Fantasía
Fantasía
Fantasía
Crear fantasías es una función del yo. La concepción de la fantasía como expresión mental de los
instintos por mediación del yo supone mayor grado de organización yoica de que postula Freud.
Por ejemplo él bebé que empieza a sentir hambre y trata de sobreponerse mediante la
alucinación omnipotente de poseer un pecho bueno que lo amamanta: la situación será
radicalmente distinta si se le da de mamar pronto que si se lo deja con hambre durante largo
tiempo.
La posición esquizo-paranoide
Según Melanie Klein, hay suficiente yo al nacer como para sentir ansiedad, utilizar mecanismos de
defensa y establecer primitivas relaciones objétales en la fantasía y en la realidad.
Al mismo tiempo el objeto ideal se proyecta la libido del yo a conservar la vida. Con dos objetos: el
objeto primario, el pecho, en esta etapa disociado en dos partes, el pecho ideal y el persecutorio.
La fantasía del objeto ideal, experiencias gratificadoras de ser amado. Fantasía de persecución
privación y dolor
También amenaza de ser aniquilado por los perseguidores, la ansiedad predominante aniquilarán
escisión, que es esquizoide.
Por ejemplo, la proyección hacia afuera de malos sentimientos y partes malas del yo produce
persecución externa. La reintroyección de perseguidores origina ansiedad hipocondriaca.
Ninguna experiencia del desarrollo humano se borra o desaparece jamas; debemos recordar que
hasta en el individuo más normal ciertas situaciones removerán las ansiedades tempranas y
pondrán en funcionamiento los tempranos mecanismos de defensa. Además, en una personalidad
bien integrada. Acompaña al proceso de escindir al objeto en uno bueno y otro malo sirve, sin
embargo, para ordenar el universo de las impresiones emocionales y sensoriales del niño y es una
condición previa para la integración posterior. La escisión es también la base de lo que más tarde
llegará a ser la represión.