El Matrimonio Romano
El Matrimonio Romano
El Matrimonio Romano
Los Esponsales:
El matrimonio en Roma solía ir precedido de una promesa formal de celebrarlo,
realizada por los futuros cónyuges o sus respectivos paterfamilias, que se llamaba
esponsales (sponsalia), nombre que deriva de sponsio, contrato verbal y solemne
que se usaba para perfeccionar la promesa. Un fragmento de Florentino en el
Digesto define los esponsales diciendo que son “mención y promesa mutua de
futuras nupcias”. En las primeras épocas el incumplimiento de los esponsales
daba lugar a una acción de danos y perjuicios que se traducia en el pago de una
suma de dinero. Este criterio no fue aceptado por mucho tiempo, lo cual es
explicable si se tiene en cuenta que todo constrenimiento a cumplir los esponsales
venía a ser incompatible con la idea romana del matrimonio ( libera esse debent
matrimonia). De ahí que se declaró ineficaz cualquier convención en la que se
prometiera una suma de dinero a título de pena (stipulatio poenac). En el derecho
clásico los esponsales tuvieron un carácter más ético-social que legal,
especialmente por la falta de acción para exigir su cumplimiento. No quiere decir
esto que la promesa careciera de efectos propiamente jurídicos, los que se
manifestaron en materia de capacidad para contraer esponsales y en el
reconocimiento de relaciones personales entre las partes contrayentes.
“Confarreatio”.
Se trataba de una ceremonia religiosa de una solemnidad única, en la que los
desposados se hacían recíprocamente solemnes interrogaciones y declaraciones
ante diez testigos ciudadanos romanos, asistidos del gran pontifice y ante el
sacerdote de Júpiter (flamen dialis), a quienes los interesados ofrecían un
sacrificio en el que figuraba un pan de trigo (farreus panis). La mujer desde
entonces era admitida en la comunidad familiar del pater, bajo la potestad del cual
quedaba. Este rito fue cada vez menos practicado al ir desapareciendo la
diferencia entre patricios y plebeyos, como propio que .ni de los ciudadanos de la
clase aristocrática de la sociedad romana. Se lo exigía todavía a fines de la
Republica para que; los hijos del matrimonio pudieran ser flamines maiores, hasta
que el emperador Tiberio abolió los efectos civiles de la confarreatio.