INTRODUCCION
INTRODUCCION
INTRODUCCION
LA VIDA PENITENCIARIA
Integrantes:
Para cumplir con el cabal desarrollo por parte de la Cátedra Penitenciarismo, he recurrido a
fuentes especializadas en el tema sobre La Vida Penitenciaria, la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, Ley de Régimen Penitenciario de 2004, Código
Penal, Código Orgánico Procesal Penal. El sistema penitenciario en Venezuela confronta
innumerables problemas, tales como el retardo procesal, el hacinamiento, el precario estado
de los penales, la ausencia de una clasificación de presos, la carencia de servicios básicos
indispensables y la presencia de armas y drogas, todo lo cual contribuye a la excesiva
violencia que caracteriza a las instituciones penitenciarias en Venezuela. A esto se suma el
escaso número de funcionarios penitenciarios, con escasa o ninguna formación en el área.
Todas estas características, ponen en tela de juicio la función de "rehabilitación y
reinserción social" que en teoría deberían lograr estas instituciones, receptoras de la
población delictiva del país y que resultan ser el reflejo agravado de los males que afectan a
nuestra sociedad, encontrándose que la permanencia en estos centros de reclusión, lejos de
rehabilitar, propicia vicios y mayores problemas a un sistema penitenciario ya desgastado y
obsoleto. El derecho a la vida dentro de la cárcel sigue siendo un aspecto ético preocupante;
sin embargo, siempre se sigue hablando de la cárcel, históricamente, como un problema que
hay que atacar con carácter de urgencia. Lo malo de la cárcel es fácil de identificar:
hacinamiento, violencia, violaciones, ocio, vejaciones a la dignidad.
La vida Penitenciaria
Clasificación
Capítulo II
Artículo 9. Los penados serán clasificados conforme a los principios de las disciplinas
científicas que orientan la organización de regímenes penitenciarios. Se tomarán en cuenta
principalmente el sexo, edad, naturaleza y tipo del delito, antecedentes penales, grado
cultural, profesión u oficio, estado de salud, características de su personalidad y la
naturaleza y duración de la pena.
Artículo 11. La observación se realizará por los servicios técnicos de los establecimientos a
los cuales se atribuya este cometido.
Capítulo III
Artículo 12. Los penados serán agrupados al ingresar al establecimiento a que hayan sido
destinados en razón de la afinidad de sus respectivos tratamientos. Con este fin los
establecimientos penales dispondrán de secciones separadas que permitan el trato adecuado
a cada grupo.
Artículo 13. El Ministerio del Interior y Justicia podrá, en caso de emergencia justificada,
disponer el traslado de cualquier recluso al tribunal de ejecución, notificándolo dentro de
las veinticuatro horas siguientes. Este podrá, según las circunstancias, ampliar, modificar o
dejar sin efecto la medida.
Artículo 14. En caso de alteraciones graves en la salud física o mental del recluso, cuyo
tratamiento no sea posible en el establecimiento donde se encuentra, el director del penal
deberá decidir su inmediato traslado a un centro hospitalario para su atención, notificando
al Tribunal de Ejecución dentro de las veinticuatro horas siguientes.
Capítulo IV
Artículo 16. Las relaciones laborales de la población reclusa se regirán por la Ley Orgánica
del Trabajo. El Ministerio del Interior y Justicia dispondrá de los medios necesarios para
proporcionarles adecuado trabajo y estimulará la creación de talleres y microempresas
penitenciarias, con la participación directa de los mismos, de las gobernaciones,
municipios, empresas y organismos públicos y privados. Las microempresas creadas de
conformidad al párrafo anterior, deberán adecuarse al sistema de seguridad social vigente.
Para financiar la constitución y el desarrollo de microempresas se organizará un sistema de
ahorro y préstamo que permita a los reclusos el manejo de dichos recursos económicos.
Artículo 19. El penado será informado por los funcionarios del establecimiento
penitenciario de las condiciones de trabajo y de los beneficios que habrá de obtener de él.
Capítulo V
De la Educación
Artículo 20. La acción educadora será de naturaleza integral, alcanzará a todos los penados
y se preocupará de fijar sanos criterios de convivencia social
Artículo 21. Será objeto de atención preferente el proceso de alfabetización y la educación
básica. La instrucción de los penados se extenderá en cuanto sea posible hasta la educación
media, diversificada y profesional.
Artículo 23. Los establecimientos penitenciarios deberán tener una biblioteca, fija o
circulante, para uso de los penados.
Artículo 24. Se fomentará la enseñanza y prácticas musicales de los penados por medios
tales como coros, bandas, orquestas, conciertos y sesiones de música grabada.
Artículo 25. Como integrantes de la labor educativa, para todos los reclusos se organizarán
ciclos de conferencias, certámenes artísticos y literarios, representaciones teatrales y otros
actos culturales, preferentemente orientados a la formación integral de la población reclusa.
Capítulo VIII
Disciplina
Artículo 44. La potestad disciplinaria es atribución exclusiva del personal de los servicios
penitenciarios, conforme establezcan los reglamentos. Ningún recluso podrá ostentarla ni
ejercerla.
a. Amonestación privada;
d. Reclusión en celda de aislamiento hasta por quince días sin que ello implique
incomunicación absoluta;
Artículo 50. Los medios de coacción solo podrán emplearse cuando concurran las
siguientes circunstancias:
a. Existir actitud o conducta, individual o de grupos, de los reclusos que signifiquen peligro
inminente y de grave daño para las personas o las cosas;
b. Haberse agotado todos los otros medios para dominar al recluso o a los reclusos;
c. Orden expresa del funcionario encargado de la dirección del establecimiento que autorice
el recurso a tales medios.
Se solicitará informe previo del servicio médico del establecimiento. En todo caso, lo
ocurrido deberá comunicársele inmediatamente.
Artículo 51. Además de los beneficios que conceda el desarrollo progresivo de los
tratamientos, se establecerán sistemas reglamentados de premios y privilegios que sirvan de
incentivo inmediato a la mejor conducta y más favorable evolución del recluso.
Artículo 52. Sin menoscabo del derecho a dirigirse al juez de ejecución, los reclusos
deberán ser oídos por los inspectores de los servicios penitenciarios en sus visitas y por el
director del establecimiento o un funcionario en quien delegue o cualquier autoridad
superior, cuando así lo soliciten, para presentar peticiones o formular quejas, que deberán
ser expuestas en la forma que los reglamentos autoricen.
Artículo 53. El recluso que por dolo o culpa cause daños en las instalaciones, instrumentos
de trabajo u objetos de uso, responderá del daño causado sin perjuicio de la sanción
disciplinaria a que haya lugar. El resarcimiento del daño se hará con cargo al patrimonio del
recluso responsable y si no lo tuviere, se deducirá de las posteriores remuneraciones que
haya de recibir por su trabajo.
Capítulo XI
Personal
Artículo 83. El personal que haya de pertenecer a los servicios penitenciarios será
previamente seleccionado para el ejercicio de las funciones que ha de cumplir y
suficientemente especializado para el mejor desarrollo de los principios y normas del
régimen penitenciario, en la forma y condiciones que los reglamentos establezcan. El
personal directivo del establecimiento deberá estar debidamente calificado para su función
por sus cualidades personales, su capacidad administrativa, formación adecuada,
experiencia en la materia y preferentemente ser un penitenciarista egresado de un instituto
universitario.
Penintenciarismo
Se trata de una rama de las ciencias penales que estudia los sistemas de castigo y de
redención de los criminales así como de los métodos y procedimientos legales destinados a
prevenir el delito.
Asegura que una relación homosexual puede ser aceptada por un recluso inexperto a
cambio de protección u otros beneficios. "A prisión llegan los jóvenes inexpertos y
novicios del crimen e inmediatamente son rodeados con halagos por los veteranos. Éstos
son los 'lobos', que con su protección, con el regalo de tabaco, alcohol o alimentos tratan de
seducirlos. El recién llegado, desprovisto de todo, desorientado y lleno de temor, puede
finalmente ceder a los deseos de su ocasional protector. En la mayoría de casos se rebela,
entonces, en el momento oportuno, se pasa directamente a la violencia. La víctima se
convierte en tentación y estímulo de homosexualidad de los otros presos."
El sexo en prisiones suele venir acompañado de una serie de factores: coerción, violencia,
dolor, humillación... Asimismo, es común que se contagien infecciones de transmisión
sexual y, lo que es peor, enfermedades crónicas como la hepatitis C, el VIH y el SIDA. Lo
común en las situaciones de coerción sexual es que no se emplee el preservativo. Por
ejemplo, en EEUU se calcula que entre los reclusos las tasas de VIH son de 8 a 10 veces
mayores que en el resto de la población.
Conclusión
Los hechos que se apreciaron en el análisis dejan ver una brecha abismal durante muchos
años entre la normativa legal y la realidad relativa al funcionamiento carcelario venezolano,
que separan de manera importante a las instituciones penitenciarias de las posibilidades de
ofrecer tratamiento, lograr la reeducación y posterior reinserción social de los condenados.
Se incurriría en utopías si se creyera que las cárceles venezolanas en las condiciones que
funcionan, puedan servir en lo mínimo para generar cambios positivos en la conducta de los
seres que se encuentran sometidos al régimen de reclusión.
Los recursos humanos son insuficientes para atender la población reclusa tanto para la
seguridad como para el tratamiento. La capacitación de los recursos humanos, la
supervisión y el control son sumamente deficitarios.
Bibliografía