Psicopatologia de La Conducta Delictiva

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PSICOPATOLOGÍA DE

LAS CONDUCTAS
DELICTIVAS
Renée Estrada Nateras

Penitenciarías

Arturo Hernández García

4AM

Tarea #14
Introducción
Este trabajo busca dar a conocer las diferentes maneras que tienen de vivir dentro de una
cárcel en México. Un tema que no toda la gente conoce y que es de suma relevancia para poder tener
una reinserción social adecuada para los internos en aspectos biopsicosociales.

Desarrollo
La psicopatología criminal estudia la relación existente entre el crimen y los trastornos psicológicos. El
vínculo que tienen estos dos términos cuenta con una larga historia, se remonta al inicio de la
psicología como ciencia. Su relación ha sido controvertida debido a las diferentes características
patológicas de la persona que cometía el crimen, no obstante, en la actualidad, parece haber mayor
consenso. Los trastornos psicológicos que más se suelen relacionar con el crimen son: el Negativista
Desafiante, el Explosivo intermitente, el de Conducta, el de Personalidad Antisocial y algunas Parafilias.
Sin embargo, el psicópata es considerado por la criminología como el actor de los crímenes más crueles
y presenta unas características definitorias más allá del Trastorno de la Personalidad Antisocial, aunque
en los manuales de psiquiatría no se diferencia. Trastorno Negativista desafiante 313.81 (F91.3)

Trastorno de la conducta

- El trastorno de la conducta se caracteriza por un patrón repetitivo y persistente de


comportamientos en los que no se respetan los derechos de los demás, las normas o reglas
sociales propias de la edad. Estos comportamientos se dividen en cuatro grupos:
- Agresión a personas y animales: acosa, amenaza, inicia peleas, ha ejercido crueldad física hacia
personas y/o animales, puede utilizar armas para hacer daño, ha robado agrediendo a la
víctima y/o ha cometido una violación sexual.
- Destrucción de la propiedad: ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien o ha
prendido fuego deliberado para provocar graves daños.
- Engaño o robo: miente con frecuencia para obtener cosas de otros ya sean materiales o
favores, ha robado objetos de valor y/o ha irrumpido en el hogar o vehículo de alguien.
- Incumplimiento grave de las normas: falta con frecuencia a la escuela o instituto y se suele
saltar a menudo la prohibición de los padres de no salir por la noche, llegando incluso a no
regresar a casa en alguna ocasión.
- El patrón de comportamiento suele darse en distintos contextos como el hogar, la institución
académica o la comunidad.
- Junto con las manifestaciones clínicas definitorias, suelen presentarse otros síntomas
asociados como:
- Falta de remordimiento o culpabilidad, es decir, una falta de preocupación sobre las
consecuencias de sus acciones.
- Insensibilidad, carencia de empatía. Suelen describirlo como una persona fría e indiferente,
que sólo se preocupa por los efectos que sus actos tengan sobre él mismo, incluso cuando
provoca daños importantes a los demás.
- Despreocupación por su rendimiento. No se esfuerza por alcanzar un rendimiento adecuado,
ni muestra preocupación por ello. Suele culpar a los demás de su bajo rendimiento.
Afectividad superficial o deficiente. No expresa sentimiento con los demás salvo de una forma
superficial o cuando para obtener algún beneficio. La prevalencia del trastorno suele ser más frecuente
en los hombres que en las mujeres, llegando a alcanzar en los primeros un dieciséis por ciento y en las
segundas un nueve por ciento. El inicio del trastorno suele producirse entre los cinco o seis años,
aunque usualmente se observa al final de la infancia. Es raro que comience después de los dieciséis
años. No obstante, para su clasificación en el DSM-V se ha de especificar si es de inicio en la infancia
[312.81 (F91.1)], antes de los 10 años, o de inicio en la adolescencia [312.82 (F91.2)] cuando no
muestran ningún síntoma característico antes de los 10 años.

- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

La característica esencial del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un patrón
persistente de desatención e hiperactividad-impulsividad, que es más frecuente y grave que el
observado en sujetos de un nivel de desarrollo similar. Los signos del trastorno pueden ser mínimos o
nulos cuando la persona está sometida a una situación con estricto control, a una relación personal de
uno a uno o a situaciones novedosas y/o de gran interés o estimulantes. Los síntomas tienden a
producirse con más frecuencia en situaciones de grupo. Las características de inatención son con
frecuencia: dificultades para mantener la atención, parece no escuchar, no sigue instrucciones, evita o
se muestra poco entusiasta en comenzar nuevas tareas, se distrae con facilidad y olvida tareas
cotidianas. Las características de hiperactividad e impulsividad son: se muestra con hipercinesia en
diferentes situaciones, tiene dificultades para jugar de forma tranquila, habla excesivamente, responde
antes de terminar una pregunta e interrumpe.

Otras características asociadas a este trastorno pero no definitorias son: baja tolerancia a la frustración,
labilidad emocional, baja autoestima, disforia, autoritarismo, e insistencia excesiva para satisfacer sus
deseos.

Aunque las personas con este trastorno tienen un comportamiento impulsivo que puede llegar a ser
hostil, de desafío y oposición, éste no suele violar las normas sociales características de la edad, cuando
esto último ocurre suele existir una comorbilidad con el Trastorno de la Conducta. No obstante,
siguiendo a Garrido (2008) pueden darse una serie de circunstancias que predispongan al sujeto a
involucrarse en situaciones violentas y/o delitos de gravedad.

- Trastorno de la personalidad antisocial 301.7 (F60.2)

La característica esencial del Trastorno Antisocial de la personalidad es un patrón general de desprecio


y violación de los derechos de los demás, que comienza con síntomas del Trastorno del
Comportamiento antes de los quince años y continúa en la edad adulta. Algunos de los rasgos
característicos de la personalidad antisocial son: un fracaso reiterativo para adaptarse a las normas
sociales y legales, deshonestidad con la intención de obtener un beneficio o placer personal,
impulsividad o incapacidad para planificar el futuro, irritabilidad y agresividad manifiestas en
agresiones físicas repetidas, irresponsabilidad constante y ausencia de remordimiento ante cualquier
acto que viole los derechos de los demás, incluido un acto de gran crueldad con graves consecuencias
para los otros

Millon (2006) considera que “en la personalidad antisocial, la maldad y la locura parecen
entremezclarse. Algunas veces, los delitos de los antisociales son tan incomprensibles y moralmente
repugnantes que el acto por sí solo nos hace dudar de su cordura” (Millon, 2006, p. 158). Millon (1990,
visto en Millon 2006), dentro del patrón principal de la personalidad antisocial, distingue cinco
variantes: el codicioso, el defensor de su reputación, el arriesgado, el nómada y el malevolente.
Desglosados estos subtipos los que presentarían unas características más cercanas a la posibilidad de
cometer un acto criminal son: el codicioso y el malevolente.

Conceptos
Norma:
1. f. Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc.
Social:
1. adj. Perteneciente o relativo a la sociedad.
2. adj. Perteneciente o relativo a una compañía o sociedad, o a los socios o compañeros, aliados o
confederados.
Sentenciar:
1. tr. Dar o pronunciar sentencia.
2. tr. Condenar por sentencia en materia penal.
3. tr. Expresar el parecer, juicio o dictamen que decide a favor de una de las partes contendientes
lo que se disputa o controvierte.
Reinserción:
1. f. Acción y efecto de reinsertar.
Gobierno:
1. m. Acción y efecto de gobernar o gobernarse.
2. m. Órgano superior del poder ejecutivo de un Estado o de una comunidad política, constituido
por el presidente y los ministros o consejeros.
Ley:
1. f. Regla fija a la que está sometido un fenómeno de la naturaleza.
Prisionero:
1. m. y f. Militar u otra persona que en campaña cae en poder del enemigo.
2. m. y f. Persona que está presa, generalmente por causas que no son delito.
3. m. y f. Persona que está dominada por un afecto o pasión.
Tratamiento:
m. Modo de trabajar ciertas materias para su transformación.
Confianza:
1. f. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.
Silencio:
m. Abstención de hablar.
m. Falta u omisión de algo por escrito.
Delito:
1. m. Culpa, quebrantamiento de la ley.
2. m. Acción o cosa reprobable.
3. m. Der. Acción u omisión voluntaria o imprudente penada por la ley.
Convenio:
1. m. Acuerdo o pacto.
Pena:
2. f. Castigo impuesto conforme a la ley por los jueces o tribunales a los responsables de un delito
o falta.

Conclusión.
La vida en las cárceles, aparte de tener un impacto psicológico por el hecho del confinamiento, tiene
muchas alteraciones en México pues viven de manera no humanas. Todas estas circunstancias llevan a
muchas enfermedades mentales y físicas y su cambio es una clave fundamental para una buena
reinserción social. No dejando de lado que es importantísimo recordar siempre que son seres humanos
y se merecen ser siempre tratados como tal.

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