Historia de La Propulsión

República Bolivariana De Venezuela.
Ministerio Del Poder Popular Para La Defensa.

Universidad Nacional Experimental De La Fuerza Armada.
UNEFA- Núcleo Sucre.
Historia de la Propulsión
Naval.
Profesor:
Realizado por:
Ing. Erick Nárvaez
Moisés Cedeño.
C.I: 27.080.454.
Ingeniería Naval/ 7mo semestre.
Marzo de 2020.
La propulsión naval no tiene registrado el día exacto en el que se

crearon los primeros artefactos para impulsar las embarcaciones, ni
siquiera se sabe con exactitud cuando fue puesta al mar la primera
embarcación, quién lo hizo, en qué agua lo hizo, pero lo que sí se sabe
es cuáles han sido, a lo largo de la historia, los distintos mecanismos de
propulsión empleados para proporcionar una navegación más rápida y
eficiente.
Las primeras embarcaciones fueron creadas con cañas, juncos e
incluso madera, se desconoce si se construyeron primero en forma de
piragua o un bote constituido por una armazón recubierta de cortezas de
árbol o de pieles de animales. Sin embargo, el medio de propulsión que
empleaban en esos momentos de la historia no era otro que sus manos,
pies y palos planos (precursores de los futuros remos). A medida que
pasaban los años las embarcaciones se fueron construyendo con mayor
calado, para que una parte del buque quedase más sumergido y así su
centro de gravedad descendiera hasta el máximo posible. Cuando se
comprobó que la fuerza del viento no sólo no era peligrosa, sino que
incluso podía ser aprovechada, surgieron las primeras velas:
probablemente hojas de palmera o simples esteras.
La era de la navegación con velas llegó a su fin luego de que se
empezaron a desarrollar grandes invenciones que le darías una nueva
perspectiva a la navegación que no se podían imaginar. Se descubrieron
fenómenos tan importantes como la fuerza expansiva del vapor y la
acción recíproca de la corriente eléctrica y del magnetismo. El origen de
la navegación a vapor ha sido objeto de valoraciones muy dispares que
hacen muy confusa y farragosa esta importante parte de la historia
marítima.
El primero que aplicó el vapor a la navegación fue el francés
Claude François Jouffroy d’Abans (1751-1832). En 1776 construyó un
barco provisto de una máquina de simple efecto, que accionaba una
serie de remos con aletas móviles que imitaban el movimiento de las
palmípedas.
En 1780 sustituyó los remos por ruedas de álabes y utilizó un barco de
mayores dimensiones (46 m. de eslora), construido en Lyon y al que
llamó piróscafo. Con él remontó el curso del Sena en presencia de los
miembros de la academia de Lyon.
Hacia 1770 el ingeniero escocés James Watt había construido la primera
máquina de vapor utilizable. Desde entonces otras mentes ingeniosas,
entre ellas la del estadounidense Robert Foulton, se propusieron aplicar
este mecanismo en los barcos, de manera que el movimiento giratorio,
generado de un modo tan revolucionario, pudiera emplearse como
fuerza de propulsión en el agua.
En 1802, Symington probó el primer barco de ruedas, con casco de

madera rentable. Se trató del buque Charlote-Dundas que se probó en el
canal escocés de Forth-Clyde. La máquina iba situada en el centro y
accionaba las ruedas de paletas posicionadas a babor y estribor.
A inicios del siglo XX los navíos movidos por ruedas de paletas

estaban completamente desfasados. La hélice sustituyó a la rueda
debido a su gran eficiencia, reducido tamaño, reducida complejidad en
el sistema de transmisión y el hecho de ser menos susceptible a
dañarse, especialmente se usaba en barcos de guerra. Más tarde las
hélices consistían en dos palas que de perfil tenían el tamaño
equivalente al de una rotación de un tornillo correspondiente en
diámetro (de ahí la designación de paso de hélice). Este diseño era el
más común, pero los inventores experimentaron diferentes tamaños de
perfil y varias palas. Un gran detalle es que el diseño de la hélice se
estabilizó alrededor de 1880.
Posteriormente a la implementación de la hélice, los barcos de
grandes dimensiones fueron equipos con por el motor de combustión
Diesel, ya que liberó a los buques de una parte muy importante de la
carga que era ocupada por el carbón.
En conclusión, a lo largo de la historia son varios y cada vez más

eficientes y funcionales los sistemas de propulsión que se han creado
para las embarcaciones, desde las manos y pies, hasta la hélices y
motores que se utilizan en la actualidad. El conocimiento humano a
llevado a cabo estudios que han apoyado el desarrollo de esos sistemas,
desde el aumento del calado de las embarcaciones, hasta el
aprovechamiento de las corrientes de aire, así como también de la
fuerza expansiva del vapor, y debido a esos avances que se han logrado
los sistemas de propulsión han permitido a las embarcaciones mayor
velocidad de desplazamiento en el mar para un mejor cumplimiento del
traslado desde un punto a otro.

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La propulsión naval no tiene registrado el día exacto en el que se

En 1802, Symington probó el primer barco de ruedas, con casco de

A inicios del siglo XX los navíos movidos por ruedas de paletas

En conclusión, a lo largo de la historia son varios y cada vez más

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