RENACER Manual Particip

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RENACER, Manual del Participante 1

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según


su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva.”
1 Pedro 1:3

Reconciliación
Escrituras
Nueva Vida en Cristo
Autoridad
Caminar en Obediencia
Espíritu Santo
Restauración

Por:

Pr. Samuel Duran C.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 2

Presentación:

Te damos la mas cordial bienvenida a RENACER. Este es un material


de discipulado básico que afirmará tu nueva vida en Cristo y en su
Palabra.

Las enseñanzas contenidas aquí están diseñadas para que puedas


experimentar las riquezas de la Salvación que Cristo Jesús nos ha
provisto a través de su muerte en la cruz y su victoria sobre el pecado.

Te animamos para que abras tu corazón y prepares tu mente al Espíritu


Santo, quien es el Maestro y guía por excelencia. El quiere mostrarte
con claridad la realidad de la Salvación y todas las bendiciones que
ahora tienes en Cristo.

Ya sea que veas este material en un retiro, en un estudio semanal, o


personalmente, con la ayuda de alguien mas, es importante que tomes
tiempo para orar y meditar en las porciones bíblicas señaladas aquí. La
Palabra de Dios es la única fuente de sabiduría y fortaleza para tu vida.

Te deseamos todas las bendiciones del Señor, y te aseguramos una


vida de victoria y satisfacción en Cristo Jesús.

Con amor en Cristo,

Pastores

Samuel y Bárbara Durán.

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CONTENIDO Página

Tema 1
RECONCILIÁNDONOS CON DIOS 4

Tema 2
LAS ESCRITURAS 9
Fuente de vida y verdad que nos hace libres

Tema 3
EL NUEVO NACIMIENTO 13
Tu nueva vida en Cristo

Tema 4
AUTORIDAD 18
Aceptando el diseño de Dios en ti.

Tema 5
RESTAURACION 29
Conociendo el poder de la Salvación

Tema 6
EL ESPIRITU SANTO 34
Nuestro Guía y Consolador

Tema 7
CAMINANDO EN OBEDIENCIA 40
Las bendiciones de una vida consagrada a Dios

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Tema 1

RECONCILIÁNDONOS
CON DIOS

Base Bíblica:
ROMANOS 5: 8-11

Mas Dios muestra su amor para con nosotros,


en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros.
Pues mucho más, estando ya justificados en su
sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si
siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por
la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en
Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien
hemos recibido ahora la reconciliación.

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INTRODUCCION:

RECONCILIACION Significa:

Unir, atraer, acercar lo separado, lo que antes estuvo junto.


Hacer propicio y adecuado el hecho de reunirse de nuevo.
Asemejar lo que es diferente.

La iniciativa de acercarse es de Dios.

· Nosotros estábamos sin esperanza y lejos de Dios a


causa del pecado.
· Dios quiso acercarnos, reconciliarnos con El.
· Cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por
nosotros. (vs.8)
· Siendo enemigos fuimos reconciliados. (vs.10)

1. Dios quiere que estemos en paz con El.

Isaías 1:18,19

18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros


pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos;

19 si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como


blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la
tierra…

El deseo del corazón de Dios ha sido siempre la


reconciliación con el hombre. El pecado nos separa de El, y
aunque su misericordia y amor son infinitos, su justicia y
santidad siempre demanda un cambio genuino en el corazón
nuestro. No puede haber restauración ni bendición, a menos
que haya arrepentimiento.

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El pecado nos hace estar en deuda con Dios. No fuimos


creados para la maldad y el pecado, fuimos creados para vivir
en comunión con nuestro Padre Celestial. No podemos
funcionar adecuadamente lejos de Dios porque no fuimos
creados para vivir alejados, fuimos creados para vivir conforme
a su plan y propósito “venid luego, dice Jehová, y estemos a
cuenta”, El deseo de Dios es que la distancia que nos
separa de El por el pecado, sea quitada, que la deuda sea
saldada.

2. Es el llamado de Dios lo que produce el verdadero arrepentimiento

El es un Padre que se duele de nuestro sufrimiento a causa


del pecado. Su llamado es para todo aquel que está lejos y
sucio por la desobediencia y la ignorancia. Notemos que
dice:
“…si vuestros pecados fueren como la grana, como la
nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana…”

Este es un llamado de amor para ser limpios y restaurados.


No se trata solo de que el pecado ofende a Dios, claro que el
es Santo y no puede soportar el pecado, pero hay una razón
mas importante por la cual Dios quiere limpiarnos: El pecado
produce muerte. (Rom. 6:23) y El es dador de vida. Su
llamado al arrepentimiento es para darnos vida; en Cristo
Jesús se ha provisto nuestra restauración. La mancha del
pecado es removida por el poder de la sangre de Jesucristo,
quien fue derramada por todos aquellos que estamos
expuestos al pecado.

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3. ¿En qué consiste un genuino arrepentimiento?

La parábola de Hijo pródigo


Lucas 15:11-24

1. Entender que hemos hecho lo malo y estamos apartados de Dios.

En la historia del hijo pródigo encontramos una muy clara


ilustración de lo que Dios espera de nosotros cuando nos
hayamos separados de El. Cuando éste hijo se gastó todo lo que
tenía, cuando se vio solo y necesitado, la Biblia dice en
Lucas 15:17

Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de


mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de
hambre!

El hijo se dio cuenta de las consecuencias de sus malas


decisiones. El no solo se lamentó por la condición en la que
estaba, sino que “volvió en si”, entendió que había dejado la
casa de su padre y las bendiciones que tenía y se había
apartado voluntariamente de Él.

2. Sentir dolor por nuestras malas acciones y desear que aquello nunca
hubiera sucedido.

El arrepentimiento verdadero es sentirse verdaderamente triste


y conmovido por hacer lo incorrecto y haber ofendido a Dios y a
otras personas. La Biblia dice:

“Porque la tristeza que es según Dios produce


arrepentimiento para salvación, de que no hay que
arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce
muerte.” 2 Corintios 7:10

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3. Tomar decisiones para abandonar lo malo y volverse a Dios.

El hijo pródigo no se lamentó pensando “que bueno sería


volver a mi padre… pero no lo merezco, no me recibirá …”
sino que él tomo la decisión de volver a la casa de su padre:
“Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti.

Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a


uno de tus jornaleros.” (Vs.19)

4. Confesar nuestros pecados con humildad y sinceridad de corazón.

“Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra


ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.” (Vs.21)

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para


perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9

5. Clamar a Dios por perdón y restauración.

Solo cuando confesamos nuestros pecados y pedimos perdón


de todo corazón, en el Nombre de Jesucristo su hijo, podemos
ser reconciliados con Dios y recibir su restauración.
“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que
los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.”
Proverbios 28:13

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Tema 2

LAS ESCRITURAS:
Fuente de vida y verdad
que nos hace libres.

Base Bíblica:
HEBREOS 4:12 (NVI)

“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y


poderosa, y más cortante que cualquier espada de
dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y
del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga
los pensamientos y las intenciones del corazón.”

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Introducción:

¿Qué contiene este libro que lo hace tan especial? ¿Cómo es


posible que lo que está escrito aquí llegue a ser algo “vivo y
poderoso”? ¿Cómo algo que fue escrito hace tanto tiempo puede
ser útil para las necesidades de hoy? Estas son preguntas que
deben ser resueltas personalmente. Vamos a estudiar
porqué la Biblia es la Palabra de Dios y la fuente de verdad y
vida para toda persona que busca respuestas y tiene
necesidad de Dios.

1. La Biblia fue “inspirada” por Dios.


2 Timoteo 3:16,17

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para


enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.

Aunque los instrumentos para escribirla y recopilarla fueron


personas, Dios usó a éstos hombres para revelar su
voluntad a través de la Palabra escrita.

2 Pedro 1:19-21

19 Tenemos también la palabra profética más segura, a


la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha
que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca
y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de
la Escritura es de interpretación privada,
21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo.

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2. Obedecerla nos trae libertad y bendiciones.

Josué 1:7,8

7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar


de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te
mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,
para que seas prosperado en todas las cosas que
emprendas.
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino
que de día y de noche meditarás en él, para que guardes
y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque
entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien.

Dios nos dio su Palabra escrita para que podamos seguir su


voluntad perfecta. El quiere prosperarnos y que seamos
bendecidos en todo lo que hacemos, pero necesita nuestra
obediencia. Su Palabra contiene las instrucciones para que
no haya tropiezos en nuestra vida.

3. Tiene poder para entrar en lo profundo de nuestro ser.

“Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu,


hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y
las intenciones del corazón.”

a. Es una Palabra “viva y poderosa”


No solo se trata de reglas escritas. No es un código de
conducta moral solamente. Tampoco es solo la historia de
gente desconocida que vivió de acuerdo a una deidad
celosa.
La Biblia contiene un mensaje vivo y actual. La condición del
hombre es la misma, su alma no cambia, y sus necesidades
tampoco. La Palabra de Dios tiene vida y poder para tocar lo

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más profundo de nuestro ser porque viene del corazón de


nuestro Creador.

b. Entra en lo más profundo del corazón humano.

No podemos escapar de esta espada aguda, el mensaje


tiene poder para entrar en lo profundo de nuestra mente y
nuestro corazón.
La Palabra de Dios trabaja en lo “interior” nuestro, en el alma
y el espíritu. Es ahí donde está el asiento de la vida, donde
nadie puede llegar excepto Dios y su Palabra.

c. Discierne las motivaciones verdaderas.

No debemos temer a ser confrontados con la palabra viva de


Dios, es lo único que puede traer a la luz del entendimiento las
cosas que están ocultas para nosotros, esos “puntos ciegos”
de nuestro interior que Dios quiere sanar y restaurar.

El mensaje de la Biblia es uno solo:


RECONCILIAR AL HOMBRE CON DIOS, esta reconciliación
nos es dada por medio de JESUCRISTO el Hijo de Dios.

La Palabra de Dios nos revela a Jesucristo como el único


camino a Dios y debemos escudriñarlas para tener un
conocimiento personal y verdadero de este Salvador que
vino a traernos libertad y vida eterna.

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Tema 3

NUEVO NACIMIENTO:
Tu nueva vida en Cristo.

Base Bíblica:
2 CORINTIOS 5:17

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva


criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas.”

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Introducción:

Existe una promesa en la Biblia, la cual fue anunciada varios


siglos antes de la venida de Jesucristo. Esta promesa marcó
profundamente la profecía del Antiguo Testamento. Se trata
de un anuncio fascinante y sin precedentes para la
humanidad. Dios quiso revelarse a nosotros de una forma
tan cercana y personal, que solo era posible cambiando
nuestro corazón.
Ezequiel 36:26,27

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de


vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y
os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi
Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis
mis preceptos, y los pongáis por obra.”

1. ¿Por qué un Nuevo Nacimiento?

La Biblia dice que el pecado nos aparta de Dios y contamina


el corazón del hombre:
Romanos 1:22,23

“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como


a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en
sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios.”

Así que la condición del hombre sin Dios produce un


corazón en tinieblas, el no vivir conforme al plan perfecto de
Dios, nos hace estar expuestos a las heridas y a la
devastación que produce el pecado.

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Romanos 1:28,29

“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios


los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que
no convienen; estando atestados de toda injusticia,
fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de
envidia, homicidios, contiendas, engaños y
malignidades.”

2. El Nuevo Nacimiento nos acerca a la sanidad y restauración.

Inevitablemente, el pecado produce heridas profundas en el


corazón. La razón es muy sencilla: No fuimos creados para el
pecado, fuimos creados para vivir en comunión con Dios.
Jesucristo tuvo que pagar el precio de nuestra reconciliación, y la
Escritura nos dice que el precio de nuestra rebelión y
desobediencia fue echada sobre El en la cruz del calvario:
Isaías 53:4,5

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió


nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados.”

Al venir a Cristo por la fe, somos recreados en nuestro


espíritu para que se produzca un nuevo nacimiento. Hemos
pasado de muerte a vida y ahora somos hijos de Dios. No
hay nada que pueda apartarnos de su amor y su salvación.
Sin embargo, comienza un proceso de restauración en el
que Dios necesita sanar las heridas y marcas de nuestro
corazón. El espíritu nuestro a la verdad ha nacido a una vida
santa, pero el alma necesita ser restaurada de tal forma que
vuelva a ser conforme a la imagen de Dios en pureza y
santidad.

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Efesios 4:22-24 dice:

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del


viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la
justicia y santidad de la verdad.”

3. Jesús: el verdadero descanso de nuestra alma.

Nuestra alma está herida y atormentada cuando no tenemos


comunión con Dios, y nuca tendrá un verdadero descanso, a
menos que Cristo esté ocupando completamente nuestra
vida. Escucha la clase de invitación que El nos hace:
Mateo 11:28-30

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo


os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es
fácil, y ligera mi carga.”

¿Qué hace que el alma no tenga paz?

· La ansiedad es falta de paz en el corazón.


· La tristeza y depresión es falta de paz.
· La ira y frustración es falta de paz interior.
· Las cargas y heridas que ocultamos ante los demás,
solo producen mas dolor y peso que nos impide
caminar.
· La falta de perdón y la amargura es falta de paz.

Jesús vino a darte una completa salvación y libertad. No


basta solo con creer mentalmente en Cristo, como si solo
aceptáramos la idea de que somos salvos, sino hay que
abrazar la salvación completamente y experimentar la

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redención que Jesús conquistó al morir en la cruz por


nosotros.

En la cruz, Jesús pago con cada gota de su sangre el precio


para deshacer toda la maldición del pecado. El precio de
nuestra redención fue pagado completamente para que
podamos acercarnos con confianza a El y obtener el
descanso y sanidad que nuestra alma necesita.
Hebreos 4:14-16

“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que


traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos
nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote
que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino
uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.”

Clínica Individual:

Renunciar a todo pecado y rendirlo a Cristo, reconociendo


que su sacrificio en la cruz del calvario fue suficiente para
limpiarnos de toda maldad. Recibir por fe y gratitud ese
regalo de Salvación que Cristo nos ofrece mediante su
sangre derramada.

Orar con fe y gratitud a Dios y apropiarnos de la hermosa


salvación que tenemos en Cristo. Deja que el Espíritu de
Dios te muestre la realidad de una nueva vida en Cristo y
ven con confianza al trono de la gracia; hallarás misericordia
y ayuda oportuna.

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Tema 4

AUTORIDAD:
Aceptando el diseño de Dios para ti.

Base Bíblica:
SALMO 139:13-16

“Porque tú formaste mis entrañas; tú


me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy
bien. No fue encubierto de ti mi
cuerpo, bien que en oculto fui formado,
y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi
embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban
escritas todas aquellas cosas que fueron luego
formadas, sin faltar una de ellas.”

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Introducción:
Tú eres la obra perfecta de la creación de Dios. Eres mas
importante que las plantas, los animales y cualquier cosa
creada, Dios te hizo con un propósito especial y único.
Esta enseñanza nos mostrará como fuimos diseñados por
Dios originalmente, de modo que podamos darnos cuenta de
todas aquellas áreas donde no estamos funcionando de
acuerdo al plan perfecto de Dios para nuestras vidas.
Autoridad es un tema crítico en la formación de cada uno de
nosotros. Dios estableció principios espirituales que
funcionan aunque nosotros los ignoremos. Debemos
entender que Dios nos diseñó para vivir bajo la protección de
su autoridad, cuando violamos los preceptos de Dios
enfrentamos consecuencias de sufrimiento y dolor en
nuestra vida. El deseo de Dios es bendecirnos, ésta es la
razón por la que estudiaremos las siguientes áreas:

1. Paternidad
2. Identidad
3. Familia
4. Responsabilidad
5. Perdón

1. Paternidad

Dios es un Padre amoroso y justo, su carácter se expresa en


términos de relación paternal. El planeó que cada persona en
éste mundo recibiera su amor y bendición a través de
nuestros padres terrenales.
Aunque él quiso que nuestros padres nos impartieran su
amor e imagen paternal, muchas veces los padres fallaron
en desarrollar en nosotros esta imagen de bendición de
parte de Dios.

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La paternidad de Dios no está limitada a las personas,


aunque él las usa para compartir su amor paternal. Dios
anhela que nos volvamos a él como un hijo se vuelve a un
Padre. Sus brazos de amor nos esperan siempre, no importa
lo que hayamos hecho y que tan lejos hemos llegado,
nuestro Padre es misericordioso y ha provisto un camino
seguro para reconciliarnos con El.
Este camino es Jesucristo, su hijo. Jesús siempre habló de
su relación con el Padre, porque es importante que cada uno
de nosotros entendamos que vivir en Cristo es vivir bajo la
paternidad de Dios, y vivir bajo esta paternidad es vivir bajo
su protección.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida --le contestó Jesús-


Nadie llega al Padre sino por mí.” Juan 14:6 NVI

“Le contestó Jesús: -El que me ama, obedecerá mi


palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra
vivienda en él.” Juan 14:23 NVI

No fuimos creados para vivir en anarquía e independencia


de Dios, sino para vivir en una relación personal de Padre-
Hijo. A través de Jesucristo esta relación es restaurada y
podemos experimentar su cobertura y amor paternal.

Dios no es un ser distante e insensible a nuestras


necesidades, El es un Padre compasivo que conoce tus
limitaciones y luchas diarias por salir adelante.
No te juzga ni rechaza por no ser perfecto, te ama y espera
que le conozcas como un Padre amoroso.

Salmo 103:13,14
Como el padre se compadece de los hijos, se compadece
Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra
condición; se acuerda de que somos polvo.

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2. Identidad

La paternidad engendra identidad. Nuestro Padre celestial


nos ha engendrado y destinado para ser sus hijos desde
antes de la fundación del mundo.
El te conoció y llamó antes de que tuvieras noción de tu vida,
antes de que fueras engendrado en el vientre de tu madre,
Dios tu padre te engendró en el Espíritu.
Juan 1:12,13
“Mas a todos los que le recibieron ( a Cristo), a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios.”

Efesios 1:3-5 NVI


“Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda
bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él
antes de la creación del mundo, para que seamos santos
y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para
ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el buen propósito de su voluntad.”

Identidad es lo que tú eres, tu valor. No a los ojos de los


demás, ni siquiera de ti mismo, sino a los ojos de Dios, quien
te creó y te dio un destino en este mundo.
Muchas veces el valor personal y el destino son las dos
áreas más confusas en la forma que percibimos nuestra vida.
¿Quién realmente soy yo? ¿Qué se supone que hago aquí
en este mundo? son preguntas que golpean fuertemente
nuestro interior.
Dios quiso que siempre tuviéramos respuestas, seguridad y
afirmación de éstas importantes y delicadas áreas de
nuestra vida. Se trata del valor propio y de una seguridad en
la vida que no depende de las posesiones, conocimiento o
con quien nos relacionemos, depende de estar

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completamente seguros que somos amados y aceptados y


no tenemos que hacer nada para ganarnos o perder éste
amor incondicional.
Has sido creado a imagen y semejanza de Dios, tú eres la
obra perfecta de Dios. No hay nada que debas ni puedas
cambiar en las siguientes áreas:
a. Sexo
b. Orden de Nacimiento
c. Padres, hermanos y familia
d. Rasgos físicos
e. Personalidad o temperamento
f. Habilidades y dones naturales
g. Momento en la historia

Génesis 1:27
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo
creó; varón y hembra los creó.”

Durante nuestra vida, las heridas causadas por el rechazo,


la falta de bendición y las circunstancias que vivimos, van
dañando con mentiras la autoestima y la imagen de Dios en
nosotros. Se distorsiona el modelo verdadero de lo que
somos, porque nos comparamos con otros, quienes nos
hacen sentir que somos algo equivocado o incompleto. Esto
trae mucho dolor e inseguridad en la vida. Cristo vino a
darnos completa libertad de éstas heridas, a devolvernos la
verdadera imagen, y con ello el valor, identidad y destino
que Dios nos dio a cada uno.

Juan 10:10
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan
en abundancia.”

Tú eres en Cristo un tesoro de gran precio, tu valor está


determinado por la sangre que Jesús derramó en la cruz del
calvario para darte una vida y esperanza nueva. La Biblia

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dice que fuimos formados y apartados desde el vientre de


nuestra madre para ser hijos especiales de Dios.

Salmo 139:13-16
“Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el
vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi
alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo,
bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más
profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu
libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron
luego formadas, sin faltar una de ellas.”

3. Familia

En el plan perfecto de Dios para tu vida estaba una familia


en la que nacieras, crecieras y te desarrollaras hasta llegar a
ser una persona de bendición. En muchas ocasiones, y a
causa del pecado, la maldad, ignorancia y desobediencia de
las personas, éste plan perfecto no se lleva a cabo.

Muchos de nosotros crecimos en una familia de la cual


recibimos rechazo y heridas en muy distintas formas. Es
probable que tu verdadera identidad e imagen que Dios te
dio se haya distorsionado con el sufrimiento o el mal ejemplo
que recibiste de aquellos que debieron cuidarte y formarte
como un hombre o una mujer de bendición.

Dios destinó a los Padres para ser agentes de bendición a los


hijos. El quiso que nuestros padres nos transmitieran el
mensaje de amor, aceptación y bendición, para que fuéramos
prosperados en la vida, y camináramos sin tropiezos y
sufrimiento.

En muchos de nosotros no fue así, pero no significa que


Dios se haya equivocado en cuanto a nuestra familia. Nadie
nació en una familia equivocada, cada unos de nosotros ha
sido plantado en medio de las personas que Dios quiso que
tuviéramos para ser bendecidos en ésta vida.

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Así como Dios tiene un plan para bendecirnos, el enemigo


de nuestra vida también tiene un plan para destruirnos. Este
plan destructivo trata de robarte lo que Dios originalmente te
dio: El amor, la Aceptación y la Bendición de tu Familia.
En Cristo puede ser restaurado este plan maravilloso de
Dios para que seamos de bendición como familia. Debemos
aceptar, amar y proteger la familia que Dios nos dio: Padres,
Hermanos, Esposo o Esposa, Hijos y todo aquél que tenga
un vínculo familiar, porque es un regalo de Dios para
bendecirnos
Dios siempre utiliza personas para transmitirnos su mensaje
de amor, perdón y aceptación. Sin embargo el enemigo
también utiliza personas para herirnos, rechazarnos e
inhabilitarnos para caminar sanos en la vida.

Responsabilidad y Perdón son dos de las áreas más


críticas e importantes que debes entender para poder
deshacer toda mentira del diablo, con que te ha causado
destrucción, dolor y separación de las personas que te han
rechazado y herido. También te ayudará a comprender y
amar mejor a quien consideras que te han bendecido a lo
largo de tu vida. Prepara tu mente y tu corazón y deja que el
Espíritu de Dios te muestre de forma específica como esto te
ha afectado en relación a tu familia.

4. Responsabilidad

El pecado no solo crea pecadores, también víctimas. A


menudo, las personas luchamos con situaciones de las cuales
no somos culpables, sin embargo nos alcanzan las
consecuencias de malas decisiones que otros hicieron.
Sin embargo, no podemos librarnos de otras cosas de las que
si somos responsables. Hemos hecho juicios injustos, malas
decisiones o hemos albergado sentimientos destructivos que
nos hacen responsables directamente a los ojos de Dios.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 25

La Biblia describe al pecado como: “errar al blanco”, no solo


significa cometer actos graves intencionalmente, sino
extraviarse de la justicia y la verdad perfecta de Dios.
Isaías 53:6
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada
cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros.”

No hay una sola persona que sea justa en sí misma, todos


nos hemos “descarriado” en nuestros propios caminos, de
modo que lo que entendemos por justicia, para otros puede
ser injusticia.
Romanos 3:21-25
“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para
todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios
puso como propiciación por medio de la fe en su sangre,
para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por
alto, en su paciencia, los pecados pasados.”

Significa que a los ojos de Dios, todos somos responsables


de alguna manera, y debemos reconocer que hemos andado
en nuestros propios caminos, de los cuales tenemos que
arrepentirnos y volvernos a El.
Especialmente, en aquellas áreas donde nosotros pensamos
que hemos sido víctimas, rechazados o dañados, nos
mantenemos en una postura de auto-justificación, lo cual
produce un endurecimiento del corazón y termina formando
una “raíz de amargura” que nos impide caminar en libertad.
Hebreos 12:15
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la
gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,
os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.”

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 26

Todos y cada uno de nosotros vamos a dar cuenta a Dios de


lo que llenamos nuestro corazón. Nadie está exento de ésta
responsabilidad, porque es Dios quien nos ha dado la
oportunidad de conocerle y servirle mientras estamos en
este mundo.
Mateo 12:35-37 NVI
“El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón
saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el
mal. Pero yo les digo que en el día del juicio todos
tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan
pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y
por tus palabras se te condenará."

De toda clase de palabras y sentimientos que hayamos


albergado en nuestro corazón, siempre producen un fruto,
para vida o para muerte, para bendición o para maldición.

2 Corintios 5:10 NVI


“Porque es necesario que todos comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le
corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho
mientras vivió en el cuerpo.”

Somos responsables de cuidar nuestro corazón y ser


obediente y humildes ante Dios.

Proverbios 4:23
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque
de él mana la vida.”

5. Perdón

Perdonar significa soltar y liberar a alguien de una deuda,


especialmente cuando esa deuda no puede ser pagada. Es
la decisión consciente de renunciar al derecho de ser
restituidos o de tomar venganza.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 27

Cuando permitimos que nuestro corazón esté lleno de


resentimiento y amargura contra alguien, somos en realidad los
más afectados. La falta de perdón produce raíces de amargura
que nos atan al pasado y a las personas que nos hicieron daño,
y es como si estuviéramos en una cárcel que nadie puede abrir,
sólo nosotros, porque la cerradura está por dentro y nosotros
tenemos la llave.
La amargura actúa también como vendas en nuestros ojos,
por consecuencia nos impide ver con claridad. Es como lo
describe poéticamente el salmista David:
Salmo 73:21
“Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía
punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía.”

La falta de perdón nos ciega y nos hace centrarnos en


nosotros mismos sin darnos cuenta. Cuando somos
lastimados o defraudados por alguien en quien confiábamos,
esto se traduce en deudas que nuestro corazón registra en
contra de esas personas; sentimos que deben pagar por lo
que nos hicieron, y nos mantenemos “atados” a esa persona
esperando recibir un pago que quizá nunca llegará.
Mientras tanto, en nuestro corazón van creciendo “raíces de
amargura” (Hebreos 12:15) que nos estorban para caminar
en libertad. Muchas veces sentimos que es nuestro derecho
sentirnos así por lo que nos hicieron, creemos que están
justificados nuestros sentimientos porque al fin y al cabo
somos nosotros los que recibimos el daño, y los demás
deben pagarnos esa deuda.

La Biblia dice que Cristo Jesús murió en la cruz para pagar


todas esas deudas y sanar todas las heridas que nosotros
somos incapaces de resolver.

Isaías 53:5,6

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por


nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 28

nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su


camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros.”

El perdonar a los demás es un acto de fe y de obediencia.


De fe, porque significa que confías en Dios para tomar
control de tu situación. Significa que ya no esperas que
alguien te recompense o pague su deuda, sino que decides
soltarle y perdonarle porque Cristo ya pagó esa deuda y tú
aceptas ese pago como suficiente y total para tu corazón.
De obediencia, porque Cristo Jesús espera que así como El
nos perdonó todo pecado, nosotros también hagamos lo
mismo con los que nos ofenden.

Mateo 5:23,24
“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas
de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu
ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero
con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”

Mate0 6: 14,15
"Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los
perdonará a ustedes su Padre celestial, pero si no
perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les
perdonará a ustedes las suyas.”

Mateo 18: 21-35


“La Parábola del perdón”

Clínica personal
Vamos a orar y presentarnos ante Dios. Permítele al Espíritu
Santo que te muestre las áreas donde has estado luchando
y te sientes incapaz de poder resolver.

El Señor Jesús quiere que seas libre de todo resentimiento y


amargura en contra de cualquier persona, El puede librarte y
sanarte en éste momento, si acudes con humildad y
sinceridad delante de su presencia.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 29

Tema 5

RESTAURACIÓN:
Conociendo el poder de la
Salvación.

Base Bíblica:
JUAN 10:9-11

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare,


será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir; yo he venido para que tengan vida,
y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen
pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 30

Introducción:
Una vida en abundancia es la medida de Dios. Su deseo
para nosotros no se detiene solo en solucionar nuestros
problemas, sacarnos de apuros o sanar nuestras
enfermedades. El va mas allá de nuestras expectativas, va
por encima de nuestros estándares y sobrepasa nuestros
conceptos, El tiene una vida llena de significado y propósito
para nosotros.

Una vida restaurada por el poder de Dios puede experimentar


una plenitud de vida tan real, que simplemente no hay punto de
comparación con lo anterior. Cristo murió en la cruz para
conquistar estas bendiciones para ti y para mi, El dio su vida en
expiación para que podamos tener acceso a todas las riquezas
eternas que Dios reservó para sus hijos.

Jesús nos dice que el resultado de conocerlo y aceptarlo


como nuestro Salvador, es una vida en abundancia. ¿Qué
significa “abundancia” para quien solo ha conocido tristeza y
derrota en la vida? ¿Qué sentido puede tener para alguien
esta palabra, si solo ha conocido el rechazo y la soledad? La
respuesta está en la Restauración que Cristo ofrece.

Restaurar significa volver algo a su estado original. Cuando


Cristo toma nuestra vida en sus manos y nos trasforma con
su poder y amor, en realidad nos esta volviendo al estado
original con que fuimos creados: Para santidad, justicia,
verdad y amor.

Hemos visto que así como Dios tiene un plan maravilloso


para ti, también el diablo tiene un plan de destrucción y
muerte. No hay punto intermedio; o estamos en el plan de
Dios, o estamos en el plan del adversario. Este plan maligno
consiste en robarte las bendiciones de Dios y terminar
destruyendo tu vida para muerte.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 31

El Salmo 23 es un hermosa descripción de cómo nuestra


vida experimenta esta transformación en las manos del Buen
Pastor, veamos las grandes bendiciones que tenemos en
Cristo al experimentar su restauración.

a. Descanso y paz del alma

Salmo 23:1,2

“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de


delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de
reposo me pastoreará. Confortará mi alma;”

Nuestra alma experimenta descanso y paz cuando es


restaurada por el poder sanador de Cristo Jesús. No es el
problema que estamos atravesando, ni la situación presente
por la que sufrimos lo que mueve a Dios. Es nuestra
verdadera condición lo que llevó a Jesús a la cruz a pagar
un alto precio por nuestra restauración. Nuestra alma no
tiene paz a menos que tenga comunión con Dios. Estará
vacía y sin descanso hasta que encuentre el camino a
nuestro Creador y esté en armonía con su perfecta voluntad.

b. Guianza y dirección en amor

Salmo 23:3

“ Me guiará por sendas de justicia por amor de su


nombre.”

No fuimos creados para ser independientes, nuestra alma


navega sin rumbo cuando no está en comunión con Dios.
Jesús dice:

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 32

Juan 10:9

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y


entrará, y saldrá, y hallará pastos.”

Esta es una expresión que habla de la confianza que se


desarrolla por el hecho de “pertenecer” a un rebaño y a un
pastor. “Entrar y salir” simboliza el cuidado del pastor para
sus ovejas, un cuidado personal y una dirección en amor.
“Hallará pastos” se refiere a que siempre hay satisfacción y
abundancia cuando caminamos de la mano de Jesús,
nuestro amoroso Pastor.

c. Protección
Salmo 23:4

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré


mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu
cayado me infundirán aliento.”

¿Cuántos de nosotros no hemos sentido temor alguna vez?


El “valle de sombra de muerte” se ha asomado más de una
vez a nuestras vidas ¿verdad?. La sombra de la muerte es
para muchos un temor constante y llegamos a estar más
conscientes del peligro y el temor que de la protección que
Dios quiere ofrecernos. Hay dos cosas que Dios usa para
darnos aliento y confianza:

a. Su “vara”: el instrumento con el cual el pastor defendía


a sus ovejas.
b. Su “cayado”: el instrumento con el cual el pastor
mantenía juntas en el rebaño a las ovejas.
Las dos cosas sirven para protegernos, tanto su mano
poderosa para librarnos de las asechanzas del diablo, como
su disciplina y amor firme para apartarnos del pecado y de
nuestras rebeliones.

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RENACER, Manual del Participante 33

d. Provisión

Salmo 23:5,6

“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis


angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová
moraré por largos días.”

Cuando le permitimos a Dios que examine y escudriñe


nuestro corazón para ser restaurados, experimentamos su
amor y su fidelidad de tal manera que dejamos de lado toda
duda e incertidumbre acerca de su capacidad para suplir
nuestras necesidades. No hay cosa que alegre tanto el
corazón de Dios, que cuando nosotros le confiamos a El
todas nuestras necesidades.

Algunos fuimos enseñados de esta manera: “Dios solo


ayuda a los que se ayudan a si mismos.” Pero en realidad la
Biblia no dice esto, antes bien, nos enseña que el corazón
de Dios se alegra cuando dejamos el afán y la ansiedad para
confiar absolutamente en El.

¿Está tu corazón confiado en El? ¿Tienes paz y seguridad


absoluta que El tiene cuidado de tus necesidades? Su gozo
mas grande es verte confiado (a) en su Palabra y sus
promesas. Restauración significa volver a ese grado de
dependencia absoluta con la que Dios nos creó, para
conocer y vivir su perfecta voluntad.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 34

Tema 6

EL ESPÍRITU SANTO:
Nuestro Guía y Consolador.

Base Bíblica:
JUAN 14:16,17

“Y yo rogaré al Padre, y os dará


otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre: el
Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero
vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en
vosotros.”

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 35

Introducción

Antes de enfrentar los padecimientos de la cruz, Jesús


comenzó a enseñar a sus discípulos acerca del Espíritu
Santo. Es notorio que ninguno de ellos pudo entender de
qué se trataba aquello que el Maestro les anunciaba, no
concebían la idea de éstas palabras:
“… voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me
fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré
a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis.” Juan 14:2b,3

¿A dónde iba Jesús? ¿Porque tenía que irse? Las


expectativas que ellos tenían eran muy “terrenales”. Ellos
esperaban que Jesús realmente tomara control de las cosas
en Israel, y se manifestara como el gran líder y caudillo que
rescataría al pueblo de la opresión del enemigo. En cambio
Jesús estaba anunciándoles algo más glorioso, algo que
trascendería la eternidad. Pero ellos no lo entendieron
entonces, estaban tristes y desconcertados con la idea de
que su Maestro los dejara.

1. La promesa del Espíritu Santo

Juan 14:16
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para
que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de
verdad…”

Los discípulos habían encontrado en Cristo consuelo y


protección. Era natural que al oír estas palabras de
despedida, ellos se sintieran desconcertados. Lo que no
sabían era los alcances y la magnitud del ministerio del
Espíritu Santo. ¿Quién era este otro Consolador?
Veamos, primero Jesús da a conocer esta maravillosa
promesa a sus discípulos:

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 36

Juan 14:12-14 NVI


“Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras
que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores,
porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes
pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el
Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo
haré.”

Esto significa que nos ha abierto sus “tesoros” y está


dispuesto a compartirlo con todos aquellos que le buscan,
con aquellos que guardan sus mandamientos. Esta es una
promesa fiel, todas sus bendiciones están al alcance de
nuestra fe y humildad de corazón.
Pero, puedo imaginarme a los discípulos pensar esto: “Si,
está bien. Esto es maravilloso, gracias!, pero ¿Tu no estarás
mas con nosotros? ¿Significa que te vas y nos dejas solos?
¿Puedes verlo? Ellos estaban tristes y desconsolados, casi
puedo escuchar la voz ahogada de algunos de ellos decir:
“Te queremos a ti, Maestro!” “¿Porque nos dejas?”

2. El ministerio del Espíritu Santo


Desde el momento mismo en que Jesús anunció a sus
discípulos la venida del Espíritu Santo, dio a conocer cuál
sería su función entre nosotros. Veamos lo que Cristo
testifica de esto:
A. El Espíritu Santo es un “Consolador”
“… el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
Juan 14:17

La palabra griega usada aquí es “parakletos” lo que describe


a uno que es un intercesor y confortador, alguien que da
consuelo y alivio. Literalmente también es quien es llamado
para estar “al lado”, cerca, que está de nuestra parte.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 37

¿No te parece maravilloso pensar que tenemos al Espíritu


Santo de nuestro lado? El aboga por nuestra causa, nos
consuela y nos conforta porque es el anhelo de nuestro
Señor Jesucristo y del Padre Celestial.

B. El Espíritu Santo es quien nos enseña y recuerda


los mandamientos de Jesús.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho.”
Juan 14:26
“Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a
toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta
sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas
por venir.” Juan 16:13

El ministerio del Espíritu Santo es, por excelencia,


enseñarnos y mostrarnos el camino. Tenemos la absoluta
seguridad de no errar los mandamientos de Jesús si
cultivamos una relación con el Espíritu Santo, El es nuestro
guía y maestro.

C. El Espíritu Santo es quien nos da Testimonio de


Cristo.
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré
del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del
Padre, él dará testimonio acerca de mí.”
Juan 15:26
“Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a
conocer a ustedes.” Juan 16:14

El Espíritu Santo, aunque es Dios mismo, es “uno” con el


Padre y con el Hijo. No hay separación alguna entre ellos, su
unidad es perfecta e indisoluble. Pero Jesús nos enseña
que la función del Espíritu Santo es dar “testimonio” acerca
de Cristo. El es quien “glorifica” a Cristo en nosotros. Lo que
el Espíritu Santo nos da, viene de Cristo y su propósito es
que El sea cada vez mas conocido, exaltado y glorificado en
medio nuestro.
2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 38

D. El Espíritu Santo es quien convence del error del


pecado.
“Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya
porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a
ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. Y
cuando él venga, convencerá al mundo de su error en
cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.”
Juan 16:7,8 NVI

Nadie puede cambiarse a si mismo. Nuestra condición solo


puede cambiarla el poder de Dios mediante Jesucristo.
¿Cómo opera en nosotros ese poder transformador?
Veamos:
a. Ninguno de nosotros es capaz de entender nuestra
verdadera condición. Nuestra percepción está muy
limitada a causa del pecado y por estar separados de
Dios. La Biblia dice que el hombre natural no percibe
las cosas espirituales.
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las
puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.” 1 Corintios 2:14

b. Dios necesita revelarnos esta condición por medio del


Espíritu. El mundo espiritual opera en una forma
diferente al mundo natural. No es posible captar en
nuestra mente natural las verdades espirituales.

c. Con relación al pecado, a la justicia divina y al juicio de


Dios, nosotros no podemos discernirlo naturalmente,
especialmente cuando se manifiesta en nosotros. El
salmista David clamó a Dios diciendo:
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y
conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de
perversidad, y guíame en el camino eterno.”
Salmo 139:23,24
d. El Espíritu Santo de Dios es quien “convence” a toda
persona de su condición respecto al pecado. El nos

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 39

revela la justicia de Dios y nos pone frente al espejo


para que veamos la gravedad del pecado.
e. Esto es lo que hace que las personas vayan a Cristo.
El darse cuenta de su verdadera condición y la
necesidad que tienen de ser salvos, les hace acudir a
Jesucristo y creer en El como Salvador.

“Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará


a toda la verdad, porque no hablará por su propia
cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las
cosas por venir. Él me glorificará porque tomará de lo
mío y se lo dará a conocer a ustedes.”
Juan 16:13,14

E. El Espíritu Santo nos llena de “poder” para ser


testigos de Cristo.
“… pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros
el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
Hechos 1:8

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos


unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo
como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la
casa donde estaban sentados; y se les aparecieron
lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre
cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu
Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.”
Hechos 2:1-4

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 40

Tema 7

CAMINANDO EN
OBEDIENCIA:
Las bendiciones de una vida
consagrada a Dios

Base Bíblica:
1 JUAN 2:15-17

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.


Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la
carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida,
no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa,
y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre.”

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 41

Introducción
Muchos de nosotros en alguna ocasión al menos, hemos
pensado así: “Si tan solo pudiera saber exactamente la
voluntad de Dios para mi, entonces …”
Es verdad que por nuestra débil naturaleza nos sentimos
inseguros de lo que hacemos. Muy dentro de nuestro interior
siempre estamos necesitando la aprobación de Dios, porque
queremos estar seguros de nuestro papel en este mundo.
Cristo Jesús fue ese ejemplo a seguir para nosotros. Su
anhelo único era cumplir la voluntad perfecta de Dios, y
demostrarnos así que una persona que busca de corazón
sincero y obedece a su Palabra, puede llenar los ideales
más altos y satisfacer el corazón de Dios.
“Amar al mundo” es precisamente lo contrario. Muchas
veces no sabemos en qué forma estamos comprometidos
con el mundo. Pensamos que “el mundo” es todo lo que está
fuera de la iglesia, el culto y los hermanos. Pero no es así, la
Biblia dice que amar al mundo nos hace estar fuera del amor
de Dios. Son dos cosas completamente contrarias, amar a
Dios es odiar al mundo y amar al mundo es enemistad
contra Dios.
Entonces ¿Qué es el “mundo”? ¿Cómo podemos identificar
aquello que es contrario a Dios y que muchas veces lo
tenemos muy cerca de nosotros?

a. ¿Contra quién es nuestra lucha?


Antes de enumerar las Bendiciones de la obediencia a la
Palabra de Dios, vamos a ver algunas de las cosas con las
que luchamos para obedecer a Dios.
a. Los malos deseos de la carne
Entendemos por “la carne” todo aquello que está en
nosotros que pertenece a la naturaleza pecaminosa, lo que
nos incita al pecado. Esa parte de nosotros que se rebela

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 42

contra Dios y no le gusta someterse a la obediencia, a la


oración, a humillarse y pedir perdón. Es todo nuestro
egoísmo y pensamientos de envidia.
Cuando el alma está capturada por la carne (naturaleza
pecaminosa) está en verdad dominada por la “corriente de
éste mundo”, bajo el control del enemigo.
“… en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la
corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia, entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y
éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás.”
Efesios 2:2,3

Significa que cuando somos gobernados por los deseos de


la carne, inevitablemente somos también gobernados por el
maligno, quien tiene como “aliado” a esta naturaleza carnal y
pecaminosa que hay en nosotros.
Así que hay una batalla dentro de nosotros entre el Espíritu y
“la carne” por controlar nuestros pensamientos, emociones y
voluntad. La Biblia dice también:
“Digo, pues: anden por el Espíritu, y no cumplirán el deseo
de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se
oponen el uno al otro, de manera que ustedes no pueden
hacer lo que deseen.”
Gálatas 5:16,17

b. La codicia de los ojos

Esta clase de lucha está relacionada con todo aquello que


despierta ambición desmedida por poseer. Todo lo que
nuestros ojos miran y después nuestro corazón anhela. Es el
fuerte deseo de adquirir cosas que pensamos nos pueden
satisfacer.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 43

Pareciera ser que nuestro “peor enemigo” en este mundo es


precisamente esta forma de anhelar y querer poseer lo que
finalmente no satisface. Pero el engaño consiste en que
somos seducidos por la vista, luego nuestra mente es
“golpeada” con pensamientos de esas imágenes y
finalmente llegamos a atesorarlo en el corazón. Jesús dijo:

"No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la


polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se
meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el
cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los
ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro,
allí estará también tu corazón.”
Mateo 6:19-21

c. La vanagloria (arrogancia) de la vida

El mundo tiene un encanto atractivo. No hay duda de esto,


solo basta mirar a nuestro alrededor y observaremos
cuantas personas viven tratando de lograr un sueño que no
está fundado en el temor de Dios ni en el amor por la familia
y los demás. Esta clase de ambiciones se desarrollan en las
mentes fascinadas por el encanto de éste mundo.

Pero es claro que ese encanto es falso. Es una gloria hueca


(vanagloria) que no conduce a nada y no puede satisfacer
las necesidades más profundas del corazón humano. Medita
en lo que Dios dice al respecto:

“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no


tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid,
comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué
gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en
lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y
se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro
oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré
con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a
David.”
Isaías 55:1-3

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 44

2. Las bendiciones de la obediencia

"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.


Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda
rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que les he
comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en
ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí
misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así
tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en
mí.”
Juan 15:1-3 NVI

Hemos visto anteriormente todas aquellas cosas que nos


estorban en la obediencia. Todo aquello que es “activado” en
nuestra carne y nos dificulta el camino de bendición que se
obtiene en someterse a Dios y su Palabra.
Ahora vamos a considerar algunas bendiciones que
podemos obtener cuando nuestra vida está “ceñida” a la
perfecta voluntad de Dios en Cristo.
La parábola de la “vid verdadera” es una bella ilustración que
Jesús nos dejó para que podamos entender lo que significa
estar sometidos a El y a su palabra. Muchos de nosotros
tenemos la idea que podemos “tratar” con Dios, pero
ignoramos su Palabra. Dios y su palabra son una misma
cosa. No podemos separar su amor de sus mandamientos,
ni su gracia de su justicia. Es por eso que debemos
considerar en alta prioridad el atender a su Palabra.
Jesús nos enseñó que “permanecer” en El, significa
permanecer en sus “mandamientos”, lo que nos trae
consecuencias de bendición. ¿Cuáles son estas
bendiciones?
a. Crecimiento espiritual
Cristo nos enseña que la única forma en que podemos
guardar su Palabra es permaneciendo en el. Se trata de
relación y no de religión. La permanencia en Jesús, así
como la ramita solo puede vivir si está adherida a la planta,

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3
RENACER, Manual del Participante 45

inevitablemente nos traerá un crecimiento y madurez en lo


espiritual.
Hay una promesa muy particular de parte del Señor aquí:
“Toda rama que da fruto es podada para que lleve mas
fruto.” En el término griego la palabra que define “podar” y
“limpiar” es la misma.
Así que si Dios está interesado en nuestro crecimiento, y lo
está, entonces consecuentemente vendrá la “limpia” o la
“poda”. Creo que Dios necesita podar muchas cosas de
nosotros que nos estorban para “dar fruto”
La obediencia es una decisión, no es un sentimiento. Nunca
nos levantamos una mañana y decimos: “hoy siento
obedecer a Dios”. Debemos decidir permanecer adheridos a
la planta, a la vid, en una relación personal con Jesucristo.
Esto se cultiva, no se da de la noche a la mañana. Se cultiva
con la oración diaria, meditando en su palabra
continuamente.
Si no has sido podado, significa que no das fruto. Pero
cuando permaneces en Cristo por la obediencia a su
Palabra, entonces Dios empezará a “limpiarte” de aquellas
cosas en tu vida, en tu carácter, en tus relaciones y
ocupaciones que te estorban para que lleves “mas fruto”.

b. Abundancia y peticiones contestadas

“Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en


ustedes, lo que quieran pedir se les concederá.”
Juan 15:7 NVI

¡Qué hermoso suena esto! ¿Verdad? ¿No le parece que


nos gusta la idea de que Dios debiera concedernos “todas”
las peticiones? Después de todo, para eso es Dios ¿No?.
¿Por qué Dios no nos hace inmensamente felices
concediéndonos todo lo que deseamos? Como la lámpara
de Aladino, solo basta “frotar” para que aparezca el genio y
nos diga: “pídeme lo que desees, te concederé tres deseos”

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RENACER, Manual del Participante 46

Pero veamos lo que dice Jesús: (paráfrasis nuestra)


“Si permaneces es mi, haciendo mi voluntad. Si me
buscas diariamente y escudriñas mi palabra. Si tu anhelo
más grande es agradarme a mí, entonces tu mente y tu
corazón serán transformados de tal forma que que no
habrá manera que pidas algo diferente a mi perfecta
voluntad. ¡Entonces, todo, absolutamente todo lo que
pidas, se te concederá!”
La Biblia nos dice en Juan 5:14,16:
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si
sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,
sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos
hecho.”

c. Gozo y satisfacción en la vida

“Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en


vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.”
Juan 15:11

El plan de Dios es bendecirnos, habilitarnos para prosperar


en la vida en todos los sentidos. La única manera de lograrlo
es por medio de la obediencia a su Palabra. El mayor
obstáculo que enfrentamos para heredar las bendiciones del
Señor, no es el diablo, sino nuestros propios “caminos”. Es
en realidad nuestra voluntad humana y patrones de
pensamiento que se “aferran” al timón de nuestra vida y no
quieren ceder el control.
En Isaías 55:7-9 Dios nos dice:
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en
perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo
Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así
son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.”

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Nunca tendremos gozo y satisfacción en la vida si queremos


seguir en nuestros propios “caminos”. Dios no irá detrás de
nosotros tratando de arreglar nuestros caminos. Debemos
andar en Sus caminos, volvernos a Dios de todo nuestro
corazón y permitirle que cada día renueve nuestra mente por
el poder de su Palabra.
Cristo Jesús quiere darte paz y satisfacción en lo profundo
de tu ser. La obediencia a su Palabra es la única forma de
conquistar esa plenitud y abundancia en la vida. Ven hoy y
ríndele todos tus “caminos” a Cristo. Empieza a andar en sus
caminos. Tendrás descanso y paz en tu corazón.

2006 Samuel Durán C. “En Cristo nos ha hecho renacer para una esperanza viva …” 1 Pe.1:3

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