed. Fundación Retevisión,
Madrid

 ttp://www.unionprofesional.com – [email protected]

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