Genero y Genios PDF
Genero y Genios PDF
Genero y Genios PDF
Úrsula Ochoa
GENERO Y GENIOS
Úrsula Ochoa
A mi naturaleza…
“ La mujer genio no existe, cuando existe es un hombre”
Pablo Picasso
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCION
1. DESCRIPCION TEORICA 11
2. PROPUESTAS 19
3. REFERENTES 43
4. ASESORIAS TALLER FINA I, II 49
BIBLIOGRAFIA 59
ANEXOS
LA MUJER EN LAS VANGUARDIAS 63
ESTEREOTIPOS EN EL ARTE 79
APROPIACIONISMO CRITICO 87
HOJA DE VIDA 95
MUESTRA DE GRADO 99
INTRODUCCION
Podemos sospechar desde la historia, que las categorías que han legitimado el sistema del arte y
los estereotipos construidos en torno a lo femenino a través del discurso visual, han sido
desarrollados por intereses patriarcales que finalmente designaron el arte como un sistema
político de inclusión y exclusión que dirige a la cultura y que de igual manera impone la visión
masculina frente a lo femenino, teniendo en cuenta además que nuestro sistema de aprendizaje
y nuestra percepción visual es sistemáticamente sexista.
Es así como parece que el verdadero proyecto del discurso del arte ha sido por mucho tiempo
proponer una celebración de la masculinidad, en donde el denominado “genio” o poder
creador, fue entendido y categorizado como un atributo estrictamente masculino, y por lo tanto
aquellas mujeres que deseaban estar en el campo del arte debían manipular conceptos estéticos
y preceptos tomados de una mitología y una biología de esta celebración que fue
profundamente anti -femenina.
9
1. DESCRIPCION TEORICA
INFLUENCIA DE GENERO EN EL DISCURSO DEL ARTE.
La historia del Arte ha tenido grandes aristas que hicieron valiosos aportes logrando establecer
notorios cambios y rupturas en los discursos visuales característicos de cada contexto y cada
época; sin embargo desde siempre estos discursos fueron establecidos por artistas de género
masculino, dejando en evidencia la poca participación de la mujer en la historia del arte.
Las diferentes corrientes artísticas inscriben un planteamiento desde el punto de vista formal
determinado por jerarquías que instituyo como ver, hacer y percibir el arte.
El arte después de la Segunda Guerra Mundial, se configuro como un periodo de cambio radical
en los planteamientos de los artistas contemporáneos. Movimientos como la abstracción
postularon un arte puramente perceptual, alejada de toda significación de contenido, y de toda
alusión social o personal del artista.
Por otra parte a finales de los años 60, aparece un grupo de mujeres que deseaban hacer visible
el arte, pero que tratara exclusivamente los problemas que enfrentaba la mujer : El uso de su
sexualidad, la maternidad, su cuerpo explotado por la publicidad, los cánones de belleza y la
desigualdad hacia la omnipresencia masculina; esto en diferenciaría del arte hecho por mujeres,
que podía ser exactamente igual, en cuanto a temas y lenguajes que habían impuesto los
legados artísticos.
De esta manera la nueva reflexión en torno al papel de las mujeres en al campo del arte, sustenta
su discurso en que la enorme mayoría de las obras las han producido los hombres, para un
público masculino y con mensajes que reflejan los sueños, las expectativas y las fobias propias de
su género.
13
MARCO TEORICO
La crítica reflexiva hacia el patriarcado artístico que impuso los nuevos sistemas de
representación, basados en una autoridad estética donde las mujeres se valieron de sus cuerpos y
otros medios para darse lugar en un nuevo papel dentro del campo del arte, oponiéndose a los
cánones y patrones hasta el momento establecidos principalmente por las nuevas vanguardias:
(Creaciones generalmente centradas, en algunos casos puramente formales, integradas por el
racionalismo y la anulación radical del subjetivismo emocional o alusión social o personal del
artista), fue la causa que detonó el pensamiento femenino para tomar una medida radical en la
forma de abordar el arte hasta finales de los años 60.
Sin embargo a pesar de la constante lucha de la mujer para desarrollar un papel importante en la
historia, los patrones de representación, los discursos visuales, y los pensamientos en torno al
mundo del arte, siguen estando instruidos por hombres, no dejando en las mujeres que desean
desarrollar un papel importante mas alternativa que seguir jugando con estos códigos y optar por
una mirada puramente masculina de su obra. Se ha mencionado por parte de curadores y
gelaristas que las mejores artistas del medio son aquellas que ejercen como hombres, cuyas obras
no son identificables como femeninas o como simple “arte de mujeres”1.
El problema básicamente radica en que todavía asociamos al “gran artista o el gran arte” con tipos
de personalidad masculinos, roles sociales determinados masculinos, y clases de discursos
determinados de igual forma masculinos. Para lograr que se le tome en serio a la manifestación
creativa de una mujer es preciso ( en parte) que sea aceptada como “artista seria”. Las mujeres
que quieren crear deben manipular todavía conceptos y preceptos estéticos tomados de una
mitología y una biología que son profundamente anti- femeninas.
Lo que hizo el siglo XlX, fue reelaborar y amplificar mediante su discurso visual, una retórica de
exclusión sexual que tiene su raíz en teorías renacentistas del arte y de la diferencia sexual, esto se
explica básicamente teniendo en cuenta que todos los escritores del renacimiento reciclaron
explícitamente teorías tomadas de los antiguos griegos y romanos, la misoginia cultural
decimonónica resulta tener aún en el medio artístico un pedigrí muy viejo por cierto 2.
14
Por otra parte una galerista decía al ser interrogada sobre la participación de las artistas en los
circuitos comerciales que “ el sexo no tiene nada que ver, que lo que importa es la obra, ya que lo único
que le interesa a la gente es la obra, lo que puede ocurrir es que hayan mas mujeres que abandonen el mundo
del arte ya que es muy duro de por sí, no por ser hombre ni mujer; hay mas hombres en todo lo que sobresale
debido a que ellos no abandonan” En resumen lo que la galerista pretendía decir era: 1) Los artistas
son mas numerosos que las artistas, 2) son los hombres los que compran obras, y por lo tanto
compran obras de hombres, 3) no importa el sexo, sino la obra, 4) que las mujeres tienen sus tareas
domesticas y sus hijos, y esto afecta su trayectoria en el campo del arte. Y lo que no nos dijo es por
qué si no importa el sexo sino la obra, los hombres compran a hombres, ni se nos dice por que la
lógica estructural de “ ser mujer” puede incidir en la trayectoria profesional de las artistas
( abandono) mientras que el “ ser hombre” también parece incidir pero a la inversa:
“ Hay mas hombres que mujeres en todo o que sobresale”3
15
Las investigadoras en arte Rozsika Parker y Griselda Pollock comentan acerca de los numerosos
estudios que han realizado en Estados Unidos y Europa, de artistas que abarcan desde Grecia hasta
los tiempos modernos; En el siglo XX los historiadores de arte tienen suficiente información para
saber y demostrar que las artistas mujeres siempre han existido, pero sigue existiendo un silencio
alrededor de esta cuestión, a modo de ejemplo estas mismas investigadoras citan la obra de E.H
Gombrich, History of Art, 1961. y la de H.W Janson, History of Art, 1962, en las cuales no aparecen
mujeres artistas 5.
Por otra parte la noción de “ Genio” se ha ido transformando hasta llegar a ser lo que conocemos
hoy como los héroes de la historia del arte; La estética romántica construyo sobre la metafísica y la
epistemología del filosofo alemán Immanue Kant un planteamiento sobre lo que el definiría como
genio (“ Genie”).
16
17
El arte hoy más global que nunca, está marcada por constantes luchas en las que los diferentes
actores sociales que en él intervienen intentan imponer las legítimas categorías de percepción y
apreciación del arte, es en esta lucha, unida a la ideología sexual en la que intervienen
individuos que ocupan posiciones de poder desiguales. En este sentido, el problema es tanto
artístico como político. La ideología sexual sobre la esencia de lo femenino y lo masculino sigue
vigente aun en el siglo XXI, al igual que siguen vigentes las creencias propias a la idea
carismática sobre el “genio” creador y el mito del “gran artista”.
La propuesta consistió en una serie de imágenes digitales donde se destacan las mujeres que
hicieron parte de los movimientos de vanguardia más radicales. Para esto realicé una
recopilación de archivos de imágenes que fueron tomadas de revistas de arte, libros o de
Internet en donde sobresalen los artistas mas destacados en sus mejores momentos, según haya
sido el contexto y la época; y donde curiosamente el personal femenino estuvo desvirtuado por
su poca presencia, de alguna forma señalando que las mujeres en el arte no han sido
destacables salvo por estar respaldadas por un sinnúmero de hombre estrellas o por sus
respectivas parejas “ los genio” .
Las mujeres que conforman las imágenes hicieron parte de algunos de los movimientos
artísticos en donde el discurso visual ha sido impuesto por estos “genios creadores”, y donde
ellas bajo su sombra solo hicieron un pequeño paso “ visible” en el campo artístico.
Las imágenes son intervenidas digitalmente, donde el propósito es destacarlas a ellas y dejar en
veladuras de rosa los otros integrantes de la fotografía de archivo, esta veladura la realizo en
color rosa, ya que es el color de la feminidad por excelencia haciendo énfasis en la incursión de
estas mujeres en la historia, los pie de foto son exactamente igual al del archivo original, y van
incluidos dentro de las imágenes.
23
Desde finales de los años cuarenta, los escritos sobre el arte expresan la concepción del artista
como un heroico varón individualista y la ideología vanguardista que margina a la mujer
artista se ha construido manteniendo las desigualdades sexuales y sociales.
La historia y la crítica de arte del siglo XX proclamarán que el arte no tiene sexo, pero al
mismo tiempo sólo admitirán como canónicas las obras de mujeres que pudiesen recibir el
calificativo de “viriles”. Ocurre esto aun en el medio artístico incluso desde las academias
donde se escucha a bastantes hombres decir que: “las mejores mujeres artistas son aquellas
que operan como hombres”
El denominado “genio o poder creador” es parte de una herencia de nuestra teoría estética
idealista occidental, y debe examinarse a la luz de las luchas que se producen en el campo de
la producción artística.
El pensamiento occidental, nuestra historia del arte, ha construido categorías de productos
artísticos, privilegiando determinadas formas de producción respecto a otras, poniendo
continuamente de relieve determinadas clases de objetos y discursos visuales, destacando a los
individuos que los han producido DESTACANDO A SUS GENIOS CREADORES.
Los términos de ése análisis visual no son ni “neutral” ni “universal” y solo refuerzan sólidos
valores y creencias de tipo sexista, la ideología sexual sobre la esencia de lo femenino y lo
masculino sigue vigente y actúa poderosamente sobre las posibilidades de obtener
reconocimiento artístico por parte de las artistas, a no ser que su desfeminizacion en la
producción artística discursiva y visual sea mas que evidenciada.
Para finalizar, responder a por qué no ha habido grandes artistas mujeres es una verdadera
trampa, y la pregunta distorsiona la naturaleza real del problema, de la misma manera que
nunca ha habido “grandes” artistas negros que puedan compararse con Miguel Angel, Picasso
o De Kooning; tampoco ha habido “grandes” artistas mujeres que se les puedan comparar?.
24
Algunos archivos
25
ENSAYOS FORMALES
26
27
PROPUESTA FINAL
Los Irascibles
Constructivismo y Dadá.
“ PINTURAS NEGRAS”
Sabemos por fuentes históricas que la abstracción fue la gran aventura el arte moderno en su fase
“Irruptora” original, ya sea expresionista o geométrica, formo parte de la historia Heroica de la
pintura (Jean Baudillard) en donde igualmente sus “héroes” fueron reconocidos y elevados como tal,
dejando un silencio en la participación de las mujer en estos discursos.
Si bien hasta la modernidad se tomó el cuerpo femenino como objeto de representaciones en
algunas de las obras mas famosas, desnudos y retratos eran la prima de la modernidad temprana, sin
embargo los discursos visuales que rodeaban al arte occidental de finales del siglo XX borraron en
gran parte la figura femenina, causando como respuesta, la aparición de un grupo de mujeres que
empezaron a cuestionar estos discursos y a utilizar sus cuerpos como materia central en sus obras; ya
no como objetos de deleite para el genero masculino; si no desde la realidad matérica y corporal que
encarnaría ser una mujer en una sociedad dominada por hombres.
Al filo del siglo XXl los discursos posmodernos interrogaban al igual que algunas artistas, sobre lo
que se había ido construyendo durante la historia del arte al permitir ciertas jerarquías; Al parecer
los hombres que sobresalían en el medio artístico a partir de su ideología del yo narcisista y
todopoderoso se fue asentando social y culturalmente etiquetando al arte “feminista” como simples
golpes ciegos hacia el gran arte hecho por hombres.
Por otra parte la idealización del cuerpo y el rostro femenino tuvo su correlato en el uso del
maquillaje, entendido como una practica con finalidades puramente estéticas que habitualmente
difunden, sustentan y nutren los cánones de belleza dominantes.
La propuesta consiste en utilizar el maquillaje ( Barra labial) como material pictórico para
realizar mediante la apropiación, una serie de obras que han sido las mas significativas y
emblemáticas en los discursos donde las mujeres no tuvieron ninguna participación activa como
modelo, ni como sujeto creador (por lo menos no como la de sus colegas barones), teniendo en
cuenta que la eficacia simbólica del maquillaje nos remite a una serie de signos que nos
transcriben al ideal femenino.
• Neoplasticismo
• Suprematismo
• Abstracción pos pictórica
• Pintura Hard Edge
32
CRITERIOS DE SELECCION DE LAS OBRAS:
Purismo estructural basado en el cuadrado, debido a que los estudios visuales de las formas
proponen el cuadrado como la representación máxima de la perfección geométrica, y por lo tanto del
estado racional, eliminando cualquier manifestaciones curvilínea asociada especialmente al sexo
femenino o la feminidad.
33
Paleta, Lápiz labial sobre tela. 60 x 60 cm. c/u.
34
Composición romboidal, Lápiz labial sobre tela. 80 x 80 cm.
Pintura suprematista, 70 x 50 cm.
Barra labial sobre tela.
41
3. REFERENTES
Hanah Hokch: 1889 - 1978
45
Barbara Kruger: 1945
46
41
Sherrie Levine 1947
47
Sylvie Fleury 1961
48
Proceso entrega 2. taller 1
Corte 2
Asesores:
Carlos Uribe
Carlos Uribe.
Corte 3
Noviembre 5 -2009
Asesores:
Carlos Uribe
54
TALLER FINAL II
Corte 1
Marzo 8 -2010
Asesores:
Carlos Uribe
Observaciones
Carlos Uribe.
Corte 2
Observaciones:
Abril 12- 2010
Excelente proceso, búsqueda y resultados.
Corte 3
Mayo 24 - 2010
Asesores:
Eugenia Pérez
BIBLIOGRAFIA
AKSENCHUK Rosa, Las mujeres en el cuerpo del arte, idearios y vicisitudes de la sexuación.
BARROSO VILLAR Julia, La mujer en las vanguardias: Eslabón del arte moderno. Revista Heterogenesis,
N. 40.
D.A Dondis, Sintaxis de la imagen, Editorial Gustavo Gili, S.A, Barcelona 1976.
DOMINGUEZ Javier et al. Del arte moderno al arte contemporáneo en Antioquia, en “Moderno
contemporáneo: un debate de horizontes”, 1ª ed, la carreta del arte, septiembre 2008. Pág. 295- 311.
DOMINGUEZ Javier, El museo y la validación del arte. La carreta editores, 2008, Medellín Colombia.
PERROT Michelle, Mi historia de las mujeres, 1ª ed, Buenos Aires, Fondo de cultura económica, 2008.
PRADA Juan Martín, La apropiación posmoderna. Arte practica apropiacionista y teoría de la posmodernidad. Ed Fundamentos,
Madrid 2001.
59
REVISTA Arcadia. Otras mujeres, n 49, Octubre 2009.
ROZSIKA Parker, Griselda Pollock ( 1981). Old mistery. Women, Art, end Ideology
TORRES Gloria, Análisis semiótico de un discurso visual, escritos revista de ciencias del lenguaje,
n- 23, enero-junio de 2001, Pág. 91- 108.
CYBERGRAFIA
www. Art21.org
www. Antehistoria.com
www.filosofia.idoneos.com
www.monografías.com
www.wikipedia.org/
60
ANEXOS
Joan Mitchell
A Continuación se presentaran algunas mujeres que hicieron aportes a estos movimientos, pero
que por muchas razones estuvieron eclipsadas por el sistema del arte.
65
Paula Modersohn Becker 1876-1907
Spreufuhren, (1910 )
Käthe Kollwitz 1867 - 1945
78
ESTEREOTIPOS EN EL ARTE
Feminismo y arte de “Género”
El arte feminista surgió a finales de la década de los años 1960, y abarca, en líneas generales, los
esfuerzos y logros del movimiento feminista para hacer más visible el arte realizado por mujeres
dentro de la historia del arte y la práctica artística. Ha de diferenciarse el «arte hecho por
mujeres», que puede ser exactamente igual, en cuanto a temas y genero, que el del hombre, de lo
que es un «arte feminista», que pretende ser diferente, tratar otros temas y alterar los valores
tradicionales en el arte.
La creciente preeminencia de mujeres artistas dentro de la historia del arte, así como en la
práctica artística contemporánea puede atribuirse a este movimiento de arte feminista.
Las artistas trataban temas normalmente excluidos en el arte tradicional, como las funciones
biológicas femeninas o la maternidad. Es por lo tanto un arte político, que pretende ser hecho
por mujeres y sobre las mujeres y su situación social, tratando temas como la violacion, el
racismo o las condiciones laborales. Los medios fueron diversos, desde las performances a las
artes menores como el bordado, telas, papel recortado o el patchwork. El Edificio de la mujer de
los Ángeles fue un prominente museo conocido por sus muestras de arte feminista. Dentro del
arte feminista destaca la corriente pattern painting (pintura de patrones y decorativa, o Pattern &
Decoration). Su nombre deriva de Pattern, motivo decorativo. Fue una corriente que nace de un
grupo de artistas californianas opuestas al minimalismo, que usaron técnicas artesanales de
naturaleza «femenina». Esta tendencia está personificada por Tony Robin, Valerie Jaudon y
Miryan Schapiro.
81
Las cinco advertencias: Lourdes Méndez
Catedrática de Antropología del Arte. Universidad del País Vasco
1. Los estudios de “género” pueden partir de perspectivas de investigación feministas, pero también
pueden no hacerlo.
3. desde principios de los ochenta del siglo XX, en el marco de las teorías y prácticas feministas, se
cuestionó la pertinencia de la categoría “mujer” como objeto de estudio insistiéndose en que, al no
remitir dicha categoría ni a una esencia unitaria ni a una entidad homogénea, había que examinar
cómo se elaboraba históricamente y se erigía como distinción pertinente en el seno de las relaciones
sociales permitiendo construir las relaciones de subordinación entre mujeres y hombres.
4. Desde mediados de los ochenta el concepto de “género” está siendo objeto de críticas, “tanto por
su inadecuación teórica como por su naturaleza políticamente amorfa e imprecisa” (Braidotti
2004:131). Si a esto le añadimos que la distinción entre sexo y género, uno de los pilares sobre los
cuales se construyó la teoría feminista, no tiene sentido ni en el plano epistemológico ni en el plano
político.
5. La “perspectiva de género” -definida en 1998 por la Comisión Europea en “100 palabras para la
igualdad”. Glosario de términos relativos a la igualdad entre mujeres y hombres como “ tomar en
consideración y prestar atención a las diferencias entre mujeres y hombres en cualquier actividad o
ámbito dados de una política” puede dar cabida a investigaciones en las que dichas diferencias se
consideren como un dato de “naturaleza”; a otras que las entiendan como un dato de “cultura” que
debe respetarse; y a otras que desde perspectivas feministas, las analicen como consecuencia de unas
relaciones de poder entre mujeres y hombres (y entre las propias mujeres) que estructuran lo social.
82
Las mujeres en el cuerpo del arte; Iconografías, idearios y vicisitudes de la sexuación
Rosa Aksenchuk
Licenciada en Psicología. Universidad de Buenos Aires.
Las intervenciones feministas en la producción y recepción del arte han contribuido claramente a
mostrar cómo el arte, en cuanto práctica cultural, ha excluido históricamente la subjetividad de las
mujeres. Es sabido que el dominio real o figurado sobre el cuerpo de la mujer, como territorio
sexual y fetichista, ha sido un tema constantemente abordado a lo largo de la historia, como lo
demuestra Georges Bataille en Las lágrimas de Eros; o rozando a veces lo patológico, como en las
muñecas de Hans Bellmer, o en las pesadillas pedófilas de Balthus. De allí que gran parte del
esfuerzo artístico feminista se ha centrado en una revisión de la imagen de la mujer que parte del
cuestionamiento de estos estereotipos.
Ouka Lelee
Fue precisamente la voluntad de paliar este vacío la que Impulsó a algunas mujeres a emprender
ambiciosos proyectos artísticos en los que la figura de la mujer comenzó a plantearse
iconográficamente, aunque de un modo aún más tímido, imbuido todavía de cierto temor
reverencial, la imagen sexual del hombre. La noción de sexualidad masculina desde la
perspectiva de la mujer daría una medida de la virilidad en términos de plástica y culturalmente
distintos de los que construye el hombre.
83
La fotógrafa y artista española Ouka Lele las ha utilizado en muchas de sus obras, junto a elementos
tomados de la hagiografía religiosa (halos, flechas, éxtasis). Otras artistas ampliaron aún más sus
conexiones con la naturaleza, como lo refleja la documentación de la performance Siluetas de la cubana
Ana Mendieta, a fines de los setenta. Mendieta se insertó en el entorno natural, tierra, vegetación,
tomando su propio cuerpo como base. El cuerpo fue el principal tema de reflexión artística para
Mendieta.
En 1973, la artista plástica estadounidense Judy Chicago presenta una ambiciosa propuesta artística
denominada The Dinner Party («La Cena»). Instalada en el interior de una gran habitación, la obra
consistía en una mesa en forma de triángulo equílatero preparada para treinta y nueve comensales
(trece a cada lado del triángulo). Cada uno de estos cubiertos estaba dedicado a una mujer (bien
fuese una figura histórica, como la reina egipcia Hatshepsut, la emperatriz bizantina Teodora o la
escritora Christine de Pizan (s. XV); o mitológica, como las diosas Ishtar, Artemis o Isis), cuyo
nombre aparecía bordado en la parte frontal de la mesa. Frente a cada uno de los nombres había un
plato de porcelana decorado con imágenes de claras reminiscencias vaginales. La mesa se alzaba
sobre una amplia superficie de azulejos pulidos - a la que Chicago denominó «the Heritage Floor» («el
suelo de la herencia»), en la que aparecían inscritos, en letras doradas, otros novecientos noventa y
nueve nombres de mujeres. La obra poseía una carga simbólica evidente: el triángulo equilátero
como simbolo de igualdad, a la vez, que representación arcaica de la vulva; el número trece, aludía
por su parte tanto al número de hombres presentes según los Evangelios en la Última Cena, como
al número de mujeres que integraban las comunidades de brujas medievales.
84
Iconografías de la diferencia
¿Puede hablarse de un "arte de mujeres"? ¿Existe una "naturaleza
femenina" común a todas las mujeres? En suma, la existencia de una
sensibilidad artística específicamente femenina se convertirá en una
de las preocupaciones centrales tanto de Chicago como de Miriam
Schapiro; quienes en los setenta publican, en autoría conjunta, un
artículo titulado "Female Imagery", en el que reivindican la existencia
de una imaginería femenina a la que denominan «iconología
vaginal». Ambas autoras proponen que al analizar la obra de las
mujeres artistas es frecuente que en muchas de ellas aparezca un
orificio central, cuya organización funciona como una metáfora del
cuerpo femenino.
Georgia O'Keefe con sus "misteriosos pasadizos a través de los pétalos negros de un iris"; Lee Bontecou
con sus imágenes de cavidades vaginales; Deborah Remintong y sus formas ovoides; Schapiro y sus
"agujeros centralizados", Chicago y "sus imágenes circulares.
La construcción de la subjetividad femenina
Ensalzar el universo vivencial de las mujeres no contribuye a subvertir los términos en los que la
categoría «mujer» ha sido definida a lo largo de la historia. El problema no consistiría en intentar
desenterrar una supuesta esencia de lo «femenino», sino en desvelar cómo el propio concepto de «la
femineidad» se construye a través del lenguaje y, en general, de la cultura. De ahí que gran parte de la
teoría feminista vuelva la mirada, a lo largo de los años setenta y ochenta, hacia la obra de los autores
postestructuralistas franceses, y en particular hacia los textos de Jacques Lacan, Michel Foucault y
Jacques Derrida.
APROPIACIONISMO CRITICO
Una estrategia del arte pos-moderno.
Solo parece posible la correcta aplicación del término posmodernismo en su pleno sentido,
cuando hablamos e la dimensión social del extenso espacio de heterogeneidades y sincronías,
de prestamos , de trasferencias y migraciones del lenguaje que caracteriza la creación artística
reciente. Es decir, cuando esta se convierte en una reflexión critica sobre los factores y
procesos que determinan como el arte recibe su definición dentro de la cultura.
En efecto la convención en objeto de arte de la investigación sobre las relaciones entre el
hecho artístico y los fenómenos sociales que acompañan y determinan su producción y
recepción se convierte en prioritaria.
Como estrategia de lenguajes el apropiacionismo critico, se sitúa en los parámetros
fundamentales del arte posmoderno ya que supone una radicalización de los recursos de la
cita, la alusión o el plagio que caracteriza en la practica artística posmoderna, como estrategia
critica implica una actitud de revisión, de relectura o de lo dado, de toma de arte, de
dependencia al contexto institucional y del discurso histórico por el determinado.
La práctica apropiacionista posmoderna no puede ser entendida como una frívola y crítica
estética referencial e historicista, comprometida exclusivamente con la búsqueda del placer
de un lenguaje diferido, desplazado en el tiempo.
89
De la apropiación en el arte contemporáneo
Si las palabras tienen cada una su historia, habría que decir de entrada que la apropiación
surge como una propuesta desmitificadora a raíz de la exposición que organizara el crítico
Douglas Crimp en la ciudad de Nueva York en 1977. Bajo el título de Pictures, se expusieron
trabajos de Troy Brauntuch, Robert Longo, Sherrie Levine y Cindy Sherman, cuyo propósito
era poner en escena, antes que la representación misma, los procesos a través de los cuales ésta
obtiene su codificación social. Indisociable de las indagaciones posestructuralistas del Roland
Barthes de las mitologías, los apropiacionistas quisieron hacer patente de qué forma usos
establecidos y que pasan por “naturales” en realidad son el resultado de un trabajo en el que ha
triunfado una cierta política de la representación que merece ser cuestionada. La dirección
principal del apropiacionismo, si se lo entiende de este modo, no podía ser sino subversiva, y
sin duda tiene que ver con los procedimientos de “extrañamiento” que son tan socorridos
dentro del campo del arte.
La acepción más habitual de la palabra, en tanto que referiría el hecho de “apropiarse” de algo
ajeno un poco con descaro y a la vista del público, sin embargo, no deja de resonar en la
palabra. De este modo, como refiere Danto en su libro Después del fin del arte, un artista como
Mike Bidlo se ha “apropiado”, acaso con un cierto propósito irónico, de trabajos de artistas tan
diversos como lo podrían ser Piero della Francesca, Pablo Picasso y Andy Warhol.
Se trate de “imitaciones”, de “copias”, de traslados, de interpretaciones, de paráfrasis o de
francas parodias, estos trabajos aportan siempre una ganancia de sentido. De otro modo no
serían aceptados en el mundo del arte. Es lo que logró de modo radical Marcel Duchamp
cuando inventó a principios del siglo XX ese gracioso (pero también inquietante) artefacto o
constructo mental llamado ready-made. Contra las interpretaciones simplistas o apresuradas,
habría que decir que no se trata de una “ocurrencia” o de un “chiste” para desconcertar a los
estetas. Mejor que funcionar como una negación o una destrucción, el ready-made funciona
como un acto de sustracción: el trabajo artístico se sustrae de la esfera del gusto y de la estética, y
desde esa exterioridad empieza a hacer gestos que dejan en ridículo nuestra noción establecida
de lo bello.
90
A diferencia de Duchamp, a quien no le interesa el
resultado objetual, algunos artistas si las valoran en
cuanto objetos, especialmente para demostrar que ya
no son producto de las habilidades “innatas” del
genio, sino de una máquina de acceso cuasi-
universal.
Los más notables ejercicios en ese sentido se harán
en la Escuela Bauhaus, en Alemania durante la breve
y brillante república de Weimar. Uno de los
docentes más activos y relevantes para los vínculos
entre arte y tecnología es Laszlo Moholy Nagy, cuya
experimentación intensiva sobre nuevos materiales y
procesos ha sido clave para la fotografía y el diseño
visual contemporáneos.
91
Antecedentes en la historia del arte
En los 60s las llamadas neovanguardias retoman algunos postulados de las vanguardias históricas y vuelven
sobre la crítica a la autoría, la originalidad, la autenticidad y sus mitos derivados, pero influenciados por
la inmediata presencia de los medios de comunicación de masas, y la naciente sociedad de consumo.
La cita a artistas u obras ha sido un procedimiento muy recurrido en la historia del arte, en cuanto
estudio u homenaje al maestro o como forma de sugerir su superación.
La apropiación de imágenes o recursos formales de otros autores o incluso géneros fue un procedimiento
usado ampliamente en el pop-art, que tomó de la iconografía de los medios de masas (cine, diarios,
publicidad) producciones concebidas para circular masivamente en afiches, noticias o packaging de
productos, convirtiéndolas en objetos únicos del arte de élite. Nótese que la operación opuesta a la que
las vanguardias históricas aspiraban en la intención de usar medios de comunicación potencialmente
masivos como la fotografía o el cine, buscando llegar a múltiples espectadores a costos reducidos.
Un caso paradigmático es la famosa “obra derivada” (avant la lettre) de la fotografía de Marilyn Monroe
que hiciera Andy Warhol.
La fotografía a partir de la cual Andy Warhol hizo la obra en 1962 pertenece al fotógrafo Gene Korman y fue
tomada para el cartel de la película Niagara (1953). Sin embargo, nadie recuerda al fotográfo.
92
SHERRY LEVINE
La obra de Sherry Levine tiene en ese grupo, un lugar relevante. Ella reproduce algunas obras
“clásicas” de la fotografía “pura” de los años 30 en EEUU, exactamente iguales y se las adjudica
como propias. Juega con el límite que le permite el museo en cuanto obra conceptual, intentando
señalar dos problemas: por un lado, el desbalance entre el anonimato de los personajes retratados
por el fotógrafo original -Walker Evans-, a quien esta serie tornó muy reconocido como autor, y el
hecho de que la misma operación (fotografiar) se juzga de modo diferente cuando se hace sobre la
realidad directa, que cuando se hace sobre una reproducción de una realidad previa, registrada a
nombre -como propiedad- de otro.
La diferencia entre la propuesta de Levine y el simple plagio es que ella elige una obra muy
conocida públicamente y su “creación” consiste en hacerle preguntas a través de un acto tan
simple como fotografiarla nuevamente con precisión archivística. No pretende atribuirse el
contenido original para sí, sino que busca cuestionar el punto en el cual ciertos objetos y/o
personas están sobrevalorados según nuestra noción de autor.
Izq: Walker Evans. Fotos de la FSA. 1936. Sherry Levine. Fountain (after Marcel
Der: Sherry Levine. After Walker Evans. 1979. Duchamp: A.P.). 1991. Bronce
93
MUESTRA DE GRADO
Juan Fernando Cano | Úrsula Ochoa visibiliza a las mujeres artistas de la historia del arte. Y para ello las rescata del olvido
con una técnica particular.
Con estas palabras, María Isabel Naranjo Cano, docente del Instituto de Bellas Artes
presenta el trabajo de sus alumnas de Artes Plásticas, quienes exponen en la Cámara
de Comercio de Medellín, sede centro.
Las obras exploran nuevos formatos desde la videoinstalación hasta los collage y las
técnicas mixtas.
… En el taller todo desaparece, uno no tiene ni sexo, ni nombre, ni familia
se es un individuo y se tiene delante de si el arte y nada mas.
Marie Bashkeirtseff.