Reembolso Edificaciones Primera

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CAUSA ROL : 2.834-2.

015

MATERIA : ACCION DE REEMBOLSO

CODIGO : 001

DEMANDANTE : ELCITO GASTÓN JOFRÉ CANIVILO.

R.U.N. : 4.421.739-2

DEMANDADO : JUAN EDUARDO SANTANDER CASTRO.

R.U.N. : 8.500.080-2

FECHA DE INICIO : 02.06.2.015.

Antofagasta, a cuatro de mayo del año dos mil diecisiete.

VISTOS:

A fojas 31, comparece don Juan Enrique Moraga Mena,

abogado, en representación de doña Elcito Gastón Jofré

Canivilo, jubilado, ambos con domicilio en calle Almirante

Latorre N°2.579, oficina 406, Antofagasta, quien deduce demanda

en juicio ordinario en contra de don Juan Eduardo Santander

Castro, chileno, empleado, cedula nacional de identidad N°

8.500.080-2, con domicilio en calle Vicente Caballero N°06160,

Balneario El Huáscar, Antofagasta.

Funda su demanda en que con fecha 14 de mayo del año 1.993

su representado celebró con la Secretaria Regional Ministerial

de Bienes Nacionales de Antofagasta, representada entonces por

el abogado don Jorge Valenzuela Araos, un contrato de

arrendamiento sobre el Sitio N°9-A, de la manzana F, del sector

del Balneario el Huáscar de esta ciudad, ubicado en calle

Vicente Caballero-Sector Huáscar sin número, el cual

actualmente se encuentra nulo mediante sentencia definitiva

firme y ejecutoriada, dictada por el Segundo Juzgado Civil de

Antofagasta con fecha 16 de septiembre del año 2.013 en causa

rol 588-2.012, caratulada “Jofre con Fisco”. Sanción legal de

carácter administrativa fundamentada en el hecho de que el


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Fisco de Chile jamás fue propietario del terreno que arrendó a

don Elcito Jofre, circunstancia que solo tuvo conocimiento en

el segundo semestre del año 2.011, situación por la cual fue

condenado al pago del daño moral a favor de su representado.

Agrega que en dichos autos, su parte hizo reserva de derechos

con el objeto de obtener el resarcimiento y reembolso de todas

aquellas mejoras, inversiones y construcciones ejecutadas por

su representado ante la solicitud del Fisco de edificar dicho

inmueble las cuales fueron avaluadas por el Tribunal en

2.110,415 UF, suma a la que fue condenado el Fisco en Primera

instancia según sentencia de fecha 03 de diciembre del año

2.014. Sin perjuicio y respecto a un Recurso de Apelación

deducido por los abogados del Consejo de Defensa del Estado, la

Ilustrísima Corte de Apelaciones de Antofagasta, dispuso

revocar el fallo de primera instancia sólo en la parte que

estableció que los montos demandados por dicho concepto, daño

emergente, debían ser reclamados no contra el Fisco, quien no

era titular del terreno, sino que a su actual propietario cuya

titularidad recae en el demandado don Juan Eduardo Santander

Castro. Señala que las edificaciones efectuadas en el terreno

actualmente de propiedad del demandado, datan de fecha 14 de

julio del año 2.000 y se ajustaron a las normas sobre

“Regulación de Predios Urbanos sin Recepción Definitiva Ley

19.583 de Septiembre del año 1.998”, tal como consta en el

plano que adjunta siendo posteriormente ingresado al

Departamento de Obras Municipales de Antofagasta, en el cual se

detalla la construcción de una casa de material sólido, en

terreno de calle Vicente Caballero-Sector Huáscar sin número,

de don Elcito Gastón Jofre Cavinilo, vivienda de cimientos de

hormigón armado, albañilería de bloque, que cuenta con cocina


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habilitada, sala de estudio, cuatro dormitorios, sala de estar,

terraza, hall de acceso entre otras estancias. Indica que una

vez terminadas la obras, estas fueron certificadas por la

D.O.M. mediante documento de fecha 07 de enero del año 2.002 el

cual señala “El Director de Obras certifica que la propiedad

individualizada en la letra A cumple con los requisitos

establecidos en la Ley 19.727, no existiendo reclamaciones

escritas pendientes por incumplimiento de normas urbanísticas

ante esta Dirección de Obras Municipales, ante la Secretaria

Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo o ante Juzgado de

Policía Local y que tanto la actividad como el área en que se

encuentra emplazada son aptas para regularizar”, además consta

la firma y timbre del Director de Obras Municipales de la época

don Juan Gálvez Barnechea, documento en el cual queda claro que

su representado invirtió para la regularización de obras sobre

24,73 mts. 2; consta que el valor del metro cuadrado de la

época era de $104.856.- que el presupuesto de la obra se

estableció en $25.975.977.- que por conceptos de derechos DFL

N°458, se pagó la suma de $389.640.- y por concepto de derechos

de Ley 19.727 la suma de $194.820.-.

Por su parte indica que las mejoras señaladas fueron

puestas en conocimiento de los inspectores de bienes

nacionales, lo cual quedó en evidencia y se reconoce en la

renovación de contrato de arrendamiento mediante Resolución

Exenta N°1379 de fecha 20 de agosto del año 2.009,

estableciendo que don Elcito Jofre cumplió con todos los

tramites de rigor que exige la Secretaria Regional para acceder

a la renovación de contrato de arrendamiento de un bien fiscal,

que desde el 14 de mayo del año 1.993 entre el Fisco de Chile y

son Elcito Jofre se autorizó el contrato de arrendamiento


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respecto al inmueble fiscal signado como sitio 9-A manzana F,

ubicado en el sector El Huáscar Antofagasta, plano N° II-2-

7529-C-U, del Ministerio de Bienes Nacionales, que de acuerdo

al Informe Final de la Unidad de Bienes los antecedentes son

suficientes para acceder a la renovación del contrato de

arrendamiento y de acuerdo a la Validación Catastral el

inmueble es de propiedad fiscal. De acuerdo a la fiscalización

fue posible apreciar significativas construcciones en el predio

arrendado. Hace presente que dentro de los antecedentes queda

determinada la clara manifestación de las partes en que su

relación culminaría con la venta directa del inmueble, según

consta en Informe de Fiscalización Huáscar de fecha 06 de

agosto del año 2.009, el cual concluye en fs. 71: “Cabe

mencionar que el ex arrendatario Elcito Jofre Cavinilo está

solicitando la renovación del arriendo y la venta en

coordinación con la junta de vecinos del sector, de lo

mencionado se sugiere: 1.- Renovar arriendo por el periodo de 5

años, señalando que el señor Jofre ha realizado inversión

considerable en el sitio para justificar la venta directa”.

Señala que dichas construcciones e inversiones

corresponden a las que actualmente se encuentran emplazadas en

el inmueble que en su oportunidad fue objeto de arriendo fiscal

correspondiente a dos viviendas separadas parcialmente que se

describen en la forma que señala el informe de valoración de

las edificaciones y el terreno, confeccionado por el

profesional arquitecto don Víctor Cortes Montecinos y documento

acompañado en autos Rol 588-2.012. Con respecto a la valoración

de la vivienda, este se divide entre el terreno correspondiente

al valor comercial de la fecha del informe, teniendo en

consideración el valor de terrenos aledaños, y la valoración de


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lo construido. En cuanto al terreno se determina por el valor

de 380 a 497 UF del metro cuadrado, en consideración que se

estima que el valor del terreno posee un valor comercial a

Julio del año 2.012 de 1.690 UF a la fecha correspondiente en

pesos a la suma de $40.647.880.-; añade que a dicho cálculo se

le incorpora el valor de las obras construidas por el

demandante que aumento el porcentaje de metros cuadrados del

terreno edificado más la regularización administrativa en la

Dirección de Obras Municipales, urbanización de agua, luz,

alcantarillado, alcanzando una valoración comercial cercano a

los 8.441,66 UF actualmente llevado a pesos equivalentes a la

suma de $203.020.060.-. No obstante lo anterior, el

sentenciador estableció el valor de las edificaciones en

2.110,415 UF, correspondiente al daño emergente ocasionado a

don Elcito Jofre, el cual se debió a lo que no se hubiera

desembolsado, invertido o construido sobre el terreno que fue

objeto el arrendamiento fiscal en el evento que se le hubiere

informado oportunamente el hecho de que dicho bien jamás

perteneció al Fisco y en consecuencia no se podría adquirir por

la venta directa, como erróneamente se le hizo saber por parte

del Fisco de Chile. En consecuencia indica que teniendo

presente lo determinado por el sentenciador de segundo grado,

estima que el total de la pretensión a cobrar corresponde a la

suma de 2.110,415 UF equivalentes a pesos actuales en

$52.579.636.- monto que se demanda por concepto de reembolso

por las edificaciones, mejoras e inversiones efectuadas por don

Elcito Jofre en el terreno de propiedad del demandado don Juan

Eduardo Santander Castro.

Cita el artículo 669 del Código Civil y hace presente que

el demandante edificó una casa habitación con las


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características indicadas, bajo la errada concepción que lo

hacía en cumplimiento de una imposición del propietario Fisco

de Chile, lo cual permitiría adquirir el terreno y en

consecuencia lo edificado de su propia mano mediante sistema de

venta directa, verificando en el año 2.011 que el terreno ya n

era de propiedad del Fisco sino que se había transferido a don

Juan Eduardo Santander Castro. Agrega que el artículo 908

dispone que el poseedor vencido tiene derecho a que se le

abonen las expensas necesarias en la conservación de la cosa y

el articulo 2.191 a propósito del comodato por el cual el

demandante es obligado a indemnizar al comodatario de las

expensas que sin su previa noticia haya hecho para la

conservación de la cosa. Por su parte cita el artículo 2.295 en

relación al pago de lo no debido, quien puede repetir lo pagado

en virtud del principio del enriquecimiento sin causa. Por

ultimo expone que la Ilustrísima Corte de Apelaciones en fallo

de segunda instancia estableció en su considerando sexto que

“En cuanto a la Indemnización de perjuicios por daño emergente

que estaría constituido por los valores de las edificaciones

que levantó el actor en el inmueble en virtud de su expectativa

de adquirirlo en venta directa del Fisco conforme al DL 1939 y

el terreno mismo, si bien es cierto existirían mejoras

efectuadas en el inmueble en cuestión, que jurídicamente

revisten el carácter de inmuebles por adherencia, a saber,

bienes muebles que se consideran inmuebles por estar

permanentemente adheridos a un inmueble propiamente tal a menos

que puedan separarse de éste sin detrimento. En consecuencia

careciendo el Fisco de la titularidad en el derecho de dominio

del bien raíz en que el demandante levantó las viviendas y

edificaciones pretendidas no se ha hecho dueño de los inmuebles


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por adherencia reclamados, al contrario estos bienes

corresponderían al tercero dueño de la propiedad en que se

encuentran. El razonamiento anterior solo cabe concluir que el

Fisco no dueño, carece de legitimación pasiva para ser

demandado en juicio, al contrario, la legitimación corresponde

a aquel beneficiado con los inmuebles por adherencia que

existirían en su propiedad.

Solicita tener por ejercida la acción de reembolso y

condenar al demandado don Eduardo Santander Castro al pago de

la suma de 2.110,415 Unidades de Fomento o su equivalente en

pesos por concepto de reembolsos que deberán pagar a don Elcito

Jofre Canivilo por haber efectuado edificaciones en el terreno

de propiedad del demandado consistente en el sitio N° 9-A de la

manzana F, sector del Balneario El Huáscar, monto que deberá

ser pagado con intereses, contados desde la fecha de

interposición de la demanda hasta su completo y efectivo pago

con costas.

A fs. 116, se tuvo por contestada la demanda en rebeldía

del demandado.

A fs. 118, se tuvo por evacuado el trámite de la réplica

por la parte de la demandante.

A fs. 119, el demandado, opone la excepción de

prescripción extintiva, señala que la acción interpuesta en es

una acción de naturaleza personal cuyo único fundamento factico

relevante es la construcción o la obra de una vivienda, con

materiales supuestamente propios en un terreno ajeno. Agrega

que debe descartarse cualquier consideración de naturaleza real

debido a que en nuestra legislación se encuentran establecidas

numerus clausus y el actual propietario del inmueble se

adueñaría de lo edificado por el modo de adquirir el dominio la


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accesión. Precisa que el actor ha denominado en forma reiterada

su acción como una “acción de reembolso” señala en forma

explícita que a pesar de no haber realizado actuación alguna se

encontraría en una obligación de pagar una cierta suma de

dinero cuya fuente de la obligación desconoce de acuerdo a lo

dispuesto en el artículo 1.437 del Código Civil. Al respecto

expone que al no existir norma expresa que declare la

imprescriptibilidad de la acción que se pretende, se entiende

contenida en las normas generales contenidas en los artículos

2.514 y siguientes del Código Civil. En consecuencia y no

existiendo fecha cierta sobre la fuente de la obligación y el

único hecho que puede llegar a ser oponible constituye la fecha

de edificación del terreno ajeno, es por tanto desde el 14 de

julio del año 2.000. En efecto indica que el supuesto factico

de la acción descansa en la construcción de una casa o vivienda

en un terreno de propiedad actualmente de su representado que

fue realizado por el demandante sin el consentimiento de su

representado en la fecha señalada siendo el momento por el cual

se computa la prescripción y por tanto a la fecha de

presentación de la demanda ha transcurrido latamente el plazo

de 5 años establecido en el artículo 2.515 del Código Civil

para las acciones ordinarias siendo procedente su declaración

de prescripción. Hace presente que el plazo transcurrido es

superior a 10 años siendo el término definitivo para la

consolidación de cualquier estado.

Por su parte señala que todas las actuaciones ya sean de

carácter convencional o jurisdiccional son absolutamente

inoponibles a su representado para cualquier aspecto relevante

en autos. Tanto el contrato de arrendamiento celebrado entre la

demandante y el Fisco de Chile como todas las resoluciones


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judiciales que recayeron en el juicio de nulidad son de efecto

puramente relativos no pudiendo alcanzar a su parte ninguna de

las declaraciones efectuadas, efectos y sus consecuencias.

Agrega que la prescripción es una institución de orden público

cuya finalidad es otorgar certeza jurídica por lo que su

cómputo no puede quedar supeditado al conocimiento superfluo o

subjetivo de las personas. De lo contrario alega que el

demandante se aprovecharía de su propia culpa puesto que es

obligación del mismo cerciorarse en forma diligente quien es el

verdadero dueño del terreno y por consiguiente haber efectuado

los estudios de título que correspondieran antes de cualquier

edificación. Asimismo hace presente que no puede estimarse que

la acción nace desde que quedo ejecutoriada la sentencia de

nulidad referida por el demandante en virtud de lo dispuesto en

el inciso segundo del artículo 3 del Código Civil ya que dicha

resolución solo tiene fuerza obligatoria respecto del

demandante y del Fisco de Chile y su función es meramente

declarativa y no constitutiva de nuevos derechos. Agrega que

tampoco podría estimarse que la acción de nulidad interpuesta

previamente por el actor, tenga la aptitud de interrumpir la

prescripción alegada por cuanto para dicho efecto debe

inexorablemente haber emplazado a su representado.

Al primer otrosí, se evacuó el trámite de la réplica y

solicita que la demanda sea rechazada en todas sus partes con

costas. Señala que su representado es dueño del inmueble

ubicado en calle Vicente Caballero N° 06160, del Balneario

Playa El Huáscar, Sitio 9-A de la manzana F, Antofagasta,

adquirido por compraventa celebrada mediante escritura pública

de fecha 23 de febrero del año 2.012 y posteriormente inscrita

a fs. 1.435, bajo el N° 1.569 del Registro de Propiedad del año


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2.012 del Conservador de Bienes Raíces de Antofagasta. Agrega

que el contrato de compraventa incluía un terreno con dos

edificaciones y de acuerdo a la inscripción referida los

deslindes son Al Norte en 29, 50 metros con sitio N°9-B; Al Sur

en 29 metros con parte del sitio N° 4; Al Oriente en 14,50

metros con parte del sitio N°4; y Al Poniente en 15 metros con

calle Vicente Caballero.

Expone que del texto de la demanda se constata que la

finalidad del actor es ejecutar o hacer valer un derecho

establecido en primera instancia en la causa Rol 588-2012

seguida ante este mismo Tribunal, revocado por la Ilustrísima

Corte de Apelaciones de Antofagasta proceso en el cual su

representado no ha sido emplazado legalmente. Señala que todo

lo determinado, probado y declarado en dicho proceso es

absolutamente inoponible a su parte y por tanto no le empecé

los valores, hechos y argumentos jurídicos que se hayan hecho

valer en los escritos de discusión, apelación y sentencias

dictadas. Alega que el fundamento esgrimido por la Ilustrísima

Corte de Apelaciones en orden a que las mejoras cede siempre a

beneficio del dueño del terreno, precisa que en caso de existir

algún tipo de derecho o reembolso a favor del actor, nunca

podría dirigirse contra un tercero adquiriente a título

oneroso. Agrega que su representado adquirió el dominio del

inmueble a través de un contrato de compraventa y en

consecuencia pago un precio por un bien en su totalidad,

específicamente, lo adquirió como cuerpo cierto en el estado en

que se encontraba a la fecha de la celebración incluyendo las

edificaciones levantadas. Señala que como su representado ya

desembolso una suma de dinero determinada por el bien raíz que

incluía todas sus mejoras y derechos seria contrario a los


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principios que informan la legislación que posteriormente fuere

compelido a pagar un monto determinado por el mismo concepto,

siendo un empobrecimiento sin causa de su patrimonio. Por tanto

concluye que el único legitimado pasivo para soportar el costo

del reembolso pretendido es el dueño que en aquel momento se

benefició injustificadamente de lo edificado en sueño ajeno no

pudiendo exigírselo a terceros poseedores a título oneroso que

adquirieron el inmueble pagando una suma determinada de dinero

que incluía las mejoras.

Con respecto a las mejoras señala que se distinguen tres

tipos de mejoras, las necesarias, las útiles y las voluptuosas

reguladas en los artículos 908 y siguientes del Código Civil.

Indica que las mejoras necesarias por equidad se reembolsan

inclusive al poseedor de mala fe, puesto que aunque el

propietario hubiese tenido la cosa en su poder igualmente

habría tenido que realizarlas. Precisa que de ser ciertos los

hechos narrados en la demanda las obras únicamente podrían

encuadrarse dentro de las denominadas “mejoras útiles”, es

decir, las que hayan aumentado el valor venal de la cosa, las

que solo deben pagar al poseedor de buena fe. Agrega que según

la propia demanda no puede considerarse al actor de buena fe ni

siquiera puede declararse un poseedor propiamente tal del

inmueble, puesto que en ningún momento ostentó alguna

inscripción conservatoria a su favor que le otorgue dicha

calidad. Indica que la buena fe supondría haber sabido que se

edificada en suelo ajeno pero como lo relata el demandante

siempre edificó a sabiendas de que el terreno era ajeno, solo

desconocía quien era su verdadero dueño. Agrega que según el

artículo 669 del Código Civil el derecho solo corresponde a

quien edifica, desconociendo de buena fe si es propio o ajeno


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el inmueble y no para quien sabe de antemano su falta de

dominio.

Por su parte señala que el actor obtuvo la nulidad del

contrato de arrendamiento celebrado con el Fisco de Chile

declarada por sentencia firme, por lo cual mal podría ahora

servirse del mismo para justificar su buena fe. Alega que es

contrario a la teoría de los actos propios, que una persona

impugne la validez de un contrato, para que en otro proceso

distinto se sirva del mismo para apoyar su pretensión. Indica

que a la fecha de interposición de la demanda han pasado casi

cuatro años desde que el actor supuestamente tomo efectivo

conocimiento de quien era el verdadero propietario del

inmueble, por lo que su parte no puede soportar las

consecuencias perniciosas de haberse dirigido mal la acción en

un comienzo o contra quien no correspondía.

Expone que sin perjuicio de lo anterior, niega la

existencia de la obligación de reembolso y señala que lo único

que podría optar el demandante a su favor en una eventual e

improbable sentencia, sería el reembolso de los costos que

efectivamente haya realizado en la edificación. Agrega que

cualquier otra consideración o monto carecen de justificación

son absolutamente improcedentes por cuanto la misma acción de

reembolso intentada por su naturaleza, implica devolver lo

efectivamente desembolsado. Por el contrario cobrase otros

valores significaría un empobrecimiento injustificado y sólo

podrá probarse documentos, boletas, facturas de la época donde

fueron construidas las mejoras y no cualquier documento

posterior.

A fs. 132, la parte demandante evacua el traslado

conferido y señala que la acción deducida tiene por objeto


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obtener de la jurisdicción la reparación necesaria ante una

situación que vulnera los principios fundamentales del derecho

como el enriquecimiento sin causa y el pago de lo no debido

según los artículos 669, 908, 2.191 y 2.295 del Código Civil.

Indica que los plazos de prescripción sólo pueden comenzar a

correr en contra del actor desde que tuvo conocimiento que el

inmueble no era Fiscal, lo que ocurrió en el año 2.011, o bien

desde que la sentencia dictada en este Tribunal en causa Rol

588-2012 quedó firme y ejecutoriada por la Ilustrísima Corte de

Apelaciones lo que ocurrió el año 2.015 o en su caso desde que

el demandado adquirió el terreno en cuestión lo que ocurrió

recién en el año 2.012, por lo cual la acción de reembolso se

encuentra lejos de estar prescrita ya que sólo se hizo exigible

para su titular don Elcito Jofre desde las fechas señaladas y

en las cuales tomó real conocimiento de poder o tener que

ejercerlas, más no antes. A mayor abundamiento indica que el

propio demandado al adquirir la propiedad por parte del señor

Tello Gamboa tenia perfecto conocimiento de la situación del

demandante, es decir, tenía conocimiento que el inmueble nunca

fue fiscal enterándose de ello al mismo tiempo que don Elcito

Jofre asimismo tuvo conocimiento de que las edificaciones

habían sido hechas por el demandante, pudiendo concluir que se

aprovechó de la oportunidad para adquirir el inmueble a dicho

valor sabiendo perfectamente que toda la edificación era ajena,

no siendo parte del precio, conociendo a su verdadero autor y

sabiendo que no se había reembolsado por ello. Finalmente hace

presente que la Corte de Apelaciones ha reconocido en sentencia

el legítimo derecho del demandante para cobrar lo edificado en

contra del titular del terreno, razón por la cual rechaza la

demanda contra el Fisco por el concepto de lo construido,


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ratificando que tal acción se encuentra vigente a criterio del

Ilustrísimo Tribunal señalando en forma categórica al sujeto

pasivo de tal acción que no es otro que don Juan Eduardo

Santander.

A fs. 141, se llevó a efecto el comparendo de conciliación

decretado en autos con la asistencia de la parte demandante y

en rebeldía de la parte demandada, llamadas a conciliación esto

no se produce.

A fs. 143 y 151, se recibió la causa a prueba, se fijaron

los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos,

rindiéndose la consta en autos.

A fs. 264, se citó a las partes a oír sentencia.

A fs. 265, se decretó Medida para Mejor Resolver.

A fs. 266, se tuvo por cumplida la medida para mejor

resolver y se reingresaron los autos para fallo.

CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:

I.- EN CUANTO A LA EXCEPCION DE PRESCRIPCION OPUESTA POR EL

DEMANDADO:

PRIMERO: Que el demandado, opuso la excepción de

prescripción extintiva en virtud de lo dispuesto en el artículo

310 del Código de Procedimiento Civil; señala que del análisis

de los argumentos jurídicos expuestos por el demandante, se

concluye que es una acción de naturaleza personal cuyo

fundamento factico es la construcción o la obra de una vivienda

con materiales propios en un terreno ajeno, descartando

cualquier acción de naturaleza real. En virtud de lo anterior

alega que no existiendo una norma que establezca expresamente

la imprescriptibilidad de la acción que se pretende, es

necesariamente prescriptible y en consecuencia regida por las

normas generales contenidas en los artículos 2.514 y siguientes


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del Código Civil. Hace presente que como tampoco existe un

contrato o ley que fije un momento para computar el plazo de

prescripción alegada debe recurrirse a la norma establecida en

el inciso segundo del artículo 2.514 del Código Civil. Asimismo

indica que como no existe certeza sobre la fuente de la

obligación pretendida, el único hecho oponible a su

representado señala ser la fecha de edificación del terreno

ajeno, correspondiente al 14 de julio del año 2.000. Por tanto

expone que el supuesto en que descansa la acción del demandante

es la construcción de la casa en un terreno o vivienda

actualmente de propiedad de su parte, realizado sin su

consentimiento en la fecha indicada, siendo así la única fecha

que permite computar el plazo de prescripción. En virtud de lo

anterior señala que a la interposición de la demanda ya ha

transcurrido el plazo de 5 años establecido en el artículo

2.515 del Código Civil para acciones ordinarias, asimismo han

transcurrido más de 10 años, plazo que el legislador ha

dispuesto como último término definitivo para la consolidación

de cualquier estado jurídico.

Sin perjuicio de lo anterior, expone que el demandante

hace referencia a diversos hechos tales como la celebración del

contrato con el Fisco de Chile el cual fue declarado nulo por

sentencia ejecutoriada, que precisamente declara la nulidad y

ordena al Fisco de Chile a pagar una determinada suma de dinero

y la sentencia revocatoria de la Ilustrísima Corte de

Apelaciones pronunciada en la misma causa, la cual exime al

Fisco de Chile al pago del daño emergente. Señala que todas

estas actuaciones indicadas por el demandante son absolutamente

inoponibles a su parte en especial para el cómputo del plazo de

prescripción ya sus efectos son puramente relativos no


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alcanzando a su parte efectos o consecuencias.

SEGUNDO: Que el demandante contestó el traslado e indica

que la acción que plantea solo puede ejercerse una vez que se

tiene conocimiento de la misma. Indica que los plazos de

prescripción solo comienzan a correr en contra de su parte

desde que la sentencia dictada por el Tribunal quedo firme y

ejecutoriada lo que ocurrió en el año 2.015, o en su caso desde

que le demandado adquiere el terreno en cuestión, lo que

ocurrió recién en el año 2.012, por lo que la acción de

reembolso no se encontraría prescrita. Hace presente que las

normas establecidas en el Código Civil concatenan con los

criterios de la prescripción del daño sobre el cual se ha

reconocido que el mismo se manifiesta posterior a la ocurrencia

del hecho. Indica que el propio demandado al adquirir la

propiedad tenia perfecto conocimiento de la situación,

aprovechándose de la oportunidad al adquirir el inmueble a

dicho valor. Por tanto indica que uno de los presupuestos de la

prescripción es actuar de buena fe, no siendo el actuar del

demandado, teniendo intención netamente ganancial, incluso a

costa de la desgracia ajena.

TERCERO: Que en relación a la excepción de prescripción,

esta será rechazada, puesto que, como lo indica el demandante,

el término dispuesto, comienza a contarse desde que el actor

tomó conocimiento que el terreno sobre el cual construyó su

vivienda y que le había sido arrendado, no era de propiedad del

Fisco de Chile, ello ocurrió el mes de noviembre del año 2.011,

como consta en los autos tenidos a la vista Rol C-588-2.012, de

consiguiente y teniendo presente la fecha en que se notificó la

demanda según el atestado de fojas 44, esto es, el 24 de junio

del año 2.015, el término del artículo 2.515 del Código Civil,
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se encontraba aun vigente.

II.- EN CUANTO AL FONDO DE LA ACCION DEDUCIDA EN AUTOS:

CUARTO: Que en autos ha comparecido don Juan Enrique

Moraga Mena, abogado, en representación de don Elcito Gastón

Jofré Canivilo, quien deduce demanda en juicio ordinario en

contra de don Juan Eduardo Santander Castro, solicita en

definitiva se condene al demandado al pago de la suma de

2.110,415 Unidades de Fomento o su equivalente en pesos por

concepto de reembolsos que deberán pagar al demandante, monto

que deberá ser pagado con intereses, contados desde la fecha de

interposición de la demanda hasta su completo y efectivo pago

con costas; en virtud de los hechos y consideraciones de

derecho ya referidas en la parte expositiva de la sentencia.

QUINTO: Que el demandado solicitó el rechazo de la misma,

en virtud de las excepciones, alegaciones y defensas ya

resumidas en este fallo.

SEXTO: Que el actor, con el objeto de acreditar sus

alegaciones se valió en autos de los siguientes medios de

prueba:

I.- DOCUMENTAL:

1.- A fs. 01 y siguientes, copia de sentencia en Causa Rol

588-2.012 de fecha 03 de diciembre del año 2.014 y copia de

sentencia en Segunda Instancia de fecha 15 de mayo del año 2.015

en los mismo autos.

2.- A fs. 25, impresión de Certificado de Hipotecas,

Gravámenes, Interdicciones y Prohibiciones de enajenar del bien

inmueble inscrito a fs. 1.435, N°1568 del Registro de Propiedad

del año 2.012;

3.- A fs. 27, Impresión de Solicitud de Regularización de

fecha 24 de julio del año 2.000;


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4.- A fs. 29, Impresión de Certificado de Regularización de

la Dirección de Obras Municipales de la Ilustre Municipalidad de

Antofagasta;

5.- A fs. 154, Finiquito a nombre de don Elcito Jofre

Canivilo de fecha 15 de noviembre del año 2.011 con la empresa

Minera Mantos Blancos S.A.;

6.- A fs. 155, Boleta de Honorarios N° 430 de don Jorge

Alberto Narea Toro Arquitecto por la suma de $100.000.- con

fecha 21 de julio del año 2.000;

II.- TESTIMONIAL:

A fs. 158, comparece don Luis Enrique Berrios Espinoza,

quien señala que llegó a vivir al sector del Huáscar en el año

1.991, trabajando y viviendo en el Restaurante “El Balcón de

Mario”. Al frente de su domicilio existía un sitio eriazo el

cual se comenzó a construir en el año 1.992 o 1.993 por don

Gastón Jofre; las fotografías que se le exhiben acompañadas a

fs. 49 y 50 corresponden a las viviendas construidas por el

demandante; el muro de dichas viviendas también fueron

construidas por don Gastón y las viviendas por dentro son de

material sólido y cuentan con losa. Señala que se construyó con

recursos propios ya que el demandante trabajaba para Mantos

Blancos y trabajaba todos los fines de semana en la construcción

de las casas. Las referidas viviendas tenían agua potable y

electricidad y término su construcción el año 2.003 o 2.004

aproximadamente.

A fs. 159, comparece doña Nely del Carmen Nuñez Villarroel,

quien señala que siempre vio a don Gastón Jofre realizando la

construcción de la casa ya que eran vecinos; las fotografías

exhibidas acompañadas a fs. 49 y 50 corresponden a las viviendas

construidas, precisa que el muro fue lo último que terminaron de


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hacer. Indica que ella llego al Huáscar el año 1.993 y ya

estaban viviendo allí, en el mes de enero del año 2.000

terminaron la construcción. Agrega que las viviendas las conoce

por dentro, es al estilo antiguo, con living, comedor y cocina

grande; el segundo piso debe tener como 4 dormitorios con patio,

energía eléctrica y agua potable. Relata que don Gastón

construyo las viviendas con dinero propio ya que trabajaba en

Mantos Blancos, además indica le comentó que se iba a jubilar y

el dinero lo iba a destinar para terminar la construcción de la

casa.

III.- OFICIOS:

A fs. 175, se agregó oficio N°581/2016 de la Dirección de

Obras Municipales de Antofagasta.

IV.- INFORME PERICIAL:

A fs. 251, se tuvo por evacuado informe pericial de doña

Blanca Moreno Gutiérrez, Constructor Civil.

V.- CAUSA A LA VISTA:

A la vista se tuvo el expediente Rol C-588-2.012 caratulada

“Jofre con Fisco” de este Segundo Juzgado de Letras.

SÉPTIMO: Que, el demandado acompañó los siguientes

documentos: 1.- A fs. 164, Contrato de Compraventa y poder

especial de Eric Danilo Tello Gamboa y Juan Eduardo Santander

Castro de fecha 23 de febrero del año 2.012 ante Notario Público

de Antofagasta don José Luis Ayala Manríquez; 2.- A fs. 166,

certificado de dominio de la propiedad inscrita fs. 1.435, bajo

el N° 1568 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes

Raíces correspondiente al año 2.012.

OCTAVO: Que el artículo 669 del Código Civil, dispone que

el dueño del terreno en que otra persona, sin su conocimiento,

hubiere edificado, plantado o sembrado, tendrá el derecho de


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hacer suyo el edificio, plantación o sementera, mediante las

indemnizaciones prescritas a favor de los poseedores de buena o

mala fe en el título de la reivindicación, o de obligar al que

edificó o plantó a pagarle el justo precio del terreno con los

intereses legales por todo el tiempo que lo haya tenido en su

poder, y al que sembró a pagarle la renta y a indemnizarle los

perjuicios.

Si se ha edificado, plantado o sembrado a ciencia y

paciencia del dueño del terreno, será éste obligado, para

recobrarlo, a pagar el valor del edificio, plantación o

sementera.

Nuestra Jurisprudencia ha resuelto que el artículo 669 del

Código Civil, en cuya virtud se establece la posibilidad de que

el dueño del terreno, en que otra persona, sin su conocimiento,

hubiese edificado, plantado o sembrado tendrá el derecho de

hacer suyo el edificio, plantación o sementera, mediante las

indemnizaciones prescritas a favor de los poseedores de buena o

mala fe en el título de la reivindicación, o de obligar al que

edificó o plantó a pagarle el justo precio del terreno con los

intereses legales, por todo el tiempo que lo haya tenido en su

poder, y al que sembró a pagarle la renta e indemnizarle los

perjuicios. Concluye tal disposición poniéndose en el supuesto

de que edificación, plantación o siembra se haya efectuado a

ciencia y paciencia del dueño del terreno, determinando que será

éste obligado, para recobrarlo, a pagar el valor del edificio,

plantación o sementera.

NOVENO: Que en los autos, Rol C-588-2.012, tenidos a la

vista, con fecha 15 de mayo del año 2.015, se dictó sentencia

por la Iltma. Corte de Apelaciones de esta ciudad, en el

cuaderno separado de cumplimiento, a propósito del ejercicio de


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la reserva de derechos realizada por el demandante al momento de

interponer la demanda sobre nulidad de Derecho Público en contra

del Fisco de Chile, revocó sin costas, la resolución de fecha 03

de diciembre del año 2.014, en la parte que condenó al demandado

Fisco de Chile-Seremía de Bienes Nacionales, a pagar al

demandante, las sumas de $4.036.392.-, por concepto de reembolso

de rentas pagadas, y 2.110,415 Unidades de Fomento, a título de

indemnización de perjuicios por concepto de daño emergente. Y

confirmó en lo demás, el referido fallo.

En el motivo sexto, dicha sentencia dispone que “En cuanto

a la indemnización por daño emergente, si bien es cierto

existirían mejoras efectuadas en el inmueble, que jurídicamente

revisten el carácter de inmuebles por adherencia, a saber,

bienes muebles que se consideran inmuebles por estar

permanentemente adheridos a un inmueble propiamente tal, a menos

que puedan separarse de éste sin detrimento, no lo es menos que

dicha mejoras ceden e beneficio del dueño del inmueble al que se

encuentran adheridas. En consecuencia, careciendo el Fisco de la

titularidad en el derecho de dominio del bien raíz en que el

demandante levantó las viviendas y edificaciones pretendidas no

se ha hecho dueño de los inmuebles por adherencia reclamados, al

contrario estos bienes corresponderían al tercero dueño de la

propiedad en que se encuentran. Del razonamiento anterior, solo

cabe concluir que el Fisco no dueño carece de legitimación

pasiva para ser demandado en este juicio, al contrario, la

legitimación corresponde a aquél beneficiado con los inmuebles

por adherencia que existirán en su propiedad”.

DÉCIMO: Que ha quedado sentado en estos autos en mérito de

los documentos no cuestionados de contrario y lo declarado por

los dos testigos conducidos por el demandante, legalmente


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examinados y sin tachas, que aseveraron que vieron al demandante

construir las viviendas en el referido inmueble, y aquellos

autos tenidos a la vista, todos apreciados conforme a las reglas

legales que hacen posible presumir con caracteres de gravedad y

precisión suficiente en los términos del artículo 1.712 del

Código Civil en relación con el artículo 426 del Código de

Procedimiento Civil, que el actor efectivamente edificó sobre el

terreno que entendía eran de propiedad del Fisco de Chile, y fue

el propio ente Fiscal quien mediante la Resolución Exenta N°

221, de fecha 12 de marzo del año 2.012, reconoce el error

cometido e indica en el numeral sexto que fue mediante carta de

fecha 03 de noviembre del año 2.011 de don Eric Tello Gamboa le

informa a la Seremía de Bienes Nacionales que es dueño del

inmueble, presentando escritura pública del contrato de

compraventa, inscrito a fs. 1.869 bajo el número 2.368 del

Registro de Propiedad del Conservador Bienes Raíces de esta

ciudad del año 2.011, y dispone la reparación del referido error

En consecuencia y teniendo además presente que como se ha

indicado, la sentencia de segundo grado estableció la naturaleza

de lo edificado por el actor como inmueble por adherencia

concurren en autos los presupuestos de la acción de reembolso

contenida en el artículo 669 ya citado, es decir, la

indemnización en favor del poseedor, en la especie de buena fe,

que ha edificado en terreno ajeno, esto es, la accesión de

muebles a inmuebles.

UNDÉCIMO: Que el demandante solicita en su demanda se

condene al demandado y actual dueño del inmueble, como consta en

la causa tenida a la vista, además en el certificado de fs. 25,

a pagar la suma de 2.110,415 Unidades de Fomento, por concepto

de reembolso de las obras edificadas en el sitio N° 9-A, de la


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manzana F, del sector del Balneario el Huáscar.

Rola a fs. 25 del cuaderno de cumplimiento, informe de

tasación elaborado por don Victor Cortes Montecinos, que

concluye que en el citado sitio, se construyeron dos viviendas

de dos pisos de 114,48 m2 y la segunda de 133,25 m2. Además en

el sector oriente del terreno una tercera edificación, con

destino original para vivienda, en obra gruesa con losa

terminada, con una superficie de 57,54 m2. Determina además en

el informe el valor del terreno y el valor de lo edificado. Y

colige que el valor final de las edificaciones y el terreno es

de $191.009.500.-, considerado las referencias del valor por m2

de las propiedades en venta en el sector, el estado de

terminación de la edificación 3, a la que categoriza como no

habitable y el porcentaje del bien raíz que no cuenta con

permiso de edificación.

Consta en estos autos, informe pericial elaborado por doña

Blanca Moreno Gutiérrez, el que describe las características del

sector, las condiciones de la edificación según la zonificación

del plan regulador comunal, características del terreno y

edificaciones y concluye que el valor comercial de las

edificaciones alcanza la suma de $80.360.000; informe no

cuestionado de contrario, apreciado conforme a las reglas de la

sana crítica, en atención a la especialidad de quien lo emite y

su conformidad con las reglas de la lógica y de la experiencia,

constituye plena prueba con relación a las obras edificadas en

el terreno, con relación a los datos objetivos reunidos por el

perito en su estudio y en cuanto a la determinación del monto

por concepto de tasación y constituye una opinión que

corresponde considerar para determinar la cuantía teniendo

presente lo solicitado por el demandante en su demanda.


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DUODÉCIMO: Que corresponde de consiguiente rechazar las

alegaciones del demandado vertidas en la etapa de discusión, en

cuanto a la improcedencia de la acción entablada, en particular

que la compraventa y el correspondiente pago del precio,

consideró el estado en que se encontraba las edificaciones,

precisamente por lo concluido en el referido informe pericial y

que el precio pagado por el demandado, es inferior al valor del

terreno fijado en dicho informe y menos aún considera lo

edificado. Tampoco aparece procedente, lo alegado en cuanto a

que el demandante sabía que el terreno no le pertenecía al

Fisco, puesto que, como se ha indicado fue el propio señor Tello

Gamboa quien le informa a la Seremía la venta del inmueble en el

mes de noviembre del año 2.011. Por último que duda cabe que las

edificaciones realizadas por el actor, efectivamente aparecen

como útiles, si como consta en la causa tenida a la vista,

cuando el señor Elcito Jofre Canivilo, celebró el contrato de

arrendamiento, en el año 1.993, se le arrienda un terreno

eriazo, y como también ha quedado probado el señor Tello Gamboa

cuando adquiere el inmueble en el mes de Octubre del año 2.011,

pago por concepto de precio de venta la suma de dos millones de

pesos; de consiguiente no cabe sino acoger la demanda y disponer

el reembolso de lo edificado e invertido por el actor en el

inmueble de propiedad del demandado, en la suma demandada; tal

como se dispondrá en definitiva.

DÉCIMO TERCERO: Que no se condena en costas al demandado,

por haber tenido motivo plausible para litigar.

Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en

los artículos 144, 160, 161, 162, 170, 254, 341, 426 y 433 del

Código de Procedimiento Civil; 669, 1.687, 1698, 1712, 2.514 y

siguientes del Código Civil, se declara:


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I.- Que se rechaza, la excepción de prescripción opuesta

por el demandado en lo principal de fs. 119 de autos.

II.- Que se acoge, la demanda deducida en lo principal de

fs. 31, por don Juan Moraga Mena, abogado en representación de

Elcito Jofré Canivilo en contra de don Juan Eduardo Santander

Castro, y se condena al demandado, a pagar por concepto de

reembolso por lo edificado en el inmueble de calle Vicente

Caballero N° 6.160, sitio 9-A, de la manzana F, del Balneario

Playa El Huáscar, la cantidad de 2.110,415 Unidades de Fomento,

suma que deberá pagarse con interés corrientes para operaciones

de dinero reajustables, entre la fecha en que quede

ejecutoriada la presente sentencia y la de su pago efectivo.

III.- Que cada una de las partes pagará sus costas.

Regístrese, notifíquese y en su oportunidad archívese.

Rol C-2.834-2.015.

Dictada por doña Elizabeth Araya Julio, Juez Titular.

Autoriza doña Rosa Díaz Segovia, Secretaria Subrogante.

En Antofagasta, a cuatro de Mayo del año dos mil diecisiete, se

anotó el presente fallo en el estado diario, de conformidad con

lo prevenido en el artículo 162 inciso final del Código de

Procedimiento Civil.
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Este documento tiene firma electrónica


Elizabeth Veronica Araya Julio Rosa Del Carmen Diaz Segovia y su original puede ser validado en
Fecha: 04/05/2017 12:53:07 Fecha: 04/05/2017 13:28:02 http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.

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