Ricardo Pablo Pedro, de La Sierra Oaxaqueña Al MIT
Ricardo Pablo Pedro, de La Sierra Oaxaqueña Al MIT
Ricardo Pablo Pedro, de La Sierra Oaxaqueña Al MIT
Guadalajara, Jalisco. 10 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Haber nacido en una pequeña
localidad de Oaxaca, en una familia de bajos recursos, no significó un impedimento para que Ricardo Pablo
Pedro estudiara un doctorado —con apoyo de una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt)— en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), la universidad
privada de excelencia localizada en Estados Unidos.
“Actualmente estoy en el último año y trabajo con nanomateriales hechos de silicio, carbono y polímeros. Me
gusta entender el comportamiento de polímeros y de los otros materiales; la idea es generar y mejorar
microchips para distintas aplicaciones”, señaló el joven, quien egresará en 2018 como doctor en ciencias.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el joven de 26 años compartió las oportunidades y
circunstancias que se han conjugado para alcanzar sus ambiciosas metas personales.
“No importa qué idioma hables, si entiendes la ecuación ya estás del otro
lado. La comunicación me costaba, pero tomé clases de inglés y todos
eran muy comprensivos y hacían el esfuerzo de que entendiera”, recordó.
“La ciencia toma muchos años, tiene su arte de entenderlo y tiene todo un proceso. Aunque para algunas
personas solo es un salario, la importancia de hacer ciencia es la gran contribución que vas a hacer a la
sociedad”, afirmó el oaxaqueño.
Desde sus primeros años de educación, comprobó los beneficios inmediatos y tangibles de la excelencia
académica. Entendió claramente que solo con educación y un gran esfuerzo personal él y su familia podrían
aspirar a elevar su calidad de vida.
Ricardo Pablo Pedro.“Cuando llegué a la prepa me iba bien en la escuela. Pero no lo hacía por presumir, lo
hacía porque a pesar de que iba en escuela de gobierno siempre hay una pequeña cuota y si sacabas 10 en
el semestre, como premio no pagabas. Yo no podía pagar, yo no tenía recursos para pagar eso, así que le
echaba ganas”, dijo.
“Mi mamá me decía que la educación es algo que me podía sacar adelante, y entendí que hay una
recompensa por echarle ganas”, comentó el menor de seis hermanos, quien recalcó que la familia es una
figura muy importante en su vida.
“Los nanotubos de carbono tienen aplicaciones biológicas. Puedes insertarles ciertos medicamentos y los
recubres con proteínas, cuando entren al sistema atacarán algunas células en específico. Lo novedoso es que
este material es inerte, no reacciona con nada. Entonces no es dañino y lo desechas”, comentó.
La docencia, en cambio, es un camino que al momento no le interesa al joven investigador, ya que desestima
poseer vocación docente.
“No quiero quedarme mediano. Profesor debe ser alguien que tenga mucha más vocación, no es solo hacer
ciencia, es estar frente a un grupo y ser un buen guía para tus alumnos”.
A quienes buscan iniciar una carrera en la ciencia, Ricardo Pablo Pedro recomienda no perder su motivación y
buscar los caminos para lograr sus objetivos.
“Cuando algo no te gusta o te hace infeliz, tienes que cambiarlo. A veces preferimos vivir en cierto estrés
porque no nos animamos a salir de la zona de confort; yo estuve a punto de dejar mi doctorado pero cambié
de asesor y encontré el equilibrio. Quiero ser feliz. Sé que sabré cómo hacerlo”, concluyó el investigador.