Geografia Historica de Querétaro
Geografia Historica de Querétaro
Geografia Historica de Querétaro
Viajar en el México del siglo XIX era digno de una hazaña, esto debido a lo
accidentado de nuestro extenso y variado territorio geográfico, aunque en la
actualidad introducirse a ciertas regiones sigue siendo difícil.
La aventura era una parada segura en los viajeros, ya que sobraban motivos para
embarcarse en una serie de peripecias dignas de encontrarse en un libro, entre
ellas; lo inhóspito de los lugares, los pocos y descuidados caminos que unían al
país, los temidos y continuos asaltos, y por último sin ser menos importante la
curiosidad de los viajeros que los hacía participes de las pintorescas costumbres y
tradiciones que a su paso veían en los poblados, dando como resultado una
extraña pero atractiva experiencia.
Es pues éste pequeño ensayo una descripción y análisis del viajero y el paisaje de
la geografía y la historia decimonónica que muy seguramente le tocó vivir a
Ezequiel Montes Ledesma en su andar por estas tierras, ya sea al salir de la
capital y viajar hasta su tierra natal en Cadereyta, Querétaro; o cuando viajaba a
poblaciones de los estados de Hidalgo, Guanajuato y México a los cuales alguna
vez representó como diputado.
Trataré de acercar al lector al relieve natural y cultural que se pudo haber visto y
vivido en esos años, desde un punto de vista de un historiador, a la usanza de
aquellos viejos viajeros que narraban lo que acontecía como si fuesen especie
memorias por no llamar crónicas históricas regionales. 1 No pretendo usurpar el
lugar del geógrafo, quien tiene su propio objeto de estudio, enfoque y método, los
cuales se asemejan a los nuestros en la historia pero que cambia la óptica de
estudio por muy poca que sea. Utilizaré entonces algunos consejos o ejemplos
que ellos han hecho en sus trabajos, en específico a los que denominan “geografía
humana”2 o “social” y nosotros llamamos “historia social” o “historia cultural” que si
uniéramos ambos enfoques podríamos decirle geografía-histórica, 3 termino
1
Claude Cortez, Geografía histórica (México: Instituto Mora-UAM, 1991) 41.
2
Ibíd. 38
3
Carlos Córdova, Como Acercarse a la Geografía (México: LIMUSA, 2005) 8.
también utilizado por ellos y muy parecido al nuestro pero por azares del destino
muy poco hermanado al hacer estudios interdisciplinarios.
4
María Eugenia García Ugarte, Querétaro historia breve, (México: SEP, 2010) 15
5
Lourdes Somohano, coord., Una historia al alcance de todos (México: UAQ, 2008) 77.
6
Guillermo Prieto, nos narra sus peripecias en Viajes de Orden Suprema, cuando es desterrado por Antonio
López de Santa Anna de la Ciudad de México entre los años de 1853-1855 y es mandado a Cadereyta no sin
antes dar un recorrido por algunas ciudades y villas queretanas. Por su parte Antonio María De la Llata en su
informe hecho por su visita al Distrito de Tolimán, el cual es descriptivo desde el punto de vista
administrativo-gubernamental, no obstante nos da su impresión acerca de las costumbres de los poblados a
su cargo.
La Guerra de Reforma e Intervención francesa 7 que como bien sabemos tuvieron
consecuencias destructivas en muchos poblados, como las ciudades de San Juan
del Río y Santiago de Querétaro (capital estatal), donde la población se dividió en
los bandos imperialistas y republicanos, ocasionando batallas hasta en los barrios.
¡Hemos recorrido en nueve horas el espacio que, no hace un año todavía, se atravesaba
difícil y penosamente en un viaje de dos días mortales! 11
7
En Querétaro como en otros estados del país, se dividieron los bandos políticos en liberales y
conservadores, teniendo su punto más álgido a mediados del siglo XIX, en especial entre los años de 1857-
1867, en la llamada Guerra de Reforma, fueron justo estos años cuando Tomas Mejía, Miguel Miramón y
Leonardo Márquez por el lado conservador controlaron parte del estado y por el bando liberal José María
Arteaga quien no solo encabezo la guerra sino la gubernatura en un par de veces hasta morir en 1865 en
plena Intervención francesa. En Lourdes Somohano, coord., Querétaro en el tiempo, Tomo II, (Querétaro:
Poder Ejecutivo del Estado, 2010) 81-87.
8
Etapa de la historia de México que se llamó así debido a la dictadura de Porfirio Díaz, (1876-1911) basada
en una seudo-democracia modernizadora que desarrollo un mercado nacional integrado
preponderantemente hacia la exportación, es importante señalar que hubo un periodo presidencial que
recayó en Manuel González (1880-1884). Joaquín Córdova Zoilo, El Porfiriato,
<http://www.artehistoria.com/v2/contextos/2744.htm> (13 de Septiembre de 2015).
9
Francisco González de Cosió, gobernó primero de 1880-1883, nuevamente y de manera ininterrumpida de
1887-1911, en Cecilia Landa Fonseca, Querétaro una historia compartida (Querétaro: Gobierno del Estado,
1990) 106.
10
Rafael Ayala Echávarri, op. cit. 168.
11
Cecilia Landa Fonseca, Comp., Querétaro textos de su historia (Querétaro: Gobierno del Estado-Instituto
Mora, 1989) 144.
Viajes, Travesías y Peripecias
A la salida desde algún punto septentrional de la capital del país salían las
diligencias (tal vez en alguna de ellas Ezequiel Montes), carros, coches o como
hoy les llamamos melancólicamente carruajes con rumbo hacia el norte en busca
del Camino Real de Tierra Adentro 12 herencia hispánica hecha para fines
administrativos, comerciales, políticos y sociales, pues por ahí se abastecía y
controlaba los granos del Bajío y los minerales de Guanajuato Zacatecas, San
Luis Potosí y demás minas que abundaban y abundan en la región.
12
UNESCO. “Camino Real de Tierra Adentro”, <http://whc.unesco.org/es/list/1351> (10 de Agosto de 2015)
Así se emprendían los viajes en carruajes pintorescos llenos de costumbres y
hábitos añejos a nosotros y propios del siglo XIX, en ellos convergían y se
repelaban estratos poblacionales desde el pueblo llano hasta los más pudientes,
estos últimos seguramente creían engalanar los viajes y tierras por las que
pasaban, pero en verdad hacían más variado y nutrido el paisaje cultural, sin
olvidar por supuesto a las pujantes y nacientes clases medias que veían crédulos
con un ojo en la vida aristócrata y con el otro en la picardía popular.
Al paso de las horas se hacía una primera escala, subían más pasajeros así como
aquellas revisiones, pagos de alcabalas y peajes. Acomodados todos en los
carruajes se preparaban para empezar uno de los tramos ascendentes y
accidentados entre la frontera mexiquense e hidalguense. Continuaba el recorrido
entre uno y otro movimiento brusco que causaba molestia entre los pasajeros,
pero se guardaba la calma con tal de pensar que pronto se llegaría al destino final.
Es aquí donde el paisaje tomaba un sin fin de formas con curvas, terrenos
desiguales y naturaleza en extremo; variedad de árboles y campos que invitan a
pensar en la creación divina de la tierra o la explicación científica de la vida,
según sea el credo que profesase el viajante-lector.
Horas más tarde se pasaba por San Miguel de los Jagüeyes en Huehuetoca
Estado de México, si la diligencia creía necesario una parada de largo tiempo lo
hacía y si no se hacían los deberes pertinentes para pasar seguir de largo, pues a
poca distancia quedaba Tepejí del Rio en Hidalgo , un lugar lleno de agua y
extensiones majestuosas de tierras impregnadas de ese color verde, aptas para
sembrar, Sitio que ofrecía un lugar más cómodo y práctico para descansar,
proveerse de víveres, recuerdos y cosas en general, dado que era un paso
forzoso para comerciar, por lo que el viajante encontraba más variedad de objetos
y por supuesto de alimentos bajo sus fondas. En ocasiones sí la noche no
apremiaba el paseante solía dormir bajo este suelo sino proseguía su camino
hasta Arroyo Zarco de nuevo en el Estado de México y ahí en un caserío frente al
camino se pernoctaba bajo una posada de buenas dimensiones y elegantes
muebles, según nos cuenta Guillermo Prieto, lo que hacía ameno la estancia en
este pueblo. Lamentablemente se descansaba poco porque como a las dos o tres
de la madrugada se emprendía de nueva cuenta la marcha de la diligencia. Ya
bien amanecido y después de ir descendiendo poco a poco en el camino se
llegaba a las inmediaciones de San Juan del Rio desde donde se apreciaban los
valles repletos de cultivos por aquí y por allá 13 y hacía pensar en el pasado
glorioso de esta ciudad, de este estado (en algunas ocasiones era llamado
departamento, dependiendo del gobierno en turno) y de esta región, el Bajío.
13
Guillermo Prieto, Viajes de Orden Suprema, Tomo I (Querétaro: Gobierno del Estado, 1986) 217.
14
Francisco Javier Meyer Cosió, Querétaro Árido en 1881 (Querétaro: UAQ, 2001) 35.
con el municipio de Tequisquiapan. Pero en el año del 1870 al ser cabecera de
distrito colindaba con los distritos de Tolimán y Cadereyta, cabe recordar que
Tequisquiapan era parte de dicho distrito sanjuanéense al igual que dos pueblos;
San Pedro Ahuacatlan y San Sebastián de las Barrancas así como de múltiples
ranchos y haciendas.15 Dado estas descripciones entendemos que arribar a San
Juan era punto medular para introducirse al estado queretano ya sea hacia la
capital estatal, municipios sureños, los municipios centrales o la Sierra Gorda en el
norte. Por tanto enclave excelente para conseguir víveres para el camino o lugar
apto para descansar y hasta residir.
Siguiendo con nuestra narración a la llegada a San Juan del Río bajaba una calle
hasta una plaza que tenía por continuación el camino con rumbo a la ciudad de
Santiago de Querétaro, mientras en la entrada al poblado se encontraba el templo
del señor de Sacromonte, más adelante se observaba el rio donde la gente solía ir
a recrearse y hacia el norte de se encontraba la salida hacia Tequisquiapan
pasando por la histórica Hacienda la Llave.
Sus aposentos ofrecían un respiro seguro antes de nuevamente partir con rumbo
al norte donde se encuentra Tequisquiapan (a dos horas en caballo de la hacienda
la Llave) en la actualidad dicho lugar es un municipio, pero en esos tiempos se
decía era una villa solitaria que salía de repente en el camino con su vistoso río
rodeado de árboles enormes y frondosos al igual que campos fértiles que nutrían
de color al lugar.
Cadereyta encuentra al noreste del estado y norte de San Juan del Rio y
Tequisquiapan en la región del semi-desierto, 18 fundado en 164019 como lugar apto
para evangelizar a los chichimecas serranogordenses, durante el siglo XIX fue
distrito y a ella pertenecían los actuales municipios de Pinal de Amoles, Jalpan,
Landa de Matamoros, San Joaquín, Arroyo Seco, entre otros. Fue nombrada
ciudad en el año de 1861, por órdenes del gobernador en turno, muy seguramente
a su crecimiento poblacional, aunque a decir verdad tenía serios problemas
acuíferos, desde muchos años atrás que la escasez de agua era una constante,
esto a pesar de que fue fundado al lado de una laguna, pero en el siglo XVIII bajó
el nivel de agua lo que trajo serios problemas a los habitantes de dicho pueblo,
tales vicisitudes las cuenta muy bien Guillermo Prieto en sus Viajes de orden
Suprema:
“Allí se agolpa un tumulto día a día en Cadereyta no con pipas ni con botijas sino jarros y
botellas. Esta el chorro custodiado como si fueses una imprenta con guardias, alias
censores, que miran lo que gotea. A tomar su prorrateo todos los vecinos llegan cual
viudas y retirados a Pedro Vélez se acercan.”20
17
Los datos aquí descritos fueron leídos de la obra de Viajes de Orden Suprema de Guillermo Prieto, lo cual
es muy bien descrito por Rafael Ayala Echávarri como costumbrista y pintoresco, en su libro San Juan del Río
Geografía e Historia en las páginas 151-152 de la edición 2006.
18
Francisco Javier Meyer Cosió, loc. cit.
19
Claudio Coq Verástegui, Cadereyta Alcaldía Mayor (México: Dirección de Patrimonio Cultural, 1988) 13.
20
Guillermo Prieto, op. cit. 205
De esta población se resaltan sus iglesias: La Soledad, Nuestra Señora de Belén,
San Pedro y San Pablo, y La Santa Escala que embellecían y embellecen la plaza
principal y el pueblo, fue también de distinguirse el gran caserío que abundaba
dividido por sus grandes y solitarias calles demostrando que ante las dificultades
físicas y climatológicas el temple y la fe aminoran los problemas. Es de distinguir
su ubicación protegida por los cerros y rocas ayudando a aquel valle a sobrevivir
durante siglos.
21
Correspondencia interna de Ezequiel Montes Ledesma N. de Clasificación: 1468, 1470, 1471, 2552, 3085,
22
María Buenaventura Olvera, Municipio de Cadereyta (México: Gobierno del Estado, 1997) 54.
distribuidor y fuente de agua más grande que sirviera para el abastecimiento de un
mayor número de población.
Ahí hacían escala surtiéndose de víveres y tras un largo respiro iniciaba un largo
trayecto al silencioso Taxhido rodeado de barrancas y peñas que se asemejan a
alguna postal del reconocido Arizona. Para asombro del lector o del viajero es
contradictorio ir a los lugares antes citados en Hidalgo pues quedan más al este
23
Jesús Mendoza Muñoz, Los Fundadores de Bernal (México: Fomento Histórico y Cultural de
Cadereyta, 2007) 252.
que Taxhido, es decir que se tiene y tenía que ir hasta Tecozautla y Huichapan
para después regresar y adentrarse en las inhóspitas tierras rojas de Taxhido en la
plena línea divisora de los estados de Hidalgo y Querétaro. El lugar se encuentra
en una cañada bañada por el agua de los ríos cercanos y de la presa de Zimapan.
Finalmente después de muchas horas y días de andar trotando, partiendo desde
la ciudad de México pasando por San Miguel de los Jagüeyes, Tepejí del Rio,
Arroyo Zarco, San Juan del Río, Tequisquiapan, Cadereyta, Tecozautla o
Huichapan se llega a este tranquilo, enigmático e inspirador lugar, en el cual
Montes Ledesma parecía aislarse del bullicio, de la sociedad para así pensar,
reflexionar y escribir acerca de su convulsiva época.
El tren llegó a San Juan del Rio y con ello al estado de Querétaro en el año
de 1882, un avance tecnológico que transformaría la vida cotidiana y económica
de la sociedad, que si bien se dio durante el gobierno del presidente Manuel
González,24 el devenir histórico la clasificara dentro del Porfiriato y dentro del
primer periodo del gobernador Francisco González de Cosió. Lo que pareció solo
un cambio en la geografía física, llevaba consigo modificaciones en las relaciones
socio-económicas de los prestadores de servicio como los mesones, diligencias,
comerciantes y vendedores en general de cualquier cosa indispensable en el
camino del trotamundos como: alimentos, vestimenta, bebidas etc. 25
Salía el tren desde la estación Buenavista al norte de la capital donde una vez
abordo se alcanzaba a ver a las construcciones más grandes de la ciudad de los
palacios, sin mayor pretensión de perder el tiempo este se iba rápidamente al
admirar el panorama que se despedía del Valle de México y comenzaba el paisaje
24
Joaquín Córdova Zoilo, loc. cit. <http://www.artehistoria.com/v2/contextos/2744.htm> (13 de septiembre
de 2015)
25
Cecilia Landa Fonseca, Comp., op. cit. 145
de la Sierra de Guadalupe, en un par de horas los viajeros del ferrocarril observan
planicies que avisaban la llegada a Huehuetoca (Edo de México).
Pasaban el tiempo y el gigante de acero hacia su aparición en San Juan del Río
ya en tierras queretanas, bajaba hacia el valle de San Juan y es ahí donde de
nueva cuenta la sorpresa de la gente se hacía presente, al admirar el resultado del
trabajo arquitectónico que se reflejaba en una curva prolongada en las
postrimerías de la ciudad a la cual algunos autores sanjuanenses hacen constar
en sus escritos, al igual que la majestuosidad del puente que pasaba por encima
del rio San Juan.26 Así las vías del tren tocaban el norte de la ciudad y en ella se
encontraba su estación. Algunos bajaban aquí para emprender un nuevo destino,
otros seguían su curso hasta Santiago de Querétaro. 27
Ya hacia finales del repetido siglo decimonónico, San Juan del Rio recobró sus
bríos económicos, y no solo en la agricultura sino en la ganadería y en las ramas
textil, cervecera y harinera.29 También es importante señalar que en la última
década de dicho siglo se instaló en la urbe un taller para ferrocarriles, lo que dio
una cantidad mayor de empleo a los habitantes que se veía reflejado en un
aumento de flujo monetario. Por lo que el San Juan que pudo ver en los últimos
años Ezequiel Montes distaba de aquel punto de pasada que parecía perpetuarse
en la imagen del viajero como pueblo estático, ahora se veía beneficiada por los
primeros impulsos modernizadores del Porfiriato.
26
José G Velázquez Quintanar, Municipio de San Juan del Rio (Querétaro: Gobierno del Estado, 1997) 123-
124.
27
Esta descripción del tren Ciudad de México-San Juan del Río se basó a una narración de la época que se
encuentra en Cecilia Landa Fonseca, Comp., Querétaro textos de su historia, 141-144pp.
28
Rafael Ayala Echávarri, loc. cit.
29
José Velázquez Quintanar, op. cit. 122.
Cabe señalar que Ezequiel Montes no utilizo este transporte para llegar a San
Juan del Río, a pesar de que fue contemporáneo de la creación de esta línea
ferroviaria, ¿Por qué no la utilizó? Tal vez por sus múltiples ocupaciones como
Ministro de Justicia o porque cuando se inauguró el tren en Querétaro no pudo
asistir por estar gravemente enfermo de cálculos en la vejiga, 30 sin embargo sabía
muy bien de la construcción de las vías férreas, tanto es así que en su
correspondencia interna hizo mención al tema, exhortando a su hermana Dolores
Montes a viajar en el ferrocarril central que ya llegaba a San Juan del Rio y si ella
decidía dejar Huichapan para irse a vivir a Cadereyta su traslado a la estación del
tren seria en un corto tiempo.31 El conocimiento del progreso del país auspiciado
en el desarrollo ferroviario era bien conocido por Montes y sus documentos son la
aprueba al mencionar “que tal línea ya llegaba a la Ciudad de León o a
Chihuahua, Hermosillo, Mérida”32 etc. Había vivido más de un lustro en Europa y
entendía de antemano los bienes económicos que aportaba a las arcas de una
nación, así que aunque no ocupó el gigante de acero para llegar hasta el estado
de Querétaro, no significa que fuera tema ajeno o desconocido para este ilustre
mexicano.
Por ejemplo el siglo XIX fue el periodo de la creación y auge del ferrocarril, por lo
que apenas llegaban las vías férreas las redes socioeconómicas cambiaban entre
los viajeros, pobladores locatarios, diligencias, comerciantes etc. Por ejemplo, en
lugar de realizar un viaje en carruaje, la gente prefería pagar el boleto del tren (por
supuesto los que podían pagarlo), a su vez los portales se veían afectados dado
ya no recibían el mismo flujo de viajeros, ya que estaban ubicados al lado del
Camino Real de Tierra Adentro y a pesar que el Ferrocarril Central siguió un curso
parecido, varió en algunos poblados. De manera global pensemos que aquellas
familias y grupos de comerciantes que ofrecían alimentos, indumentaria y objetos
en general para los trotamundos veían decaer su economía, las famosas
diligencias desaparecieron poco a poco, excepto en regiones en donde nunca se
vio la llegada del tren, aunque muchos años después las carreteras y automóviles
terminaron de enterrar tal usanza.
33
Joaquín Córdova Zoilo, loc. cit. <http://www.artehistoria.com/v2/contextos/2744.htm> (13 de septiembre
de 2015)
Dejando claro que una vez más el humano modifica su entorno en ocasiones a
propósito y en otras sin darse cuenta, trayendo consigo cambios en la interacción
de nuestra especie.
Bibliografía
Avalos Martínez, Alfredo, Enciclopedia temática del Estado de Querétaro,
Querétaro, Universidad Autónoma Metropolitana, Academia Queretana de
Estudios Humanísticos, 1995.
Garrido del Toral, Andrés, Breve estudio sobre la división política del estado
de Querétaro, Querétaro, Ed. Archivo Histórico del Estado, 1994, 95p.
Gutiérrez Grageda, Blanca Estela, Querétaro Devastado, Fin del Segundo
Imperio, Querétaro, Universidad Autónoma de Querétaro, 2007, 279p.
Referencias electrónicas