Pensamiento Crítico

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PENSAMIENTO CRÍTICO

La herramienta para la libertad y criterios propios


Félix Bailón Salgado

El aprendizaje verdadero tiene que ver con descubrir la verdad, no con la imposición de
una verdad oficial, pues esta última opción no contribuye al desarrollo de un
pensamiento crítico e independiente.
Noam Chomsky

Hagamos un ejercicio hipotético; preguntemos a algunos de nuestros alumnos de primaria ¿Por qué vienes a la
escuela?, las respuestas varían entre el deseo de aprender, jugar y encontrarse con sus amigos, pero en el fondo
saben que no tiene opción, se les ha impuesto y que sus padres no le han dado alternativas de escuelas y mucho
menos han sabido explicar las ventajas de ir a estudiar; utilicemos este mismo ejercicio en adolescentes, muchos
desearían no ir a la escuela pero saben también que no tienen opción y se escudarán en el facilismo de la
resignación porque les hemos vendido la idea de que estudiar es bueno y no hacerlo no da estatus; el mismo
ejercicio a un universitario, si es que tuvo la suerte de cruzar el umbral maldito de la preparatoria en el que la
gran mayoría de la gente desiste de estudiar, seguramente ellos se escudan en la idea preconcebida y
establecida socialmente que los empuja, no a estudiar, sino a asistir a la escuela bajo la promesa de que un título
universitario será suficiente para obtener un mejor empleo, un buen salario y estatus por encima de los demás;
en todos los casos las falacias emergen ante una a realidad implícita que por devastadora, los alumnos prefieren
no ver, la inercia de la vida no permite un retroceso, las exigencias sociales, familiares y morales no dan opción a
cuestionarse las razones verdaderas para asistir a la escuela, la “adultocrácia” ha impuesto en el individuo un
camino recto y dogmático, todo esto por la ausencia de un pensamiento crítico por parte de los adultos que no
lo hemos sabido impartir, por un lado por no saber ejercerlo y por otro la poca voluntad de hacerlo; de este
modo sostengo lo que a mi parecer es la piedra de toque en el pragmatismo del pensamiento crítico, pensar con
las suficientes herramientas que nos permitan actuar por nosotros mismos y como consecuencia, ejercer un a
verdadera emancipación.

Hablar de “Las lecturas”, no se concentra solamente en los textos escritos, cada día es más común ampliar el
concepto de lectura a diversas interpretaciones que van de los actos de la vida cotidiana, las noticias, la
comunicación en redes, el estatus de la política actual y en ocasiones nuestros propios malestares físicos y
emocionales a los que es necesaria una interpretación que derive en soluciones; en esta praxis, todos los
argumentos a favor o en contra de lo que nuestros propios principios o prejuicios nos determinan y se
contraponen ante ellos, siempre serán importantes y les daremos peso según su veracidad que
consecuentemente deberá diluir cualquier falacia; este proceso tiene sus dificultades pero sin duda exitosas
consecuencias; para esto me he basado en parte del discurso que ofreció José Ortega y Gasset en 1928 a los
niños españoles y que resumen los principios del pensamiento crítico aplicables a nuestra actualidad y que sin
duda pueden ser un referente fundamental para sintetizar una verdadera lectura crítica.

Hasta hace algunos años los vitores hacia la privilegiada era del conocimiento por la cercanía de documentos
gracias al internet llegó a emocionarnos y vislumbrar una especie de nueva ilustración; y aunque en parte es real
esta facilidad, el extremo de esta condición también es abrumante y obliga a saber discernir la información
buena de la mala; la vorágine informativa hace muy difícil esta práctica, Ortega y Gasset se dirigió, muy
atinadamente, a los niños de España como el futuro de la nación y la recomendación amorosa y efectiva fue, en
su discurso, saber distinguir a la gente buena de la mala, diferenciar lo verdadero de lo falso, los errores de las
masas y el beneficio de la duda de las minorías, para poder aplicarlo a su vida diaria, es decir utilizar el
pensamiento crítico como herramienta de criterio personal, Ortega y Gasset resume estos principios en 4
puntos:

1. “No hagáis nunca caso de lo que la gente opina. La gente es toda una muchedumbre que os
rodea, en vuestra casa, en la escuela, en la Universidad, en la tertulia de amigos, en el
Parlamento, en el círculo, en los periódicos. Fijaos y advertiréis que esa gente no sabe nunca
por qué dice lo que dice, no prueba sus opiniones, juzga por pasión, no por razón.”

Rescatemos pues nuestro ejemplo hipotético, ¿seremos acaso capaces de reconocer que un niño basa sus
criterios en la ideas y emociones de los adultos?, esta inercia no termina con la adultez, baste solamente mirar
las hordas de opinólogos de Twitter y Facebook que se basan en ideas y emociones y que pocas veces se filtran
ante los hechos y el pensamiento racional; no por nada el terraplanismo, por ejemplo, es hoy por hoy el mejor
ejemplo de como el exceso de información puede crear comunidades aberrantes incapaces de concebir el
pensamiento crítico en algún punto de sus equivocadas vidas sedientas de reconocimiento.

2. “Consecuencia de la anterior. No os dejéis jamás contagiar por la opinión ajena. Procurad


convenceros, huid de contagios. El alma que piensa, siente y quiere por contagio es un alma
vil, sin vigor propio.”

“Huid de contagios”, he ahí la clave; desde una visión pesimista debiera decir que esto es imposible, baste
mirar alrededor la pandemia enfermiza de la que se ha rodeado nuestra sociedad gracias a estos contagios,
sin embargo, el pensamiento crítico en su genuina aplicación actúa como una verdadera vacuna; aquí Ortega
y Gasset incluye un elemento humano fundamental además de una sentencia, “procurad convenceros” pues
apela a la necesidad de ir más allá del simple sentir a la intuición sin cortapisas y la consecuencia de no
someter a prueba de ácidos la opinión ajena.

3. “Decir de un hombre que tiene verdadero valor moral o intelectual es una misma cosa con
decir que en su modo de sentir o de pensar se ha elevado sobre el sentir y el pensar vulgares.
Por esto es más difícil de comprender y, además, lo que dice y hace choca con lo habitual. De
antemano, pues, sabemos que lo más valioso tendrá que parecernos, al primer momento,
extraño, difícil, insólito y hasta enojoso.”

La máxima virtud de un individuo que antepone el pensamiento crítico como forma de pensar, es la apertura de
pensamientos; la prueba final sería el escuchar con atención, incluso aquellas ideas que nos provocan enojo o
nos incomodan; de hecho, una opinión razonada en contra de las ideas personales son la mejor oportunidad de
fortalecer el pensamiento crítico, pues este principio recae en la premisa de que nuestra opinión no es única y
que la de otros también es valiosa.

4. “En toda lucha de ideas o de sentimientos, cuando veáis que de una parte combaten muchos
y de otra pocos, sospechad que la razón está en estos últimos. Noblemente prestad vuestro
auxilio a los que son menos contra los que son más.”

Por supuesto que las minorías también se equivocan, sin embargo lo que sugiere nuestro autor es que al ser
parte de las mayorías somos parte de lo común, nuestros criterios se respaldan por la misma masa y se pierde la
probabilidad de la excepción, no obstante los mayores logros científicos han partido de rechazos e ignominias; la
palabra clave es “Sospechad”, pues tampoco dice que es una regla volcarse a las minorías.

En síntesis, el discurso de José Ortega y Gasset no resulta ni anticuado ni anacrónico más bien vigente y que
sugiere un cambio de paradigma en la educación que sustituye el pensamiento mecanizado que limita al
individuo a repetir, hablar y memorizar, por una alternativa más amable y acorde a nuestros tiempos que nos
permita pensar, adaptar y transformar. La necesidad de aplicar e impartir los principios del pensamiento crítico,
es cada vez más apremiante, leer nuestro entorno, conocer nuestros contextos, saber explicarse y diferenciar
falacias son los verdaderos pilares de una transformación educativa y personal.

ARGUMENTACIÓN EN EL PENSAMIENTO CRÍTICO

No es para nada una contradicción sostener que el criterio personal se sostiene de otros, esto por un principio
fundamental, ¿Cómo comparamos nuestras ideas con otras y las adaptamos a nuestro criterio personal?; para
esto habrá de acotar que la argumentación, para ser válida deberá se desprovista de ideas y emociones, basarse
en hechos comprobables, honesta y clara, de tal suerte que se privilegie el escepticismo no como una forma de
rechazar ideas sino de dudar de ellas, los fundamentos empíricos por encima de la razón no son válidos.

Desde luego que me refiero a la argumentación pragmática aplicada a nuestro entorno, pues es bien sabido que
cada área o disciplina tiene sus protocolos; uso adecuado del lenguaje técnico que facilite la comprensión,
estructuras que separen los hechos de la reflexión, etc, y que finalmente derivan en una “actividad social,
intelectual y verbal y que consiste en hacer declaraciones teniendo en cuenta al receptor y la finalidad con la
cual se emiten. Para argumentar hace falta elegir entre diferentes opciones o explicaciones y razonar los
criterios que permiten evaluar como más adecuada la opción elegida.”. (Sardá 2003), o en elementos de
convencimiento y/o refutación, en síntesis, la argumentación sostiene los fundamentos para la resolución de
problemas, en el ánimo de la metagnición, lograr la auto crítica y el deseo de seguir aprendiendo y más aún, la
posibilidad de desenmascarar falacias que hoy más que nunca abundan como una sutil y normalizada plaga.

MITOS, PREJUICIOS, TABÚES Y FALACIAS

Para nuestra contemporaneidad la lucha ya no es en contra de la ignorancia, sino de los monstruos que la
enmascaran con ideas de verdad segada o todo tipo de prejuicios; en el escenario ideal y el ejercicio del
pensamiento crítico, la resolución de problemas, la autocrítica y el deseo de continuar aprendiendo catalizan la
habilidad de diluir mitos, prejuicios, tabúes y falacias, estas últimas representan el mayor de los retos por la
complejidad de sus acciones y significados, y porque en las argumentaciones quienes se someten con mayor
oficio pueden persuadir en un debate o diálogo a través de estas de manera muy sutil; las falacias más comunes
y en un ambiente de discusión normalizado puede representar un obstáculo para la toma de decisiones,
podríamos entonces considerar algunas de las más comunes;

Falacia ad hominem: a falta de argumentos, es común dirigirse descalificando a la persona y no a las ideas, las
discusiones de Facebook y Twitter ter están llenas de esto, pero baste escuchar una pequeña discusión de
sobremesa para ver como las pláticas se acaloran cuando los señalamientos se tornan personales; Falacia ad
ignorantiam: también se descalifica a otro individuo apelando a la falta de pruebas visibles, es decir, puedo yo
argumentar que el sol es hueco y al no tener una prueba que lo contradiga, llamo a la ignorancia para
acreditarme, “la ausencia de prueba no es prueba de ausencia”; Falacia ad nauseam: apelar que como se ha
repetido hasta el cansancio o la “nausea” una afirmación por ello es verídica, es una de las falacias que incluso
Chomsky señala como una de las 10 formas de manipulación masiva, el chupacabras o el virus H1N1, han sido
una prueba de ello; Falacia ad verecundiam: o lo que es lo mismo “Ser experto en algo no implica ser experto en
todo”, esto pasa muy a menudo cuando un político habla de arte como un experto o un científico de política, su
nivel puede darle credibilidad pero esto no quiere decir que sea cierto lo que dice; Falacia ex populo: ya lo dijo
Ortega y Gasset, dudar de las masas, ¿Cuántas veces nos han querido convencer de argumentos con el clásico:
“si te lo dice uno, pasa, dos estoy de acuerdo, tres la pienso, pero si todo el mundo te lo dice…?; Recientemente
el conocimiento se ha extendido tanto como las falacias, al grado que hoy es también común encontrarse con
esta nueva construcción de conceptos y falacias contemporáneas como la Falacia you tubium: que se refiere a
sostener que si se dijo en You Tube, entonces es verdad, con cierto grado de ironía y en tono peyorativo se
aplica prácticamente a cualquier red social desplazando la exclusividad de la que en su momento fue dueña la
televisión.

Me es obligado cerrar nuevamente con la referencia de origen, el texto de Ortega y Gasset que antecede las
cuatro recomendaciones y que fue, de alguna manera lo que me convenció para sostener en él la idea de la
necesidad del pensamiento crítico por la relevancia de su discurso y la vigencia de su necesidad:

“Mirad: a la hora en que escribo esto para vosotros hay en España, desgraciadamente, muy pocos
hombres inteligentes y de corazón delicado. Solo esos hombres puros, espirituales, profundos y nobles
podrían mejorar a la patria. Pero no logran que se les atienda. Porque los españoles que ahora forman
nuestra sociedad no saben distinguir entre hombres y, acaso de buena fe, creen que son inteligentes los
que son más necios, que son buenos los que son más farsantes. Ya sabéis que hay enfermos de la visión
los cuales ven grises los objetos azules.

Una cosa parecida nos acontece hoy a los españoles: padecemos una perversión del juicio sobre
personas. Se juzga inteligentes a esos vanos charladores que llaman "políticos". Se cree que es buen
poeta, buen novelista, buen profesor el que más lugares comunes dice, el que mejor halaga al público
repitiendo las tonterías que este pensaba veinte años hace. Y en tanto los mejores, los que
verdaderamente valen son poco conocidos, nadie les hace caso o, tal vez, se les combate en todas
formas. ¿Veis cuán importante sería que vosotros llegaseis a la madurez con una exquisita sensibilidad
para distinguir entre el valer verdadero y el falso?”
Fuentes consultadas

 Ortega y Gasset , josé. (1928). PARA LOS NIÑOS ESPAÑOLES. marzo 2019, de Editorial Hispano-
Americana. Reus, 1928 Sitio web: https://bit.ly/2V6usK3
 Tamayo A., Oscar Eugenio, Zona, Rodolfo, Loaiza Z., Yasaldez Eder, EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN
LA EDUCACIÓN. ALGUNAS CATEGORÍAS CENTRALES EN SU ESTUDIO.. Revista Latinoamericana
de Estudios Educativos (Colombia) [en linea] 2015, 11 (Julio-Diciembre) : [Fecha de consulta: 29 de
marzo de 2019] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134146842006> ISSN 1900-9895
 "Pensamiento crítico". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/pensamiento-
critico/ Consultado: marzo de 2019
 Soler, J.Hernandez G. y otros. (2016). Falacias lógicas explicadas gráficamente Para tus redes sociales.
marzo de 2019, de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC) Sitio web:
https://bit.ly/2UjKPWE

Otros sitios

https://twitter.com/noamchomsky_es/status/514066930198933505?lang=es

https://www.youtube.com/watch?v=WxC4RfTiOsM

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