Sonograma o Espectrograma
Sonograma o Espectrograma
Sonograma o Espectrograma
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En los siguientes dos sonogramas se puede observar que el canto de muchas especies consiste
en una rápida sucesión de notas de alta y baja frecuencia.
El eje horizontal (x) del sonograma muestra el tiempo en segundos. Algunas canciones de
pájaros son, en su mayoría, lentas, y otras pueden ser muy rápidas.
Una persona puede utilizar este sonograma para calcular que el intervalo entre dos notas (que
se muestran como barras verticales) en el trino, ¡es de aproximadamente 20 mseg o una 50va
parte de un segundo! Los Gorriones Saltamontes y otros animales, como los grillos, producen
sonidos en esta misma cadencia muy alta, mucho más alta de la que los humanos pueden
producir. Debido a que el intervalo entre las notas de los trinos es tan corto, no se puede
medir simplemente al escuchar la canción.
Los sonogramas están a menudo codificados por colores para representar la intensidad del
sonido (o volumen). En consecuencia, el azul representa un sonido de baja intensidad y los
colores naranja y rojo representan los sonidos de alta intensidad.
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Producción del sonido
Desde un punto de vista físico, el sonido es una vibración que se propaga en un medio elástico
(sólido, líquido o gaseoso), generalmente el aire. Otra definición para el sonido podría ser:
es la sensación producida en el oído por la vibración de las partículas que se desplazan (en
forma de onda sonora) a través de un medio elástico que las propaga.
Para que se produzca un sonido se requiere la existencia de un cuerpo vibrante llamado "foco"
(una cuerda tensa, una varilla, una lengüeta...) y del medio elástico transmisor de esas
vibraciones, las cuales se propagan a su través constituyendo la onda sonora.
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Cualidades del Sonido
Cualquier sonido sencillo, como una nota musical, puede describirse en su totalidad
especificando tres características de su percepción: el tono, la intensidad y el timbre. Estas
características corresponden exactamente a tres características físicas: la frecuencia, la
amplitud y la composición armónica o forma de onda.
Existe una distinción entre un sonido agradable y el ruido. Un sonido agradable está
producido por vibraciones regulares y periódicas. En cambio, el ruido es un sonido complejo,
una mezcla de diferentes frecuencias o notas sin relación armónica que dan una sensación
confusa, sin entonación determinada.
La altura o tono
Los sonidos musicales son producidos por algunos procesos físicos como, por ejemplo, una
cuerda vibrando, el aire en el interior de un instrumento de viento, etc. La característica más
fundamental de esos sonidos es su "elevación" o "altura", o cantidad de veces que vibra por
segundo, es decir, su frecuencia. La frecuencia se mide en Hertz (Hz) o número de
oscilaciones o ciclos por segundo. Cuanto mayor sea su frecuencia, más aguda o "alta" será
la nota musical. La altura es una propiedad subjetiva de un sonido por la que puede
compararse con otro en términos de "alto o "bajo". Los sonidos de mayor o menor frecuencia
se denominan respectivamente, agudos o graves; términos relativos, ya que entre los tonos
diferentes uno de ellos será siempre más agudo que el otro y a la inversa.
Mientras que la frecuencia de un sonido, es una definición física cuantitativa, que se puede
medir con aparatos sin una referencia auditiva, la elevación es nuestra evaluación subjetiva
de la frecuencia del sonido. La percepción puede ser diferente en distintas situaciones, así
para una frecuencia específica no siempre tendremos la misma elevación.
La frecuencia de las vibraciones de instrumentos de un mismo tipo es proporcional a sus
dimensiones lineales.
La intensidad
La distancia a la que se puede oír un sonido depende de su intensidad, que es el flujo medio
de energía por unidad de área perpendicular a la dirección de propagación. En el caso de
ondas esféricas que se propagan desde una fuente puntual, la intensidad es inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia, suponiendo que no se produzca ninguna pérdida de
energía debido a la viscosidad, la conducción térmica u otros efectos de absorción. Por
ejemplo, en un medio perfectamente homogéneo, un sonido será nueve veces más intenso a
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una distancia de 100 metros que a una distancia de 300 metros. En la propagación real del
sonido en la atmósfera, los cambios de propiedades físicas del aire como la temperatura,
presión o humedad producen la amortiguación y dispersión de las ondas sonoras, por lo que
generalmente la ley del inverso del cuadrado no se puede aplicar a las medidas directas de la
intensidad del sonido.
El timbre
Si el tono permite diferenciar unos sonidos de otros por su frecuencia, y la intensidad los
sonidos fuertes de los débiles, el timbre completa las posibilidades de variedades del arte
musical desde el punto de vista acústico, porque es la cualidad que permite distinguir los
sonidos producidos por los diferentes instrumentos. Más concretamente, el timbre o forma
de onda es la característica que nos permitirá distinguir una nota de la misma frecuencia e
intensidad producida por instrumentos diferentes. La forma de onda viene determinada por
los armónicos, que son una serie de vibraciones subsidiarias que acompañan a una vibración
primaria o fundamental del movimiento ondulatorio (especialmente en los instrumentos
musicales).
Normalmente, al hacer vibrar un cuerpo, no obtenemos un sonido puro, sino un sonido
compuesto de sonidos de diferentes frecuencias. A estos se les llama armónicos. La
frecuencia de los armónicos, siempre es un múltiplo de la frecuencia más baja llamada
frecuencia fundamental o primer armónico. A medida que las frecuencias son más altas, los
segmentos en vibración son más cortos y los tonos musicales están más próximos los unos
de los otros.
Si se toca el situado sobre el Do central en un violín, un piano y un diapasón, con la misma
intensidad en los tres casos, los sonidos son idénticos en frecuencia y amplitud, pero muy
diferentes en timbre. De las tres fuentes, el diapasón es el que produce el tono más sencillo,
que en este caso está formado casi exclusivamente por vibraciones con frecuencias de 440
Hz. Debido a las propiedades acústicas del oído y las propiedades de resonancia de su
membrana vibrante, es dudoso que un tono puro llegue al mecanismo interno del oído sin
sufrir cambios. La componente principal de la nota producida por el piano o el violín también
tiene una frecuencia de 440 Hz. Sin embargo, esas notas también contienen componentes con
frecuencias que son múltiplos exactos de 440 Hz, los llamados tonos secundarios, como 880,
1.320 o 1.760 Hz. Las intensidades concretas de esas otras componentes, los llamados
armónicos, determinan el timbre de la nota.
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Resonancia y reverberación
Estos dos términos, a veces, son utilizados de manera errónea. Son términos que explican
fenómenos diferentes, pero en general tienden a confundirse. Pasa un poco como con los
términos aislamiento y absorción.
El término resonancia se refiere a la capacidad de vibrar que tiene un objeto. Es la manera en
la que la onda, audible o no, hace que las cosas vibren en mayor proporción de lo normal.
Todos los cuerpos o materias físicas tienen lo que se le denomina la «frecuencia de resonancia
«: una pared, un edifico, una copa, el cuerpo humano y sus órganos, un bolígrafo, un puente,
etc.
El ejemplo más conocido de resonancia es el de romper una copa con la voz. Un cantante
puede hacer coincidir una nota musical con la frecuencia de resonancia del cristal. Esta
depende del grueso del cristal, pero una vez la ejecuta, sólo es cuestión de tiempo para que
la copa se rompa.
Otro ejemplo clásico de resonancia, y que se explica en las escuelas, es el que habla del
ejército de Napoleón al cruzar un puente. Toda la tropa lo cruzaba al mismo paso y hacían
coincidir el ritmo de los pasos con la frecuencia de resonancia del puente. A cada paso
ejercían presión al puente y provocaban un movimiento, cada vez con más desplazamiento.
El puente no oponía ninguna resistencia a esta presión, dado que coincidía con la frecuencia
de resonancia y a cada paso la energía se multiplicaba y había más movimiento hasta que el
puente cedió y se derrumbó. Algo parecido pasaría si estuviéramos dando impulso todo el
tiempo a un columpio, ya que llegaría un momento que daría la vuelta.
La reverberación, la escuchamos muy bien en espacios grandes como las iglesias, donde las
paredes de piedra no absorben el sonido y toda la energía sonora está unos segundos viajando
en su interior hasta disiparse. En recintos más grandes, como pabellones o piscinas cubiertas,
incluso podemos llegar a tener eco. El sonido que emitimos nos es devuelto por una pared
situada a una distancia superior a 17 metros.
La reverberación es un fenómeno derivado de la reflexión del sonido. Consistente en una
ligera prolongación del sonido una vez que se ha extinguido el original, debido a las ondas
reflejadas. Estas ondas reflejadas sufrirán un retardo no superior a 1/10 de segundo o de 34
metros, que es el valor de la persistencia acústica. Cuando el retardo es mayor ya no hablamos
de reverberación, sino de eco. En un recinto pequeño la reverberación puede resultar
inapreciable, pero cuanto mayor es el recinto, mejor percibe el oído este retardo o ligera
prolongación del sonido. Para determinar cómo es la reverberación en un determinado recinto
se utiliza una serie de parámetros físicos, uno de ellos es conocido como tiempo de
reverberación.
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El físico Wallace Clement Sabine desarrolló una fórmula para calcular el tiempo de
reverberación (TR) de un recinto en el que el material absorbente está distribuido de forma
uniforme. Consiste en relacionar el volumen de la sala (V) y la absorción total (A) con el
tiempo que tarda el sonido en disminuir 60 dB en intensidad, a partir de que se apaga la fuente
sonora.
Hay que tener en cuenta que la fórmula de Sabine no es la única, ni es absolutamente fiable.
Es una fórmula simple y para salas de tipo “vivas”, es decir, de salas con gran reverberación
y coeficientes de absorción parecidos entre todos los materiales. Cuando los consultores
acústicos encargados del acondicionamiento acústico la usan, lo hacen sólo a modo de
orientación. Existen las formulaciones de Eyring y Norris, Millington y Sette, Fitzroy y
muchas más investigadores que han realizado fórmulas más exactas a la de Sabine.
El tiempo de reverberación es uno de los principales parámetros indicadores de la calidad
acústica de una sala. Su valor depende de numerosos factores: el coeficiente de absorción de
los materiales de la sala, el volumen, superficie, y el dimensionado de ésta entre otros. En la
actualidad la fórmula más precisa de cálculo del TR60 es la descubierta por el físico catalán
Higini Arau. Hasta la fórmula Arau-Puchades se habían utilizado las premisas de: o
Distribución uniforme y difusa de la energía sonora en todos los puntos del recinto o Igual
probabilidad de propagación del sonido en todas las direcciones o Absorción continua y
constante de la absorción sonora en todos los puntos e instantes del recinto La fórmula Arau-
Puchades es capaz de calcularlo considerando que exista una distribución asimétrica de la
absorción en una sala.
Filtro Acústico
Dispositivo que aprovecha las propiedades resonantes de ciertas estructuras acústicas para
atenuar o enfatizar ciertas frecuencias en forma puramente acústica.
Un filtro acústico es de aplicación a una gran variedad de casos y situaciones donde la
reducción de los niveles de ruido provocado por el transporte de estos gases se hace
imprescindible: turbinas de gas, motores diesel, compresores, torres de refrigeración,
ventiladores, plantas de energía, supresores, líneas de transporte de gases, scrubbers,
refinerías, sistemas de climatización, etc.
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Las ondas sonoras
Las ondas sonoras son básicamente ondas longitudinales que al llegar a nuestro oído
producen el efecto que nosotros conocemos como sonido. Tales ondas, comprendidas en el
intervalo de frecuencia de entre 20 y 20.000 vibraciones por segundo, se denominan para
simplificar ondas sonoras.
La recepción de una onda sonora por el oído engendra una vibración de las partículas del aire
situadas delante del tímpano, con frecuencias y amplitud determinadas. Esta vibración puede
considerarse también como debida a las variaciones de presión del aire en el mismo punto.
La presión del aire se eleva sobre la presión atmosférica y después se hace inferior a ella,
siguiendo la ley de un movimiento armónico simple de la misma frecuencia que el de una
partícula de aire. El máximo exceso de presión sobre la atmosférica se denomina amplitud
de los cambios de presión, y se demuestra que es proporcional a la amplitud de la elongación.
Medidas efectuadas con las ondas sonoras indican que las máximas variaciones de presión
en los sonidos más fuertes que puede tolerar el oído son del orden de 280 dinas/cm² (por
encima y por debajo de la presión atmosférica, que es, aproximadamente, de 1.000.000
dinas/cm²). La elongación máxima correspondiente, para una frecuencia de 1000 vibraciones
por segundo, es sensiblemente igual a la milésima de centímetro. Las amplitudes de la
elongación, aun para los sonidos más fuertes, son, por lo tanto, extraordinariamente
pequeñas.
Las variaciones máximas de presión en los sonidos más débiles, de frecuencia 1000
vibraciones por segundo, son solo alrededor de 2 x 10 a las menos cuatro dinas/cm². La
amplitud de la elongación correspondiente es, aproximadamente de 10 a la menos 9 cm. A
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modo de comparación la longitud de onda de la luz amarilla es de 6 x 10 al menos cinco cm,
y el diámetro de una molécula es alrededor de de 10 a la menos ocho cm. Se observa, que el
ojo es un órgano extraordinariamente sensible.
Para facilitar la legibilidad se adoptó como unidad de intensidad del sonido los decibeles, que
se basa en una escala logarítmica que hace mas gráfica la lectura de los resultados.
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CARACTERÍSTICAS DE UNA ONDA SONORA
Todas las ondas longitudinales tienen las mismas características, obviamente las ondas
sonoras al ser un sub conjunto de estas también las tienen.
AMPLITUD (A)
Es la máxima separación que tiene la onda desde su punto de equilibro.
PERIODO (T)
Es el tiempo que tarda la onda en efectuar una vibración completa, es la unidad mínima de
la onda que al repetirse forman la onda completa. El periodo se mide en segundo, y es la
inversa de la frecuencia, lo que quiere decir que si quisiéramos conocer la frecuencia de una
onda y tenemos el dato del periodo solo tenemos que hacer la inversa (1/f).
FRECUENCIA (f)
Es la cantidad de oscilaciones que se producen en un segundo, se denomina con la letra f
minúscula, es la inversa del periodo.
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Onda compuesta
El sonido lingüístico que llega hasta nuestros oídos es siempre una onda compuesta, es decir,
una onda que es el resultado de la adición de un número determinado de ondas simples. Dos
o más ondas simples pueden combinarse para formar una onda compuesta. Para obtener la
onda compuesta debemos ir realizando la suma algebraica de los valores de cada onda simple
en diferentes puntos del eje de abscisas, que representa los tiempos. Este método de análisis
por el que una onda compuesta se considera como la combinación de 2 simples
Fourier demostró en 1822 que toda onda que repite periódicamente su perfil se puede
descomponer en un número limitado de sinusoides que tengan su amplitud, su frecuencia y
su fase diferentes.
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Ejemplos de Ondas compuestas
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Acústica del sonido
Siendo la fonética acústica el estudio de la expresión lingüística a través de los sonidos del
lenguaje y dividiéndose en dos aspectos para su estudio tales como el acústico y el
articulatorio. Es de vital importancia que el patólogo de habla y lenguaje conozca sus
fundamentos para poder establecer la forma en que puede habilitar o rehabilitar la
comunicación oral. Al ser la fonética una ciencia, y en este caso al enfocarse en la expresión
lingüística, es decir en la expresión oral del lenguaje permite observar desde la anatomía y
fisiología la producción de los sonidos, en este caso del español. La fonética acústica
desarrolla las normas y rasgos que desde la producción de los sonidos permite entender cómo
se genera y su influencia en la cadena hablada.
Existen tres tipos de fonética, la fonética auditiva que se encarga del análisis perceptivo de
los mensajes a través de la recepción del sonido; la fonética articulatoria que investiga y
describe la formación de los sonidos y a su vez analiza los sonidos desde el punto y modo de
articulación, finalmente la fonética acústica estudia la onda sonora que producen los sonidos
articulatorios. Las tres clases de fonética se complementan, pero el análisis acústico de la
onda sonora es más objetivo desde la perspectiva de la fonética acústica.
Cuando nos referimos a la fonética acústica, es importante conocer que se divide en dos
ramas: La rama acústica que es la encargada de la estructura física del sonido y de cómo el
oído humano percibe los sonidos y los registra para luego realizar engramas cerebrales;
dichos engramas o huellas son las que permiten que luego de una mezcla de impulsos
nerviosos se produzca la decodificación del mensaje. La rama articulatoria se encarga del
modo en el que producimos los sonidos, la forma en que la onda sonora contacta nuestros
órganos fonoarticuladores para desencadenar los fonemas de nuestra lengua. Las dos ramas
se complementan y enriquecen la fonética.
Para los patólogos de habla y lenguaje la producción de los sonidos desde la perspectiva que
ofrece la fonética acústica permite que se pueda entender la génesis de los fonemas en los
órganos fonoarticuladores para así de esta manera proceder en los procesos de habilitación y
rehabilitación de la comunicación oral.
Continuando con el hilo del circuito del habla, la fase acústica contiene las ondas que forman
y transmiten los sonidos, los cuales son el objeto de estudio de la fonética acústica. La
percepción de la onda sonora se realiza a través del oído y sus partes cuya función es sintetizar
dicha onda para luego ser procesada en el cerebro (decodificación).
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Podríamos definir el sonido desde la psicoacústica como el proceso en que se decodifica el
sonido a través de la percepción auditiva. Desde la física, la vibración que se desplaza por el
aire genera la onda sonora. Estas ondas buscan medios de desplazamiento ya sea por
rarefacción o compresión que ejercen influencia en el medio por el cual la onda se desplaza.
Combinando ambos conceptos, el psicoacústico y el físico la vibración viaja a través del aire
para llegar a los órganos fonoarticuladores produciendo la onda sonora que se transforma en
los fonemas.
Dependiendo del número de ciclos que produzca la onda en el tiempo, se genera la frecuencia
de la onda, lo que nos permite clasificar los sonidos de acuerdo al timbre siendo estos graves
o agudos, cuando estos sonidos llegan o chocan en los resonadores cambia su frecuencia
natural, desarrollando los formantes, los formantes son aquellas zonas de frecuencia
reforzada que enriquecen los sonidos y le añaden características que enriquecen su análisis
sonográfico. Es importante añadir que los resonadores naturales por excelencia son la faringe
y la cavidad oral, de acuerdo a como vibra la onda sonora en la estructura vocal genera el
timbre característico de cada vocal.
De esta forma, se genera el contraste vocal vs consonante, las vocales se caracterizan por la
estabilidad en la frecuencia mientras que las consonantes se identifican por el cambio que
genera en las frecuencias; el contraste que se produce caracteriza el comportamiento de las
vocales cuando se combinan con las consonantes. Como fue dicho anteriormente el sitio de
resonancia de las vocales es en la cavidad oral. En la glotis se produce el aire, la lengua
funciona como canal de desplazamiento de la onda sonora para luego llegar a la cavidad oral
donde de acuerdo a la apertura y cierre de los labios se transforma el sonido en vocales
abiertas o cerradas. Otros contrastes como la oposición grave/agudo y denso/difuso también
caracterizan las vocales.
La iniciación de los formantes en la cavidad oral tiene una directa relación con el
comportamiento de la onda cuando se producen las consonantes, de esta forma
describiríamos tres procesos para entender la relación entre los formantes y las consonantes:
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Características acústicas de las consonantes enriqueciendo este concepto hablando del punto
de articulación de las consonantes para entender la acústica, producción y percepción de las
mismas dentro de la fonética.
Explosivas: Se caracterizan por ser momentáneas y generan un momento de
explosión al contacto del aire en los órganos fonoarticuladores. Mayormente hay un
cierre de la boca, al referirnos del punto articulatorio diríamos que son oclusivas. Las
oclusivas o explosivas pueden ser orales donde se interrumpe el sonido cuando se
emite la consonante, Las oclusivas o explosivas nasales donde se genera un descenso
del primer formante.
Fricativas: Se caracterizan por la fricción del aire al pasar por los órganos
fonoarticuladores a su vez diríamos que son constructivas, estas podrían resonar en
baja y alta frecuencia.
Africadas: se caracterizan por tener dos momentos uno interruptivo y uno
constructivo, es decir es una combinación entre las explosivas y fricativas, desde el
punto articulatorio son semioclusivas.
Liquidas: la apertura glotal es grande en la cavidad supraglótica, esta es su principal
característica. También tienen similar estructura formántica que las vocales. Existen
dos grupos las liquidas laterales son continuas y las líquidas vibrantes que son
interruptas.
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