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Teatrín: Teatro de títeres (también llamado de marionetas o de muñecos) es el espectáculo

mudo o sonoro realizado con títeres o muñecos para manipular, ya sean de guante, de varilla,
de sombra o marionetas (títere articulado movido por hilos).1 nota 1 2 Asimismo, teatro de
títeres puede hacer referencia al local o espacio donde se representan las funciones, así como
al teatrillo, retablo o conjunto deescenario, atrezo, decorados y muñecos, construidos para
hacer títeres. A lo largo de los siglos ha desarrollado un rica variedad de modelos, tipos y
técnicas, desde las más primitivas en antiguas civilizaciones de Oriente y Occidente, hasta las
nuevas fórmulas y estéticas aparecidas en la segunda mitad del siglo XX, algunas de ellas con
un progresivo uso de la tecnología.3

Origen[editar]
Precedentes históricos[editar]
Artículo principal: Títeres

Títeres, copia del grabado en color hecho por Giovanni Volpato, conservado en el
Museo de Gadagne de Lyon. Reproduce un óleo pintado hacia 1770 por el
veneciano Francesco Maggiotto.

Algunos historiadores sostienen que su uso se anticipó a los actores en el


teatro.4 Hay ejemplos arqueológicos de que existieron enEgipto unos 2.000
antes de Cristo con el uso de figuras de madera manipulables con una cuerda.
Algunos muñecos articulados de marfiltambién fueron encontrados en tumbas
egipcias. Incluso algunos jeroglíficos describen "estatuas de pie" utilizadas por
los antiguos egipcios en dramas religiosos.

Los escritos más antiguos sobre los títeres se atribuyen a Jenofonte en


422 a. C. Entre las modernas aportaciones pueden mencionarse la
de Jodorowsky, con su creación en 1950 del Teatro de Títeres del Teatro
Experimental de la Universidad de Chile; y la de Jim Henson, su Muppets
Show y demás "teleñecos".

Los retablos[editar]
Los primeros teatritos mecánicos que se mencionan, en 1539 según Varey, son los
llamados retablos (por su parecido con las tablas pintadas o en relieve).5 El término, de origen
religioso, se aplicó poco después a los títeres manuales.nota 2 Más tarde llegarían a
diferenciarse ambos teatrillos, quedando el término retablo para los manuales, y los
mecánicos empezaron a conocerse como totilimondi, mondinovi o mundinuevo. Covarrubias,
en su definición, aclara que el mencionado retablo era la "caxa" (armazón del teatrillo) y no los
títeres.6

En las artes escénicas, "retablo" es el pequeño escenario en el que se representa el teatro de


títeres. El DRAE hace derivar ese uso ("pequeño escenario en que se representaba una
acción valiéndose de figurillas o títeres") de la definición y descripción de los retablos pictórico-
escultóricos, y destaca su capacidad de representación narrativa: "conjunto o colección de
figuras pintadas o de talla, que representan una historia o suceso") antes que su capacidad
decorativa como elemento arquitectónico.7 En 1611, el citado Covarrubiasdejó escrita en
su Tesoro de la lengua castellana, una curiosa descripción de los diferentes modelos de
retablo y sus maquinarias.8

Cervantes, que dejó noticia de titiriteros en varias de sus obras, se refiere a los retablos en
dos ocasiones singulares, en El retablo de las maravillas, entremés de 1615, y en los capítulos
XXV y XXVI de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, publicada aquel mismo
año.9 Por su parte, tomando al autor del Quijote como referente, Manuel de Falla compuso en
1923 El retablo de Maese Pedro (con títeres y escenografía de Hermenegildo Lanz y la
colaboración de Manuel Ángeles Ortiz); continuando la cultura de las marionetas gaditanas de
la Tía Norica (una de las más valiosas colecciones de títeres de cuerda de España). Poco
después, en 1930, culminando sus trabajos para los populares títeres de cachiporra, Federico
García Lorca escribió el Retablillo de Don Cristóbal.10 11

Teatro de títeres en España (siglo XX)[editar]


En las primeras décadas del siglo XX, la cultura del títere alcanzó un alto nivel de calidad
artística y literaria. Además de las incursiones en el medio titiritero de Falla y Lorca,
enCataluña, por ejemplo, a partir de la introducción por artistas italianos de las sombras
chinescas al comienzo del siglo XIX, el teatro de sombras sedujo con su poética a personajes
como Pedro Romeu, Santiago Rusiñol y Miquel Utrillo, impulsores de inolvidables veladas
titiriteras en el café de «Els Quatre Gats» en la Barcelona del cambio del siglo XIX al
XX.2 12 Poética que más tarde recuperó Jacinto Grau en El señor de Pigmalión (1921).

La reunión en Madrid de artistas e intelectuales de toda España rescató del olvido el arte
titiritera durante las primeras décadas del siglo XX.13 Se considera como uno de los
estimulantes de esa renovación del género la experiencia propuesta por Jacinto Benavente y
su teatro para niños (Teatro fantástico), en cuyo marco se estrenó en 1910 laFarsa infantil de
la cabeza del dragón de Ramón del Valle Inclán, y más tarde el "Teatro Pinocho" dirigido
por Magda Donato y Salvador Bartolozzi, y llegando desde Granada eldon Cristóbal, bruto
poético, par de otros "títeres de cachiporra" como Punch, Guiñol o los
primitivos polichinelas.14 En la década de 1920, la literatura del títere español alcanzaría su
momento más brillante de la mano del gallego Valle-Incláncon su Tablado de marionetas para
la educación de príncipes (1926) y los "dramas para marionetas" incluidos en su Retablo de la
avaricia, la lujuria y la muerte.2

En el umbral de la guerra civil española, el Gobierno de la Segunda República Española a


través del Ministro de Instrucción Pública y desde las plataformas del Museo Pedagógico
Nacional y la Institución Libre de Enseñanza patrocinó el proyecto de solidaridad cultural
conocido como Misiones Pedagógicas impulsadas por Manuel Bartolomé Cossío desde
la Institución Libre de Enseñanza. Dentro de ellas, y como recurso para llegar a los confines
más perdidos de la geografía española, se organizó el Teatro Guiñolo "Teatro de fantoches".
Uno de sus directores y dramaturgos fue Rafael Dieste, que escribió para aquél mágico guiñol
ambulante piezas como Farsa infantil de la fiera risueña(1933), El falso faquir (1933), Curiosa
muerte burlada (1933), La doncella guerrera (1933) y Simbiosis (1934).15 16

Tipología del teatro de títeres[editar]


Artículo principal: Títeres

Los profesionales reconocen cuatro técnicas básicas: los títeres de guante, los de varilla, los
de sombra y las marionetas (títere articulado movido por cuerdas o hilos). A lo largo de la
historia, estos cuatro modelos de manipulación se han mezclado, ampliado y enriquecido,
desarrollando una variada tipología:17

 Títere bufón o marotte, quizá inspirado en el cetro de los bufones medievales;


sencillo, primitivo e infantil: una cabeza atada a un palo cubierto por un largo faldón. Su
máxima expresión, por tamaño y dificultad de manejo, sería la Marotte a la cintura.
 Títeres digitales (el títere dedal para Mane Bernardo), solo recomendable en
espacios reducidos pero de un gran juego pedagógico.

Títere plástico gigante ideado por el ruso Nikolai Zykov.

 Títere mimado en el que la mano del titiritero que no sujeta el palo, aparece como
mano del propio muñeco.
 Títere de peana o pelele de piso (suelo), del tipo de títeres esperpento, finalmente
relacionados con el «body-puppet» o Títere pelele.
 Títeres de mecanismos, más comunes en Europa, cuyos muñecos, manipulados
desde abajo con varillas internas (que mueven no sólo los brazos sino también la boca,
los ojos, las cejas), requieren la sincronía de varios titiriteros ocultos en el armazón del
retablo.
 Títeres plásticos, una de las nuevas vías para el universo del títere, con el concurso
de las nuevas tecnologías.18

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