El Senor Brecht - Goncalo M. Tavares
El Senor Brecht - Goncalo M. Tavares
El Senor Brecht - Goncalo M. Tavares
Tavares
El Señor Brecht
Era un país muy agradable para vivir, pero Las personas eran tan
perezosas que cuando el presidente ordeno que defendieran las fronteras,
bostezaron. Fueron invadidos.
Los invasores también empezaron a volverse perezosos y, un día,
cuando el nuevo presidente ordenó que los hombres defendieran las
fronteras todos bostezaron.
Los invadieron de nuevo. Esta vez, hombres llegados de otro país.
Una vez más en poco tiempo los invasores se habían vuelto perezosos,
y cuando por tercera vez un nuevo presidente ordenó que los hombres
defendieran las fronteras, todos bostezaron. Una vez más, los invadieron.
El país estaba cada vez más poblado.
La situación se repitió hasta que todos los pueblos, incluso los llegados
del otro lado del planeta, habían invadido ya aquel país, y después,
sucesivamente, habían sido invadidos. Ya no había gente en ningún otro
sitio; se concentraban todos en aquel país agradable.
Fue entonces cuando el nuevo presidente ordenó la invasión del resto
del mundo, pues estaba completamente desierto, y por tanto a su merced.
Sin embargo, todos los hombres bostezaron.
Y entonces él, sin darse cuenta, avanzó a solas.
EL PARADO CON HIJOS
Un hombre muy viejo, casi ciego, sin memoria, que temblaba y apenas
podía caminar, tropezó y cayó de bruces sobre la afilada hoja de un
cuchillo que le atravesó el corazón.
Antes de morir, aún acertó a decir:
Justo ahora que…
ESTÉTICA
Una mujer gorda que quería perder peso se fue al médico y dijo:
- Córteme una pierna.
AVERÍA
En lugar de uvas, los racimos del reino dejaban caer diamantes sobre la
tierra. -¡Diamantes, diamantes, diamantes! Hace años que no se ve otra
cosa -se quejaba el productor.
LA VIUDA
La gallina pensaba tanto, y era tan culta, que tuvo una obstrucción
interior y dejó de poner huevos. La mataron al día siguiente.
EL CASTILLO
Era un chico pasivo. Aceptaba todo lo que decían los jefes. Sin
embargo, como era adulador, molestaba.
Le cortaron la lengua; dejó de elogiar.
Después le cortaron los dedos; dejó de escribir alabanzas. Uno de
aquellos días, golpeando la cabeza en una mesa, dijo a sus jefes en código
morse:
- Otra como esta y perderéis a un amigo.
LOS TURISTAS
Un pintor que no tenía talento para los colores pero manejaba bien el
pincel fue elegido director de la banda musical. Lo eligió el presidente de
la ciudad, que era prácticamente sordo pero apreciaba los minuciosos
gestos del pintor. Fue su primera y única decisión.
El presidente había sido elegido porque era muy indeciso, y así por lo
menos no molestaría a nadie. Sin embargo, cuando la población oyó el
primer concierto de la banda, se rebeló. ¡Que vuelva a sus pinceles!, gritó
alguien.
El presidente, satisfecho tras su primera decisión en cuatro años, y
creyendo que el público pedía un bis, decidió presentarse a un segundo
mandato.
Pese a la música, volvió a salir elegido.
LA JUSTICIA
Dos hermanos gemelos, muy envidiosos el uno del otro y que siempre
lo compartían todo dividiéndolo al milímetro porque amaban la justicia
por encima de todo, vieron un día nacer en su vulgar granja a un animal
extraño.
Dicho animal tenía la anatomía de un burro por delante y la de un
caballo por detrás.
Como estaban convencidos de que las dos patas traseras (de caballo)
eran mucho más veloces que las patas delanteras (de burro), ambos
gemelos querían montar la parte de atrás del animal, dejando la parte de
delante para el otro hermano. Cada uno de ellos estaba convencido de que,
en un viaje, llegaría primero el que fuera montado sobre las patas más
rápidas.
Como ninguno de los dos renunciaba a la mejor parte, para equilibrar
la balanza decidieron amputar una de las patas de caballo. De este modo,
uno de ellos montaría sobre una pata de caballo y el otro sobre dos patas
de burro. Así lo hicieron. Sin embargo, tras contemplar de nuevo al
animal, no llegaron a ningún acuerdo.
No lograban determinar qué era más ventajoso, pero resultaba evidente
que el animal aún no estaba equilibrado, y ninguno de los dos quería salir
perjudicado. Para ser justos, tenían que seguir cortando.
TORTÍCOLIS
Un día, la mujer del rey, a la que le gustaba pasearse por el reino para
ver cómo iba todo, se vio aquejada de una tortícolis que le impedía volver
la cabeza. Como el cuello de la reina no mejoraba, el rey ordenó que todo
el país empezara a funcionar en trayectorias circulares ante el balcón del
palacio.
EL LABERINTO
Había un gato que todos los días, al caer la tarde, se acercaba al dueño
y le lamía los zapatos con su minúscula lengua. Venciendo cierta timidez y
cierta precaución higiénica, el hombre decidió un día descalzarse para
comprobar si el gato le lamía los pies como hacía con los zapatos.
Fue entonces cuando el tigre, que llevaba años disfrazado de gato,
decidió que había llegado su momento y, en lugar de lamer, comió.
EL FALSIFICADOR
Un hombre que les tenía mucho miedo a todos los animales que se
arrastraban decidió, por fin, irse a vivir a una montaña muy alta.
EL ARTISTA