05 2 Carta de Pedro 2019

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SEGUNDA CARTA DE PEDRO 57

Segunda
Carta de Pedro 1

El autor de 2 Pedro se autopresenta como “Simón Pedro” (1,1) y dice –en 3,1– esta es
la “segunda carta que escribe” a sus destinatarios.2

Carácter literario
La obra se presenta como una “carta”, pero, en realidad, no se encuentran en ella los
elementos formales usuales del género epistolar.
El autor –que pretende ser “Simón Pedro, Siervo y apóstol de Jesucristo”– se dirige a
los creyentes en general –“a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador
Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra” (1,1-2)– sin
precisiones de ningún tipo.
Si bien en 2 Pedro se encuentran exhortaciones finales –3,17-18– no aparecen los
saludos comunes propios de la literatura epistolar. Como en la “Carta de Judas”, el
mensaje concluye con una “doxología” (3,18b).

Primera aproximación
Estructura temática 3
Entre los versículos introductorios (1,1-2) y la doxología final (3,18b) el texto presenta
la siguiente estructura temática:
2 Pedro 1,3-15
Discurso introductorio sobre los dones salvíficos, el deber de una respuesta
adecuada a estos dones y el anuncio en carácter testamentario del escrito ante la
muerte inminente de “Pedro”.
El poder divino da a los creyentes todo lo que necesitan para la vida y la piedad,
haciéndolos incluso capaces de participar de la naturaleza divina (1,3-4). Esto exige de
suyo crecer en toda virtud 4, para llegar a un conocimiento salvífico del Señor Jesús
(1,8) –si no, se está ciego y los movimientos son a tientas (1,9)– y entrar a su reino
perpetuo al que han sido llamados y elegidos (1,9-10).

1
FARKASFALVY , D., “2 Pedro”, en: W. FARMER et al. (edts.), Comentario Bíblico
Internacional, Navarra (Verbo Divino 1999), 1653-1660. LONA, H., “La Segunda Carta de
Pedro”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, Buenos Aires (Claretiana 2003), 136-157.
SCHLOSSER , J., “La Segunda Carta de Pedro”, en: Daniel MARGUERAT (Ed.), Introducción al
Nuevo Testamento. Su historia, su escritura, su teologia, Bilbao (Desclée de Brouwer
20082004), 431-438. STÖGER , A., “Segunda Carta de San Pedro”, en: Id., Carta de San Judas.
Segunda Carta de San Pedro, Barcelona (Herder, 1975), 53-127.
2
Aunque esto no significa necesariamente ni que el autor sea Pedro ni que sea el mismo que
escribió 1 Pedro.
3
H. LONA, “La estructura temática” y “Los contenidos”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 137-
141.
4
Enumera las diversas virtudes sin seguir un orden lógico: fe, virtud, conocimiento, dominio
de sí, constancia, piedad, amor fraterno, amor en general (2 Pedro 1,5-7).

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Fundamentando su autoridad, el autor se identifica con un “Pedro” que sabe de su


muerte inminente y por eso deja por escrito su mensaje, para que los creyentes tengan
posibilidad más tarde de recordarlo y, al valorarlo como expresión de su última
voluntad, se sientan afectivamente obligados a actuar según su contenido (1,12-15).
2 Pedro 1,16-3,13
La defensa de la fe en la (segunda) venida del Señor
Es la parte más importante del texto y está dedicada a la defensa de la fe en la (segunda)
Venida del Señor.
 1,16-21: Factores legitimantes
Para demostrar la autoridad que tiene para enseñar respecto del tema en cuestión,
el autor se apoya en los elementos que le brinda su identificación ficticia con
“Pedro” en cuanto testigo ocular de la “transfiguración” (1,16-18)5.
Su enseñanza sobre la “Parusía” no se asienta en mitos fantásticos de tipo alguno
sino en su calidad de testigo de la epifanía luminosa e irradiante ocurrida en el
monte santo cuando la voz del cielo lo proclamó su “hijo amado”. El recurso a
esta tradición es de tipo “apologético”: si Pedro ya fue testigo de la manifestación
del esplendor de la gloria del Señor, entonces su mensaje sobre el retorno glorioso
al final de los tiempos no puede ser puesto en duda.
Esta experiencia de Pedro confirma la palabra profética –a la que el autor exhorta
a prestar atención como lámpara que brilla en las tinieblas “hasta que despunte el
día” (1,19)–. Teniendo en cuanta probablemente ya a los adversarios que va a
combatir en el capítulo siguiente enseña a continuación que la palabra profética de
la Escritura no puede ser objeto de interpretaciones personales (1,20-21).

 2,1-22: Polémica propiamente dicha


La polémica contra los adversarios se abre con una comparación: así como en el
pueblo de Israel aparecieron falsos profetas, ahora también han surgido falsos
maestros que niegan al Señor que los rescató obrando así su propia ruina. La
comunidad está en peligro (2,1-3).
Dejándose guiar por el hilo conductor que le brinda la “Carta de Judas”, el autor
cita a continuación varios ejemplos de castigos ejemplares infligidos por Dios:
“los ángeles caídos” (2,4; cf. Génesis 6,1-4); “el diluvio” (2,5; cf. Génesis 7s); “la
destrucción de Sodoma y Gomorra” (2,6; cf. Génesis 19,24s); “la historia de Lot
en medio del desastre” (2,7-10a; cf. Génesis 19,7-9.16.19).
En 2,10b-22, haciendo gala de un uso versado del lenguaje de la polémica, apunta
a los adversarios: su atrevimiento los lleva a maldecir a los ángeles (2,10b-11),
son seres irracionales destinados a la perdición (2,12); viven entregados al placer
(2,13-14); siguen el camino de Balaam (2,15-16); son fuentes sin agua, nubes
llevadas por el viento (2,17); con palabras pomposas y con promesas de libertad
llevan a otros a la esclavitud (2,18-21)6.
5
Cf. Jerome NEYREY , “The Apologetic Use of the Transfiguration in 2 Peter 1,16-21”, CBQ
42,4 (1980) 504-519
6
En relación con la “Carta de Judas”, este texto extrema la caracterización negativa de los
adversarios, precisando detalles sobre la inmoralidad de los oponentes:
 Sus ojos se dirigen llenos de deseos hacia las mujeres adúlteras – no cesan de pecar –
seducen a las personas inseguras – tienen un corazón lleno de codicia – son hijos de la

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Termina la diatriba con dos refranes (2,22).

 3,1-13: ¿Por qué aún no se ha realizado la Parusía?


Antes de iniciar la defensa de la fe en “la (segunda) Venida del Señor”, el autor
pone otra nota “personal”: él mismo ya ha escrito antes una carta a los fieles para
recordarles las palabras dichas por los santos profetas y el mandato del Señor
anunciado por los apóstoles (3,1-2).
Tras recordar esto, enfrenta directamente el problema central: la presencia de
hombres cínicos y burlones que socarronamente preguntarán:
“¿Qué ha quedado de la promesa de su Venida?
Desde que nuestros padres murieron
todo sigue igual como en el comienzo de la creación” (3,3-4).
Los adversarios se mofan de los que todavía esperan “la Venida del Señor”
basados en la experiencia. Nada ha cambiado, todo sigue igual (e, implícitamente,
se sugiriere que también seguirá igual).
El autor responde a la objeción dando tres pasos argumentativos:
 Los que se burlan de la promesa de la “Parusía” no advierten que toda la
creación está en manos de Dios, que la salvó después del diluvio y la tiene
reservada para el día del juicio, cuando los impíos sean castigados (3,5-7).
 Los creyentes deben advertir que el paso del tiempo es relativo para Dios:
mil años son como un día ante sus ojos (cf. Salmo 90,4).
 En realidad no es que la “Parusía” se retrase sino que Dios tiene paciencia
con los hombres y les da tiempo para que se arrepientan (3,8-9; cf. Sirácida
35,19 y 1 Pedro 3,10).
 El “Día del Señor” llegará como un ladrón y será el momento de la
desintegración universal, cuando se disuelva todo lo que existe.
 Frente a esta perspectiva, los creyentes pueden (y deben) “acelerar” la
llegada de la “Parusía” llevando una vida santa, esperando la llegada del
Señor, cuando este mundo llegue a su fin y se cree un cielo nuevo y una
tierra nueva en la que reine la justicia (3,10-13).

2 Pedro 3,14-18a
Exhortaciones finales
El autor comienza con las exhortaciones conclusivas (3,14-15a), pero, inesperadamente,
interrumpe su discurso para referirse a las enseñanzas de las cartas de Pablo (3,15b-16).
El tema paulino de la paciencia de Dios como salvación de los creyentes (Romanos 2,4)
lo mueve a alabar la sabiduría del apóstol.
maldición (2 Pedro 2,14).
 Conducen al libertinaje a aquellos que recién se han liberado del error – les prometen
libertad mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción (2 Pedro 2,18-19).
Aun concediendo la función retórica de este tipo de lenguaje, parece demasiado poco ver aquí
sólo un fenómeno puramente difamatorio, sin ningún tipo de asidero en la realidad. Se sabe que
se dio un libertinaje fundado en ideas cristianas –motivado por causas diversas– que también
pudo haber existido en el ambiente en el que nació 2 Pedro (cf. H. LONA, “Polémica contra los
adversarios”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 148).

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Sin embargo –revelando sin duda un transfondo polémico– aprovecha la ocasión para
advertir acerca de la complejidad de los textos paulinos. Hay gente ignorante e inestable
que, para su propia ruina, tergiversa su sentido (como el de otros textos de la Escritura).
Al final, retoma el tono exhortativo para recomendar tener precaución a fin de no
dejarse arrastrar por el error de personas sin principios y alcanzar el objetivo de crecer
en la gracia y en el conocimiento de Cristo (3,17-18a).

Relación de 2 Pedro con Judas 7


Numerosos bloques de material de 2 Pedro tienen claros paralelos con Judas.
Esto resulta especialmente llamativo en lo que concierne 2 Pedro 2,1-18 y 3,1-3 –es
decir, en la polémica contra los adversarios– donde prácticamente todos los versículos
de 2 Pedro tienen paralelo en Judas 1,4-19:

JUDAS 2 PEDRO 2
v. 4 2, 1.3b Aparición de los falsos maestros (intrusos)
v. 6 2,4 Castigo de los ángeles pecadores
v. 6 2,9 Justos salvados, impíos condenados
v. 7 2,6 Condena de Sodoma y Gomorra
v. 7-8 2,10 Desenfreno carnal de los intrusos
v. 9 2,11 Ni los ángeles osan actuar como ellos
v. 10 2,12 Se portan como animales sin razón
v. 11 2,15 Caen en la traición de Balaam
v. 12 2,13 Abusan en las comidas comunitarias
v. 13 2,17 Son como fuentes (nubes) sin agua
v. 16 2,18 Su boca profiere insolencias
v. 17 3,2 Recuerdo de los profetas y apóstoles
v. 18 3,4 Estaba previsto (en la Escritura) que aparecerían

Hay algunos párrafos de 2 Pedro que no tienen paralelo en Judas:


2 Pedro 2,2-3.5.7-8.14.16.18-22

Se trata:
 De invectivas contra los falsos maestros (2,2-3.14.16.18-22)
 De ejemplos bíblicos que no están en Judas: Noé (2 Pedro 2,5); Lot (2 Pedro 2,7-8).

Hay algunos versículos de Judas que no tienen correspondencia en 2 Pedro:


Judas 3.5.15.19-25 [Se trata casi exclusivamente de citas de apócrifos].

7
Cf. H. LONA, “El uso de la Carta de Judas”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 141-142. Cf. T.
CALLAN , “Use of the Letter of Jude by the Second Letter of Peter”, Biblica 85/1 (2004) 42-64.

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Podemos decir que el núcleo central de Judas reaparece en 2 Pedro: a excepción del
saludo y de la doxología final, son muy pocos los versículos de Judas sin paralelo en 2
Pedro.

¿Cuál es la relación entre ambos textos?


Todo parece indicar que el autor de 2 Pedro reeditó el texto de Judas, expurgándolo de
las citas de apócrifos y explicitando el error que se quiere combatir: “¿En qué ha
quedado la promesa de su venida?” (2 Pedro 3,4).
Dada la descripción bastante cuidadosa que aparece en 2 Pedro del error que combate
(cf. 2 Pedro 3,4) –mientras que en la epístola de Judas el contenido de la polémica
queda en la penumbra– es más razonable pensar que el autor de 2 Pedro ha reeditado un
texto general, un tanto vago en la descripción de la herejía, adecuándolo a una situación
específica.
En apoyo de esta hipótesis se suelen indicar algunos argumentos:
1. Es difícil de imaginar que Judas haya descartado unos 2/3 de la 2 Pedro y la haya
reducido hasta hacer desaparecer el error que se estaba combatiendo. En general
se suele suponer que un texto más largo absorbe a uno más breve y no que un
texto breve resume a uno más largo.
2. Además, en 2 Pedro no aparecen los argumentos extraídos de los apócrifos que
Judas esgrime con tanta naturalidad, sin hacer verdadera distinción entre los
apócrifos y los textos veterotestamentarios, como si tuvieran ambos el mismo
valor, colocándolos en un mismo nivel. Parece más coherente pensar que 2 Pedro
no haya querido reproducir pasajes de textos menos aceptados y utilizados.
3. Además de omitir los textos sacados de los apócrifos, 2 Pedro introduce ejemplos
bíblicos en apoyo de su argumentación (Noé y Lot) y ordena las referencias según
la cronología del Antiguo Testamento:
Por ejemplo, en Judas 5-7 se mencionan tres ejemplos tomados del AT para
ilustrar la convicción de que Dios castiga a los impíos. Los cita en el siguiente
orden: Israel en el desierto, los ángeles caídos, Sodoma y Gomorra. En 2 Pedro
esto tres ejemplos reaparecen, pero reordenados según su sucesión histórica:
ángeles caídos (2,4), diluvio (2,5, en vez de Israel en el desierto), Sodoma y
Gomorra (2,6).
Sería muy rebuscado pensar que Judas haya tergiversado el orden de los ejemplos
de 2 Pedro.

4. Hay textos de 2 Pedro que no se comprenden si no se tiene en cuenta el texto de


Judas:
Por ejemplo, 2 Pedro 2,4 dice: «Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que
pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los
entregó para ser custodiados hasta el Juicio».
No resulta fácil comprender este texto sin la referencia al pecado de los ángeles,
explicitado en Judas 6, y a su vez no resulta fácil saber a qué pecado se refiere
Judas 6 sin tener en cuenta el Libro de Henoc.

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O bien, cuando en 2 Pedro 2,10-11 hace referencia a aquellos que «atrevidos,


arrogantes y que injurian sin temor a los seres gloriosos, cuando ni siquiera los
ángeles, superiores en fuerza y en poder, se atreven a pronunciar ante el Señor
una sentencia injuriosa contra ellos», difícilmente se puede comprender el
episodio al que se hace referencia en este texto.
En cambio, el ejemplo narrado en Judas 9 se refiere a la discusión sobre el cuerpo
de Moisés y parece haber sido sacado del libro apócrifo conocido como
“Asunción de Moisés”.

El presunto remitente 8
No sólo se presenta como “Simeón Pedro, servidor y apóstol de Jesucristo”, con la
forma semita del nombre (2 Pedro 1,1), sino que también inserta recuerdos personales
del “príncipe” de los apóstoles:
 En 1,16-18 se proclama testigo ocular de la transfiguración (Marcos 9,2ss. y //)
 En 1,14 afirma que Jesús predijo su muerte como mártir (Juan 21,18ss)
 En 3,15 se presenta, por medio de la expresión “nuestro querido hermano Pablo”,
como contemporáneo y colega en el ministerio de Pablo
 Además, en 3,1, haciendo referencia a 1 Pedro, señala que este escrito es la
“segunda” carta que les escribe.9
Declara solemnemente que escribe la carta poco antes de su muerte para que los lectores
guarden en la memoria “la verdad presente” (1,12ss) como un legado. 2 Pedro se
presenta así como “testamento” o “discurso de despedida” del apóstol antes de su
partida.
¿Se trata de un caso de pseudoepigrafía?
Casi todos los comentaristas actuales consideran que se trata del caso más claro de
“pseudoepigrafía”:

 Resultaría inexplicable el largo silencio de las Iglesias Orientales y Latinas sobre


esta carta, de haber sido Pedro su autor.
En el siglo III sólo es mencionada en Egipto, muy pocas veces por lo demás, y
aún entonces señalando que muchos no la admiten. 10 En el siglo IV, la carta es

8
Cf. H. LONA, “El autor y los destinatarios”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 145-147.
9
Si bien en todo el escrito no hay indicio alguno de que el autor haya utilizado la Primera
Carta de Pedro (aunque esto no significa que no la conociera). De un modo u otro sabía que
existía la “Primera Carta”. Al afirmar que escribe una “segunda” carta (3,1) el autor está
revelando un marcado interés por lograr que los lectores crean estar recibiendo un mensaje
escrito por “Pedro”.
10
No hay claras alusiones a ella antes de los tiempos de ORÍGENES , quien afirma que Pedro
dejó “una epístola reconocida, y posiblemente dos, aunque esto es dudoso” (HE VI, 25,9).
EUSEBIO da noticias de las discusiones entorno a 2 Pedro: “... de los libros discutidos, en
cambio, y que, sin embargo, son conocidos de la gran mayoría, tenemos la Carta llamada de
Santiago, la de Judas y la 2 Pedro así como las que se dicen ser II y III de Juan, ya sean del
evangelista, ya de otro del mismo nombre.” (HE III, 25,3). Cf. D. FARKASFALVY , “Uso e
interpretación de 2 Pedro”, en: W. FARMER et al. (edts.), Comentario Bíblico Internacional,

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SEGUNDA CARTA DE PEDRO 63

mencionada con mayor frecuencia, pero sigue siendo discutida su autenticidad.


Hasta los siglos V y VI no se afirma definitivamente su canonicidad. 11
 Su dependencia de la carta de Judas indica fue escrita con posterioridad (y Judas
difícilmente representa la época de la primera generación).
 El autor se dirige a unos cristianos que no creen ya en la promesa de la Parusía
del Señor y fundan su escepticismo –jactándose de su visión “realista” de la
realidad– en el hecho de que sus padres murieron y, sin embargo, todo sigue
igual: “Pues desde que murieron los padres, todo sigue como al principio de la
creación” (2 Pedro 3,4).
Este argumento vale únicamente en la hipótesis de que la expresión “nuestros
padres” designe a la generación de los discípulos de Jesús, que transmitieron sus
promesas. Pero estos murieron y no pasó nada.
 Además, las controversias acerca del retraso de la Parusía sólo se comprenden
bien después de la muerte de los discípulos inmediatos de Jesús (cf. Marcos
9,1ss): mientras ellos vivían, no se planteó la cuestión.
 En 3,15-16 se dedican unas líneas a las cartas de Pablo, que son ya patrimonio
común de todas las iglesias y que, sobre todo, están consideradas con igual
autoridad que “las otras Escrituras”. Y esto no pudo ocurrir en vida del tan
discutido apóstol.
 El lenguaje del texto delata una formación helenística. 12

El autor de esta obra parece pertenecer a los ambientes judeocristianos, 13 abiertos a la


cultura helenística. Se puede inferir que recibió una buena formación literaria (ello se
revela en el vocabulario y en el estilo).

Tal vez era un maestro en su comunidad, responsable de la defensa y la difusión de la fe


(su preocupación por la defensa de la fe en la Parusía corresponde a esta misión). Esto
explicaría además su conocimiento del Antiguo Testamento y de la tradición cristiana14.

El marco pseudoepigráfico sin duda está cuidadosamente montado.

1654.
11
SAN JERÓNIMO la acepta, si bien reconoce que otros dudaban: “Pedro escribió dos cartas;
...la segunda se la niega la mayoría debido a la diferencia de su estilo”. Esta diferencia –precisa
JERÓNIMO– se explica por haber recurrido a “intérpretes” distintos (PL 23,638; cf. 22,1002). A
partir de fines del siglo IV, las Iglesias latinas la incluyen en sus cánones. En el siglo VI, la
Iglesia Siria también la incluye.
12
Cf. H. LONA, “El lenguaje”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 144.
13
Utiliza el nombre de “Pedro” – conoce la “Carta de Judas” – conoce temas de la apocalíptica
judía (cf. 2 Pedro 3,10-13).
14
Sólo alguien que ha leído y explicado las cartas de Pablo sabe de las dificultades de
comprensión y de los peligros que pueden surgir si es que se las interpreta de forma arbitraria (2
Pedro 3,15-16). Cf. H. LONA, “La tradición cristiana”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 150-
151.

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SEGUNDA CARTA DE PEDRO 64

Los presuntos destinatarios


La carta, en el encabezado, no indica una comunidad concreta, como si buscara dirigirse
a todos los que se mantienen en la fe de Pedro, a los que “por la justicia de nuestro
Dios y Salvador Jesucristo” “les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la
nuestra” (2 Pedro 1,2).

De todos modos, cabe decir que, por la forma de expresión del autor, los destinatarios
no parecen ser en su mayoría judeo-cristianos sino creyentes provenientes del
paganismo y de un ambiente cultural helenista, que, “por medio del conocimiento del
Señor” “se han alejado de la corrupción del mundo” (2,20).

Es comprensible que fieles de estas características, probablemente no familiarizados


con la apocalíptica judía, fácilmente hayan prestado oídos a las críticas que los
adversarios hacían a la escatología tradicional, con su anuncio de la (segunda)
“Venida”, y se sintieran atraídos por el discurso rival15.

Motivo y ocasión del texto


(Ocasión real // ocasión “ficticia”)16

La ocasión ficticia del texto es la inminente muerte de “Pedro”


El Señor le reveló que pronto ha de “dejar esta tienda” (2 Pedro 1,14) y
se siente apremiado por dejar un “recuerdo” permanente de las
tradiciones escatológicas de la comunidad (2 Pedro 1,15).
Desde esta perspectiva, el texto tiene que ser leído y valorado como un
“testamento” (o “discurso de despedida”) que expresa la última voluntad
del príncipe de los apóstoles, escrita poco antes de su muerte.

La ocasión real parece ser la necesidad de defender una determinada concepción de fe


en el retorno del Señor al final de los tiempos
Esta fe estaría amenazada por “burlones” que no toman en serio las enseñanzas
tradicionales17 (2 Pedro 3,3-4). La presencia de estos detractores hace necesario una
respuesta autorizada, una “correcta interpretación” que recuerde las tradiciones
escatológicas comunitarias (3,1-2).

15
Cf. H. LONA, “El autor y los destinatarios”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 146.
16
Cf. J. NEYREY , “The Apologetic Use of the Transfiguration in 2 Peter 1,16-21”, 504-506.
17
Dice Horacio LONA: “Para comprender la posición de los adversarios no es necesario
hacerlos sospechosos de incredulidad en el poder de Dios. No se puede descartar el que hayan
estado influenciados por la concepción helenista de la eternidad del mundo. También hay que
tener presente la situación de los creyentes en el siglo II, que ya pertenecían a la segunda o
tercera generación cristiana. Ellos podían repetir fórmulas escatológicas, pero lentamente se
imponía el dato de la experiencia. Lo peculiar y sorprendente en estos cristianos es que – tal
como los presenta el autor– han sacado consecuencias radicales de este hecho: la promesa del
retorno glorioso no se va a cumplir. Esta radicalidad parece ser lo que ha encendido la
polémica. Tomando una expresión de Jds 18, el autor los llama “burlones” [...] lo que está en
juego es la verdad de la esperanza escatológica” (H. LONA, “La polémica contra los
adversarios”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 149).

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SEGUNDA CARTA DE PEDRO 65

Es decir, la función principal del escrito parece ser una apología de las tradiciones
escatológicas, que –una vez explicadas y defendidas– deben ser establecidas de una vez
y para siempre (2 Pedro 1,15).
Estos negadores de la Parusía invocan, para sostener su postura, una colección de cartas
paulinas y “los restantes escritos” (del Antiguo Testamento); que interpretan a su
conveniencia:
2 Pedro 3,15-16
“La paciencia de nuestro Señor juzgadla como salvación, como os lo
escribió también Pablo, nuestro querido hermano, según la sabiduría
que le fue otorgada. v.16 Lo escribe también en todas las cartas cuando
habla en ellas de esto. Aunque hay en ellas cosas difíciles de entender,
que los ignorantes y los débiles interpretan torcidamente –como también
las demás Escrituras– para su propia perdición”.

El autor de la carta no podía desautorizar ni a Pablo (¿1 Tesalonicenses?) ni a las demás


“Escrituras”. Por eso se limita a rechazar como erróneas las conclusiones extraídas de la
esa exégesis herética. Así, pone en juego la autoridad de Pedro 18 contra el recurso al
Antiguo Testamento y a Pablo (estableciendo, a la vez, que, interpretados
correctamente, Pedro y Pablo han transmitido idéntica enseñanza).
La función de Pedro es fundamental en la defensa de la ortodoxia y en la interpretación
de las “Escrituras”: frente a dos interpretaciones posibles, es válida la de Pedro.

Tiempo y lugar de origen


Para determinar el tiempo y el lugar de origen, un punto de referencia importante es la
“Carta de Judas”. Si este texto refleja los problemas y controversias de las comunidades
cristianas hacia fines del siglo I, la Segunda Carta de Pedro, que utiliza ese escrito, debe
ser ubicada también hacia fines del siglo I o comienzos del siglo II. 19

El primero que habla de una “Segunda” Carta de Pedro es ORÍGENES, aunque afirma
que se pone en duda su autenticidad. 20 Esto significa que el texto era conocido en esa
región. De allí que algunos hayan propuesto como lugar de origen de la obra
Alejandría.
Dada la atribución pseudoepigráfica de la obra a Pedro, otros han pensado en Roma.
Ambas posturas son verosímiles, pero no se imponen con certeza.

18
A esto podemos añadir que la referencia en 2 Pedro 3,1 a 1 Pedro como la única carta
anterior junto a la situación (ficticia) de la muerte inminente de “Pedro” (2 Pedro 1,14-15):
(1) Pretende afirmar que existen dos y sólo dos cartas auténticas.
(2) Intenta de clausurar toda posibilidad de aparición de ulteriores cartas “petrinas”.
19
Una fecha más tardía no podría explicar la ausencia de claros elementos gnósticos en la
controversia; cf. H. LONA, “Tiempo y lugar de origen”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 151.
20
Dato mencionado por ESEUBIO DE CESAREA en HE VI 25,8:
“Y Pedro, sobre quien se edifica la iglesia de Cristo, contra la cual no prevalecerán las puertas
del Hades (cf. Mt 16, 18), dejó una sola carta por todos reconocida. Quizá también una
segunda, pues se la pone en duda”.

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SEGUNDA CARTA DE PEDRO 66

Concepciones teológicas
Algunas apreciaciones conclusivas21

 Elabora expresamente el problema de “la demora de la Parusía”, que la literatura


cristiana primitiva suele tratar entre líneas y rara vez en forma expresa.
Pero lo hace más bien en la línea de un “saber escatológico” recibido de la
tradición, como parte de la doctrina sobre las realidades últimas. No se observa en
la obra la intención de procurar configurar una actitud existencial de espera real
del fin, propia de los primeros cristianos, que afecta el presente y, en cuanto tal,
determina un modo de vivir.

 Además, 2 Pedro defiende la escatología apocalíptica tradicional y otorga especial


valor a “la ruina súbita y espectacular del cosmos” (cf. 2 Pedro 3,5-13).
La primera alusión al comienzo y fin de la creación se encuentra en 2 Pedro 3,5-
7: Cielos y tierra, de acuerdo a Génesis 1,2, provienen del “agua”. El mundo
queda establecido entre las aguas (Génesis 1,7). La misma fuerza de la palabra
creadora es la que mantiene cielos y tierra hasta que llegue el fuego en el “día del
juicio”, el día del castigo de los impíos. En ese “día”, los elementos que
componen la realidad se disolverán abrasados22 y se pondrán al descubierto las
obras del hombre sobre la tierra.
El interés que prevalece en estos motivos no es de orden cosmológico sino
teológico. Dios se revela en los acontecimientos finales como “juez”, Señor de la
historia y de la creación. El Señor que ha creado el mundo también lo destruirá en
signo de castigo, para que los creyentes vivan en “cielos nuevos y una tierra
nueva” en donde habita la justicia (2 Pedro 3,13). Estos, con el testimonio de su
vida santa pueden acelerar la llegada de este momento (2 Pedro 3,11-12).
Mientras tanto, si se mantienen irreprensibles, deben saber que para ellos este
tiempo de paciencia es un tiempo de salvación (2 Pedro 3,14).

 Digna de destacar es la idea de “la tradición apostólica” como baluarte contra el


error:
La idea de Judas sobre la “fe que se transmitió al pueblo santo de una vez para
siempre” (Judas 3), se encuentra también en 2 Pedro como “la verdad presente en
vosotros” (1,12), como “el mandamiento santo que les ha sido transmitido” (2,21)

21
Cf. H. LONA, “Las enseñanzas”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 152-154.
22
El motivo de la destrucción del mundo por el fuego es un tema tradicional tanto de la
filosofía griega –los estoicos enseñaban la doctrina de un incendio universal que renovaba
periódicamente el mundo– como de la apocalíptica judía. No se puede saber con certeza si los
adversarios defendían una comprensión del tipo de la estoica, en la que nada cambia
significativamente. Aún cuando los estoicos anunciaban un incendio cósmico, el mundo
material para ellos tenía una duración eterna en sí misma, independientemente del poder de
Dios. Si así fuera, el autor de 2 Pedro, al describir la destrucción de la realidad por medio del
fuego, habría procurado quitarle al mundo toda autonomía frente a Dios (tal como ya lo había
hecho al hablar del origen de los cielos y de la tierra). De hecho, el autor insiste
considerablemente en el motivo del poder de Dios sobre la creación. Su palabra es la fuerza que
posibilita la consistencia del mundo. Pero esa Palabra es también la que conduce al mundo
hasta el día del juicio y del castigo por medio del fuego. La Palabra es la expresión de la
dependencia del mundo respecto de Dios.

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 66


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 67

y como “el mandamiento de vuestros apóstoles que es el mismo del Señor y


Salvador” (3, 2). Al igual que “los apóstoles” en este último pasaje, “Pedro”
aparece en todo el escrito como el garante de la tradición.
En 1,20ss y 3,16 se anuncia ya de manera incipiente la realidad del «magisterio
eclesiástico» con sus exigencias.

 Desde la perspectiva más propiamente soteriológica aparece la idea de salvación


como una “divinización física”.
Por primera vez aparece el adjetivo “divino” en la literatura cristiana: el poder
“divino” da a los creyentes todo lo que necesitan para la vida y la conducta
piadosa (1,3).
El don de salvación consiste en la participación de la “naturaleza divina” (1,4).
2 Pedro 1,3-4
“Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad,
mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y
virtud, v4 por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y
sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza
divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia”.

Este vocabulario revela la influencia de la piedad helenística con matices


filosóficos. La expresión “naturaleza divina” (qei,aj fu,sij) es abstracta y revela
un modo de pensar sobre Dios en términos de “naturaleza”, que no es propio de
los textos bíblicos.

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 67


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 68

LA TRADICIÓN SOBRE LA “TRANSFIGURACIÓN” EN 2 PEDRO 1,16-2123


¿Cómo entendió la “transfiguración”?
¿Cómo funciona este “relato” en la apología del autor de 2 Pedro?

Los exégetas suelen estar de acuerdo en que 2 Pedro 1,16 debe ser entendido la luz del
problema real que ocasiona el envío de la carta. Pero en lo que no hay coincidencia es si
el σεσοφισμένοις μύθοις 24 se refiere:
 A la polémica del autor contra los falsos maestros que fabrican mitos
(por ejemplo. gnósticos; cf. 1 Timoteo 1,4; 4,7; 2 Timoteo 4,4; Tito 1,14))
 O a su propia apología de la tradición cristiana, que ha sido desacreditada como si
fuera un vulgar mito

2 Pedro 1,12-21
1,12 Por esto, estaré siempre recordándoos estas cosas, aunque ya las sepáis y
estéis firmes en la verdad que poseéis. 1,13 Me parece justo, mientras me
encuentro en esta tienda, estimularos con el recuerdo, 1,14 sabiendo que pronto
tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.
1,15 Pero pondré empeño en que, en todo momento, después de mi partida, podáis
recordar estas cosas.

1,16 Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo,


no siguiendo fábulas ingeniosas,
sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad.

1,17 Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le
dirigió esta voz:
«Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco.»
1,18 Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el
monte santo.
1,19 Y así se nos hace más firme la palabra de los profetas, a la cual hacéis bien en
prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el
día y se levante en vuestros corazones el lucero de la mañana.
1,20 Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede
interpretarse por cuenta propia;
1,21 porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que
hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios.

23
Cf. NEYREY , Jerome, “The Apologetic Use of the Transfiguration in 2 Peter 1,16-21”, CBQ
42,4 (1980), 504-519.
24
σεσοφισμένοις μύθοις : “fábulas ingeniosas” según la BJ 2; algo “artificiosamente ideado”.

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 68


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 69

Jerome H. NEYREY defiende la hipótesis de que 2 Pedro 1,16 es una apología del autor
de 2 Pedro de la tradición comunitaria. Argumenta de esta manera: 25
“PEDRO” habría querido dejar un recuerdo de la tradición, pero le opusieron dos
objeciones
 De tipo objetivo, acerca del contenido de la tradición escatológica en
2 Pedro 3,3-5,9.26
 De tipo formal, contra las “profecías” que contenían o fundaban esas tradiciones
escatológicas.
Parece que esa intención de dejar un recuerdo preciso, fiel fue interrumpida por la
acusación de los oponentes de que él trafica con mitos hábilmente ideados.
Sus “credenciales” para dejar un recuerdo por tanto estaban siendo impugnadas.
Por eso tuvo que proceder inmediatamente a defenderlas.
No fue por medio de sus propios “inventos” sino en virtud de haber sido un testigo
ocular por lo que no sólo está autorizado para tratar sobre las tradiciones escatológicas
sino también por lo que sabe que la profecía es de Dios.27

¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LA TRANSFIGURACIÓN EN 2 PEDRO 1,17-18?


El contenido del relato de 2 Pedro 1,17-18 difiere notablemente de la narración
sinóptica

25
J. NEYREY , “1:16 as Formal Apology for the Parousia Prophesy”, en: id., The Apologetic
Use of the Transfiguration in 2 Peter 1,16-21, CBQ 42,4 (1980), 506-509. NEYREY destaca
también que es característico de 2Pe asestar a sus oponentes los mismos cargos que ellos le
dirigen a él:
1. El autor es acusado de “seguir mitos” (ἐξακολουθήσαντες de 1,16);
Él afirma que muchos “seguirán” (πολλοὶ ἐξακολουθήσουσιν de 2,2) los errores de los
adversarios.
2. Los oponentes increpan al autor por “la promesa” incumplida de la Parusía
(3,9: τῆς ἐπαγγελίας )
Y él los acusa de incumplir su “promesa” de libertad
(2,19: ἐλευθερίαν αὐτο ῖ ς ἐπαγγελλόμενοι ).
3. Cuando es atacado por “fabricar mitos” (1,16),
él acusa a sus oponentes de elaborar material engañoso (2,3).
26
Cf. también del mismo autor: The Form and Background of the Polemic in 2 Peter, JBL
99/3 (1980), 407-431.
27
NEYREY conecta la intención manifestada en 1,12-15 con la discusión en 1,16-19 en virtud
de la presencia del γὰρ en 1,16.
A la vez indica como argumento ulterior que σοφίζω connota algo fraguado, engañoso, falaz (y
cita ejemplos sobre todo de FILÓN –que suele hablar de los “mitos” como de historias
fabricadas y cuyas citas o exposiciones de la Escritura son defendidas no como “mitos” sino
como “auténticas”–).
En 2 Pedro la afirmación de que el autor fue “testigo ocular” ( ἐπόπται ) quiere referirse en
primera instancia a la fuente divina de los oráculos y su no ser una invención propia del autor.

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 69


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 70

Marcos 9,1-9 2 Pedro


9,2 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro,
Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a UN
MONTE ALTO .
Y se transfiguró delante de ellos,
9,3 y sus vestidos se volvieron resplandecientes,
muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra
sería capaz de blanquearlos de ese modo. 9,4 Se les
aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús.
9,5 Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, 1,17 Porque recibió de Dios
bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, Padre honor y gloria, cuando
una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; 9,6 la sublime Gloria le dirigió esta
-pues no sabía qué responder ya que estaban voz:
atemorizados-. 9,7 Entonces se formó una NUBE que
«Este es mi Hijo muy
les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la
amado en quien me
nube:
complazco.»
«Este es mi Hijo amado, escuchadle».
1,18 Nosotros mismos
9,8 Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a escuchamos esta voz, venida
nadie más que a Jesús solo con ellos. del cielo, estando con él en EL
MONTE SANTO .

9,9 Y cuando bajaban del monte les ordenó que a


nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo
del hombre resucitara de entre los muertos. 9,10 Ellos
observaron esta recomendación, discutiendo entre sí
qué era eso de «resucitar de entre los muertos».

NEYREY28 sugiere atender a algunos detalles de los relatos para poder detectar cuál es el
énfasis propio de 2 Pedro
 En 2 Pedro el lugar es específicamente ἐν τῷ ὄρει τῷ ἁγίῳ (“en el monte
santo”) mientras que en Marcos es sólo “un monte alto”
 Pedro y otros no identificados escuchan la voz, mientras que en los
sinópticos Pedro, Santiago y Juan son nombrados específicamente.
 En 2 Pedro 1,17, τιμὴν καὶ δόξαν (“honor y gloria”) y en 1,16 μεγαλειότητος
(“majestad”) son equivalentes genéricos de los detalles específicos de gloria
en los sinópticos: “transfigurar” (μετεμορφώθη), vestidos blancos (ἱ μάτια
λευκὰ), Mateo 17,2:29 “su rostro se puso brillante” (ἔλαμψεν τὸ πρόσωπον)
 En 2 Pedro, la gloria le llega a Jesús en virtud de la voz del cielo (1,17),
mientras que en los sinópticos primero hay una escena referida a la gloria y
luego una teofanía y una voz del cielo
28
Cf. J. NEYREY , “The Meaning of the Transfiguration in 1:17-18”, en: Id., The Apologetic
Use of the Transfiguration in 2 Peter 1,16-21, CBQ 42,4 (1980), 509-514.
29
Mateo 17,2 Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus
vestidos se volvieron blancos como la luz ... Lucas 9,29 Y sucedió que, mientras oraba, el
aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante ...

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 70


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 71

 En 2 Pedro el autor es “testigo ocular” ( ἐπόπται ) lo que sugiere una atenta,


activa participación en el evento, mientras que en “los sinópticos” se dice
que Pedro primero está “confundido” (Marcos 9,6) [“cargado de sueño”
según Lucas 9,32 – “aterrorizado” según Mateo 17,6-8] y luego “ignorante
del significado”, “del valor del evento” (Marcos 9,9-10)
 En 2 Pedro, Dios también tiene gloria y magnificencia, lo que
probablemente corresponde a la shekiná de la nube que los cubre (Marcos
9,7).

El énfasis de 2 Pedro pues está claramente en:


1. La voz divina, que trae a Jesús la gloria y que escucha el autor
2. La misma gloria de Jesús y de Dios
3. El rol más activo de Pedro (y la ausencia de observaciones despectivas
acerca de Pedro nos lleva a ver en él un inteligente y consciente receptor de
una comunicación sagrada; la no identificación de Santiago y Juan realza la
posición única de Pedro como testigo)
PERO, ¿CÓMO ENTIENDE 2 PEDRO ESTE EPISODIO?
¿CÓMO FUNCIONA PARA EL AUTOR DE 2 PEDRO EL RELATO DE LA TRANSFIGURACIÓN?
A diferencia lo que proponía una interpretación bastante extendida en la iglesia
primitiva30 –esto es, entender la “Transfiguración” como el cumplimiento de la
profecía hecha por Jesús: “Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay
algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de
Dios”(Marcos 9,1)– NEYREY sugiere que el autor de 2 Pedro lee a la
transfiguración no como el cumplimiento sino como una profecía de la
“Parusía”.31
Aunque muchos quieran huir asustados con sólo oír llamar a «la transfiguración»
“profecía”, NEYREY menciona diversas variantes de esta interpretación que
conciben a «la transfiguración» como:
 PRELUDIO (Vorspiel) de la Parusía
 ANTICIPO de la Parusía

30
NEYREY cita a CLEMENTE DE ALEJANDRÍA , a ORÍGENES –que si bien la rechaza, conoce esa
interpretación– y a JERÓNIMO, y para un panorama más amplio remite a J. HÖLLER , Die
Verklärung Jesu, Freiburg (Herder 1937). 11.
También indica otros ven el cumplimiento de la profecía de Marcos 9,1 tuvo lugar en otros
episodios, por ejemplo, en la destrucción de Jerusalén o en la venida del Espíritu de Jesús sobre
la Iglesia, y remite, para un tratamiento más amplio de las alternativas posibles, a A. PLUMMER ,
The Gospel According to St. Luke, NY (Scribner’s 1910), 249-250.
31
Y cita un trabajo sobre el tema de G. H. BOOBYER , St. Mark and the Transfiguration Story,
London (Clark 1942), 87: “... the transfiguration prophesies the parousia in the sense that it is a
portrayal of what Christ will be at that day, and in some degree a miniature picture of the whole
second advent scene”; BOOBYER ve la «transfiguración» como una descripción apocalíptica de
la Parusía del Hijo del Hombre.
Para un breve panorama sobre la historia de la interpretación de la «transfiguración cf. E.
NARDONI, Introducción histórica y plan de trabajo, en: Id., La Transfiguración de Jesús y el
diálogo sobre Elías, Buenos Aires (FT UCA 1977), 25-31.

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 71


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 72

 ARRAS, prenda de la Parusía


 PREFIGURACIÓN de la Parusía
 Una EXPERIENCIA PROLÉPTICA de la Parusía

El germen de todas estas sugerencias está en la analogía –en la relación– que se


observa entre la gloria de Cristo en la transfiguración y la gloria que tendrá en su
segunda venida: la majestad de Cristo en la transfiguración permite imaginar la
gloria que ha de manifestar en la Parusía (interpretación que NEYREY cree leer en
SAN JUAN CRISÓSTOMO).
NEYREY afirma que la primera y mejor evidencia de esta interpretación de la
«transfiguración» se encuentra en la versión etíope del Apocalipsis de Pedro32.

¿Y 2 Pedro?
Ve en la Transfiguración ...

... ¿el cumplimiento de la profecía del retorno del Hijo del Hombre?
... ¿O la prefiguración profética y la prueba de la Parusía («Segunda Venida»)?
Desafortunadamente, no es algo obvio.

NEYREY cree poder encontrar en la ilación de ideas en su argumentación


apologética un importante lugar para detectar como el autor utiliza el
“argumento de la transfiguración”

1. QUÉ QUIERE PROBAR SEGÚN 2 PEDRO 1,16


2 Pedro 1,16 Os hemos dado a conocer
EL PODER Y LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
no siguiendo fábulas ingeniosas,
sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad.

...la Parusía...
Se puede presumir razonablemente que en 1,16-19 no elude la cuestión de
la «Parusía» sino, más bien, intenta defenderla en su mención de la
transfiguración33.

¿CÓMO USA EL “ARGUMENTO-TRANSFIGURACIÓN”?


No como cumplimiento del anuncio de la Parusía –si no, lo habría usado en
3,3-4,9 contra los que porfiaban con que la profecía de la Parusía no se
había cumplido– sino como una auténtica, genuina, verdadera profecía de la
Parusía, que viene de boca del mismo Dios.

32
Para una presentación de esta obra cf. Ph. VIELAHUER , “El Apocalipsis de Pedro”, en: Id.,
Historia de la literatura cristiana primitiva, Salamanca (Sígueme 1991), 523-528. Cf. J.
NEYREY , “The Meaning of the Transfiguration in 1:17-18”, en: Id., The Apologetic Use of the
Transfiguration in 2 Peter 1,16-21, CBQ 42,4 (1980), 511-513.
33
De manera similar, por ejemplo, Joachim GNILKA: “Para el autor de 2 Ped la transfiguración
anticipa y prefigura lo que todavía es objeto de esperanza, es decir, la segunda Parusía”(J.
GNILKA, “Escatología amenazada”, en: Id., Teología del Nuevo Testamento, 464).

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 72


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 73

2. 2 PEDRO 1,19 SE REFIERE A 1,17-18


(la transfiguración es entendida como una profecía de la Parusía)
... que la voz misma de Dios anuncia
(Dios es el autor del oráculo: 1,17-18)

Καὶ ἔχομεν βεβαιότερον τὸν προφητικὸν λόγον ...34


¿Se refiere al Antiguo Testamento?
¿Se refiere a las profecías sobre la Parusía del Nuevo Testamento?

NEYREY: se refiere al testimonio de “Pedro” de 1,17-18, que vio la gloria


y oyó a Dios. PEDRO lo vio y lo escuchó. Su palabra profética es sólida, está
bien fundada. No es ni una conjetura ni un mito

3. 2 PEDRO 1,20-21
ES UNA APOLOGÍA EN DEFENSA DE LA INTERPRETACIÓN DE PEDRO
DE LAS TRADICIONES ESCATOLÓGICAS
(especialmente, la de la transfiguración)

ὅτι πᾶσα προφητεία γραφῆς ἰ δίας ἐπιλύσεως οὐ γίνεται


¿Ataca a los que se meten en interpretaciones privadas?
¿Ataca a los que actúan como falsos profetas?
¿Polemiza contra los que tuercen, deforman las enseñanzas de Pablo y
las de otros escritos? (2 Pedro 3,16)
¿O es una apología en defensa de su propia interpretación de las
tradiciones escatológicas? (especialmente, la de la transfiguración de 2
Pedro 1,16s)

Para NEYREY los adversarios no están metidos en problemas de


interpretación de palabras proféticas: ellos directamente niegan totalmente
las profecías comunitarias
 Se oponen a la profecía de la Parusía (2 Pedro 1,16; 3,9)

 Rechazan el don de la μακροθυμία (= estado de quietud emocional


ante circunstancias desfavorables; “paciencia”), que Dios ofrece
durante el retraso de la Parusía (cf. Romanos 2,4 y 2 Pedro 3,9b)
34
Frase considerada como una «crux interpretum»:
Por ejemplo, GNILKA traduce:
“Nosotros concedemos una mayor confianza a la palabra profética”
(“Escatología amenazada”, en: Id., Teología del Nuevo Testamento, 465)
BJ2 traduce: “Y así se nos hace más firme la palabra de los profetas ...
BJ3 traduce: “Y tenemos también la firmísima palabra de los profetas ...

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 73


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 74

 Son falsos profetas que rechazan oráculos de juicio y ayes (2 Pedro


2,1.3b)
 Rechazan las profecías sobre el final de los tiempos (2 Pedro 3,3-4)
 Injurian, blasfeman contra lo que no entienden, contra lo que ignoran
(2 Pedro 2,12: ἀγνοοῦσιν βλασφημοῦντες )
Es decir, no se trata de “gnósticos” que elaboran mitos y hacen
especulaciones intrincadas; su ocupación con la profecía es simple
negación, no interpretación.

Es “Pedro” el que está involucrado en una interpretación: como custodio de


la tradición escatológica, es responsable de su correcta interpretación y
defensa.
 Está empeñado en dejar una interpretación precisa, exacta, fiel de los
materiales tradicionales de la Parusía (2 Pedro 1,12-13; 3,1-2) y
quiere dejar una explicación definitiva (2 Pedro 1,15).
 Interpreta el material veterotestamentario a propósito de la
providencia de Dios en lo que hace a la salvación y al castigo (2 Pedro
2,4-9)
 Interpreta la Palabra de Dios acerca de la destrucción por el agua y el
fuego (2 Pedro 3,5-7)
 Reinterpreta correctamente el significado del retraso del Señor (2
Pedro 3,9)
Como custodio de las tradiciones escatológicas, es responsable de su
correcta interpretación y defensa. A la luz de esto, 2 Pedro 1,20 parece ser
otro ejemplo de la apología del autor: su interpretación no es ni ideológica
ni mercenaria.

4. 2 PEDRO 1,21 DEFIENDE QUE LA INTERPRETACIÓN DE “PEDRO” ESTÁ


“INSPIRADA”
... porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana,
sino que hombres movidos por el Espíritu Santo,
han hablado de parte de Dios ...

1,21 está formulado en términos genéricos y formales, conforme a las


teorías judías, helenistas y cristianas sobre la “inspiración profética”. La
única forma de asegurar que la profecía no sea ideológica es si está
inspirada por el Espíritu Santo.

¿Cómo funciona en 2 Pedro?

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 74


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 75

¿Está atacando a los oponentes, los falsos


profetas (2,1) que fabrican enseñanzas por
En cuanto al contenido, 1,21 propia autoridad (2,3)?
dice lo mismo que 1,16: que
tanto la profecía como su ¿O nuevamente se trata de una defensa
interpretación no son apologética de las tradiciones escatológicas
invenciones humanas sino que comunitarias? ... la profecía de la Parusía no es
tienen su fuente en Dios. no es una especulación caprichosa
extravagante...

La presentación de “Pedro” como profeta no constituye un gran problema


en el NT, dado que aparece como receptor de revelaciones divinas (cf.
Mateo 16,17), es intérprete de profecías (cf. Hechos 2) –incluso de material
escatológico referido a la Parusía (cf. Hechos 3,18-26)–.

Si no, ¿qué significaría aquí una discusión general sobre la “inspiración”,


especialmente en vistas al contexto de la apología de la Parusía? (los
adversarios no están ni nombrados ni confrontados). Si se separa 1,20-21 de
1,16s se introduce una ruptura lógica en el texto que, además, está mal
fundada y es innecesaria; no contempla el contexto específico y lo que
aporta para el significado del pasaje.

En cambio, visto en conexión con la apología de 1,16-19, los vv. 20-21


admiten la siguiente interpretación:
La profecía de la Parusía ya ha sido defendida en cuanto a su fuente (1,17-
18) y a su autenticidad (el ἐπόπται –”testigo ocular”– de 1,16).
Los vv. 1,20-21 añaden la apología del autor de su interpretación (ver 3,1-
2.9-13.15-16). En este sistema de ideas, el autor intuye, percibe que sus
oponentes consideran esta interpretación del material escatológico como
ideológica y servil a sus propias ideas35. De ahí que sea obligatorio para él
continuar defendiendo sus propias credenciales para dejar un legado fiel
sobre estas cuestiones.

2 Pedro 1,21 pues, responde al ataque contra su competencia:

35
Existe una larga polémica contra los mitos, especialmente los que se refieren a premios y
castigos después de la muerte, dado que se los considera perpetrados para controlar las masas
por el miedo. Cf. J. NEYREY , “The Form and Background of the Polemic in 2 Peter”, JBL 99/3
(1980), 407-431 (especialmente, 409) sobre las polémicas greco-romanas contra la
“providencia” (sobre todo desde la escuela epicúrea) y sus importantes argumentaciones:
(1) Desde lo cosmológico (el mundo fue hecho por azar, no por un poder divino racional).
(2) Desde la libertad (la providencia destruye la libertad y la autodeterminación).
(3) Desde las profecías no cumplidas (dado que el cosmos surge por azar, no puede haber
adivinación o predicciones).
(4) Desde las injusticias (la justicia se demora; el dios no tiene éxito mientras los malvados
no se lleven su merecido; por tanto, dios no premia ni castiga).

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 75


SEGUNDA CARTA DE PEDRO 76

 El oráculo sobre la «Parusía» no es una fabricación ingeniosa


sino que tiene a Dios mismo como autor.
 “Pedro” es un testigo ocular de ello (lo que funda su autenticidad).
 Además, su interpretación del episodio está inspirada por Dios.

Es decir:
El oráculo es genuino
Él tuvo experiencia de primera mano de ello
Él es el intérprete autorizado.

Ahora, ya que la calidad formal de la profecía de la Parusía ha sido


defendida, el autor puede dedicarse a defender su contenido (2 Pedro 3,3-
4,9).

Lic. Claudia MENDOZA /// 8/05/20 76

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