Separata Modelos Teóricos
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INDICE
Aún cuando esté desacreditado, ayuda al clínico a organizar sus ideas y acciones y
comunicarlas en un lenguaje común.
Un modelo nos permite decidir que aspectos son relevantes o no, hacia donde
orientarnos.
En términos científicos los mejores modelos clínicos son aquellos cuyas implicancias e
hipótesis pueden ser investigadas rigurosamente en una amplia variedad de
situaciones.
Un buen modelo debe incluir una explicación completa, eficiente y verificable del
desarrollo, mantenimiento y modificación tanto de los aspectos problemáticos y no
problemáticos de la conducta humana.
Zubin (1969): ”Solamente los modelos que no se pueden probar nunca perecen. Ni
siquiera se desvanecen, desafortunadamente”.
PERO DEBEMOS TENER EN CUENTA..........
Comprender que ninguno de los modelos es una entidad completa; y que no es dueña
absoluta de la verdad.
La conducta no tiene que aparecer en una forma determinada para que sea tratada por
un modelo particular.
EL MODELO PSICODINAMICO
Las raíces se encuentran en las obras Freud e incluye las ideas de sus seguidores.
PREMISAS PRINCIPALES
2) Los factores intrapsiquicos proporcionan las causas subyacentes de las conductas que
se manifiestan abiertamente, sean estas problemáticas o no.
Psicoanálisis Freudiano
Estructura de la Personalidad
A. Concepción Topográfica:
a) Sistema Consciente
b) Sistema Preconsciente
c) Sistema Inconsciente
B. Concepción Estructural:
El Id: instintos primitivos inconscientes; motiva la conducta. Busca la gratificación de
los deseos: pasiones. “Principio del Placer”.
El Ego: Parcialmente consciente e inconsciente. Se adapta a las exigencias externas:
Razón y Reflexión. “Principio de la Realidad”
Superego: Lllamado “conciencia”. Enseñanzas familiares y culturales de la ética, moral
y valores. Represora.
a) Primario
b) Secundario
Unidad de Análisis
Aspecto Metodológico
Las técnicas que utiliza son la hipnosis, la libre asociación, el análisis de los sueños, el
análisis de “lapsus linguae”, el análisis de los olvidos, el análisis de la transferencia,
técnicas proyectivas.
El objetivo principal de la evaluación se centra en explicar la etiología del
comportamiento humano describiendo las estructuras psiquícas.
RESUMEN
SUMMARY
The aim of this paper is to try to clarify and discuss, from a theorical and clinical
point of view, the main definitory features, indications and contraindications as
well as basic technical details of the different types of short term psychodynamic
psychotherapy. This form of therapy has its own roots in psychoanalysis having
showed an adequate efficacy, effectiveness and efficiency in certain mental
disorders.
Introducción
Es preciso diferenciar antes que nada las psicoterapias dinámicas de las terapias
de apoyo de orientación psicoanalítica. En tal sentido, destacaremos en primer
lugar que éstas tienen su máxima indicación en sujetos psíquicamente muy
afectados, que se han descompensado en forma brusca y reciente, así como en
familias que han entrado en una crisis de cercana aparición. En cualquiera de los
casos, cuando las crisis se prolongan en el tiempo o se dejan evolucionar
espontáneamente, los sujetos implicados desarrollan frecuentemente severos
trastornos mentales, que se acompañan de graves tensiones en el grupo
familiar. De aquí la necesidad de una intervención de apoyo pronta e intensiva,
con el fin de tratar de aliviar de inmediato la situación psicopatológica activada,
mostrando con claridad a los participantes las posibles vías de solución
existentes. Son en todo caso son recomendables las siguientes estrategias
terapéuticas (7):
2. Definición del trastorno o del conflicto objeto de la consulta como una crisis,
debiéndose incluir en tal delimitación, siempre que sea posible, a todos los
miembros del grupo familiar, para evitar que la responsabilidad se sitúe en un
único sujeto, defensa que habitualmente se pone en marcha para desviar
responsabilidades y culpas.
Las reglas técnicas básicas del psicoanálisis (asociación libre, atención flotante,
neutralidad y abstinencia) son respetadas, pero el proceso terapéutico se trata
de acelerar por medio del trabajo en los focos conflictivos más centrales,
confrontándose en todo caso las resistencias (defensas) y en concreto los
fenómenos transferenciales de manera muy activa, lo que en ocasiones toma el
aire de un proceso de naturaleza conductual, incluyendo unas contingencias de
control que empujan al sujeto hacia la búsqueda de la salud mental.
Las psicoterapias dinámicas breves acogen diversos tipos de trabajo, con ciertos
matices particulares. Al respecto, los principales modelos proceden de Sifneos,
Malan y Davanloo.
Davanloo (19, 20, 21), por su parte, incluye el trabajo simultáneo de múltiples
focos (Broad-Focus Short-Term Dynamic Psychotherapy o BFSTDP), aceptando a
pacientes con muy variada y grave sintomatología (fobias y depresiones
crónicas, neurosis obsesivas, diversas caracteropatías, variadas enfermedades
psicosomáticas, etc.), habiendo realizado interesantes aportaciones técnicas
para ello (22, 23, 24, 25, 26,27,28,29,30,31).
Evaluaciones de la eficacia
En lo referente a las psicoterapias dinámicas, Sifneos (14, 15, 35, 36, 37)
incluyó evaluaciones continuas, investigando el estado de los sujetos al
comienzo y al final del tratamiento, constituyéndose los grupos de control por
sujetos que entraban en lista de espera y que posteriormente fueron tratados
con STAPP. Partiendo de una serie de criterios dinámicos previamente
establecidos, dos evaluadores independientes estudiaban la evolución de los
sujetos, que habían sido asignados al azar al grupo de tratamiento o al grupo de
control. Al finalizar la psicoterapia, generalmente a los cuatro o cinco meses de
iniciada, todos los pacientes fueron reevaluados, en cuyo instante los
pertenecientes al grupo de control entraban en terapia. Pues bien, los cambios
favorables fueron muy evidentes y significativos en las personas tratadas (en
tomo al 80%), aunque Sifneos verificó que el 20% de los sujetos en lista de
espera también habían presentando mejoría de sus síntomas. Sin embargo,
cuando éstos fueron entrevistados, resaltaron que en su entorno se habían dado
carubios importantes que habían afectado a sus vidas. En cuanto a los sujetos
tratados (inicialmente o tras estar un tiempo previo en lista de espera), todos
admitieron que la psicoterapia había sido la mejor y más útil experiencia en la
resolución de sus conflictos. Un año después seguían mostrando capacidad para
solucionar adecuadamente nuevos problemas, incluso aquellos pacientes que no
habían tenido modificaciones caracteriales profundas. Las investigaciones de
Malan (38) han aportado datos similares a los de Sifneos.
2. Evidencia de una interrelación del problema presente con tal conflicto nuclear.
Malan (17, 18, 35) ha hecho sus propias especificaciones en cuanto a los
criterios de selección de pacientes:
Como hemos visto, tanto Sifneos como Malan resaltan la importancia de las
respuestas' del sujeto a las interpretaciones que se efectúan durante la
evaluación inicial (test o prueba de la interpretación), cosa que también subrayó
Barten (10), el cual manifestó que ello era el indicador más significativo cara
ante el pronóstico de la psicoterapia breve. Este autor insistió también en que:
4. Los que no pongan con rapidez en marcha una adecuada alianza terapéutica.
Los matices técnicos básicos de los tres modelos de psicoterapia dinámica breve,
son:
En cuanto a la STAPP, Sifneos (15, 16) agrupa sus aspectos técnicos en los
siguientes puntos: las sesiones soncara a cara, semanales, de unos 45 minutos
de duración, con previa especificación de día y hora (que se procurará no
modificar), aclarando desde un principio que se trata de una terapia breve, pero
sin concretar el número total de sesiones (por lo común la duracióón es de 6 a
15 sesiones). En la sesión evaluatoria (que no realiza el mismo profesional que
se hace cargo de la terapia), se concreta si el candidato supera los criterios de
selección y se define un foco dinámico, lo que se repite en la primera sesión
propiamente terapéutica, recordándole al paciente que debe tratar de
concentrarse en el foco conflictivo. Las diversas intervenciones técnicas
persiguen los objetivos siguientes (16):
6. Enlazar los sentimientos experimentados con personas claves del pasado con
los sentimientos transferenciales.
En relación con la intervención propuesta por Malan (18), hay que resaltar, en
primer lugar, la necesidad de que en los encuentros terapéuticos impere un
clima de aceptación incondicional por parte del profesional, dentro de cuya
atmósfera podrá establecerse una interrelación que permita la conscienciación y
expresión por parte del paciente de las ideas y sentimientos más ocultos y
rechazados. Frente a ellos, el psicoterapeuta debe estar sumamente atento a
sus reacciones contratransferenciales, que debidamente controladas, y con
ayuda del oportuno saber teórico, será el más importante baluarte en que
apoyar las oportunas interpretaciones.
Por otra parte, Malan (18) concreta que la misión del terapeuta dinámico es
trabajar sobre la base de dos triángulos, el triángulo del conflicto y el triángulo
de las personas. El triángulo del conflicto es algo cercano a lo que Menninger
(40) llamó triángulo del insight, implicando enfrentarse sucesivamente a:
1. Los métodos adoptados por los pacientes (defensas) para controlar el dolor
psíquico o la angustia que taponan los sentimientos/impulsos ocultos o
inaceptables.
En el momento en que el proceso terapéutico llega a este punto, esto es, cuando
se han ligado los problemas presentes del sujeto con eventos conflictivos del
pasado, reales o fantaseados, relacionados con los progenitores o con figuras de
especial importancia, y el paciente ha tomado consciencia de todo esto, puede
mencionársele la posibilidad de la próxima terminación del tratamiento,
poniendo mucha atención a su reacción, pues es muy probable que este anuncio
de la pérdida inmediata del terapeuta reavive antiguas angustias de separación
y desengaño con los primitivos objetos de amor. En tal caso, hay que dedicar
algunas sesiones a la reelaboración o translaboración de tales sentimientos
transferenciales, ligándolos mediante reconstrucciones e interpretaciones a los
oportunos hechos del pasado infantil. Sólo entonces puede considerarse que el
proceso terapéutico está en condiciones darse por finalizado, lo que suele
imponerse de forma natural, conduciendo a la separación de terapeuta y
paciente con cordialidad y con sentimientos de alegría por haberse alcanzado la
meta prevista. En casos concretos, puede ser necesario retomar al paciente
pasado un cierto tiempo, para efectuar algunas sesiones más, puerta que
siempre debe dejarse abierta, aunque con el aviso de no retornar a la terapia
ante el más mínimo desajuste o sufrimiento, sino sólo cuando se haya
comprobado que por sí mismo no pueden resolverse los problemas.
Los resultados terapéuticos son tanto más eficaces cuanto más honda y
frecuentemente capta el paciente las interpretaciones que ligan los conflictos
expresados en T, C y P, dejándose notar los efectos positivos entre la sexta y
octava sesión, lo que se traduce en una mejoría de la adaptación a las
circunstancias del presente, en cambios favorables en el carácter y en la mejoría
de la relación clínica. Cuando los síntomas empiezan a decaer y el
comportamiento se toma progresivamente más ajustado, debe plantearse la
cuestión de la terminación. Ello es bastante fácil en los sujetos con foco edípico,
pudiendo necesitar de unas cuantas sesiones extras (de 3 a 5) los casos
restantes. En las patologías complejas, que exigen de una mayor prolongación
de la psicoterapia para disolver la angustia de separación, el foco terapéutico
debe ser tal sentimiento, lo que suele exigir de un duro trabajo terapéutico que
enfoque los más enraizados conflictos del pasado.
Hemos de indicar, por último, que en cualquiera de los tipos de terapia breve, no
hay contraindicación respecto a la utilización paralela, al menos durante un
cierto tiempo, de ansiolíticos, antidepresivos u otros psicotropos, tratamiento
que suele abandonarse a mediados del proceso, bien de forma espontánea por
parte del paciente, bien por indicación del terapeuta.
Por su parte, Beck, y otros (1983) resumen en siete puntos los presupuestos de los
modelos cognitivos de evaluación terapia:
1. La experiencia es un proceso activo, que incluye tanto la inspección como
la introspección.
2. Las cogniciones son el resultado de la síntesis entre estímulos internos y
externos.
3. A partir de las cogniciones de un sujeto se hace evidente su modo de
evaluar la situación.
4. Estas cogniciones constituyen la corriente de conciencia de un sujeto que
refleja la configuración de la persona acerca de sí misma, su mundo, su
pasado y su futuro.
5. Las modificaciones de las cogniciones de una persona influyen en su
estado afectivo y en su conducta.
6. Mediante la terapia psicológica un paciente puede darse cuenta de sus
distorsiones y errores cognitivos.
7. La modificación de estos constructos erróneos puede producir una mejoría
clínica.
Es fácil reconocer en los puntos mencionados los presupuestos interaccionistas que abrían
este capítulo: el sujeto es agente de su realidad y tiene poder para actuar sobre sí mismo y
sobre la situación o contexto que le envuelve. La realidad llega al organismo mediatizada
por el peculiar sistema cognitivo del individuo el cual, a su vez, se ha ido conformando a lo
largo de su particular historia de aprendizaje, o transacción dinámica con su entorno. Estos
modelos aceptan como unidad de análisis la cognición y la explican mediante la variable
“organísmica” (O), si bien el valor otorgado a esta variable se constituye en uno de los
puntos conflictivos de los psicólogos conductual-cognitivos. Así, mientras para unos “O”
queda reducido a su condición biológica: aspectos genéticos, fisiológicos, neurológicos,
bioquímicos y mecánicos (Kanfer y Phillips, 1970) otros le confieren una mayor amplitud al
otorgarle, además de las precedentes, funciones de auto-valoración, de generación de
autoinstrucciones, pensamientos y sentimientos (Goldfried y Sprafkin, 1974). La
propuesta, pues, de estos dos últimos autores se acerca en mayor grado a las variables
propiamente cognitivas. Con la terminología arriba expresada relativa a autocontrol,
estrategias de autoinstrucción, etc..., se está introduciendo en el modelo la variable de
regulación que había sido tratada con anterioridad por eminentes psicólogos del desarrollo;
con ello se quiere expresar que el individuo es capaz de cambiar o controlar su propia
conducta no sólo mediante la manipulación de premiso o castigos, sino también por efecto
de su propio reflexión, lo que lleva a aceptar como mecanismo y técnica de modificación
de conducta la estructuración o reestructuración cognitiva. Si bien no existe pleno acuerdo
acerca de los autores que deben ser ubicados bajo la rúbrica “conductal-cognitivo”, sin
lugar a dudas cabe citar a Beck (1976), Ellis (1962), Cautela (1968), Mahoney (1974,
1977) y Meichenbaum (1976) entre los más destacados. Bandura, de quien hemos
hablado en el enfoque mediacional, pudiera ser incluido también en esta perspectiva por
sus aportaciones transaccionales. Staats será considerado por nosotras como un autor
que intenta un modelo integrativo, del que trataremos más adelante. Vamos ahora a
centrarnos en tres de los autores que hemos citado anteriormente y que nos parece los
más representativos de esta forma de enfocar la evaluación psicológica: Beck, Ellis y
Meichenbaum.
1.1. Los patrones de pensamiento: Beck
Beck (1976) es autor de la terapia cognitiva, cuyo objetivo se centra en analizar los
patrones de pensamiento erróneos que pueden dar a conductas poco integradas. Este
autor ha centrado buena parte de sus trabajos en el tema de la depresión. Según afirma,
las técnicas psicoanalíticas influyen de modo negativo en el sujeto depresivo, y que le
hunden más en el laberinto de ideas negativas. Las técnicas conductistas radicales no
contemplan las experiencias internas (mentales) por lo que resultan reduccionistas. Por el
contrario, la terapia cognitiva se focaliza en el “aquí y ahora”, centrándose en las
experiencias internas (mentales) del sujeto, tales como pensamientos, deseos,
aspiraciones, etc. Según el autor, su terapia también se distingue de otras que pretenden
este mismo propósito, por su énfasis en la investigación empírica de los pensamientos.
“Nosotros formulamos las ideas y creencias desviadas del paciente acerca de sí mismo, de
sus experiencias y de su futuro en términos de hipótesis , cuya validez intentamos
comprobar de modo sistemático. Así, casi todas las experiencias pueden darnos la
oportunidad de realizar un experimento relevante a los puntos de vista o creencias
negativas del paciente (Beck y otros 1983, pág. 16). Uno de los aspectos más conocidos
de su obra hace referencia al análisis del tipo de procesamiento de la información que
suelen efectuar los sujetos depresivos, Beck y otros (1983) presentan un modelo cognitivo
de la depresión basado en tres ejes referenciales: 1) la tríada cognitiva 2) los esquemas y
3) los errores cognitivos. Vamos a referirnos someramente a cada uno de ellos.
El primer eje es el denominado tríada cognitiva que consiste en tres patrones de
pensamiento que llevan al sujeto depresivo a considerarse a sí mismo, a sus experiencias
y su futuro de forma negativa; se subestima y se critica, cree que el mundo le hace
demandas exageradas y está convencido de que nada va a mejorar en el futuro. El
segundo eje del modelo cognitivo de la depresión se refiere a los esquemas. Los sujetos
depresivos codifican en forma de esquemas, que contienen informaciones proposicionales,
los acontecimientos previamente experienciados como negativos y los activan cuando
viven acontecimientos similares. Atienden selectivamente a estímulos específicos
negativos y conceptualizan la situación de forma errónea y sesgada. Esto explica el hecho
de que, ante determinados acontecimientos, y con esto entramos en el tercer eje
explicativo, el pensamiento depresivo desencadene una serie de errores lógicos, como
pueden ser las inferencias arbitrarias, la sobregeneralización de acontecimientos, las
abstracciones selectivas, la personalización, magnificación o minimización de datos, etc...
El tratamiento cognitivo-conductual consiste en concienciar al sujeto de tales errores,
ayudándole a desafiarlos y a corregir el “re-etiquetaje” adecuado de los acontecimientos.
Principales errores cognitivos según Beck
INFERENCIA ARBITRARIA: Se anticipa una determinada conclusión sin una evidencia que
la apoye o incluso con una evidencia contraria.
ABSTRACCIÓN SELECTIVA: Consiste en centrarse en un detalle extraído fuera de su
contexto y basar toda la experiencia en este fragmento.
GENERALIZACIÓN EXCESIVA: A partir de uno o varios hechos aislados, se llega a una
conclusión que se aplicará tanto a situaciones relacionadas como inconexas.
MAXIMIZACIÓN-MINIMIZACIÓN: Va referido al error en calibrar la magnitud de un suceso.
PERSONALIZACIÓN: Tendencia a atribuirse a uno mismo fenómenos externos sin base
real.
RESPONSABILIDAD EXCESIVA: Consiste en atribuirse la causalidad absoluta y personal
de todo lo malo que ocurre en su mundo.
PENSAMIENTO PENSAMIENTO
SITUACIÓN AUTOMATICO AUTOMÁTICO
ENOJOSA SECUNDARIO OBVIO PRIMARIO SUTIL
(Ej: ENOJO) (Ej: TEMOR)
A1 B1 C1 A2 B2 C2
Si una familia está estancada en un patrón rígido, el terapeuta debe hacer algo para
romper este patrón. Hay una serie de posibilidades-otras conductas, otras
oportunidades, otras personas con las que los miembros de la familia se pueden
relacionar de manera diferente (Jackson, 2009).
MODELO HUMANISTA-EXISTENCIAL
• La conducta Humana está determinada por la percepción del mundo en base a
las sensaciones y emociones.
• La concepción del hombre y su experiencia - vivencias constituyen el nucleo de su
existencia.
PREMISAS PRINCIPALES
• Se centra en el individuo y sus vivencias.
• Se trabaja en el tiempo presente en el aquí y ahora.
Se basa en la concepción humanista del hombre. Concepción:
-El hombre vive subjetivamente. -El hombre esta
impulsado a la autorrealización. -El hombre es más sabio que su
intelecto. -El hombre tiene capacidad de libertad y elección.
-El hombre es capaz de crear.
MODELO EXISTENCIAL
La Patología y el bienestar son dos caras de una misma moneda.
El bienestar es la habilidad para ser transparente y estar abierto a lo que la vida
traiga: lo bueno y lo malo.
Si nos enfocamos es evadir lo malo de la vida no podremos ver el lado bueno.
Bienestar psicológico es igual a sabiduría.
MODELO EXISTENCIAL
Los problemas no son impedimentos, toda situación estresante potencial puede ser
vista como un reto.
Esta terapia es especialmente útil en circunstancias de crisis.
Metas de la terapia:
• Ser consciente de la situación, de tus valores y creencias.
• Negociar de manera exitosa con crisis pasadas, presentes y futuras.
Terapia existencial
• Ser consciente de las paradojas, conflictos y dilemas de la existencia diaria.
• El terapeuta tiene que tener experiencia de vida, debe tener una apertura a la
experiencia, madurez, actitud curiosa y un deseo de entender lo que significa ser
humano, tener conocimiento teórico y entrenamiento.
El modelo de Strasser y Strasser (1997) ofrece entre 12 y 15 sesiones, con dos sesiones
de seguimiento.
Aspecto Metodológico
• Las técnicas no están sistematizadas rígidamente, se adapta a las circunstancias
terapéuticas.
• El terapeuta es un acompañante existencial del cliente.
• El tiempo terapéutico se decide en el proceso mismo.
No se efectúa diagnósticos nosográficos.