La Mayeutica Socratica

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CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS

TOMÁS DE AQUINO
Historia de la filosofía I

LA
MAYÉUTICA
SOCRÁTICA

Josué González Rivera

1 de diciembre de 2016
Índice

Introducción......................................................................................................1

Capítulo I. Panorama filosófico de Atenas.....................................................3

1.1 Escuela jónica................................................................................................3

1.2 Los sofistas................................................................................................... 4

Capítulo II. Esbozo biográfico........................................................................ 6

2.1. Infancia y juventud........................................................................................ 6

2.2. Vida adulta...................................................................................................7

2.3. Su pensamiento.............................................................................................7

2.3.1. Método Inductivo.................................................................................... 8

2.3.2. El intelectualismo moral........................................................................... 8

2.4. Proceso y muerte...........................................................................................9

Capítulo III. La mayéutica socrática............................................................10

3.1. Referencias históricas...................................................................................10

3.2. El método socrático......................................................................................10

3.2.1. Ironía o modestia socrática...................................................................... 11

3.2.2. Mayéutica.............................................................................................12

3.2.3. Alétheia................................................................................................12

Conclusiones....................................................................................................13

Bibliografía.......................................................................................................................14
Introducción

Sócrates, filósofo de la antigua Grecia que, a pesar de no haber dejado escritos propios, marcó un

antes y un después para la filosofía, ya que, el punto de partida de su investigación fue el propio

ser humano. Abandonó las tesis cosmológicas y su mayor inquietud fue la problemática del

hombre, buscando en el propio interior a través del diálogo.

Este trabajo tiene como propósito describir y examinar el método de la mayéutica

socrática, definido como: “el arte de saber preguntar” 1, donde la persona es orientada por medio

de preguntas hasta descubrir la verdad que está en el interior.

Por ello, Sócrates, hizo una analogía entre su trabajo y el de su madre, que era ayudar a

las mujeres a dar a luz (mayéutica), ya que, él ayudaba con preguntas que hicieran dudar y

convencer de la propia ignorancia, para que después, se engendrara la verdad universal.

Para cumplir con el propósito, esta monografía se compone de tres capítulos. En el

primer capítulo se presentan los principales grupos que enseñaban el conocimiento en Atenas, y

que influyeron en el pensamiento de Sócrates, la escuela jónica y los sofistas, que a pesar de tener

las mismas inquietudes que estos últimos, Sócrates criticó varias veces por tener posturas

opuestas.

En el segundo capítulo se presenta un esbozo biográfico de Sócrates, presentando lo más

relevante de su vida, incluyendo algo de su pensamiento. Este trabajo finaliza con el tercer

capítulo, donde se expone específicamente la mayéutica, para conocer cómo es que Sócrates

pretendía dar a luz el conocimiento en sus interlocutores.

1
Corzo Corea, Pedro, “Mayéutica”, ABC de filosofía, Instituto de Educación Media Superior del Distrito
Federal, s. f., p. 33.
Al no tener obras escritas de su propia mano, se recurrirá a Platón, que en sus diálogos

ha dejado parte del legado de su maestro para defenderlo y promover su figura. Asimismo,

Jenofonte, también ha hecho una apología de su maestro. Estos dos autores son tomados en

cuenta principalmente, con el apoyo de algunos textos académicos y páginas web de varias

instituciones.

No se debe considerar el diálogo sólo como una manera de convencer a otros: como se

verá, a través de él se puede desarrollar una tarea educativa, como lo hacía Sócrates; incluso

siendo consciente de que no sólo aprende el discípulo, pues, llevado a cabo correctamente, las

conclusiones también instruirán al que cuestiona 2, por eso, la mayéutica socrática ha sido vista

como una de las técnicas didácticas más antiguas, ya que ha inspirado otras formas de enseñanza

en diversas disciplinas.

2
Cfr. Pérez de Laborda, Miguel, Sócrates, Philosophica: Enciclopedia filosófica online, Facultad de
Filosofía de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, 2006.

2
Capítulo I. Panorama filosófico de Atenas

La filosofía apareció en el siglo VI a.C., en la polis griega de Mileto, junto al mar Egeo, con los

jonios, haciendo los primeros razonamientos lógicos sobre la physis (Φυσις, naturaleza), dejando

de lado la mitología. Todo esto desde un siglo antes de Sócrates, sin embargo, se les ha

denominado a estos filósofos como pre-socráticos, dado que, el pensamiento socrático marcó el

inicio de una evolución en la filosofía, con la reflexión de la ética y no de la física.

Es importante saber que Atenas no era atractiva para los pensadores, dado que, era una

polis tradicional y religiosa. Pero una vez popularizados por los razonamientos filosóficos a

través de las distintas escuelas o corrientes, el panorama empezó a cambiar.

De las escuelas presocráticas destacan la escuela jónica, pitagórica y eleática.

1.1 Escuela jónica

Tales de Mileto es el fundador de este razonamiento, al proponer que el agua es el arjé

(ἀρχή, principio de las cosas), dado que, es el principio de la vida y un elemento originario que se

encuentra en todos los seres naturales. A él le siguió su discípulo Anaximandro, el primer

metafísico formal, quien propuso el ápeiron (ἄπειρον, lo indeterminado) como principio que da

unidad al cosmos, haciendo que las cosas encajen, pues, se encuentra en las cosas, las envuelve.

A los anteriores les siguió Anaxímenes de Mileto proponiendo el aire y volviendo a

instaurar un elemento material que mueve el mundo. Para él, los elementos se crean a partir de la

condensación o rarefacción del aire. Le parece adecuado el aire, ya que, es una sustancia

3
emparentada desde antaño con las potencias anímicas: el alma (ψυχή, principio de la vida) es un

aliento3.

Los jonios habían hablado del dinamismo universal de las cosas y del mundo, esta idea

la retomó Heráclito de Éfeso al postular que todo se mueve y que nada permanece inmóvil y fijo,

que todo fluye, cambia y se modifica sin excepción, ejemplificándolo con el fuego que es y no-es

al mismo tiempo, sólo el logos (λóγος, inteligencia o razón) no cambia, es lo que unifica. Y se

necesita ser sabio para percibir al logos, que no se mueve.

También destaca Anaxágoras por su concepto de nous (νοῦς, mente o pensamiento), que

domina y ordena la naturaleza, que se compone de pequeñísimas partículas elementales

(ὁμοιομέρεια, homeomerias). Él fue el primer filosofo que se estableció en Atenas, pero sus ideas

eran atrevidas para el pensamiento religioso de Atenas, por lo cual fue acusado de impiedad y

condenado al exilio.

Arquelao, conocido como el físico, ya que, su filosofía se centraba sobre la naturaleza,

fue discípulo de Anaxágoras y maestro de Sócrates. “Es el último representante de la escuela

Jónica e introdujo a Sócrates en las cuestiones morales: las leyes, el bien, la justicia, etc.”4.

1.2 Los sofistas

El grupo conocido como los sofistas, del griego sophós (σοφός, sabio), surgió en el siglo

V a.C., y era un nombre que se le daba a los maestros, eruditos, hombres sabios, que cayó en el

descrédito, ya que, no formaban una corriente con bases filosóficas comunes y objetivos

3
Cfr. Bueno, Gustavo, La escuela de Mileto en Gustavo Bueno, La metafísica presocrática. Historia de la
Filosofía. Edit. Pentalfa, Madrid-Oviedo, 1974, p. 116.
4
Diógenes Laercio, Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres (D. José Ortiz y Sanz,
Trad), Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Biblioteca Nacional de España.

4
definidos5. Eran maestros itinerantes que educaban en diversas ramas del conocimiento, sobre

todo en temas de retórica, política, moral y derecho, a cambio de unos honorarios convenidos,

pues, buscaban el éxito material. Cabe destacar, que, fueron los primeros en sistematizar la

educación.

Dudaban que existiera la verdad absoluta, y pensaban que, en caso de existir, no podía

ser conocida. No creían que hubiera un criterio objetivo, estable y universal acerca de las

cuestiones morales, sino que están sujetas al acuerdo que las personas toman por propia

conveniencia.

La mayoría de los sofistas que se encontraban en Atenas eran extranjeros y los dos más

trascendentales fueron Protágoras, el primero en llamarse sofista, y Gorgias, que desarrollo la

retórica.

Sócrates no se consideró sabio, sino filósofo; no pidió dinero por sus enseñanzas;

consideraba que la retórica se basaba en probabilidades y subjetivismo. Jenofonte deja más claro

las diferencias de Sócrates con los sofistas en un dialogo de su obra Recuerdos de Sócrates:

–Sócrates, yo creía que los que se dedican a la filosofía llegan a ser más felices, pero lo

que me parece es que tú has conseguido de la filosofía el fruto contrario. […] Comes los manjares

y bebes las bebidas más pobres, y la ropa que llevas no sólo es miserable, sino que te sirve lo

mismo para invierno que para el verano, no llevas calzado ni usas túnica. […] Considérate un

profesor de miseria.

………………………………………………………………………………………………………..

5
Cfr. Rodríguez, José, Sócrates. Editores Mexicanos Unidos, México, 2005, pp. 50-51.

5
–Antifonte, entre nosotros se considera que tanto la belleza como la sabiduría se pueden

tratar de manera elogiosa o vil. Si uno vende su belleza por dinero a quien la desee, eso se llama

prostitución. […] Con la sabiduría ocurre lo mismo: los que la venden por dinero a quien la desea

se llaman sofistas. A mí me gustan más los buenos amigos […]. Los tesoros que los antiguos

sabios dejaron escritos en libros yo los desenrollo y los recorro en compañía de mis amigos y, si

encontramos algo bueno, lo seleccionamos. Consideramos un gran beneficio hacernos amigos

unos de otros6.

6
Jenofonte, Recuerdos de Sócrates (Juan Zaragoza, Trad.). Edit. Gredos, Madrid, 1993, pp. 53-56.

6
Capítulo II. Esbozo biográfico

Las únicas fuentes de la vida de Sócrates son sus discípulos, ya que, no hay nada escrito

de su propia mano. Aristóteles, también hace referencias a Sócrates, pero, por su talla intelectual

y su relativa cercanía temporal, suele ser considerado como fuente primaria, sin encontrar las

deformaciones propias de una comedia ni los intentos de exaltación de sus fieles discípulos7.

Es cierto que sus discípulos defienden la integridad de su maestro, pero, como los

testimonios no siempre concuerdan hay contradicciones que han levantado sospecha, dando lugar

a la llamada “cuestión socrática”8.

Pensar en la filosofía sin el referente de Sócrates, sería dejar un vacío en la historia,

pues, no se entendería la evolución del pensamiento, por ello hay que aclarar que: “conocerlo no

implica amarlo, pero sí comprender el papel que ha tenido en la evolución de la filosofía”9.

2.1. Infancia y juventud

Nació en Atenas, Grecia en el 470/469 a.C. Su padre fue Sofronisco, un artesano y

escultor, y su madre fue Fenarete, que al morir su marido se dedicó al oficio de partera. Su

familia era de clase media, aprendió el trabajo de su padre, y como era costumbre tenía

conocimientos de literatura, música y gimnasia. Estaba familiarizado con la cultura general de la

Atenas de Pericles con las especulaciones de los jónicos y con la dialéctica y retórica de los

sofistas.

7
Ídem.
8
Pérez de Laborda, Miguel, op. cit.
9
Rodríguez, José, op. cit., p. 6.

7
Sobre su aspecto se sabe que era poco agraciado y de estatura baja. Con una

personalidad sencilla, austera y moderada. Platón lo presenta poco preocupado de su aspecto

exterior, transitando habitualmente descalzo10.

2.2. Vida adulta

Contrajo matrimonio dos veces, primero con Jantipa, teniendo a Lamprocles como su

primer hijo. La segunda esposa fue Mirto, con la tuvo dos hijos, Sofronisco y Menexeno.

Participó en las batallas de Potidea (423 a.C.), Delio (424 a.C.) y Anfípolis (422 a.C.) Se

sabe que viajó a Delfos, al istmo de Corinto y a Samos, donde conoció a Arquelao, el físico.

2.3. Su pensamiento

A diferencia de los sofistas que relativizaban sus doctrinas, Sócrates creía en la

posibilidad de alcanzar definiciones universales11. Estaba preocupado por la ética, dado que, creía

que para el recto gobierno de la vida es esencial tener ideas verdaderas, con una definición clara y

un fin practico, no especulativas como los jónicos. Asimismo, consideraba superior el dialogo

sobre la escritura, por ello, dedicó su vida a caminar y dialogar en los mercados y plazas públicas

de Atenas.

Sócrates era practicante de las tradiciones, incluidas las religiosas, con el mínimo de

crítica. Incluso mantuvo una profunda y confesada devoción al dios Apolo y a su oráculo Delfos.

Pensaba que la religión y las leyes más que basarse en rituales externos, debían hacerlo

como algo íntimo y personal, en el interior de la conciencia. Mostraba rechazo a todo lo que

10
Cfr. Platón, Fedro, 229a
11
Cfr. Hernández Reyes, Carlos, “La mayéutica de Sócrates”, Planeación y Evaluación Educativa,
Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM), 2008, p. 5.

8
sonara oscuro y su propósito era cambiar la religión heredada en moral racional, donde la

intención era lo que más contaba12.

Toda la actividad de Sócrates como educador de jóvenes, y su pensamiento ético y

político, se comprenden sólo desde su peculiar visión sobre qué es el hombre, cuáles son su

naturaleza y fin. Que su modo de comportarse y de educar fuese radicalmente distinto del de los

sofistas, se debía precisamente a que Sócrates tenía una nueva concepción de lo que el hombre es.

En él no se da todavía una antropología desarrollada, pero aparece por primera vez uno de los

elementos fundamentales de ella: la noción de alma 13.

2.3.1. Método Inductivo

Sócrates creía que la ruta de acceso al logos, entendido como una realidad superior o un

mundo más alto, es la inducción, es decir, que a partir del razonamiento de muchos casos

particulares se puede formular un concepto universal sobre la esencia de algo, es decir, lo que

verdaderamente es, más allá del cambio y la apariencia.

Utilizó este método en temas morales, pretendiendo destruir los prejuicios y la opinión

infundada. Una vez que se creía carecer de argumentos verdaderos, entonces podría surgir la

verdad universal que llevamos dentro mediante el diálogo y el método inductivo, es decir,

descubriendo la noción general14.

12
Cfr. Rodríguez, José, op. cit., p. 60.
13
Pérez de Laborda, Miguel, loc. cit.
14
Cfr. Reale, Giovanni y Darío Antiseri, El descubrimiento del hombre en Giovanni Reale y Darío
Antiseri Historia del pensamiento filosófico y científico. Tomo primero: Antigüedad y Edad Media.
Editorial Herder, Barcelona, 1992, segunda edición, p. 98.

9
2.3.2. El intelectualismo moral

Sócrates afirmó que sólo quien sabe en qué consiste el bien es capaz de practicarlo.

Dado que: la virtud (sabiduría, justicia, fortaleza, templanza, etc.) es conocimiento (ciencia) y

todos los vicios, son ignorancia15.

Por lo tanto, nadie hace el mal voluntariamente y quien lo hace es un ignorante del bien,

ya que el bien incide en el entendimiento y determina a la voluntad con tal fuerza que no se puede

evitar amalo y practicarlo una vez conocido.

2.4. Proceso y muerte

“Son muchas las anécdotas que se cuentan de su vida, para mostrar sus capacidades

humanas y sus virtudes morales. Pero, más que por su vida, Sócrates ha pasado a ser una figura

mítica a causa de su muerte”16.

En el año 399 a.C., la vida de Sócrates terminó trágicamente al ser acusado de no creer

en la religión del Estado y de corromper a la juventud, la denuncia fue hecha por Anito, un rico y

poderoso terrateniente, Melito, un poeta rico, y Licón, un político rico y conservador.

Lisias, un famoso orador, le presentó a Sócrates un discurso impecable para defenderlo,

pero él no aceptó, pues, quiso hacer su propia defensa apelando a la virtud, la justicia y la verdad,

pero, a pesar de su elocuencia fue declarado culpable por el tribunal.

Su defensa ofrece tres partes: En primer lugar, cuando es acusado se defiende

admirablemente; en la segunda, discute el castigo que los jueces le imponen y no acepta que sus

15
Ibid., p. 88.
16
Pérez de Laborda, Miguel, loc. cit.

10
discípulos paguen la injusta y enorme fianza, y posteriormente el destierro que le impondrían; en

la tercera, condenado a morir, [Sócrates] se ofrece en holocausto a la virtud, elevándose así haca la

inmortalidad17.

Paso sus últimos días en una celda visitado por sus discípulos y dialogando de filosofía

con ellos; sus amigos lo incitaban a arreglar su fuga, pero él se rehusaba.

Bebió la cicuta y murió de forma serena a los 70 años de edad.

17
Hernández Reyes, Carlos, op. cit., p. 6.

11
Capítulo III. La mayéutica socrática

Mayéutica (μαιευτικη) es una palabra griega, que puede traducirse como técnica o arte de asistir

en los partos (obstetricia)18, íntimamente relacionada con Sócrates al ser el oficio de su madre,

sin embargo, él reorientó su significado. La mayéutica forma parte de lo que se conoce como

método socrático.

3.1. Referencias históricas

Como Sócrates no escribió ninguna obra, sólo se le puede conocer por medio de cuatro

personas: de Platón, en varios diálogos; de Jenofonte, en Recuerdos de Socrates; de Aristófanes,

en su comedia Las nubes, que fue escrita cuando Sócrates tenía solamente 41 años,

ridiculizándolo y colocándolo en el lugar de los sofistas 19; y finalmente, las menciones de

Aristóteles a lo largo de todas sus obras, que a pesar de no conocerlo personalmente, se considera

que sus referencias son las más objetivas.

De otros autores que traten de Sócrates no se ha conservado nada, excepto pequeñas

partes, y fuentes posteriores no indican algo relevante y que no esté tomado de Platón o de

Aristóteles.

3.2. El método socrático

A través de este método, Sócrates, pretendía destruir los prejuicios y la opinión

infundada, donde exigía el uso de la razón, al practicar la dialéctica mayéutica, señalando las

contradicciones y carencias del interlocutor, obligándolo a indagar y a profundizar más con la

inteligencia que con las creencias.

18
Cfr. Corzo Corea, Pedro, op. cit., p. 22.
19
Cfr. Rodríguez, José, op. cit., p. 54.

12
Platón, en el dialogo de Teetetes o de la ciencia, pone en boca del propio Sócrates la

explicación del método:

¿No has oído decir que yo soy hijo de Fenarete, partera muy hábil y de mucha

nombradía? ¿Y no has oído también que yo ejerzo la misma profesión? Pues has de saber que es

muy cierto. […] El oficio de partear, tal como yo le desempeño, se parece en todo lo demás al de

las matronas, pero difiere en que yo le ejerzo sobre los hombres y no sobre las mujeres, y en que

asisto al alumbramiento, no los cuerpos, sino las almas. El Dios me impone el deber de ayudar a

los demás a parir, y al mismo tiempo no permite que yo mismo produzca nada. Esta es la causa de

que no esté versado en la sabiduría, y de que no pueda alabarme de ningún descubrimiento, que

sea una producción de mi alma20.

Para Sócrates el conocimiento no se puede transmitir, dado que, sólo se haya en sí

mismo, lo que si podía era ayudar a engendrarlo en cada uno, éste era el mérito de Sócrates,

donde, él también buscaba aprender de los razonamientos que se creaban. Entendiendo que no

todas las personas están condicionadas para dar a luz a la verdad, pues, es un proceso doloroso

que exige el uso de la razón21.

3.2.1. Ironía o modestia socrática

Solo sé que no se nada, es una frase que se le atribuye a Sócrates y puede ser la

paráfrasis de esto que dice Sócrates en su Apología, escrita por Platón: “hay esta diferencia, que

20
Platón, Teetetes, 148 y sigs.
21
Cfr. Reale, Giovanni y Darío Antiseri, op. cit., pp 96-97.

13
él cree saberlo aunque no sepa nada, y yo, no sabiendo nada, creo no saber. Me parece, pues, que

en esto yo, aunque poco más, era más sabio, porque no creía saber lo que no sabía”22.

La frase anterior expresa el modo de comenzar el alumbramiento del conocimiento,

pues, apelando a su ignorancia, Sócrates se acercaba a su interlocutor para preguntar su opinión

sobre algún asunto determinado y así comenzar el dialogo, haciendo posteriormente más

preguntas.

3.2.2. Mayéutica

La mayéutica elimina las incertidumbres, opiniones y prejuicios en las respuestas.

Cuando el interlocutor detectaba sus errores, Sócrates continuaba el diálogo con preguntas

específicas y encaminadas para que el interlocutor razone y descubra que su tesis o afirmación

inicial tiene errores o contradicciones.

La confrontación tiene la misión de causar en la conciencia una purificación de su

ignorancia, errores y faltas, es preparación y estímulo para una investigación reconstructiva. “Por

eso, justamente, Sócrates considera el hecho de que se lo refute como un beneficio que recibe,

igual al que presta a los demás cuando es él quien les refuta sus errores”23.

3.2.3. Alétheia

Sócrates quiere que sus interlocutores se examinen a sí mismos y descubran lo que no

saben. Que razonen por sí mismos y se motiven a buscar la verdad.

22
Platón, Apología de Sócrates, 21d.
23
Mondolfo, Rodolfo, Sócrates. Ediciones Losange, Buenos Aires, 1955, p. 30.

14
El método socrático, con la mayéutica, busca que al concluir se dé a luz la alétheia

(ἀλήθεια, verdad). Ésta se alcanzad al final, en la conclusión del ejercicio intelectual, de la

confrontación por preguntas y respuestas.

La verdad que se encuentra oculta en la mente del interlocutor y el conocimiento que

está latente en la conciencia humana. Estas dos nociones de verdad encubierta y saber oculto en la

conciencia, están de forma implícita en el pensamiento de Sócrates. Será Platón quien las hará

explicitas24.

24
Corzo Corea, Pedro, op. cit, p. 35.

15
Conclusiones

El pensamiento de Sócrates marcó el comienzo de una nueva reflexión ya no cosmológica, sino

ética, es decir, al interior de ser humano, siendo precursor de ideas que se desarrollaran después,

como lo hizo su discípulo Platón.

Por su característica forma de vivir la filosofía, se descubre en Sócrates la evolución en

su pensamiento, dejando las enseñanzas de la escuela jónica, pero sin caer en el materialismo de

los sofistas, que buscaban el éxito personal. Y a pesar de la dificultad de conocer su vida y su

pensamiento, ya que no escribió nada, es posible identificar varios momentos de su vida y

reconocer su doctrina.

Sócrates inspiro y dio nociones básicas de ideas que se desarrollarías después; no se

encargó de crear doctrinas, pues, no se consideraba sabio (sofista), sino un amante de la sabiduría

(filósofo), que estaba en busca de ella, por eso salía a dialogar en los mercados y las plazas.

La mayéutica socrática es un método para hacer filosofía en donde se descubre que no

todos están capacitados, ya que exige el uso de la razón:

Como es obvio, a los sabihondos y a los mediocres la discusión provocaba irritación o

reacciones aún peores. En los mejores, en cambio, la refutación servía para purificar de las falsas

certidumbres, esto es, para purificar de la ignorancia 25.

Muchos no creyeron en este método, pues, no se encontraban preñados con la verdad,

según afirma Sócrates, pero surge una pregunta: ¿quién fecunda el alma?, ¿quién la deja preñada?
25
Reale, Giovanni y Darío Antiseri, loc. cit.

16
Sócrates no se plantó esta pregunta, será Platón quien intuya esto, y al mismo tiempo responda

con su planeamiento del mundo ideal26.

Bibliografía

Libros

Bueno, Gustavo, La escuela de Mileto en Gustavo Bueno, La metafísica presocrática. Historia

de la Filosofía. Edit. Pentalfa, Madrid-Oviedo, Primera edición, 1974.

Jenofonte, Recuerdos de Sócrates (Juan Zaragoza). Editorial Gredos, Madrid, Primera Edición,

1993.

Mondolfo, Rodolfo, Sócrates. Ediciones Losange, Buenos Aires, Primera Edición, 1955.

Platón, Apología de Sócrates en Platón, Obras completas de Platón. Tomo I (D. Patricio de

Azcárate, Trad.) Editores Medina y Navarro, Madrid, Primera Edición, 1871.

--------, Fedro en Platón, Obras completas de Platón. Tomo II (D. Patricio de Azcárate, Trad.)

Editores Medina y Navarro, Madrid, Primera Edición, 1871.

-------, Teetetes en Platón, Obras completas de Platón. Tomo III (D. Patricio de Azcárate, Trad.)

Editores Medina y Navarro, Madrid, Primera Edición, 1871.

Reale, Giovanni y Darío Antiseri, El descubrimiento del hombre en Giovanni Reale y Darío

Antiseri, Historia del pensamiento filosófico y científico. Tomo primero: Antigüedad

y Edad Media. Editorial Herder, Barcelona, 1992, segunda edición.

Rodríguez, José, Sócrates. Editores Mexicanos Unidos, México, Primera Edición, 2005.

26
Ídem.

17
Fuentes electrónicas

Corzo Corea, Pedro, “Mayéutica”, ABC de filosofía, Instituto De Educación Media Superior Del

Distrito Federal, s. f., https://goo.gl/EXRi8E

Diógenes Laercio, Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres (D. José Ortiz y

Sanz, Trad), Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Biblioteca Nacional de España.

http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12140528718935940987213/ima0104.htm

Hernández Reyes, Carlos, “La mayéutica de Sócrates”, Planeación y Evaluación

Educativa, Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM), 2008,

http://www.aragon.unam.mx/unam/difusion/planeacion/ejemplares/43.pdf

Instituto Bachiller Sabuco Albacete, De la filosofía presocrática a Sócrates,

Enlaces con Miguel Sabuco, IES Histórico de Castilla la Mancha, s. f.,

http://bachiller.sabuco.com/filosofia/hfilosofia/de_los_fil%C3%B3sofos_presocraticos_a.htm

Pérez de Laborda, Miguel, Sócrates, Philosophica: Enciclopedia filosófica

online, Facultad de Filosofía de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, 2006.

http://www.philosophica.info/archivo/2006/voces/socrates/Socrates.html

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