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Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE)

Moda Sostenible, presente y ¿futuro?


Un estudio de casos

Autor: María Ferreira Docampo


Director: Antonio Rúa Vieites

Madrid
Junio 2015
MODA SOSTENIBLE, PRESENTE Y ¿FUTURO? UN ESTUDIO DE CASOS
María
Ferreira
Docampo
Resumen

La sostenibilidad, entendida como el principio de viabilidad económica, social y


medioambiental, se ha convertido en una cuestión crucial en la estrategia de
las empresas. El cambio de valores que se está produciendo en la sociedad
como consecuencia, entre otras cosas, de la información a la que tenemos
acceso hoy, está propiciando una mayor sensibilidad medioambiental y social.
Unos consumidores e inversores más concienciados, impulsan a las empresas
a integrar la sostenibilidad en sus modelos. La industria de la moda ha estado
implicada, como otras industrias, en el agotamiento de los recursos naturales y
las malas políticas laborales por estar guiada en ocasiones únicamente por la
obtención de beneficios. Actualmente, esté teniendo lugar un cambio en la
proposición de valor de las empresas de moda, en el cual actuar de forma ética
beneficiando a la sociedad y causando el mínimo daño al medioambiente son
factores clave.

Palabras clave: sostenibilidad, estrategia, información, sensibilidad,


concienciación, medioambiente, sociedad, industria de la moda, ética.

Abstract

Sustainability, which is the principle of economic, social and environmental


viability, has become a crucial issue in today’s business strategy. The
increasing access to information is causing a shift in society’s values that is
leading to greater environmental and social sensitivity. The increasing
awareness by consumers and investors is driving companies to integrate
sustainability into their models. Like other industries, the fashion industry’s
profit-driven policies have contributed to the increasing scarcity of natural
resources and poor labor practices. Currently, a change is taking place in the
value proposition of fashion companies, such that ethical conduct that benefits
society and minimal environmental damage are key factors being considered.

Key words: sustainability, strategy, information, sensibility, awareness,


environment, society, fashion industry, ethic.

1
Introducción .................................................................................................... 3

1. Objetivos ..................................................................................................... 3
2. Metodología ................................................................................................ 3
3. Estado de la cuestión / Justificación ........................................................... 5

Marco Teórico ................................................................................................. 7

1. Sostenibilidad y empresa ............................................................................ 7


2. Moda y sostenibilidad ............................................................................... 10
2.1 El modelo Fast Fashion....................................................................... 12
2.2 Impactos de la industria de la moda .................................................... 15
3. Camino hacia la moda sostenible ............................................................. 20
3.1 Consumidor 2.0 ................................................................................... 21
3.2 Tendencias de la moda sostenible ...................................................... 22

Casos de estudio ......................................................................................... 26

1. Ecoalf ........................................................................................................ 26
2. Gap Inc. .................................................................................................... 30
3. Patagonia.................................................................................................. 35
4. Reformation .............................................................................................. 39
5. Aprendizaje ............................................................................................... 43

Conclusiones ................................................................................................ 47

Bibliografía .................................................................................................... 50

ANEXO: Acciones de sostenibilidad desarrolladas ............................. 55

Ecoalf ............................................................................................................ 55
Gap Inc. ........................................................................................................ 57
Patagonia...................................................................................................... 61
Reformation .................................................................................................. 65

2
Introducción

1. Objetivos

El presente trabajo de investigación tiene como objetivo estudiar la incidencia


en las empresas de moda del cambio de valores que se está produciendo en el
mundo con el auge de una nueva conciencia social y medioambiental. Al
tratarse de una industria intensiva en recursos naturales y mano de obra, su
actividad tiene un gran impacto y múltiples áreas de mejora.

Se expondrá la relación actual de las empresas con su entorno, la trayectoria


de la industria de la moda hasta su situación actual y la evolución que está
teniendo lugar hacia un modelo más responsable en el que se tienen en cuenta
los aspectos sociales y medioambientales, además de los económicos. Con el
objetivo de mostrar los cambios que se están produciendo en las empresas de
moda en el campo de la sostenibilidad medioambiental y social, se estudiarán
cuatro casos de marcas que están llevando a cabo con éxito distintas
estrategias de sostenibilidad.

Se pretende con ello exponer de qué manera está afectando a los modelos
empresariales el cambio de mentalidad relacionado con la preocupación por la
conservación de la naturaleza y el respeto a los derechos humanos. El estudio
de los casos está orientado a exponer la creación de nuevos modelos de
empresa de moda, centrados en la sostenibilidad medioambiental y social, y
dar a conocer algunas de las características de las empresas del futuro.

2. Metodología

Para alcanzar este objetivo y dado el carácter exploratorio de la investigación,


se han llevado a cabo varios casos de estudio (Yin, 2003). Esta metodología ha
sido elegida por ser adecuada para describir y explorar nuevos fenómenos o

3
para construir nuevas teorías de gestión de operaciones (Voss et al., 2002).
Además, el estudio de casos es apropiado para definir fenómenos nuevos ya
que permite una interpretación exhaustiva, pese a sus limitaciones con
respecto a la generalización de los resultados obtenidos con la muestra
utilizada (Larsson and Lubatkin, 2001). La muestra comprende cuatro casos de
estudio en los que se analizará la estrategia de cuatro marcas de moda. Estas
compañías son distintas entre sí pero todas ellas referentes en la industria
como líderes en sostenibilidad. Dado que son empresas de distinto tamaño y
con diferentes grados de madurez en sus políticas de sostenibilidad, se hace
posible explorar diferentes enfoques empresariales y prácticas adoptadas para
ser más responsables en la utilización de recursos y el trato a los trabajadores.
El denominador común de las empresas estudiadas es su actitud pionera ante
la adopción de nuevas prácticas medioambientales y sociales.

Las dos empresas de gran tamaño elegidas (con una cifra de facturación
mayor a 500 millones de dólares) han sido seleccionadas a través de fuentes
secundarias, mediante el análisis de las páginas web de varias marcas de ropa
influyentes. Tras el estudio de estas páginas web se identificaron compañías
que contaban con líneas de producto verdes, políticas medioambientales
avanzadas y documentos oficiales como informes de Responsabilidad Social
Corporativa. Se seleccionaron también, dos empresas de menor tamaño, una
cuya razón de ser ha sido la sostenibilidad desde su creación y otra que está
inmersa en un proceso de transformación hacia un modelo sostenible. Estas
empresas pequeñas han sido identificadas por su presencia en artículos de
prensa, menciones en revistas especializadas y obtención de premios y
reconocimientos. Una vez seleccionados los cuatro casos de estudio, el
análisis de las empresas se ha llevado a cabo a partir de datos secundarios
procedentes de sus informes oficiales, trabajos académicos, revistas
especializadas y entrevistas disponibles públicamente.

En el análisis de la información de las empresas, se han identificado aquellas


áreas de acción que la literatura actual considera cruciales a la hora de

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construir una empresa de moda sostenible. Las áreas de estudio consideradas
han sido producto, procesos, gestión de recursos y cooperación con causas
externas. Igualmente se ha analizado la misión e identidad de la compañía en
relación a su posicionamiento como empresa responsable.

3. Estado de la cuestión / Justificación

La creciente conciencia social y medioambiental, y el convencimiento de que


las empresas son protagonistas en la mejora de los problemas mundiales, ha
motivado que las empresas se vean cada vez más llamadas a subsanar los
problemas sociales que su actividad pueda producir (Smith, 2003). En
consecuencia, la Responsabilidad Social Corporativa vive hoy su momento de
mayor importancia. La sostenibilidad, entendida como el principio de viabilidad
económica, social y medioambiental de cualquier actividad, se ha convertido en
una cuestión crucial en la estrategia de las empresas. La literatura actual
propone líneas de actuación para hacer de las empresas un modelo de
integridad y compromiso además de uno de eficacia y rentabilidad (Robledo,
2011). Asistimos a una transformación de las organizaciones hacia un modelo
más plural que integra los objetivos sociales y medioambientales a los
económicos.

La industria textil y de la confección es una de las industrias más globalizadas;


un solo producto abarca decenas de stakeholders y varios continentes (Unión
Europea). Sorprendentemente, es la segunda industria más contaminante del
mundo, precedida únicamente por la petrolera (Danish Fashion Institute, 2013)
y su habitual deslocalización de la producción a países en vías de desarrollo ha
causado en muchas ocasiones la violación de los derechos de los humanos.

Gracias a la información con la que contamos actualmente acerca de las


empresas, es comprensible que exista un mayor interés en la ética aplicada en
la fabricación de cada producto, y que esta nos condicione a la hora de tomar
la decisión de compra (Zarfino, 2010). Unos consumidores, inversores o

5
trabajadores más concienciados ejercen una presión muy importante sobre las
empresas y las empujan a integrar la sostenibilidad en sus negocios (Müller y
Pfleger, 2014) Según el Ethical Fashion Forum, el concepto de moda
sostenible o moda ética, se refiere a una forma de diseño, aprovisionamiento y
producción que maximiza los beneficios de las personas y comunidades y al
mismo tiempo reduce el impacto en el medioambiente. Esta proposición de
valor está en auge, y tanto grandes firmas como pequeñas empresas de moda
están incluyéndola en su modelo como una nueva manera de competir en la
constante tarea de encontrar nuevos nichos y sobrevivir en su mercado
competitivo (Caniato et al., 2012). Hana Ben-Shabat, vicepresidente de bienes
de consumo y distribución en la consultora AT Kearney, que trabaja con
proveedores dentro de la industria de la moda, declaró en una reciente
conferencia que “ser verde y ético ya no es una opción, sino una necesidad
económica”. El reto de la sostenibilidad al que se enfrentan las organizaciones
no ha hecho más que comenzar

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Marco Teórico

1. Sostenibilidad y empresa

El Informe Brundtland (UNWCED, 1987) define la sostenibilidad como el


“desarrollo que cubre las necesidades presentes sin comprometer la habilidad
de las generaciones futuras de cubrir sus necesidades”. Esto supone un
cambio en el modo de concebir el desarrollo a nivel global; se ha de migrar de
un sistema que valora casi principalmente el capital económico, para tomar
igualmente en consideración el valor medioambiental y social (UNCTAD, 1996).
En línea con esta idea plural del desarrollo sostenible (progreso económico,
medioambiental y social) y en el contexto empresarial, encontramos el término
más utilizado por la literatura actual, acuñado por Elkinton en 1997: Triple
Bottom Line (TBL). La TBL considera a las empresas no solo por su valor
económico, sino por el valor medioambiental y social que aportan (o
destruyen). Elkinton propone este concepto como catalizador para superar el
paradigma actual y migrar hacia un mundo más plural, con diferentes tipos de
corporaciones y diferentes necesidades (Henriques y Richardson, 2004).

En relación con las empresas podemos conectar el concepto de la TBL con el


de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que se refiere a las
“obligaciones de una empresa con la sociedad o, más específicamente, con
sus stakeholders –aquellos grupos de personas a los que la empresa afecta
con su actividad”. La RSC vive hoy su momento de mayor relevancia en las
empresas, siendo uno de los temas más tratados en las últimas reuniones del
World Economic Forum (WEF). La forma en la que se demanda a las empresas
un mayor compromiso con la sociedad se percibe hoy más abierta, más
específica y más urgente. ¿Por qué? Ahora más que nunca existe una
conciencia social del amplio poder que las empresas tienen. El gran alcance de
las críticas a las empresas proviene de esta concienciación de la sociedad
sobre la responsabilidad que las empresas tienen hoy en día en la resolución

7
de muchos problemas sociales, en algunos casos ya considerada mayor que la
de los gobiernos (Smith, 2003). Las causas de la actual crisis, que algunos
califican de crisis de valores y del sistema, se sitúan en gran medida en el
modelo convencional de empresa; un modelo basado en premisas como el
crecimiento ilimitado, visiones cortoplacistas, falta de ética y avaricia ilimitada
(Robledo, 2011). Según Robledo (2011), “el resultado final de época de crisis
es el surgimiento de un nuevo paradigma”. Como consecuencia de este
cambio, el sector privado se ve cada vez más llamado a subsanar los
problemas sociales, en especial aquellos a los que su actividad afecta
directamente (Smith, 2003).

La RSC se ha convertido en una cuestión crucial en la estrategia de las


empresas; en un entorno de mayor conciencia social, la creciente preocupación
por la sostenibilidad medioambiental y los problemas sociales ha generado una
gran presión hacia industrias intensivas en recursos y con una gran visibilidad
pública (Smith, 2003; citado en De Brito et al., 2008). Desde los años 90, las
numerosas crisis ecológicas y crecientes regulaciones, han forzado de alguna
manera a las empresas a considerar la sostenibilidad una cuestión estratégica
de gran importancia. La creciente preocupación por estos conflictos ha llevado
a los altos ejecutivos de muchas industrias a tener que replantearse sus
negocios (Lampikoski et al., 2014). El alcance de las actuaciones de RSC es
cada vez mayor en el mundo empresarial. Las acciones de RSC ya no son solo
ejercidas por empresas cuyo fin es social en sí mismo, sino que la mayoría de
las grandes corporaciones y multinacionales ya comunican públicamente su
compromiso con la sociedad y el medioambiente, y están participando en
iniciativas que van significativamente más allá de la filantropía (Smith, 2003).

De alguna forma, las empresas están aprovechando la sostenibilidad como una


fuente de ventaja competitiva y se observa un cambio de actitud hacia los
conflictos medioambientales: de un enfoque de cumplimiento de las
regulaciones, a una posición proactiva en el desarrollo (Lampikoski et al.,
2014). La concepción de la RSC es ahora intrínseca a la compañía: no se

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considera como una serie de actuaciones o donaciones ajenas a la actividad
de la empresa, sino que se espera que se actúe sobre las propias prácticas,
especialmente sobre aquellas áreas de negocio sensibles por su uso intensivo
de recursos naturales o malas condiciones laborales (Smith, 2003; citado en de
Brito et al.,2008).

Peter Drucker, uno de los mayores gurús del management, negó ya en 1954
que la maximización de beneficios debiera ser el principal objetivo de las
empresas, pues le parecía antisocial e inmoral; las organizaciones exitosas
tienen muchos objetivos y están guiadas por un propósito. Robledo (2011) llega
a afirmar que las empresas visionarias ganan más dinero que las simplemente
orientadas a beneficios, y que una empresa con una misión y visión claras, que
satisface a sus clientes y asume su responsabilidad social, no debe
preocuparse por el dinero. Se puede afirmar por tanto, que la sostenibilidad es
cada vez más importante en el mundo empresarial y que puede contribuir al
éxito presente y futuro de las organizaciones. Es relevante mencionar que esta
transformación de las organizaciones supone integrar los objetivos ecológicos,
sociales y económicos en las decisiones empresariales como un proceso
continuo y no en forma de acciones aisladas (Müller y Pfleger, 2014). El nuevo
paradigma empresarial consistirá en el desarrollo de nuevos caminos que
contribuyan a hacer de las empresas un modelo de eficiencia y rentabilidad,
pero también de integridad y compromiso con las personas y con la sociedad
en general (Robledo, 2011).

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2. Moda y sostenibilidad

Hablar de moda en el contexto de la sostenibilidad es un gran reto (Clark,


2008). La industria de la moda es una de las más dinámicas, competitivas y
con mayor crecimiento del mundo, de manera que influye en los sistemas
económico, social y medioambiental muy directamente (Sharda y VK Kumar,
2012). Al ser una de las industrias más globalizadas; un solo producto afecta a
decenas de stakeholders y varios continentes (Unión Europea, 2015).
Sorprendentemente, es la segunda industria más contaminante del mundo,
precedida únicamente por la petrolera (Danish Fashion Institute, 2013). El 25%
de los químicos producidos en el mundo se usan en la producción de tejidos y
la industria es considerada la segunda mayor contaminante de agua dulce,
después de la agricultura. Con respecto al impacto social, es importante
destacar que la mayoría de la producción de ropa se lleva a cavo en países en
vías de desarrollo, en muchas ocasiones bajo condiciones de trabajo injustas e
inseguras (Unión Europea, 2015).

El peso de la industria de la moda, y por lo tanto de su impacto en el mundo, es


muy significativo: fue valorada en 1.7 trillones de dólares en 2012 y emplea a
aproximadamente a 75 millones de personas en el mundo (Fashion United,
2015). Las exportaciones crecieron un 8% en 2013, un dato cuatro veces
mayor que la media de crecimiento de exportaciones mundiales (WTO, 2014).
La magnitud de la industria implica que gobiernos, culturas, miles de personas
no empleadas directamente por las marcas, así como una compleja
combinación de químicos, pesticidas y otras actividades sensibles
medioambientalmente, se interconecten y estén involucrados en su actividad
(Worley, et al., 2010).

La cadena de valor de la industria de la moda


Para comprender el impacto que nuestra ropa tiene en el mundo, es importante
entender el funcionamiento de la industria. La cadena de valor consiste en el
diseño de ropa, la fabricación y distribución de prendas y la comercialización de

10
las mismas. El proceso de diseño supone crear prendas que sean atractivas y
actuales sin tener certeza de lo que estos conceptos significarán en el
momento de su comercialización; es un proceso creativo que conlleva un alto
grado de incertidumbre. La conversión de diseños en patrones y la elección de
telas, colores y accesorios son siempre arriesgadas. Una vez concretados, los
patrones y especificaciones se entregan a las fábricas, que trabajan con los
miembros ascendentes de la cadena de aprovisionamiento para obtener las
telas y otros materiales (Worley et al., 2010). La labor de estos consiste en la
extracción de materias primas y su procesamiento en fibras y tejidos. En el
caso de las fibras naturales esto incluye todas las actividades de agricultura, y
en el caso de las fibras sintéticas, intervienen las industrias del petróleo y
química. La fabricación de fibras, y textiles incluye el lavado, pre tratamientos,
teñido, hilado, aplicación de acabados y tejido (Kozlowski, et al., 2012).
Posteriormente, las telas se llevan a los talleres y las prendas se confeccionan
de acuerdo a lo establecido con las marcas. Una vez terminadas, las prendas
se llevan a los centros de distribución, de donde van a las tiendas o quedan
almacenadas para la venta online. Las ventas son supervisadas para prevenir
la ruptura de stock y prever necesidades de producción extra. Al final de la
temporada, las marcas evalúan su rendimiento, fijan puntos de mejora y
comienzan el proceso de nuevo (Worley et al., 2010).

La cadena de valor incluye por tanto, las actividades que van desde el cultivo
de los materiales utilizados hasta la venta de las prendas en las tiendas. Sin
embargo, las marcas de ropa no suelen poseer los cultivos, fábricas de tejidos
o talleres de corte y confección donde se hacen las prendas. Existe en cambio
un sistema global y muy competitivo de fábricas, de las que las marcas textiles
se abastecen con el objeto de reducir costes y aumentar la capacidad de
respuesta a las tendencias (Worley et al., 2010)

La tecnología y un competitivo y fragmentado régimen de propiedad de


cultivos, fábricas de tejidos y talleres, ha facilitado un sistema que responde
casi inmediatamente, a la cada vez más cambiante demanda de diferentes

11
estilos y prendas (Clark, 2008; Worley et al., 2010). Pero, ¿a qué precio?
Aunque la ropa reporta muchos beneficios económicos, la industria trae
consigo un impacto medioambiental y ético muy significativo; desde emisiones
de carbono y contaminación del agua hasta trabajo infantil y condiciones
comerciales injustas (Sharda y VK Kumar, 2012). La falta de regulación
gubernamental efectiva, las malas prácticas de gestión o los propietarios poco
éticos, han resultado en condiciones de trabajo inseguras, violación de los
salarios legales, negación de derechos de libertad de asociación, trabajo
infantil y contaminación de la tierra, el aire y el agua (Worley et al., 2010).

Como la industria tiene un alcance global y se produce a una escala cada vez
mayor, sus implicaciones en la sociedad son muy grandes y suponen una
creciente causa de preocupación para las personas (Clark, 2008). Pocas
industrias se han visto tan expuestas y criticadas por el público, y para pocas
supone la sostenibilidad un reto tan grande. Es por esto que la sostenibilidad
medioambiental es cada vez más importante para las marcas de ropa (Caniato
et al., 2012).

2.1 El modelo Fast Fashion

La globalización ha hecho posible la producción de ropa a precios cada vez


más baratos, tan baratos que muchos consumidores consideran este tipo de
ropa como ropa desechable. Algunos la llaman fast fashion, el equivalente en
ropa a la comida rápida (Claudio, 2007). El concepto fast fashion se refiere a
diseños que se trasladan inmediatamente y de forma continuada de las
pasarelas a las tiendas, y son diseñados para utilizar casi únicamente una
temporada. El modelo fast fashion se caracteriza por ofrecer prendas a precios
asequibles en cantidades limitadas, fomentando las visitas frecuentes a las
tiendas y la compra (Malcom Taplin, 2014). En este modelo de empresa, los
dos elementos más importantes son el tiempo y el diseño; ser capaz de ofrecer
la ultima tendencia en el momento adecuado serán los determinantes de unos
mejores resultados para la empresa (Cortez et al.,2014).

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El nacimiento y éxito de este modelo puede ser analizado desde el cambio en
las empresas y desde el cambio en la cultura de consumo.

El cambio en las empresas


La globalización y el uso intensivo de las tecnologías de la información, así
como el cambio en nuestra cultura empresarial y de consumo, han causado un
nuevo modelo de empresa en la industria de la moda en la que el tiempo es el
factor crucial. El modo en el que se produce, distribuye, comercializa y vende la
moda, se ha transformado con la migración de las empresas verticales a las
redes empresariales. Se ha pasado de empresas integradas verticalmente en
todas sus actividades, a organizaciones horizontales “vacías” en las que el
contacto con clientes y proveedores, y la organización en torno al proceso son
las actividades clave (Martínez Barreiro, 2008).

Como consecuencia, en las últimas dos o tres décadas, la industria de la moda


ha evolucionado hacia un sistema global, complejo y fragmentado (Kozlowski
et al., 2012). El concepto de fragmentado se refiere a la organización de las
empresas por partes independientes, una mecanización que tiene el riesgo de
hacernos perder de vista la fotografía total de la empresa (Worley et al., 2010).
Lo anterior se agudiza debido a la dramática reubicación de la producción en
oriente, en busca de costes de producción más bajos (De Brito et al., 2008).
Esta notable deslocalización y el carácter global de las empresas hace que
estas sean responsables no solo de los problemas sociales y
medioambientales que causan directamente, sino también de aquellos en los
que incurren sus proveedores (Koplin, 2005; citado en Caniato et al., 2012).

Se ha producido una revolución en las empresas de confección, provocada por


este modelo de producción en red de colaboración con un gran número de
pequeñas y medianas empresas de producción y distribución alrededor del
mundo, junto con la utilización de sistemas de información en los puntos de
venta. Estos dos elementos han permitido responder a las necesidades de la

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demanda en el menor tiempo posible. Contando con la información sobre la
demanda a tiempo real que ofrecen estos sistemas, y teniendo un gran número
de proveedores y productores a los que poder acudir, las empresas han ido
acortando el número de días necesarios entre el diseño del producto y su
distribución. Desde la producción de dos colecciones por año hasta la
renovación semanal de Zara, este periodo ha evolucionado de los 300 días a
las 2 semanas. Las empresas cada vez más tratan de responder en tiempo real
a los cambios en las demandas de los consumidores, con una producción
flexible y el sistema just-in-time (Martínez Barreiro, 2008). La externalización de
las tareas de fabricación ha abaratado en gran medida los costes de
producción; esto ha permitido la reinversión del dinero ahorrado en otras
actividades como el marketing, pero en los países productores se ha generado
un aumento del trabajo precario (Zarfino, 2010). No se puede ignorar que la
elección de los países en vías de desarrollo como productores está guiada en
muchas ocasiones por una mano de obra barata y unas regulaciones sociales y
medioambientales menos estrictas (Kozlowski et al., 2012).

El nuevo consumo
El capitalismo maduro se caracteriza por el desarrollo de los grandes
aglomerados urbanos y la mejora de la situación económica de las clases
intermedias, lo cual ha conducido a una sociedad de masas y de consumo
(Martínez Barreiro, 2004). Al haber disminuido el peso del sector agrario en la
economía, gran parte de la población se han desplazado a las ciudades
cambiando sus necesidades y adhiriéndose al patrón vigente de consumo en
los núcleos urbanos.

La cantidad de ropa consumida en el mundo ha aumentado exponencialmente


como consecuencia de la reducción en los precios de las prendas, los cada vez
más rápidos ciclos de tendencias y la baja calidad u obsolescencia programada
(Fletcher, 2008; citado en Kozlowski et al., 2012). La dinámica de la moda
actual se basa en el consumo de lo “nuevo” y el deshecho de lo “viejo”. El
consumo innecesario, que es contrario a los principios de la sostenibilidad, guía

14
hoy el rumbo de la industria (Kozlowski, et al., 2012). Cada vez más,
consideramos prendas inútiles porque ha cambiado el color, textura o forma de
la tendencia del momento. El influjo de publicidad nos hace sentirnos
incómodos con una prenda con la que estábamos muy satisfechos en el
momento en el que la adquirimos (Zarfino, 2010). Claudio (2007) explica cómo
esta “moda desechable”, está muy presente en Estados Unidos y Europa, a
precios tan bajos que hacen la compra tentadora y el desecho fácil. Este
cambio en el modo de consumir supone un gran impacto medioambiental tanto
por el aumento de la producción, como por la cantidad de residuos de ropa que
se generan por el deshecho de la misma (Kozlowski et al., 2012).

2.2 Impactos de la industria de la moda

La industria de la moda afecta a los tres aspectos de la TBL muy directamente


(De Brito et al., 2008). No solemos preguntarnos de dónde viene nuestra ropa,
quién la ha hecho, o de qué esta hecha. Un par de pantalones vaqueros
comienzan como plantas de algodón, en países como la India, China, Pakistan
o Turkia. En su cultivo se utilizan pesticidas, herbicidas y fertilizantes. El agua
es obtenida de ríos locales para el riego, en tierra fértil que podría ser utilizada
para cultivar comida para la población local, y es en cambio empleada en
cultivos comerciales como el del algodón. Con respecto a las condiciones en
las que se trabaja, es cierto que la fabricación de ropa puede ofrecer trabajo a
comunidades y proveer ingresos estables. Pero en muchos lugares, los
trabajadores hacen frente a condiciones injustas e inseguras, largas jornadas y
salarios extremadamente bajos (World Bank, 2009)

Medioambiente
El ciclo de vida de los productos textiles es muy largo y complicado. Sus fases
son: extracción y producción de materias primas, fabricación de fibras e hilado,
fabricación de telas, confección de prendas, empaquetado, transporte,
distribución, uso, reciclado y por último el deshecho de la prenda. Los daños
medioambientales están presentes es todas las fases del producto. Según el

15
Natural Resources Defense Council (NRSC) podemos agruparlos en cuatro
grandes áreas de impacto:
 Materias primas: la elección de telas en la fase de diseño influye
directamente en el impacto de una prenda en todo su ciclo de vida. Las
fibras naturales como el algodón o el bambú requieren grandes
cantidades de agua y pesticidas para ser producidas, mientas que las
fibras sintéticas suelen proceder del petróleo y requieren mucha energía
para ser producidas (NRDC, 2015). En el cultivo existe un gran uso de
pesticidas que pueden dañar la salud de los agricultores, causar la
degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad (Draper et al., 2007).
El algodón utiliza el 16% de los insecticidas globales, más que ningún
otro grano (EJF, 2007). En 2007 se adoptó en el parlamento europeo la
regulación Registration, Evaluation and Autorisation of Chemicals
(REACH) con respecto a la producción, importación, comercialización y
uso de sustancias químicas (Draper et al., 2007). En la india el cultivo de
algodón usa el 54% del total anual de los pesticidas que se usan en el
país, ocupando tan solo el 5% de la superficie de cultivo (EJF, 2007). En
cuanto al uso de agua, el cultivo de algodón requiere grandes
cantidades de agua, y se incrementan si se llevan a cabo malas
prácticas de agricultura. Son necesarias 10 toneladas de agua para
producir algodón para unos pantalones vaqueros. El uso ineficiente de
agua en la producción de algodón ya casi ha erradicado el Mar de Aral,
el lago situado en Asia central que fue una vez el cuarto en tamaño
mundial y ve hoy reducido su volumen a un 15%. Las telas sintéticas
como los poliésteres provienen de fuentes naturales no renovables como
el petróleo y su biodegradación es mucho más larga y difícil (Draper et
al., 2007).

 Producción: las fábricas de teñido y terminado trabajan con grandes


volúmenes de tejidos y contribuyen en gran medida a la contaminación
de agua y emisiones de dióxido de carbono (NRDC, 2015). Las fases de
blanqueo, teñido y terminado de telas requieren una gran cantidad de

16
químicos, así como un uso excesivo de agua y energía. En estas fases
se emplea una amplia gama de productos que pueden ser tóxicos,
perjudicando a los trabajadores y causando daños en el medioambiente.
Se ha descubierto además que los restos de estos químicos en las
prendas suponen un riesgo para los consumidores (Draper et al., 2007).
Desde 2011, Greenpeace lleva a cabo una campaña llamada Detox
Fashion cuyo objetivo es que las grandes marcas de moda eliminen el
uso de químicos peligrosos. Otro gran problema es el la contaminación
de agua de las fábricas en países donde la accesibilidad a agua potable
es un problema cada vez mayor (Draper et al., 2007).

 Transporte: actualmente, materias primas, productores y vendedores


suelen estar localizados en puntos opuestos del mundo. De hecho,
según la American Apparel & Footwear Assotiation cerca del 98% de
todas las prendas de vestir compradas en EEUU son importadas del
extranjero (NRDC, 2007).

 Uso: el gasto de energía durante las fases de lavado, secado y


planchado de nuestra ropa en casa es muy alto, llegando a considerarse
la fase de uso como la más contaminante. Dependiendo del material con
el que las prendas están hechas, el lavado y cuidado de las mismas
puede suponer el 80% de su huella de carbono. Con respecto al
consumo y al desecho de la ropa, hay que destacar que durante las dos
últimas décadas el consumo de ropa ha aumentado considerablemente,
y con ello su desecho (Draper et al., 2007).

Sociedad
Desde los años 80 se ha producido un proceso de delegación de la fabricación
textil de las grandes marcas a empresas intermediarias de países con mano de
obra barata. La esclavitud encubierta es un hecho en muchos países, donde
los talleres están llenos de trabajadores temporales, mal remunerados y sin
seguridad social. En ocasiones los trabajadores son incluso niños (Zarfino,

17
2010). No se puede negar que esta deslocalización ha estado en muchas
ocasiones guiada por el bajo precio de la mano de obra y las regulaciones
permisivas en cuanto a asuntos sociales y medioambientales (Kozlowski et al.,
2012). Madsen (2007) expone los principales impactos sociales causados por
el sector de la moda:

 Derechos de los trabajadores: los requerimientos de las empresas de


fast fashion ejercen una gran presión hacia las empresas productoras
con unos tiempos y márgenes muy ajustados. Operan en países con
pocas regulaciones y provocan situaciones de salarios injustos, largas
jornadas laborales y trabajo infantil. Además, un alto porcentaje de los
trabajadores está compuesto por mujeres jóvenes de baja cualificación,
en muchas ocasiones incapaces de reclamar sus derechos.

 Seguridad y salud de los trabajadores: debido a la despreocupación por


la salud de los trabajadores destaca el constante estrés al que están
expuestos y los problemas de salud derivados del contacto con químicos
dañinos. El mal estado de las fábricas hace que exista muy poca
seguridad, dando lugar a accidentes de trabajo como el reciente
escándalo del Rana Plaza en Bangladesh.

 Pobreza: aunque se considera que la industria textil y de la moda


contribuye al crecimiento económico de los países en vías de desarrollo
ya que da empleo a personas con baja cualificación y educación, puede
a su vez limitar el desarrollo social. Los empleos son estáticos y no
permiten la movilidad social, ya que no se recibe formación ni se
fomenta el desarrollo de habilidades. Se puede decir que el empleo en
esta industria alivia las necesidades de las capas más pobres de la
sociedad, pero no fomenta una mejora de su situación.

Madsen (2007) añade el impacto económico (positivo o negativo) que la


industria textil y de la moda tiene en el mundo. Representa el 7% de las

18
exportaciones totales, siendo responsable de un gran número de economías en
el mundo. Como consecuencia, los cambios en el comercio y la producción de
la industria de la moda provocan impactos importantes en muchas economías.
Este efecto se ve incrementado por las interconexiones de la industria y su
carácter fragmentado y global previamente mencionado.

19
3. Camino hacia la moda sostenible

El reto de la sostenibilidad al que se enfrentan las organizaciones no ha hecho


más que comenzar. Los requerimientos organizacionales necesarios para
actuar conforme a la TBL, suponen un área activa de exploración y aprendizaje
en las compañías de hoy, que tienen el reto de encontrar soluciones
socialmente aceptables y ecológicamente proactivas a la vez que cumplen las
expectativas económicas (Worley et al., 2010). Según el Ethical Fashion
Forum, el concepto de moda sostenible o moda ética, se refiere a una forma de
diseño, aprovisionamiento y producción de la ropa que maximiza los beneficios
de las personas y comunidades, al tiempo que reduce el impacto en el
medioambiente.

Se están desarrollando nuevas formas innovadoras de hacer la confección más


sostenible, y poniéndose a disposición de los consumidores en distintos niveles
del espectro de la moda, desde marcas y estilos más informales hasta la alta
costura (Claudio, 2007). Existen diversas formas de aproximarse a la
sostenibilidad, y se pueden observar diferentes respuestas en las empresas
que están trabajando por ser más sostenibles. Algunas están centradas en
actuar en las actividades y procesos propios sobre los que tienen control
directo, mientras que otras siguen una estrategia de colaboración externa con
un enfoque multi-stakeholder (Worley et al., 2010).

En cuanto al tipo de empresas involucradas en el cambio, muchos autores


tienden a diferenciar entre la estrategia de las grandes marcas multinacionales
y la de las pequeñas firmas independientes. Grandes marcas internacionales
se están posicionando en el segmento sostenible del mercado mediante
cambios en su modelo de negocio y estructura de su cadena de valor. Esto se
debe en parte a que tales compañías están reconociendo el creciente valor que
los consumidores dan a los aspectos medioambientales en la cadena de valor
(Caniato et al., 2012). Por otro lado, se encentran un grupo de pequeñas
compañías innovadoras que han llevado a cabo un cambio radical en su

20
modelo de negocio y estructura de la cadena de aprovisionamiento,
aprovechando la sostenibilidad medioambiental como una fuente de ventaja
competitiva para obtener una diferenciación en nuevos nichos de mercado y
establecer una marcada identidad de marca (Caniato et al., 2012).

La sostenibilidad tiene por tanto gran relevancia tanto para grandes firmas
como para pequeñas empresas; las grandes empresas están presionadas a
incluirla en su modelo por la creciente relevancia de la misma en la proposición
de valor. Asimismo, supone una muy buena oportunidad para pequeñas
compañías que pueden encontrar en la sostenibilidad de su modelo una fuente
de ventaja competitiva al dirigirse a un nicho del mercado. El camino hacia la
sostenibilidad puede considerarse una nueva manera de competir en la
constante tarea de encontrar nuevos nichos y sobrevivir en su mercado
competitivo (Caniato et al., 2012). Hana Ben-Shabat, vicepresidente de bienes
de consumo y distribución en la consultora AT Kearney, que trabaja con
proveedores dentro de la industria de la moda, declaró en una reciente
conferencia que “ser verde y ético ya no es una opción, sino una necesidad
económica”.

3.1 Consumidor 2.0

No son únicamente los daños medioambientales y los crecientes problemas


sociales los que mueven a las empresas a integrar la sostenibilidad en sus
negocios, se debe tener en cuenta el papel decisivo que está teniendo la
sociedad al demandar políticas que cumplen sus expectativas. Unos
consumidores, inversores o trabajadores más concienciados ejercen una
presión muy importante sobre las empresas y las empujan a integrar la
sostenibilidad en sus negocios (Müller y Pfleger, 2014). Esta tendencia indica
que el ser considerado sostenible actúa hoy como trampolín para las empresas
en la tarea de llegar a los consumidores conscientes y mejorar su imagen de
marca en los países desarrollados (Faisal, 2010; citado en Caniato et al.,
2012).

21
Gracias a la información disponible en la actualidad acerca de las empresas, es
comprensible que exista un mayor interés en la ética aplicada en la fabricación
de cada producto, y que esta condicione la toma de la decisión de compra
(Zarfino, 2010). En este sentido, Shen (2014) resalta la importancia que tiene la
transparencia con respecto a la sostenibilidad en las empresas; compartir con
los consumidores la información sobre la cadena de aprovisionamiento tiene
una gran influencia en las ventas. Coincide con el estudio de Kang, Liu y Kim
(2013) que indica que actualmente, los factores que más influyen en la actitud
de compra de ropa sostenible en los jóvenes son el conocimiento del producto
y la efectividad percibida. Existe un número creciente de organizaciones como
Global Action Through Fashion y Free2Work a las que los consumidores
acuden en búsqueda de información transparente sobre las actuaciones
empresariales de las marcas de ropa, lo cual refleja un creciente interés en la
forma en que se han fabricado los productos que adquirimos.

3.2 Tendencias de la moda sostenible

La literatura actual expone diferentes líneas de acción en las diferentes áreas


de la empresa y fases de la vida del producto que ayudan a reducir su impacto
medioambiental y a mejorar la calidad de vida de las personas que trabajan
para las empresas. Las principales áreas de mejora son:

 Elección de materias primas: uno de los factores con mayor influencia en


la reducción de efectos medioambientales y sociales negativos. Existen
muchas opciones de fibras naturales orgánicas, textiles reciclados y
nuevos “eco-textiles” como el lyocell, que es una fibra producida a partir
de materiales naturales.
o Fibras naturales orgánicas: cultivo sostenible de fibras como el
algodón, el cáñamo, el bambú y otras fibras que requieren menos
pesticidas y riego (Claudio, 2007). Aunque de acuerdo al Textile
Exchange Organic Cotton Farm & Fiber Report el cultivo de

22
algodón orgánico supuso aun un 0,7% de la producción total de
algodón en 2010, ese mismo año las ventas aumentaron un 20%
con respecto a 2009 (Textile Exchange, 2011). H&M, C&A y
Puma, todas marcas líderes en el sector, fueron los tres mayores
compradores de algodón orgánico en el mundo en 2013 (Textile
Exchange, 2013).
o Eco-textiles: polímeros fabricados a base de materiales naturales,
como el lyocell, hecho a partir de celulosa, o el ingeo, hecho a
partir de maíz. Versace es una de las marcas de alta costura que
ya ha usado Ingeo en sus colecciones (Claudio, 2007).
o Reciclado: se trata de la reconversión de prendas viejas en otras
nuevas, y de la elaboración de materiales mediante nuevos
procesos de que crean nuevos tejidos a partir materiales
desechados. Destacan iniciativas como Worn Again, que
desarrolla telas a partir de ropa usada con el objetivo de erradicar
el desecho de las prendas y no producir a base de recursos
vírgenes (Worn Again, 2015).

 Tratamiento de materias primas: el consumo de agua, el uso de tóxicos


y la contaminación, están relacionadas principalmente con esta fase de
la producción. Con una elección cuidada de materias primas se puede
reducir la cantidad de químicos que se utilizan durante el proceso de
fabricación de telas (Caniato et al., 2012). En función de esta elección,
se puede hacer uso de nuevas innovaciones como el teñido sin agua,
los tintes no tóxicos o la impresión digital (Kozlowski et al., 2012).

 Elección y formación de proveedores: implementación de políticas y


programas para fábricas y proveedores con el objetivo de incrementar la
transparencia y la responsabilidad de la empresa y así mejorar la
situación de todos los trabajadores en la cadena de aprovisionamiento.
Se suele llevar a cabo a través de un programa de auditorías periódicas
realizadas tanto por la empresa como por entidades externas. También

23
es positiva la colaboración con organizaciones que abogan por los
derechos de los trabajadores y la producción sostenible mediante la
obtención de certificados como el europeo Eco-label (De Brito et al.,
2008). Es importante mencionar que para las grandes marcas, el
comportamiento medioambiental de sus proveedores es de lejos el
principal determinante de su impacto en el medioambiente (Caniato et
al., 2012).

 Utilización de recursos y trabajadores locales: esta medida se presenta


como una alternativa a la estandarización y centralización derivadas del
sistema global. Se fomenta el uso de lo disponible localmente, y el
intercambio de aquello que no se puede producir; esto da lugar a
economías mejor distribuidas, en las cuales se valora la singularidad y la
diversidad y se respetan los derechos de los trabajadores. Alrededor del
mundo están surgiendo iniciativas que conectan comunidades locales
con sistemas de producción transparentes y con menos intermediarios, y
ofrecen al consumidor productos con un valor material y cultural más
alto. Un buen ejemplo es el diseñador Carlos Miele, que trabaja con la
cooperativa de mujeres costureras Coopa-Roca, en Rio de Janeiro. Así,
se busca dar oportunidades a las mujeres en riesgo de exclusión social y
aprovechar las habilidades regionales (Kozlowski et al., 2012; Clark,
2008).

 Logística y transporte: la demanda impredecible de esta industria hace


que la logística y los transportes sean actividades clave dentro de la
cadena de aprovisionamiento. Se proponen soluciones como la
utilización de recursos compartidos y el mayor uso de modelos de
transporte limpios (De brito et al., 2008). No obstante, es importante
mencionar que la principal causa de contaminación por transporte es la
lejana localización de los proveedores (Caniato et al., 2012), frente a la
cual se puede actuar con la elección de proveedores locales.

24
 Gestión de los deshechos: se han de considerar desde la fase de
producción hasta el momento de deshecho de la prenda por parte del
consumidor. Utilizar diseños de patrones que permiten una confección
sin desperdicios maximiza la utilidad de las telas minimizando el
deshecho en las fábricas y reduciendo los costes. En la fase de diseño
del producto se puede contemplar la multifuncionalidad de las prendas y
su durabilidad con el objetivo de que pueda ser utilizado más de una
temporada. Por último, para favorecer la conservación de prendas y su
aprovechamiento, se pueden desarrollar programas de reparación,
mantenimiento y reciclado de ropa (Kozlowski et al., 2012).

25
Casos de estudio

Son muchas las tendencias que están surgiendo en el sector de la moda en el


campo de la responsabilidad social y medioambiental. A continuación se
presentan cuatro casos de estudio de empresas del sector, líderes en
sostenibilidad que aportan pistas de la dirección en la que se dirigen las
tendencias del sector de la moda. Ecoalf y Patagonia son empresas que
nacieron con la misión de disminuir los efectos de la fabricación de ropa en el
medioambiente. Por otro lado, Gap Inc., y Reformation han seguido un proceso
de transformación hacia la incorporación de los principios de la sostenibilidad
en su estrategia.

1. Ecoalf

Datos empresa:
 Origen: España
 Año fundación: 2009
 Número de tiendas: 1 propia y 330 puntos de venta en comercios
multimarca
 Presencia geográfica: 11 países
 Tamaño: pequeña
 Cifra de facturación: 4 millones de euros

Contexto:
Ecoalf es una empresa española que nació en 2009 con el propósito de
fabricar prendas de moda y buena calidad sin seguir utilizando recursos de la
tierra indiscriminadamente. Vieron el reciclado como una muy buena opción
para la creación de una marca completamente sostenible, ya que les permitía
contribuir a la reducción de la contaminación y el impacto que los residuos
generan. Sin embargo, cuando se dirigieron al mercado en busca de materias
primas provenientes de materiales reciclados, encontraron una oferta muy
escasa. Como consecuencia, emprendieron el reto de desarrollar una nueva

26
generación de materiales reciclados de calidad excelente a través de una gran
inversión en I+D+i y alianzas en diferentes países del mundo. Ecoalf comenzó
con la producción de prendas de abrigo y camisetas principalmente, y poco a
poco han ampliado su gama de productos a accesorios (como mochilas y
bolsas), zapatos y trajes de baño. Cuentan con una tienda en Madrid y
múltiples puntos de venta alrededor de todo el mundo (Ecoalf, 2015).

Estrategia de Sostenibilidad:
El reciclaje es la razón de ser de esta empresa española. Desde su nacimiento,
Ecoalf ha estado centrada completamente en la innovación y sostenibilidad a
través del desarrollo de nuevos materiales reciclados. Su filosofía se basa en el
concepto upcycling, que se refiere a la reconversión de materiales desechados
en otros de calidad superior; algo que se consideraba basura, es reconvertido
en algo valioso. Así pues, el corazón de la estrategia de Ecoalf es el desarrollo
de tejidos a través de una fuerte inversión en I+D+i.

Cuando se dirigieron al mercado en busca de materiales reciclados, éstos lo


estaban en un 15%; cuando consiguieron desarrollar sus primeros bolsos a
partir de botellas PET, el material que habían desarrollado lo estaba en un
100% (Ecoalf, 2015). Después vinieron las redes de pesca, los neumáticos
usados, los posos de café, entre otros; y así hasta 51 tejidos desarrollados,
convirtiéndose en uno de los principales productores de materiales ecológicos
a nivel mundial. La comercialización de los materiales que desarrollan es ahora
una nueva división de la marca, con clientes como Marc Jacobs o Hoss Intropia
(Mañana, 2014). Su proceso se basa siempre en el reciclado de diversos
productos que tienen una tasa de desecho alta: redes de pesca, posos de café,
neumáticos usados, botellas de plástico, algodón post-industrial y lana post-
industrial.

En cuanto a la producción y el transporte, Ecoalf tiene la regla de fabricar en el


lugar donde se recicla para evitar desplazamientos innecesarios. Cuenta con
fabricantes en 14 países y, aunque suponga un reto para la logística de la

27
empresa (Mañana, 2014), quieren ser coherentes con su objetivo de reducción
de la contaminación en todos los aspectos de la empresa.

Su objetivo es fabricar “prendas de calidad, básicos indestructibles capaces de


resistir a todo tipo de modas y tendencias” (Mérida, 2015). Se declaran en ese
sentido opuestos al modelo Zara, ya que diseñan sus colecciones y tejidos a
veces con más de un año de antelación y con el propósito de que tengan una
larga vida. Este modo de operar se observa tanto en sus cuidados y sencillos
diseños como en la calidad y resistencia de su materiales (Mañana, 2014).

Asimismo, el afán por el reciclado y la calidad, se observa en su aproximación


empresarial: “La nuestra no es una empresa financiera. Si analizas este último
plan desde un punto de vista puramente mercantil resulta obvio que no es
rentable. ¿Por qué sacar el PET del mar si lo tienes en tierra? Porque nadie lo
hace. Eso es Ecoalf” (Mañana, 2014). Esta declaración refleja la prioridad de
Ecoalf; centrados en el eje medioambiental de la TBL.

Resultados:
Ecoalf “ha convertido a la intrahistoria que acompaña a cada prenda en su
verdadero sello de identidad” (Mérida, 2015) y “la investigación de materiales
en el motor de la compañía” (Mañana, 2014). Sus diseños y su calidad les hace
capaces de competir tanto con importantes marcas de moda, como con los
grandes productores ecológicos internacionales al mismo tiempo; esta es la
clave. Así, Ecoalf “en cinco años ha conseguido situarse a la vanguardia de la
moda sostenible y hacerse un hueco en la industria general” (Mañana, 2014).
Cerraron el 2014 con una cifra de ventas de 4 millones de euros, frente a una
facturación de 1,4 millones el año anterior. Para 2015, las previsiones son de 6
millones de euros (Modaes, 2015). La poca oferta de materiales ecológicos que
experimentaron al principio del proyecto como un problema, se ha convertido
después en su mejor carta.

28
Su sofisticado desarrollo de materiales les situó en poco tiempo a la cabeza de
la innovación en moda sostenible, y pronto comenzaron a contar con los
mejores apoyos y colaboraciones. Su primera colaboración consistió en una
colección de fundas para ordenadores portátiles para nada menos que el
gigante Apple, que se vendería en 210 puntos de venta de sus tiendas en
EEUU y Canadá. A partir de este momento, Ecoalf ha podido seguir una
estrategia de colaboraciones con diferentes marcas y personalidades muy
renombradas: desde colecciones exclusivas para Barneys New York o
Nortdstrom, hasta una colaboración con EKOCYCLE (la marca de The Coca-
Cola Company y el rapero will.i.am) vendida en Harrods (Ecoalf, 2015). Estas
colaboraciones con grandes marcas y algunas de las personalidades del
momento reflejan que Ecoalf se encuentra a la cabeza de la moda sostenible.

La marca ha conseguido un posicionamiento diferenciador como líder en


innovación y diseño, que junto con su labor medioambiental, les ha levado a
ganar múltiples premios y reconocimientos, como el “Mejor Producto para el
Desarrollo Sostenible en la categoría PYME” en los Premios Europeos de
Medioambiente a la Empresa, el Premio Nacional de la Moda al
Emprendimiento o el Premio El Confidencial-KPMG a las mejores Iniciativas en
Ecoeficiencia.

29
2. Gap Inc.

Datos empresa:
 Origen: EEUU
 Año fundación: 1969
 Número de tiendas: 3.709
 Presencia geográfica: mundial
 Tamaño: grande
 Cifra de facturación: 14.500 millones de dólares

Contexto:
Gap Inc. es una empresa de retail líder mundial en la industria de la moda.
Cuenta con seis marcas: Gap, Banana Republic, Old Navy, Piperlime, Athleta e
Intermix (Gap Inc., 2015). Los hermanos Don y Doris Fisher abrieron la primera
tienda en San Francisco en 1969; en 1973 salió a bolsa y hoy está valorada en
16250 millones de dólares (Yahoo Finance, 2015). La cartera de marcas de
Gap Inc. se distribuye por diferentes canales y geografías en el mercado
minorista global (Reuters). Sus productos, ropa y accesorios para mujer,
hombre y niños, se venden en más de 90 países, en tiendas propias, online y
franquicias. Gap Inc. cuenta con tiendas en Estados Unidos, Canadá, Reino
Unido, Francia, Irlanda, Japón, Italia, China, Hong Kong y Taiwan y está
expandiendo su presencia internacional con acuerdos de franquicia en Asia,
Australia, Europa, Latinoamérica, Medio Oriente y África (Business Wire, 2011;
Reuters, 2015).

Estrategia de sostenibilidad:
A mediados de los 90, Gap Inc., una compañía tradicional multimillonaria, se
había convertido en una empresa global, con una cadena de aprovisionamiento
compleja y fragmentada con un alto grado de deslocalización de su producción.
Su tamaño e influencia hicieron que fuera una de las tres empresas que, junto
a Nike y la línea de Kathy Lee Gifford’s para Walmart, llamaran la atención de
las ONGs. Gap Inc. fue acusada de consentir trabajo infantil y trabajos forzados

30
en las fábricas donde producía. La realidad era que en efecto ninguna de estas
empresas contaba con un programa formal que les permitiera manejar este tipo
de conductas en las fábricas (Worley et al., 2010). Gap Inc. creó entonces su
acción de RSC. Su actitud inicial fue la de tratar este conflicto social y
medioambiental como cualquier otro problema empresarial, y resolverlo por
tanto de la misma manera: actuando de forma aislada sobre los puntos de su
actividad que estaban presentando problemas.

Pronto se darían cuenta de que el problema era uno mucho más complejo que
el modificar ciertas partes de su propia cadena de valor, y migrarían hacia un
modelo más colaborativo junto con otros agentes del sector. Comenzaron así
un proceso de transformación que se inició con el desarrollo de guías de
normas laborales para los proveedores; se les comunicaba el nuevo “código de
conducta” y se enviaban personas para hacer un seguimiento, con el objetivo
de que estas fábricas independientes trabajaran de acuerdo a unos estándares
sociales y laborales más aceptados (Worley et al., 2010).

Aunque hubo algunas mejoras, Gap Inc. pronto se dio cuenta de que actuando
en solitario no resolvería el problema. Muchas de las fábricas eran compartidas
por varias empresas con diferentes estándares y múltiples grupos laborales, lo
que generaba una descoordinación que hacía el proceso de auditorías confuso
e ineficiente. En 2001 tras contratar a un nuevo vicepresidente de
responsabilidad corporativa, decidieron emprender una estrategia de
colaboración con el resto de stakeholders, internos y externos. Esta estrategia
de colaboración tenía como objetivo desarrollar la capacidad de gestión
responsable de las fábricas a través de una coordinación efectiva con todos los
implicados. Comenzaron a participar entonces en iniciativas como Ethical
Trading Initiative (ETI) y Social Accountability International (SAI).

Posteriormente, Gap Inc. se dio cuenta de que, centrándose únicamente en la


mejora de las fábricas, estaban dejando fuera partes de la cadena de
aprovisionamiento que eran origen de muchos de los problemas que estaban

31
intentando resolver. Tras profundizar en la complejidad del problema de la
cadena de valor, Gap Inc. determinó que era necesario aprovechar la
capacidad de colaboración que habían desarrollado con los grupos de
stakeholders, para actuar sobre la industria en sentido más amplio, e influir así
en los agentes previos de la cadena de aprovisionamiento.

Un problema recurrente era asegurar que sus talleres evitaran proveedores


que violaran los derechos humanos y leyes laborales. Aunque las fábricas de
Gap Inc. fueran certificadas, las telas, materiales y accesorios usados para
confeccionar las prendas podían venir de fuentes que no cumplían el código de
conducta y los valores de la empresa. Así, el nuevo objetivo se convirtió en la
extensión de la capacidad de colaboración a los otros eslabones de la cadena
de valor. A medida que Gap inc. y sus socios trabajaron por el desarrollo de
capacidades en las fábricas, la empresa fue mejorando su imagen de líder en
responsabilidad corporativa y mejorando el desempeño en las otras fases de la
cadena de aprovisionamiento (Worley et al., 2010).

Gap Inc. ha seguido un proceso de aprendizaje en el que ha atravesado tres


etapas. Primero, una fase de desarrollo de estándares de conducta y desarrollo
de la capacidad de control y seguimiento en las fábricas. Después, toma de
una posición de colaboración con el resto de los actores del sector, externos e
internos, para adoptar una aproximación más efectiva a la resolución de los
problemas de las fábricas. Y por último, la extensión de su área de acción a
más allá de las fábricas.

Desde el principio la máxima de los hermanos Fisher fue “hacer más que
vender ropa” y esto sigue estando presente en el modo de hacer negocio. Esta
máxima ha inspirado a varias generaciones de trabajadores, y expresa cómo
sigue guiando su compromiso con las comunidades en las que trabajan
mejorando su actuación social y medioambiental.

32
Para articular su programa de responsabilidad social y medioambiental, dividen
sus líneas de acción en: medioambiente, comunidades, derechos humanos y
empleados. Es en torno a estos cuatro temas que se centra su último informe
de responsabilidad medioambiental y social (Social and Environmental
Responsibility Report 2011-2012). En este, se reconoce que el problema
medioambiental no es un hecho aislado, y que sostenibilidad medioambiental y
derechos humanos están muy conectados. En Gap Inc. consideran que como
compañía influyente que son, deben tomar una aproximación sistémica a los
conflictos globales para poder diseñar programas que toman en cuenta las
interconexiones que se dan al perseguir la sostenibilidad.

Gap Inc. a lo largo de su compromiso social y medioambiental ha cambiado


muchos de los estigmas de las grandes empresas de moda. Ha migrado de
una posición adversaria con las ONG a una colaborativa, ayudando al
desarrollo de las fábricas y de toda la cadena de valor. La trayectoria de Gap
Inc. representa una buena lección de cómo lo que comenzó siendo un
problema, un escándalo en los medios de comunicación debido a las malas
prácticas de la empresa, ha evolucionado en la transformación de una
compañía especialmente a través de un departamento, el de responsabilidad
social y medioambiental, que “amenaza” con transformar las dinámicas y
asunciones de Gap Inc. y de toda la industria (Worley et al., 2010).

Gap Inc. ha ido más allá del cumplimiento y ha construido un departamento de


responsabilidad social y medioambiental que da formación, recursos,
habilidades de colaboración y cuestiona los hábitos de los stakeholders
internos. Un equipo de 75 personas (Albanese, 2011) que han estado
alrededor de 10 años en la empresa y conocen el modo de operar de la misma;
se trata de personas que provienen de diferentes áreas (recursos humanos,
estrategia, producción, etc.) cuya función es aplicar sus conocimientos para
llegar a soluciones creativas, abiertas y con múltiples perspectivas en cuanto a
los problemas a los que se enfrenta la empresa.

33
Resultados:
Aunque no es fácil cambiar la imagen sobre la responsabilidad de la empresa
tras los escándalos ocurridos, Gap Inc. está llevando a cabo un trabajo muy
consistente y productivo. A través del departamento de responsabilidad social y
medioambiental está ganando mucha confianza y credibilidad, siendo ya
evidente que su compromiso con los conflictos sociales es serio y honesto. A
pesar de su trayectoria, Gap Inc. ha sido nombrada por la revista Corporate
Responsability Magazine el número 3 de su lista The 100 Best Corporate
Citizens (Seeking Alpha, 2015).

Gap Inc. fue la primera empresa de retail en emitir un informe de


responsabilidad social, ofreciendo una visión transparente y exhaustiva de su
aproximación a la RSC. Este informe fue muy alabado, por su intención se ser
abiertos y honestos con respecto a sus logros y fallos en esta área. De hecho,
su primer informe ganó el Social Reporting Award de la revista Business Ethics
por su honestidad sobre las condiciones laborales, sobre todo en sus fábricas
(Wright y Sage-Gavin, 2006). Gap Inc. es considerada una referencia en RSC.
CSR Hub, web de rankings de RSC líder en EEUU, la ha clasificado en todas
las categorías (comunidad, empleados, gobierno y medioambiente) y es
considerada la segunda empresa con mejores resultados en el conjunto de las
categorías (Seeking Alpha, 2015).

34
3. Patagonia

Datos empresa:
 Origen: EEUU
 Año: 1973
 Número de tiendas: 100
 Presencia geográfica: mundial
 Tamaño: grande
 Cifra de facturación: 600 millones de dólares

Contexto:
Patagonia nació en el año 1973 como una tienda de material para la montaña.
Es líder global en ropa sostenible y está especializada en prendas para
alpinismo, surf, snowboard, pesca, esquí y carrera de montaña. Todos estos
son deportes que llaman “silenciosos”, aquellos en los que la recompensa es la
conexión del hombre con la naturaleza. El amor que declaran tener por la
naturaleza salvaje es lo que les hace luchar por su conservación; en sus
inicios, su creador desarrolló pitones para alpinismo que no tuvieran que dañar
la roca y quedar clavados, sino que aprovecharan las grietas naturales de la
roca para sostenerse.

Declaran que sus valores son los de un grupo de alpinistas que promueven la
simplicidad y la utilidad, algo que se hace patente en el diseño de sus
productos. Consideran que el éxito de su marca reside en sus valores y en
cómo han sido fieles a los mismos en los 30 años que llevan en el mercado. Su
misión fue y sigue siendo: “hacer el mejor producto, no causar daño
innecesario, utilizar su negocio para inspirar, e implementar soluciones a la
crisis medioambiental”. Aún así, son conscientes de que partes de su actividad
siguen siendo contaminantes y por eso trabajan de forma continua para
mejorar (Patagonia, 2015)

Estrategia de Sostenibilidad:

35
Para Patagonia, la sostenibilidad significa hacerse responsables del impacto
que su actividad como empresa tiene en clientes, empleados, comunidades y
medioambiente. Con este objetivo, Patagonia lleva a cabo diferentes iniciativas
que les permiten asegurar que sus productos se fabrican bajo condiciones
seguras, justas, legales y humanas a lo largo de toda su cadena de
aprovisionamiento, y que producen el menor daño medioambiental posible en
el proceso.

Como la mayoría de marcas de ropa, Patagonia no produce sus prendas


directamente, sino que subcontrata a empresas especializadas la producción
de telas y la confección de prendas. Trabajan con fábricas que comparten sus
valores de integridad y ecologismo y han formalizado un proceso de revisión de
proveedores que les permite asegurar que estos trabajan en línea con sus
valores.

Cuentan con un equipo de responsabilidad social y medioambiental con gran


peso en la toma de decisiones de la compañía, que se encarga de la formación
y sensibilización de los empleados, y de asegurar que la empresa crece y
evoluciona de acuerdo con los valores que defienden.

Las materias primas, telas y acabados de las prendas de Patagonia son el foco
de acción principal de su misión de crear el mejor producto sin daño
innecesario. Buscan los proveedores adecuados alrededor de todo el mundo;
aquellos que hacen materiales de alta calidad reduciendo el impacto
medioambiental. Esta tarea comienza con el equipo de desarrollo que
investiga, desarrolla y aprueba materiales y proveedores según la calidad,
trazabilidad, salud medioambiental, seguridad y responsabilidad social de los
mismos (Patagonia, 2015). Uno de sus primeros materiales se desarrolló a
partir de botellas PET, y calculan que en el periodo 1993-2006 han podido
salvar 86 millones de botellas de plástico de acabar en los vertederos (Claudio,
2007).

36
Patagonia considera que una de las acciones más responsables que pueden
llevar a cabo como compañía textil, es hacer ropa de calidad y larga duración
que se revele contra la fast fashion y el consumo innecesario de recursos. Es
por ello que Patagonia no solo persigue la creación de prendas de larga vida,
sino que promueve la reparación de las mismas. El programa Worn Wear trata
de celebrar la vida de las prendas y lleva a cabo acciones que promueven su
cuidado y reparación. Esta posición anti materialista de la compañía se
consolidó con su memorable anuncio en el black friday (día de fiesta
estadounidense caracterizado por las compras masivas) de 2012 que decía
“Don’t Buy This Jacket” (No compre esta chaqueta). El anunció desarrollaba
después los costes medioambientales del forro polar de la fotografía, y
animaba a los consumidores a pensarlo dos veces antes de comprar ese o
cualquier otro producto.

Este año celebrarán el Spring 2015 Worn Wear Tour, y viajarán con su camión
de reparaciones de California a Nueva York, haciendo arreglos gratis y
enseñando cómo reparar la ropa de Patagonia.

Resultados:
Durante años Ybon Chouinard, creador de la marca, se guardó sus prácticas
eco-conscientes y políticas de trabajo amistosas para sí mismo. Hoy, mega
corporaciones como Walmart, Levi Straus y Nike están siguiendo su ejemplo
(Stevenson, 2012). Chouinard considera Patagonia como su plataforma para
hacer algo bueno, y quiere además utilizarla para demostrar que las empresas
pueden actuar de forma honesta y responsable (Stevenson, 2012). En 2012
recibieron el título de B-Corp (Benefit Corporation, 2015), una denominación
empresarial estadounidense que supone tener en cuenta factores sociales y
medioambientales en las decisiones ejecutivas (Cardwell, 2014) y cuyo objetivo
es redefinir el concepto de éxito en las empresas (Benefit Corporation, 2015).
Es su segundo año consecutivo obteniendo la segunda posición (por detrás de
Unilever) en el Sustainability Leaders Report, un ranking realizado por
SustainAbility y GlobeScan.

37
Desde 2008 Patagonia ha triplicado sus beneficios y duplicado sus ingresos
(Martín, 2012), ha doblado su escala de operaciones en los últimos seis años y
ha abierto 40 nuevas tiendas por el mundo desde 2011 (Cardwell, 2014). Para
Patagonia, el éxito financiero es el resultado de hacer el bien mediante la
responsabilidad social y medioambiental, ofreciendo productos excelentes que
dañan en la menor medida posible el medioambiente.

Forest Reinhardt, catedrático de Harvard Business School expresa su


fascinación por el modo de actuar de Chouinard y la confianza que tiene en su
empresa: “nunca he visto a una empresa decirles a sus clientes que compren
menos de su producto” (acerca del anuncio “Don’t Buy This Jacket”)
(Stevenson, 2012). En un caso de estudio de la universidad, muestra cómo
Patagonia ha maximizado el valor percibido de sus productos gracias a su
forma de hacer negocio. Un mayor valor percibido hace que los clientes estén
dispuestos a pagar un plus por los productos de una empresa, lo que refleja
que la compañía ha tenido éxito en su labor de comunicar su valor añadido y
ha consolidado una posición diferenciadora de calidad y prácticas
medioambientales (Stevenson, 2012).

Existe una conversación sobre la compatibilidad de la sostenibilidad y el


crecimiento, y en Patagonia se ha discutido públicamente, admitiendo que
compañías como la suya están reduciendo la huella de carbono individual de
cada producto con sus mejoras, pero aumentando la suya global como
compañía con su crecimiento. Aunque creen que llegará un momento en el que
su crecimiento cause más problemas que soluciones, en el horizonte presente
consideran que están creando productos que permiten que las personas vivan
una vida más responsable mediante las prendas que eligen, y que mientras no
existan muchas más empresas que lo hagan, crecer es casi una obligación.

38
4. Reformation

Datos empresa:
 Origen: EEUU
 Año fundación: 2008
 Número de tiendas: 3
 Presencia geográfica: tiendas en EEUU y envío mundial
 Tamaño: pequeña
 Cifra de facturación: 9 millones de dólares

Contexto:
Reformation es una marca nacida en Los Ángeles en 2008. Se caracteriza por
haber compatibilizado la fast fashion con la sostenibilidad, produciendo
pequeñas colecciones de edición limitada a partir de prendas vintage,
excedentes de telas y ecofabrics (Benefit Corporation, 2015). Cuentan con dos
tiendas en los Ángeles y una en Nueva York, una fábrica propia y una oficina
desde la que dirigen todas sus operaciones.

Su creadora, Yael Aflalo, llevaba 10 años al frente de su marca y estaba


desencantada con las dinámicas de la industria de la moda, sobretodo con el
excesivo desecho y el “ridículo” calendario (detestaba vender abrigos en julio).
Comenzó a romper con algunos de los estigmas de la industria, creando
pequeñas colecciones independientes para evitar el exceso de inventario y
correspondiente desecho. Sin embargo, el gran giro hacia la sostenibilidad se
produjo tras una serie de acontecimientos que le hicieron tomar conciencia de
su influencia en el impacto negativo que la industria de la moda tenía en el
mundo: varios documentales, una conversación con un miembro de las
Naciones Unidas y un crucial viaje a China, hicieron que Yael Aflalo, y con ella
la marca Reformation, no pudieran dar la espalda a sus malas prácticas, e
iniciaran un proceso de transformación hacia la sostenibilidad, basado en la
producción en una única fábrica propia ubicada en Los Ángeles, y un mejor
aprovechamiento de los recursos.

39
Estrategia de Sostenibilidad:
El tamaño de Reformation ha permitido llevar una estrategia de control y
gestión propia de todas las fases de su cadena de valor, abogando por la
sostenibilidad en cada una de ellas. La particularidad de Reformation puede
considerarse el control y sostenibilidad en toda su cadena de valor y el desafío
de las dinámicas de la industria tradicional. Cuentan con una integración
vertical total, cuyo gran paso fue el traspaso de la producción de China a Los
Ángeles, donde a finales de 2013, construyeron la primera fábrica
completamente sostenible de EEUU (Schmidt, 2015). Al tratarse además de
una fábrica propia, les es posible tener controlados todos los aspectos
productivos de sus prendas.

Reformation trata de hacer una utilización responsable de los recursos


disponibles, por lo que comenzaron con la fabricación de prendas a partir de
otras vintage y excedentes de telas de otras fábricas. Actualmente el 65% de
su producción está hecha a partir de fibras de celulosa (Schmidt, 2015). Tratan
de abastecerse de materias y productos locales, sus proveedores son
domésticos en un 80%. Su responsabilidad para con los recursos, no se limita
solo a su producción, por lo que en sus establecimientos (taller, oficina y
tiendas) utilizan las que consideran tecnologías y prácticas más eficientes:
energía 100% renovable, luces LED, material de oficina reciclado, reutilización
de los restos de tela, packaging mínimo, etc.

Sus productos se venden en sus tres tiendas y a través de su página web; la


venta online supone el 65% de sus ventas (Koblin, 2014), algo que no es
casualidad ya que este método utiliza un 30% menos de energía. Su sistema
se basa en la producción de pequeñas colecciones de edición limitada que le
permiten flexibilidad, evitan problemas de inventario y desperdicio (Koblin,
2014), y le dan a la marca un cierto aire de exclusividad (Schmidt, 2015). La
clave es la velocidad y la integración vertical: con una producción propia
controlada, la marca es capaz de responder a la demanda a tiempo real y sin

40
perjudicar a los trabajadores de las fábricas, como suele pasar al efectuar
cambios en los pedidos en los casos de deslocalización de la producción.

Reformation tiene políticas y condiciones para sus trabajadores muy valoradas,


que ponen de relieve su compromiso con el medioambiente y la sociedad.
Destacan iniciativas como la remuneración de un día al mes de voluntariado
por la comunidad, o el suministro del pase de metro para fomentar el uso del
transporte público (Reformation, 2015)

Además de tratar de mejorar sobre cada aspecto de su empresa, Reformation


colabora con diversas causas como la reforestación urbana junto a TreePeople
o la financiación de educación en sostenibilidad en el Muse School, destinando
el 25% de las ventas de su colección No Red Carpet Needed.

Resultados:
“Reformation: an Eco Label the Cool Girls Pick” (Reformation, una marca
ecológica que eligen las chicas guays) es el titular de un artículo en The New
York Times dedicado a la marca. Se refieren a Reformation como el “uniforme
de 2014” y pone de manifiesto cómo personalidades como las cantantes
Rihanna o Taylor Swift, y modelos de la talla de Karlie Kloss, son fieles clientes
de la marca demostrando que tanto su diseño como su identidad sostenible
están de actualidad.

Facturaron 9 millones de dólares en 2014 y se espera que en 2015 dupliquen o


tripliquen sus resultados (Schmidt, 2015). Tras su experiencia, Aflalo considera
que, aunque hacer elecciones sostenibles puede ser más costoso al principio,
al final se compensa por si solo. La activista de moda sostenible Suzy Amis
Cameron admira a la marca por ir más allá de las rápidas tendencias y crear
prendas hechas para conservar, versátiles y sostenibles (Schmidt, 2015). La
creadora sitúa su éxito en el corte y el diseño de sus ya famosos vestidos
femeninos y simples. Son una compañía centrada en el medioambiente, pero
Aflalo mantiene que los clientes compran basándose principalmente en el

41
producto y no tanto en lo que está detrás (Cortes, 2014), por lo que su enfoque
en el diseño es total. De hecho, en diciembre de 2014 Reformation se hizo con
un nuevo director de diseño, nada menos que el antiguo director de tendencias
en Zara, Manuel Ruyman Santos (Schmidt, 2015). Como misión, Aflalo
considera que Reformation ayuda a las personas a darse cuenta de lo que
cuestan las cosas (en este caso la ropa) no solo para su bolsillo, sino también
para el medioambiente (Schmidt, 2015). En septiembre de 2014 obtuvieron la
denominación de B (Benefit Corporation) ya que la sostenibilidad es su razón
de ser y cumplen con los estándares de actuación social y medioambiental,
responsabilidad y transparencia requeridos (Reformation, 2015).

42
5. Aprendizaje
El estudio de estos casos muestra cuatro ejemplos de empresas de moda que
tienen la sostenibilidad en el corazón de su estrategia a pesar de sus
diferencias en muchas áreas. Los siguientes son elementos que varían de una
empresa a otra. Independientemente de la naturaleza diversa de las empresas,
ha sido posible integrar la sostenibilidad en cada una de ellas.

 El tamaño de la empresa: Gap Inc. y Patagonia pueden considerarse


grandes empresas, pues sus cifras de facturación son respectivamente
16000 y 600 millones de dólares. Ecoalf y Reformation son consideradas
pequeñas empresas en este mercado, con beneficios de 4 millones de
euros y 9 millones de dólares respectivamente. Una empresa pequeña
tiene mayor facilidad para cambiar sus procesos productivos, como
podemos ver en el traslado de la producción de China a EEUU de
Reformation. Sin embargo, no podemos decir que sea la única forma de
llevar a cabo una transformación, pues tenemos el ejemplo de Gap Inc.,
en el se llevan a cabo cambios más progresivos pero que al mismo
tiempo tienen un impacto mayor. El programa Wise Wash de Gap Inc.,
por ejemplo, es una técnica de producción que consume el 25% menos
de agua, y se ha conseguido implementar en todas las lavanderías de la
marca. Las empresas pequeñas y medianas serán capaces de efectuar
cambios y mejoras de forma más directa y con unos resultados en
ocasiones más rápidos, pero las grandes empresas tendrán la
oportunidad de generar un gran impacto positivo con pequeños cambios
en sus prácticas.

 La misión de la compañía: Ecoalf y Patagonia nacieron con la misión de


generar prendas que crearan el menor impacto posible, y han puesto en
práctica acciones con este fin. Gap Inc. y Reformation, en cambio,
forman parte de un grupo de empresas más tradicionales, cuyos
objetivos no eran sociales y medioambientales en un primer momento,
pero que ya son una parte importante de la empresa.

43
Independientemente del momento en que la sostenibilidad ha
comenzado a ser una parte de la empresa, el denominador común de
todas las marcas es su autenticidad y dedicación genuina en la
sostenibilidad, mostrando una coherencia con su discurso y los valores
que defienden.

 Producto: es interesante observar cómo las empresas que nacieron con


objetivos medioambientales se muestran más proactivas en la búsqueda
de nuevas soluciones, como es la investigación en materiales llevada a
cabo por Ecoalf y Patagonia, que cuentan con departamentos de I+D+i
con un gran peso dentro de la empresa. Mientras tanto, Gap Inc. y
Reformation, quizás menos expertas en sostenibilidad, prefieren
externalizar las innovaciones en este campo con el objetivo de contar
con los mejores avances en materiales.

 Procesos: se observan diferencias en la forma de llevar a cabo los


objetivos en función del tamaño de las empresas; las de gran tamaño
resaltan la importancia de la colaboración con los diferentes
stakeholders del sector como ONG o competidores para conseguir una
mayor mejora en su campo de acción. Las pequeñas empresas, en
cambio, se centran en la integración vertical para alcanzar sus objetivos
medioambientales y sociales mediante un control más directo de sus
actividades. Las grandes empresas pueden aprovechar su influencia y
su peso en el sector para promover mejores prácticas a lo largo de la
cadena de aprovisionamiento, tanto en sus proveedores propios como
en las prácticas del sector en general. Sin embargo, las pequeñas
empresas no tienen este poder de influencia, pero en cambio son
capaces de realizar cambios directos gracias a su flexibilidad y control.

 Gestión de recursos: la sostenibilidad tiene implicaciones más allá del


propio producto y su fabricación. La totalidad de la empresa ha de
aspirar a crear el menor impacto en el medioambiente y promover

44
aquellas ideas sociales en las que creen. En esta tarea, las grandes
empresas se apoyan en fuertes departamentos de RSC, que tienen la
potestad de influir en las decisiones de todos los ámbitos de la empresa.
El gran tamaño de las empresas provoca que los departamentos de las
mismas tengan una gran especialización y de alguna manera estén algo
compartimentados. Existe el peligro de perder la fotografía general de la
empresa, y por eso es tan importante el papel del departamento de
RSC, que se encarga de alinear los objetivos empresariales de cada
departamento con la misión de sostenibilidad medioambiental y social de
la empresa. Las pequeñas marcas, han conseguido llevar la
sostenibilidad a la totalidad de la empresa con una fuerte cultura
empresarial de conciencia medioambiental y social y afán de mejora. En
los dos casos de estudio, toda la compañía parece estar involucrada en
la búsqueda de nuevas formas de ser más sostenibles.

Producto Proceso Gestión de Recursos


Utilización de materiales reciclados Supresión de trayectos de
Utilización de su tienda en Madrid
innovadores. Diseño atemporal y calidad transporte mediante la
Ecoalf como espacio polivalente para la
excelente que fomentan la conservación de la localización de la producción allí
difusión de la moda sostenible.
prenda. donde se recicla.
Auditorías y seguimiento del 99%
Creación de un departamento de
Desarrollo de herramientas y formación de los de sus fábricas. Programas de
RSC muy influyente en todos los
trabajadores para conozcan el impacto de las formación de los gestores de las
Gap Inc. niveles de la compañía. Reducción
decisiones de diseño en el medioambiente y el fábricas en reducción del impacto
del uso de energía y desechos en
trabajo en las fábricas. medioambiental y mejora de las
todos sus establecimientos propios.
condiciones laborales.

Trabajo conjunto con los proveedores para el


Programa de impactos
desarrollo de telas y acabados de mejor
medioambientales para la gestión Incremento del poder del equipo de
calidad y menos dañinos para el
de químicos, de desechos, uso de responsabilidad social en las
medioambiente. Diseño atemporal y máxima
Patagonia agua, uso de energía y emisiones decisiones empresariales. Creación
calidad. Renovación de prendas cuando
de gases. Selección de fábricas de establecimientos y programas de
ofrecen una mejora real (cada dos años
con sus valores éticos y reparación y reciclado de prendas.
aproximadamente), no cada temporada
medioambientales.
necesariamente.
Primera fábrica sostenible en
Integración vertical en la
Utilización de prendas vintage, excedentes de EEUU. Utilización de tecnologías y
fabricación. Proveedores locales
Reformation telas de otras fábricas y eco-fabrics. Diseños prácticas eco-eficientes en sus
en un 80%. Protagonismo de la
atemporales establecimientos. Excelente política
venta online.
de trabajadores.

El estudio de los casos muestra cuatro maneras diferentes de integrar la


sostenibilidad en las marcas, y esta diversidad es muy positiva ya que cada
empresa lleva a cabo aquello que encaja mejor con su actividad, cubriendo
líneas de acción diferentes. Sin embargo, es importante mencionar que en

45
todos los casos se aprecia el valor que tiene una visión sistémica de la
empresa y de sus posibilidades. Si bien se suele comenzar con pequeños
cambios aislados en la cadena de valor de la empresa, es observable como el
replanteamiento del negocio completo y la visión a largo plazo dan lugar a
ideas muy ricas que integran muchos objetivos de forma innovadora y
coherente en la totalidad de la empresa.

46
Conclusiones

La moda va mas allá de la ropa; nos permite expresar nuestra identidad,


genera bienestar, fomenta la creatividad y conecta a comunidades globales.
Sin embargo, tiene un lado negativo desarrollado anteriormente en este
trabajo, caracterizado en los peores casos por la explotación de trabajadores
en las fábricas, la generación de moda desechable, el desperdicio de recursos
y el fomento del consumo insostenible. ¿Tiene que ser así necesariamente?

Las tendencias empresariales que desarrolla la literatura estudiada y los casos


de empresa analizados en este trabajo auguran un mejor futuro para la
industria de la moda, con empresas más responsables que se preocupan no
sólo por ofrecer buenos productos, sino por hacerlo de la mejor manera. Su
aportación a la sociedad viene tanto del resultado de su actividad como del
proceso en sí mismo: de las vidas de sus trabajadores y del rastro que dejan en
el medioambiente.

Hasta ahora, el patrón de consumo no relacionaba el hecho de comprar algo


con sus consecuencias; no creíamos que ir de compras, por ejemplo, pudiera
tener ningún efecto adverso (más que para nuestro bolsillo). Sin embargo, en la
era de la información hemos ido teniendo más acceso a las dinámicas de
producción de las empresas, y a su relación con los problemas
medioambientales y sociales a los que hace frente hoy el mundo. Del consumo
masivo al que dio lugar el capitalismo maduro, estamos evolucionando hacia
un consumo más consciente, en el que relacionamos lo que compramos y
cómo compramos con nuestra manera de estar en el mundo. En moda, el
hacer elecciones conscientes y comprar con moderación significa
responsabilizarse del impacto de nuestros actos, y al mismo tiempo aprovechar
el poder de los mismos. Con nuestras compras tenemos la oportunidad de dar
un voto a aquellas compañías que están trabajando de acuerdo a nuestros
valores, y apoyar un modelo de empresa responsable.

47
Las empresas no dejan de ser grupos de personas, y de la misma manera se
van dando cuenta también de la importancia de sus acciones y de la
oportunidad que tienen de influir a mejor en el mundo. Se deja de lado por
tanto el concepto de empresa como ente sin alma, cuya única obligación es
reportar beneficios a los inversores. Detrás de cada decisión empresarial hay
un grupo de personas, y estas no han de estar sometidas al rumbo
incontrolable de la búsqueda de beneficio. Está en alza el concepto de la Triple
Bottom Line, que se refiere al valor de las empresas en función de lo que
aportan en términos económicos, sociales y medioambientales. Las empresas
no pueden ignorar su responsabilidad en estas tres áreas, y poco a poco las
van incorporando en su actividad. Desde la creciente importancia de la RSC
hasta las emergentes empresas sociales, encontramos hoy todo un espectro
de empresas, de las más tradicionales a las más innovadoras, que trabajan por
reportar beneficios a la sociedad y al medioambiente en todas las fases de su
actividad.

La industria de la moda tiene una gran oportunidad para generar una mejora.
Su peso en el mundo y la manera directa en que su actividad toca la vida de
muchas personas e influye en el medioambiente, ha provocado una creciente
ola de empresas que trabajan por mejorar su impacto en el mundo. Desde
pequeñas marcas independientes hasta grandes compañías internacionales,
encontramos una variedad de empresas que trabajan con el objetivo común de
convertir la moda en una industria positiva de nuevo. Hoy cada vez más
encontramos empresas tradicionales que, aunque no nacieron con la misión de
producir ropa más verde o más ética, están añadiendo estos como objetivos
prioritarios en su misión.

Lo más interesante del panorama actual de la industria es la variedad de las


empresas involucradas en estas acciones y de la amplia gama de iniciativas
que se están llevando a cabo. A través de nuevos materiales naturales,
innovación en procesos de reciclado y formación de los proveedores, entre
otras acciones, se están construyendo infinidad de líneas de acción que

48
animan a otras empresas a emprender acciones sostenibles y dan a los
consumidores la oportunidad de consumir de forma responsable. Es un
proceso con muchos caminos, pero una misma dirección, el hacer que una
prenda no lleve una triste historia a sus espaldas.

El rumbo que han tomado las empresas de moda es una muestra del pulso
actual de la sociedad, en la que cada vez más personas y organismos se
sienten protagonistas del cambio y toman una posición activa en la
construcción de un mundo mejor.

49
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54
ANEXO: Acciones de sostenibilidad
desarrolladas

Ecoalf
Sus principales materiales son:

- Redes de pesca: se trata de un nylon de muy buena calidad, que es


desechado después de 2-3 años por los pescadores. Muchas de las
redes acaban acumuladas en el fondo de los océanos matando a
muchas especies animales y destruyendo ecosistemas naturales. Ecoalf
recoge redes de pesca en varios puertos del mundo y fabrica tejidos
nuevos a partir de las mismas.

- Posos de café: el consumo diario de café por persona es de 3,1 tazas al


día, con el correspondiente desperdicio que esto conlleva. Ecoalf recoge
en cafeterías y otros establecimientos los posos que de otra forma se
eliminarían y los traslada a sus plantas. Tras molerlo y obtener un nano-
polvo, este se mezcla con poliéster y se crea un hilo. Gracias al café,
este tejido tiene propiedades adicionales muy características: secado
rápido, resistencia a los rayos UV y al agua y control de olores.

- Neumáticos usados: la cantidad de neumáticos que se abandonan en el


mundo es muy elevada, y esto supone un gran problema entre otras
cosas porque al ser un material muy inflamable, se producen incendios
que duran meses y provocan una gran contaminación. Además están
hechos de un material muy difícil de reciclar porque contienen metales,
antioxidantes y tejidos. Tras 2 años de investigaciones, Ecoalf consiguió
separar los elementos y crear un polvo de neumático limpio que no
necesitara pegamento para formar nuevo caucho. Se utiliza en la
fabricación de chanclas y suelas para zapatillas.

- Botellas de plástico: en Ecoalf resaltan la importancia que tiene el


plástico en nuestra vida actualmente, debido al gran uso que hacemos
de él. Sin embargo, su impacto puede reducirse buscando maneras de
reutilizarlo el mayor número de veces posible. Tras la limpieza y
trituración de las botellas, se obtienen unos copos de plástico con los
cuales se obtiene una fibra hilada de poliéster. Con el hilo reciclado se
fabrican tejidos, correas, etiquetas, cordones, etc.

- Algodón post-industrial

- Lana post-industrial

Sus principales productos tienen por tanto la siguiente composición:


o Trajes de baño: redes de pesca y botellas de plástico.

55
o Camisetas: algodón reciclado y poliéster reciclado de botellas de
plástico.
o Prendas de abrigo: nylon reciclado, botellas de plástico, redes de pesca
y algodón reciclado.
o Zapatillas: Botellas recicladas y neumáticos reciclados.
o Chanclas: neumáticos reciclados y goma reciclada.
o Mochilas y bolsos: Redes recicladas y botellas de plástico.

56
Gap Inc.
En el ámbito medioambiental sus acciones se agrupan en:

- Huella: “lo que es medido es gestionado” es una creencia que empuja a


Gap Inc. a continuar creando una valoración detallada de su huella.
Comenzaron con los establecimientos de gestión propia y están
ampliando este análisis a todos los agentes de la cadena de valor. El
objetivo principal es reducir el uso de energía y los desechos en todos
los establecimientos y fábricas.

- Energía y clima: consideran que como empresa tienen la


responsabilidad ética de trabajar sobre el cambio climático. Tienen el
reto de reducir en 20% para 2015 la emisión total de gases de efecto
invernadero. Son conscientes de que la mayoría de estas emisiones
tienen lugar en fases de la cadena de aprovisionamiento y por eso llevan
a cabo acciones para reducir las emisiones de sus proveedores como
los “Green Manufacturing Workshops”.

- Agua: Gap Inc. reconoce la importancia de la conservación del agua


para las comunidades del mundo y, en menor medida, para la industria
textil ya que afecta directamente al cultivo de algodón. Las acciones que
llevan a cabo se basan en desarrollar el compromiso de proveedores y
lavanderías en la conservación del agua dulce.

- Desechos: a través del análisis de la huella identificaron una oportunidad


muy grande de reducir sus desechos, mejorando el impacto
medioambiental y reduciendo sus costes al mismo tiempo. Han
identificado una mayor capacidad de acción en sus edificios y centros de
distribución porque tienen un mayor control, y encuentran más difícil la
reducción de desechos en tiendas por la falta de infraestructuras de
reciclado en algunas de las zonas en las que se encuentran
(principalmente centros comerciales). Aún así, se están aliando con
otras firmas para poder escalar los esfuerzos de reducción de desechos
mediante sistemas de reciclado en centros comerciales y la introducción
de contratos de alquiler que apoyan estos objetivos medioambientales.

- Producto: Gap Inc. es una de las empresas fundadoras de la


“Sustainable Apparel Coalition”, una red de marcas y otros stakeholders
que buscan crear estándares y medidas comunes para reducir el
impacto medioambiental de la ropa y el calzado. Destaca el Higg Index,
una herramienta que permite a las empresas evaluar tipos de materiales,
productos, instalaciones y procesos según una serie de indicadores.
Además, Gap Inc. ha desarrollado para sus diseñadores el llamado
“Sustainable Fiber Toolkit”, un manual en el que encontrar guías sobre el
impacto de los diferentes materiales utilizados, información sobre las
nuevas fibras que puedan desconocer e ideas para utilizar el propio

57
diseño como herramienta para reducir el impacto medioambiental
(repasar se puede añadir más en producto).

En el ámbito del respeto de los derechos humanos las acciones se agrupan en:

- Seguimiento de fábricas: ya no es suficiente el seguimiento/supervisión


de las fábricas para asegurar el respeto de los derechos humanos; es
necesaria la búsqueda de soluciones innovadoras a largo plazo. Se
basan en las alianzas y en el reconocimiento de las responsabilidades y
obligaciones compartidas entre la compañía, los proveedores,
trabajadores y otros stakeholders. Cuentan con un equipo propio de 50
personas dentro del departamento de responsabilidad social y
medioambiental que se ocupa de evaluar las condiciones laborales de
las fábricas que se encargan de producir su ropa de marca. Consideran
el seguimiento uno de los factores clave del trabajo con las fábricas
aunque reconocen que no es suficiente para trabajar por los derechos
humanos y la mejora de las condiciones laborales a lo largo de su
cadena de aprovisionamiento. Aún así, lo utilizan como base para
estudiar el riesgo por país, proveedor, prevalencia de problemas y marco
geográfico.

- Desarrollo de capacidades: se trabaja con los proveedores para


capacitarles para la mejora de las condiciones laborales. Cuentan con
un programa (“Vendor Engagement Program”) que se centra en el
desarrollo de capacidades y la mejora de las habilidades de gestión en
las fábricas de sus proveedores. Las propuestas del programa guían a
los proveedores en el respeto por los derechos humanos, la mejora de
las condiciones laborales, la participación en la mejora de sus
comunidades locales y el trabajo por la reducción del impacto
medioambiental.

- Seguridad de edificios e incendios en Bangladesh: las medidas han


aumentado desde el incendio en una de las fábricas proveedoras de la
empresa (fábrica “Thats It Sportswear” de la empresa Hameem Group)
en 2010 en el que murieron 29 personas. Ahora Gap trabaja con la
asociación “Alliance for Worker Safety in Bangladesh” para crear un
cambio en las 70 fábricas con las que trabaja el grupo y todas las
demás. Las acciones se centran en mejorar la seguridad de edificios e
incendios mediante continuas inspecciones y planes de rehabilitación.

- Libertad de asociación: esencialmente fomentan el dialogo entre


trabajadores y dueños de las fábricas, apoyan el derecho a asociarse y
organizarse pacíficamente y aportan un marco para negociar con la
gestión.

- Trabajos forzados: reconocen que el trabajo forzado se presenta en


muchas formas y que a veces está tan arraigado en las costumbres que
se necesitan redes de stakeholders extensas para poder identificarlo y

58
actuar. A través de colaboración y alianzas trabajan contra la explotación
(apartado Seguimiento).

- Trabajo infantil: tienen una política de tolerancia cero y cuando se


produce algún caso de trabajo infantil en sus fábricas llevan a cabo una
rehabilitación a fondo. Lo consideran uno de los derechos humanos más
difíciles de remediar ya que tiene una conexión compleja con la pobreza.
Según su visión, el quitar al niño del trabajo es la tarea más fácil, el reto
crear soluciones y combatir las causas. Consideran el trabajo infantil
tanto una causa como una consecuencia de la pobreza.

- Prácticas de compra: reconocen el impacto que tienen las acciones de


los departamentos de producción y suministro en los trabajadores de las
fábricas productoras. Gap intenta conocer mejor cómo las decisiones en
la empresa se traducen en las fábricas a través de relaciones cercanas
con los proveedores. Desde 2012 están llevando una estrategia de
selección de proveedores que fomenta una red más pequeña de
proveedores establecidos para establecer relaciones más sólidas. Las
acciones concretas se agrupan en aquella de formación de los
trabajadores de Gap (para que comprendan el impacto de sus
decisiones en el trabajo en las fábricas) y las reuniones periódicas con
líderes de Gap y proveedores.

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Patagonia
Para Patagonia, la responsabilidad corporativa significa hacerse responsables
del impacto de sus actividades como empresa en clientes, empleados,
comunidades y medioambiente. Estas son las iniciativas que llevan a cabo para
asegurar que sus productos se fabrican bajo condiciones seguras, justas,
legales y humanas a lo largo de toda su cadena de aprovisionamiento:

- Trabajo con las fábricas: Patagonia, como la mayoría de marcas de


ropa, no produce sus prendas directamente sino que subcontrata a
empresas especializadas la producción de telas y la confección de
prendas. Trabajan con fábricas que comparten sus valores de integridad
y ecologismo; al principio, al ser una compañía pequeña les era fácil
controlar que sus fábricas cumplían sus estándares: número reducido de
fábricas con relaciones cercanas, calidad alta, eficientes y bien
gestionadas, permanencia de empleados alta, salarios justos y trato
humano. Sin embargo, al crecer reconocieron la necesidad de
comprobar estas asunciones y formalizar el proceso de revisión de sus
proveedores. Las principales acciones son:
o Auditorías: comenzando siendo informales y se formalizaron al
empezar a formar parte de la iniciativa del presidente Clinton “No
Swet Initiative” en 1996. Cuentan con un Código de Conducta
propio, que cumple los estándares de la Fair Labour Association
(FLA), una organización de verificación y formación formada por
muchos agentes de la que son miembros fundadores. Auditan el
100% de sus fábricas de confección y están en camino de auditar
todas sus fábricas de materias primas.
o Búsqueda de nuevos proveedores: a la hora de considerar
nuevas fábricas se ha incorporado la responsabilidad corporativa
en la estrategia. Se toman en cuenta por igual: prácticas sociales
y medioambientales, estándares de calidad y requisitos
empresariales (capacidad, precio, etc.).
o Formación de empleados: educación sobre las fábricas y los
problemas en los que sus acciones podían tener repercusión en
el lugar de trabajo. Además, los trabajadores de Patagonia que
visitan las fábricas reciben formación cada año de mano de la
ONG Verité para profundizar en la comprensión del Código de
Conducta de la empresa.
o Equipo de responsabilidad social y medioambiental: la posición de
manager de responsabilidad social y medioambiental ascendió a
director, teniendo la potestad para vetar decisiones como la
elección de una nueva fábrica.

- Trabajo con proveedores de materias primas: las materias primas, telas


y acabados de las prendas de Patagonia son el foco de acción principal
de su misión de crear el mejor producto sin daño innecesario. Buscan
los proveedores adecuados alrededor de todo el mundo, aquellos que
hacen materiales de alta calidad reduciendo el impacto medioambiental.

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Esta tarea comienza con el equipo de desarrollo, que investigan,
desarrollan y aprueban materiales y proveedores según la calidad,
trazabilidad, salud medioambiental y seguridad y responsabilidad social.
o Calidad: su visión de calidad se refiere a la resistencia (duración)
y utilidad. Su laboratorio de pruebas de calidad se asegura de
que cada material es resistente al deterioro por el uso para el que
está hecho y los lavados.
o Trazabilidad: la transparencia de la cadena de suministro es un
aspecto clave; conocer el origen de las materias primas es
imprescindible para el control de calidad de las prendas y para
evaluar el impacto medioambiental y social. Todos los
proveedores han de completar informes sobre sus propias
cadenas de aprovisionamiento y el perfil de cada una de sus
telas.
o Programa de impactos ambientales y químicos: tiene como
objetivo gestionar la gestión de químicos, los sistemas de gestión
medioambiental, la gestión de desechos, uso de agua y
emisiones, uso de energía, gases de efecto invernadero y otras
emisiones. Patagonia utiliza las mejores herramientas de la
industria como el Facility Environmental Module y el Chemicals
Management Module del Higg Index. Además, Patagonia fue la
primera empresa que se unió a la red bluesign System Partners;
muchos de sus proveedores también forman ahora parte de ella y
por tanto comparten el esfuerzo por mejorar constantemente su
comportamiento medioambiental conservando los recursos y
minimizando los impactos químicos.
o Responsabilidad Social: consideran su programa de
responsabilidad social de materias primas una de las iniciativas
más importantes. Según este, todos los proveedores de telas y
acabados han de ser auditados para evaluar temas clave de
como sus prácticas de contratación, procedimientos de
reclamaciones de empleados, políticas de reciclado, etc. Los
pasos para completar el programa son parecidos a los que tienen
que seguir las fábricas de confección.

- Campañas:
o Worn wear: Patagonia considera que una de las acciones más
responsables que pueden llevar a cabo como compañía textil es
hacer ropa de calidad que dura mucho tiempo y puede repararse,
de forma que no es necesario reponerla comprando más
constantemente. El programa “Worn Wear” trata de celebrar la
vida de las prendas y lleva a cabo acciones que promueven el
cuidado y la reparación de las prendas. Este año, por ejemplo,
celebrarán el “Spring 2015 Worn Wear Tour”. Viajarán con su
camión de reparaciones de California a Nueva York haciendo
arreglos de prendas gratis y enseñando cómo reparar tu ropa de
Patagonia tú mismo.

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o Donaciones: 1% de las ventas anuales. No lo consideran caridad
ni filantropía, solo dar al medioambiente algo de lo que cogen
también.
o Otras iniciativas: “The Responsible Company”, Vote the
Environment, blog “The Cleanest Line”.

Los materiales que Patagonia utiliza son:

- Lana merina de origen responsable: los icónicos pastos de la Patagonia


Argentina han sido dañados por el pastoreo excesivo en los últimos 100
años. Se está creando un protocolo de pastoreo sostenible que gestiona
los rebaños de ovejas para revertir la desertificación y crear al mismo
tiempo lana de la mejor calidad. El caso de este material es importante,
ya que su producción simultáneamente subsana la salud de un
ecosistema y revitaliza un modo de vida.

- Cáñamo: se trata de una fibra natural cuyo cultivo tiene poco impacto en
el medioambiente: no necesita riego y tampoco usa pesticidas,
fertilizantes sintéticos ni semillas modificadas genéticamente. Su cultivo
mejora la salud de la tierra y permite el cultivo alimentario
inmediatamente después, lo cual es muy bueno para los agricultores.
Produce una tela muy resistente similar al lino. marihuana)

- Algodón orgánico: la planta de algodón es pura y natural, pero la


producción de algodón convencional no lo es. Utiliza cantidades
enormes de químicos, fertilizantes sintéticos y otras sustancias que
dañan gravemente la tierra, el agua, el aire y algunas especies animales.
El algodón orgánico se produce sin químicos dañinos, menos agua y
tiene la misma o mejor calidad que el convencional. Su precio es algo
mayor pero Patagonia está comprometida y el 100% del algodón que
utilizan es orgánico. Se aseguran gracias a certificados de tercera parte
USD org.

- Nylon reciclado: el nylon se hace con petróleo, y por eso es importante


tratar de reutilizarlo. Tras mucha investigación, han conseguido crear
telas de nylon recicladas de calidad, provenientes de restos de fábricas
de hilado, redes de pesca y otras fuentes.

- Polyester reciclado: comenzaron reciclando botellas de plástico y hoy


usan también desechos industriales y prendas viejas. Se reduce así el
uso del petróleo y el desecho de estos materiales.

- Lana reciclada: los jerséis de lana usados se deshacen y se crean


nuevas prendas con las fibras de lana. Además, antes de volver a
tejerlas se agrupan por colores, por lo que la fase de teñido se elimina.

- TENCEL: es una fibra artificial fabricada a partir de la madera del


eucalipto. Los árboles son cultivados de forma sostenible certificados por

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el “Forest Stewardship Council” (FSC). Se una en lugar de fibras
celulosas como la viscosa.

- Yulex: identificaron el neopreno como un material que necesitaba


mejoras para reducir su impacto medioambiental.
- Lana regenerada: trabajan con la fabrica italiana Calamai, que desde
1878 produce tejido de lana nuevo a partir de ropa desechada y restos
de tejidos de la producción.

- Cashmere sin teñir: proveniente de cabras de las praderas de Mongolia,


Patagonia trabajo con la empresa NOYA que trabaja por la
sostenibilidad de estas praderas. Se conservan los colores naturales de
la lana evitando estos químicos.

- Algodón regenerado: Patagonia trabaja con TAL Group, una productora


de prendas de algodón que produce telas de algodón con los restos de
producción de otras prendas. Los restos de 16 camisetas hacen una
nueva, reduciendo así el desecho.

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Reformation
Las principales líneas de acción de la empresa son:

- Materiales: utilizan prendas vintage (20%), excedentes de telas de otras


fábricas (15%) y eco-fabrics (65%).

- Fábricas y edificios: Reformation tiene únicamente una fábrica y unas


oficinas (“headquarters”) en Los Ángeles. Cuenta con dos tiendas en
Los Ángeles y una en Nueva York. Consideran que su fábrica utiliza las
tecnologías y prácticas más eficientes energéticamente. Utilizan:
o Energía 100% renovable en las tiendas y oficinas de Los Ángeles.
o Luces LED y Energy Star Appliances en sus oficinas
o Construcción de un tejado que refleja la luz y el calor (reduciendo
las emisiones de CO2 en 200 toneladas al año)
o Callejón “huerto”
o Sistema de riego circular aprovechando el agua proveniente de
las lavadoras.

- Retail: la venta online usa aproximadamente el 30% menos de energía


que la venta tradicional. El 65% de sus ventas se realizan por internet, y
sus tiendas en Los Ángeles y Nueva York reducen su huella
medioambiental:
o Instalando enchufes eficientes
o Usando suministros reciclados (perchas, bolsas, etc.)
o Limpieza sin tóxicos
- Packaging y suministros: tienen una política de preferencia por
productos reciclados o biodegradables en el suministro de oficina, los
suministros de envío, equipos de producción y útiles de limpieza.
o Material de oficina 100% reciclado
o Muebles y vajillas de segunda mano
o Packaging sin pláscticos, proveniente 100% de papel reciclado.

- Desechos y reciclado: filosofía de reducir, reutilizar y reciclar.


o Minimizar compras y packaging innecesario, compras a granel.
o Uso de materiales vintage y mercancías sobrantes evitando su
desecho.
o Reciclado de todo lo posible en oficinas (60% actualmente y
objetivo 75% para 2015), mandan trozos de telas a una escuela y
los demasiado pequeños están haciendo una alianza para
reciclarlos.

- Local y transporte:
o según su política de compras siempre tratan de abastecerse
localmente. Sus proveedores domésticos suponen el 80% se sus
productos.
o El transporte de mercancías se intenta hacer en el sistema más
eficiente y con el menor impacto; conscientes de que aún así el

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impacto existe, realizan acciones de compensación de la
emisiones de carbono.
o Ofrecen pases de metro a los trabajadores para fomentar el uso
del transporte público.

- Trabajo justo:
o ¾ del equipo de Reformation son mujeres o personas de
poblaciones desfavorecidas.
o Salarios: por encima del mínimo en los trabajos por horas y la
mitad de la plantilla tiene salarios por encima del salario medio en
Los Ángeles.
o Invierten en las personas con formación laboral y oportunidades
de crecimiento en la empresa.

- Servicio y comunidad:
o Voluntariado empleados: desde 2015 ofrecen un día pagado al
mes por empleado para realizar servicios voluntarios y les animan
a causar un impacto positivo en su comunidad. Existen días de
voluntariado de toda la empresa y se subrayan oportunidades de
voluntariado durante el año.
o Apoyo a causas: colaboran con TreePeople para reforestar zonas
urbanas plantando un árbol en cada cumpleaños de los
empleados. También hacen colaboraciones como destinar las
ventas de sudaderas en el Día de la Tierra a TreePeople o la
colección No Red Carpet Needed en la que el 25% de las ventas
estaba dedicada a financiar educación en sostenibilidad en el
Muse school.
o Redes sociales: utilizan su voz en plataformas como Instagram
para generar una mayor concienciación sobre la situación del
medioambiente y el impacto de la industria de la moda.

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