Poesías Guatemaltecas
Poesías Guatemaltecas
Poesías Guatemaltecas
LABIOS ROSA
Esos labios rosa,
Son extasío, son Gloria,
gemas de tu boca hermosa,
y del beso paranoia.
Y tu aliento de Nardo,
delicado, apetecido,
cuál furtivo petardo,
con que flecha Cupido.
Anhelante delirio,
de un beso querido
y lo ostenta mi alma,
sin haberlo pedido.
Adiós al tiempo.
Se terminaron los años,
las deudas sentimentales,
las metas desiderativas,
las personas inquietantes.
Adiós al tiempo,
la tumba fría espera el cuerpo yerto,
el averno implora
porque pronto el alma llegue
a retorcerse en las brasas
que ahorraron mis acciones.
Se despide de la vida
un amante incansable de su belleza,
un cascarrabias crítico del gobierno,
un aficionado a las emociones
y al humor fino de la pobreza.
YO PRESA, TU CAZADOR
Respiro,
Cada latido de tu corazón
Respiro,
Cada noche
Que sueñas con mis besos,
Siento los tejidos de tu piel
Desencadenando el deseo.
Tus ojos
Como dos relámpagos
En el desierto de mi alma,
Me observas
Como si yo fuera presa
Y tú el cazador.
El eco de tu respiración
Visita cada espacio de mi cuerpo
Yo la presa y tú el cazador.
AQUÍ SIN TI
Llevo cientos de noches,
Esperando que las yemas de tus dedos
Recorran todo mi cuerpo
La esperanza nunca apagará.
Si no tardas te espero.
Estoy otra vez…
ofreciéndote mi amor,
tú que al verme sientes dolor
tú en cada suspiro que dejas ir al viento cada mes
lo haces con arrepentimiento
no importa que lo digas
tu mirada lo dice a gritos
deja ir al viento
los suspiros,
mientras sea peregrino
en este camino llamado
soledad…
aun continúo… esperándote.
Soledad.
Ya. Ya lo tengo todo listo
El vino
La ternura
La caricia del viento en tu piel
a través de mi ventana
La memoria de una vida más sencilla
La distancia perfecta
Las palabras justas en tu oído solitario
Los silencios oportunos
y las pausas más eternas
La salida de emergencia
de mi cama y de mi vida
Las máscaras más livianas y efectivas
La discreción benevolente y generosa
¡El mejor sazón para tu paladar!
En ninguna estrella
En ningún camino
POEMA AL ESCUDO
Yo tengo un Escudo
Un escudo multicolor,
Que indica que sigamos
la senda del honor.
Mi Escudo y mi bandera
con su bello quetzal
simbolizan la patria,
Guatemala inmortal.
POESÍAS PRERROMÁNTICAS
Identidad. Jorge Fernando Flores Zepeda.
El frío aire de la mañana empieza a entibiarse por el sol que asciende alumbrando
la cotidianidad…
El olor a café recién hecho impregna
el aire cargado ya de aromas
matutinos de pinos y eucaliptos, en
la montaña se respiran sinfonías
voladoras de cenzontles, chorchas, y
cualesquiera variedades de aves
canoras; una ardilla se mueve de un
árbol a otro en un salto de fe,
asegurándose una llegada al nuevo
fruto.
Más abajo, el maíz, con hojas ahora
ya marrones, se ha tornado en
piedra filosofal de mi pueblo,
descubriéndose en el horizonte como una dorada planicie; el plomo que fue,
ahora es el dorado metal.
Bajando hacia la plaza, alboroto de zanates y pericas, acompañado de griterío de
comerciantes que de un lado a otro mueven sus bultos amontonados de horas de
trabajo con frutos paridos por la madre tierra, auxiliados por el trabajo partero del
campesino que en extraordinaria comunión entre cielo y tierra conoce sus gestos,
sus signos, sus símbolos y toda una amalgama de ciencias numéricas que le
regresan el favor en salud, en conexión cósmica y en última instancia en quetzales
de metal que atesora con el sudor de haber librado el buen combate…
El maíz, ahora ya en tamal recalentado, exuda cantos de manos venudas de
madre, que carga sobre la espalda a su hijo; movimientos; bailecitos, que son
vibraciones universales y que en el olor que despide, se pueden aún percibir. Más
adelante sendas clases de chiles, tomates, verduras y carnes, se convierten en
pepianes, jocones, tamales de carne y otros tantos olores-sabores, que siempre
van acompañados de atol de elote, arroz en leche, súchile, haba, entre otros.
Más al centro las batanecas con canastos de frutas que otrora vestían sus mejores
galas en lo alto de los mangales o en las destructoras plantaciones, resabios de la
frutera; acompañados de los frutos de la tierra de Atanasio: las manzanas y los
duraznos.
Las campanas invasoras redoblan en la iglesia con olores moros, cristianos, y
mayas…
Allí pasa pintado de rojo el tun de mi pueblo, va seguido del color negro de la cera,
cedro, hule y hormigo de la marimba que representada en un paso doble tiene el
olor a mediterraneo en el día que partió el primer nao hacia americanas tierras. El
cíclico mar en compleja relación con la luna nos regala un olor azul a paz en la
tormenta; trayendo un viento que apaga una amarilla candela puesta por ese
comerciante que entró al frío y pétrido templo para encomendar su venta a la
madre del profeta judío…
Es solamente otro día de tianguis.
El tianguis; como forma milenaria de existencia comercial, de intercambios,
trueques, comprasventas, todas siempre acompañadas de la ley del más astuto,
del más cabrón… transacciones rodeadas de olores a estiércol y bish, con tufos
de sobaco y alientos a guaro… regurgitaciones de patojos piojosos, putrefactas
sobras amontonadas de hace días, lodazal lleno de micóticas sorpresas; de hojas
de verduras sueltas, sudoraciones, meados y caca de animales y de bestias… así
se ha mantenido el tianguis: como una red que va ganando espacios… ahora ha
ganado ya hasta no espacios.
Y aquí dentro de esa conjunción de energías me encuentro en el tiaguis y soy
parte del tianguis social, me encuentro con la nariz tapada, preguntándome cuál
es mi olor, no puedo contestar esa pregunta sin que por mi mente aparezca una
procesión repleta de distintas posibilidades: partiendo de las más simples y
miopes diré que huelo a mi loción, a mi propio epigenético sudor, ese sudor que
no es solo mío, sino que trae contenido la historia toda, de la humanidad que me
antecedió y que me creó…
Diré si profundizo más, que huelo a comerciante barato, a bufete de quinta; quizá
a añejado licor (mejor quizá fermentado) a cerveza nacional; a incursiones en la
cocina… habrá alguien que diga que huelo a político asqueroso o a abogado
transero; empero otros o mejor aún otras (apartado en donde incluyo a la triada de
mujeres importantes en mi vida (Madre-Esposa-Hija) dirán que huelo a trabajo, a
protección, a amor, a seguridad, a amigo o quizá hasta super héroe…
¿cómo es posible tener más de un olor? Y más aún tantas de diversidades de olor
Evocación es la respuesta; huelo a lo que quien me percibe quiere que huela; no
soy yo el que huelo; soy para los otros nada más que un reflejo simplista, de una
profunda realidad que se psicoproyecta en mi ser desde la lápida más oculta de
los ojos que me perciben, de las manos que me palpan…; y de la misma manera
que el olfato puede disfrutar dentro de la multiversalidad del tianguis del más
delicado olor de una violeta; así mi ser contiene todos los olores del universo,
dispuestos a ser hallados por cualquiera, pero esperanzado en ser olido por los
ojos correctos, por mi coatl, mi otro yo, la parte complementaria de mi ser (no
necesariamente romántico) que traerá seguramente su olor que es el mío, y solo
así en esa ocasión descubriré a qué huelo yo.
Es mi bella Guatemala
Donde la tortuga canta
En navideñas estampas
Anunciando la llegada
XVIII
Aquí, en esta polvorienta loza
se mecen los vientos de ayer
y juegan aquí con las rosas
sin besar y haciéndolas caer
En esta cultura los disfraces no son obligatorios y más bien se trata de una
festividad general. Se caracteriza por cascarones vacíos pintados con acuarela
rellenos de pica pica o de harina que usan niños y adultos para jugar al Carnaval
en colegios y parques.
2- Semana Santa
La Semana Mayor se lleva a cabo cada año entre los meses de marzo y abril. Esta
celebración posterior a la Cuaresma cuenta
con varias procesiones que escenifican la
muerte y pasión de Cristo. Ya es habitual
que esta conmemoración muestre la
fabricación de alfombras y cortejos fúnebres
con gente disfrazada para la ocasión.
3- El Rabinal Achí
Esta tradición ocurre en uno de los sitios más impresionantes de América Central
y que también se conoce como el trifinio
(Honduras, El Salvador y Guatemala). Nace del
proceso de evangelización española y está
relacionado con deidades de color como Ek Chua
o Ek Balam Chua.
Esta marcha satírica tradicional incluye una serie de actividades que efectúan los
estudiantes de la Universidad de San
Carlos cada Viernes de Dolores.
Creada en 1898 como medida de
presión al gobierno, sus símbolos más
importantes son La Chabela (esqueleto
danzante), La Chalana (canto), el
periódico No Nos Tientes y el Desfile
Bufo.
8- La carrera de cintas
9- El fiambre
Relacionados con el Día de los Muertos, son estructuras de papel hechas por los
lugareños para ahuyentar a los
espíritus de hogares y
cementerios. En el Festival de
Santiago todo empieza a las 4 de
la mañana para llevarlos a
camposanto y terminarlos de
armar.
2. LA RANA
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un
hoyo profundo.
Todas las demás ranas se reunieron
alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuan hondo era el hoyo,
le dijeron a las dos ranas en el fondo
que para efectos prácticos, se debían
dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los
comentarios de sus amigas y siguieron
tratando de saltar fuera del hoyo con
todas sus fuerzas.
Las otras seguían insistiendo que sus
esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió.
Ella se desplomó y murió.
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de
sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir
luchando.
Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del
hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a
pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban
animando a esforzarse más y salir del hoyo.
3. LA LIEBRE Y LA TORTUGA, SOBRE EL ESFUERZO
En el mundo de los animales vivía una liebre muy
orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que
ella era la más veloz y se jactaba de ello ante la
lentitud de la tortuga.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar
a tu meta! Decía la liebre burlándose de la tortuga
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual
apuesta a la liebre:
- Estoy segura de poder ganarte una carrera
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.
- Sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas
y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy ufana, aceptó. Todos los animales se
reunieron para presenciar la carrera. El búho señaló
los puntos de partida y de llegada, y sin más
preámbulos comenzó la carrera en medio de la incredulidad de los asistentes.
Confiada en su ligereza, la liebre dejó coger ventaja a la tortuga y se quedó
haciendo burla de ella. Luego, empezó a correr velozmente y sobrepasó a la
tortuga que caminaba despacio, pero sin parar.
Sólo se detuvo a mitad del camino ante un prado verde y frondoso, donde se
dispuso a descansar antes de concluir la carrera. Allí se quedó dormida, mientras
la tortuga siguió caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
Cuando la liebre se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una
corta distancia de la meta. Salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy
tarde: ¡la tortuga había ganado la carrera!
Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que
burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza es un
obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.
Esta fábula enseña a los niños que no hay que burlarse jamás de los demás y que
el exceso de confianza puede ser un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.
Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los
demás padres, estaremos encantados de recibirla.
4. LA PALOMA Y LA HORMIGA
Obligada por la sed, una hormiga bajó a
un manantial y arrastrada por la
corriente estaba a punto de ahogarse.
Viéndola en esta emergencia una
paloma, desprendió de un árbol una
ramita y la dejó caer a la corriente;
montó encima a la hormiga salvándose.
Mientras tanto un cazador de pájaros se
adelantó con su arma preparada para
cazar a la paloma. Le vio la hormiga y le
picó en el talón, haciendo soltar al
cazador su arma. Aprovechó el momento
la paloma para alzar el vuelo.
Siempre corresponde en la mejor forma a los favores que recibas. Debemos ser
siempre agradecidos.
6. LA ZORRA Y EL ESPINO
Una zorra saltaba sobre unos montículos, y estuvo de pronto a punto de caerse. Y
para evitar la caída, se agarró a un
espino, pero sus púas le hirieron las
patas, y sintiendo el dolor que ellas le
producían, le dijo al espino:
-- ¡Acudí a ti por tu ayuda, y más bien me
has herido!
Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda
a un escarabajo, suplicándole que le salvara.
Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no
pueda alcanzarte.
8. EL ÁGUILA Y LA FLECHA
Estaba asentada un águila en el pico de
un peñasco esperando por la llegada de
las liebres.
Más la vio un cazador, y lanzándole una
flecha le atravesó su cuerpo.
Viendo el águila entonces que la flecha
estaba construida con plumas de su
propia especie exclamó:
-- ¡Qué tristeza terminar mis días por
causa de mis plumas!