Reporte de Lectura 2

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Centenaria y Benemérita Escuela Normal del

Estado de Querétaro “Andrés Balvanera”

Licenciatura en Educación Secundaria.


Especialidad en Formación Cívica y Ética

Reporte de lectura

“LA PRÁCTICA DOCENTE: UNA INTERPRETACIÓN DESDE LOS SABERES DEL


MAESTRO “
(Elena Libia Achilli )

María Isabel Manuel Simón


Quinto Semestre
La interpretación de lo que “dicen” los maestros. Una aproximación teórica
metodológica

El primer problema con el que nos enfrentamos es, pues, el de dilucidar la ca-
rasterización de tal material en el que nos sustentamos para la explicación de la
práctica docente. En efecto, ¿qué es esto que los maestros “dicen” acerca de lo
que ellos son? ¿es “discurso” a la manera de un sistema semiótico? ¿es
“representación” en el sentido que, como dice H. Lefebvre, anticipan, desplazan,
transponen ciertas “realidades” formando parte de una estrategia inconsciente?
(H. Lefebvre, 1980; 60). 

Como se observa, caracterizar de una u otra forma ese conjunto conformado por
el “decir” del maestro no solo implica precisar su contenido, sino también asumir
un enfoque teórico metodológico para su interpretación.

El saber del maestro generado fundamentalmente a partir de su cotidianidad, de la


repetición y regularidad del quehacer, se torna espontáneo cuando no se plantea
su problematización, su reflexión crítica. 

La espontaneidad del saber cotidiano tiene que ver con la continuidad del
desarrollo de una práctica. “Si nos dispusiéramos a reflexionar sobre el contenido
de verdad material o formal de cada una de nuestras formas de actividad, no
podríamos realizar ni siquiera una fracción de las actividades cotidianas
imprescindibles y se imposibilitarían la producción y la reproducción de la vida de
la sociedad humana”. (A. Heller, 1985; 55).

1. LA INTERPRETACIÓN 

Construir un conocimiento es darle con- tenido concreto a esas relaciones o nexos


que, si bien están sustentados por la teoría, no deben quedar prisioneros de
relaciones entre conceptos abstractos, donde se escinde la conceptualización de
los hechos. La cotidianeidad del maestro, surcada por aspectos estructurales e
institucionales, no puede perderse. Este es nuestro desafío, el que nos ubica en la
documentación y el análisis de aquellos aspectos de la vida del maestro que por
tan conocidos o familiares resultan obvios y generalmente no son documentados
ni interpretados

Recuperar el saber de los maestros- no homogéneo, fragmentado y constituido


por distintos recortes- para analizar su práctica implica asumir consideraciones
teóricas- metodológicas que tienen que ver, por un lado, con la revalorización
crítica de la antropología como ciencia que construyó un modo de acceso al
conocimiento del “otro” basado en el rescate de su lógica. Es decir, el rescate de
la visión de los propios sujetos “estudiados”. 

2. LA PRÁCTICA DOCENTE 

Entendemos la práctica docente como el trabajo que el maestro desarrolla


cotidianamente en determinadas y concretas condiciones sociales, históricas e
institucionales, adquiriendo una significación tanto para la sociedad como para el
propio maestro. Trabajo que, si bien está definido en su significación social y
particular por la práctica pedagógica, va mucho más allá de ella al involucrar una
compleja red de actividades y relaciones que la traspasa, las que no pueden dejar
de considerarse si se intenta conocer la realidad objetiva vivida por el docente.
Consideramos a la práctica pedagógica como el proceso que se desarrolla en el
contexto del aula en el que se pone de manifiesto una determinada relación
maestro- conocimiento- alumno, centrada en el “enseñar” y el “aprender

3. LA PRÁCTICA DOCENTE, EL TALLER DE EDUCADORES Y EL CAMBIO


DE LA REALIDAD ESCOLAR 

En primer lugar, es importante definir el nivel o escala desde donde pensamos el


cambio. Desde la perspectiva actual de nuestra investigación, hablamos de
cambio no desde la escala del sistema educativo en su conjunto, sino desde la
que corresponde al aula o, cuanto más, a la escuela. No escapa que, las
modificaciones “moleculares” que pueden darse en esta escala, puedan facilitar
procesos mayores.

En segundo lugar, entendemos el pro- ceso de modificación democrática como


aquél que tiende a la transformación de la organización burocrática y jerarquizada
de la escuela, condicionante de prácticas disociadas del trabajo creativo con el
conocimiento dogmatizadas y de relaciones cargadas de autoritarismo y disciplina
miento. Esto, al generar una horizontalidad en la organización, implica la
participación activa de todos los actores sociales de la escuela en la vida de la
misma. El cambio democrático de la escuela tiene que ver con modificaciones en
distintos niveles. Brevemente mencionemos: el de las relaciones sociales internas-
basadas en la coordinación y cooperación colectiva y no en el uso del poder y la
autoridad-; el del conocimiento sustentado en la creatividad de la apropiación y
construcción del mismo y no en la transmisión y memorización correspondiente-;
el de la organización institucional desburocratizada y dinámica-; etc. 

Finalmente, de los actores sociales que participan en la vida de la escuela,


consideramos que el maestro configura un sector social que por su permanencia
de inserción laboral es el que está en “mejores condiciones” de protagonizar una
posibilidad de cambio. 

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