La Era Del Vacío
La Era Del Vacío
La Era Del Vacío
Ideas principales
Gilles Lipovetsky, a través del texto la era del vacío da a conocer varios puntos respecto a la
posmodernidad. Igualmente, analiza herramientas usadas por la sociedad como el caso de la
autogestión donde busca alternativas que mantengan un trabajo con creatividad. De manera
general presenta los hechos más significativos de la actualidad.
Son característica de esta época individualista, las nuevas actitudes, como la apatía, indiferencia.
Una nueva personalidad, nuevas modalidades de relación social. Aparece un nuevo estadio del
individualismo. El individualismo es el nuevo estado histórico propio de las sociedades de-
mocráticas avanzadas, que definiría precisamente la era posmoderna.
Lipovetsky plantea la seducción como característica principal de la era postmoderna, el motor que
mueve la sociedad y su comportamiento. Vivir en el presente, solo en el presente y no en función
del pasado y del futuro; es esa pérdida de sentido de la continuidad histórica, esa erosión del
sentimiento.
La ola del potencial humano psíquico y corporal no es más que el estadio definitivo de una
sociedad que se aparta del orden disciplinado y lleva a sus últimas consecuencias la privatización
sistemática ya manejada por la edad del consumo.
El amaestramiento social ya no se realiza por imposición disciplinaria ni tan solo por sublimación,
se efectúa por autoseducción. La representación social del cuerpo ha sufrido una mutación cuya
profundidad puede compararse con el desmoronamiento democrático de la representación del
prójimo.
De otra parte, en el segundo texto, Vidas desperdiciadas – La modernidad y sus parias, Bauman
realiza el análisis sobre aspectos oscuros de la modernidad, mediante una perspectiva de la
sociedad en los procesos de la modernización.
El humillante y doloroso choque entre la limitación de la presencia individual en la tierra la
impasible solidez de mundo ha constituido una parte integral de la experiencia humana desde los
inicios de la historia, hasta los albores de la modernidad; modernidad líquida.
Finalmente, en el tercer texto, la humanidad perdida, Alain Finkielkraut, presenta un recorrido por
acontecimientos que convierten el siglo xx en el más terrible período de la historia de la
humanidad. La idea de que todos los pueblos del mundo forman una humanidad única no es,
ciertamente, consustancial al género humano. Es más lo que ha distinguido durante mucho tiempo
a los hombres de las demás especies animales es precisamente que no se reconocían unos a
otros. La humanidad se acaba en las fronteras de la tribu, del grupo lingüístico, a veces incluso del
poblado: hasta tal punto que muchas poblaciones llamadas primitivas se designan a sí mismas.
Por mucho que la unidad del género humano haya sido solemnemente proclamada por los
apóstoles y por los primeros filósofos, en una sociedad que se rige por el principio jerárquico a los
hombres les cuesta creer que forman parte de la misma humanidad. El valor que tiene la
humanidad debe ser potenciado con los aportes específicos de cada persona.
No crean ningún tipo de identidad de pertenencia entre grupos diferentes. Lo que cuenta es la
manera de vivir, lo cual, en la masa indistinta de los volubles bípedos, separa sin discusión lo
humano de lo no humano
Análisis personal
En el primer texto la era del vacío Gilles Lipovetsky, expone una situación donde se evidencia que
lo que acontece en estos tiempos es una ausencia de principios, de parámetros morales de
comportamiento, todo acompañado de una emergencia vertiginosa del individualismo, donde solo
importo yo y vivo el presente sin importar el pasado ni el futuro. El individuo hoy en día se siente
con la mayor y plena libertad, libertad para elegir y decidir lo que quiere; pero eso es lo que él
piensa, porque lo que realmente sucede es que se encuentra inmerso en una sociedad que lo lleva
y lo moldea como quiere, todo mediante un proceso efectivo de seducción a la que no puede
esquivar porque quizás ni cuenta se da.
En el segundo texto la vida desperdiciadas, Zigmunt Bauman, plantea ese lado oscuro de lo que
llama como lo novedoso, que no es más que una manera de alimentar el consumismo,
consumismo de cosas, quizás innecesarias, que se producen en gran cantidad, pero que
prontamente pierden su encanto y terminan parando en la basura para dar paso al siguiente, y así
sucesivamente.