Filo. Danza Paul Valery
Filo. Danza Paul Valery
Filo. Danza Paul Valery
Texto
íntegro.
15 Ago 2017 | Un poco de todo
“El hombre es ese animal singular que se mira vivir (…)”.
FILOSOFÍA DE LA DANZA
Homenaje a Apollinaire
(Adán y Eva), óleo sobre lienzo, 1911-1912.
El hombre es ese animal singular que se mira vivir, que se da un valor, y que pone
todo este valor que quiere darse en la importancia que otorga a unas percepciones
inútiles y a unos actos sin consecuencia física vital.
Pascal situaba toda nuestra dignidad en el pensamiento; pero este pensamiento que
nos edifica -a nuestros propios ojos- por encima de nuestra condición sensible es
exactamente el pensamiento que no sirve para nada. Observen que no le sirve para
nada a nuestro organismo el que meditemos sobre el origen de las cosas, sobre la
muerte; y más aún, que los pensamientos de este orden tan elevado serían más bien
nocivos, e incluso fatales para nuestra especie. Nuestros pensamientos más
profundos son los más indiferentes para nuestra conservación y, en cierto modo, son
fútiles respecto a ella.
Pero nuestra curiosidad, más ávida de lo que es necesario, nuestra actividad, más
excitable de lo que exige cualquier objeto vital, se han desarrollado hasta la
invención de las artes, de las ciencias, de los problemas universales, y hasta la
producción de objetos, formas y acciones de las que se podía fácilmente prescindir.
Pero todavía esta invención y esta producción libres y gratuitas, todo este juego de
nuestros sentidos y nuestras fuerzas, han encontrado poco a poco para sí una especie
de necesidad y una especie de utilidad.
Tanto el arte como la ciencia, cada uno según sus medios, tienden a hacer una
especie útil con lo inútil, una especie de necesario con lo arbitrario. Así, la creación
artística no es tanto una creación de obras como una creación de la necesidad de las
obras, pues las obras son productos, ofertas, que suponen unas demandas, unas
necesidades.
Ya estamos con la filosofía, piensan ustedes… Lo confieso… He puesto un poco de
más. Pero cuando uno no es un danzante; cuando a uno le resultaría bien difícil no
sólo danzar, sino explicar el menor paso; cuando uno no posee, para tratar sobre los
prodigios que hacen las piernas, más que los recursos de una cabeza, sólo puede
salvarse haciendo un poco de filosofía -es decir, examinando las cosas desde muy
lejos con la esperanza de hacer desaparecer las dificultades con la distancia. Es
mucho más sencillo construir un universo que explicar cómo un hombre se aguanta
sobre los pies. Pregunten a Aristóteles, a Descartes, a Leibniz y a algunos otros.
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