STSJ de Galicia de 22 de Enero de 2020, Recurso 15918-2018
STSJ de Galicia de 22 de Enero de 2020, Recurso 15918-2018
STSJ de Galicia de 22 de Enero de 2020, Recurso 15918-2018
1
JURISPRUDENCIA
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Admitido a trámite el presente recurso contencioso-administrativo, se practicaron las diligencias
oportunas y, recibido el expediente, se dio traslado del mismo a la parte recurrente para deducir la oportuna
demanda, lo que se hizo a medio de escrito en el que, en síntesis, tras exponer los hechos y fundamentos de
Derecho que se estimaron pertinentes, se acabó suplicando que se dictase sentencia declarando no ajustada
a Derecho la resolución impugnada en este procedimiento.
SEGUNDO.- Conferido traslado a las partes demandadas, se solicitó la desestimación del recurso, de
conformidad con los hechos y fundamentos de Derecho consignados en las contestaciones de la demanda.
TERCERO.- No habiéndose recibido el asunto a prueba y declarado concluso el debate escrito, quedaron las
actuaciones sobre la mesa para resolver.
CUARTO.- En la sustanciación del recurso se han observado las prescripciones legales, siendo la cuantía del
mismo de 200 euros.
FUNDAMENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Se interpone el presente recurso jurisdiccional contra el acuerdo del Tribunal Económico
Administrativo Regional de Galicia de 20 de junio de 2018, que desestima la reclamación económico-
administrativa número NUM000 y acumuladas NUM001 , NUM002 , NUM003 , promovidas contra otros de
la Delegación de A Coruña de la ATRIGA sobre sanciones por infracciones tributarias simples, tipificadas en
el artículo 198.1 Ley 58/2003, de 17 de diciembre (LGT).
A los demandantes se les sanciona por no presentar en plazo la declaración-liquidación del impuesto sobre
sucesiones en relación a la herencia de doña Regina .
Tanto en vía administrativa como ahora en la judicial sustentan su impugnación en la prescripción de la
infracción y, no sin cierta contradicción con el alegato anterior, inexistencia de la misma por cuanto a la fecha
en la que, supuestamente, se cometería era imposible su perpetración en la medida en que la renuncia a la
herencia por el instituido, en primer lugar, heredero y legatario en el testamento, no reabre un nuevo plazo
voluntario para la declaración del impuesto en relación a los beneficiarios, careciendo de eficacia interruptiva
de la prescripción respecto de estos, el requerimiento dirigido al renunciante. Citan en apoyo de su tesis, las
resoluciones de la DGT V2649-13 y 2315-16. Igualmente, se aduce la inaplicabilidad del artículo 24.3 de la Ley
29/1987, de 18 de diciembre, del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (LISYD).
Dado que la prescripción de la infracción se anuda, fundamentalmente, a la del derecho de la Administración
a liquidar debemos reseñar los siguientes antecedentes de interés:
La causante fallece el 21 de noviembre de 2011. En su testamento había designado coheredero y colegatario
a don Ezequiel , señalando que en caso de renuncia sería sustituido por sus descendientes.
El 7 de octubre de 2015 la ATRIGA notificó al heredero requerimiento para presentación de la declaración-
liquidación del impuesto sobre sucesiones pero mediante escritura otorgada el 9 de octubre de 2015 renunció
a la herencia de doña Regina .
Según manifiestan los actores, pues en el expediente no obra la documentación que permitiría constatar la
fecha de las notificaciones y si fueron realizadas, el 26 y 29 de diciembre de 2016 se notificó a 3 de ellos
(don Vidal , don Jesús Ángel y don Jesús Luis ) requerimiento para la presentación de la autoliquidación
del impuesto. Doña Carolina niega haber recibido dicha notificación que la oficina de gestión data en el
5/1/2017 y el TEAR en el 26/12/2016. El 9/1/2017 los recurrentes presentan las autoliquidaciones alegando
la prescripción del derecho de la Administración para determinar la deuda tributaria.
2
JURISPRUDENCIA
Se inicia expediente sancionador por la infracción prevista en el apartado 2, del artículo 198 LGT, aunque tras
la presentación de alegaciones se modifica la infracción por mediar requerimiento previo de la Administración.
Se reiteran las alegaciones ya expuestas que son rechazadas en atención a la que el requerimiento dirigido al
heredero testamentario interrumpió la prescripción del derecho a liquidar la deuda tributaria en relación a los
beneficiarios de la renuncia y, por tanto, también la acción para sancionar.
SEGUNDO.- De los antecedentes expuestos ya se advierte que, habiéndose sancionado a todos los recurrentes
por la presentación extemporánea de la autoliquidación del impuesto sobre sucesiones mediando previo
requerimiento, la negación por doña Carolina de haber recibo tal notificación (hecho negativo) imponía a la
Administración la carga de acreditar que efectivamente se practicó en la fecha que se reseña en el acuerdo
sancionador, el 5/1/2017 (aunque el TEAR fija la notificación de todos los requerimientos el 29 de diciembre).
Sin embargo, en el expediente únicamente obran las actuaciones del procedimiento sancionador, entre las que
no figuran los acuses de recibo de tales requerimientos, ni se ha incorporado a lo largo de este procedimiento
dicha documental, por lo que el recurso respecto de la citada demandante debe acogerse en todo caso
parcialmente pues aunque en la inicial propuesta de sanción se subsumían los hechos en el apartado 2 del
artículo 198 de la LGT, esta fue modificada posteriormente, imponiéndose la sanción a todos los actores al
amparo del apartado 1, siendo la cuantía que correspondería a la misma al no mediar requerimiento previo de
la Administración, la mitad de la impuesta.
Dicho esto, en cuanto a la prescripción de la infracción, el artículo 189 LGT establece que: " 2. El plazo de
prescripción para imponer sanciones tributarias será de cuatro años y comenzará a contarse desde el momento
en que se cometieron las correspondientes infracciones.
3. El plazo de prescripción para imponer sanciones tributarias se interrumpirá:
a) Por cualquier acción de la Administración tributaria, realizada con conocimiento formal del interesado,
conducente a la imposición de la sanción tributaria.
Las acciones administrativas conducentes a la regularización de la situación tributaria del obligado interrumpirán
el plazo de prescripción para imponer las sanciones tributarias que puedan derivarse de dicha regularización".
Aunque nos concierne exclusivamente la sanción, para dar respuesta a todas las cuestiones planteadas
debemos, por un lado, determinar el momento en el que se comete la infracción imputada y, en particular,
cuándo tenían que haber presentado la declaración los demandantes; y, de otro, si existen actos que
interrumpieron el plazo de prescripción.
La ATRIGA considera que el requerimiento al renunciante de la herencia interrumpió la prescripción frente a
todos, de modo que cuando los actores adquieren la condición de obligados tributarios por el impuesto de
referencia, esto es, a la fecha de la renuncia (9/10/2015) se abre un nuevo plazo para la presentación de la
declaración que concluía a los seis meses, y dado que dicha obligación se cumplió expirado el plazo voluntario,
previo requerimiento de la Administración, el procedimiento sancionador se inició antes del trascurso de los
cuatro años.
Realmente, los interesados vinculan la obligación de presentar la declaración con la posibilidad de la
Administración de liquidar la deuda tributaria, la cual niegan argumentando que al no ostentar la condición de
herederos a la fecha del requerimiento dirigido al renunciante, no les puede alcanzar los efectos de dicho acto;
la sucesión se abre a la fecha del óbito del causante y el plazo voluntario de presentación de la declaración es
de seis meses a contar desde tal fecha. No hay otro plazo para los beneficiarios de la renuncia, todo ello con
cita y doctrina civilista sobre los efectos de la repudiación de la herencia.
La confusión de los actores surge de la proyección al ámbito fiscal de conceptos y teorías civilistas cuando
existe normativa tributaria que regula la controversia. La cuestión debatida ha de resolverse al margen de
la concepción y diferencias que en el marco civil presenta la renuncia respecto de la repudiación de la
herencia. En palabras de K. TIPKE, el Derecho tributario y el Derecho civil responden a finalidades distintas:
el ordenamiento tributario pretende realizar una justa distribución de las cargas públicas entre los ciudadanos,
mientras que el Derecho civil regula las relaciones jurídicas entre los particulares. Por ello cada uno de estos
sectores del ordenamiento tiene sus propios principios, y sus propios conceptos. El Derecho tributario utiliza
términos tomados del Derecho civil para tipificar determinadas manifestaciones de capacidad económica, pero
al hacerlo así suele modificar su contenido. Naturalmente es posible que el legislador tributario haya querido
asumir íntegramente un concepto procedente del Derecho privado, pero para llegar a esta conclusión deberá
realizarse previamente una labor interpretativa de la ley fiscal.
Y en el caso que nos ocupa, además de las previsiones generales sobre el plazo de prescripción y actos que
la interrumpen de los artículos 66 a 68 LGT, a los que remite el artículo 25 LISYD, y la norma específica sobre
el devengo del impuesto que nos ocupa (artículo 24 LISYD), existe una regulación fiscal de la repudiación y
3
JURISPRUDENCIA
4
JURISPRUDENCIA
en supuestos de actuación amparada por una interpretación razonable de las normas. Y sucede en el caso
de autos, que aun surgiendo la discusión planteada de la proyección de una determinada doctrina civilista al
ámbito fiscal, la utilización por la norma tributaria de términos propios de otra rama del Derecho ofrece una
razonable cobertura al uso de su concepto y, por ende, de alguna de las interpretaciones doctrinales de estos,
lo que a nuestro entender excluye la culpabilidad, por lo que el recurso debe estimarse.
TERCERO.- Dentro de las posibilidades que confiere el artículo 139 de la Ley Jurisdiccional no hacemos
especial pronunciamiento en cuanto a las costas procesales.
FALLO
Por todo lo expuesto, en nombre del Rey, por la autoridad que le confiere la Constitución, esta sala ha decidido:
1. Estimar el recurso contencioso-administrativo interpuesto por don Jesús Ángel , doña Carolina , don Jesús
Luis y don Vidal contra el acuerdo del Tribunal Económico Administrativo Regional de Galicia de 20 de junio
de 2018, que desestima la reclamación económico-administrativa número NUM000 y acumuladas NUM001
, NUM002 , NUM003 , promovidas contra otros de la Delegación de A Coruña de la ATRIGA sobre sanciones
por infracciones tributarias simples.
2. Anulamos dichos acuerdos por ser contrarios a Derecho.
3. No hacemos especial pronunciamiento en cuanto a las costas procesales.
Notifíquese la presente sentencia a las partes, haciéndoles saber que contra ella puede interponerse recurso
de casación ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo. Dicho recurso habrá de prepararse ante la Sala de
instancia en el plazo de treinta días, contados desde el siguiente al de la notificación de la resolución que se
recurre, en escrito en el que, dando cumplimiento a los requisitos del artículo 89 de la Ley Reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa, se tome en consideración lo dispuesto en el punto III del Acuerdo
de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo de fecha 20 de abril de 2016, sobre extensión máxima y otras
condiciones extrínsecas de los escritos procesales referidos al recurso de casación (B.O.E. del 6 de julio de
2016).
Así se acuerda y firma.