Analisis - Hacia Donde Va La Evaluacion Psicopedagógia

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¿HACIA DÓNDE VA LA EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA?

ANÁLISIS

El artículo invita a la reflexión sobre la evaluación psicopedagógica, no solo en la manera en


que se le concibe sino como se lleva en la práctica y hasta como, a consideración del autor, podría
complementarse.

Considera el autor que la evaluación psicopedagógica se encuentra estancada en la práctica,


a pesar que dicha evaluación se comprende como todo un proceso con pasos definidos y objetivos
claros, sin embargo, no se llegan a alcanzar debido a las propias deficiencias que tienen los procesos
evaluativos en donde son considerados como medios para clasificar. Dicho de este modo, la
evaluación psicopedagógica está siendo reducida a esto, a un instrumento clasificatorio más que a
un medio para atender las necesidades de aprendizaje de los alumnos que lo requieren. Cabe aclarar
que esto no se debe a la falta de consistencia de dicha evaluación, sino a la utilidad que le dan los
agentes educativos que participan en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Entre las razones que
el autor señala se encuentran, bien dicho, las propias deficiencias formativas de los profesionales
en relación a la disparidad entre las exigencias reales y por otra parte señala la resistencia al cambio.

Ciertamente la orientación educativa ha logrado tener más relevancia en el campo


educativo, se le ha reconocido su función e importancia al grado en que casi todas las escuelas, al
menos las escuelas privadas en México tiene un departamento exclusivo, en parte a que se ha
comenzado a aceptar de mejor manera la inclusión, aunque aquí aún no podamos hablar de una
verdadera y autentica inclusión, y también por la mayor atención que se le ha puesto a las
dificultades para acceder al currículo. Hoy en día se ha hecho más evidente la necesidad de cambios
en torno a esta disciplina, y al mismo tiempo los profesionales han dado respuesta a estas
necesidades.

Sin embargo en estos cambios que están suscitando, que se pueden considerar como crisis
a favor ya que ponen de manifiesto que hace falta más solidez para la consolidación de la disciplina
como de la propia evaluación psicopedagógica, han sido gracias a mayor demanda de atención,
influyendo en la creación de área de formación y el cambio en modelo de evaluación, que ha dejado
de ser meramente de clasificación sino que ahora también se enfoca a acciones que lleven al
mejoramiento del alumno y su proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo esto obliga a hacer frente
a los retos que están surgiendo, tal como generar mayor conocimiento propio de la disciplina,
delimitar bien los alcances, métodos y técnicas.

Con respecto a la evaluación psicopedagógica se aborda desde la perspectiva de un continuo


en el proceso de evaluación, en donde inicia con la evaluación ordinaria y va aumentando la
modalidad en función a las respuestas dadas por el alumno, hasta llegar a la evaluación
psicopedagógica que implica una recolección de datos de mayor amplitud, empleando instrumentos
más especializados, y de ser necesario llegar a la evaluación multidisciplinar cuando el caso así lo
amerite.

Aunque sea parte de un continuo, es requerido asimilar que a su vez es un proceso


sistemático que tiene como finalidad identificar no solo las dificultades sino proporcionar datos que
llevarán a establecer estrategias para el mejoramiento del proceso de aprendizaje de los alumnos,
por ello es indispensable reconocer la cientificidad que le compete, esto es debido a que sigue un
método establecido con herramientas y técnicas, procedimientos que permiten recabar datos y
delimitar problemáticas y arrojar información objetiva, veraz y confiable para la selección de las
mejores estrategias. Solo trabajando desde este marco se puede dar solidez a la evaluación.

La evaluación psicopedagógica como proceso no solo termina cuando se han seleccionado


las estrategias o realizado las modificaciones sino que su aplicación va más allá. Primero que nada
hay que entender que tiene un carácter interdisciplinar ya que aunque la realiza un especialista
retoma información que proporcionan los docentes regulares en cuanto a habilidades, dificultades,
estilos de aprendizaje, comportamiento, relaciones sociales y modificaciones que previamente se
hayan realizado, esta información servirá para tener un punto de partida pero a la vez se
corroborará en el mismo proceso evaluativo. Además hay que considerar los factores tanto internos
como externos, es decir los propios del alumno y los que están alrededor de él que tienen influencia
en su aprendizaje. El proceso en sí proveerá también referencias importantes. Una vez
estableciendo las líneas de acción pertinentes para el mejoramiento del proceso de aprendizaje, es
conveniente continuar con la evaluación, tal vez ya no como evaluación psicopedagógica pero si
como una posible extensión.

El autor finaliza con una propuesta en cuanto a que la evaluación psicopedagógica puede
existir en dos niveles, el primero de tipo screening que serviría para identificar y el segundo nivel
más propio de la evaluación como hoy se aplica.
CONCLUSIÓN

La sistematicidad que implica la evaluación psicopedagógica es lo que la convierte en el


medio más confiable para determinar las medidas que se requieren establecer con la finalidad de
mejorar el proceso de aprendizaje, ya que lo importante, y lo que hay que evitar a toda costa es
únicamente quedar en nivel diagnóstico para clasificar al alumno, es proporcionarle al estudiante
las herramientas que le ayuden a su desarrollo.

La complejidad de esta evaluación deviene al hecho que un estudiante que presenta algún
déficit en el aprendizaje, no puede ser únicamente considerado como causas los factores internos
del mismo alumno, esto radica en que este proceso de aprendizaje está influenciado por diversos
factores de diferente índole. Es por ello que al realizar esta evaluación se debe de analizar el todo,
factores internos del alumno como procesos cognitivos, estilo de aprendizaje, antecedentes de
desarrollo, habilidades. Los factores externos se compondrán de su contexto familiar, los vínculos y
relaciones, así como las ayudas que le provean; el contexto social inmediato y escolar, tomando en
cuenta como es y cómo se desenvuelve en el mismo; y claro el contexto escolar que implica como
tanto aspectos curriculares, estilos de enseñanza, el propio modelo de la escuela, el desempeño del
estudiante en comparación con sus compañeros pero tomando en cuenta los hitos del desarrollo.

Cada una de las etapas del desarrollo de la evaluación es muy importante, no se puede dar
más relevancia a una sobre otra, puesto que la conformación de todas las partes proveerán de una
“radiografía” del estudiante, es como armar un rompecabezas si una pieza falta no podremos
visualizar la imagen completa, y esto repercutiría en no realizar un análisis detallado y completo
para determinar las mejores estrategias a emplear y que con ello el aprendizaje del alumno mejore.
Es aquí se hace más contundente la necesidad e importancia de no solo saber desarrollar la
evaluación psicopedagógica sino la información y análisis que obtendremos a través de ella.

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