Edificio Telmex

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INDICE

Introducción.......................................................................................................................................2
Problemas de ejecución.....................................................................................................................2
Ingeniero a cargo...............................................................................................................................2
Fecha de inicio y término...................................................................................................................2
Especificaciones de ejecución............................................................................................................2
Premio y homenaje para Jorge Matute..............................................................................................3
24 octubre, 2010. Entrevista a su esposa doña Esmeralda................................................................4
Personas allegadas al ingeniero Matute.............................................................................................4
Modificaciones de las avenidas..........................................................................................................5
¿Cómo es que surgió la idea?.............................................................................................................5
Al ritmo de 1,700 toneladas...............................................................................................................6
¿Cómo fue el desplazamiento del edificio de Telmex en Guadalajara?.............................................7
Los protagonistas de la hazaña..........................................................................................................7
Bibliografía.........................................................................................................................................8
Introducción.
Si de trabajos de ingeniería excepcionales en Guadalajara se trata, sin duda uno
de los que ha marcado historia es la reubicación del edificio de Telefónica
Mexicana.
 
En 1927 comenzaba la construcción de la Av. Vallarta a partir del cruce de Av.
Federalismo y donde concluía Av. Juárez, sin embargo había un edificio que se
encontraba en el cruce de dichas avenidas y tuvo que ser demolido: el edificio de
Penitenciaria del Estado de Jalisco.

Problemas de ejecución.
Además, algunas fincas y otros edificios que se encontraban sobre Av. Juárez
también obstruían los trabajos de ampliación, así en 1948 con todos los permisos
y licitaciones listas, el gobierno estaba preparado para continuar con estas
remodelaciones, pero para la compañía de Telefónica esto implicaba que la ciudad
se quedaría sin servicio de telefonía durante 6 meses, además de un costo de
más de 9 millones de pesos, la construcción de un nuevo edificio, la compra de un
nuevo terreno, entre otras dificultades, por lo que la compañía se amparó evitando
la demolición.

Ingeniero a cargo.
 
Fue entonces cuando en 1950 el ingeniero Jorge Matute Remus resolvió
magníficamente dicha problemática, proponiendo desplazar el edificio 11.82
metros de su alineación natural, sin interrumpir en ningún sólo momento la
operación de telefonía, y sin ni siquiera desconectar un solo cable.

Fecha de inicio y término.


La obra dio inicio en mayo de 1950 y se terminó en Noviembre del mismo año, con
un costo de 1 millón de pesos, aunque el movimiento en sí del edificio de 1700
toneladas se realizó en tan solo cinco días.

Especificaciones de ejecución.
Los trabajos para desplazarlo consistieron en colocar una plataforma tendida por
debajo del edificio y sobre ella se situaron 1800 metros de  rieles usando 12 gatos
mecánicos de tipo ferrocarril para empujar hacia atrás. Esta obra era imposible de
creer ya que se trataba de un edificio construido de material de ladrillo y similares.
El Ingeniero Matute Remus, buscó aumentar la confianza de los trabajadores de
telefónica invitando a su esposa e hijo a permanecer dentro del edificio durante el
movimiento del mismo, demostrando que el riesgo era mínimo.
 
Así se logró el movimiento del edificio por casi 12 metros y que incluyó una
pequeña rotación que resultó casi imperceptible para el personal que trabajaba en
el interior.

Premio y homenaje para Jorge Matute


Por esta obra Jorge Matute Remus recibió Las Palmas Académicas del Gobierno
de Francia en 1951.
 
En homenaje a su trabajo, actualmente se encuentra una escultura que fue
develada el 25 de abril de 2002 en la fachada del edificio de la Telefónica en la
que se le representa en el acto de empujar la construcción con su mano derecha.
 
Matute Remus murió el 6 de julio de 2002, pero la escultura en su honor en la
Avenida Juárez lo mantiene vivo en la memoria de los paseantes del centro
histórico de Guadalajara, que frecuentemente se fotografían junto a su imagen en
posiciones graciosas.

Jorge Matute Remus y la reubicación del edificio de Telmex en Guadalajara. Una


hazaña de ingeniería en 1950.

24 octubre, 2010. Entrevista a su esposa doña


Esmeralda.

El 24 de octubre de 1950, medio centenar de personas comenzó el


desplazamiento del edificio de la Telefónica Mexicana (hoy Telmex), en la esquina
de Juárez y Donato Guerra, en Guadalajara. El fotógrafo Rafael Sánchez Alonso
documentó la faena, “para que la gente se dé cuenta de lo impresionante que fue”.
El día en que iba a mover el edificio de 1,700 toneladas con más de cien personas
trabajando dentro, el ingeniero Jorge Matute Remus se despidió de su esposa y
salió de su casa como si nada. Como si fuera un día de rutina. “No estaba
nervioso, ni exaltado. Se levantó temprano como era su costumbre, desayunó y se
fue a trabajar igual que los otros días, como si nomás fuera a la oficina”, recuerda
55 años después Esmeralda Villaseñor de Matute.
El martes 24 de octubre de 1950 comenzó el desplazamiento del edificio de la
Telefónica Mexicana (ahora Telmex) en la esquina de Juárez y Donato Guerra.
Terminó cuatro días después. El equipo de Matute Remus recorrió la construcción
doce metros y además lo giró para alinearlo al eje de Juárez. En el proceso no se
rompió ni un vidrio.
“Él tenía mucha confianza en lo que hacía porque sabía hacerlo. Nunca tuvo la
menor duda de que todo saldría bien. Tampoco se sentía un héroe ni mucho
menos. Él fue siempre un hombre muy ecuánime”, comenta doña Esmeralda,
quien quedó viuda en 2002.
—¿Usted estaba nerviosa?
—Si él no estaba nervioso, menos yo. Siempre me sentí muy segura con él en
todo lo que hacía.

Personas allegadas al ingeniero Matute.

Esa misma ecuanimidad la compartían los colaboradores más cercanos de Matute


Remus. En la casa del ingeniero José Ruiz Ugalde, experto en cálculo y uno de
los hombres clave en el desarrollo de la obra, tampoco hubo algarabía.
Gloria del Carmen Sahagún señala: “Mi esposo era muy serio, muy tranquilo. En
esos días trabajaron mucho, pero no estaba nervioso porque era muy bueno para
hacer sus cálculos”.
Eva Huerta era una de las telefonistas que estaba dentro del edificio cuando lo
movieron. “Al principio sí teníamos muchos nervios, pero cuando llegó el ingeniero
Matute nos explicó muy bien, que no había ningún problema y que no se iba a
sentir nada. Tenía mucha seguridad en lo que iba a hacer y nos la transmitió”.
El 24 de octubre de 2005 se cumplieron 55 años, la víspera de lo que se considera
una de las hazañas de la ingeniería tapatía, el ingeniero Matute se acostó cerca
de las diez de la noche como era su costumbre. No hubo insomnio ni ansiedad.
“Durmió muy bien”, recuerda doña Esmeralda. Ese mismo día, horas antes, Rafael
Sánchez Alonso tomó la primera foto de una serie que muestra el desplazamiento
del edificio.
Lo más fácil de la reubicación.
Modificaciones de las avenidas.

En noviembre de 1947, el gobernador Jesús González Gallo decidió crecer la calle


Juárez y convertirla en una amplia avenida. Para que eso fuera posible había que
demoler fincas. Tras negociar con los propietarios la expropiación, las autoridades
comenzaron los trabajos para ensanchar la vía. Terminaron un año después, pero
había un problema: a mitad de la avenida quedaba el edificio de la Telefónica.
Sus propietarios se habían amparado porque mover sus instalaciones sin
interrumpir el servicio telefónico implicaba construir un nuevo edificio en un terreno
cercano, comprar todo un equipo de comunicación nuevo, instalarlo en la nueva
sede y después conectar los cables. Sería tardado y costoso.

¿Cómo es que surgió la idea?

Matute Remus —entonces rector de la Universidad de Guadalajara y miembro de


la gubernamental Comisión General de Planeación Urbanística— propuso que lo
más sencillo y lo más barato sería mover el edificio con el personal laborando
dentro, para no interrumpir el
servicio telefónico de la ciudad. La propuesta sonaba increíble, pero el ingeniero
convenció a las autoridades y a los ingenieros estadunidenses que envió la
Telefónica para estudiar la propuesta.
¿Fue fácil convencerlos? En una entrevista concedida en 1996, Matute respondió
a esta pregunta:
“En ingeniería las cosas son muy fáciles de arreglar porque se demuestran con
números”.
Jorge Matute Remus, ingeniero. ¿Qué fue lo más difícil?
“Convencer a las señoras, dueñas de la casa donde se encontraba el terreno que
ocupa ahora el edificio, que vendieran su propiedad. Eso sí fue complicado”.
El ambiente dentro del edificio de la Telefónica
La mañana en que comenzó el traslado, la esposa de Matute y su hijo mayor
llegaron al lugar. Momentos después entraron al inmueble. Muchos lo
interpretaron como la garantía que el ingeniero ponía para demostrar la plena
confianza en lo que hacía.
“Fue la esposa del ingeniero con su hijo y se estuvieron ahí para demostrar que no
había ningún peligro”, recuerda Rafael Sánchez Alonso, autor de las fotografías
inéditas que ilustran este reportaje.
Doña Esmeralda, entonces de 30 años, confirma la historia: “Cuando él se fue yo
me quedé haciendo mis pendientes. Luego fui a la escuela por mi hijo Juan Jorge,
que tenía siete años, y llegamos al edificio. Estábamos ahí viendo cuando Jorge
me preguntó: ‘¿Te quieres pasar con él?’ Y yo dije que sí. Eso no lo planeamos,
ahí salió”.
Si quedaba nerviosismo entre el personal, esa decisión lo diluyó. Eva Huerta
recuerda que dentro del edificio había mucha gente trabajando “porque eran varios
departamentos. Sólo de operadoras éramos 60. En total no sé si llegaríamos a los
200, pero de seguro éramos más de cien. La responsabilidad del ingeniero era
muy grande. Imagínese si llega a pasar algo con tanta gente adentro”. Pero no
pasó nada. “Ni siquiera los lápices que teníamos se movían”.
La viuda de Maute afirma que al término de la hazaña no hubo grandes festejos.
“Cuando terminó nos fuimos a San Blas como un fin de semana cualquiera. Mucha
gente le decía: te querían felicitar y te fuiste, pero él prefirió nadar en el mar”.
Esmeralda Villaseñor de Matute.

Al ritmo de 1,700 toneladas

¡Uno, dos, tres! Las palancas de los doce gatos mecánicos se movían al unísono
para empujar el edificio de la Telefónica Mexicana (ahora Telmex), de 1,700
toneladas, ocho décimas de milímetro cada vez. Así, durante cuatro días hasta
sumar los doce metros que recorrió el edificio.
La voz de Jorge Matute Remus ampliada por el megáfono con la indicación “uno,
dos, tres” es uno de los más claros recuerdos de algunos testigos del hecho. Los
trabajos para desplazar el edificio comenzaron con los cálculos el 2 de mayo. El
24 de octubre comenzó el desplazamiento y duró cuatro días. Para diciembre la
operación estaba comple tamente terminada.

¿Cómo fue el desplazamiento del edificio de Telmex


en Guadalajara?

En un artículo publicado en 1951, Matute explica la operación. Lo primero que se


hizo fue demoler las casas vecinas y hacer la cimentación en el lugar en que
quedaría el edificio. Luego se formó una estructura sobre la que se deslizaría la
construcción. “Procedióse entonces a construir una forma especial de concreto
armado que abrazaría las columnas y que llamaré casquete, que tendría el objeto
de soportar el edificio”.
Esas estructuras se montaron sobre 480 rodillos; se cortaron los cimientos y el
edificio quedó “liberado”. Doce gatos hidráulicos que se operaban
simultáneamente empujaban el edificio. El giro para alinearlo a su nueva posición
se consiguió al colocar los rodillos concéntricamente.

Los protagonistas de la hazaña

El jefe del proyecto fue Matute Remus (1912-2002), ingeniero tapatío quien en esa
época era rector de la Universidad de Guadalajara. Constructor, urbanista y
profesor universitario, merecedor de diversos reconocimientos, también fue
alcalde de Guadalajara (1953-1955).
Matute decía que para el éxito del proyecto fue fundamental la colaboración de su
equipo, especialmente de José Ruiz Ugalde, Francisco Vigil, Guillermo Casillas
Buelna y Rafael de Santos.
Ruiz Ugalde (1911-1959) era especialista en cálculo estructural. Ingeniero de
caminos, trabajó en obras portuarias e hidráulicas. Fue de los primeros en utilizar
estructuras de concreto en la ciudad y constructor del primer estacionamiento
subterráneo, frente a la Catedral.
El ingeniero Francisco Vigil se encargó de que no se interrumpiera el servicio
telefónico ni un momento, mientras que Rafael de Santos, a quien Matute
consideraba el mejor fontanero de Guadalajara, fue el responsable de mantener el
servicio de agua y drenaje. Además, hizo los rodillos y cortó las varillas para que el
edificio quedara “suelto”. Casillas era el más joven del equipo y auxilió en todo el
proceso.
Las palancas de los doce gatos mecánicos se movían al unísono para empujar el
edificio de la Telefónica Mexicana (ahora Telmex), de 1,700 toneladas, ocho
décimas de milímetro cada vez. Foto: Rafael Sánchez Alonso
Las palancas de los doce gatos mecánicos se movían al unísono para empujar el
edificio de la Telefónica Mexicana (ahora Telmex), de 1,700 toneladas, ocho
décimas de milímetro cada vez. Foto: Rafael Sánchez Alonso
Rafael Sánchez Alonso, el fotógrafo que documentó el desplazamiento de la
Telefónica
“Cuando supe que iban a mover la Telefónica pensé que sería bueno tomar las
fotos, para tener un documento donde se viera esa obra tan increíble”. En el jardín
de su casa de Ajijic, Rafael Sánchez Alonso explica que se colocó siempre en el
mismo lugar y a la misma hora para mostrar el desplazamiento del edificio. Hizo
ese registro sólo por gusto, para que la gente que no lo vivió pudiera saber cómo
fue.
“El movimiento duró cuatro días, pero son seis fotos porque tomé una antes de
que empezaran y la última cuando estuvo concluido el movimiento”.
Don Rafael nació en 1912. Cuando movieron el edificio trabajaba en una fábrica
de tejidos por la calle Juan Manuel, cerca del parque Morelos. “Yo no tenía nada
que ver con los de la Telefónica ni con los ingenieros, toda mi vida fui mecánico de
máquinas de tejidos, pero me llamó tanto la atención que me fui a tomar las fotos”.
Pero no fue sólo el movimiento del edificio lo que llamó la atención de Sánchez
Alonso. Con espíritu de fotoperiodista o historiador se dio a la tarea de retratar la
transformación de Guadalajara. Tiene muchas fotografías de distintos lugares de
la ciudad que, tomadas desde el mismo sitio, permiten apreciar el “antes” y el
“después” de la fisonomía urbana.
“Me gustaba la fotografía y llegué a tener en un clóset de mi casa un pequeño
laboratorio de revelado, pero nunca fui fotógrafo”. Su trabajo muestra lo contrario.
“Una vez en la plaza de toros tomé una foto en donde se ve el cuerno del toro
adentro del pecho de uno de los caballos de la rejoneadora Conchita Cintrón. Esa
fue una foto que me gustó mucho”.
Las imágenes del movimiento del edificio que tomó don Rafael permanecieron
inéditas 55 años. Hoy las comparte generosamente “para que la gente se dé
cuenta de lo impresionante que fue esta obra”.

Bibliografía
 Juan Carlos Núñez Bustillos, https://economicon.mx/2010/10/24/reubicacion-del-edificio-
de-telmex-en-guadalajara-la-hazana-del-ingeniero-jorge-matute-remus-de-1950/, 24 de
octubre, 2010, sin modificación actual.
 Raúl Aguilar Becerril, Revista Geotecnia 242, diciembre 2016, 1era edición.

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