La Propuesta Ética de San Alfonso

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Capítulo Cuarto:

LA PROPUESTA ÉTICA DE S. ALFONSO.

F. Ferrero, refiriéndose a la propuesta moral de Alfonso M. De Liguori,


habla de ‘doctrina moral alfonsiana’96. Quien considere la historia como un
intento serio por llegar a la experiencia real de una vida descubrirá con su
ayuda al hombre y al moralista, y es muy fácil de que ambos se conviertan
en ejemplos y guías si intenta hoy lo que hicieron ellos en el pasado”97.

Ferrero se hace varias preguntas al iniciar este estudio: Por qué se decidió
Alfonso a escribir sobre moral?. Qué le impulso a buscar un sistema
propio?. Qué temas le preocupaban?. Qué visión tenía de Dios, del mundo
y de las realidades terrenas?. Cómo llegó a dar una respuesta válida a los
problemas morales de su tiempo?. Cómo podremos ser nosotros para los
hombres de nuestros días lo que fueron ellos para los de su tiempo?. Su
ejemplo nos muestra el camino que tendremos que seguir para responder a
las urgencias morales del hombre actual.

La obra moral de Alfonso no se limita únicamente a su Theologia Moralis;


con ésta, S. Alfonso publicó otras en la que expresa su visión sobre la
moral cristiana:

La práctica de los confesores (1755), como apéndice a la segunda edición


de su Theologia Moralis;
Instrucción y práctica para el confesor, llamada también El hombre
apostólico (1757),
El Confesor de la gente del campo (1764),
Instrucción al pueblo sobre los preceptos del decálogo (1767).

Obra: La Theologia Moralis, su obra monumental en 4 tomos (1744),


Origen: tuvo su origen a partir de las Anotaciones a la Medulla theologiae
moralis de H. Busenbaum, jesuita.
Objetivo: exposición de su síntesis moral, aunque es claro que no sigue en
todo las opiniones de Busenbaum98. De Busenbaum tomó el orden de
materias a tratar, pero no la doctrina.

96
Cfr. Fabriciano FERRERO, “Génesis de la doctrina moral alfonsiana(1)”, Spicilegium
Historicum CSsR. 23/2 (1975) 293-365.
97
Fabriciano FERRERO, “Génesis de la doctrina moral alfonsiana(1)”, Spicilegium Historicum
CSsR. 23/2 (1975) 294.
98
Cfr. Angel GALINDO, “La obra moral de S. Alfonso María De Ligorio: polémicas e influencias”,
Salmanticensis 36 (1989) 80.
Alcance: La Theologia Moralis vio en vida del santo 9 ediciones; cada
edición supuso una revisión por parte de Alfonso; En la II edición hizo la
revisión de 99 opiniones; hará todavía 23 correcciones en la VI edición y
finalmente 3 en la VIII.

Cuatro constantes teológicas se pueden verificar en la obra moral de


Alfonso:

En primer lugar, presenta la gracia en relación íntima con la salvación.


 Respuesta pastoral más que filosófica o metafísica al problema de su
tiempo:
 Todos los hombres tienen la gracia suficiente para salvarse.
En alguna forma Alfonso se anticipaba a nuestro tiempo planteando el tema
de la fe más como historia de salvación que como metafísica99.

En segundo lugar, encontramos en la obra alfonsiana enormemente


valorada la oferta de amor hecha por Dios.
* Procura ayudar al hombre a evitar aquello que pueda romper esta relación
de amor, que es el pecado.

En tercer lugar, observando la relación entre conciencia, ley y libertad,


vemos que S. Alfonso da la primacía a la libertad sobre la ley.
Su moral casuística respeta más la libertad frente a la norma que las
morales de su tiempo.

Finalmente, en conexión con lo anterior, es posible afirmar que su


‘equiprobabilismo’ es una orientación y un camino de búsqueda y de
consecución de la libertad de los hijos de Dios.

La polémica entre rigoristas y laxistas habían desorientado la conciencia


del pueblo. Ignorancia, miedo y pesimismo, eran tres azotes que flagelaban
la conciencia de la gente durante el siglo XVIII.

F. Ferrero ha descrito esta situación.


Es un hecho que Alfonso, como S. Agustín, tuvo que atravesar muchas
aguas (tuciorismo, probabiliorismo, probabilismo…) para llegar finalmente
a echar el ancla en el ‘equiprobabilismo’. Alfonso mismo confiesa en la
Disertación Escolástico-Moral en favor del uso moderado de la opinión
probable del 1749 que fue ‘tuciorista’(rigorista) un tiempo. A través de la
99
Cfr. Evangelista VILANOVA, Historia de la Teología cristiana, vol. III, Herder, Barcelona 1992,
971-978.
lectura de autores rígidos y benignos, por espacio de 30 años, buscando
continuamente la luz del Señor que lo llevara a puerto seguro; declara que
logró fijar su sistema moral, gracias a las luces que le dieron muchos
teólogos, especialmente el ‘Doctor Angélico’.

La comunicación frecuente con Remondini, el editor de sus obras, revela la


forma como Alfonso fue evolucionando de una edición a otra de su
Theologia Moralis; así aparece, por ejemplo, en la quinta edición (1763)
cuando escribe al editor que retire lo que a propósito de la conciencia había
escrito acerca de la opinión probable, que para él ya no vale nada, y lo
remplace con la nueva que le ha enviado100.

¿Qué es el equiprobabilismo?

Su síntesis podría ser: a falta de certeza, siendo más o menos igual el grado
de probabilidad a favor de la libertad personal y a favor de la ley mandante,
la libertad personal, es por lo menos, tan importante como la ley; no debe
pues, forzarse a nadie a seguir la opinión más segura a favor de la ley
cuando la opinión por la libertad personal es tan notable como aquella”.

El “equiprobabilismo” de Alfonso rescata tres primados al tiempo:


- El primado de la verdad, y en última instancia, de Dios.
- El primado de la conciencia personal según la cual cada uno será
juzgado.
- El primado de la libertad, es decir, del hombre.

Aplicación: Acerca del sistema ‘equiprobabilista’ decía Alfonso: Tengo


tan claro y cierto mi sistema que aquí en la diócesis no acepto a la
confesión a uno que quiera seguir la opinión menos probable; pero tampoco
a quien quisiera negar la absolución a un penitente que admite la opinión
igualmente probable o aquella de la cual se duda si es un poco menos
probable. Esto lo escribía en la Carta n. 217 (1768)101.

Evolución de la propuesta:
* Siglo XVIII tuvo poca acogida la Theologia Moralis a causa de su
postura probabilista y de los nexos con los Jesuitas;
* Se llegó, incluso, a proponer la elaboración de otro texto de moral para
remplazarla
100
Cfr. Livio DAL BON, Tesi di Laurea sul probabilismo con una Prefazione e tre Appendici,
Cremona 1953, 157.
101
Cfr. Livio DAL BON, Tesi di Laurea sul probabilismo……….., Appendice n. I,, 160.
* Se desató una tempestad dentro del gobierno napolitano, de cuño
jansenista, contra Alfonso102.

* Se hablará en el siglo XIX de la ‘liguorización’ de la moral,


* Se impone su propuesta en el ámbito católico.

Por esta razón se hablará más tarde de la ‘recepción’ del pensamiento alfonsiano dentro
de la iglesia103: F. Ferrero expone la ‘recepción’ del pensamiento de Alfonso en España;
G. Orlandi ilumina esta misma ‘recepción’ en Italia y O. Weiss cuenta cómo se llevó a
cabo en Alemania104.

Algunas opiniones:

M. Vidal: “el siglo XIX nace rigorista en moral y termina impregnado de


moral liguoriana. El proceso de liguorización’ de la moral católica durante
el siglo XIX es efecto de la confluencia de múltiples factores; entre estos
se destaca el reconocimiento oficial de la santidad de Alfonso”105.

A.Galindo hace este juicio de la obra moral de Alfonso: “en la obra


alfonsiana nos podemos encontrar con una auténtica síntesis entre
Mensajero y Mensaje.

Método: La perspectiva y el método de su moral no siguen una línea


puramente científica. Su obra va dirigida a la práctica y es aquí donde él se
identifica con su obra. Se esfuerza desde su fe en lograr una unión de la
vida cristiana, la doctrina de la iglesia y la enseñanza teológica, ya que su
Theologia Moralis no es una ‘suma’ de teología moral. Más que una suma
de doctrinas o fórmulas de fe, nos enfrentamos con una casuística
personalista que conlleva un esfuerzo por conjugar la ortodoxia con la

102
Cfr. Silvio BOTERO G. –Sabatino MAJORANO, a cura di, Domenico Capone: La proposta
morale di Sant’Alfonso. Sviluppo e attualitá, Edit. Academiae Alphonsianae, Roma 1997, 174-
186.
103
Cfr. BIBLIOTHECA HISTORICA CONGREGATIONIS SSMI REDEMPTORIS , La ‘recezione’ del pensiero
alfonsiano nella Chiesa. Atti del Congresso in occasione del III Centenario della nascita di S.
Alfonso María De Liguori (Roma 5-7 Marzo 1997), vol. XVIII, Collegium S. Alfonsi de Urbe
1998.
104
Cfr. BIBLIOTHECA HISTORICA CONGREGATIONIS SSMI REDEMPTORIS , La ‘recezione’ del pensiero
alfonsiano nella Chiesa. Atti del Congresso in occasione del III Centenario della nascita di S.
Alfonso María De Liguori (Roma 5-7 Marzo 1997), vol. XVIII, Collegium S. Alfonsi de Urbe
1998, 225-264, 353-452 y 269-289.
105
Marciano VIDAL, “La pastoralidad de la teologia moral. La moral de S. Alfonso De Liguori
*1696/1787 , Confer 103 (sin año) 448.
“La ‘praxis’, rasgo característico de la moral alfonsiana y reto a la teología moral actual”,
Studia Moralia 25(1987) 303.
ortopraxis desde una visión y vivencia de la fe del autor. Su método es
eminentemente empírico; parte de la experiencia de cercanía con el pueblo,
de la relación con las personas, de la catequesis y de las misiones. Su
contenido es fiel al Magisterio de la iglesia y a las corrientes teológicas más
ortodoxas”106.

Finalidad: formación de sacerdotes.

La Theologia Moralis surge como respuesta a una realidad de la


Congregación recién fundada por Alfonso. Este había organizado un
Estudiantado (Escolasticado) para formar a los candidatos jóvenes. Quiso
que los Redentoristas tuviesen una formación cualificada en el campo de la
Moral, tan necesaria en la predicación de las misiones parroquiales y para
el ejercicio del ministerio de la reconciliación sacramental. El mismo
Alfonso se reservó para sí dar las clases de teología moral; el fruto de esta
docencia se concretó en las Anotaciones al manual de Busenbaum, escribe
M. Vidal107.

Añade todavía: en el Prólogo a la primera edición (1748) escribió el Santo:


“desde hace algunos años vengo pensando ofrecer a los jóvenes de nuestra
mínima Congregación del Smo. Salvador (así se llamaba en un comienzo)
un manual en el que, de forma breve y con un buen método puedan
formarse en la ciencia de la teología moral, tan difícil y al mismo tiempo
tan necesaria para la salvación de las almas”.

Implicaciones de su propuesta:

* La conversión del rigorismo,


* La dimensión salvífica del saber teológico-moral
* La benignidad pastoral en la práctica sacramental.

Estas implicaciones se derivaban de la inquietud de Alfonso en favor de


una pastoral práctica. La polémica se situaba entre sostener una moral de
sólo principios o hacer una reflexión moral de carácter casuista.

A este propósito, afirmaba Alfonso: “nadie niega que todos los casos se han de resolver
a la luz de los principios. Pero ahí está la dificultad: aplicar en cada caso concreto los
principios oportunos. Esto no puede lograrse sin una seria ponderación de las razones
que hay por una parte y por otra. Y esa es cabalmente la labor de los moralistas; ellos
106
Angel Galindo, “La obra moral de S. Alfonso María de Ligorio: polémicas e influencias”,
Salmanticensis 36(1989) 87.
107
Marciano VIDAL, “La ‘pastoralidad’ de la teología moral. La moralidad de S. Alfonso De
Liguori (1696-1787)”, Confer 103 (sin año) 448.
han tratado de determinar en muchos casos particulares cuáles son los principios que
hay que aplicar”108. El acento que Alfonso coloca sobre la dimensión práctica de la vida
moral insinúa claramente la ‘pastoralidad’ de la teología moral.

Alcances:

Nos podríamos preguntar si la visión que tuvo Juan Pablo II de la moral y


que presenta en la encíclica Veritatis splendor (1993) no está inspirada, en
alguna forma, en el pensamiento alfonsiano: “compete a los moralistas, en
conexión íntima y vital con la teología bíblica y dogmática, subrayar en la
reflexión científica el aspecto dinámico que ayuda a resaltar la respuesta
que el hombre debe dar a la llamada divina en el proceso de su crecimiento
en el amor, en el seno de una comunidad salvífica”(111). Muchos de los
términos empleados por el Papa en esta sentencia los hallamos también en
la reflexión teológico-moral de Alfonso.

Junto a la propuesta moral de Alfonso, M. Vidal plantea también una


propuesta–reto a los redentoristas, que debemos trabajar solidariamente
quienes estamos convencidos de la alternativa alfonsiana. Los puntos
principales de ese proyecto en que se concreta hoy la intuición alfonsiana
de la moral son estos:

1. La teología moral ha de ser entendida y ejercida como una ciencia de


salvación y como un camino de perfección. El saber teológico no es un
poder para condenar, sino una ayuda para salvar.

2. La reflexión teológico-moral tiene como cometido ahondar en el


significado y en las exigencias de la ‘Redención copiosa’. La moral
cristiana ha de ser propuesta como ‘una moral de la benignidad’,
distanciada, tanto del inmisericorde rigorismo como del contemporizador
laxismo. La radicalidad ética es genuinamente evangélica si sabe encarnar
las exigencias cristianas en la fragilidad de la condición humana y en la
precariedad de la historia.

3. El servicio teológico-moral ha de ser ejercido en comunión eclesial y


buscando la edificación de la sensibilidad ética de todo el pueblo cristiano.
La incorporación de los laicos y, entre ellos a las mujeres, es un imperativo
ineludible de la hora presente.

108
S. Alfonso María DE LIGUORI, Pratica del confessore per ben esercitare il suo minstero,
Casa Mariana, Frigento (Av.) 1987, 26., n. 17.
A este respecto, se debe hacer mención de algunas reflexiones hechas sobre
este reto109.

- La ciencia salvífica de la moral cristiana ha de estar vinculada a la


praxis de la liberación humana. Para ello es necesaria una ‘revolución
metodológica’ y una conversión del teólogo moralista. La opción
preferencial por el pobre cambiará la orientación, los intereses y los
contenidos de la teología moral.

- La teología moral entendida como servicio a la evangelización se


encuentra ante el reto de la inculturación. El ethos cristiano está abierto a
todas las culturas; tiene la posibilidad y le urge la obligación de encarnarse
en todas y cada una de ellas.

- En cuanto a los contenidos concretos, la teología moral del presente


ha de optar preferentemente por las tres grandes causas de la humanidad: la
paz, la libertad, la justicia económica. Estas tres causas se resumen en un
único imperativo: crear la cultura de la solidaridad humana.

Es significativo que siglos después, en pleno siglo XXI, se aluda a S. Alfonso por razón
del sentido práctico que da a su reflexión teológico-moral. Es precisamente un bioético-
clínico y no un teólogo el que recientemente ha hecho alusión al Santo Doctor de la
iglesia, Mark Miller, al referirse a ‘la experiencia como fuente de teología moral’.
Aludiendo a la razón práctica que a menudo es denigrada en la ética académica, afirma:

“… Rey-Mermet comenta sobre la fuerte objeción que I. Doelinger levantó contra el


método de S. Alfonso. (…) El contexto de esta cita es la batalla durante el siglo XVIII
entre laxistas y rigoristas, incluía sistemas tales como el probabilismo, el tuciorismo, el
probabiliorismo, el equiprobabilismo, etc. Alfonso fue atacado por ambos lados, pero
especialmente por los rigoristas que enfatizaban el horror del pecado y la dificultad de
una verdadera confesión y arrepentimiento, y por tanto, de la absolución.

El libro de Rey-Mermet (Moral Choices: the moral Theology of Saint Alphonsus


Liguori) es un estudio brillante de la comprensión de Alfonso por la gente corriente, que
no degeneró en una posición laxista. Más bien, Alfonso exigió reglas morales y el
ejercicio de la confesión basado en los mejores argumentos. Pero Alfonso conocía
sobre todo el daño que hacía el rigorismo en la confesión por su propia experiencia
desde que era joven sacerdote.

Motivación: A través de su trabajo entre los pobres urbanos y después con


los abandonados rurales, llegó a ser tanto un pensador riguroso como un
109
Cfr. Fabriciano FERRERO, “El seglar y la evangelización misionera en tiempo de S. Alfonso”,
Spicilegium Historicum CSsR. 35/2 (1987) 361-393; Giuseppe ORLANDI, “Alfonso María De
Liguori e i laici. La fondazione delle ‘Cappelle serotine’ di Napoli”, Lateranum 53/2 (1987) 504-
526.
confesor sensible a las realidades humanas en asuntos cotidianos. Ambas
dimensiones brotaban de su profunda y devota relación con Dios, cuya
misericordia no conoce límites”110.

Este autor señala la diferencia entre ‘razón especulativa’ y ‘razón práctica’:


“tradicionalmente la razón especulativa ha sido vista como la
interconexión lógica de los conceptos, de modo que el conocimiento
derivado del razonamiento deductivo era considerado cierto. La razón
práctica, por otro lado, ha sido entendida durante siglos como involucrada
en las múltiples complejidades que implican para los seres humanos hasta
las decisiones relativamente simples. Por lo tanto, un análisis tradicional
de la acción moral distingue el fin o propósito de la acción y la intención
del agente moral, y, por tanto, depende de un análisis de las circunstancias
pertinentes, antes de que pueda hacerse cualquier valoración moral”111.

Miller hace una afirmación que vale la pena destacar: por fuerza de la
dicotomía griega que contraponía espíritu y materia, razón y cuerpo, se
llego a contraponer también el conocimiento especulativo y el
conocimiento práctico; hoy es necesario saber integrar uno y otro, porque
de lo contrario, terminamos por destruir al hombre mismo que es al tiempo
un conjunto dialéctico de espíritu y materia

Domenico Capone: resalta el uso frecuente que hizo san Alfonso de la


“Prudencia”, sobre todo en el conflicto verdad-caridad.
“La verdad intelectiva se tiene cuando el ser conceptual se adecua
perfectamente al ser objetivo; la verdad práctiva debe entrar en sintonía con
la intención recta”. (S.T. I-II, q. 57, a. 5, ad. 3).

La propuesta teológico-moral de Alfonso, con sus novedades, no se reduce


al nivel eclesial solamente; también hizo una propuesta a nivel civil,
planteando la posibilidad de una ‘ética civil’112. Hoy algunos teólogos han
abierto esta brecha prometedora en el contexto de la reflexión ética113.

R. Gallagher hace este juicio del ‘Santo Doctor’: “el genio de Alfonso
estuvo en saber salvaguardar tres momentos muy importantes en el campo
de la teología moral: el respeto de la verdad, de la conciencia y de la
110
Mark MILLER, “La experiencia como fuente de teología moral. Quién es un experto?. Apuntes
de un bioético-clínico”, Moralia 33 (2010) 435-436.
111
Mark MILLER, “La experiencia como fuente de teología moral……..”, 434.
112
Cfr. Gerardo RUGGIERO, “Da Alfonso María De Liguori a Gaetano Filangieri: verso la
nascita di un’etica civile”, en Rivista storica del Sannio 2 (2004) 169-1811.
113
Cfr. Marciano VIDAL, Ética civil y sociedad democrática, DDB, Bilbao 1984; Bartolomeu
BENNÁSSAR, Ética civil y moral cristiana en diálogo, Sígueme, Salamanca 1997.
libertad, de una manera coherente y dentro del sistema manualístico”114.
Desde el siglo XVI a, partir del influjo de la Compañía de Jesús, se hizo
sentir dentro de la teología moral la necesidad de conciliar una serie de
antinomias, como ‘doctrina vida’, ‘libertad y ley’, ‘objetividad y
subjetividad’, ‘cerebro y corazón’, etc. En este esfuerzo Alfonso fue
‘Maestro’ mediante el énfasis que dio a la pastoral dentro de la teología
moral.

El “equiprobabilismo” de Alfonso rescata tres primados al tiempo:


- El primado de la verdad, y en última instancia, de Dios.
- El primado de la conciencia personal según la cual cada uno será
juzgado.
- El primado de la libertad, es decir, del hombre.

Su síntesis podría ser: a falta de certeza, siendo más o menos igual el grado
de probabilidad a favor de la libertad personal y a favor de la ley mandante,
la libertad personal, es por lo menos, tan importante como la ley; no debe
pues, forzarse a nadie a seguir la opinión más segura a favor de la ley
cuando la opinión por la libertad personal es tan notable como aquella”.

D. Ruiz: comenta esta descripción del sistema moral de Alfonso: “entre sus
contrincante más de uno expresó su extrañeza de verle llevar una vida tan
costosamente santa y propagar una moral cristiana tan poco dura”

114
Raphael GALLAGHER, “Il sistema manualistico della teología morale dalla morte di
Sant’Alfonso ad oggi”, en Moorale e Redenzione,a cura di L. Álvarez V.- S. Majorano,
Academiae Alphonsianae, Roma 1983, 257.

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