Peritonitis Tuberculosa
Peritonitis Tuberculosa
Peritonitis Tuberculosa
Enfermedad asociada con la pobreza y a inadecuados sistemas de salud que predomina en personas
adultas con antecedente de tuberculosis pulmonar o con tuberculosis pulmonar activa asociada a
otras condiciones como infección por virus de la inmunodeficiencia (VIH), desnutrición, etilismo
y/o drogadicción. Se manifiesta con sintomatología inespecífica por lo que no es raro que su
diagnóstico diferencial con otros procesos abdominales pase desapercibido. El test cutáneo con
tuberculina suele ser negativo y estudio del líquido ascítico puede mostrar características de
trasudado, contribuyendo todo ello a aumentar la confusión diagnóstica y retrasar u omitir el
tratamiento específico.
Tras la reactivación, tanto el peritoneo parietal como el visceral se cubren de tubérculos. Un 97% de
los pacientes concurren con ascitis en el momento del diagnóstico, mientras que sólo el 3%
manifiestan una variante con predominio de adherencias fibrosas, denominada “variante seca”.
TB peritoneal tiene manifestaciones sistémicas más que peritoneales, con fiebre, hiporexia y
malestar general. El dolor abdominal es de moderada a gran intensidad con marcada postración y
ascitis, pudiendo evidenciarse el signo del tablero de ajedrez. La ascitis es el hallazgo físico más
frecuente y se encuentra en forma manifiesta en el 75% de los casos. Asimismo, es infrecuente el
hallazgo del microorganismo en el líquido ascítico.
Existen tres formas clínicas, la forma húmeda en la cual el hallazgo predominante es la ascitis, la
forma seca con predominio de adherencias y la forma fibrótica con incremento en el espesor del
omento y ascitis loculada.
Signos de tuberculosis antigua en el 20-30% de los casos mientras que los signos de tuberculosis
activa son todavía menos frecuentes. En el TC abdominal, la combinación de signos más frecuente
son: la ascitis, los implantes peritoneales y la linfoadenopatía. Otro signo importante es el
engrosamiento peritoneal.
La laparotomía exploratoria tiene un gran valor diagnóstico aunque muchas veces es poco lo que se
puede hacer desde el punto de vista de corrección quirúrgica en el caso de complicaciones.
Es el mismo que para la tuberculosis pulmonar Seis semanas con cuatro drogas: isoniazida,
rifampicina, pirazinamida y etambutol. El paciente tiene que asistir al tratamiento todos los días
durante la primera etapa, excepto los domingos, durante 8 semanas y el número mínimo de dosis es
de 48. Durante la segunda fase, el paciente debe acudir dos veces por semana, durante 18 semanas,
para un total mínimo de 36 dosis, para un tratamiento de seis meses.
Liquido ascítico:
Se objetiva una pleocitosis con un recuento de leucocitos de 150 a 4000/dl con predominio
linfocítico. La concentración proteica suele ser > 3 mg/dl en más del 95% de los casos. En pacientes
no cirróticos el gradiente albúmina en suero/ líquido es <1,1 g/dl, mientras que los pacientes con
cirrosis, aproximadamente el 50%, el gradiente es >1,1 g/dl. La reacción en cadena de la
polimerasa(PCR) para la detección de ADN del bacilo, promete ser una prueba diagnóstica útil y
rápida. No se ha constatado todavía el rendimiento de esta prueba en el líquido ascítico. El ADA
tiene una sensibilidad y especificidad en la ascitis tuberculosa del 100% y del 97% respectivamente
cuando se utilizan valores de corte por encima de 33u/l. Sin embargo la sensibilidad disminuye
sustancialmente en los pacientes con cirrosis aproximadamente al 30%. Por lo que la determinación
de ADA es altamente rentable En los pacientes no cirróticos. Se ha mostrado como un método
diagnóstico orientativo, fiable, rápido y de bajo coste con una gran sensibilidad y especificidad en la
peritonitis tuberculosa y de gran utilidad en la diferenciaciónde la ascitis tuberculosa frente a la no
tuberculosa. El líquido ascítico en la tuberculosis peritoneal presenta un alto contenido de proteínas
y predominio de linfocitos, la identificación de las mico bacterias mediante coloración para bacilos
ácido alcohol resistentes solo es positiva en menos del 3% de los casos, por esta razón la
visualización de las lesiones en cirugía y la toma de biopsias para el estudio patológico, son de gran
importancia para el diagnóstico.
La laparoscopía con biopsia es una técnica valiosa para el diagnóstico de tuberculosis peritoneal.
La laparotomía exploratoria tiene un gran valor diagnóstico aunque muchas veces es poco lo que se
puede hacer desde el punto de vista de corrección quirúrgica en el caso de complicaciones.
El CA-125 se ha encontrado elevado en pacientes con tuberculosis peritoneal. Los valores séricos
hallados han oscilado entre 300 y 1.400 U/ml, pero hasta el presente no sabemos si existe relación
entre dicho marcador y la intensidad de la enfermedad. El hallazgo de una elevación sérica del
antígeno CA-125 en adultos con ascitis y sin evidencia de otra patología asociada debe hacernos
sospechar la presencia de tuberculosis peritoneal.