La Lechera
La Lechera
La Lechera
¡Aquello sí que era una sorpresa! ¡Con razón pensaba Elisa que
algo bueno iba a pasarle! Ella que nunca había tenido dinero, iba a
ser la dueña de todo lo que le dieran por la leche. ¡Y por si fuera
poco, parecía que las vacas se habían puesto también de acuerdo
en felicitarla, porque aquel día daban más leche que nunca!
Estaba tan contenta con sus fantasías que tropezó, sin darse
cuenta, con una rama que había en el suelo y el cántaro se rompió.