Las Sufragistas
Las Sufragistas
Las Sufragistas
Las sufragistas
Sexualidad y género
Movimientos feministas
Ψ Las Sufragistas
El sufragismo fue un movimiento de agitación internacional presente en todas
las sociedades industriales, que tomó dos objetivos concretos —el derecho al
voto y los derechos educativos— y consiguió ambos en un período de ochenta
años (Varela, 2008). A pesar de ser un movimiento que estuvo presente en
muchas regiones del mundo, fue en Europa y E.U.A donde tuvo su mayor
apogeo y relevancia.
Ψ Feminismo Radical
La naturaleza de esta corriente implica ir a la raíz de la opresión. Las feministas
radicales contribuyeron a evidenciar muchos problemas de género, que hasta
finales de los años 60 se consideraban privados y por tanto naturales (UNAM).
Tiene como objetivos centrales: retomar el control sexual y reproductivo de las
mujeres y aumentar su poder económico, social y cultural; destruir las
jerarquías y la supremacía de la ciencia; crear organizaciones no jerárquicas,
solidarias y horizontales (Gamba, 2008).
Ψ Feminismo Socialista
Coincide con algunos análisis y aportes del feminismo radical, reconociendo la
especificidad de la lucha femenina, pero considera que ésta debe insertarse en
la problemática del enfrentamiento global al sistema capitalista. (Gamba, 2008)
Ψ Feminismo de la Igualdad
Reconoce sus fuentes en las raíces ilustradas y el sufragismo, plantea
conseguir la profundización de una igualdad hasta abolir totalmente las
diferencias artificiales en razón del sexo. Las defensoras de la igualdad niegan
la existencia de valores femeninos y señalan que la única diferencia válida es la
que tiene su origen en la opresión (Gamba, 2008).
Ψ Feminismo de la Diferencia
Se centra precisamente en la diferencia sexual para establecer un programa de
liberación de las mujeres hacia su auténtica identidad, dejando fuera la
referencia de los varones. Plantea la igualdad entre mujeres y hombres, pero
nunca la igualdad con los hombres porque eso implicaría aceptar el modelo
masculino (Valera, 2008).
Ψ Feminismo Posestructural
Valiéndose del concepto de de-construcción de Jacques Derrida, entendido
como un intento de reorganizar de cierto modo el pensamiento occidental,
desde esta perspectiva todo esfuerzo por definir la identidad femenina lo
consideraron en términos de reproducción de lógicas y estrategias misóginas
(Zambrini & Iadevito, 2009).
Ψ Ecofeminismo
En el ecofeminismo se aúnan tres movimientos: el feminista, el ecológico y el
de la espiritualidad femenina. Además dentro del propio ecofeminismo hay
varias corrientes, lo característico es su capacidad de construcción y no sólo de
defensa ante el arrollador desarrollismo sexista (Valera, 2008).
Evolución de las olas del feminismo
Donde gracias a una ley ambigua, las mujeres tuvieron más participación en
cuestiones políticas pero “se va forjando la doctrina de las dos esferas, que
sitúa a la mujer en la privada y al hombre en la pública” (Matilla, 2018, p. 38).
Sin embargo, esta victoria no duro mucho puesto que “en 1795, se prohíbe a
las mujeres asistir a las asambleas políticas. Aquellas que se habían
significado políticamente, dio igual desde qué ideología, fueron llevadas a la
guillotina o al exilio” (Varela, 2008, p. 32). Además se convirtió el matrimonio
en un contrato desigual.
Cabe destacar que las feministas de esta primera época plantearon el derecho
al libre acceso a los estudios superiores y a todas las profesiones, la igualdad
de derechos civiles, compartir la patria potestad de los hijos, denunciaban que
el marido fuera el administrador de los bienes conyugales, pedían igual salario
para igual trabajo. Estos objetivos eran centrados en el derecho al voto, ya que
era una forma de conseguir lo demás.
“El sufragismo continuará con la lucha que las mujeres del siglo XVIII
inauguraron, y que a muchas les costó incluso la vida, sin llegar a disfrutar
ningún derecho” (Varela, 2008, p.33).
Los diarios y revistas de la época aparecen llenos de acusaciones en contra de
las sufragistas por actos de violencia y de sabotaje. Se las hacia parecer como
marimachos, viejas y feas e impulsadas por un fanatismo exagerado
(Caffarena, 1952).
La incorporación masiva de la mujer al trabajo, primero tras la Revolución
Industrial en el siglo XIX, y después durante la I Guerra Mundial (1914-1918),
originó una serie de cambios, tanto sociales como económicos, que
contribuyeron al auge del feminismo y a una cada vez mayor reivindicación del
papel de la mujer en igualdad de condiciones que los hombres.
El movimiento sufragista surge en países capitalistas, con clases medias
fuertes y principios democráticos.
En Europa, el movimiento sufragista fue muy anterior y mucho más fuerte en
los países protestantes (Reino Unido, Escandinavia) que en los católicos
(España, Portugal, Italia).
Nueva Zelanda
Es el primer país que concede el derecho de sufragio a las mujeres en 1893.
Australia
Las mujeres lograron el derecho al voto en 1901, un año después que los
hombres. Los aborígenes, tanto hombres como mujeres, tuvieron que esperar
varias décadas.
Finlandia
Es el primer país europeo que concede el voto femenino en 1906.
Estados Unidos
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, las feministas estadounidenses,
iniciaron una activa campaña por todo el país para la consecución del sufragio.
En 1919, el presidente Wilson, del Partido Demócrata, anunció su apoyo al
sufragio femenino, y en 1920 se otorgó el derecho de voto a las mujeres.
Anecdóticamente, en Nueva Jersey se autoriza de forma “accidental” el primer
sufragio femenino en 1776, al emplear por error la palabra “personas” en lugar
de “hombres”, utilizando las mujeres esta laguna legal para votar hasta 1807,
año en el que se abolió esta ley.
Canadá
Las solteras y las viudas podían votar en Ontario desde 1884. El sufragio
femenino nacional no se aprobó en él, todavía dominio británico, hasta 1922.
en las elecciones provinciales, las quebequenses no lograron el derecho hasta
1940.
Uruguay
Primer país en América Latina en aprobar el sufragio femenino, que fue emitido
por primera vez en 1927.
Reino Unido
Cuando en 1913 Emily Wilding Davison se arrojó a los pies de los caballos para
exigir el voto femenino, hacía 20 años que las sufragistas celebraban
asambleas y manifestaciones por esta causa. Cinco años más tarde, en 1918,
el Gobierno permitió que votaran las mayores de 30, un límite que se redujo a
21 (el mismo que los hombres), en 1928.
Francia
El sufragio femenino fue aprobado en 1944 por el Gobierno provisional, en
plena Segunda Guerra Mundial. Las musulmanas de la Argelia francesa no
pudieron votar hasta 1958.
Argentina
Las primeras mujeres en ocuparse por la lucha de sus derechos cívicos, y las
primeras en organizarse para ello, fueron las militantes del Partido Socialista y
las Anarquistas de comienzo del siglo XX. La gran precursora del voto
femenino fue Julieta Lanteri, que consiguió, por una sentencia judicial,
convertirse en la primera mujer incorporada al padrón electoral y, en las
elecciones municipales del 26 de noviembre de 1911, en la primera
sudamericana en votar.
Sin embargo, después de este acontecimiento se decretó una ordenanza que
prohibía expresamente el voto femenino. En 1946, tras las elecciones que
consagraron a Perón como presidente, su esposa agradeció a las mujeres su
apoyo y exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y, en
particular, el sufragio femenino. A pesar de la oposición y protestas, la ley del
sufragio femenino se promulgó en 1947.
Grecia
Hasta 1952 sólo podían votar las mujeres mayores de 30 años que supieran
leer y escribir.
Suiza
Las mujeres sólo podían ser elegidas y votar en algunos cantones y en
elecciones locales. En 1968, Ginebra tenía una alcaldesa que todavía no podía
votar en comicios federales. Cuando Suiza aceptó firmar la Convención de los
Derechos Humanos del Consejo de Europa, lo hizo bajo la condición de que la
igualdad jurídica entre sexos no tuviera vigor en su territorio. En 1971, dos
tercios de los electores votaron a favor del sufragio femenino, que fue
aprobado.
Países Musulmanes
La mayoría reconoce el derecho al voto femenino, y los que todavía no lo
hacen (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein...) son
monarquías absolutistas. Los primeros países musulmanes en reconocer el
sufragio femenino lo hicieron bajo el comunismo soviético.
En Irán las mujeres pueden votar, pero sufren limitaciones a la hora de
presentarse como candidatas.
Las pioneras feministas fueron mujeres de clase media alta, mujeres
acomodadas, profundamente religiosas, con un discurso romántico no tan
universal y con valores rompedores en cuanto a los derechos y a la dignidad
del ser humano, pero tradicionales en cuanto a la familia y la nación. Conocidas
figuras del movimiento por la emancipación femenina fue la británica Emmeline
Pankhurst, fundadora de la Unión Social y Política de Mujeres (WSPU) e
inspiradora de diversos tipos de protesta (manifestaciones, huelgas de hambre,
etc.). Otra conocida activista fue Emily Davison, que murió en 1913 en una de
sus acciones de protesta al arrojarse a los pies del caballo del Rey Jorge V en
una carrera celebrada en Derby. Desde ese momento tanto la prensa como la
sociedad asimilaron que las sufraggettes no eran un grupo de “solteronas
desquiciadas”, como solían burlarse, sino que eran capaces de entregar su
vida por una causa que competía a todas: el sufragio femenino
(salinas,2011,p.4).
Del Río, A. (s.f.). Historia Del Movimiento Feminista. [Online]. Disponible en:
http://www.bantaba.ehu.es/formarse/ficheros/view/Historia_del_Movimiento_feminista
.pdf?revision_id=53767&package_id=33304
Gamba, S. (2008). Diccionario de estudios de Género y Feminismos. (2da). Buenos
Aires: Biblos.
Zambrini, Laura, & Iadevito, Paula (2009). Feminismo filosófico y pensamiento post-
estructuralista: teorías y reflexiones acerca de las nociones de sujeto e identidad
femenina. Sexualidad, Salud y Sociedad - Revista Latinoamericana, (2),162-180.[fecha
de Consulta 29 de Febrero de 2020]. ISSN: Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=2933/293322969008