Generalidades Sobre Legislación Educativa
Generalidades Sobre Legislación Educativa
Generalidades Sobre Legislación Educativa
En el año 2000, en congruencia con los lineamientos de la política social del gobierno
(Matriz Social de Política Social) el Ministerio de Educación estableció su Plan de
Gobierno Sector Educación, para el período de 2000 a 2004.
Como ciencia, proporciona los principios y las técnicas para prever, planear, organi zar,
dirigir, integrar y evaluar todos los componentes del sistema educativo en ámbi - tos
restringidos, como las escuelas y las respectivas comunidades,o en ámbitos más amplios,
como los de supervisión y alta dirección del sistema, de tal modo que cada uno pueda
contribuir de modo eficaz al logro de los objetivos educacionales (2).
Otros autores conceptualizan la Administración educativa como "la aplicación racio nal y
sistemática de los principios y las teorías de la administración general al mane - jo de
organizaciones educativas" (5); pues esta disciplina busca resolver en una orga nización
educacional la asignación y coordinación de los distintos recursos con los que ella cuenta,
sean estos materiales, financieros, tecnológicos, académicos, con el fin de lograr los
objetivos y metas trazados por la institución (6).
La administración educativa implica el logro de objetivos por parte de personas que aportan
sus mayores esfuerzos, y de acuerdo con acciones que de antemano se pre establecen,
situación que puede presentarse tanto en el sector educativo privado co- mo en el
gubernamental. Aquella se puede conceptualizar como la aplicación racio -nal y sistemática
de los principios y teorías de la administración al manejo de organis mos educativos; o bien
como la forma razonable y segura de conducir la escuela ha cia el logro pleno de los
objetivos de la educación (2).
LA ADMINISTRACION Y LA LEGISLACION
La asignatura de Administración y Legislación Educativa está basada en los fundamentos de la
enseñanza problémica (relación sujeto –legislación –gestión educativa-sujetos), considerando las
condiciones teórico-prácticas porque requiere de un conocimiento de las bases científicas que se
aplican en la administración y legislación educativa de acuerdo a su contexto y especialidad;
desarrolla en los estudiantes el pensamiento crítico para la Gestión y la administración del sector
educación basado en el marco legal que respalda el funcionamiento de la educación pública en el
país. Se desarrollará a través de seminarios, talleres, trabajos grupales cuyos productos serán
expuestos y evaluados a través de una evaluación productiva con sus diferentes instrumentos y
durante todo el proceso a fin de garantizar el logro de las competencias del futuro docente en el
marco de la visión de la UNCP y la FACAP, el ser una Facultad Humanista en el afán de un
rendimiento profesional óptimo. La asignatura desarrolla los siguientes temas fundamentales:
Legislación Educativa, Administración Educativa.
Justamente, quien logra una administración escolar efectiva, de éxito, tiene amplias
habilidades directivas que incluso pueda desarrollar una gama de dinámicas e implemente
entre su población docente y no docente la del juego como rutina de aprendizaje.
Articulo 59. "El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene
derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en
público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a
las buenas costumbres y al orden público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la
autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de
esta Constitución y de la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos o hijas
reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones.
Nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley
ni para impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos".
Artículo 103. Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente,
en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus
aptitudes, vocación y aspiraciones. La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde
el maternal hasta el nivel medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado
es gratuita hasta el pregrado universitario. A tal fin, el Estado realizará una inversión
prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la Organización de las Naciones
Unidas. El Estado creará y sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados para
asegurar el acceso, permanencia y culminación en el sistema educativo. La ley garantizará
igual atención a las personas con necesidades especiales o con discapacidad y a quienes se
encuentren privados o privadas de su libertad o carezcan de condiciones básicas para su
incorporación y permanencia en el sistema educativo.
CONCEPTOS JURIDICOS
Es de Derecho natural que todos los hombres de cualquier raza, condición y edad, por poseer la
dignidad de persona, tienen un derecho inalienable a una educación que responda al propio fin, al
propio carácter, al diferente sexo y que se acomode a la cultura y tradiciones del país, y se abra, al
mismo tiempo, a las relaciones con otros pueblos.
Es también de Derecho natural que los padres tienen derecho a que sus hijos reciban la educación
tanto cívica como religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Surge así un
derecho de los padres a elegir centro docente, y, consecuentemente, la posibilidad de diferentes
ofertas educativas que presupone la existencia de la libertad de enseñanza.
2. Perspectiva internacional.
Suele ser frecuente apoyar y fundamentar el derecho a la educación en los textos internacionales
sobre derechos humanos. Se citan en este sentido:
- Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Bogotá, 2-V-48 (art. 30).
- Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. París, 26-
III-52 (art. 2).
- Declaración Universal de Derechos del Niño, 1959 (art. 7).
- Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales. ONU, 16-XII-1966 (art. 13.3).
Estos y otros documentos, que constituyen una especie de derecho común a todos los pueblos,
contienen, esencialmente, las siguientes declaraciones:
3.ª Los padres tienen derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus
hijos.
4.ª El Estado tiene el deber, en el ejercicio de sus funciones educativas, de respetar el derecho de
los padres a asegurarse de que la educación de sus hijos sea conforme con sus convicciones
religiosas y filosóficas.
1.ª Como es sabido, una de las ideas fundamentadoras de las revoluciones de los siglos XVIII y XIX
(francesa, americana e hispanoamericana) fue la de que los derechos naturales fundamentales
estaban por encima del Estado. Con ello se conectaba con algo que era obvio en el pensamiento
filosófico-jurídico de inspiración cristiana.
2.ª Pero el positivismo jurídico de la segunda mitad del XIX y primera del XX invirtió los términos,
afirmando que todo derecho subjetivo tiene su origen en el reconocimiento que haga de él el
Estado, y, junto con la escuela histórica, niega la existencia de unos derechos naturales y básicos
de la persona.
3.ª En otra versión del positivismo, basado en las deficiencias del pensamiento racionalista, apoya
el movimiento de la ilustración, en el que, hablando mucho de los derechos humanos, enfatizar su
carácter individual, desconoce el sentido general o universal y los desprovee de fundamentación
moral.
4.ª La reacción a los Estados colectivistas y totalitarios, después de la II Guerra Mundial, produce
una renovación filosófica del iusnaturalismo, recuperándose la fundamentación moral de los
derechos del hombre basada en su dignidad. Sin embargo, esto no es admitido por todos los
países, aun firmantes de tales Declaraciones o Convenios.
5.ª Como última etapa del pensamiento actual, gran parte de juristas y filósofos, influenciados por
el positivismo, por el historicismo y aun por el existencialismo, defienden una concepción del
hombre en la que no se habla de naturaleza humana, produciéndose una sustitución del término
«derechos naturales» por el de «derechos humanos». Y en este momento, los derechos humanos
se conciben como libertades que se tratan de ampliar lo más posible mediante regulaciones
legales obtenidas por el consenso entre concepciones diferentes.
Y es en estas regulaciones legales donde aparece la posible confusión. Porque después de que el
racionalismo vacíe el derecho natural de sus bases metafísicas, rebelándose contra la Ley de la
Naturaleza, exaltándose lo humano, proclamando la autonomía de la voluntad y transformando al
hombre en la única norma de sí mismo, permite al liberalismo sentar las bases jurídicas del
desarrollo del positivismo inspirador de aquellos textos, en lucha con el iusnaturalismo recobrado.
LEY
es una ley que tiene por objetivo normar el sistema educativo en Guatemala y todas sus
vertientes, de acuerdo al Decreto 12-91 del Congreso de la República de Guatemala.
DERECHO
La sección cuarta de la Constitución Política de la República de Guatemala contiene once artículos
dedicados a la educación. El artículo 71 establece: “Se garantiza la libertad de enseñanza de
criterio docente. Es obligación del Estado proporcionar y facilitar educación a sus habitantes sin
discriminación alguna”. También establece que el fin primordial de la educación es el “desarrollo
integral de la persona, el conocimiento de la realidad y cultura nacional y universal” (artículo 72).
El artículo 73 se refiere a la libertad de educación y asistencia estatal, estableciendo que “la familia
es fuente de la educación y los padres tienen derecho a escoger la que ha de impartirse a sus hijos
menores” y establece que “el Estado podrá subvencionar a los centros educativos privados
gratuitos”. El artículo 74 establece que la educación impartida por el Estado es gratuita y que el
mismo proveerá y promoverá becas y créditos educativos. La Constitución declara que el Estado
organizará y promoverá con todos los recursos necesarios la alfabetización (artículo 75) y
establece que la administración del sistema educativo deberá ser descentralizado y regionalizado y
que en zonas de población indígena la enseñanza deberá impartirse preferentemente en forma
bilingüe (artículo 76). También estipula que las empresas están obligadas a establecer y mantener
escuelas, guarderías y centros culturales para sus trabajadores y población escolar (artículo 77) y
que el Estado promoverá la superación económica, social y cultural del magisterio (artículo 78).
Adicionalmente, la Constitución Política establece que es de interés nacional el estudio y
aprendizaje de la explotación, comercialización e industrialización agropecuaria (artículo 79) y que
la ciencia y tecnología son bases fundamentales del desarrollo nacional (artículo 80). Finalmente,
la constitución establece que los títulos y diplomas que el Estado emita tienen validez legal
(artículo 81).
ESTADO
Los centro educativos son establecimientos de carácter público, privado o por cooperativa,
a través de los cuales se ejecutan los procesos de educación escolar. El fundamento para los
centros públicos, privados o por cooperativas son los artículos desde el 19 al 27 de la
respectiva ley. Estos centros están integrados por los educandos, los padres de familia, los
educadores y el personal técnico, administrativo y de servicio.
Ahora bien, el sistema de educación nacional se conforma por dos subsistemas de acuerdo
al artículo 6, así:
Ejerce el poder ejecutivo del país y está conformado por el Presidente, Vicepresidente,
consejo de ministros y demás entidades públicas correspondientes, como las secretarías de
la Presidencia. El Presidente y Vicepresidente son elegidos por un período improrrogable
de 4 años por medio del voto secreto y universal.
Organismo Judicial
Civil.
Penal.
De amparo y antejuicio.
Organismo Legislativo
En Guatemala, el proceso o procedimiento legislativo tiene su base legal en los artículos del
174 al 181 de la Constitución Política de la República y la Ley Orgánica del Organismo
Legislativo, Decreto Legislativo 63-94 y su reglamento respectivo. Este proceso es de la
siguiente forma:3
Iniciativa de Ley: Consiste en el acto por el cual determinados órganos del Estado someten
a consideración del Congreso de la República un proyecto de ley. El artículo 174 de la
Constitución establece a los siguientes órganos facultados para hacerlo:
Discusión: Deliberación por el Pleno del Congreso en tres sesiones en distintos días.
Establecido en el artículo 176 de la Constitución.
Aprobación: Lo hace la Junta Directiva del Congreso, con un plazo de 10 días para
enviarlo al Ejecutivo para su sanción. Lo establece el artículo 177 de la Constitución.
Publicación: Dar a conocer la ley a quienes deban cumplirla. Los establece la Constitución
en sus artículos 177 y 179.
Vigencia: Ocho días después de su publicación en el diario oficial a menos que la ley
restrinja el plazo. Lo establece el artículo 180 de la Constitución.
15. Vigencia de la Ley: Es la vida de una ley la cual puede ser determinada o
indeterminada. Es cuando la ley se vuelve aplicable, esto sucede ocho días después de su
publicación o cuando lo establezca la misma ley.
Las leyes, o sea, las reglas socialmente obligatorias, impuestas por las autoridades que ejercen el
gobierno de un estado a través de los órganos legislativos correspondientes, son muchas, y
emanadas de varios de estos órganos competentes para dictarlas. Todas ellas deben ser
respetadas, pero pueden existir casos en que exista contradicciones entre las normas, y para ello,
debe atenderse a su orden de importancia, que les otorga una jerarquía.
El ordenamiento jurídico guatemalteco tiene unas normas sui generis cuya naturaleza es
única. Se trata de las normas denominadas “leyes constitucionales”. Las cuatro leyes
constitucionales que tenemos en nuestro país son: 1) la Ley Electoral y de Partidos
Políticos; 2) la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 3) la Ley de
Orden Público y 4) la Ley de Emisión del Pensamiento. En el currículum universitario
guatemalteco enseñan que estas normas tienen una jerarquía superior a las denominadas
leyes ordinarias. El entendimiento común es que las leyes constitucionales están situadas
jerárquicamente en una posición intermedia entre la Constitución y las leyes ordinarias.
Hay algunas personas que van más allá, y dicen que las leyes constitucionales son parte de
la Constitución y/o parte del denominado Bloque de Constitucionalidad.
En sentencia del 24 de abril de 2013 dictada dentro del expediente 4708-2012, la Corte de
Constitucionalidad resolvió un amparo en el cual se reclamaba la amenaza de que el
Congreso de la República no solicite dictamen previo a la Corte de Constitucionalidad para
reformar la Constitución. Argumentaron los interponentes que la Constitución es una “ley
constitucional” y, por ende, le aplica el procedimiento de reforma de las leyes
constitucionales establecido en el artículo 175 constitucional, el cual exige un dictamen
previo de la Corte de Constitucionalidad. Concluían los interponentes que luego de ese
dictamen se podía proceder a la consulta popular.
En esta sentencia la Corte admite que “conforme a la jerarquía de las leyes nacionales la
Constitución Política de la República de Guatemala ocupa el primer lugar de todo el
ordenamiento jurídico nacional, seguida de las leyes constitucionales y posteriormente
toda la normativa ordinaria”. Esta cita confirma aquel entendimiento común al que me
refería en el segundo párrafo de este artículo. Estimo que este entendimiento respecto de la
jerarquía normativa en Guatemala es erróneo. Las leyes constitucionales no tienen una
jerarquía intermedia entre la Constitución Política y las leyes ordinarias; las leyes
constitucionales son leyes ordinarias que tienen un procedimiento agravado para su
reforma.
Se tiende a asignarle jerarquía superior a estas normas porque para su reforma no basta la
sola aprobación del Congreso, sino que requieren un dictamen previo de la Corte de
Constitucionalidad y la aprobación con 2/3 partes del total de diputados. Lo que se olvida
es que existen otras leyes que, aunque compartan algunas de estas características, siguen
siendo leyes ordinarias. Las normas que creen, varíen funciones esenciales, competencias o
estructuras de entidades descentralizadas o autónomas requieren la aprobación de las 2/3
partes del total de diputados, y eso no les da jerarquía superior. Las leyes que fijen las
características de la moneda requieren una opinión previa de la Junta Monetaria, y las leyes
ordinarias que fueron vetadas por el Ejecutivo alegando motivos de inconstitucionalidad
requieren una opinión de la Corte de Constitucionalidad, y esto no les da jerarquía superior.
El Dr. René Arturo Villegas Lara ha sido, probablemente, el único autor que ha abordado
este tema de manera contundente en su libro Elementos de introducción al estudio del
derecho – Teoría General del Derecho. Dice: “la tesis que sostenemos… es que el
calificativo de constitucionales es simplemente eso, un calificativo, sin efectos jerárquicos
superiores”. Y su tesis la basa en estos aspectos: 1) la Constitución califica dichas leyes
como constitucionales pero no les asigna jerarquía normativa superior; 2) la reforma de
estas leyes es facultad del legislador ordinario, sin necesidad que actúe como legislador
constituyente derivado; 3) las reformas a estas leyes solo necesitan dictamen previo y
favorable de la Corte de Constitucionalidad, trámite que pone en duda el sistema
republicano que rige al Estado de Guatemala, pues el ejercicio del poder soberano de
legislar no puede estar sometido a tribunal alguno; 4) la reforma a una ley constitucional
debe votarse con mayoría calificada, pero este requisito es exigible también en las leyes que
rigen las instituciones descentralizadas y autónomas, las que no son constitucionales; y 5) al
reformarse una ley constitucional no se necesita someter la reforma a una consulta popular
para que cobre vigencia, lo cual debilita más la jerarquía que se pretendió darle.