Dios Es El Evangelio - John Piper
Dios Es El Evangelio - John Piper
Dios Es El Evangelio - John Piper
ES EL
EVANGELIO
DIOS
ES El
EVANGELIO
JOHN
PIPER
PORTAVOZ
1 2 3 4 5 edicin / ao 11 10 09 08 07
CONTENIDO
Agradecimientos
INTRODUCCIN: Lo que ms necesita el mundo:
Dios, el mayor don del evangelio
CAPTULO
99
93
81
71
55
39
25
19
11
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10
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11
El evangelio: Y a fin de cuentas, qu lo hace bueno?
Contemplar la gloria o ser glorioso?
137
153
CAPTULO
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIN:
Lo
QYE MS
3:18
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DIOS ES EL EVANGELIO
Nuestro error fatal es creer que querer ser felices es querer ser importantes
para alguien. Nos gusta mucho que nos lo ratifiquen. No obstante, ese
1 Tratar la cuestin de un gozo idneo en [os dones de Dios, incluidas las personas, en el captulo diez. Por
ahora considere, por ejemplo, que cuando Pablo dice en 1 Tesalonicenses 2:19: "Porque cul es nuestra
espe~anza, o gozo, o corona de que me glore? No lo sois vosotros?", la pregunta queda sin responder:
Cual es la fuente primordial o el fundamento o la raz o la finalidad de su gozo? No tiene discusin que las
personas nos traen alegra. No tiene discusin que nuestra propia conciencia limpia es fuente de gozo (Ro.
14:22). La pregu,nta es: Cmo se relaciona est~ gozo con Dios? Son estas cosas motivo de gozo porque
nos muestran mas de l o nos conducen hacia El? O l es el gozo porque nos conduce a ellas?
Introduccin
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DIOS ES EL EVANGELIO
tuviramos que acumular mritos para recibir el don del evangelio. Tercero,
el don debe ser Dios mismo, por sobre los dems dones.
No se comprendera el objetivo del presente libro si se cree que intenta
restarle importancia a las batallas libradas para lograr un entendimiento
bblico de las vas y los medios que Dios ha utilizado para alcanzar y poner
en prctica la redencin.? El hecho de que el presente libro se centra en el
valor infinito del mximo objetivo del evangelio debe aumentar, en vez de
disminuir, nuestro compromiso de no hacer concesiones con respecto del
evangelio que Dios utiliz para llevarnos a l.
El evangelio es la buena nueva de nuestro gozo definitivo y pleno de
la gloria de Dios en la faz de Cristo. El que dicho gozo hubo de obtenerse
para los pecadores al costo de la vida de Cristo hace que su gloria brille con
ms intensidad. Y el que dicho gozo sea libre e inmerecido lo hace brillar
an ms intensamente. No obstante, el precio que Jess pag por el don y
la libertad inmerecida del don no constituyen el don en s. El don es Cristo
mismo como la gloriosa imagen de Dios que se contempla y se deleita con
gozo eterno.
SERA USTED FELIZ EN EL CIELO SI CRISTO NO ESTUVIERA AH?
Introduccin
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Nada hace a una persona ms til en la tierra que el estar lista para ir al
cielo. Esto es cierto porque el estar listo para ir al cielo significa sentir placer
al contemplar al Seor Jess y contemplar la gloria del Seor significa
cambiar a su semejanza (2 Ca. 3:18). Nada bendecira ms a este mundo
3 Richard Daniels, The Christology of[ohn Owen [La Cristologia de John Owen] (Grand Rapids, Mich.:
Reformation Heritage Books, 2004), 92.
4 J. C. Ryle en un sermn titulado "Christ is All" [Cristo es todo], de Colosenses 3:11. Holiness: Its Nature,
Hindrances, Difficulties, and Roots [La santidad: Su naturaleza, obstculos, dificultades y races] (1877;
reimpresin, Mosc, Ida.: Charles Notan Publishers, 2001), 384.
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DIOS ES EL EVANGELIO
EL
EVANGELIO:
PROCLAMACIN y EXPLICACIN
Pero el ngel les dijo: No temis; porque he
aqu os doy nuevas de gran gozo, que ser
para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en
la ciudad de David, un Salvador,
que es CRISTO el Seor.
LUCAS
'2:10-11
CORINTIOS
ro para que uno de los logros del presente libro sea que se anuncie
-se proclame, se declare, se transmita- el evangelio de Jesucristo
en toda su magnificencia para que todo el mundo lo escuche. Eso hace una
persona que acaba de recibir buenas nuevas: Las da a conocer. Y el evangelio
significa buenas nuevas. Las buenas nuevas se proclaman, se anuncian de la
forma en que los ya pasados de moda pregoneros lo haran.
Escuchen! Escuchen! Escuchen todos los rebeldes, insurgentes, disidentes
y protestantes que se oponen al Rey! Escuchen el decreto real! Se acerca el
da del juicio final, un da de justicia y venganza. Pero escuchen, habitantes
del reino! La misericordia de su Soberano concede amnista. Hay que pagar
un precio. Se perdonarn todas las deudas. Se absolver a todos los rebeldes.
Todo deshonor se perdonar. Nadie quedar excluido del ofrecimiento. Bajen
las armas de la rebelin, arrodllense en seal de sumisin, reciban la amnista
real como un regalo del amor imperial, jure fidelidad a su Soberano y levntese libre y feliz de ser siervo de su Rey.
15:1-4
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DIOS ES EL EVANGELIO
Qu son las buenas nuevas? Cul es el mensaje que hay que proclamar
y explicar? A eso nos referiremos en los captulos siguientes. Pero no
olvide cul es la perspectiva del presente libro. Nuestra pregunta no es
sencillamente: Qu es el evangelio? Nuestras preguntas son: Cul es el
mayor bien del evangelio que hace que todos los aspectos de las buenas
nuevas sean buenos? Cul es el objetivo del evangelio, que si lo pasamos
por alto el evangelio pierde todo bien? A qu nos referimos cuando
decimos que Dios es el evangelio?
EL
EL
EVANGELIO:
ENFOQYE BBLICO y SU
SIGNIFICADO
20:24
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DIOS ES EL EVANGELIO
El evangelio incluye la buena nueva de que hay un Dios vivo que cre los
cielos y la tierra. Cuando Pablo y Bernab llegaron a Listra, una ciudad
de Asia Menor, Dios los facult para sanar a un cojo. Las personas
estaban asombradas y gritaban: "Dioses bajo la semejanza de hombres
han descendido a nosotros" (Hch. 14:11). Llamaron Jpiter (el rey de
los dioses) a Bernab y Mercurio (el mensajero de los dioses) a Pablo. El
sacerdote de Jpiter quera ofrecer a ellos sacrificio.
Pero en ese instante, Pablo comenz a predicar el evangelio. Comenz
de la siguiente manera: " ...Varones, por qu hacis esto? Nosotros
tambin somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos
[EuaYYEAl(IlEVOl] que de estas vanidades os convirtis al Dios vivo, que
hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay" (Hch. 14:15).
El "evangelio" incluye la verdad de que hay un Dios vivo que cre todas
esas cosas.
Sencillamente, no puede haber buenas nuevas sin un Dios vivo que
haya creado el universo. Ninguno de los preciados aspectos del evangelio
cristiano tendra carcter redentor si no existiera un Dios vivo que hubiera
creado los cielos y la tierra. Por eso Lucas, el escritor del libro Hechos, dice
que Pablo comenz a predicar el evangelio con las buenas nuevas de que
exista algo mucho ms vasto y grande que lo que haban imaginado los
habitantes de Listra en su religin: Hay un Dios que vive y cre todo lo
dems. He ah una piedra angular en la estructura del evangelio cristiano.
LA LLEGADA DE LA AUTORIDAD IMPERIAL DE DIOS
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del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien [EuaYYEAl(IlEVOS], del
que publica salvacin, del que dice a Sion: Tu Dios reina!"
Esas ltimas palabras definen una parte fundamental de las buenas
nuevas que Isaas predijo. Tu Dios reina. El reinado soberano de Dios es
esencial para el evangelio. Isaas predijo el da en que el reinado soberano
de Dios sobre todas las cosas irrumpira en este mundo de una manera
ms abierta, trayendo gran bendicin al pueblo de Dios. Por eso, cuando
el Mesas prometido vino al mundo, es esta la manera principal en que
anuncia el evangelio. "Jess vino a Galilea predicando el evangelio del
reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se
ha acercado; arrepentos, y creed en el evangelio" (Mr. 1:14).2 En otras
palabras, el reino de Dios ha irrumpido en este mundo para arreglar las
cosas por el bien de su pueblo; por consiguiente, arrepintanse y crean las
buenas nuevas. De hecho, si usted lo hace, pasar a formar parte del pueblo
de Dios. Sencillamente, en un mundo tan lleno de descomposicin y pecado
no puede haber buenas nuevas si Dios no irrumpe con su regia autoridad. Si
Dios no viene con derechos soberanos como Rey del universo que es, solo
habr desesperanza en este mundo.
JESS: UN SALVADOR QUE ES CRISTO, EL SEOR
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DIOS ES EL EVANGELIO
del Seor. Era la llegada del Mesas prometido (que es lo que significa
"Cristo"), el Hijo de David. Y,con su poder divino y su linaje real, el Seor
Jesucristo se convertira en Salvador. "Pero el ngel les dijo: No temis;
porque he aqu os doy nuevas [EuaYYEAL(ollaL] de gran gozo, que ser para
todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador,
que es CRISTO el Seor" (Le, 2:10-11). La buena nueva es que el Rey del
universo (el Seor), el Mesas (Cristo), ha venido para ser Salvador.
CRISTO M URIC) POR NUESTROS I'FCADOS CONFORM E A LAS ESCRITLJRAS
Cmo fue que Jess, el Mesas, el Seor del cielo, se convirti en Salvador?
l nos lo dice con claridad: "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Mr.
10:45). l morira para pagar el rescate de manera que muchos otros no
perecieran. De la misma manera, durante la ltima cena, dijo: "Esta copa
es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama" (Lc. 22:20).
En otras palabras, cuando l derrama su sangre, lo hace por otros y con
ella obtendr la promesa del "nuevo pacto" que prometa: "perdonar la
maldad de ellos, y no me acordar ms de su pecado" (Jer. 31:34). Hasta
ese punto dej Jess claras las cosas.
Pero fue el apstol Pablo quien estableci el vnculo explicito entre la
palabra evangelio y la muerte de Jess por nuestros pecados: "Adems
os declaro, hermanos, el evangelio [EuayyALOv] que os he predicado
[EllT1YYEAwIlTlV] ... Porque primeramente os he enseado lo que asimismo
recib: Que Cristo muri por nuestros pecados, conforme a las Escrituras"
(1 Ca. 15:1-3). La venida del Rey, el Seor, el Mesas, fue la venida de un
Salvador porque l muri para llevar la carga de nuestros pecados, no los
de l -ya que no haba cometido ninguno- (He. 4:15). Su muerte fue
el rescate que l pag por nosotros y que no podamos pagar nosotros
mismos.'
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definicin que dio Pablo del evangelio en 1 Corintios 15:1, 3-4 incluye
tanto la muerte como la resurreccin de Jess: "os declaro, hermanos,
el evangelio [EuayyALOv] que os he predicado... Que Cristo muri por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que
resucit al tercer da, conforme a las Escrituras".
El Rey no podra reinar sobre un pueblo que fue rescatado si no
resucitara de entre los muertos. Y si el Rey de reyes no gobierna, no hay
evangelio. Jess dej claro que l resucitara de entre los muertos' y Pablo
dej claro que esto constitua parte esencial del evangelio: "Acurdate
de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a
mi evangelio [EuayyAlv]" (2 Ti. 2:8).5 Por consiguiente, el Dios vivo, el
Creador, el Rey del universo vino en su Hijo, Jess el Mesas y muri por
nuestros pecados y resucit de entre los muertos. Todo eso es el evangelio
pero hay ms.
EL EVANGELIO NO ES BUENA NUEVA SIN LA PROMESA DEL ESPRITU
JESS,
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS CONFORME A MI EVANGELIO
Vea Mateo 12:40: "Porque como estuvo Jons en el vientre del gran pez tres das y tres noches, as
estar el Hijo del Hombre en el corazn de la tierra tres das y tres noches". Tambin Marcos 8:31: "Y
comenz a ensearles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los
ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar despus de tres das".
Vea tambin Marcos 9:31; 10:34. Juan 2:19: "Respondi Jess y les dijo: Destruid este templo, y en tres
das lo levantar".
5 Vea tambin Hechos 13:32-33: "Y nosotros tambin os anunciamos el evangelio de aquella promesa
hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jess". La
definicin que dio Pablo sobre el evangelio en Romanos 1:1-4 incluye a la resurreccin: "( ...) el evangelio
[EuayyOwvj de Dios, que l haba prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su
Hijo, nuestro Seor Jesucristo, que era del linaje de David segn la carne, que fue declarado Hijo de Dios
con poder, segn el Espritu de santidad, por la resurreccin de entre los muertos".
4
30
DIOS ES EL EVANGELIO
estar en vosotros. No os dejar hurfanos; vendr a vosotros" (Jn. 14:1718). En otras palabras, cuando el Espritu venga, ser el Espritu de Cristo.
El Espritu ser para nosotros la presencia y la fuerza de Cristo mismo. La
comunin de Cristo, prometida en el evangelio, ocurre por la presencia del
Espritu en nosotros.
En las ltimas horas antes de su partida, Jess confirm las palabras
del evangelio pronunciadas por Juan el Bautista: "He aqu, yo enviar la
promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad
de Jerusaln, hasta que seis investidos de poder desde lo alto ... Juan
ciertamente bautiz con agua, mas vosotros seris bautizados con el Espritu
Santo dentro de no muchos das ... recibiris poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espritu Santo" (Le, 24:49; Hch. 1:5,8). El Espritu Santo
es el anticipo, una garanta de la plenitud de gozo que conoceremos en la
perfecta comunin con el Padre y el Hijo en la era venidera (2 Ca. 1:22;
5:5). Lo que en un final hace del evangelio una buena nueva es el disfrute
de la gloria de Dios en Cristo. El Espritu Santo nos da la experiencia de
dicho disfrute que hoy vivimos. Por consiguiente, la promesa del Espritu
en el evangelio es lo que le da carcter de buena nueva.
LA PROMESA DE LA SALVACIN PARA TODO EL QUE CREA
Sobre la base de todas esas nuevas -nuevas acerca de cosas que Dios ya
hizo en Cristo y de las que nosotros todava no hemos sentido los efectosla Biblia habla ahora de las consecuencias o de los logros de dichos sucesos
como buenas nuevas. Una de las palabras ms abarcadoras que describe
las buenas nuevas de lo que Dios hace por nosotros y en nosotros es la
salvacin. Pablo hace referencia al "evangelio de vuestra salvacin" en
Efesios 1:13: "En l tambin vosotros, habiendo odo la palabra de verdad,
el evangelio [EvayyALOv] de vuestra salvacin, y habiendo credo en l,
fuisteis sellados con el Espritu Santo de la promesa".
Pablo dice en Romanos 1:16: "Porque no me avergenzo del evangelio
[EiJa'Y'YAloV], porque es podel:de Dios para salvacin a todo aquel que cree
al judo primeramente, y tambin al griego". Cmo hablar entonces de la
salvacin en relacin con el evangelio? Debemos hablar de la salvacin
solamente como el resultado del evangelio o como parte del evangelio? El
texto plantea que el evangelio es poder de Dios para salvacin. Por lo tanto,
hay quien puede inferir que la salvacin no forma parte del evangelio.
El problema es que necesitamos hacer la distincin entre la experiencia
de salvacin en particular y la promesa de salvacin a los que crean en
31
Cuando Jess cur a los enfermos, expuls a los demonios, resucit a los
muertos y ayud a los pobres, mostr por qu "el evangelio del reino" era
una buena nueva. "Y recorri Jess toda Galilea, enseando en las sinagogas
de ellos, y predicando el evangelio [EvayyALOv] del reino, y sanando toda
enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mt. 4:23). Cuando comenz su
ministerio en Nazaret, Jess dijo: "El Espritu del Seor est sobre m, por
cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas [Eva'Y'YEAlaaa8m] a los pobres;
me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazn; a pregonar libertad
a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos" (Le.
4:18). Esas eran el tipo de bendiciones que caracterizaban al reino de Dios,
en parte, en aquella poca y, completamente, en la que est por venir.
Lo que nos muestra el progreso de la revelacin, en la medida en que el
Nuevo Testamento se nos hace conocido, es que la muerte y resurreccin
de Cristo para cubrir nuestros pecados constituye el basamento de todas
las bendiciones que anuncia el evangelio del reino. El Rey debe morir antes
de reinar. De lo contrario, la justicia de su reino traera solamente juicio y
no salvacin. As, todas las bendiciones del reino que se demuestran en el
evangelio se ganaron por la sangre de Cristo. Por eso es que la cruz debe
ser siempre el centro y basamento del evangelio y por eso es que a las
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DIOS ES EL EVANGELIO
Junto con la curacin, la ayuda para los pobres y la libertad para los
cautivos que Jess proclam como buenas nuevas, Pablo y Pedro hablan
de la paz con Dios, la vida eterna y la expansin mundial como parte
de las buenas nuevas. Por ejemplo, Pedro caracteriz el evangelio que
Dios envi por medio de Jess como el "mensaje [de Dios] a los hijos de
Israel, anunciando el evangelio [EuaYYEAl(flEVOS] de la paz por medio de
Jesucristo" (Hch. 10:36). Y Pablo hablo de tener los pies calzados con "con
el apresto del evangelio [EuaYYEAlou] de la paz" (Ef. 6:15). La paz que el
evangelio promete y crea tiene lugar primero entre el hombre y Dios (Ro.
5:10; 2 Ca. 5:18) y despus entre las personas. Cuando grupos tnicos
distintos comparten una reconciliacin vertical comn, se produce una
horizontal (Ef. 2:14-18).
LAS BUENAS NUEVAS PROMETEN VIDA ETERNA
El resultado de la paz con Dios es la vida eterna y es lo que hace del evangelio
de Cristo una buena nueva. Pablo dice en 2 Timoteo 1:10: "[La gracia de
Dios] ahora ha sido manifestada por la aparicin de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quit la muerte y sac a luz la vida y la inmortalidad por
el evangelio [EuayyEAlou]". El evangelio deja claro, literalmente, lo que Dios
logr con la muerte y la resurreccin de Jess: "vida e incorruptibilidad".
William Mounce dice que "la palabra 'incorruptibilidad' [u<l>eapalav],
cuando se une con zwhv, 'vida', es sinnimo de vida eterna"." Yo opino
que est en lo correcto. La razn por la que el evangelio saca la vida eterna
a la luz es que deja bien claro por qu la vida eterna es posible (la muerte
y resurreccin de Jess) y cmo ser la vida eterna (la vida con Cristo
resucitado).
"EN TI SERN BENDITAS TODAS LAS NACIONES"
Las buenas nuevas de todo lo que Cristo logr cuando muri y resucit
comprenden a todos los pueblos de la tierra. Esto no es solamente un
comentario acerca de cun amplio es el alcance de las buenas nuevas, es una
parte de lo que hace que las buenas nuevas sean buenas. El evangelio del
William Mounce, "Pastoral Epistles" [Epstolas pastorales], Word Biblical Commentary, tomo 46
(Nashville: Thomas Nelson, 2000), 485.
33
cielo no sera una buena nueva si el Rey no gobernara a todos los pueblos.
Pablo identifica explcitamente las bendiciones de las naciones como parte
del evangelio. Por ejemplo, en Glatas 3:8, dice: "la Escritura, previendo
que Dios haba de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la
buena nueva [TTPowrIYYEAlaaTo] a Abraham, diciendo: En ti sern benditas
todas las naciones". Predicar el evangelio significa anunciar las buenas
nuevas de que todas las naciones sern benditas por medio de Abraham.
Es decir, por medio de la muerte y resurreccin de la simiente de Abraham,
Jesucristo (G. 3:16).
El mensaje del evangelio incluye la verdad "que los gentiles son
coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartcipes de la promesa
en Cristo Jess por medio del evangelio [EuaYYEAlou l" (Ef. 3:6). El hecho de
que la salvacin de las naciones tenga lugar "por medio del evangelio" no
significa que el evangelio no contenga en su definicin la promesa de dicha
salvacin. Significa que la promesa de la salvacin de los gentiles de todo
el mundo, basada en la muerte y resurreccin de Jess, es el medio para
llevar a cabo la salvacin. La verdadera salvacin de las naciones viene por
medio de la promesa, obtenida por sangre, de la salvacin de los gentiles
mediante el evangelio. Si el evangelio fuera de ndole parroquial, no sera
el evangelio.
"EL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS"
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DIOS ES EL EVANGELIO
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SUPREMO: DIOS
PROMESA
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que hoy vivimos. Por consiguien--, la promesa del Espritu en el evangelio es
lo que le da carcter de buena riueva.
EL
EVANGELIO:
40:9
40
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41
INTERCAMBIO
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all". O: "Porque habr un cielo nuevo y una tierra nueva donde finalmente
habr justicia y belleza por doquier" .
Qu tienen de errneo dichas respuestas? Es cierto que nadie debera
querer ir al infierno. Es verdad que el perdn alivia los remordimientos.
En el cielo, se nos devolver a los seres queridos que murieron en Cristo y
escaparemos del dolor del infierno y disfrutaremos de la justicia y la belleza
de la nueva tierra. Todo esto es cierto. Qu tienen entonces las respuestas
de errneo? El error en dichas respuestas es que no consideran a Dios el bien
supremo y ms elevado del evangelio. No expresan el deseo supremo de
estar con Dios. Ni siquiera mencionan a Dios. Solo sus dones se mencionan.
Estos dones son valiossimos pero no son Dios y no constituyen el evangelio
si no se valora a Dios mismo como el don supremo del evangelio. Es decir,
si no se valora a Dios como el don esencial del evangelio, ninguno de los
dones ser evangelio ni buenas nuevas. Si se valora a Dios como el don
supremo e invaluable del evangelio, tambin se disfrutar de todos los
dems dones menores.
La justificacin no es un fin en s misma. No es perdn de pecados
ni imputacin de justicia. No es escapar del infierno ni entrar al cielo ni
librarse de enfermedades ni liberacin de la esclavitud ni vida eterna ni
justicia ni misericordia ni los encantos de un mundo sin dolor. Ninguna
de dichas caras del evangelio-diamante es el bien principal ni la meta ms
elevada del evangelio. Solamente es una: Contemplar y deleitarse en Dios
mismo, siendo cambiado a imagen de su Hijo para que nos deleitemos y
mostremos ms y ms la belleza y la vala infinitas de Dios. 9
POR QU QUIERO QUE ME PERDONEN>
y la JuStIfICaclon. Aqu estaba la suma y sustancia de esa sola fide-sola gratia-solo Christo-sola
Scrtptura-soli Deo gloria. lo cual fue tema continuo de sus proclamaciones, polmicas, alabanzas y
9 Vea el captulo 11 para la explicacin de la relacin entre la meta de contemplar a Dios y la meta de
ser como Dios.
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DIOS ES EL EVANGELIO
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ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amn". Los seres que
fueron creados no pueden sencillamente mirar a su creador y verlo como
en realidad es. lO
Por consiguiente, la contemplacin de Dios en el Antiguo Testamento
se realizaba por mediacin. Haba algo que se interpona. Dios se revelaba
a s mismo en acciones (Sal. 77:11-13) Y visiones (p. ej., Ez. 1:28) y la
naturaleza (Sal. 19:1) y ngeles (Jue. 13:21-22) y en especial, por su
palabra: "Y Jehov volvi a aparecer en Silo; porque Jehov se manifest
a Samuel en Silo por la palabra de Jehov" (1 S. 3:21).
LA CLORIA DEL SEOR SER REVALADA EN JESUCRISTO
Pero llegar el da en que la gloria del Seor sea revelada y vista de una nueva
forma. Esa era la mayor esperaza y expectativa del Antiguo Testamento.
"Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehov; enderezad calzada
en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bjese todo monte y
collado; y lo torcido se enderece, y lo spero se allane. Y se manifestar la
gloria de Jehov, y toda carne juntamente la ver; porque la boca de Jehov
ha hablado" (Is. 40:3-5). "Levntate, resplandece; porque ha venido tu
luz, y la gloria de Jehov ha nacido sobre ti. Porque he aqu que tinieblas
cubrirn la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecer Jehov,
y sobre ti ser vista su gloria. Y andarn las naciones a tu luz, y los reyes al
resplandor de tu nacimiento" (Is. 60:1-3). "Porque yo conozco sus obras y
sus pensamientos; tiempo vendr para juntar a todas las naciones y lenguas;
y vendrn, y vern mi gloria" (Is. 66:18).
El da comenz con la llegada de Jess. l era la Palabra de Dios y era
verdaderamente Dios y era la encarnacin de la gloria de Dios. "En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Y
aquel Verbo fue hecho carne, y habit entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unignito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Jn. 1:1,
14). Cuando llev a cabo los milagros, la gloria que vieron las personas si
creyeron fue la gloria de Dios. Jess dijo a Marta justo antes de resucitar a
su hermano Lzaro de entre los muertos: " ... No te he dicho que si crees,
vers la gloria de Dios?" (Jn. 11:40).
VIMOS MS DE DIOS DE LO QUE LOS PROFETAS SOARON
:,0 He to'}'ado los pasajes de las Escrituras que parecen ser excepciones de esto (por ejemplo Gnesis 32:30:
y llamo jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma ")
como declaraciones de acuerdo con Salmo 27:4, 8 donde contemplar la faz de Dios significa ver reflejos
y evidencias de su brillantez y vala. Algunos de estos reflejos de Dios son tan extraordinarios que los
testigos hablan de ver a DIOS mismo pero no tenemos por que pensar que ellos quieren decir sin mediador
alguno '. John Sailhamer comenta acerca de Gnesis 32:30: "La observacin de jacobo no significa
necesanarnenre que el 'varn' con el cual Jacobo luch fue efectivamente Dios. Preferiblemente como en
otras declaraciones semejantes (p. ej., Jue. 13:22), cuando alguien ve al "ngel de Jehov" sera apropiado
decir que VIO la faz de Dios". El Gnesis, en The Expositcr's Bible Commentary [El comentario bblico del
expositor], 12 tomos, ed. Frank E. Gaebelein (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1990), 1:210.
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otras palabras acerca de Jess, que finalmente haba llegado la hora en que
Dios se revelara de una manera en que nadie haba soado: Dios mismo, el
Hijo divino, se convertira en hombre, y los seres humanos veran la gloria
de Dios de una manera en que no la haban visto antes. Anteriormente,
la Biblia dice que: "Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros
das nos ha hablado por el Hijo, a quien constituy heredero de todo, y por
quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria,
y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder ... " (He. 1:1-3). Cuando vemos a Jess, vemos la gloria
de Dios como en ninguna otra manifestacin. U
LA
Por supuesto, hubo muchos que vieron a Jess y no vieron la gloria de Dios.
Vieron a un glotn, un borracho (Mt. 11:19). Vieron a Beelzeb, el prncipe
de los demonios (Mt. 10:25; 12:24). Vieron a un impostor (Mt. 27:63).
"Viendo no ven, y oyendo no oyen" (Mt, 13:13). La gloria de Dios en la
vida y ministerio de Jess no fue la gloria cegadora que veremos cuando
l venga por segunda vez con el "rostro... como el sol cuando resplandece
en su fuerza" (Ap. 1:16; cp. Le. 9:29). Su gloria, en la primera venida, fue
el exquisito e incomparable despliegue de perfeccin espiritual, moral,
intelectual, verbal y prctica que se puso de manifiesto en una especie de
obra milagrosa humilde y una enseanza irrefutable y actos de humildad
que separaron a Jess de todos los hornbres.l"
Lo que intento sealar es que la gloria de Cristo, cuando l apareci
entre nosotros, no consista en uno u otro atributo ni en una u otra accin,
l.1 Cuando la Biblia dice que: "Los cielos cuentan la gloria de Dios" (Sal. 19:1), se refiere a algo
esencialmente diferente a cuando dice que Cristo es la luminosidad de la gloria de Dios. En ninguna parte
la Biblia dice o sugiere que la naturaleza es Dios. Pero con frecuencia la Biblia dice y muestra que Jess
es Dios.
14 En su comentario acerca del convencimiento de Pedro en la fe tras haber visto la gloria exterior de
Cristo en el monte de la transfiguracin (Mt.17:1-9), donde Pedro dice: "habiendo visto con nuestros
propios ojos su majestad" (2 P. 1:16), jonarhan Edwards explica la diferencia entre esta "gloria exterior"
y la "gloria espiritual" que uno ve con los ojos del corazn: "Si una visin de la gloria exterior de Cristo
podra dar un convencimiento racional de su divinidad, por qu no puede una aprehensin de su gloria
espiritual hacerlo tambin? La indudable gloria espiritual de Cristo es en s misma tal distintiva y tan clara
mostrando su divinidad, como su gloria exterior; y an mucho ms: Porque su gloria espiritual es aquella
en la cual consiste su divinidad; y la gloria exterior de su transfiguracin mostr que era divino solo como
una imagen o representacin extraordinaria de esa gloria espiritual. Indudablemente, por lo tanto, aquel
que haya tenido una clara visin de la gloria espiritual de Cristo, puede decir: 'No he seguido fbulas
artificiosas, sino que he visto con mis propios ojos su majestad', COn tan buen fundamento para esto como
los apstoles, cuando la tenga, respecto a la gloria exterior de Cristo, la cual ha visto". "A Divine and
Supernatural Light [Una luz sobrenatural y divina]", en "Sermons and Discourses" [Sermones y discursos],
1730-1733, en The Works of Jonathan Edwards [Las obras de jonathan Edwards), tomo 17, ed. Mark
Valeri (New Haven, Conn.. Yale University Press, 1999),419.
49
50
DIOS ES EL EVANGELIO
Pero no todos vieron. A pesar de tener ojos, algunos no vieron. Pero los
que tuvieron ojos para ver, vieron la gloria de Dios cuando Cristo estuvo
en la tierra. Jess dijo que solo los que crean podrn ver su gloria. Por
ejemplo, cuando Marta se preocup s Jess resucitara o no a su hermano
muerto de entre los muertos, l le dijo: "No te he dicho que si crees, vers
la gloria de Dios?" (Jn. 11:40). Algunos vieron a Lzaro resucitar de entre
los muertos pero no vieron la gloria de Dios. 17 "Entonces muchos de los
judos que haban venido para acompaar a Mara, y vieron lo que hizo
Jess, creyeron en l. Peroalgunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron
lo que Jess haba hecho" (Jn. 11:45-46).18
La gloria de Dios no es sinnimo de poder puro. La gloria es la belleza
divina de sus mltiples perfecciones y para verla hace falta un cambio de
actitud. Jess lo deja bien claro cuando pregunta: "Cmo podis vosotros
creer, pues recibs gloria los unos de los otros, y no buscis la gloria que
viene del Dios nico?" (Jn. 5:44). La condicin egocntrica de los corazones
humanos no puede creer porque no pueden ver la belleza espiritual. No
es una discapacidad fsica que no les permita actuar incluso si tuvieran
el deseo. Es una discapacidad moral porque estn tan ensimismados que
son incapaces de ver algo que condenara su orgullo y les dara alegra al
admirar a otro. Por eso es que para ver la gloria espiritual de Cristo hace
falta un profundo cambio espiritual.
No
51
porque oyen" (Mt. 13:16). Existe una obra de gracia especial -una
bienaventuranza especial- que cambia nuestros corazones y nos permite
contemplar la gloria espiritual. Cuando Pedro dijo a Jess: "T eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente", haba visto la gloria de Cristo y haba
credo. A esto, Jess respondi: "Bienaventurado eres, Simn, hijo de
Jons, porque no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que est en los
cielos" (Mt. 16:16-17).
Eso fue lo que quiso decir Jess cuando dijo: "el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Jn. 3:3). "Lo que es nacido de la
carne, carne es; y lo que es nacido del Espritu, espritu es" (Jn. 3:6). Cuando
renazcamos por el Espritu de Dios, nuestros espritus sern vivificados y
podremos percibir la belleza espiritual que se autentica a s misma en la
persona y obra de Cristo.l?
VER LA GLORIA DE CRISTO TIENE SUS ALTAS Y SUS BAJAS
52
DIO S ES EL EV AN GE LIO
GEL IO
4
EL EVANGELIO: LA GLORIA DE
CRISTO, LA IMAGEN DE DIOS
en los cuales el dios de este siglo ceg el entendimiento de los incrdulos, para
que no les resplandezca! la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual
es la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a
Jesucristo como Seor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jess.
Porque Dios, que mand que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeci en nuestros corazones, para iluminacin del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
CORINTIOS
4: 4- 6
56
DIOS ES EL EVANGELIO
57
SEA LA LUZ!
Dios usa frgiles vasijas de barro para llevar "el incomparable poder" de
"la luz del evangelio de la gloria de Cristo". Qu sucede cuando estas
vasijas de barro predican el evangelio y se ofrecen a s mismas como
siervas? El versculo 6 nos proporciona la respuesta: "Dios, que mand
que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeci en nuestros
corazones, para iluminacin del conocimiento de la gloria de Dios en la
faz de Jesucristo". Esto significa que en el corazn oscuro y atribulado del
incrdulo, Dios hace lo que hizo en la creacin oscura y desordenada que
al comienzo fue nuestro mundo. l dijo: "Sea la luz" y fue la luz. As, dice
l al corazn ciego en tinieblas: "Sea la luz" y es la luz en el corazn del
pecador. En dicha luz vemos la gloria de Dios en la faz de Cristo.
Seyoon Kim seala la similitud entre Hechos 26:16-18 y 2 Corintios 4:4-6 en Paul and the New
Perspectiue: Second Thoughts on the Origin of Paul's Gospel [Pablo y la Nueva Perspectiva: Dudas
acerca del origen del Evangelio de Pablo] (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 2002),102 n. 4. Vea la tabla
siguiente:
Hechos 26:16-18
2 Corintios 4:4-6
(1) llamamiento de Pablo
llamamiento de Pablo
(2) visin de Dios
visin de Dios
(3) existencia bajo Satans
bajo "el dios de este siglo"
(4) [cegado-presupuesto]
cegado
(5) conversin a Dios (ETTl<TTPE<PUV)
[implcito: conversin a Dios; cp. 3:1618 (ETIl<TTp<iJE'V)]
(6) de las tinieblas a la luz
de las tinieblas a la luz
2
DIOS ES EL EVANGELIO
58
En 2 Corintios 4:4 dice que Satans ciega a las personas para impedir que
vean "la luz del evangelio" y cuenta con ms de una forma para lograrlo.
Una manera es evitar que se predique el evangelio. Lo logra desviando a
muchos predicadores y misioneros de su ministerio. Puede que mueran o
los enven a prisin (Ap, 2:10) u olviden el ministerio (2 Ti. 4:10). O puede
que abandonen la verdad y prediquen "un evangelio diferente" (G. 1:6-8;
Hch.20:30).
Pero en 2 Corintios 4:4 la manera en que Satans impide que las
personas vean "la luz del evangelio" no es impidiendo la predicacin, sino
evitando la percepcin espiritual. Se escuchan las palabras del evangelio,
se entienden los hechos pero no es "luz". Qu significa esto? Significa que
las personas cegadas toman en consideracin los hechos del evangelio pero
no ven ninguna belleza espiritual que los cautive, ni tesoro ni nada preciado
de forma suprema. Ven solo hechos. Puede que hasta estn de acuerdo
con que los hechos histricos sean ciertos -Satans de seguro tambin lo
est- pero no tienen un "verdadero sentido de la excelencia divina de las
cosas que se revelan en la Palabra de Dios ni una conviccin de la verdad y
la realidad que de ellas surgen".3
La ltima cita es de jonathan Edwards. Edwards ahond acerca de esta
espiritual "luz del evangelio" ms que algn otro autor que haya ledo. He
aqu su descripcin acerca de lo que Satans impide en el versculo 4 y lo
que Dios otorga en el versculo 6.
[Es] un sentido verdadero... de la excelencia de Dios y Jesucristo y de la obra
de redencin y las formas y obras de Dios que se revela en el evangelio. Son
poseedores de una gloria divina y superlativa, una excelencia que es de un tipo
infinitamente ms elevado y d.e naturaleza ms sublime, [y] una gloria que,
con grandeza, los distingue de todo lo que es mundano y temporal. Aquel que
es iluminado espiritualmente lo percibe y lo aprecia realmente. No cree que
Dios es glorioso de manera meramente racional, sino que tiene un sentido de
la gloria de Dios en su corazn."
3 Jonathan Edwards, "A Divine and Supernatural Light" [Una luz sobrenatural y divina] en "Sermons
and Discourses" [Sermones y discursos] 1730-1733, en The Works of [onathan Edwards [Las obras de
Jonathan Edwards], tomo 17, ed. Mark Valeri (New Haven, Conn.: Yale University Press, 1999),413.
59
4lbd.
5
lbd., 414.
DIOS ES EL EVANGELIO
60
Hay que tomar en cuenta, adems, que Pablo habla aqu de que Cristo
revela su gloria por medio del evangelio. Primero est Cristo, luego est la
revelacin de su gloria y luego est la revelacin de su gloria por medio del
evangelio. Reflexionemos acerca de cada uno de los tres pasos.
Primero est Cristo. La gloria a la que se hace referencia en 2 Corintios
4:4 no es una gloria vaga, impersonal como la gloria de la luz del sol, es la
gloria de una persona. Pablo habla de "la luz del evangelio de la gloria de
Cristo". El tesoro que contiene dicho texto no es la gloria por si, es Cristo en
su gloria, es el glorioso Cristo. l es el don supremo y tesoro del evangelio.
El resto de las palabras y hechos son medios para ver a Jesucristo, verlo de
manera que uno lo contemple y se deleite en l simultneamente.
Segundo est la revelacin de la gloria: Cristo revela su gloria por medio
del evangelio. Anteriormente (en el captulo 3), vimos que su gloria, en la
primera venida, fue un exquisito e incomparable despliegue de perfeccin
espiritual, moral, intelectual, verbal y prctica que se puso de manifiesto en
una especie de obra milagrosa humilde y una enseanza irrefutable y actos
de humildad que separaron a Jess de todos los hombres. Cada una de las
obras, palabras y actitudes de Jess fue gloriosa pero es la manera en que
todas se juntan en hermosa suma -yo lo llamo despliegue exquisito- lo
que constituye su gloria.
Sin embargo, el clmax de la gloria de su vida en la tierra fue la manera
en que esta termin. Fue como si todos los colores ms oscuros del espectro
de la gloria se juntaran en la ms hermosa puesta de sol en el Viernes Santo
con el Cristo crucificado como un sol de rojo sangre en el cielo carmes.
y fue como si todos los colores ms brillantes del espectro de la gloria
se juntaran en el ms hermoso amanecer en la maana de Pascua con el
6 En el Nuevo Testamento, una de las formas de distinguir a los que perecen de los que son salvos es por
el hech<;> de que ellos no han "visto" a Dios. Por ejemplo, 1 Juan 3:6 b: "todo aquel que peca no le ha
visto, m le ha conocido". Y 3 Juan 11: "El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo no ha
Visto a DIOS".
'
61
Tercero, es el evangelio: Cristo que revela su gloria por medio del evangelio.
El evangelio es una buena nueva, es la proclamacin de lo que sucedi. La
primera generacin de discpulos vio los acontecimientos con sus propios
ojos pero para nosotros, desde entonces, la gloria de Cristo es mediada
por la proclamacin de ellos. La siguiente es la manera en que ellos dijeron
que sucedera: "Lo que era desde el principio, lo que hemos odo, lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon
nuestras manos tocante al Verbo de vida ... lo que hemos visto y odo, eso
os anunciamos" (1 Jn. 1:1-3).
La persona gloriosa que una vez camin en la tierra permanece ahora
oculta. Todas sus acciones decisivas estn en el pasado invisible. No
contamos con ningn vdeo ni grabacin de Jesucristo en la tierra. Lo que
nos relaciona con Cristo y su cruz y resurreccin es la Palabra de Dios y
su centro, el evangelio. "Oh glatas insensatos! quin os fascin para
no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya
62
DIOS ES EL EVANGELIO
63
Edwards, "A Divine and Supernatural Light" [Una luz sobrenatural y divina), 416-417
64
DIOS ES EL EVANGELIO
65
humano real y que fue una persona que se revel en la vida real, histrica
y fsica.
LA FAZ FUTURA DE CRISTO
Para una excelente y amena introduccin a la doctrina de la Trinidad (la deidad del Padre, el Hijo
y el Espritu como un solo Dios aunque tres personas) vea Bruce Ware, Father, Son, and Holy Spirit:
Relationships, Roles, and Relevance [Padre, Hijo, y Espritu Santo: Su relaciones, papel y relevancia j
(Wheaton, IIl.: Crossway Books, 2005). Para un resumen histrico de la doctrina vea Robert Letham, The
Holy Trinity: In Scripture, History, Theology, and Worship [La Santa Trinidad en las Escrituras, la historia,
la teologa y la adoracin] (Phillipsburg, N.J.: P&R, 2004). Para un banquete de reflexion~s bblicas v~a
jonathan Edwards "Writings on the Trinity, Grace, and Faith" [Escritos acerca de la Trinidad, la gracia
y la fe], en The Works of]onathan Edwards [Las obras de jonathan Edwards], ed. Sang Hyun Lee, tomo
21 (New Haven, Conn.: Yale University Press, 2003).
9
66
DIOS ES EL EVANGELIO
67
Dios Padre (Jn. 3:6-8). Gracias a dicha capacidad de conocer a Dios, el Hijo
hace uso de su prerrogativa divina de darnos a conocer al Padre. Jess dijo
entonces: "nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno,
sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar" (Mt. 11:27). Si el
Hijo elige revelarnos al Padre, estaremos en comunin con el Padre y el
Hijo por medio del Espritu que da la vida. En dicha comunin disfrutamos
contemplando y deleitndonos en la gloria del Padre y el Hijo.
El Padre y el Hijo son uno tan inseparable en gloria y esencia que conocer
a uno supone conocer al otro y amar a uno supone amar al otro. "Todo
aquel que confiese que Jess es el Hijo de Dios, Dios permanece en l, y
l en Dios" (1 Jn. 4:15). Confesarse a Cristo, el Hijo, trae como resultado
que Dios Padre venga a nosotros y se manifieste. El Padre y el Hijo estn
tan unidos que tener a uno es tener al otro. "Todo aquel que niega al Hijo,
tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene tambin al Padre"
(1 Jn. 2:23). "Cualquiera que se extrava, y no persevera en la doctrina de
Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese s tiene
al Padre y al Hijo" (2 Jn. 9).
No hay posibilidades de conocer a Dios o tener con l una relacin de
salvacin sin conocer ni confiar en el Hijo. Esto se deja claro una y otra vez
tanto de forma positiva como negativa. "El que no honra al Hijo, no honra
al Padre que le envi" Un. 5:23). "El que me aborrece a m, tambin a mi
Padre aborrece" (Jn. 15:23). "si a m me conocieseis, tambin a mi Padre
conocerais" Un. 8:19). "El que me recibe a m, recibe al que me envi (Mt.
10:40). "El que a vosotros oye, a m me oye; y el que a vosotros desecha,
a m me desecha; y el que me desecha a m, desecha al que me envi"
(Lc. 10:16).
DIOS ES EL EVANGELIO
68
12 Juan Calvino, The Second Epistle of Paul the Apostle to the Corinthians [La Segunda Epstola del
apstol Pablo a los Corintios], trad. T. A. Smail (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1964), 53.
EL
JUAN
5:6-11
DIOS ES EL EVANGELIO
72
73
Por consiguiente, por poder [del Espritu], no creemos por nuestro juicio
[i Preste atencin!] ni por el de nadie que las Escrituras partieron de Dios. Pero
por encima del juicio humano afirmamos con suma certeza (como si estuviramos contemplando la majestad de Dios mismo) que fluy hacia nosotros
desde la boca misma de Dios por el ministerio de los hombres.t
EL TESTIMONIO DE DIOS ES EL DON DE LA VIDA Y POR LO TANTO, DE
LA VISIN
Ibid., 92 (Lviii.l3).
lbid., SO (Lvii.5).
74
DIOS ES EL EVANGELIO
MISMO
As, el testimonio interior del Espritu Santo, que nos persuade de que el
evangelio es cierto, no consiste en agregar informacin nueva a lo que
aparece en el evangelio. A su vez, es lo mismo que Pablo describe en 2
Corintios 4:6: "Porque Dios, que mand que de las tinieblas resplandeciese
la luz, es el que resplandeci en nuestros corazones, para iluminacin
del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo". En otras
palabras, el Espritu nos permite ver lo que hay realmente en el evangelio.
Hay luz verdadera y gloria verdadera y es divino de manera manifiesta. Se
autentica a s mismo. J. I. Packer lo afirma de la siguiente manera:
Calvino afirma que las Escrituras se autentican a s mismas por medio del
testigo interior del Espritu Santo. A qu se refiere Calvino con "testigo interior"? No es una cualidad especial dada por la experiencia ni una revelacin
6
ua; 76 (Lvii.2).
75
1959),295.
76
DIOS ES EL EVANGELIO
otros; como muchos mahometanos creen con fervor en la verdad de la religin
mahometana? porque sus padres y vecinos y nacin lo creen. Dicha creencia
de la verdad de la religin cristiana, que se sustenta sobre la misma base que
la creencia de los mahometanos de la religin mahometana, es la misma clase
de creencia. Y aunque en lo que se crea resulte ser superior, esto no hace que
la creencia misma sea superior; porque aunque en lo que se crea sea cierto, la
creencia no se debe a dicha verdad, sino a la educacin. As, como la conviccin no es superior a la de los mahometanos, la creencia que de ella surge no
es mejor en s misma que la creencia religiosa de los mahometanos. 10
77
Los
Los
Luego, para sustentar su tesis, Edwards cita el texto que nos ocup en
el captulo anterior: 2 Corintios 4:4-6, en especial el versculo 6 ("Dios,
Mahometano: Trmino antiguo para referirse a un musulmn.
Edwards, "Religious Affections" [Amor religioso], 295.
11 [bid.
ua; 298.
10
13
12 lbid.,
Por ejemplo, Edwards cita Lucas 10:21-22; Juan 6:40; 17:6-8; Mateo 16:16-17; Glatas 1:14-16.
[bd.,297.
296.
14
78
Ahora bien, hagamos hincapi -ya que es el tema del presente libroque todas estas cosas divinas y esenciales aparecen en el evangelio. Es cierto
que las Escrituras todas llevan la marca de la gloria de Dios, ya que
l es
su tema y autor. No obstante, en los sucesos del evangelio de la crucifix
in
y resurreccin de Cristo -los sucesos terribles y maravillosos del Viernes
Santo y la Pascu a- la gloria de Cristo resplandece con ms brillo.
As,
resulta de especial importancia que pensemos en el evangelio en trmino
s de
la revelacin de la gloria de Dios. Dios 10 dise para ser el lugar princip
al
en que se revelara su gloria a travs de los siglos. ]onath an Edwards
dice:
"Ahora la gloria que caracteriza a este Ser divino se manifiesta y aparece
de
la manera ms resplandeciente en lo que el evangelio nos propone y expone
:
las doctrinas que ensearon, las palabras que hablaro n y los consejo
s, las
acciones y las obras divinas que ah se revelan" .17
La importancia de ver la gloria de Cristo en el evangelio se har ms clara
y urgente si reflexionamos cmo esta verdad obstaculiza la evange
lizacin y
las misiones y los mltiples ministerios de la iglesia para intentar cambia
r el
compo rtamien to de las personas. De eso trata el siguiente captulo.
6
EL EVANGELIO: LA GLORIA DE
CRISTO EN EL EVANGELISMO, LAS
MISIONES Y LA SANTIFICACIN
para que abras sus ojos, para que se
conviertan de las tinieblas a la luz,
y de la potestad de Satans a Dios; para que
26:18
CORINTIOS
3:18
DIOS ES EL EVANGELIO
82
imposible que los que son analfabetos y no estn familiarizados con la historia
consigan alcanzar una conviccin absoluta y vlida del mismo.'
y mucho peor estn los que "han sido criados en atesmo" y no tienen
conocimiento de la historia del mundo, mucho menos de la Biblia. Si
creemos que la verdadera conviccin y certeza espirituales deben aguardar
la llegada de un argumento histrico, esto "har infinitamente difcil la
divulgacin del evangelio entre ellos" .3
LA FE QUE SOBREVIVE A LA TORTURA NO SE BASA EN PROBABILIDADES
tu:
83
cuando tengan que enfrentar alguna gran prueba de fe, a decir: "Cmo s
esto o lo otro? Cmo s cundo escribieron estas historias?" ... Un sinfn de
dudas y escrpulos quedarn."
na, 303.
84
DIOS ES El EVANGELIO
85
decir que el Espritu Santo vuela en perfecta formacin detrs del motor del
evangelio que exalta a Cristo. l lleva a cabo su obra de abrir corazones de
forma milagrosa para que podamos contemplar y deleitarnos en Cristo en
la medida en que se predica de l en el evangelio.' El Espritu fue enviado
para glorificar al Hijo de Dios (Jn. 16:14) y no har a nadie a un lado a la
hora de atraer su atencin a la gloria del Hijo en el evangelio.
Entonces se realiza por medio de la santificacin. Nos trasformamos
a imagen de Cristo -eso es la santificacin- atentamente contemplando
y deleitndonos'' en la gloria de Cristo. As sucede con el Seor, que es el
Espritu. La labor del Espritu es la siguiente: Hacer que resplandezca la luz
de la verdad en la gloria de Cristo para que podamos verla como realmente
es: Infinitamente preciosa. La labor del Espritu Santo de transformarnos
no consiste en obrar directamente sobre nuestros malos hbitos, sino hacer
que admiremos a Jesucristo en tal medida que los hbitos pecaminosos
nos parezcan extraos y desagradables. Mi objetivo no es dar todos los
detalles." sino nombrarlos para que el evangelio lleve a cabo su obra de
manera decisiva en revelar la gloria de Cristo que es la imagen de Dios. Por
consiguiente, si faltamos a la gloria de Dios en Cristo como el mayor don
del evangelio, paralizamos la obra santificadora de la iglesia.
ASIMILAMOS AQYELLO QUE ADMIRAMOS
86
DIOS ES EL EVANGELIO
:'y
87
88
DIOS ES EL EVANGELIO
89
13 "l" en este contexto es Dios Padre. Pero todo el sentido del pensamiento de Pablo en 2 Corintios
3:18-4:6 es mostrar que la gloria del Padre brilla en la faz de Cristo y la gloria de Cristo es la gloria del
Padre. As que no hago diferenciacin aqu.
90
No
DIOS ES EL EVANGELIO
HABR EVANGELIO NI SALVACiN DONDE NO SE MUESTRE NI SE
7
EL EVANGELIO:
LA GLORIA DEL GOZO DE DIOS
94
DIOS ES EL EVANGELIO
Algo an ms extraordinario: Pablo dice que esto es parte del evangelio, "el
evangelio de la gloria del Dios gozoso". Una parte esencial de lo que hace
que el evangelio de la muerte y resurreccin de Cristo sea buenas nuevas es
que revela un Dios infinitamente gozoso. Nadie querra pasar la eternidad
con un Dios descontento. Si Dios no estuviese gozoso, entonces el propsito
del evangelio no sera un propsito feliz y eso quiere decir que no sera
evangelio entonces. Pero en realidad Jess nos invita a pasar la eternidad
con un Dios soberanamente gozoso cuando nos dice lo que nos dir al final
de los tiempos: " ... entra en el gozo de tu seor" (Mt. 25 :23). Jess vivi y
muri para que este gozo --el gozo de Dios- fuese nuestro y nuestro gozo
3 En 1 Timoteo 6:15 dice: "el bienaventurado [makavrio-] y solo Soberano, Rey de reyes, y Seor de
seores".
4 Todos los lugares en que Dios es llamado "bendito" en el resto de la Biblia griega utiliza otra palabra
para "bendito": eulogetos, no makarios. "Bendito sea el Seor" es EVAO'Y'lTS'. K1pLOS
(Sal. 41:13 Sal. 40:4 LXX), pero "Bienaventurado el varn" es lluKpLOS V!p (Sal. 1:1).
5 Para un estudio ms a fondo de la felicidad de Dios vea John Piper, The Pleasures of God [Los placeres
de Dios] (Sisters, Ore.: Multnomah, 2000). En este punto estoy recurriendo a cosas que dije all.
95
fuera pleno (Jn. 15:11; 17:13). Por lo tanto, el evangelio es "el evangelio
de la gloria del Dios gozoso".
~ TIENE DE BUENO TENER UN DIOS GOZOSO EN EL EVANGELIO?
Debo ser cuidadoso aqu, no sea que comience a describir el libro que
ya escrib: The Pleasures of Cod: Meditations on God's Delight in Being
God [Los placeres de Dios: Meditaciones acerca del deleite de Dios en ser
Dios]. Pero al menos una de sus ideas tiene que estar en este libro. Uno de
los fundamentos del gozo de Dios es tan esencial para captar qu tiene de
sumamente bueno el evangelio que debo explicarlo en este libro.
La felicidad de Dios es en primer lugar y ante todo una felicidad en su
Hijo. 6 As, cuando participamos de la felicidad de Dios, participamos del
propio placer que el Padre siente en el Hijo. Esto es en ltima instancia lo
que hace del evangelio buenas nuevas. No abre el camino para contemplar
y deleitarnos en la gloria de Cristo. Y cuando alcancemos la meta final nos
encontraremos deleitndonos en el Hijo con la misma felicidad que el Padre
siente por el Hijo.
Es por esto que Jess nos dio a conocer al Padre. Al final de su gran
oracin en Juan 17:26, l le dice al Padre: "Y les he dado a conocer tu
nombre, y lo dar a conocer an, para que el amor con que me has amado,
est en ellos, y yo en ellos". El amor que siente Dios por el Hijo estar
en nosotros. Es decir, el amor por el Hijo que estar en nosotros ser el
amor del Padre por el Hijo. No solamente amaremos al Hijo con nuestra
insignificante capacidad de amar. Sino que a nuestro amor por el Hijo le
ser infundido el amor divino entre el Padre y el Hijo. Por lo tanto, a travs
de Juan 17:26 comprendemos que Jess nos dio a conocer a Dios para
que el placer de Dios en su Hijo pudiera estar en nosotros y convertirse en
nuestro placer en Cristo.
Imagnese poder disfrutar de lo que es infinitamente disfrutable con una
energa sin lmites y una pasin eterna. Esto no es lo que experimentamos
ahora. Tres cosas nos son obstculos para nuestra completa satisfaccin en
el mundo. Una es que nada aqu tiene un valor personal lo bastante grande
como para satisfacer los ms profundos anhelos de nuestro corazn. Otra
es que carecemos de la fuerza para deleitarnos en los mejores tesoros en
su mximo valor. Y el tercer obstculo a la completa satisfaccin es que
nuestra alegra aqu es finita. Nada perdura.
6 Vea el captulo "The Pleasure of God in His Son" [El placer de Dios en su Hijo 1para una ms completa
defensa y explicacin de esta verdad. lbid., 25-46.
96
DIOS ES EL EVANGELIO
8
EL EVANGELIO: LA GLORIA DE
CORINTIOS
7:10
GLORIA DE CRISTO
EDWARDS
100
DIOS ES EL EVANGELIO
101
Cmo sucedi esto? Cmo fue que Dios se convirti en el tesoro que nos
satisface por completo? Sucedi a travs del evangelio. El evangelio revel la
gloria de Dios en Cristo. Lo vimos. Abrimos los ojos a su belleza y su valor.
Se sembr la semilla del deleite y el fruto que dio fue el dolor. Dolor por
no habernos deleitado en su gloria durante tanto tiempo. Paradjicamente,
3 lbid., 18-1'. Cursivas aadidas, Edwards dice de manera similar en otra parte: "El mismo paladar que
aprecia la m,Jzura del vetitaderobien moral, prueba el amargor del mal moral". "Religiom AHtctioos"
[Amor religioso J, en The Works ofJonathan Edwarth (La. obras de jonathan Edwards], tomo 2, elI.John
Smith (New Haven, Conn.: Yale University Press, 1959), 301.
DIOS ES EL EVANGELIO
102
Debo dejar que cada cual juzgue por s mismo.... Con respecto de la humanidad, qu poco amor desinteresado por Dios, ese afecto puro y divino, hay en
103
el mundo.f
104
DIOS ES EL EVANGELIO
No hay otro amor que est tan por encima de un principio egosta como
lo est el amor cristiano, no existe amor que sea tan libre y tan desinteresado.
A Dios se le ama por s mismo y por consideracin a l. 7
De hecho, Edwards dira que no existe amor a Dios que no incluya deleite
en Dios. Por lo tanto, si hay un amor desinteresado por Dios, existe el
deleite desinteresado en Dios. Y es as exactamente como l piensa. Por
ejemplo, l dice:
Tal como sucede con el amor por los santos, sucede con su alegra y su deleite
y placer espiritual: El primer fundamento de esto no es ninguna consideracin
o concepto de su inters por las cosas divinas, sino que consiste principalmente en el dulce esparcimiento que sus mentes tienen ante la presencia ...
belleza divina y santa de estas cosas, como lo son en s mismas."
105
106
DIOS ES EL EVANGELIO
los santos, por muy sinceros que sean, son deseos humildes; su esperanza es
una esperanza humilde; y su alegra, aun cuando es indescriptible y llena de
gloria, es una alegra humilde y desconsoladora y deja al cristiano ms pobre
en espritu y ms parecido a un nio y ms predispuesto a una humildad
universal de la conducta.l '
107
DIOS para los que escapan. DIOS conoce la proporcin de las cosas y cmo apreciar mejor los atributos
de Cristo.
EL
EL
DON DE
de la gloria de su gracia,
EFESIOS
EVANGELIO:
15-(,
DOLOROSOS Y SALVADORES
2:18
TESALONICENSES
1:10
17:3
110
DIOS ES EL EVANGELIO
111
NACiN?
de este y el siguiente captulo es mostrar desde las Escrituras cmo los dones
obtenidos por la sangre -podra decirse, dones del evangelio- sealan
hacia el nico gran don del evangelio: Dios mismo.
EL DON EVANGELICO DE LA PREDESTINACIN
112
DIOS ES EL EVANGELIO
113
tambin nos gloriamos en Dios por el Seor nuestro Jesucristo, por quien
hemos recibido ahora la reconciliacin". El objetivo de esta reconciliacin
no es el de una solidaridad segura pero con resentimiento. El objetivo es
que "nos gloriemos en Dios por el Seor nuestro Jesucristo". Dios es el eje
de la reconciliacin. La alegra de la reconciliacin es alegra en Dios. Por
ende, cuando predicamos el evangelio de la reconciliacin, el punto central
no debe ser meramente la eliminacin de la enemistad, sino la llegada de la
alegra en Dios. Contemplar y deleitarnos en el Dios reconciliado es el bien
fundamental en las buenas nuevas de Jesucristo.
C R 1ST o
PODEROSO CRISTO
[)ERRA l\1 o
Q L le
o S ;\ e E RC;\ R N o S
;\
DIOS
[) 11 EV;\ N l; E L I o.
N o s ;\ [) M I IL\ R Uvl o S ;\ N T E
EL
114
DIOS ES EL EVANGELIO
de eterna perdicin, excluidos de la presencia del Seor y de la gloria de su
poder, cuando venga en aquel da para ser glorificado en sus santos y ser
admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido
credo entre vosotros).
115
a quien has enviado" (v. 3). En otras palabras, el don del evangelio llamado
vida eterna no es una mera extensin de todos los placeres terrenales.
Es la extensin y la perfeccin de la dicha de conocer a Dios y a su Hijo
Jesucristo. "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el nico Dios
verdadero". Fuera todos los dems dioses. Fuera todos los deleites que no
sean el deleite en Dios; no porque haya que quitar algo bueno, sino para
hacer sitio a lo que es infinitamente mejor: Dios mismo. La vida eterna es un
gran don del evangelio. Y se convierte en el gran don del evangelio cuando
lo experimentamos al conocer y deleitarnos en el nico Dios verdadero y
su Hijo por siempre.
EL EVANGELIO GAN TODAS LAS COSAS QUE SON BUENAS PARA
NOSOTROS
DIOS
Compare esto con Filipenses 4:19: "Mi Dios, pues, suplir todo lo que os
falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jess". Todo lo que os
falta! Significaeso que nunca tenemos momentos difciles? Evidentemente
no. Siete versculos atrs, Pablo dijo: "S vivir humildemente, y s tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseado, as para estar saciado
como para tener hambre, as para tener abundancia como para padecer
necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (vv. 12-13). Esto
es asombroso. Dios suple "todo lo que os falta" (v.19). Por lo tanto,
116
DIOS ES EL EVANGELIO
"ni la muerte, ni la vida ... nos podr separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jess Seor nuestro" (Ro. 8:38-39). De hecho, no solo la muerte no
puede separarnos del amor de Dios, sino que es, junto con todas las dems
tribulaciones, un don del evangelio. Escuche el modo en que Pablo lo dice
en 1 Corintios 3:21-23: "As que, ninguno se glore en los hombres; porque
todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida,
sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de
Cristo, y Cristo de Dios". [Todo es vuestro, incluida la muerte! La muerte
est incluida en nuestro cofre del tesoro de dones de Dios mediante el
evangelio. As que en un texto Pablo dice que somos: "ms que vencedores"
en la muerte. Y en otro texto dice que todo es nuestro, incluida la muerte.
Lo interpreto como que a causa de las verdades de Romanos 8:28 y 8:32,
Dios toma cada tribulacin y la pone a servirnos, incluida la muerte. La
muerte es "nuestra": Nuestra sierva. El hecho de que seamos "ms que
vencedores" significa no solamente que la muerte yace muerta a nuestros
pies tras la batalla, sino que la tomamos prisionera y la obligamos a que
nos sirva.
117
Owen, "Meditations and Discourses on the Glory of Christ in His Person, Office, and Grace"
[Meditaciones y discursos acerca de la gloria de Cristo en su persona, oficio y gracia], en The Works of
[ohn Owen [Las obras de John Owen],tomo 1 (Edimburgo: Banner of Truth, 1965),275.
4 Peter Toon, God'sStatesman: The Life and Work ofJohn OWen [El estadista de Dios: La vida y obra de
John Owen] (1971; reimpresin, Eugene, Ore.: Wipf & Stock, 2005), 171.
118
DIOS ES EL EVANGELIO
Todo esto es muy extrao. A causa del evangelio, Dios promete darnos
"todas las cosas" con Cristo (Ro. 8:32). Resulta que "todas las cosas"
no solo incluye cosas agradables sino tambin cosas terribles como
tribulaciones, angustia, persecucin, hambre, desnudez, peligro, espada
y muerte. Todos estos son dones del evangelio ganado para nosotros por
medio de la sangre de Cristo. La muerte es un don porque nos lleva ms
rpidamente al gran bien del evangelio: A contemplar y deleitarnos en la
gloria de Dios en la faz de Cristo.
Y los dems dones: Tribulacin, angustia y los dems? Cmo son
ellos beneficios adquiridos por el evangelio? Cmo es que son parte de
"todas las cosas" en Romanos 8:32 y 28 y Filipenses 4:13? La respuesta
es que en la misericordiosa soberana de Cristo, fortalecida por su propia
sangre, estos tormentos llevan a cabo el bien ms grande del evangelio, una
contemplacin y un deleite de Dios en Cristo ms puro y autntico y ms
profundamente grato.
EL PLAN DEL EVANGELIO DEL SUFRIMIENTO DE PABLO ... y EL NUESTRO
Pablo nos ensea esto en varios lugares. Por ejemplo, en 2 Corintios 1:8-9 l
describe el plan del evangelio de Dios en sus terribles sufrimientos en Asia:
"Porque hermanos, no queremos que ignoris acerca de nuestra tribulacin
que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera ms
all de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de
conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte,
para que no confisemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a
los muertos". Este no es el plan del diablo. Es el plan de Dios. El sufrimiento
mortal de Pablo fue planeado por Dios para que l se mantuviera cerca
de Dios. El propsito del evangelio no es una vida fcil. Es ahondar en el
conocimiento de Dios y ahondar en la confianzaen Dios.
De forma similar en 2 Corintios 12:7-10, Pablo explica como Cristo
se rehsa a quitarle su sufrimiento a causa de un mayor propsito que una
existencia sin dolor.
y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente,
me fue dado un aguijn en mi carne, un mensajero de Satans que me abofe-
119
120
DIOS ES EL EVANGELIO
sino en Dios que resucita a los muertos" (2 Co. 1:9). Y vimos que el
resultado de la estricta misericordia de Cristo al dejar su "aguijn en la
carne" fue que Pablo "de buena gana" se glori en sus debilidades. En
otras palabras, l haba hallado un placer ms cautivador en Cristo que
en su bienestar fsico. Cmo se relacionan confianza y deleite? Cmo se
relaciona la fe en Cristo con el deleite en Cristo? Cmo se relacionan la
confianza en Dios y el deleite en su gloria?
Para responder esto debemos preguntarnos: Para qu debe la fe confiar
en Cristo? No funcionara confiar en l para distribuir pornografa. Solo
hago uso de este vulgar ejemplo para dejar claro el principio. La fe no es fe
salvadora si intenta confiar en Cristo por las razones equivocadas. Esto deja
claro que la confianza por s misma, sin referencia a para qu confiamos
en l, no es la esencia de una relacin salvadora con Cristo. Algo ms debe
estar presente en la fe si va a ser fe salvadora que enaltece a Cristo en vez
de simplemente usarlo. La fe salvadora debe poseer para esto la cualidad
de probar lo que exalta a Cristo y abrazarlo.
CUNTO CONFAS EN LA AFIRMACIN
"Yo
SOY LA SATISFACCIN DE
TU ALMA"?
Debemos confiar en Cristo para lo que l nos dice que debemos confiar
en l, esto es, sus dones y promesas. Y cules son? El mejor de los dones
adquiridos y prometidos por el evangelio es el don de Dios mismo, revelado
en Cristo y ofrecido a nosotros para nuestro regocijo. Qu significa confiar
en una persona que dice: " ... el que en m cree, no tendr sed jams" (Jn.
6:35)? O, para decirlo de una forma diferente, qu significa confiar en
una persona que dice: "Mi hermosura y mi gloria son la ms profunda
satisfaccin de tu alma"? Significa que la confianza debe probar y abrazar
esa satisfaccin. La confianza debe experimentar que su sed sea satisfecha.
Decir: "Confo en que eres ahora la ms profunda satisfaccin de mi alma"
y no haber probado an esa satisfaccin es una contradiccin.
Para estar seguros debernos confiar en Cristo para la plenitud de esta
satisfaccin en el siglo venidero. No lo experimentamos ahora. Pero lo
hemos probado en alguna medida. A eso se refiere Pablo cuando dice:
"(porque por fe andamos, no por vista)" (2 Co. 5:7). No contemplamos
ni nos deleitamos en la plenitud de la gloria de Dios ahora. "Ahora vemos
por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco
en parte; pero entonces conocer como fui conocido" (1 Co. 13:12). Pero
mientras la plenitud de la vista espera por el siglo venidero, hay una visin
121
10
EL
EVANGELIO:
EL
DON DE DIOS
3:17-18
124
DIOS ES EL EVANGELIO
l pareca amonestarme porque no haba fe en mis splicas. Yo estaba
comenzando a importunar. No es bueno importunar a Dios. Yo no me estaba
rindiendo ni pasndole mi carga a l. Yo estaba tratndolo de la forma en
que a veces te he tratado a ti al implorar por algo con el tono de que si no lo
consigo ser infeliz para siempre. Eso es incredulidad, ya que coloca al don
de Dios por encima de Dios. As que, fui alentado por estos pensamientos a
"Echar sobre Jehov mi carga" y confiar en la promesa de que "l [flE] sustentar; no dejar para siempre cado al justo". Y para nuestra gua, tomo el
Salmo 25:8: "Bueno y recto es Jehov; por tanto, l ensear a los pecadores
el camino". Esta es una de las precisiones que confiadamente inclu a mis
oraciones: Yo soy un pecador.
125
Qu tal si alguien dijera: "Tal vez el problema con la esposa que pidi los
cincuenta dlares a su esposo es que ella no es realmente agradecida"? Tal
126
DIOS ES EL EVANGELIO
127
Es increble que esta misma idolatra sea en ocasiones cierta incluso cuando
las personas agradecen a Dios por enviar a Cristo a morir por ellos. Tal vez
usted haya odo decir a algunas personas lo agradecidos que debemos estar
por la muerte de Cristo porque eso demuestra cunto valemos para Dios.
En otras palabras, estas personas estn agradecidas por la cruz como eco
de nuestro valor. Cul es el fundamento de esta gratitud?
jonathan Edwards la llama gratitud de hipcritas. Por qu? Porque
"ellos primero se regocijan y se enardecen por el hecho de que Dios les
haya dado tanta importancia; y entonces por este motivo, [Dios] les parece,
por as decirlo, encantador ... Ellos quedan encantados en sumo grado, al
or cunto hacen Dios y Cristo por ellos. As que su gozo es realmente un
gozo en s mismos, no en Dios" .3 Resulta impactante saber que una de las
descripciones ms comunes de la cruz hoy da ---esto es, cunto celebra
nuestro valor- bien podra ser una descripcin del amor propio natural
sin ningn valor espiritual.
Ay, si todos prestramos atencin a la sabidura de Jonathan Edwards.
l sencillamente explica de forma detallada lo que significa hacer todas
las cosas, incluso dar gracias, para la gloria de Dios (1 Ca. 10:31). l nos
muestra para qu es el evangelio. Es para la gloria de Dios. Y Dios no
es glorificado si el fundamento de nuestra gratitud por el evangelio es el
valor de sus dones y no el valor del dador. Si la gratitud por el evangelio
no tiene sus races en la gloria de Dios bajo el don de Dios, entonces es
idolatra disfrazada. Quiera Dios concedernos un corazn para contemplar
en el evangelio la luz de la gloria de Dios en la faz de Cristo. Quiera l
concedernos la dicha de deleitarnos en l por quin es l, para que toda
nuestra gratitud por sus dones sean el eco de nuestro gozo en la excelencia
del dador!
lbl., 250-251.
128
DIOS ES EL EVANGELIO
Esta es mi respuesta a cien preguntas acerca de las cosas buenas que Dios
hizo y dio. La creacin del mundo material, incluidos nuestros cuerpos con
sus cinco sentidos, fue idea de Dios. l no lo hizo principalmente como
una tentacin a la idolatra, sino principalmente como una demostracin
de su gloria. "Los cielos cuentan la gloria de Dios... " (Sal. 19:1). Ese es el
propsito de un milln de especies de animales y plantas y de un milln de
galaxias. "Porque todo lo que Dios cre es bueno, y nada es de desecharse,
si se toma con accin de gracias" (1 Ti. 4:4). S, si la accin de gracias
tiene sus races en la contemplacin de la gloria del dador a quin debemos
admirar ms que a todos sus dones y en quien debemos deleitarnos en todos
sus dones.
Me encantara abundar sobre esto, sobre el papel de la creacin como
mediadora de la gloria del Creador y de la adoracin hacia l. Pero ya
dediqu un espacio considerable a dicho tema en un captulo titulado
"Cmo esgrimir la Palabra en la batalla por el gozo" en Cuando no deseo
a Dios: La batalla por el goZO.4 Espero que se remita ah si desea abundar
sobre esta cuestin.
Basta decir que Dios cre lo que no es Dios. Por lo tanto, es bueno
que lo que no es Dios exista. La razn por la cual Dios cre lo que no
es Dios es que esta era la mejor forma para Dios de mostrar su gloria a
otros seres aparte de s mismo. Su motivo para esto fue, a la vez, un amor
por ellos y por mostrar su gloria. Digo "a la vez" porque estas dos cosas
ocurren al mismo tiempo. Dios nos es revelado y nos ama. El amor nos da
lo que es mejor para nosotros, y lo que es mejor para nosotros es conocer
y deleitarnos en Dios. l sabe mejor que nadie cmo hacernos conocer la
plenitud de su gloria para nuestro deleite. No era sin la creacin material.
l nos muestra su amor por nosotros y se muestra a s mismo creando el
mundo material. Esto contina sucediendo cuando Dios nos da ojos para
contemplar que toda la creacin "cuenta la gloria de Dios" .
129
John Piper, When 1 Don't Desire God: How to Fight for Joy [Cuando no deseo a Dios: Cmo pelear
por el gozo] (Wheaton, Ill.: Crossway Books, 2004), 175-206. Este libro est publicado en castellano por
Editorial Portavoz.
Owen, "Meditarions and Dscourses on the Glory o Christ in His Person, Office, and Grace"
[Meditaciones y discursos acerca de la gloria de Cristo en su persona, oficio y gracia], en The Works of
John Owen [Las obras de John Owen], tomo 1 (Edimburgo: Banner o Truth, 1965),275.
5 JOM
DIOS ES EL EVANGELIO
130
cuando dice: " ...Yo soy el pan de vida ... " (Jn. 6:35). Y cre el ciclo de
la sed y la saciedad para que tuviramos alguna idea de cmo es la fe en
Cristo cuando Jess dijo: " ...el que en m cree, no tendr sed jams" (Jn.
6:35). Dios no tena por qu crear seres que necesitaran comida yagua y
que tuvieran la capacidad de percibir sabores agradables.
Pero el hombre no es el centro del universo, es Dios. Y todas las cosas,
como dice Pablo, son: " ... de l, y por l, y para l..." (Ro. 11:36). "para
l" significa que todas las cosas existen para llamar la atencin hacia l y
para provocar la admiracin hacia l. En Colosenses 1:16, Pablo dice ms
especficamente que: "todo fue creado por medio de l [Cristo] y para l
[Cristo]" . Por lo tanto el pan fue creado para la gloria de Cristo. El hambre
y la sed fueron creadas para la gloria de Cristo. Y el ayuno fue creado para
la gloria de Cristo.
Lo cual significa que el pan glorifica a Cristo de dos maneras: Cuando
se come con gratitud hacia Dios por su bondad y cuando se sacian las
ansias por Dios mismo. Cuando comemos, ingerimos el emblema de
nuestro alimento divino: El pan de vida. Y cuando ayunamos, digamos que
"amamos la Realidad por encima del emblema". En el corazn del santo,
tanto comer como ayunar constituyen adoracin. Ambas cosas glorifican
a Cristo. Ambas envan el corazn agradecido y anhelante al dador. Cada
una tiene su lugar sealado y cada una tiene su peligro. El peligro de comer
es que nos enamoremos del don; el peligro del ayuno es que le restemos
importancia al don y nos gloriemos en nuestra fuerza de voluntad.f
Gozo
PERFECTO EN DIOS y
sus
Los dos prrafos anteriores fueron tomados de John Piper, A Hungerfor God: Dll$iring God Through
Prayer and Fasting [Ansias de Dios: El desear a Dios por medio de la oracin y el ayuno] (Wheaton, DI.:
131
DONES
132
DIOS ES EL EVANGELIO
como los dones materiales, los dones milagrosos pueden atraer nuestros
corazones hacia ellos mismos y no hacia Dios. Es por esto que debemos
hacer hincapi en que Dios es el evangelio.
133
VIDA
134
DIOS ES EL EVANGELIO
135
por siempre recrear las mentes de los santos y el amor de Dios ser su eterno
festejo. Los redimidos ciertamente disfrutarn de otras cosas: Disfrutarn
de los ngeles y disfrutarn unos de otros. Pero aquello que disfrutarn con
los ngeles o uno del otro, o en cualquier otra cosa que les procure deleite y
felicidad, ser lo que vern de Dios en ellas."
aquel que ama cualquier cosa al mismo tiempo que a ti que no lo hace
por ti".7
Jess lo dice as: "El que ama a padre o madre ms que a m, no es
digno de m; el que ama a hijo o hija ms que a m, no es digno de m" (Mt.
10:37). Jess debe ser el tesoro supremo de nuestra vida si es que somos
verdaderos discpulos de Jess. Jess muri por nosotros y resucit otra vez
para que fuese posible para nosotros contemplarlo y deleitarnos en l ante
todas las cosas con infinito gozo. Este es el gran bien que le corresponde
cumplir al evangelio.
Por lo tanto, los que estn ms profundamente influido por el evangelio
hablan como el apstol Pablo: "Pero cuantas cosas eran para m ganancia,
las he estimado como prdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun
estimo todas las cosas como prdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jess, mi Seor" (Fil. 3:7-8).
DIOS ES EL MAYOR DON DEL EVANGELIO EN TODOS LOS DEMS Y POR
ENCIMA DE TODOS LOS DEMS
Jonathan Edwards, "God Glorified in the Work of Redemption, by the Greatness of Man's Dependence
upon Him, in the Whole of It" (1731) [Dios glorificado en la obra de redencin por la grandeza de la
dependencia del hombre de l en todas las cosas (1731)] (sermn sobre 1 Corintios 1:29-31), en The
Sermons of ]onathan Edwards: A Reader [Los sermones de jonathan Edwards: Un lector), ed. Wilson
H. Kimnach, Kenneth P. Minkema, and Douglas A. Sweeney (New Haven, Conn.e Yak University Press,
1999),74-75.
11
EL EVANGELIO:
A FIN DE CUEN-
17:24~26
138
DIOS ES EL EVANGELIO
Aquellos que tienen a Cristo, tienen una porcin que satisface al alma. Ellos
tienen los ms verdaderos placeres y consolaciones. He aqu donde se encontrar la felicidad idnea del alma. Menos propensa a accidentes y transformaciones ... He aqu el mejor uso para el entendimiento... As como tienen a
Cristo, ellos tienen mejores y ms grandes riquezas que otros... Mejor honor...
Muchos mejores placeres que el hombre sensual. Los placeres deleitan ms
exquisitamente que los que haya disfrutado jams el ms grande sibarita. No
existen placeres como los que son por la iluminacin del espritu de Cristo, los
descubrimientos de la belleza de Cristo y la manifestacin de su amor.-
Es por esto que Jess dijo que los de limpio corazn son bienaventurados:
Porque "ellos vern a Dios" (Mt. 5:8). Es por eso que David dijo lo
siguiente: "Una cosa he demandado a Jehov, sta buscar; que est yo en
la casa de Jehov todos los das de mi vida, para contemplar la hermosura
de Jehov, y para inquirir en su templo" (Sal. 27:4). Contemplar la belleza
de Dios siempre ha sido el supremo deseo de los que mejor le conocen.
LA ALABANZA ES PARA EL EGO LO QYE ES EL SEXO PARA EL CUERPO
139
140
DIOS ES EL EVANGELIO
As que es posible incluso ver a Dios como "de cierto modo adorable"
cuado no somos autnticos cristianos. Si somos capaces de verlo como un
siervo de nuestra autoestima, entonces lo consideramos adorable. Si l nos
tiene especial consideracin, entonces estaremos dispuestos, hasta cierto
punto, de tener especial consideracin por l.
EN CIERTO SENTIDO, DIOS
141
3 Jonathan Edwards, "Religious Affections" [Amor religioso], en The Works of [onathan Edwards [Las
obras de Jonathan Edwards], tomo 2, ed. john Smith (New Haven, Conn.: Yale University Press, 1959),
249-250. Cursivas aadidas.
Pero parece ser que la definicin de amor divino que se centra en el hombre
ha calado tan hondo que muchos simplemente no lo ven de otra manera.
Ciertamente, es imposible ver hasta que Cristo alza el velo y podemos
142
DIOS ES EL EVANGELIO
143
Muchos llamaran hoya Jess cruel y desamorado por dejar morir a Lzaro.
y agregaran esta crtica: Que l es vano y orgulloso si fue motivado por
e! deseo de mostrar su propia gloria. Lo que esto demuestra es lo muy por
encima de Dios que la mayora de la gente valora vivir libre de dolor. Para
la mayora de las personas, el amor es cualquier cosa que coloque el valor
humano y el bienestar humano en el punto mximo. As que llamar al
comportamiento de Jess amor es incomprensible para ellas.
Pero aprendamos de Jess lo que es el amor y lo que es nuestro
verdadero bienestar. Amar es hacer lo que tengas que hacer para ayudar
Jess confirma que vamos por el camino correcto al orar por nosotros en
Juan 17 para que Dios le glorifique y que contemplemos su gloria. Doy
por sentado que cuando Jess ora por nosotros, lo cual l dijo que estaba
haciendo ("[Ruego] por los que han de creer en m por la palabra de ellos"
v. 20), l nos est amando. Su oracin es un acto de amor. Por lo tanto, de
acuerdo con lo que vimos en Juan 11~ l ora: "Padre... glorifica a tu Hijo
144
DIOS ES EL EVANGELIO
para que tambin tu Hijo te glorifique a ti... Ahora pues, Padre, glorifcame
t al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo
fuese" (vv. 1,5).
Por extrao que parezca, su amor por nosotros se derrama en una
oracin en la que l mismo es glorificado. Pero esto no resulta extrao
para aquellos cuyo velo de centrarse en el hombre fue alzado. Esta es la
misma gloria por la que fuimos creados. Contemplar la gloria de Dios en
Cristo es el mayor don y el mayor placer del que somos capaces. El amor
es darnos esto.
En 17:24 Jess deja claro que l ora por su propia gloria para que
nosotros podamos ver su gloria: "Padre, aquellos que me has dado,
quiero que donde yo estoy, tambin ellos estn conmigo, para que vean mi
gloria ... " La razn por la que or por su gloria en el versculo 1 fue para
poder orar en el versculo 24 para que nosotros pudiramos contemplarla.
El amor de Jess lo conduce a orar por nosotros y luego morir por nosotros,
no para que nuestro valor pueda ser el centro, sino para que su gloria pueda
ser el centro y para que nosotros podamos contemplarla y deleitarnos en
ella por toda la eternidad. Este es el bien mayor en las buenas nuevas del
evangelio. "Padre quiero que donde yo estoy... estn conmigo ... para
que vean mi gloria " Eso es lo que significa para Jess amarnos. El amor
divino se afana y sufre por cautivamos con lo que es infinita y eternamente
satisfactorio: Dios en Cristo.'
LA INJUSTA DICOTOMA
145
146
DIOS ES EL EVANGELIO
suya... " (Fil. 3:21). Pablo llama lo que nos suceder "glorificacin": "Ya
los que predestin, a stos tambin llam; y a los que llam, a stos tambin
justific; y a los que justific, a stos tambin glorific" (Ro. 8:30). La
gloria ser intolerablemente brillante y necesitaremos nuevos ojos para
mirarnos unos a otros con placer, porque " .. .los justos resplandecern
como el sol en el reino de su Padre ... " (Mt. 13:43).
Seremos como una novia preparada para su inmaculado esposo: " .
Cristo am a la iglesia, y se entreg a s mismo por ella, para santificarla .
a fin de presentrsela a s mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha"
(Ef. 5:25-27). Esta glorificacin de la novia de Cristo (los hijos de Dios)
ser tan importante para lo que sucede en la nueva creacin que Pablo dice
que el resto de la creacin obtendr su transformacin de la nuestra: " ... La
creacin misma ser libertada de la esclavitud de corrupcin, a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios" (Ro. 8:21).
El desenlace de esta sorprendente transformacin ser que Dios mismo
nos mirar con deleite y alabanza. "Jehov est en medio de ti... se gozar
sobre ti con alegra, callar de amor, se regocijar sobre ti con cnticos"
(Sof. 3:17). Pedro dice que la probada y refinada fe de los creyentes ser
" ... hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo"
(1 P. 1:7). Y Pablo dice del verdadero cristiano: " .. .la alabanza del cual no
viene de los hombres, sino de Dios" (Ro. 2:29) y en el juicio" ... cada uno
recibir su alabanza de Dios" (1 Ca. 4:5). Sabiendo esto, Pablo nos dice que
" ... perseverando en bien hacer, [debemos buscar] buscan gloria y honra e
inmortalidad" (Ro. 2:7). Y Pablo dice de los tesalonicenses que a causa de
lo que Dios ha hecho en sus vidas por medio de su ministerio, ellos sern
su "esperanza", "gozo" y "corona que me glore", " ... delante de nuestro
Seor Jesucristo, en su venida?" (1 Ts. 2:19).
CONTEMPLAREMOS LA GLORIA Y SEREMOS GLORIOSOS
147
148
DIOS ES EL EVANGELIO
de entre los muertos como el primognito entre muchos hermanos para que
pudiramos contemplarlo y regocijarnos en l como preeminente, superior,
gloriosamente grande.
En otras palabras, nuestro destino de ser como Cristo se trata a fin de
cuentas de estar preparados y facultados para contemplar y deleitarnos en
la gloria de su superioridad. Debemos poseer su personalidad y semejanza
a fin de conocerlo y contemplarlo y amarlo y admirarlo como debemos
hacerlo. Aadiendo las palabras "para que l sea el primognito entre
muchos hermanos", Pablo pone en claro que Cristo es toda vez y por
siempre supremo por encima de sus hermanos. Nos hacemos como l
no solamente para ser sus hermanos, lo cual es cierto y maravilloso, sino
principalmente para poseer una naturaleza que sea plenamente capaz de
reverenciarlo como el que tiene "en todo... la preeminencia" (Col. 1:18).
Sin palabras como las del final de Romanos 8:29 y Colosenses 1:18,
qu fcil sera caer en una visin de la transformacin humana con el
hombre como centro. Tenderamos a hacer de nuestra semejanza con
Cristo el propsito primordial del evangelio. Y es un propsito. Un glorioso
propsito. Pero no el propsito primordial. Contemplar y deleitarnos y
mostrar la supremaca de Cristo es el propsito primordial.
UNA PRUEBA PERSONAL DE QUE ES LO PRIMORDIAL EN NUESTROS
CORAZONES
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DIOS ES EL EVANGELIO
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de Dios con el mismo deleite que Dios, el cual entonces se derrama con
visibles demostraciones de la gloria de Dios.
De esta manera el evangelio de Dios alcanza su propsito final en
una realidad universal y colectiva, no solo en una individual. Una ola de
revelacin de gloria divina en los santos y en la creacin est puesta en
marcha que sigue y sigue y crece por toda la eternidad. Conforme cada
uno de nosotros contemple a Cristo y se deleite en Cristo con el deleite del
Padre, por medio del Espritu, nos derramaremos con visibles acciones de
amor y creatividad en la tierra nueva. De esta manera contemplaremos la
revelacin de la gloria de Dios en nuestra vida en forma siempre nueva.
Nuevas dimensiones de las riquezas de la gloria de Dios en Cristo brillarn
cada da de nuestros nuevos deleites y nuevas obras. Y estas a su vez
se convertirn en nuevas formas de mostrar y contemplar a Cristo que
despertarn nuevos deleites y nuevas actividades. Y as la siempre creciente
ola de la revelacin de las riquezas de la gloria de Dios seguir su marcha
por siempre jams. Y quedar claro que el bien ms grande y final del
evangelio es Dios. 10
ro Estos pensamientos finales tambin puede encontrarlos de forma ligeramente diferente en el prximo
libro Contending [or Our All [Peleando por nuestro todo], (Wheaton, 111.: Crossway Books, 2006). T~ngo
una deuda con San Atanasio por estimular estos pe~samlentos y tr~to ~e paga~ la deuda e~ el captulo
titulado Contending [or Christ Contra Mundum: E:c,leand ln.carnatlOnIn t~e Life ofAtanasio [peleando
por Cristo contra el mundo: El exilio y la encarnacin en la Vidade Atanasio]
CONCLUSIN:
DIOS ES EL EVANGELIO.
AHORA HAGAMOS SACRIFICIOS Y
por amor del cual lo he perdido todo, y lo
3:8b
84:2
FORGAILL
No
Dios ama como ningn otro ser puede ni debe amar. Nadie ms en el
universo puede o debe amar dndonos el don de s mismo. No estoy
hablando de que un ser humano no pueda dar su vida por otros y llamarle
a eso amor. Estoy hablando de que ningn ser humano puede dar su vida
por otros para que otros puedan apreciarlo a l y llamarle a eso amor. No
sera amor. Sera una distraccin y en relacin con Dios, traicin.
Yo no soy un tesoro que satisface plenamente. Por lo tanto, si muero o
vivo para que usted pueda tenerme a m por su tesoro, le engao y desvo
su corazn de Dios, su gozo eterno. Si yo lo amo, debo hacer lo que Jess
hizo. Debo vivir y morir para darle a Dios. Eso fue lo que hizo Jess. Eso
es lo que hace Dios. El mayor acto de amor de Dios es darse a s mismo
para que lo amemos.
Para decirlo de otra manera, el amor se esfuerza y, si es necesario, sufre
para cautivamos con lo que satisface soberana y eternamente, es decir,
Dios. Esto es cierto del amor de Cristo y es cierto de nuestro amor. Cristo
ama sufriendo para darnos a Dios. Nosotros amamos sufriendo para darle
a Dios a otros. Darnos a nosotros mismos sin dar a Dios parece amor a los
ojos del mundo. Pero no lo es. Nosotros somos un mal sustituto de Dios.
No somos ms nobles porque morimos por ellos si nuestros corazones
no sienten el anhelo de que nuestra muerte los conduzca a Dios. Una de
las implicaciones radicales de este libro es que si amaramos como Cristo,
soportaramos cualquier sufrimiento necesario por que se viera la gloria de
Cristo. El propsito del amor, ya sea en el evangelio o al entregar nuestra
vida, es cautivar a los bienamados con la gloria de Cristo en la faz de Dios
para siempre.
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As hemos visto que el bien mayor, mejor y final que hace del evangelio
buenas nuevas es la gloria de Cristo el cual es la imagen de Dios (2 Ca.
4:4). Contemplar y deleitarnos y mostrar esto (sin ningn pecado y con
la poderosa ayuda del Espritu) es el gozo final prometido en el evangelio.
Ninguna otra cosa en el evangelio es buena nueva a menos que conduzca a
esto: El deleite de la gloria de Dios en Cristo. La muerte y resurreccin de
Jesucristo por nuestros pecados son las hazaas histricas indispensables y
definitivas del evangelio (1 Ca. 15:3-4). No hay evangelio sin esta literal y
objetiva realidad histrica.
Pero estos hechos solo son buenas nuevas a causa de lo que provocan.
De haber pasado por la historia sin efecto alguno, no solo no habran
sido buenas nuevas, sino que tampoco habran sido noticia. Son buenas
nuevas porque por la muerte y resurreccin de Cristo son nuestros, solo
por fe, la propiciacin de la ira de Dios, el perdn de nuestros pecados
y la imputacin de la justicia de Cristo. La ira de Dios es quitada de l,
nuestra culpa es quitada de nosotros. La obediencia de Cristo es contada
como nuestra: Este es el efecto de que Cristo haya sido crucificado en lugar
nuestro y haya resucitado de los muertos.
Muchos cristianos se detienen aqu al responder la pregunta: Qu es
el evangelio? Muchos piensan que han dicho lo que hace que las buenas
nuevas sean buenas cuando solo han hablado de la ira de Dios quitada y la
culpa quitada y la justicia imputada. Pero por qu son la propiciacin y el
perdn y la imputacin buenas nuevas? Qu las hace buenas nuevas? La
respuesta a esta pregunta y si es dada con gozo, marca toda la diferencia
en el mundo.
EL BIEN FINAL QUE HACE QUE LAS BUENAS NUEVAS SEAN BUENAS ES
DIOS
Incluso si uno responde que estas verdades son buenas nuevas porque
proporcionan escape del infierno y entrada al cielo, qu hemos aprendido
de esa respuesta? No hemos aprendido lo decisivo. No hemos aprendido
por qu una persona quiere ir al cielo. Oh, cuntos no hay para quienes el
cielo representa solamente la ausencia de dolor y la presencia de felicidad
eterna! Pero ahora viene la pregunta absolutamente decisiva: Est esta
felicidad en Dios mismo o en los dones del cielo?
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Hemos llegado al final del libro. Cmo debemos despedirnos? Tal vez con
la promesa de orar y una palabra de exhortacin. Hgase el propsito de
ahora en adelante de contemplar la gloria de Cristo en el evangelio. Hgase
el propsito de dejar que los ojos de su corazn remonten el rayo de gloria
que brilla en el evangelio hasta que la atencin de su mente y el afecto de
su corazn descansen en Dios mismo. Y cuando, mediante esta visin, haya
sido liberado de las vanidades de este mundo, entonces entrguese al ms
elevado, humilde y feliz llamado en el mundo: El de mostrar la gloria de
1
Vea "La batalla por el gozo es una lucha por ver", en John Piper, Cuando no deseo a Dios: La batalla
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Rey de los cielos, obtenida la victoria,
logre yo el gozo divino, oh, Sol celestial!
Corazn de mi corazn, pase lo que pase,
sigue siendo mi visin, oh, prncipe de todos.
Los santos saturados en Cristo de todos los tiempos han dicho que la
mejor felicidad del mundo no puede compararse a los placeres de la fe en
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a ti te amar, a ti te honrar,
t, gloria, alegra y corona de mi alma.
Bellas son las praderas y los bosques ms an,
con su floreciente atuendo de primavera;
Jess es ms hermoso, Jess es ms puro
y hace cantar al triste corazn.
Bella es la luz del sol y de la luna ms an,
y su rutilante y estrellado anfitrin
Jess brilla ms, Jess brilla ms puro
que todos los ngeles en el cielo.
En toda la belleza, celestial y terrenal,
Jess, maravillosamente, est presente.
Nada es ms cercano, hermoso o amado
que lo que t, mi Salvador, eres para m.
Hermoso Salvador! Seor de todas las naciones!
Hijo de Dios e Hijo del Hombre!
Gloria y honor, alabanza y adoracin,
ahora y por siempre, sern tuyos.
Conclusin
en medio de todo lo vago y efmero.
Mi eterna roca:
Qu es el mundo para m?
El mundo busca riquezas
y todo lo que Mamn ofrece,
mas nunca est contento
aunque sus cofres de oro llene.
Yo tengo un bien superior;
contenta con l estar.
Mi Jess es mi riqueza:
Qu es el mundo para m?
El mundo mucho se lamenta
cada vez que un desprecio le hacen,
o cuando su hueca fama
y honor le han robado.
Cristo, tu reproche yo soporto
siempre que a ti te complazca.
Me siento honrada por mi Seor:
Qu es el mundo para m?
El mundo con orgullo licencioso
exalta sus placeres pecaminosos
y por ellos tontamente
renuncia a los tesoros celestiales.
Que otros amen al mundo
con toda su vanidad.
Yo amo al Seor, mi Dios:
Qu es el mundo para m?
El mundo no permanece;
como un rayo desaparece.
A pesar de toda su pompa,
la plida muerte no logra desterrar.
Sus riquezas se desvanecen
y todas sus alegras han de escapar.
Pero Jess s permanece:
Qu es el mundo para m?
Qu es el mundo para m?
Mi Jess es mi tesoro,
mi vida, mi salud, mi riqueza,
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mi amigo, mi amor, mi deleite,
mi alegra, mi corona, mi todo,
mi gozo eternamente.
Entonces, una vez ms declaro:
Qu es el mundo para m?
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Tanto ahora como en el da final Cristo es todo. "No tengo ansias de ningn
otro / Solo l me satisface". As ser tambin en la hora de la muerte: "Y
cuando l me llame ser el paraso / Para su faz por siempre contemplar".
Por qu ser el paraso para contemplar la faz de Cristo por siempre?
Porque esto es el evangelio: Contemplar y deleitarnos en la "iluminacin
del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Ca. 4:6).
Dios, brillando en la faz de Cristo, para nuestra eterna y siempre creciente
gozo, es el bien mejor y mayor y final que hace que las buenas nuevas sean
verdaderamente buenas.
Me deleitar en mi Redentor.
cuya sangre ha pagado mi rescate.
Mi pecado fue el que hundi los clavos
y lo colg del rbol del juicio.
Me deleitar en mi Redentor
que aplast el poder del pecado y la muerte,
mi nico Salvador ante el santo Juez,
el Cordero que es mi justicia,
el Cordero que es mi justicia.
Me deleitar en mi Redentor.
Mi vida compr, mi vida le pertenece.
A nadie ms deseo,
con l satisfecho estoy.
Me deleitar en mi Redentor.
Su fidelidad es mi pedestal.
Aunque poderosos los enemigos son
y sobre m se abalanzan,
mis pies firmes estn, sostenidos por su gracia,
mis pies firmes estn, sostenidos por su gracia,
Me deleitar en mi Redentor
que me lleva sobre las alas de un guila.
l corona mi vida con amor y bondad.
Su cancin de triunfo por siempre cantar.
Me deleitar en mi Redentor
que espera por m ante la puerta dorada;
y cuando l me llame ser el paraso
su rostro por siempre contemplar.
su rostro por siempre contemplar.
NOTAS
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