7MO SEMESTRE OBLIGACIONES III (Guia)
7MO SEMESTRE OBLIGACIONES III (Guia)
7MO SEMESTRE OBLIGACIONES III (Guia)
1. EL HECHO CIVIL
Es la obligación que asume la persona que causa un daño a otra por un hecho
ilícito propio o bien por el hecho de personas, animales o cosas, sometidas a su
cuidado o guarda, por no haber ejercido la debida vigilancia. Esta obligación da
lugar a la responsabilidad civil.
Artículo 1185 CC: “El que con intención, o por negligencia o por imprudencia, ha
causado un daño a otro, está obligado a repararlo...”
4. LA IMPUTABILIDAD
La capacidad delictual civil, se determina por el discernimiento, a quien no puede
distinguir lo bueno de lo malo.
4.1. ELEMENTOS DE LA IMPUTABILIDAD: La existencia de la voluntad; la
existencia de libertad; y la conciencia de los actos en las personas.
1. CONCEPTO
Es la relación causa – efecto entre el error de conducta o culpa (causa), y el daño
(efecto o consecuencia). Para establecerla, es necesario analizar cada conducta
culposa con el fin de determinar el tipo de daño causado.
Toda persona es responsable del daño causado por las cosas que tiene bajo su
guarda, a menos que pruebe que el daño ha sido ocasionado por falta de la
víctima, por el hecho de un tercero, o por caso fortuito o fuerza mayor. (Artículo
1193 CC – Encabezado)
Que el ejercicio sea contrario con la buena fe entre las partes, la moral y las
buenas costumbres.
Que por las desviaciones sé allá producido un daño grave, o se produjera en
el futuro.
No es necesario demostrar la intención o culpa de la persona que ejercicio el
abuso del derecho, sino solamente es suficiente con establecer que se ha
transgredido la buena fe, y que la conducta sea desleal y abusiva.
Es necesario que se produzca un daño a otro, sea en una disminución de su
patrimonio o se perjudica moralmente a una persona.
Se requiere que exista la relación de causalidad entre el daño y el acto
abusivo.
Que el titular del derecho, no salga del límite de su derecho, ya que
incurriría en un hecho ilícito, es decir, el daño debe provenir de un acto que
constituya un abuso del derecho.
2. OBLIGACIONES CONDICIONALES
En el negocio jurídico hay elementos que son ESENCIALES (el consentimiento de
las partes, el objeto y la causa), y otros que son ACCIDENTALES (.La condición, el
término o plazo y el modo.). De eso se trata cuando se refiere de Obligaciones
condicionales y Obligaciones a Término.
1. OBLIGACIONES CONJUNTIVAS
Son aquellas en la cual el deudor está obligado a prestar varios hechos o entregar
varias cosas a la vez, y el deudor no se libera de su compromiso, mientras no
cumpla todas las conductas requeridas.
2. OBLIGACIONES ALTERNATIVAS
Son aquellas en la cual el deudor está obligado a prestar o entregar una sola cosa,
entre varias que previamente se ha acordado.
La elección la hará el deudor, salvo estipulación en contrario.
Las partes pueden pactar que la elección la haga el acreedor.
La elección puede ser realizada por un tercero o varias personas.
Cuando la elección deba ser hecha por varias personas, el Juez puede
señalar el plazo para que lo hagan, en caso de no hacerlo, la elección la hará el
Juez.
3. OBLIGACIONES FACULTATIVAS
Es una facultad que concede el acreedor al deudor, previsto previamente en el
contrato; y que permite al deudor, liberarse del cumplimiento de una obligación
contraída con otra prestación diferente y previamente determinada.
6. PERENCIÓN DE LA COSA
Artículo 1218 CC: Si sólo una de las cosas prometidas alternativamente subsiste
para el momento de la exigibilidad, la obligación es pura y simple.
o De Igual manera se considerará pura y simple la obligación, cuando
solo una de las cosas prometidas puede ser objeto de obligación.
o El precio de la cosa que subsiste o que puede ser objeto de la
obligación, no puede ser ofrecido en su lugar.
o Si todas las cosas han perecido y una lo ha sido por culpa del deudor,
éste debe pagar el precio de la última que pereció.
2. NATURALEZA JURÍDICA
Para algunos doctrinarios la prescripción es una figura del Derecho Positivo porque
es el propio ordenamiento jurídico quien acuerda que vencido determinado plazo el
derecho se extingue. Para otros, en cambio, la prescripción tiene su fundamento en
el Derecho Natural cuando existe buena fe; pero cuando existe mala fe, porque el
deudor sabe que debe, la prescripción se fundamenta en razones de interés
general ajenas al Derecho Natural y propias del Derecho Positivo.
Se ha discutido si la prescripción extingue la obligación o la acción para reclamarla.
Al respecto autores como Miliani Balza consideran que la prescripción no conlleva a
la eliminación de la obligación sino que transforman ésta en una obligación natural
por lo cual si el deudor paga la paga espontáneamente, por lo que no deberá
repetir lo pagado porque no hizo un pago indebido.
Otros autores como Maduro Luyardo opinan que la doctrina moderna considera que
la prescripción extintiva extingue la obligación; porque el hecho de que aún
subsista una obligación natural después de declarada la prescripción no indica para
nada que la prescripción solamente afecta la acción puesto que la obligación
natural no es una obligación civil y sólo legitima el pago espontáneo.
3. INTERÉS PÚBLICO DE LA PRESCRIPCIÓN
Si no existiera la prescripción el deudor y sus sucesores quedarían obligados
eternamente; recordemos que la obligación nace para extinguirse y se diferencia
de los derechos reales, porque éstos, especialmente el derecho de propiedad,
tienden a perpetuarse. Luego, interesa a la sociedad que el tiempo consolide las
aparentes situaciones jurídicas e interesa a los deudores que han cumplido con sus
obligaciones por que en caso de no existir la prescripción correrían el riesgo de
verse obligados a tener que pagar de nuevo.
Sin embargo en nuestro derecho el deudor puede renunciar a la prescripción de
manera expresa o tácita una vez cumplido el plazo para la prescripción ya que no
puede hacerlo anticipadamente (Art. 1.854 C.C.) porque ello atenta contra el orden
público al no permitirle la adecuación de derecho a la situación de hecho y porque
el acreedor al contratar podría imponerle al deudor la renuncia a una defensa que
permitiría la inacción del acreedor y convertiría la obligación en un derecho eterno,
lo que es contrario a su naturaleza de nacer para extinguirse.
El Juez no puede oponer la prescripción de oficio, ésta tienen que ser alegada por
el deudor (Art. 1.956 C.C.) No se permite a las partes prolongar el lapso de
prescripción aunque una parte de la doctrina considera que si pueden abreviarse
los lapsos de la prescripción.
4. PRESCRIPCIÓN PERFECTA O LARGA (PRESCRIPCIONES ORDINARIAS)
La prescripción ordinaria de una acción personal derivada de un derecho de crédito
es de diez años (Art. 1.977 C.C.). Esta prescripción tiene su fundamento en el
interés social y no en la presunción de pago, porque aunque el deudor reconozca e
juicio que él debía, dicho reconocimiento no origina que la acción recobre su
eficacia. Mientras que en las prescripciones cortas o imperfectas (lapsos de
prescripciones menores de diez años para algunas acciones personales), si el
deudor reconoce que no ha pagado, la obligación subsiste.
5. LA PRESUNCIÓN DE PAGO EN LA PRESCRIPCIÓN
Se presume que el deudor ha cumplido con su prestación, cuando por un tiempo
determinado, el acreedor no ha dirigido reclamación de pago alguna a su deudor;
fundamento que generalmente se esgrime en las prescripciones breves.
6. CONDICIONES PARA LA PROCEDENCIA DE LA PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA
Aunque la prescripción se verifica por el sólo transcurso del tiempo fijado por la
ley; para la procedencia de la prescripción extintiva deben darse los siguientes
presupuestos:
6.1. QUE HAYA TRANSCURRIDO EL PLAZO DE TIEMPO FIJADO POR LA LEY:
El C.C. establece los diferentes lapsos de prescripción, cuyo principio general está
en el Art. 1.977 C.C. que como dijimos establece el término ordinario para las
prescripciones perfectas, largas u ordinarias en diez (10) años, contados desde que
la obligación se hace exigible. Pero también existen plazos de prescripción
especiales de dos, tres, cinco años, etc.
6.2. LA INERCIA DEL ACREEDOR: Porque el acreedor teniendo la posibilidad
cierta de exigir el cumplimiento del deudor se abstiene de hacerlo. La doctrina
señala como requisitos de la inercia del acreedor las siguientes:
a) Posibilidad de exigir el cumplimiento o de ejercer la acción:
Mientras la obligación no sea exigible el acreedor no podrá sino ejercer las
acciones conservatorias de su derecho sin poder exigir su cumplimiento; vale decir
el acreedor no puede demandar el cumplimiento de la obligación si ésta no es
exigible. Ejemplo: La obligación sometida a condición suspensiva (Art. 1.965, 2º);
obligación sometida a término suspensivo o inicial (Art. 1965, 4º); el saneamiento
mientras no se haya verificado la evicción (Art. 1.965, 5º).
b) La inactividad o inercia del acreedor: Una vez que la obligación se
hace exigible, el acreedor puede y debe ejercer su derecho de exigir con actos de
seriedad el cumplimiento por parte del deudor, demostrando que tiene interés en
que éste cumpla. Por lo tanto, su inactividad supone que no tiene interés en que el
deudor cumpla su prestación.
El lapso de prescripción comienza a correr desde el momento en que la
obligación se hace exigible y se consuma al finalizar el último día del término (Art.
1.976 C.C.); el lapso se cuenta por días y no por horas (Art. 1.975 C.C.) por ello el
lapso se consuma a las 12 PM del último día.
6.3. INVOCACIÓN POR PARTE DEL INTERESADO: La oposición de la prescripción
debe ser hecha por el deudor; el deudor es el llamado a oponerse al cobro judicial
extemporáneo o a ejercer alguna acción para obtener la declaración correspondiente;
esto porque la prescripción no opera de pleno derecho sino que debe ser alegada por
el interesado ya que el Juez no puede suplir de oficio la prescripción no opuesta.
7. LA INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
Todo acto de ejercicio del derecho constituye un acto de interrupción de la
prescripción. Por acto de interrupción de la prescripción debemos entender toda
conducta del acreedor que revele su exigencia de cumplimiento de la obligación y
consta de dos elementos fundamentales:
La manifestación de voluntad para exigir el derecho de crédito; y,
La notificación de esa voluntad al deudor.
Estos actos del acreedor interrumpen la prescripción, y tienen como efecto
que logran borrar o destruir el tiempo que ya había transcurrido antes del acto de
interrupción (Art. 1.969 C.C.). El efecto de la interrupción es que inutiliza o borra
todo el tiempo transcurrido antes del acto que la precede y en consecuencia, la
cuenta del lapso prescrito se debe realizar desde el principio en razón de que el
lapso que ya había transcurrido queda borrado.
8. LA SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
Ocurre cuando hay un impedimento legal o moral para que se pueda
intentar la acción, ya sea desde el nacimiento de la obligación por no ser exigible
su cumplimiento (término, modo, etc.) o porque surge dicho impedimento con
posterioridad; en éste último caso se cuenta el tiempo transcurrido hasta que
surge la causal de suspensión y se continúa contando después que cese la causal.
Confusión de nuestros legisladores. Art. 1.965 C.C. “No corre tampoco la
prescripción: (…).
El legislador confundió en este artículo supuestos que impiden que empiece
a correr la prescripción con las circunstancias que suspenden la prescripción. En las
obligaciones condicionales o a término no hay suspensión de la prescripción, sino
que como allí no se ha constituido el derecho no puede comenzar a correr la
prescripción; lo cual sucede igual con la acción de saneamiento, porque ella
depende de la evicción que sufra el adquirente; estos son supuestos que impiden
que comience a correr la prescripción.
Las causales de suspensión de prescripción obedecen a elementos extraños
a la relación sobre la cual recaen: Por ejemplo, el hecho de que los sujetos de la
relación obligatoria sean cónyuges; el hecho de que sea menor el acreedor, lo cual
suspende el transcurso de la misma; mientras subsista esa calidad o nexo entre las
personas obligadas.
Personas que pueden invocar la prescripción:
Puede ser alegada por el deudor, pues él es el titular de la excepción y
principal beneficiario de la misma.
También la pueden invocar los acreedores del deudor o cualquier tercero
interesado en hacerla oponer; no obstante éste hubiere renunciado a la
prescripción (Art. 1. 958 C.C.)
9. EFECTOS DE LA PRESCRIPCIÓN
La prescripción consumada y declarada procedente en juicio, cumplidas todas sus
condiciones produce los siguientes efectos:
Extingue la obligación y la acción: Es decir, extingue el poder jurídico de
hacer cumplir la obligación. La obligación se transforma en una obligación natural
cuyo pago extemporáneo es válido y no está sujeto a repetición.
Se extinguen igualmente las garantías y accesorios de la obligación cuya
acción ha prescrito, tales como las prendas, privilegios e intereses.
La prescripción produce un efecto liberatorio con carácter retroactivo;
invocada la prescripción el deudor queda liberado desde el momento en que la
prescripción se consumó no desde que la alega.
10. LA CADUCIDAD
Es la pérdida o decadencia de un derecho porque su titular no observó dentro de
determinado lapso de tiempo; la conducta que la norma jurídica le imponía como
necesaria para preservarla.
La CADUCIDAD es un término fatal, cuyo transcurso produce la extinción de la
acción; pero no de la obligación. De allí inferimos que la caducidad puede:
Afectar derechos ya perfeccionados o expectativas de derechos.
Extinguir derechos adjetivos o sustantivos.
Provenir de un hecho no realizado o de una abstención no cumplida en le
plazo señalado.
Ser de origen legal, convencional o judicial.
11. EFECTOS MEDIENTE EL ESTUDIO DE LA PÉRDIDA DE UN DERECHO YA
NACIDO O EN GESTACIÓN
La caducidad es causa extintiva de derechos, al ocurrir, termina con
facultades jurídicas y en consecuencia con facultades correlativas. Ejemplo; la
acción de caducidad del matrimonio. (Arts. 117,118 y 121 C.C.). La caducidad hace
desaparecer expectativas de derechos, las cuales no llegan a nacer, como la
caducidad de la acción cambiaria de regreso; la acción del beneficiario contra
aquel que haya emitido un cheque sin provisión de fondos.
Suspensión de derechos sustantivos o procesales: La caducidad hace
desaparecer tanto los derechos sustantivos como los procesales, como es el caso
de la preclusión.
Cuando el titular del derecho o de la expectativa del mismo no realiza una
conducta dentro de un plazo determinado, caduca. El comportamiento exigido al
titular del derecho para eliminar la amenaza de caducidad puede ser una
abstención o una omisión, una conducta positiva o una conducta convencional.
Según lo establecido en el Art. 1.952 C.C. “La prescripción la podemos definir como un
medio de adquirir un derecho o de libertarse de una obligación, por el tiempo y bajo las
condiciones, determinadas por la ley” viéndolo de esta manera podemos mencionar a la
prescripción extintiva o liberatoria: la prescripción no conlleva a la eliminación de la obligación,
sólo la transforma en una obligación natural, por tanto si el solvens la paga espontáneamente, no
puede repetir lo pagado, porque no se hizo un pago indebido, se entregó lo que aún se debía.
Mientras la prescripción adquisitiva o usucapión: es un modo de adquirir la propiedad de una cosa
u otros derechos reales posibles mediante la posesión continuada de estos derechos en carácter
de titular durante el tiempo que señale la ley. La prescripción es una institución jurídica, por la
cual, el transcurso del tiempo tiene como efectos: liberar a una persona del cumplimento de una
obligación gracias a que permite la extinción de las acciones que facultan al acreedor para exigirla
o la adquisición de las cosas ajenas.
Por otra parte se dice que la prescripción perfecta o larga (prescripciones ordinarias) de
una acción personal derivada de un derecho de crédito es de diez años (art. 1.977 c.c.). Esta
prescripción tiene su fundamento en el interés social y no en la presunción de pago, porque
aunque el deudor reconozca el juicio que él debía, dicho reconocimiento no origina que la acción
recobre su eficacia. Mientras que en las prescripciones cortas o imperfectas (lapsos de
prescripciones menores de diez años para algunas acciones personales), si el deudor reconoce que
no ha pagado, la obligación subsiste.
Con respecto a la interrupción de la prescripción se dice que todo acto de ejercicio del
derecho constituye un acto de interrupción de la prescripción. Es decir debemos entender toda
conducta del acreedor que revele su exigencia de cumplimiento de la obligación y consta de dos
elementos fundamentales: la manifestación de voluntad para exigir el derecho de crédito; y, la
notificación de esa voluntad al deudor. Esto actos del acreedor interrumpen la prescripción, y
tienen como efecto que logran borrar o destruir el tiempo que ya había transcurrido antes del
acto de interrupción (art. 1.969 c.c. En cuanto a la suspensión de la prescripción ocurre cuando
hay un impedimento legal o moral para que se pueda intentar la acción, ya sea desde el
nacimiento de la obligación por no ser exigible su cumplimiento (término, modo, etc.) o porque
surge dicho impedimento con posterioridad; en éste último caso se cuenta el tiempo transcurrido
hasta que surge la causal de suspensión y se continúa contando después que cese la causal.
Confusión de nuestros legisladores. Art. 1.965 c.c. “no corre tampoco la prescripción: (…) el
legislador confundió en este artículo supuestos que impiden que empiece a correr la prescripción
con las circunstancias que suspenden la prescripción. En las obligaciones condicionales o a
término no hay suspensión de la prescripción, sino que como allí no se ha constituido el derecho
no puede comenzar a correr la prescripción; lo cual sucede igual con la acción de saneamiento,
porque ella depende de la evicción que sufra el adquirente; estos son supuestos que impiden que
comience a correr la prescripción. Las causales de suspensión de prescripción obedecen a
elementos extraños a la relación sobre la cual recaen: por ejemplo, el hecho de que los sujetos de
la relación obligatoria sean cónyuges; el hecho de que sea menor el acreedor, lo cual suspende el
transcurso de la misma; mientras subsista esa calidad o nexo entre las personas obligadas.
Personas que pueden invocar la prescripción: puede ser alegada por el deudor, pues él es el titular
de la excepción y principal beneficiario de la misma, también la pueden invocar los acreedores del
deudor o cualquier tercero interesado en hacerla oponer; no obstante éste hubiere renunciado a
la prescripción (art. 1. 958 c.c.Entre sus efectos tenemos: la prescripción consumada y declarada
procedente en juicio, cumplidas todas sus condiciones produce los siguientes efectos: extingue la
obligación y la acción: es decir, extingue el poder jurídico de hacer cumplir la obligación. La
obligación se transforma en una obligación natural cuyo pago extemporáneo es válido y no está
sujeto a repetición, se extinguen igualmente las garantías y accesorios de la obligación cuya acción
ha prescrito, tales como las prendas, privilegios e intereses, la prescripción produce un efecto
liberatorio con carácter retroactivo; invocada la prescripción el deudor queda liberado desde el
momento en que la prescripción se consumó no desde que la alega.
Por otra parte entre sus efectos mediante el estudio de la pérdida de un derecho ya nacido o
en gestación: en primer lugar la caducidad es causa extintiva de derechos, al ocurrir, termina con
facultades jurídicas y en consecuencia con facultades correlativas. Ejemplo; la acción de caducidad
del matrimonio. (arts. 117,118 y 121 c.c.). La caducidad hace desaparecer expectativas de
derechos, las cuales no llegan a nacer, como la caducidad de la acción cambiaria de regreso; la
acción del beneficiario contra aquel que haya emitido un cheque sin provisión de fondos. Otro de
estos efectos es la suspensión de derechos sustantivos o procesales: donde la caducidad hace
desaparecer tanto los derechos sustantivos como los procesales, como es el caso de la preclusión,
y por ultimo cuando el titular del derecho o de la expectativa del mismo no realiza una conducta
dentro de un plazo determinado, caduca. El comportamiento exigido al titular del derecho para
eliminar la amenaza de caducidad puede ser una abstención o una omisión. En las clases de
caducidad.
Entre las clases de caducidad tenemos: la caducidad legal, cuando la conducta que debe
realizar el titular del derecho, dentro del plazo determinado ha sido fijada por la norma jurídica. La
caducidad convencional: cuando el lapso de caducidad está contenido en una cláusula contractual,
declaración unilateral de voluntad o de cualquier acto jurídico. y la caducidad judicial: cuando
provienen de una resolución o providencia jurisdiccional definitivamente firme.
Por otra parte y último podemos mencionar la diferencia de la caducidad con el término
extintivo: el término extintivo resuelve la obligación, cualquiera sea la conducta observada por el
titular del derecho durante el lapso establecido. La caducidad extingue el derecho si su titular no
despliega o hace determinada conducta; luego, si el titular observa esa conducta impide la
extinción del derecho por caducidad; lo que no puede impedir el titular es el efecto resolutorio del
término extintivo una vez cumplido el plazo.