Benveniste, Saussure Después de Medio Siglo PDF

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32 TRANSFORMACIONES DE LA LINGÜíSTICA

fonnas de su actividad -¿qué es pues si no un universo de símbolos CAPÍTULO In


integrados en una estructura específica y que el lenguaje manifiesta
y trasmite? Merced a la lengua el hombre asimila la cultura, la per­ SAUSSURE DESPU:eS DE MEDIO SIGLO 1
petúa o la transforma. Ahora bien, como cada lengua, cada cultura
hace funcionar un aparato específico de símbolos en el cual se iden­
tifica cada sociedad. La diversidad de las lenguas, la diversidad de
las culturas, sus cambios, hacen aSOmar la naturaIcza convencional
del simbolismo que las articula. Es en definitiva el símbolo el que
ata este vínculo vivo entre el hombre, la lengua y la cultura. Ferdinand Saussure murió el 22 de febrero de 1913. Henos aquí
He aquí, a grandes rasgos, la perspectiva que abre el desenvol­ reunidos cincuenta años después, el mismo día, 22 de febrero de
vimiento reciente de los estudios de lingüística. Ahondando en la 1963, para una conmemoración solemne, en su ciudad, en su uni­
naturaleza del lenguaje, descubriendo sus relacioncs con la inteligen­ versidad. 2 Aquella figura adquiere ahora sus rasgos auténticos y se
cia como con el comportamiento humano o los fundamentos de la nos presenta en su verdadera grandeza. No hay hoy lingüista que
cultura, esta investigación empieza a esclarecer el funcionamiento no le deba algo. No hay teoría general que no mencione su nombre.
profundo del espíritu en sus recorridos operatorios. Las ciencias ve­ Cierto misterio rodea su vida humana, pronto recogida en el silencio.
cinas siguen este progreso y cooperan en él por su cuenta inspirán­ Es de la obra de 10 que nos ocuparemos. A una obra tal, conviene
dose en los métodos y a veces en la terminología de la lingüística. el elogio que la explica en Su génesis y hace comprender su
Todo permite prever que estas indagaciones paralelas engendrarán irradiación.
nuevas disciplinas y concurrirán en una verdadera ciencia de la Vemos hoya Saussure muy distinto de como sus contemporáneos
cultura que fundará la teoría de las actividades simbólicas del hom­ podían verlo. Toda una parte de sí, la más importante sin duda, no
bre. Por lo demás, se sabe que las descripciones fonuales de las fue conocida hasta después de su muerte. La ciencia del k~nguaje ha
lenguas tienen utilidad directa para la construcción de las máqui­ sido por ella transformada poco a poco. ¿Qué es 10 que Saussure
nas lógicas capaces de efectuar traducciones, y a la inversa puede es­ ha aportado a la lingüística de su tiempo, y en qué ha actuado sobre
perarse de las teorías de la información alguna elaridad acerca del la nuestra?
modo como el pensamiento es codificado en el lenguaje. En el desa­ Para responder a esta pregunta pudiéramos ir de uno a otro de
de estas investigaciones y técnicas, que darán su impronta sus escritos, analizar, comparar, discutir. Sin duda sería necesario tal
a nuestra época, discernimos el resultado de simbolizaciones suce­ inventario crítico. La bella e importante obra de R. Gode}3 contri­
sivas, cada vez más abstractas, con fundamento primero y necesario buye ya en gran medida. Mas no es ésta nuestra intención. Dejando
en el simbolismo lingüístico. Esta formalización creciente del pensa­ a otros el cuidado de describir en detalle eSta obra, trataremos de
miento nos encamina acaso hacia una realidad más grande. Pero ni recuperar su principio en una exigencia que la anima y aun la cons­
siquiera podríamos concebir semejantes representaciones si la estruc­ tituye.
tura del lenguaje no contuviese su modelo inicial y como su lejano
presentimiento. 1 Cahiers Ferdinand de Saussure, 20 (1963), Librairie Droz, Ginebra.
2 Estas páginas reproducen lo esencial de una conferencia pronunciada el>
Gincbra el 22 de fcbrero de 1963, por invitación de la Universidad, para COll'
memorar el cincuentenario de la muerte de Ferdinand de Saussure. Se han su.
primido unas cuantas frases liminares, enteramente personales. No deberoi olvi.
darse que esta exposición fue proyectada para un público más amplio que el
de los lingüistas, y que la circunstancia excluía toda discusión y aun cualquier
enunciado demasiado técnico.
3 Les sources manuscrites du Cours de linguistique générale de Ferdinand
de Sálls.<?ure. 1957.
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En todo creador hay cierta ::xigencia, oculta, permanente, que dédalo, es porque, para quienquiera que se ocupe de estos estudios,
10 sostiene y 10 devora, que guía sus pensamientos, le impone tarea, lo enfrentarse a semejantes cuestiones no es una temeridad, como tantas
estimula en sus desfallecimientos y no le da tregua si trata de esca­ veces se dice, sino una necesidad; es la primera escuela por la que
bullírsele. No siempre es fácil reconocerla en los recorridos diversos, hay que pasar; pues no se trata aquí de especulaciones de orden tras­
a veces vacilantes, que emprende la reflexión de Saussure. Pero una cendente sino de la búsqueda de datos elementales sin los que todo
vez discernida, adara el sentido de su esfuerzo, y 10 sitúa frente a queda en el aire, todo es arbitrariedad e incertidumbre."
sus antecesores así como frente a nosotros. Estas últimas líneas pudieran servir de epígrafe a su obra entera.
Saussure es ante todo y siempre el hombre de los fundamentos. Contienen el programa de su investigación venidera, presagian su
Por instinto se dirige a los caracteres primordiales, que gobiernan la orientación y fin. Hasta el término de su vida, y con insistencia cre­
diversidad de 10 dado empíricamente. En lo que pertenece a la len­ ciente, dolorosamente pudiera decirse, conforme avanza más en su
gua presiente algunas propiedades que en ninguna otra parte se en­ reflexión, va en pos de los "datos elementales" que constituyen el
cuentran. Compárese con 10 que sea, la lengua no deja de aparecer lenguaje, apartándose poco a poco de la ciencia de su tiempo, en la
como cosa diferente. Pero ¿en qué difiere? Considerando esta activi­ cual sólo ve "arbitrariedad e incertidumbre" -en una época, no
dad, el lenguaje, donde están asociados tantos factores, biológicos, obstante, en que la lingüística indoeuropea proseguía con creciente
físicos y psíquicos, individuales y sociales, históricos, estéticos, prag­ éxito la empresa comparativa.
máticos, se pregunta: ¿dónde está propiamente la lengua? Son ciertamente los datos elementales los que se trata de descu­
Podría darse a esta interrogación forma precisa reduciéndola brir yaun (quisiéramos escribir "sobre todo") si nos proponemos re­
a los dos siguientes problemas, que colocamos en el ccntro de la montarnos de un estado de lengua histórico a uno prehistórico. De
doctrina saussuriana: otro modo no puede fundarse en razón el devenir histórico, pues si'
1] ¿Cuáles son los datos básicos sobre los que se fundará la lin­ hay historia, ¿de qué 10 es? ¿Qué es 10 que cambia y qué es 10 que
güística y cómo podemos alcanzarlos? permanece? ¿Cómo podemos decir de un dato lingüístico tomado
2] ¿De qué naturaleza son las nociones del lenguaje y merced en dos momentos de la evoJución que es el mismo dato? ¿En qué
a qué modo de relación se articulan? reside esta identidad y, ya que es planteada por el lingüista entre dos
Discernimos esta preocupación en Saussure desde que entra en la objetos, cómo 10 definiremos? Hace falta un cuerpo de definiciones.
ciencia, con su Mémoire sur le systeme prímitif des voyelles dans les Hay que enunciar las relaciones lógicas que establecemos entre los
langllcs índo-européennes, publicado cuando tenía veintiún años y datos, los rasgos o los puntos de vista desde los cuales los aprehen­
que sigue siendo uno de sus títulos de gloria. El genial principiante demos. Así ir a los fundamentos es el solo medio -pero el seguro­
ataca uno de los problemas más difíciles de la gramática comparada, de explicar el hecho concreto y contingente. Para alcanzar 10 con·
:una cuestión que a decir verdad ni existía antes y que fue el primero creto histórico, para volver a colocar 10 contingente en su necesidad
.en fonmtlar en términos propios. ¿Por qué, en un dominio tan vasto propia, debernos situar cada elemento en la red de relaciones que lo
y prometedor, eligió un objeto tan arduo? Releamos el prefacio. Ex­ determina, y plantear explícitamente que el hecho sólo existe en
pone que su intención era estudiar las formas múltiples de a indo-­ virtud de la definición que le atribuimos. Tal es la evidencia que
europea, pero que se vio conducido a considerar "el sistema de las vo­ desde el comienzo se impone a Saussure, a quien no bastará su vida
'Cales en su conjunto". Esto le hace tratar "una serie de problemas entera para introducirla en la teoría lingüística:
de fonética y de morfología, unos que esperan todavía solución, al­ Pero aun si hubiese podido formular entonces lo que no ense­
.gunos que ni siquiera han sido planteados". Y como para disculpar­ ñaría hasta más tarde, sólo habría incrementado la incomprensión
'Se de haber tenido que "atravesar las regiones más incultas de la o la hostilidad con que tropezaron sus primeros ensayos. Los maes­
lingüística indoeuropea", agrega esta justificación tan esclarecedora: tros de entonces, seguros en su verdad, no querían escuchar aquel
"Sí a pesar de todo nos aventuramos, bien convencidos de ante­ llamado riguroso, y la dificultad misma del Mémoire bastaba para
mano de que nuestra inexperiencia se extraviará más de una vez en el repeler a la mayoría. Saussure acaso fuera a descorazonarse. Hizo
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falta una nueva generación para que lentamente sus ideas se abriesen tarde una unidad distintiva y opositiva. No podría decirse que ni si­
camino. Fue un destino favorable el que lo condujo entonces a París. quiera veinticinco años después de propuesta esta observación hu­
Recuperó alguna confianza en sí mismo gracias a aquella coyuntura biera despertado gran interés. Otros veinticinco años faltaban para
excepcional que le permitió hallar a la vez un tutor benévolo, Bréal, que se impusiera, en circunstancias que la imaginación más audaz
y un grupo de jóvenes lingüistas -así A. Meillet y M. Grammont­ no hubiera concebido. En 1927, J. Kurylowicz, en una lengna histó­
en quienes su enseñanza dejaría profunda impronta. Una nueva fase rica, el hitita, recién descifrada por aquel entonces, con la forma
de la gramática comparada data de estos años en que Saussure in­ sonido que se representa a, daba con el fonema definido cin­
culca su doctrina, al tiempo que la madura, a algunos de quienes cuenta años antes por Saussure como fonema sonántico indoeuro­
la desenvolverán. Por eso recordamos -no sólo para medir la in­ peo. Esta hermosa observación hada penetrar en la realidad la enti­
fluencia personal de Saussurc, sino para estimar el progreso de las dad teórica postulada por el razonamiento en 1978.
que anuncian- los términos de la dedicatoría que dirigía Por supuesto, la realización fonética de esta entidad como IJ
Mcillet a su maestro Saussure en 1903 a la cabeza de su Introductíon en hitita aportaba al debate un elemento nuevo, pero de naturaleza
ti l'étude comparative des langues índo-européennes: "en ocasión diferente. A partir de ahí se han manifestado dos orientaciones en
de los veinticinco años transcurridos desde la publicación del Mé­ la investigación. Para unos era cosa ante todo de adelantar más la
moire ... (1878-1903)". Si sólo de Meillet hubiese dependido, el investigación teórica, de sacar a luz particularmente en la morfología
acontecimiento habría quedado señalado con claridad mayor aún: indoeuropca los efectos y las combinaciones de este "coeficiente
una carta inédita de Saussure nos informa que Meil1et quiso poner sonántico". Resulta hoy día que este fonema no es único, que repre­
primero: "para el aniversario de la publicación ... " --de lo cual senta una clase entera de fonemas, desigualmente representados en
Saussure lo disuadió amistosamente. las lenguas históricas, y que se llaman "laringales". Otros lingüistas
Pero aun en 1903, es decir veinticinco años después, todavía insisten por el contrario en el análisis descriptivo de estos sonidos;
no podía saberse cuántas intuiciones clarividentes contenía cl Mé­ procuran definir la realidad fonética; y como el número de estas
moire de 1878. He aquí un espléndido ejemplo. Saussure discernió laringales es todavía motivo de discusión, de año en año se ven
que el sistema vocálico del indoeuropeo contenía varias a. En lo to­ multiplicarse las interpretaciones, que originan nuevas controversias.
cante al conocimiento puro, las distintas a del indoeuropeo son Este problema ocupa hoy el centro de la teoría del indoeuropeo;
objetos tan importantes como las partículas fundamentales en física apasiona a los diacronistas tanto como a los descriptivistas. Todo lo
nuclear. Ahora bien, una de estas ~ tenía la singular propiedad de cual atestigua la fecundidad de los puntos de vista introducidos por
comportarse distintamente que sus dos congéneres vocálicas. No Saussure, y que no han alcanzado su plenitud hasta estos últimos
pocos descubrimientos han comenzado con una observación pare­ decenios, medio siglo después de haber sido publicadas. Incluso
cida, un desacuerdo en un sistema, una perturbación en un campe>, lingüistas que ni han leído el Mémoire no dejan de serle tributarios.
un movimiento anormal en una órbita. Saussure caracteriza esta a He aquí, pues, a Saussure adelantándose, muy joven, en su ca­
por dos rasgos específicos. Por una parte, no es parienta ni de e rrera, estrella· en la frente. Acogido favorablemente en la ltcole des
ni de o; por otra, es coeficiente sonántico, es decir, es susceptible de Hautes lttudes, donde encuentra en el acto discípulos a quienes
desempeñar el mismo papel doble, vocálico y consonántico, que las su pensamiento encanta e inspira, en la Société de Linguistique,
nasales o las líquidas, y se eombina con vocales. Notemos que Saus­ donde Bréal lo designa pronto secretario adjunto, se abre ante él un
surc habla de ella como de un fonema, y no como de un sonido o fácil camino, y todo parece anunciar una larga serie de hallazgos.
una articulación. No nos dice cómo se pronunciaba este fonema, Las esperanzas no se frustran. Recordemos tan sólo sus artículos
a qué sonido pudiera parecerse en tal o cual sistema observable; ni fundamentales sobre la entonación báltica, que muestran la profun­
siquiera si se trataba de una vocal o de una consonante. La sus­ didad sus análisis y siguen siendo modelos para quien se dedique
tancia fónica no es considerada. Estamos en presencia de una uni­ a iguales indagaciones. Sin embargo, es un hecho señalado -y deplo­
dad algébrica, un término del sistema, lo que denominará más radO- por quienes hablan de Saussure en estos años que bien pronto
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su producción disminuye. Se restringe a algunos artículos, cada vez paSlOn, explicaré por qué no hay un solo ténnino empleado en lin­
más espaciados, y que por 10 demás sólo concede al solicitárselo sus güística al que conceda yo un sentido cualquiera. Y confieso que no
amigos. Regresado a Ginebra para ocupar una cátedra en la Uni­ será hasta entonces cuando pueda reanudar mi trabajo en el pun­
versidad, deja de escribir casi por completo. No obstante, nunca to en que lo dejé.
dejó de trabajar. ¿Qué es, entonces, 10 que le impedía publicar? "He aquí una disposición tal vez estúpida, que explicaría a Duvau
Empezamos a saberlo. Este silencio esconde un drama que debió de por qué, por ejemplo, he dado largas más de un año a la publicación
ser doloroso, se agravó Con los años y no llegó a encontrar salida. de un artículo que materialmente 110 ofrecía ninguna dificultad _y
Toca por un lado a circunstancias personales, acerca de las cuales sin conseguir por lo demás evitar las expresiones lógicamente odiosas,
los testimonios de sus familiares y amigos pudieran dar algunas ya que para eso sería precisa una reforma decididamente radical."4
luces. Era sobre todo un drama del pensamiento. Saussure se alejaba Se ve en qué debate está encenado Saussure. Más ahonda en
de su época en la medida misma en que se iba haciendo amo de su la naturaleza del lenguaje, menos lo satisfacen las nociOnes recibi­
propia verdad, ya que esta verdad le hacía rechazar todo lo que por das. Busca entonces ent.Tetenimiento en estudios de tipología etnolin­
entonces se enseñaba a propósito del lenguaje. Pero, al mismo tiempo güística, pero vuelve siempre a su obsesión primera. Quizá también
que vacilaba ante aquella revisión radical que sentía necesaria, no por escapar se lanzará más tarde a una inmensa búsqueda de anagra­
podía decidirse a publicar la menor nota sin haber asegurado antes mas. " Pero hoy vemos qué estaba en juego: el drama de Saussure
los fundamentos de la teoría. Con qué hondura sufría tal turbación a transformar la lingüística. Las dificultades con que choca su
y en qué medida estaba a veces a punto de desanimarse, 10 revela reflexión van a obligarlo a forjar las nuevas dimensiones que orde­
un documento singular, un pasaje de una carta a Meillet (4 de enero narán los hechos del lenguaje.
de 1894), donde, a propósito de sus estudios sobre la entonación A partir de este momento, en efecto, Saussure ha visto que es­
báltica, le eonfía: tudiar una lengua conduce inevitablemente a estudiar el lenguaje.
"Pero estoy muy harto de todo esto y de la dificultad que hay, Creenlos poder alcanzar directamente el hecho de lengua como una
en general, para escribir diez líneas con sentido común en materia realidad objetiva. La verdad es que no 10 captamos sino desde
de hechos del lenguaje. Preocupado sobre todo desde hace mucho detenninado punto de vista, que hay que empezar por definir. Deje­
por la clasificación lógica de estos hechos, por la clasificación de los mos de creer que en la lengua es aprehendido un objeto simple, exis­
puntos de vista desde los cuales los tratamos, veo cada vez más la tente por sí mismo y susceptible de aprehensión total. La primera
inmensidad del trabajo que sería preciso para mostrar al lingüista tarea es mostrarle al lingüista "lo que hace", a qué operaciones pre­
lo que hace; reduciendo cada operación a su eategoría prevista; y vias se entrega inconscientemente al abordar los datos lingüísticos.
al mismo tiempo la no poca vanidad de todo 10 que a fin de cuentas Nada estaba más alejado de su tiempo que estas preocupaciones
puede hacerse en lingüística. lógicas. Los lingüistas andaban por aquel entonces absorbidos en
"Es en último análisis tan sólo el lado pintoresco de una lengua un gran esfuerzo de investigación histórica, preparando materiales
lo que hace que difiera de todas las demás como pertenecientes a de­ de comparación y elaborando repertorios etimológicos. Estas gran­
tenninado pueblo con detenninados orígenes, es este lado casi etno­ des empresas -muy útiles, por 10 demás- no dejaban lugar a los
gráfico el que conserva interés para mí: y precisamente ya no tengo cuidados teóricos. Y Saussure se quedaba solo <:on sus problemas.
el gusto de poderme entregar a este estudio sin segunda intención, La inmensidad de la faena por realizar, el carácter radical de la re­
y disfrutar del hecho particular atenido a un medio particular. forma necesaria, podían hacerlo vacilar, desanimarlo por momentos.
"Sin cesar, la inepcia absoluta de la terminología ordinaria, la ne­
cesidad de reformarla, y de mostrar para ello qué clase de objeto 4 Este texto ha sido citado por Godel, oJ:>. cit., p. 31, pero ateniéndose a

es la lengua en general, me estropea el placer histórico, aunque no una éopia defectuosa que hay que corregir en varios lugares. El pasaje lo repro­
ducimos aquí siguiendo el original. [1965] Ver ahora :E:. Benv~niste, "Lethes
tenga anhelo mayor que no deber ocupamle de la lengua en general. de Ferdinand de Saussure a Antoine :Meillet", Cahiers Ferdinand de Saussure,
"A mi pesar, esto acabará en un libro donde, sin entusiasmo ni 21 (1964), pp. 92-135.
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obstante, no renuncia. Piensa en un libro en que dirá estas materia por analizar mediante una técnica instrumental, si no es que
cosas, en donde presentará sus opiniones y emprenderá la refundi­ como una libre e incesante creación de la imaginación humana.
ción completa de la teoría. Hay que volver a los fundamentos, descubrir este objeto que es el
Tal libro no será escrito jamás, pero quedan esbozos, en forma lenguaje, al cual no podría compararse nada.
de notas preparatorias, de observaciones anotadas rápidamente, de ¿Qué es pues este objeto, que Saussure erige sobre la tabla rasa
borradores, y cuando tenga Saussure, para cumplir obligaciones de todas las nociones recibidas? Tocamos aquí lo que hay de pri­
ll:liversitarias, que impartir un curso de lingüística general, volverá mordial en la doctrina saussuriana, un principio que presume una
a los mismos temas y los prolongará hasta el punto en que los intuición total del lenguaje, total porque contiene el conjunto de
conocemos. su teoría y porque abarca la totalidad de su objeto. Este principio
Encontramos, en efecto, en el1ingüista dc 1910 el mismo propó­ es que el lengua;e, se estudie desde el punto de vista que sea, es·
sito que guiaba al principiante de 1880: asegurar los fundamentos siempre un ob;eto doble, formado por dos partes, cada una de las
de la lingüística. Rechaza los marcos y las nociones que ve emplear cuales no vale sino por la otra.
por doquier, ya que le parecen ajenos a la naturaleza propia del Aquí está, me parece, el meollo de la doctrina, el principio de
lenguaje. ¿Cuál es esta naturaleza? Se explica brevemente en notas donde procede todo el aparato de nociones y de distinciones que
de éstas, fragmentos de una reflexión que no puede ni cejar ni fi­ constituirá el Cours publicado. En efecto, todo en el lenguaje ha
jarse por completo: de definirse en términos dobles; todo lleva la impronta y el sello
"Por lo demás hay cosas, objetos dados, que somos libres de de la dualidad oposítiva:
considerar luego desde distintos puntos de vista. Hay aquí ante -Dualidad articulatoria/acústica.

todo puntos de vista, justos o falsos, pero sólo puntos de vista, con -Dualidad del sonido y del sentido.

ayuda de los cuales son creadas secundariamente las cosas. Resulta -Dualidad del individuo y de la sociedad.

que estas creaciones corresponden a realidades cuando el punto de -Dualidad de la lengua y de la palabra.

partida es atinado, o que no corresponden en caso contrario; pero en -Dualidad de 10 material y de lo insustancial.

ambos casos ninguna cosa, ningún objeto es dado un solo instante -Dualidad de lo "memorial" (paradigmático) y de lo sintag­
en sÍ. Ni siquiera cuando se trata del hecho más material, más evi­ mático.

dentemente definido en sí en apariencia, como pasaría con una serie -Dualidad de la identidad y de la oposición.

de sonidos vocales." 5 ualidad de lo sincrónico y de 10 diacrónico, etc.

"He aquí nuestra profesión de fe en materia lingüística: en otros Y, una vez ninguno de los términos así opuestos vale por
dominios puede hablarse de las cosas desde tal o cual punto de vista, sí mismo ni remite a una realidad sustancial; cada uno extrae su
con la certeza que se tiene de hallar terreno firme en el objeto mis­ valor del hecho de oponerse al otro:
mo. En lingüística negamos en principio que haya objetos dados, "La ley enteramente final del lenguaje es, por 10 que nos atre­
que haya cosas que continúen existiendo cuando se pase de un .vemos a decir, que nunca hay nada que pueda residir en un término,
orden de ideas a otro, y que se pueda uno por consiguiente permitir por consecuencia directa de que los símbolos lingüísticos carezcan
considerar 'cosas' en varios órdenes, como si fueran dadas por sí de relación con lo que deben designar, que a es impotente para
mismas." 6 desIgnar nada sin el socorro de b, a éste le pasa 10 mismo sin el
Estas reflexiones explican por qué Saussure juzgaba tan 'impor­ auxilio de a, o que ninguno de los dos vale más que por su recíproca
tante mostrar al lingüista "lo que hace". Deseaba hacer comprender diferencia, o que ninguno vale, ni aun por una parte cualquiera de
el error en que se ha metido la lingüística desde que estudia el len­ sí (supongo 'la raíz', etc.) de otro modo que por este mismo plexo
guaje como una cosa, como un organismo viviente o como una de diferencias eternamente negativas." 1
6 e.F.S., 12 (1954), pp. 57 Y 58.
11 lbid., p. 58. 7 Ibid., p. 63.
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"Como el lenguaje no ofrece en ninguna de sus manifestaciones Mientras más se penetre en el mecanismo ele la significación, mejor
una sústancia, sino solamente acciones combinadas o aisladas de se verá que las cosas no significan en razón de su ser-esto sustancial,
fuerzas fisiológicas, psicológicas, mentales; y como no obstante todas sino en virtud de rasgos formales que las distinguen de las otras
nuestras distinciones, toda nuestra terminología, todas nuestras cosas de la misma clase y que nos incumbe deslindar.
maneras de hablar están moldeadas por esta suposición involuntaria De estas opiniones procede la doctrina a la que los discípulos de.
de una sustancia, no es posible negarse, ante todo, a reconocer que Saussure han dado forma y publicado. Hoy día, exegetas escrupulo­
la teoría del lenguaje tendrá por tarea más esencial desenmarafiar sos se dedican a la tarea necesaria de restaurar en su exacto tenor
qué es de nuestras distinciones primeras. Nos es imposible conceder las lecciones de Saussure, ayudándose de todos los materiales que
que se tenga derecho de elevar una teoría pasando por alto este han conseguido recuperar. Gracias a sus cuidados dispondremos de
trabajo de definición, pcse a que tal manera cómoda haya satisfecho una edición crítica del COUTS de linguistique générale, la cual no
hasta el presente al público lingüístico." 8 sólo nos proporcionará una imagen fiel de esta enseñanza trasmi­
Cierto: puede tomarse como objeto del análisis lingüístico un tida en su forma oral, sino que permitirá fijar con rigor la termino­
hecho material, por ejemplo un segmento de enunciado al que no logía saussuriana.
sería vinculada ninguna significación considerándolo como simple Esta doctrina informa, en efecto, de una u otra manera, toda
producción del aparato vocal, o aun una vocal aislada. Creer que la lingüística teórica de nuestro tiempo. La acción que ha ejercido­
nos aferramos a una sustancia en tal caso es ilusorio: precisamente se acrecienta por efecto de convergencias entre las ideas saussurianas
no es sino merced a una operación de abstracción y de generaliza­ y las de otros teóricos. Así, en Rusia, Baudoin de Courtenay y su
ción como podemos delimitar semejante objeto de estudio. Saus­ discípulo Kruszewski proponían, de manera independiente, una nue­
sure 'insiste: sólo el punto de vista crea esta sustancia. Todos los va concepción del fonema. Distinguían la función lingüística del
aspectos del lenguaje que tenemos por dados son resultado de ope­ fonema de su realización. articulatoria. Esta enseñanza paraba, en
raciones lógicas que practicamos inconscientemente. Adquiramos suma, aunque en escala más pequeña, en la distinción saussuriana
conciencia, pues. Abramos los ojos a la verdad de que no hay un entre lengua y habla, y asignaba al fonema un valor diferencial. Era
solo aspecto del lenguaje que sea dado aparte de los otros y que se el primer germen de lo que ha llegado a ser una disciplina nueva,
pueda anteponer a los otros como anterior y primordial. De donde la fonología, teoría de las funciones distintivas de los fonemas, teo­
esta verificación: ría de las estructuras de sus relaciones. Cuando la fundaron, N. Tru­
HA medida que se ahonda en la materia propuesta al estudio betskoi y R. Jakobson reconocieron expresamente sus precursores en
lingüístico, se convence uno cada vez más de esta verdad, que da Saussure como en Baudoin de Courtenay.
-sería inútil disimularlo-- singularmente que pensar: que el nexo La tendencia estructuralista que se afirma desde 1928 y que
que se establece entre las cosas preexiste, en este dominio, a las cosas luego habría de ser puesta en primer plano, así sus orígenes
mismas, y sirve para determinarlas." 1) en Saussure. Aunque éste nunca haya usado en sentido doctrinal
de aire paradójico, que todavía hoy puede sorprender. Hay el término "estructura" (el cual, además, por haber servido de lema
lingüistas que reprochan a Saussure complacerse en subrayar para­ a movimientos muy diferentes, ha acabado por perder todo conte­
dojas en el funcionamiento del lenguaje. Pero en verdad es el len­ nido preciso), la filiación es indudable, de Saussure a todos los que'
guaje lo más paradójico que hay en el mundo, y pobres de quienes buscan en la relación los fonemas entre sí el modelo de la es­
no lo noten. Mientras más se adelante, más se sentirá este contraste tructura general de los sistemas lingüísticos.
entre la unicidad como categoría de nuestra apercepción de los obje­ Acaso sea útil situar a este respecto una de las escuelas estructu­
tos y la dualidad cuyo modelo impone el lenguaje a nuestra reflexi6n. ralistas, la más caracterizada nacionalmente, la eseuela estadouni­
dense, en tanto que se tiene por descendiente de Bloomfield. No
8 Ibíd., pp. 55 Y 56. es lo bastante sabido que Bloomfield escribió del Cours de linguis­
11 Ibíd., p. 57. tique générale una reseña muy elogiosa, donde, anotando a favor de
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Saussure la distinción entre lengua y habla, concluía: "He has given biológicos, que ofrecen una naturaleza "simple" (sea cual fuere su
us the theoretical basis for a science of human speech." 10 Por mu­ complejidad), por mantenerse por entero en el campo en que se
cho que haya cambiado la lingüística estadounidense, no deja de es­ manifiestan y formarse y diversificarse todas sus estructuras en nive­
tar ligada a Saussure. les sucesivamente alcanzados en el orden de las mismas relaeiones~
Como todos los pensamientos fecundos, la concepción saussu­ y por otra parte los fenómenos propios del medio interhumano que'
riana de la lengua acarreaba consecuencias que no se notaron de tienen la característica de no poder ser tomados jamás eomo datos
momento. Incluso hay una parte de su enseñanza que ha penna­ simples ni definirse en el orden de su propia naturaleza, sino tener
necido casi inerte e improductiva durante largo tiempo. Es la que siempre que ser recibidos como dobles, en virtud de estar vinculados
toca a la lengua como sistema de signos, y el análisis del signo en a otra cosa, sea cual sea su "referente". Un hecho cultural no es
significante y significado. Había ahí un principio nuevo, el de la tal sino en cuanto que remite a alguna otra cosa. El día en que
unidad de doble faz. Estos últimos años, la noción de signo ha sido cobre forma una ciencia de la cultura, se fundará probablemente
,discutida entre los lingüistas: hasta qué punto ambas fases se corres­ en este carácter primordial, y elaborará sus dualidades propias a par­
ponden, cómo se mantiene la unidad o se disocia a través de la dia­ tir del modelo dado por Saussure para la lengua, sin conformarse
cronía, etc. No pocos puntos de la teoría están aún por examinar. a él neeesariamente. No escapará ninguna ciencia del hombre a esta
En particular, será cosa de preguntarse si la noción de signo puede reflexión sobre su objeto y sobre su lugar en el seno de una cicncia
valer como principio de análisis en todos los niveles. Hemos indi­ general de la cultura, ya que el hombre no naee en la naturalcza
cado en otro lugar que la frase como tal no admite la segmentación sino en la cultura.
en unidades del tipo del signo. Qué extraño destino el de las ideas, y cómo a veces pareeen te­
Pero lo que deseamos subrayar aquí es el alcance de este prin­ ner vida propia, revelando o desmintiendo o rccreando la imagen
cipio del signo instaurado como unidad de la lengua. Resulta que de su ereador. 1?uede reflexionarse mucho acerca de este eontraste:
la lengua se torna un sistema semiótico: "la tarea del lingüista ia vida temporal de Saussure comparada con la fortuna de sus ideas.
-dice Saussure- es definir lo que hace de la lengua un sistema Un hombre solo en su pensamiento durante casi toda la vida, impo­
especial en el conjunto de los hechos semiológicos. .. Para nosotros sibilitado para enseñar 10 que juzga falso o ilusorio, sintiendo que
el problema lingüístico es ante todo semiológico." 11 Ahora bien, hay que refundirlo todo, o por lo mcnos que intentar hacerlo, y por
vemos hoy día que este principio se propaga fuera de las disciplinas fin, después de no pocos escarceos que no logran arrancarlo del
lingüísticas y penetra en las ciencias del hombre, que adquieren con­ tormcnto de su verdad personal, comunicando a algunos oyentes
dencia de su propia semiótica. Lejos de que la lengua quede abo­ ideas sobre la naturaleza del lenguaje que nunca le parecen bastante
lida en la sociedad, es la sociedad la que comienza a reconocerse maduras para ser publicadas. Muere en 1913, poco conocido fuera
como "lengua". Hay analistas de la sociedad que se preguntan si del círculo restringido de sus discípulos y de unos cuantos amigos,
determinadas estructuras sociales o, en otro plano, esos discursos ya casi olvidado por sus contemporáneos. Mcillet, en la hermosa
complejos que son los mitos, no habrían de considerarse como signi­ nota necrológica que le consagra entonces, deplora que tal vida
ficantes cuyos significados debieran ser buscados. Estas investigacio­ coneluya con una obra incompleta: "Después de más de treinta años,
nes innovadoras hacen pensar que el carácter esencial de la lengua, las ideas que expresaba Ferdinand de Saussure en su trabajo
estar compuesta de signos, podría ser común al conjunto de los no han agotado su fecundidad. Y con todo, sus discípulos tienen el
fenómenos sociales que constituyen la cultura. sentimiento de que, ni Con mucho, tuvo en la lingüística de su
Nos parece que deberá establecerse una distinción fundamental tiempo el puesto que debiera merecer por sus dotes geniales ... " 12
entre dos órdenes de fenómenos: por una parte los datos físicos y Y coneluía con este pesar hondo: "Produjo cl libro de gramática
comparada más bello que se haya escrito, sembró ideas y adelantó
10 Modern Language Journal, 8 (1924), p. 319.

11 Cours de linguistique génira1e, la. ed., pp. 34 Y 35.


12 Linguistique historique et linguistique générale, rI, p. 174.
46 TRANSFORMACIONES DE LA LINGüíSTICA

finnes teorías, dejó su impronta en numerosos alumnos, y no obs­ II


tante no consumó todo su destino." 13
Tres años después de la muerte de Saussure aparecía el Cours de
linguistique générale, redactado por BaBy y Séchehaye según notas La comunicación
tornadas por estudiantes. En 1916, entre el estruendo de las armas,
¿a quién podía importar una obra de lingüística? Jamás fue más
cierta la expresión de Nietzsche: que los grandes acontecimientos
llegan en las patas de las palomas.
Hoy en día, cincuenta años han transcurrido desde la muerte de
Saussure, dos generaciones nos separan de él, ¿y qué vemos? La lin­
güística se ha convertido en una ciencia principal entre las que se
ocupan del hombre y de la sociedad, una de las más activas en la
investigación teórica y también en los desenvolvimientos técnicos.
Pues bien, esta lingüística renovada tiene su origen en Saussure, es
en Saussure donde se reconoce y se compendia. En todas las co­
rrientes que la atraviesan, en todas las escuelas en que se reparte,
es proclamado el papel iniciador de Saussure. Esta simiente de
claridad, recogida por algunos discípulos, se ha vuelto gran luz, que
alumbra un paisaje lleno de su presencia.
Decíamos que Saussure pertenece en adelante a la historia del
pensamiento europeo. Precursor de las doctrinas que desde hace
cincuenta años han transformado la teoría del lenguaje, a él debernos
visiones inolvidables de la facultad más elevada y misteriosa del hom­
bre, y al mismo tiempo, al colocar en el horizonte de la ciencia y
de la filosofía la noción de "signo" corno unidad bilateral, contribuyó
al advenimiento del pensamiento formal en las ciencias de la socie­
dad y la cultura, y a la constitución de una semiología general.
Abarcandu con la mirada este medio siglo tranocurrido, podernos
decir que Saussure consumó bien su destino. Más allá de su vida
terrestre, sus ideas irradian más lejos de lo que nunca hubiera ima­
ginado, y este destino póstumo se ha vuelto corno una segunda vida,
que en adelante se confunde con la nuestra.

13 1bid., p. 183.

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