Probervios 4 1-9 PDF

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Tema: Beneficios de la sabiduría

Proverbios 4 tiene 27 versículos

Este capítulo de Proverbios se divide en tres partes.

La primera entre los versículos 1 a 9 donde encontramos un mandato a adquirir


sabiduría.
La segunda, entre los versículos 10-19 que es un mandato a andar en sabiduría, y
La tercera, entre los versículos 20-27 que es un mandato a atesorar la sabiduría.

Texto de estudio Proverbios 4:1-9


1
Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
2
Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.
3
Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre.
4
Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis
mandamientos, y vivirás.
5
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones
de mi boca;
6
No la dejes, y ella te guardará; Amala, y te conservará.
7
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere
inteligencia.
8
Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
9
Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará.

Porque el propósito de Dios es que nos esforcemos en la búsqueda de la


sabiduría. Siendo una de las mejores enseñanzas que podemos encontrar
en la Palabra de Dios, pero especialmente porque nos será de utilidad para
toda nuestra vida.

Sabiduría: (Conocimiento, entendimiento, prudencia).

Cordura o inteligencia. Se traducirse (Capacidad de pensar y obrar con


buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad),
Por ahora, estudiaremos solamente la primera parte de este capítulo. Lo primero que
notamos es el deseo del padre por compartir sabiduría con sus hijos. Proverbios
4:1-2 dice: 1 “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos,
para que conozcáis cordura. 2 Porque os doy buena enseñanza; no
desamparéis mi ley.”
Imaginemos a Salomón, reuniendo alrededor a sus hijos para hablarles
directamente al corazón. Siendo fiel a la responsabilidad de criar a sus hijos
en disciplina y amonestación del Señor, les dice: Escuchen hijos, la
enseñanza de un padre.

Padres de familia, ¿tiene la costumbre de reunir a sus hijos para hablarles


directamente al corazón? No olvide que la sabiduría necesita ser
comunicada verbalmente y después tiene que ser demostrada en la
práctica.

Si Usted no tienen la costumbre de reunirse con sus hijos para explicarles


las cosas profundas de la vida, habrá otros que se encargaran de hacerlo,
pero la sabiduría que comuniquen será la sabiduría de este mundo con
consecuencias fatales para sus hijos.

La vida consiste en tomar decisiones. Desde lo más insignificante, como a


qué hora me levanto o cómo me visto, hasta las más complejas, con quién
me caso, o qué carrera elijo. Para tomar estas decisiones se necesita
cordura, o inteligencia o buen juicio. Se necesita sabiduría.

Padres, ¿quiénes están enseñando sabiduría a sus hijos? ¿Los maestros


en las escuelas? ¿Los amigos? ¿La televisión? ¿Las redes sociales? Si
quiere que sus hijos tomen buenas decisiones en la vida es necesario que
Usted les haga conocer cordura.

Lo que Salomón enseñaba a sus hijos era buena enseñanza influenciada


por la palabra de Dios, por eso Salomón estaba en libertad de exhortar a
sus hijos diciendo: No desamparen mi ley.

Padres, es necesario enseñar a nuestros hijos a tomar decisiones sabias.


Para eso hace falta sentarse con ellos para hablarles al corazón. ¿Lo está
haciendo? Luego de mostrar el deseo por comunicar sabiduría a sus hijos,
el padre muestra que esa sabiduría que estaba por compartir con sus hijos,
le había sido primeramente entregada a él por su propio padre, es decir por
David, el padre de Salomón.
Proverbios 4:3-4 dice: “Porque yo también fui hijo de mi padre,
delicado y único delante de mi madre. Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos y vivirás.”

En este pasaje vemos tres generaciones. El abuelo, David; el hijo, Salomón,


y los nietos, los hijos de Salomón. David entregó la sabiduría a Salomón,
Salomón entregó la sabiduría a sus hijos. La sabiduría fue pasando de
generación a generación.

Padres, ¿estamos transmitiendo a nuestros hijos la sabiduría que recibimos


de nuestros padres? Si no lo hacemos, nuestros hijos no tendrán que
entregar a nuestros nietos y de esa manera condenaremos a nuestra
descendencia a las tinieblas de la ignorancia.

La sabiduría es vital para el bienestar de nuestros hijos. En realidad hace la


diferencia entre la vida y la muerte. Guarda mis mandamientos y vivirás,
decía David a su hijo Salomón.

Entre los versículos 5 al 9, Salomón va a amonestar a sus hijos a adquirir la


sabiduría que está comunicando. No es suficiente oír a los padres. Es
necesario recibir esa enseñanza.

Mire lo que dice Proverbios 4:5 “Adquiere sabiduría, adquiere


inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca”

Sobre todas las demás cosas, la sabiduría, o el conocimiento aplicado a un


buen propósito, es más importante para todo hijo. La sabiduría está
íntimamente relacionada con la inteligencia. En este caso, la inteligencia
tiene que ver con la capacidad de discernir las diferencias entre las
diferentes opciones, y decidir por la opción más beneficiosa. Los hijos
no vienen al mundo con la sabiduría y la inteligencia incorporadas. Es algo
que tienen que adquirir en algún momento en la vida.

Una vez adquirida, los hijos deben tenerla siempre presente. No te


olvides, dice el texto, y no te apartes de ella. Esto produce un beneficio
tangible. Mire lo que dice Proverbios 4:6 “No la dejes, y ella te guardará;
ámala, y te conservará.”
La sabiduría y la inteligencia son útiles cuando se las incorpora al diario
vivir, pero si se las deja latentes, inactivas, no van a producir ningún
beneficio. La recomendación de Salomón a los hijos es: No la dejes. Ámala.

Interesante que la sabiduría y la inteligencia deben llegar a ser el objeto


del amor de los hijos. No olvide que lo que uno ama, es aquello por lo
cual uno se sacrifica. No dejar, y amar a la sabiduría y la inteligencia
produce un gran beneficio. Dice el texto que la sabiduría y la inteligencia
guardarán y conservarán a los hijos.

Guardar y conservar, ¿de qué? Pues de todo el mal que puede resultar de
vivir sin sabiduría e inteligencia. Una joven que desecha y no ama la
sabiduría y la inteligencia, puede, por ejemplo, introducirse cometer errores.

Muchos padres se preocupan excesivamente por rodear a sus hijos de todo


tipo de seguridades para evitar cualquier daño potencial, pero no deben
olvidar que la mejor seguridad que pueden dar a sus hijos es la que
adquieran sabiduría e inteligencia.

Esta es la razón para que Salomón se muestre tan enfático en esto de


adquirir sabiduría. Observe lo que dice Proverbios 4:7 “Sabiduría ante
todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posiciones adquiere
inteligencia.”

El mundo en el que vivimos procura hacer pensar a los hijos que la vida
consiste en tener la mayor cantidad de riqueza posible, la mayor cantidad
de fama posible, la mayor cantidad de poder posible, la mayor cantidad de
placer posible.

Cuando un hijo busca la sabiduría más que a cualquier otra cosa, se va a


producir un resultado maravilloso. Ponga atención a lo que dice Proverbios
4:8, hablando de la sabiduría dice: “Engrandécela, y ella te
engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.”

Esto es muy interesante. Cuando la sabiduría, es engrandecida, resulta en


grandeza para quien lo hace. Cuando la sabiduría es honrada, resulta en
honra para quien lo hace. El mejor ejemplo de esto es el mismo Salomón.
Siendo muy joven y con la gran responsabilidad de gobernar una gran
nación, se le apareció Dios en visión y le hizo una oferta tentadora: Pídeme
lo que quieras que yo te dé. Salomón pudo haber pedido riqueza, fama,
poder y placer, pero no lo hizo. ¿Recuerda lo que dice el proverbio?
Sabiduría ante todo, adquiere sabiduría. Consecuente con esto Salomón
dijo a Dios: Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante
de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan
grande? Salomón engrandeció a la sabiduría. Salomón abrazó la
sabiduría.

A Dios le agrado esta conducta y esto es lo que le dijo. 2 Crónicas 1:11-12


11 “Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no
pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni
pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para
gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, 12 sabiduría y
ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como
nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que
vengan después de ti.”

Allí lo tiene, la sabiduría engrandeciendo a un hombre que la engrandeció.


La sabiduría honrando a un hombre que la abrazó.

Con razón que Proverbios 4:9 dice: “Adorno de gracia dará a tu cabeza;
corona de hermosura te entregará”

Adorno de gracia y corona de hermosura, son los elementos que denotan


honra y dignidad de quien los usa. Si en verdad quiere sacar el mejor
partido de esta vida, adquiramos sabiduría y una vez adquirida guárdela
en su corazón y úsela en su diario vivir. Es la mejor posesión que puede
tener.

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