Crisis Del 29
Crisis Del 29
Crisis Del 29
La crisis económica iniciada el mes de octubre de 1929 constituye uno de los hechos
históricos más trascendentales de la primera mitad del siglo XX. La bolsa de valores de
Wall Street sufrió en esas fechas una estruendosa caída. El jueves 24 de octubre, el Dow
Jones descendió hasta uno de sus niveles más bajos alcanzados desde 1800. La bajada de
los precios de las acciones llevó a la ruina a millares de inversores. Relevantes hombres de
negocios y pequeños accionistas se vieron afectados por igual. Las empresas y bancos se
hundieron. El pánico se desató entre la población.
Se había desatado la que, con el paso del tiempo, se ha considerado la mayor crisis
financiera de la historia del capitalismo. Su eco sin precedentes alcanzó a las naciones más
dependientes de EE.UU., como Japón, América Latina y Europa.
El día del crack. El 24 de octubre el Dow Jones cayó en picado y los inversores dominados
por el pánico se lanzaron a vender sus acciones en tropel. Los inversores se habían
endeudado por la vía del crédito, los beneficios empresariales se estancaron y los bancos
empezaron a tener problemas. Cuarenta bancos quebraron, y los entusiastas clientes de
antaño, temerosos de perder sus depósitos, los retiran presurosos. Las entidades no pueden
recuperar los préstamos concedidos a los especuladores bursátiles ni aquellos otros
invertidos a largo plazo en la industria. Cerca de cien mil empresas quebraron. Millones de
trabajadores fueron despedidos.
Cuatro años después en las elecciones presidenciales de 1932 los ciudadanos votan al
candidato demócrata Franklin D. Roosevelt. Su gobierno, mediante el programa conocido
como ‘New Deal’, aplica unas enérgicas medidas dirigidas a poner en marcha la economía
y socorrer a los más necesitados, que son legión.
Roosevelt, la gran esperanza demócrata, consigue tras largos esfuerzos relegar al olvido
(casi) aquel jueves que aún hoy permanece en la memoria del capitalismo como una
advertencia de lo que puede llegar a ocurrir.