Kuntur Wasi PDF
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Como vimos, el tope máximo fijado por Proinversión para la construcción del
aeropuerto (obras civiles) fue de US$ 457.5 millones. Consorcio Aeropuerto
Chinchero dijo que lo haría con US$ 411.1 millones; consorcio Aeropuerto Imperial
dijo que lo haría con US$ 348 millones; y consorcio Kuntur Wasi dijo que lo haría
con US$ 264.8 millones.
Como se puede observar, el Estado pensaba asumir un gasto de hasta US$ 457.5
millones para la construcción. Sin embargo, como es un préstamo (cofinanciado), a
ese monto debía sumarle los intereses del banco. Pero no lo proyectó ni lo puso en
las bases del contrato.
¿POR QUÉ?
Esta parte también es muy interesante. El vacío legal fue observado por la
contraloría General de la República en marzo de 2014, antes de la firma del
contrato, y le hizo el comentario respectivo a Proinversión. “No se ha considerado
una tasa máxima de endeudamiento”, le dijo por escrito, “es necesario que
Proinversión, antes de la adjudicación de la buena pro, evalúe la pertinencia de
fijar un costo de endeudamiento máximo”. ¿No se suponía que la tasa máxima era
7% más 2,5% de spread? En la segunda parte de la frase, en cambio, queda claro
que la contraloría quería que se defina el monto máximo que el Estado estaba
dispuesto a pagar por intereses.
“Si bien a mayor tasa de endeudamiento mayores serán las alícuotas del Pago por
Avance de Obras que recibirá el concesionario, los costos financieros (intereses
intercalares) en los que tendrá que incurrir el concesionario en las etapas previas a
la etapa de operación, de cargo de su equity/capital, también serán mayores”, fue
la respuesta formal. Como vemos, Proinversión pensaba que el pago de los
intereses intercalares los haría el concesionario, con su capital. El problema es
que Proinversión solo razonó el tema; es decir, no lo dejó por escrito.
Según explica este gráfico presentado por el ministro Vizcarra, a los US$ 264.8
millones iniciales se le suman los intereses intercalares. A esa suma es a la que se
aplica la tasa de interés, y no a los US$ 264.8 millones propuestos por Kuntur
Wasi.
Según esta interpretación, el Estado tendría que pagar trimestralmente US$ 14,2
millones (o US$ 56,8 millones anual), por 15 años. Si tomamos el monto anual y lo
multiplicamos por los 15 años, nos da un total de US$ 852 millones. Esto incluye el
préstamo más los intereses intercalares y los intereses normales.
También recomendó aceptar de una vez la propuesta del banco presentado por
Kuntur Wasi (Goldman Sachs) y acabar con el tema del cierre financiero, y lo hizo
con estas palabras: “Disponer las acciones para que el Concesionario acredite
formalmente al Acreedor Permitido y presente su propuesta de financiamiento, a
fin de lograr el cierre financiero en el menor plazo posible”. Entonces, los pasos de
consulta recomendados parecen haber sido solo para despistar a quien los
investigue.
Vizcarra también explicó que según las bases del concurso, el Estado pagaría al
banco los US$ 264.8 millones de la Sub Etapa 2 en pagos trimestrales iguales,
pero a partir de la culminación de la construcción del aeropuerto. Claro, no pagas
nada durante 5 años, pero los intereses se acumulan. Entonces, al sexto año,
cuando comienzas a pagar, te suman todo ese interés acumulado, y da la
impresión de que el interés es mayor de lo acordado. Estos intereses que se
acumulan durante el periodo de construcción se denominan “intereses
intercalares”, y no se tomaron en cuenta en las bases del concurso.
¿QUÉ ES EL CIERRE FINANCIERO?
Es confirmar que se ha conseguido el financiamiento para ejecutar la obra. En este
caso, cierre financiero del proyecto consta de 3 instancias: 1) la aprobación del
Contrato de Fideicomiso, 2) el acuerdo del Endeudamiento Garantizado Permitido
y 3) la entrega del cierre financiero en sí. En abril del 2016, el gobierno de Humala
emitió la Resolución Ministerial aprobando la constitución del Fideicomiso de
Administración en el marco del Contrato de Concesión. Esta fue la primera de las 3
pautas del cierre financiero.
¿QUÉ ES UN FIDEICOMISO?
En simple, es la transferencia de un valor (dinero, acciones, etc.) a una persona de
confianza para que cumpla un encargo específico. O sea, le das la plata y le dices
para qué es esa plata. No lo puede gastar en otra cosa.