Consejos A La Juventud Eclesiastés 11

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Consejos a la juventud

Eclesiastés 11:9-10

Introducción:
En una ocasión un hombre dijo: Cuando era
joven deseaba y podía hacer grandes cosas a
través de mi vida, sin embargo no se como
hacerlas. Ahora que soy viejo sé como hacer
esas grandes cosas, pero ya no tengo fuerzas
para realizarlas. La juventud es la mayoría de
las veces se traduce como vigor, energías,
oportunidades, decisiones, pero también con
inexperiencia.
Un viejo dicho clama así: La juventud es una
enfermedad que se cura con los años. En lo
particular no coincido con la idea de que la
juventud sea una enfermedad; al contrario se
podría afirmar que en la juventud se dan las
etapas más importantes y decisivas de la vida de
cualquier persona y la salud es sinónimo de
juventud. Sin embargo Dios no forma parte de
muchos de los jóvenes, Se cree que es asuntos
de viejos.
Salomón unos de los hombres más sabios de la
historia se considera autor del libro de los
proverbios de la Biblia, este fue escrito durante
la juventud de Salomón, antes de alejarse de
Dios; es también autor del libro de Eclesiastés,
pero este fue escrito durante la vejez de
Salomón, se puede ver a través de la líneas del a
un hombre que después de haber probado todas
las cosas habidas de su tiempo y vivido todas
las experiencias de todo tipo habla acerca de la
vanidad de la vida y de lo vano de las riquezas;
al final del libro el predicador aparta un lugar a
Dios y del papel que debió tener Dios en su
vida y da consejos a la juventud de cómo vivir
vidas felices de la mano de su creador.

Salomón nos habla de aspectos terrenales y


da 4 consejos a los jóvenes:

I. Dios quiere la felicidad del joven (9a)


(Muchacho, conoce la felicidad mientras seas
joven, y toma temprano las buenas
decisiones)
La Biblia Latinoamérica traduce mejor esta idea
al decir: que el joven debe buscar la felicidad
durante su juventud, pues son momentos
decisivos y en la que puede disfrutar mejor la
vida. Tomás Chalmers dijo: Los principales
componentes de la felicidad son: Tener algo
que hacer, alguien a quién amar y una
esperanza. En otras palabras la clave de la
felicidad en la vida es un propósito claramente
definido para vivirla. Es durante la juventud la
mejor oportunidad para fijarse la razón de la
vida, pues se poseen elementos importantes y
uno de ellos son las energías para lograrlas.
Alguien dijo que el motor de nuestra vida es
tener un motivo para vivirla, Dios quiere que
vivamos vidas felices, es decir quiere que
nuestra vida sirva de algo y a alguien. Que triste
sería la existencia al vivir solo por vivir s in
metas que lograr.
Una encuesta en los E.U. dice que solo el 3% de
las personas tienen bien definido su razón de
vivir. Charles Colson en su libro: Reinos en
Conflicto narra un historia de la importancia de
tener una razón de vivir. El joven debe entender
que Dios tiene una propósito para su vida y este
es que le conozca y le ame, recordando las
palabras del salmista al decir: “Subiré hacia
Dios, que alegra mi juventud.” (Salmo 42)

II. Considera a Dios en todos tus caminos


(9b) (Elige tu camino como mejor te parezca,
sin olvidar que Dios te pedirá cuenta de
todo)
Hace 20 años en los Estado Unidos había un
programa de televisión en que las parejas de
concursantes trataban de encontrar la salida de
un laberinto a fin de ganar el premio de sus
sueños. Uno de los dos concursantes se
colocaba en el lugar más alto donde se
dominaba todo el laberinto, y le gritaba
instrucciones a su pareja que corría
serpenteando por una serie de paredes, puertas y
pasajes secretos.

Como es de esperarse, el que gritaba las


instrucciones podía ver sin impedimentos todo
el laberinto; su parte será determinar el mejor
camino a lo largo del laberinto y comunicárselo
al otro en voz alta y con rapidez. Lo
emocionante y divertido del juego, para los
televidentes, era ver la confusión y frustración
del corredor que trataba de captar las
indicaciones.
No tiene nada divertido estar atrapado en un
laberinto; Así se encuentran muchos jovencitos
que están viviendo al encontrarse en un
laberinto de oportunidades, tratando de
comprender los muchísimos mensajes que cada
día escuchan de profesores, figuras políticas, la
televisión, padres y amigos que buscan dirigir
la vida de los jóvenes. Todas las oportunidades
que se presentan en nuestra vida ¿son buenas?
¿Cuáles son verdad? ¿Qué camino tomar?
¿Cómo puedo encontrar una salida en medio de
toda esta confusión? Las respuestas puede
variar de acuerdo a la mentalidad, cultura,
época o circunstancias de las personas, etc; sin
embargo sigue siendo Dios la mejor de las
opciones para que un joven encuentre el mejor
camino para su vida; sigue siendo Jesucristo por
excelencia la puerta hacia la verdadera
felicidad. Dios trasciende el tiempo, la moral
humana y cualquier circunstancia; La Biblia
dice: Fíate de Dios de todo tu corazón, y no
te apoyes en tu propia prudencia, reconócelo
(tenlo presente) en todos tus caminos y él
enderezara tus veredas (Prv. 3:6).

III. Desecha la amargura- Enojo (v.10) (No


dejes que la amargura se instale en ti,)
Durante esta etapa de la vida, los adolescentes
no saben los cambios que están ocurriendo en
sus vidas, son personas inconstantes en sus
emociones, el enojo es un elemento común en
la gran mayoría, su enojo obedece a su
despertar a un mundo que no concuerda con
ellos y buscan cambiarlo con sus acciones y
actitudes, y el enojo resulta que sus esfuerzos
son casi inutiles, pues todo sigue igual.
La amargura es una consecuencia de un enojo
no resuelto o no manejado adecuadamente:
Dios invita al joven a desechar el enojo de su
vida, pues él sabe que si este no se maneja bien
pues acarrear a algo muy dañino como lo es la
amargura; esta puede surgir de un familiar que
nos lastima, un amigo que nos traiciona, una
falsa acusación, etc; las causas pueden ser
muchas, pero la gran mayoría tiene que ver con
cosas injustas y en ocasiones fuera de nuestro
control. La amargura también es algo que se
contagia e invade el corazón hasta hundirlo y
contagiar a los que le rodean. Una persona con
amargura es esclava que necesita libertad. La
Palabra nos invita a desecharla; el mejor
remedio contra la amargura es el perdón, la
palabra quiere decir liberar, que maravillosa,
mientras la amargura se aferra a la ofensa, el
perdón se aferra a la libertad. El perdón es una
actitud en la que honestamente reconocemos la
ofensa y se hace a un lado al recordar como nos
perdona Dios. Dios nos perdonó cuando no lo
merecíamos y no nos perdona por lo que
hagamos, sino por amor así mismo.

IV. Desecha la enfermedad- sufrimiento


(v.10b) (...ni la enfermedad en tu cuerpo:
¡juventud y cabellos negros son
traicioneros!)
La OMS, define a la enfermedad como la
ausencia de la salud y a la misma como
ausencia de enfermedad. La aparición de
cualquier fenómeno que altere nuestra salud
debe ser considerado de cuidado, sin embargo
durante la juventud, la enfermedad no juega un
papel decisivo en la mayoría de las personas
jóvenes; es más los cuidados para mantener esta
salud son escasos o nulos, pues consideramos
que siempre mantendremos este vigor y salud,
sin darnos cuenta que la juventud es pasajera.

Existen muchas formas de enfermarse pero solo


un elemento se encuentra en casi todas las
enfermedades: El descuido, por descuido las
ETS, drogadicción, tabaquismo, alcoholismo,
problemas nerviosos (SSA en Ginebra dijo que
los problemas mentales han aumentado en
jóvenes en México) y por descuido cuando
avanzan los años vemos los resultados del
descuido de nuestros cuerpos, por ejemplo:
infartos por excesivo consumo de grasas, etc. Y
todas estas situaciones acarrean sufrimiento y
dolor. No es el plan de Dios que vivamos así, el
quiere que sea en la etapa de nuestra juventud
cuando tomemos estas decisiones que pueden
cambiar nuestro nivel de vida a uno de calidad
y felicidad.

Conclusión
En la catedral de San Patricio en Nueva York,
se encontró el cuerpo muerto de un mendigo,
pero en el interior de sus bolsillos se
encontraron estados de cuenta bancario con
suficiente dinero para solventar las necesidades
de ese hombre para toda su vida; mucho se
hablo de mendigo millonario, nadie supo
porque no hizo uso de estos recursos para vivir
mejor. Así muchos seres humanos viven
mendigando en la vida y viviendo como este
hombre cuando en su interior Dios ha colocado
los recursos necesarios para vivir una vida feliz
y plena. Dios en su infinita misericordia se ha
revelado a todos en la persona de Jesucristo y
en él Dios nos da todas cosas para encontrar la
verdadera felicidad. Joven acércate a Jesús y él
hará en ti una vida maravillosa.

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