ALCHEMY - Proceso de Individuación-2
ALCHEMY - Proceso de Individuación-2
ALCHEMY - Proceso de Individuación-2
Vol. 1
Introducción1
LECCIÓN I
8 de noviembre de 1940
El profesor FRITZ FLEINER, nuestra última autoridad en ley constitucional, una vez
dijo sobre nuestra democracia suiza: “educa al ciudadano en un nivel superior de sentido
común y responsabilidad, más que cualquier otra forma de gobierno, y enriquece su mente
con nuevas ideas las cuales trascienden sus intereses privados y la vida de todos los días.”
Mientras que lo primero es una tarea que pertenece a la educación política, lo último
me da derecho a hablar sobre un tema que se extiende sobre la agitación de los eventos del
presente: el Proceso de Individuación, no solo por el equilibrio político sino también porque
el equilibrio psíquico está padeciendo el más violento shock. La individuación, como la
entendemos aquí, significa un proceso dentro del ser humano individual, como saben aquellos
de ustedes que han participado de mis lecturas anteriores. Nuestra época se está esforzando
por lograr una conglomeración y organización de enormes masas de gente en las cuales el
individuo se sofoca, mientras que el Proceso de Individuación guía hacia una dirección
contraria: al problema del desarrollo espiritual del individuo. Así, como es necesario la
organización pública de masas, el valor de todos ellos, sin embargo, depende del valor del
individuo. Si se multiplica un idiota por un millón, el resultado de ninguna forma será ser un
genio. En otras palabras: si el individuo no tiene valor, la nación no tendrá valor; y si el
individuo no florece, el todo no florecerá.
El proceso de individuación está fundado en la necesidad instintiva de cada criatura
viviente de alcanzar su propia totalidad y realización. La tendencia de la naturaleza al
respecto es más hacia la completitud que a la perfección. El hombre, sin embargo, no es solo
inconsciente, naturaleza física, él tiene valores también, lo cual demanda bondad, verdad y
belleza. Por lo tanto, la necesidad meramente natural entra en conflicto con el espíritu
reflexivo y valorativo, ya que éste último está constantemente tratando, para sus propios fines,
de remodelar o poner a un lado el juego puro de la naturaleza. Fue este conflicto lo que dio
pie a aquellos esfuerzos que les he descripto en lecciones anteriores, con ejemplos particulares
y el más completo detalle. Estos eran – comenzando con el Este – el Yoga clásico, que aspira
a “poner yugo” a los klesas, las necesidades naturales; y el budista se ejercita en meditación,
cuya tarea es la de ir transformando al Yogui en Buda. Después de lo cual – volviendo hacia
Occidente – les he dado una explicación detallada de los ejercicios de san Ignacio, que se
corresponden exactamente al Yoga budista, aunque naturalmente en una forma cristiana y
conservando las características psicológicas de Occidente.
Todos estos métodos se acercan a sus objetivos con el diseño consciente de influenciar
y alterar el ímpetu de la naturaleza hacia la plenitud de uno mismo de forma explícita y en una
dirección previamente determinada. Todos comienzan desde una suposición más o menos
1 La introducción (hasta la página 14) ha sido traducida del manuscrito en alemán del Profesor Jung. Con esta
excepción, las lecciones eran improvisadas como siempre.
1
implícita de que la consciencia humana conoce exactamente aquellas formas y condiciones en
las cuales la naturaleza debería transformarse. No dudan de la posibilidad de ser capaz de
imprimir y practicar formas y fórmulas en la naturaleza y están aparentemente bastante
seguros de que estas formas representan lo mejor y más sagrado, incluso la voluntad de Dios
misma. Particularmente las reglas de los ejercicios espirituales de San Ignacio no dejan la más
mínima fisura por donde cualquier imprevisto pudiese deslizarse hacia adentro o hacia afuera.
Mientras que a la naturaleza se le reconoce toda espontaneidad y creatividad, el espíritu
aparece con una inexorable inflexibilidad y como un sistema de fuerza determinada de
irrevocable y absoluta validez. Se da por hecho que el espíritu no tiene libertad. No parece
estar relacionado con ninguna actividad creativa, fuera de la formulación actual y tradicional
acuñada en la consciencia humana. Para el propósito de disciplinar a los “miles ecclesiae”
(soldados de la Iglesia) esta limitación es sin duda indispensable, pero el espíritu de las
Epístolas de San Pablo en la religión Cristiana apenas respalda esta actitud. En 1Tes. 5, 19,
San Pablo dice: “No aplacar el Espíritu. No despreciar profecías. Probar todas las cosas;
atrapar lo que es bueno.” (El griego es: “tò kalón katékhete”; el latín: “quod bonum est
tenete.”)
Si la libertad del espíritu no hubiese sido muy activa en algún sentido, tales
regulaciones estrictamente prescriptas habrían sido apenas necesarias. El cisma en la Iglesia,
la Reforma y las numerosas sectas que surgieron dan un motivo directo para las regulaciones.
Éstas nos muestran la libertad del espíritu en acto pero también, desafortunadamente, su falta
de control, a lo cual los reformadores mismos fueron obligados a oponerse.
Todos estos eventos históricos hablan demasiado claro a favor de una fórmula
competente, la cual, con impecable severidad, guía el aparentemente caótico desarrollo
espiritual hacia ciertos canales. Nada ciertamente se ha desarrollado dentro de movimientos
religiosos cismáticos que pueda ser comparado con el yoga o con los ejercicios ignacianos.
Parece, por lo tanto, como si solo la consciencia, con sus fórmulas duras y rígidas, fuera el
árbitro supremo capaz de refrenar la naturaleza amoral y sin límites. Fue desde esta
convicción que una creencia firme gradualmente se desarrolló en el apabullante poder de la
razón humana y de la voluntad, y en la identidad del espíritu con consciencia. Pero con el
crecimiento de esta convicción, la idea de la espontaneidad del espíritu también gradualmente
fue desapareciendo; pareciere como si el espíritu hubiera necesitado constantemente el apoyo
de la voluntad humana. Solo la naturaleza tiene apremios instintivos, pero éstos estarían
aparentemente perdidos en el espíritu, de modo que éste finalmente perdió toda importancia
como fenómeno natural. El espíritu ha sido recientemente incluso representado como el
“adversario del alma” y como principio hostil a la vida (KLAGES). En el mismo grado en el
que el espíritu abandona su actividad de manifestación espontánea, la naturaleza se reduce a
pura materia, la “phýsis” (naturaleza) se transforma en “physics” (física). Pero la razón
humana consiguió una desproporcionada ventaja en este desarrollo, la cual indujo cada vez
más al individuo, tanto como a las masas, a aceptar la superstición de que uno podría
subordinar la totalidad de la vida a la razón, y de esta manera hacer a la razón gobernante
absoluta del destino. Pero la revolución de la iluminación, la cual entronizó a la Diosa Razón,
terminó en una orgía sangrienta. Ya que cuando la “déesse Raison” (“diosa razón”) usurpa el
poder, se transforma en la asesina “raisons d’Etat” (“razones de Estado”), las cuales solo
benefician a la gente en el poder y nunca a la humanidad. La razón solo puede ser aplicada
por gente razonable, de otra forma son los medios correctos en las manos del hombre
equivocado y trae consigo destrucción.
¿Es el espíritu entonces realmente un sistema de ideas, impotente en sí mismo,
siempre dependiente del apoyo de la razón y la voluntad? ¿No tiene el espíritu en verdad
autonomía, existencia por sí mismo y dýnamis (potencia hipercualificada) natural, que
pudiese, si la oportunidad apareciera, oponerse exitosamente a la razón, o – mejor aún –
2
oponerse exitosamente la poder instintivo de la naturaleza? ¿No es también el espíritu
naturaleza, una naturaleza espiritual, tanto salvaje, rebelde y caótica como el mundo de los
instintos físicos? Contestando a esta pregunta, nuevamente se esperaría que la historia nos
provea con algunos ejemplos no menos convincentes. Solamente necesitamos pensar en la
historia de las herejías, de la filosofía y de las ideas revolucionarias en conjunto. Cuando
enfrentemos este poderoso fenómeno del espíritu en la historia, no podremos evitar fácilmente
la impresión de que su fuerza impulsiva y dýnamis son apenas menos que aquéllas del mundo
de los instintos físicos. Un análisis más profundo de estos fenómenos nos lleva incluso a
dudar de si la naturaleza espiritual es tan diferente de la naturaleza física. A menudo,
ciertamente, uno aun tiene la impresión de que es un problema de la misma naturaleza como
unidad, simplemente acercándose a nosotros en dos modalidades; por lo cual ambas hacen uso
de la así llamada razón, en orden de deslizarse dentro del dominio del hombre y hacer del
reino de la razón una ilusión.
La naturaleza no fue originariamente considerada como simple materia, sino que
estaba llena tanto de espíritu como de materia. La naturaleza estaba impregnada con el
espíritu para el hombre de la Antigüedad y el rostro de Dios aún brilla en la naturaleza en la
“Teología naturalista”. Si sometemos la naturaleza física del hombre a un análisis cuidadoso,
descubriremos no solo necesidades de naturaleza física en el inconsciente, sino también
determinantes espirituales. Y como las necesidades naturales no son puramente malignas,
tampoco lo son las del espíritu. Un representante de la filosofía de la naturaleza en el siglo I
d. C., DEMÓCRITO (Pseudo-Demócrito), acuñó la frase: “La naturaleza se regocija en la
naturaleza, la naturaleza domina la naturaleza, la naturaleza vence a la naturaleza.” ZÓSIMO,
un filósofo del siglo III d. C., dijo algo similar: “La naturaleza, cuando se vuelve sobre sí
misma, se transforma.” Estas oraciones deberían ser interpretadas de la siguiente forma: la
Naturaleza consiste en la comunión interna de dos y se vence a sí misma para alcanzar una
forma más elevada. La fórmula de Demócrito se origina en el sentimiento de la naturaleza en
la Antigüedad, cuando el mundo aún tenía alma. Expresa la convicción de que la naturaleza
también contiene eso que derrota la naturaleza. El conflicto posterior entre naturaleza y
espíritu todavía no había estallado, aún están en una condición de misterioso proceso de
mutuo abrazo, muerte y más elevado nacimiento, escondido en el seno de la naturaleza.
Este pensamiento entonces – que el significado para un desarrollo más elevado está
contenido en la esencia de la naturaleza misma, y que no puede ser, por lo tanto, forzado en la
naturaleza por la voluntad y sus fórmulas racionales – es la base de un movimiento espiritual
en Occidente, el cual es de una especie totalmente diferente del que hemos llegado a conocer
a través de los ejercicios ignacianos. Es también un ejercicio de meditación, pero de una clase
bastante particular, que no era incluso generalmente reconocido como tal. Pues, era un secreto
que exitosamente se escondía detrás de un número de denominaciones engañosas; se llamó a
sí misma “filosofía” más a menudo que “alquimia” o el “arte de hacer oro”. En su resultado
histórico no desembocó en una forma reconocida de religión sino en una ciencia natural, la
cual apareció muchas veces en oposición a la fe y que contrapuso conocimiento y experiencia
a las creencias. La esencia de la ciencia es el conocimiento, no conoce la devoción de la fe,
sino la de la investigación y el saber. Este lado de la ciencia moderna se origina en las
antiguas ciencias de la astrología y la alquimia.
El desarrollo de la ciencia, que es extraordinariamente característico de Occidente,
debe su origen en gran medida a la actitud experimental de la mente en la alquimia. La
alquimia está fundada en la convicción de la espontaneidad del espíritu y de la inspiración, y
se esfuerza, en infatigable meditación especulativa, por explorar el incondicionado espíritu de
la naturaleza y en darle expresión. Los métodos que he descrito en mis lecciones anteriores
intentan imprimir una forma predeterminada en el alma, trabajando desde afuera hacia
adentro; mientras que la alquimia se esfuerza en ayudar a una potencialidad psíquica,
3
escondida en la naturaleza inconsciente, para que se desarrolle y despliegue en la mayor
medida posible, y en ello, trabajando desde adentro hacia fuera, quita los obstáculos en el
camino del alma oculta que empuja hacia la luz. “Habet omnia in se, quo indiget” (tiene todo
lo que necesita en sí mismo) era el principio en el cual este arte o filosofía trabajó.
Si los ejercicios ignacianos representan, en cierto sentido, la culminación de la
determinación cristiana de elevar al ser humano, la alquimia y su filosofía representan, en el
otro lado, un mismo intento profundo de llegar a liberar el espíritu inconsciente; un intento
que es sin presuposición y diferente en todo al primero . Con la excepción de la astronomía,
casi toda ciencia natural ha surgido, en un grado más pequeño o más grande, de la alquimia; y
a pesar de que necesitó una larga desviación, este es también el caso de la psicología moderna
y su específico rango de preguntas. Por esta razón he decidido este invierno darles una
descripción de la alquimia, para suplementar mis lecturas más tempranas de los ejercicios
ignacianos.2 Soy consciente de que tomo un gran riesgo en hacer esta aventura, porque esta
filosofía pertenece al más complicado fenómeno espiritual que yo haya alguna vez
encontrado; así debo pedirles la más silenciosa colaboración cuando llegue a lugares difíciles.
Es la primera vez que yo haya intentado tratar con esta esfera de forma exhaustiva; y no tengo
esperanza alguna de ser capaz de hacerlo con la claridad necesaria, porque verán por ustedes
mismos las dificultades con la que deberé lidiar.
Antes de empezar con este tema, me gustaría darles un breve sumario de las lecciones
precedentes,3 porque mis lecciones sobre Individuación se han extendido en el transcurso de
varios años, y es importante que no perdamos el hilo. Es un tema muy difícil que no puede ser
tratado adecuadamente en lecciones, así que es necesario recordarles de tiempo en tiempo lo
que se ha dicho anteriormente. Hablé primero del Yoga de la India y de los Yoga-Sutra de
Patânjali,4 pero no entraré de nuevo en esto porque nos llevaría demasiado tiempo. Me
gustaría, sin embargo, recordarles los métodos de meditación usados en el Budismo
Mahâjâna.
Hablamos de dos textos, el primero fue el Sutra de la contemplación de Amitâbha
(AMITÂYUR-DHYÂNA-SUTRA).5 Este es un antiguo texto que pertenece a los tempranos
días del Budismo Mahâjâna. El curso que toma esta meditación es muy característico.
Comienza con el Yogui mirando fijamente al sol poniente; como saben, cuando lo hacemos
retenemos una imagen de él aún después de dejar de mirarlo. El Yogui entonces simplemente
se concentra en esta imagen y ella se convierte en un símbolo. El sol es la luz y la luz
representa la más alta iluminación: Buda. Toda la meditación se lleva a cabo dentro del
Yogui. Comienza con la imagen del sol y termina con ella nuevamente, pero la imagen se ha
convertido en Buda. La imaginación activa del Yogui individual la ha amplificado mediante
imágenes, él ha llenado la imagen con su imaginación creadora. Luego de que el sol ha sido
percibido el texto dice: “Luego has de crear la visión del agua… clara y pura”, luego la del
hielo, “brillante y transparente”. Ambas tienen superficies que reflejan la luz. Luego se
colorea, “lapislázuli”, y se vuelve firme como una roca. Esto significa que la visión ha ganado
substancia, un cimiento firme se ha extendido a través de la imaginación activa. El texto dice:
“A continuación verá que el suelo se habrá vuelto de lapislázuli, transparente tanto por fuera
como por dentro”. Este suelo firme forma las bases en donde la subsiguiente fantasía puede
ser construida. Debajo de este suelo de lapislázuli, está el “estandarte de oro”.6 Estandarte es
2
Fin del manuscrito.
3
El tema principal, desde este punto y hasta el final de la tercer lectura, es un resumen de las lecciones
presentadas en los volúmenes de las notas ETH Eidgenössische Technische Hochschule (Instituto Suizo Federal
de Tecnología) de los años 1938-39 y 1939-40; pero aparecieron muchos nuevos aspectos y varios nuevos textos
fueron citados.
4
Notas ETH, 1938-39, pp. 15-19 y 119-139.
5
Ídem, pp. 19-41.
6
Ídem, ver diagramas en páginas 23 y 37.
4
la traducción literal en sanscrito de la palabra: “dhvaja”, la cual tiene realmente más el sentido
de emblema o símbolo. Esta es una imagen que está aún oculta debajo de la superficie azul;
esto es, está en lo inconsciente. La superficie del agua, o la superficie de reflejo, es el límite
entre lo consciente y lo inconsciente. Mucha gente tiende por lo tanto a hablar de lo último
como el subconsciente, ¡porque esto les da un sentimiento de estar por encima!
El símbolo que está situado por debajo es el así llamado mándala, el círculo mágico.
Esto es generalmente usado como un yantra en Oriente, un instrumento religioso que tiene el
propósito de apoyar la meditación. Encontramos una forma occidental del mándala en el
rosetón. La rosa mística de Occidente se corresponde más exactamente con el loto oriental o
padma. Buda se sienta o para en el centro del loto, exactamente igual que Cristo como rex
gloriae (rey de la gloria) se encuentra a menudo en el centro del rosetón. El mándala es un
término más general.
Luego, una serie de ocho lagos se forma y vuelve real por medio de la imaginación
activa. Estos lagos contienen preciosas piedras de agua, y están cubiertos con flores de loto.
El sinnúmero de rayos, joyas, sonidos musicales, etc., están descriptas en completo detalle y
forman un “suelo de siete joyas” para la gran flor de loto. “Cada hoja de ese loto exhibe los
colores de cien joyas, y tiene ochenta y cuatro mil venas”… “Allí hay una torre construida de
gemas” en la flor de loto, y sobre ella hay “cuatro pilares adornados con piedras preciosas”, y
en el así llamado “trono florido” el yogui percibe al mismo a Buda.
El texto dice: “Es tu mente ciertamente la que es Buda”, entonces el yogui se imagina
a sí mismo como este Buda que él ha creado y sabe que el “océano de verdad y el
conocimiento universal de todos los Budas deriva su fuente de una sola mente y
pensamiento”. Por lo tanto, el yogui debe aplicar su pensamiento a una cuidadosa meditación
de Buda, el Sagrado y Completamente Iluminado Uno. Hace esto con todos los detalles
imaginables. En la declaración: “tu mente es ciertamente Buda” (lo cual significa que la
mente del yogui está ahora completamente iluminada), mide el completo crecimiento de su
meditación, en esto él reconoce que este Buda, el cual él ha engendrado, no es solo un objeto
en sí mismo sino también su propio sujeto. Es su mente que ha sido elevada al “trono florido”
y se sienta en el loto. Es este loto, este mándala, igual al sol con el que la meditación
comenzó. Buda, iluminación total, es el sol interno y el yogui vuelve así, de cierta forma, a la
condición primigenia de la luz eterna.
Esta es una imagen espiritual que también encontramos en el misticismo occidental.
Como se los indiqué en las lecturas anteriores7. La idea de Buda como un sol interno es
paralela a la experiencia mística cristiana de Dios, del Cristo interno. Leemos en Hechos, por
ejemplo: “pues en Él vivimos, nos movemos y existimos”8 y San Pablo dice: “¿No reconocéis
que Jesucristo está vosotros?”9
El otro texto que estudiamos fue el SHRÎ-CHAKRA-SAMBHÂRA TANTRA10
(Rueda-sagrada-texto completo). Chacra es otra palabra para mándala, y este texto
nuevamente es una meditación sobre un mándala. Un círculo o mándala tiene el significado
de la totalidad. Sabemos por Platón que lo circular es lo perfecto, un símbolo de totalidad. Así
en este texto Buda es invocado: El uno que todo lo sabe, preséntate, sé redondo, y redondo (el
Mándala)”. Esto significa: conviértete en la totalidad, en la perfección, para que el yogui
pueda convertirse él mismo en totalidad durante esta meditación; ya que cuanto mejor pueda
formar el Buda, tanto más Buda es el mismo yogui, construido con su propia substancia. Esta
concepción es, obviamente, extremadamente no cristiana.
7
Notas ETH 1938-39, p. 40.
8
Hechos, 17, 28.
9
II Cor., 13, 5.
10
Notas ETH 1938-39, pp. 41 ss.
5
El texto está en un estado desordenado pero, si lo estudian atentamente, verán que cae
en tres fases: tesis, antítesis y síntesis. 11 La tesis realmente se encarga de la consciencia
humana, la cual es sometida a un meticuloso análisis filosófico e intelectual. En la primer
parte (A) las diferentes clases de conocimiento son minuciosamente analizadas y en la
segunda (B), las funciones de la consciencia. Así que la primera fase, la tesis, realmente
consiste en una disolución de la consciencia individual en fragmentos, un entrenamiento
intelectual intenso que no tiene paralelo con los ejercicios ignacianos. Hay cuatro clases de
conocimiento y cuatro funciones,12 porque la cuaternidad es otro símbolo para la totalidad, el
más simple camino para dividir el círculo es en cuatro.
La segunda fase es la antítesis. La tesis alcanza una clase de logro y esto es amenazado
en la antítesis. La amenaza se encuentra al considerar cómo debería tratarse el peligro e
imaginando defensas. El ataque viene desde el lado inconsciente: una mujer mala, el lado
femenino del yogui, la así llamada anima, juega un rol protagónico. Ella aparece como diez
Devatâs femeninas, quienes amenazan al yogui. Encontramos paralelos de esto en la
cristiandad, San Antonio de Egipto, por ejemplo, fue muy atormentado por tales apariciones
femeninas, pero en los ejemplos cristianos hay un sabor moral muy fuerte. No hay conflicto
moral en el Este, tales figuras son simplemente perturbaciones. Esta perturbación o amenaza
es finalmente conquistada por la comprensión del yogui entendiendo que son ilusiones, y él
declara: “Yo soy el puro, el cual es la verdadera naturaleza de todas las cosas. Soy de la
naturaleza del Vacío. El Vacío (Shûnyatâ) es la esencia primaria del mundo, el
inconmensurable vacío profundo, que produce cualquier clase de figura ilusoria, imágenes
especulares de nuestra propia condición psíquica.
Sigue la tercera fase: la síntesis a la cual debemos dedicar atención especial, porque es
en la síntesis que se erige un edificio positivo. Se nos ha mostrado en esto como el yogui se
transforma a sí mismo, a través de muchas etapas simbólicas, hasta que alcanza a Buda,
completamente iluminado. Hay una secuencia simbólica en diez etapas (comenzando con el
Monte Meru), el cual es especialmente interesante para nosotros, ya que estos mismos
símbolos juegan también un rol importante en el hemisferio occidental, particularmente en la
filosofía Hermética o alquímica. Nuestros antepasados dedicaron una gran cantidad de tiempo
a estas cosas y hubiesen reconocido sus propias “artes negras” en tales textos orientales. Me
he encargado de estas series completamente en lecturas anteriores, 13 así que no entraré en
detalles nuevamente, pero les recordaré brevemente acerca de ellas.
Esta meditación también comienza con un cimiento, pero esta vez es la imagen de una
montaña, la montaña del mundo, el Monte Meru. En esta montaña hay una ciudad, con cuatro
vallas, de cuatro colores diferentes; y la ciudad es “de forma cuadrangular con tres hileras de
plazas y ocho torrecillas”. Esto debe todo, por supuesto, ser imaginado, esto es, creado en
completo detalle. Sobre “lo más alto de todo un Vajra multicolor de cuatro cabezas” debe ser
imaginado. Este es el diamante del rayo y es un muy conocido símbolo tibetano. La fecha de
este texto es desconocida, es bastante posible que sea comparativamente de reciente origen.
Muchos de estos textos han alcanzado Europa tardíamente, sobre todo gracias a Sir John
Woodroffe (Arthur Avalon), el editor de “Los textos Tántricos”, de los cuales el Sri-Chackra-
Sambhâra Tantra es el volumen séptimo.
El vajra o rayo representa energía concentrada. (Ver imagen14). El símbolo en el
centro es el emblema de una religión popular en Tíbet, la religión de los “Sombreros Rojos”.
Una confiable autoridad en las cercanías del Tíbet me dijo que esta religión maneja la magia y
no tiene una muy buena reputación. El símbolo va hacia la izquierda, al revés de las agujas
11
Notas ETH 1938-39, sinopsis pp. 52 ss.
12
La quinta en cada caso es la quinta esencia, la esencia de Buda, el conocimiento de Buda.
13
Cf. notas ETH, 1938-39, p. 53, p. 77 ss. y p. 97 ss.
14
Obtenida de la tapa del “Libro Tibetano de los Muertos”. EVANS-WENTZ.
6
del reloj, hacia el oscuro inconsciente, el cual es desfavorable. La orden más alta de budismo
tibetano de los “Sombreros Amarillos” tiene el mismo símbolo pero girando hacia el otro
lado, la derecha, como las agujas del reloj, hacia la consciencia, lo cual es favorable. Ambos
símbolos se encuentran juntos en el trono del Dalai Lama, él ha reunido los sombreros rojos y
amarillos, los dos caminos del budismo tibetano: el camino de la mano izquierda, llevando
hacia lo oscuro, y el camino de la mano derecha, llevando hacia la cumbre de luz de la
consciencia.
LECTURA II
15 de noviembre de 1940
Monte Meru.
7
cadena de causalidad,15 la cual dirige a la suma total del sufrimiento del mundo, que Buda
debería llevar a su fin.
La base de la primer imagen es el Monte Meru. Esto significa que algo viene adelante,
y comienza a crecer o elevarse como una montaña en un paisaje llano. Es una acumulación de
cosas, que estaban antes desparramadas por todo el mundo. Esto es un símbolo muy simple de
lo que pasa en la meditación: la atención del Yogui, que lo ata al mundo a través de sus
miedos y deseos, está recogida nuevamente hacia sí mismo, y todo, lo que estaba afuera antes,
se acumula hacia adentro de la montaña. A través de esto, el Yogui aparece ante su propio ojo
interior, el hombre interior se hace visible, y este logro aparece cercano, como la ciudad sobre
la montaña. La fortificación de esta ciudad es enfatizada particularmente, y contiene toda esa
gente, que antes estaba dispersa por todo el mundo, fuera del Yogui. Esta concepción no es
puramente budista, es una vieja idea hindú: la ciudad de Brahman. El gran tesoro,
representado como el vajra, es conservado en la ciudad, como el tesoro, es guardado en la
“casa del tesoro” en la alquimia. El “gazophylacium” o el “domus thesauraria” juega un gran
rol en el misticismo medieval. Encontramos la misma idea en un conocido ejemplo por todos
ustedes, el de la Jerusalén celestial,16 la cual descendió “desde el cielo de Dios”. Este es
también el objetivo para las “naciones de los que fueron salvados”. La idea del Jerusalén
celestial es también la de una montaña, donde encontramos el más alto símbolo de la
Cristiandad, Cristo como el cordero místico. En nuestro texto oriental es el “vajra de cuatro
cabezas”, el símbolo de energía concentrada, acumulada, energía que el Yogui ha
previamente dispersado por todo el mundo. Los sentidos toman posesión de nuestra energía, y
de este modo nos encadenan a todo lo del mundo, a través del miedo y el deseo. Esta es la
causa de sufrimiento, el efecto de la cadena Nidana, que inevitablemente conduce al dolor y a
la muerte. Es esta energía la cual el Yogui ha recuperado, y la que ha recogido en la “vara de
cuatro cabezas”. La palabra vajra representa el más alto valor y la más grande belleza
combinados en una indestructible piedra, y como el rayo, tiene un tremendo poder mágico, el
cual puede golpear como un relámpago. El rayo es bien conocido como una arma de los
dioses, y al final de este texto tántrico hay una descripción de los principios más importantes
para el uso de este poder, el cual el Lama ha acumulado en su condición contemplativa. Es
como un tarro Leyden altamente cargado que, de repente, puede enviar choques eléctricos.
El vajra es solo una preparación, y el primer símbolo, que florece de su tensión, es el
loto: el asiento de los dioses, o el lugar de nacimiento de Buda. Crece de la tensión del vajra,
como el loto real crece del cieno, lentamente, empujando hacia arriba a través del agua., desde
el mundo oscuro a la luz. Cuando el hombre se retira del mundo se encuentra a sí mismo en
una condición de terrible tensión, cargado con energía. Si puede sobrevivir a esto, sin perder
su energía, nuevamente, a través de fluir entre nuevas conexiones con el mundo, él comienza
a florecer como un loto, y alcanza el mundo espiritual, como el loto alcanza el nuevo mundo
de luz cuando quiebra la superficie del agua. Este es el significado de varios símbolos de
plantas, en Occidente tanto como en Oriente. El árbol del Yoga “el cual sus raíces crecen
20
hacia arriba y sus ramas crecen hacia abajo es una concepción típicamente oriental, pero
encontramos la misma idea en Occidente: por ejemplo, en el siglo trece el místico flamenco
RUYSBROEK habló de un árbol que crece hacia abajo, sus raíces estaban en el cielo y sus
ramas en la tierra. También encontramos referencias de unas raíces escondidas que brotan. La
rosa occidental es un completo paralelo con el loto oriental. Ustedes recordarán, por ejemplo,
15
Cf. Notas de E.T.H. (Eidgenössische Technische Hochschule (Instituto Suizo Federal de Tecnología)), 1938-
39: pág. 82 ff. (aquí tendríamos que unificar criterios con Mirta para que no tengas que estar corrigiendo las
notas. No sé que significan las siglas y tampoco el “ff”, tampoco sé si está bien el orden en que lo dejo en
castellano, es el mismo que está en ingles…)
16
Rev. XXI. 10.
8
el final de La Divina Comedia,17 donde la “rosa blanca de nieve” es formada por “la sagrada
multitud”. El loto también expresa la idea de totalidad y de transformación. Todo lo que está
por debajo, la montaña, la ciudad y vajra, representa una inspiración, son como el tallo del
loto que crece hacia arriba a través del agua.
La luna aparece desde el loto y tiene un significado principalmente femenino.
Encontramos, en muchas formas místicas de meditación que la imaginación produce símbolos
femeninos y masculinos con el propósito de la coniunctio, la unión. Masculino y femenino
son símbolos en general de los opuestos; y la coincidencia o la unio opositorum, (la unión de
los opuestos) es el escalón preliminar hacia la visión de Dios, el cual es una unio
oppositorum. Encontramos esta misma idea en el Exercitia.18
Leemos en el Upanishads que de las manas venía la luna. Hay una raíz común de
ambas palabras, y la palabra inglesa mente está también relacionada con esto. En este texto la
mente es pensada como femenina,19 El típico par de opuestos en alquimia son el sol y la luna:
el sol es rojo, masculino, y la luna blanca, femenina. Esto es al revés en China, donde el varón
es blanco y la mujer roja, pero encontrarán la misma idea de la coniuntio allí. Cuando la luna
representa la mente, el sol representa el cuerpo, no el cuerpo material burdo, sino la esencia,
la quinta esencia, un principio de vida. Encontramos muchas pistas de esto en concepciones
primitivas, también en ideas medievales y con los neo-vitalistas. El cuerpo parece ser
entendido como una materialización del principio de la vida, que luego es una abstracción de
la suma total de la existencia corporal. Esta es realmente una idea oriental típica, porque en
las bien conocidas formas de meditación oriental, lo espiritual es siempre rápidamente
dividido de lo físico; pero, en el Occidente, el cuerpo es recogido dentro de la meditación y
comparte la más alta iluminación. El espíritu no tiene precedencia, esto explica la
extraordinaria plasticidad y concreción de la meditación oriental. Oriente trata de evitar
abstracción, así el enormemente valorado cuerpo no se perderá. Toda la meditación se origina
en el cuerpo, no en el espíritu. (este pasaje me resultó confuso, porque no se sabe la última
oración si corresponde a oriente u occidente, tal como está parece contradecirse, habría que
rearmarlo, tal vez)
Arriba del sol y de la luna viene el loto nuevamente, pero esta vez con el significado
del órgano femenino, el Yoni. Esto dirige al próximo símbolo, la luna con el lingam, el
órgano masculino, la completa unión de los opuestos. Los opuestos del mundo, representados
como hombre y mujer, están aquí irrevocablemente unidos, no hay más separación. Así el
proceso del mundo llega a un fin aquí, ya no hay más tensión entre los opuestos que pueden
ser fructíferos, y no hay energía que pueda ser desaprovechada en ninguna forma. Una
estabilidad incorruptible se ha establecido, la cual tiene el significado de eternidad y que está
aislado/desconectado del mundo exterior. Nuestro texto es tibetano, pero encontramos esta
misma concepción de divinidad en dos principios del tantrismo indio. Por ejemplo, en una
forma hindú del tantrismo están ambos personificados como Shiva, el sol, creador y
destructor a la vez, y su Shakti o Parvati, su contraparte femenina. Están representados en un
abrazo eterno.
El proceso llega a una culminación, por así decirlo, con esta coniuntio, y la ciudad
aparece nuevamente pero esta vez en una paz iluminada, como la Vihâra, el monasterio. Es
una ciudad espiritual aquí, en la cual la Unidad Sagrada, la Perfección, vive. Alcanzar el
Reino de Dios es una etapa larga en la meditación cristiana, pero nuestro texto budista, a
diferencia de la cristiandad, va un paso más allá que la santa multitud. El Yogui mismo
aparece en el mándala como el ser universal, como Mahâsukha, el Señor de la Gran Dicha. El
tercer ojo es el co-llamado centro Âjna, el chacra del conocimiento completo.
17
Cf. Notas de E.T. H., 1939-40: pág 218.
18
IDEM: pág. 227 ff.
19
Cf. Notas de E.T. H., 1938-39: pág. 79.
9
DIBUJO
20
Vulgata 67.28. El correspondiente texto en nuestra Biblia es Salmo 68.27: “Hay un pequeño Benjamín con la
regla de ellos. (no cierra comillas y es extraña la frase)
Busqué Vulgata en el RAE: Versión latina de la Sagrada Escritura, que se remonta a San Jerónimo y fue
declarada auténtica por la Iglesia católica
21
Los siguientes pasajes fueron traducidos de RICAHRD VON SAN VÍCTOR” Benjamin minor oder Ueber die
Befreiung des Geistes auf das Schauen” (El pequeño Benajamín o sobre la puesta en libertad de la mente para la
vision) en “Die Victoriner, Mystischen Schriften”, Jacob Hegner en Wien. 1936. Pág. 179 ff.
10
“Es la cima del conocimiento por saber el que uno mismo sabe
completamente. El conocimiento completo de la mente razonable es una gran
y alta montaña. Es más alta que los picos de todo el conocimiento mundano,
mira hacia abajo desde lo alto sobre toda la sabiduría del mundo y sobre todo
el conocimiento del mundo.”
Esto corresponde a la elevación del Yogui. El texto continúa:
“Lo que Aristóteles ha encontrado de esta clase, lo que Platón ha encontrado,
¿qué tales cosas ha encontrado la gran multitud de filósofos? Ciertamente y
sin dudas, si han sido capaz de cruzar esta montaña de sus mentes penetrantes,
su esfuerzo habrá bastado para encontrarse a sí mismos; se han conocido a
ellos mismos perfectamente, ellos nunca hubiesen pagado homenajes a ídolos,
nunca se hubiesen inclinado hacia la colina de las cosas creadas, nunca
hubiesen alzado sus cabezas en contra del creador. Aquí los buscadores
fallaron en la búsqueda. Aquí, digo, ellos fallaron, y por lo tanto fue
imposible para ellos ascender la montaña. ‘El hombre se levanta a sí mismo
en lo alto, en lo más íntimo, y Dios está elevado’ (agregaría: “por sobre esto”,
es una frase súper intrincada!!). (Ps. 63)22 Aprende a meditar, Oh hombre,
aprende a meditar por ti mismo, y has de ascender a lo más íntimo de ti.
Cuanto más mejores diariamente en el conocimiento de ti mismo, más podrás
ascender por encima de ti. Aquel que alcanza el perfecto conocimiento de sí,
ya ha alcanzado la cumbre de la montaña.
23
“… Oh que raros son aquellos, tanto porque no podrán o porque no pueden,
ascender a esa altura. Ciertamente, es raro escalar esta montaña, más aún
pararse en la cima y permanecer allí por un tiempo, pero más raro es resistir
allí y descansar en el espíritu: ‘¿Quien subirá a la colina del Señor? o ¿quién
estará parado en su lugar sagrado?’ (Ps.23)23
(La idea de vivir, de hacerse uno un hogar, en la ciudad de la montaña viene aquí.)
“… Asombro ante la buena fortuna es expresado en el llanto: ‘Señor ¿quién
permanecerá en el tabernáculo? ¿quién residirá en tu sagrada colina? (Ps. 14)24
Para escalar y pararse, Oh que gran fortaleza, para vivir y para descansar, ¡Oh
que fabulosa dicha! ¿Quién, Señor, ascenderá, quién estará parado en la
sagrada colina? (no cierra asterisco) ‘Oh envía tu luz y tu verdad: deja que
ellos me guíen; deja que ellos me traigan a la sagrada colina, y a tu
tabernáculo.’ (Ps. 42.)25
O a tu morada: “tabernacula tua”. El título del capítulo 78 es: “Cuan grande es el valor
del propio conocimiento.” Les leeré un pasaje:
“…En la cima de esta montaña Cristo fue transfigurado;”
(Aquí Cristo corresponde a Buda, esto es el Yogui como Buda.)
Moisés fue visto con Elías en esta montaña, y ambos fueron reconocidos sin
ninguna señal; y sobre esto la voz del Padre al hijo fue escuchada. ¿Qué aquí
dentro no es maravilloso? ¿Qué no es deseable? (Dost: no encuentro
traducción, probablemente sea Don’t? Así lo fui traduciendo más adelante
también y parece tener sentido) ¿No deseas ver a Cristo en transfiguración?
22
El texto en la Vulgata, Salmo 63. 7, sigue: “Accedit homo ad cor altum et exaltabitur deus.” El texto
correspondiente puede usualmente encontrarse en el salmo siguiente en nuestra Biblia, pero en este caso no hay
un texto similar en el salmo 64.
23
Las referencias del Salmo en el texto se refieren a la Vulgata. En nuestra Biblia el mismo texto se encuentra:
Pág. 244. 3.
24
Our Bible: Ps. 15. 1.
25
IDEM: Ps. 43. 3.
11
Asciende la montaña, aprende a conocerte a ti mismo. ¿No deseas ver a Moisés
y Elías y reconocerlos sin una señal, no deseas entender la profecía sin un
maestro, sin un intérprete? Asciende la montaña, aprende a conocerte a ti
mismo. Si tu (longest: no pude encontrarle sentido) por el misterio oculto del
padre, asciende la montaña, aprende a conocerte a ti mismo. Él descendió
desde el Cielo cuando dijo: gnoti seautón, lo que significa: conócete a ti
mismo. ¿No ves aún el completo valor del ascender la montaña, y el uso del
completo conocimiento de ti mismo?”
El punto de vista moderno es muy diferente, tal conocimiento es considerado mórbido,
una enfermedad. El título del capítulo 83 es: “Que la mente deba comprender la revelación
divina, y deba adaptarse a estar parada en lo más intimo de sí.”
“…Si la mente no se eleva a sí misma a la contemplación de sí, ¿cómo puede
comenzar el vuelo de la visión que está por sobre ella misma? El Señor
desciende la montaña y Moisés asciende a ella. Es en esta montana que Dios
enseña la construcción del tabernáculo y que Moisés aprende. Qué significa la
‘congregación del tabernáculo’, si no el estado de perfección? Aquél, entonces,
que asciende la montaña, aquel que presta cuidadosa atención, aquel que busca
largamente y aprende al fin como él está hecho, el hombre permanece allí en
orden de aprender de la comunicación divina
24
en lo que él debe convertirse, como debe prepara el edificio de su espíritu para
Dios, y por que clase de obediencia el debe propiciar a Dios. Para la mente,
que está aún dispersa por muchos deseos, que está desgarrada en pedazos por
muchos pensamientos en una dirección y otra, ¿cómo puede ser merecedora de
recibir la Gracia? Aquel que no puede recogerse hacia adentro por sí mismo,
cuando podría el hombre ascender en visión hacia lo que está por encima de
él?”
El título del capítulo 84 es: “Como la mente que tiene sed de visión de cosas
celestiales, debe retraerse a sí misma hacia adentro.”
“Aquel que languidece por la visión de cosas celestiales, aquel que suspira por
la experiencia de lo divino, debe aprender a retraer lo disperso de Israel, debe
esforzarse para encontrar lo errante de la mente, debe acostumbrarse a sí
mismo a estar en el hogar en lo más profundo de sí y olvidar todo lo de
afuera.”
Es en nuestro propio cuerpo donde debemos buscar, no en el exterior, pero hoy todos
están convencidos de que es en el exterior.
“Él retrae no solo sus deseos sino también su conocimiento para que aprenda a
amar solo la buena verdad y pensar en esto solo sin detenerse. ‘Bendecid a
Dios en las congregaciones, al Señor.’ (Ps. 67)”26
No es una casa de plegarias o una congregación externa, lo que quiere decirse aquí.
Las congregaciones son un congregarse en el individuo. Se reúnen los propios fragmentos
dispersados, no los de otras personas.
“Para esta doble congregación, de los pensamientos y los deseos, en esta doble
unanimidad de investigación y esfuerzo, Benjamín es exaltado, soplado por el
espíritu de Dios y llevado alto. ‘Ahí está el pequeño Benjamín’.”27
El autor se identifica a sí mismo, por supuesto, con este pequeño Benjamín que es
elegido por designio divino.
26
Vulgata: “In Ecclesiis benedicte Deo Domino.” Nuestra Biblia, Ps. 68. 26.
27
El texto germano es: “Dort schreitet Benjamin als Jüngster.”
12
“… ¿Dónde más tu vas a pensar sino en la congregación? ‘Bendecid a Dios en
las congregaciones, el Señor, de la estirpe de Israel. Ahí está el pequeño
Benjamín.’ La primera etapa es que alguien cree una sinagoga fuera de sus
pensamientos y deseos en lugar de una iglesia. Una cosa es forzar algo,
voluntaria o involuntariamente, en uno; y otra cosa es que eso venga
voluntariamente junto a sí mismo, en/con una pista de un convocante. Seres sin
inteligencia e irracionales pueden abarrotarse juntos, pero no pueden ser
llamados juntos. Pero el llegar juntos de seres razonables en sí mismos,
resultantes de su propio impulso, debería ser llamado una congregación.
Contemplar la diferencia que existe entre una congregación y un
amontonamiento de gente, entre la iglesia y la sinagoga. Cuando percibes que
tus deseos están siendo influenciados por delicias externas, y que tus
pensamientos están constantemente obsesionados por ellos, entonces
apresúrate hacia el interior con gran cuidado, así al menos puedes construirlos
dentro de una sinagoga interior. Cuanto más seguido recolectamos lo errante
de la mente en uno, y amarramos las emociones del corazón en un anhelo por
lo eterno, ¿qué más hacemos por esta familia interna que una sinagoga? Pero
cuando toda esa multitud de nuestros deseos y pensamientos, persuadidos por
el gusto de la dulzura interior, has aprendido a unirte voluntariamente en la
pista de la razón y a pararte firmemente en lo más interno de ti, luego uno
podría mantenerlos dignamente en el nombre de la iglesia. Permítannos por lo
tanto, amar solo el bien interior, solo meditar largo en esto, y en la medida que
nosotros sepamos como amar a Benjamín, podremos sin dudas construir una
iglesia.”
Esta es la idea de “ecclesia spiritualis.” Todos deben practicar la congregación interior
en orden de ser capaz de ser un miembro absoluto de la Iglesia, porque la Iglesia es espiritual
y no externa. Verán que estos victorianos tienen una interpretación muy característica, que es
similar en muchos aspectos a aquello de Devoti, de quien hablamos el año pasado.28 Por otro
lado, sin embargo, los victorianos tiene una relación diferente con el conocimiento en general,
así que pueden ser llamado una escuela de filosofía. Esto nos dirige hacia el método
occidental típico de meditación, el Yoga occidental, el exercitia spiritualia de San Ignacio.
28
Notas de E/T. H., 1939-40: pág. 155 f.
13
LECTURA III
22 de noviembre de 1940
29
Notas de E. T. H. (Eidgenössische Technische Hochschule (Instituto Suizo Federal de Tecnología)), 1939-40:
pág . 153 ff.
30
IDEM: pág. 155 f.
31
IDEM: pág. 178 ff.
32
IDEM: pág. 182 ff.
33
IDEM: pág. 185 ff.
34
IDEM: pág. 211 ff.
35
ERICH PRZYWARA: Deus Semper Maior, Theologie der Exerzitien. Publicado Freiburg en Breisgau 1938.
Herder & Co.
14
“Anima Christi” y el famoso “Fundamentum” son realmente la mejor parte del libro, y por
leer esto ganan una excelente impresión del la teología Przywara y también de San Ignacio
mismo.
El propósito de la meditación en el “Anima Christi” es formar la figura de Cristo tan
concretamente, a través de imaginación activa, que el meditador es removido, por decirlo de
alguna manera, en la presencia de la imagen y finalmente tomado hacia ésta. Esto es: el
meditador o creyente – en el Occidente no debemos usar el término Yogui – desaparece
enteramente en la forma que fue creado. De acuerdo con la visión ortodoxa, por supuesto, el
no ha creado esta forma, porque Cristo es una presencia externa objetiva, que solo se vuelve
clara en el ojo interior a través de la meditación. Esto es realizado como soporte de la ya
existente convicción de la absoluta existencia de Cristo. El meditador, a través de su más
íntima y activa absorción mental en esta forma, gradualmente pierde su propia identidad y
alma en la de Cristo. Es a través de esto, que la elevación del ser humano, que es el propósito
de tales meditaciones, toma lugar.
Como Przywara dice, una totalidad es formada: la totalidad del perfecto hombre
divino, una unidad del espíritu y la carne, de Dios y criatura. Cristo aparece como un totalidad
en esta meditación, no solo como hombre sino también como Dios, puesto que la fórmula de
la Iglesia es: “verus deus et verus homo”. Esta exhaustiva figura, “muy Dios y muy hombre”,
abraza al ser humano en su completa esencia, y lo contiene completamente. La figura de
Cristo tiene, como ustedes habrán ya escuchado, su contraparte en el Oriente, en la figura de
Purusha, de Atman o de Mahâsukha. Es la idea de un ser que contiene enteramente al hombre
consciente, y que lo eleva así a una totalidad, que jamás podría alcanzar por sí mismo. Este
ser superior o mayor bienestar que contiene al ser humano, es, de acuerdo con la definición
india, el así llamado Sí Mismo, el Sí Mismo trascendente del hombre, no el ego sino algo
mucho más allá del ego, el sujeto trascendente. Esto en un sentido se corresponde con el
Cristo interior del misticismo cristiano, el Cristo que es la vid mientras nosotros somos las
ramas.36 Somos parte de esta totalidad, fluimos en un cierto sentido en la sangre de Cristo,
tenemos nuestra parte en su cuerpo, que nos penetra, respiramos con su respiración, y somos
por lo tanto, por así decirlo, Cristo mismo, a pesar de ser partes.
Esta experiencia es muy diferente al punto de vista indio, donde es el Yogui mismo
quien se transforma en Buda. Es el opuesto exacto; porque en el Occidente, Cristo es un
agente activo que toma al hombre y lo hace parte de sí mismo, no es el meditador que toma a
Cristo y lo hace suyo. En Oriente, no existe sujeto excepto el del Yogui mismo. No hay ya un
Buda,37 él se ha ido al Nirvana, hacia un estado de no-ser que representa la más alta
perfección. Es blasfemo en Oriente hablar como si todavía existiese un Buda. Uno se engaña
28
a sí mismo completamente cuando asume, que un servicio religioso en Oriente, tomando lugar
ante la estatua de Buda, es dirigido hacia Buda. Buda no existe más, pero en el cristianismo,
por el contrario, Cristo siempre existe. Su existencia es casi el principio y el todo del
cristianismo, y por lo tanto, en la meditación cristiana, el hombre va hacia la forma de Cristo,
hacia la totalidad del sujeto trascendente y desaparece como hombre. Y es realmente el
objetivo del ejercicio, traer consigo la desaparición del ego subjetivo del hombre, porque es él
el que ha aceptado voluntariamente someterse a la disciplina de la Iglesia. Este punto de vista,
que estoy tratando de aclararles, no es una invención de San Ignacio, sino que contiene ideas
que han existido desde los más tempranos días de la Iglesia, y habrán también de encontrarse
en aquellos antiguos movimientos espirituales que corren en paralelo a la Iglesia.
Me gustaría, por lo tanto, leerles un pasaje de HIPPOLYTUS. Él fue un obispo
disidente de la Iglesia de Roma y sufrió una muerte mártir en el 235 D. C. Él disintió de las
36
San Juan XV. 5.
37
En el sentido de Buda Gautama.
15
visiones ortodoxas y fue el oponente del Papa Calixtus I. Esta historia pertenece a las crónicas
escandalosas de la Iglesia. Ellos tuvieron una disputa deplorable, la cual es interesante puesto
que es un caso de un introvertido y un extrovertido poniéndose uno a otro nerviosos.
Hippolytus es una de las fuentes principales de información acerca del Gnosticismo, y los
otros movimientos espirituales que saltaron de un origen común con la Iglesia y corrieron
paralelos a ella. El pasaje llega desde su “Philosophumena”:38
Y tú recibiréis el reino del cielo, tú que pese a que tú permaneciste en vida,
supiste del Rey Celestial. Y (en el más allá) estaréis en compañía de una
Deidad, y un coheredero con Cristo, ya no más esclavo de lujuria o pasiones, y
desperdiciado por la enfermedad. Porque tú te habéis convertido en Dios.
(Porque cualquier sufrimiento que tú habéis tenido mientras eras un hombre,
estos Él te los ha dado a ti, porque tú erais en un molde mortal.) Pero cualquiera
sean (los tributos) es consistente con (la naturaleza de) Dios (para impartir),
estas Dios ha prometido otorgártelas a ti, porque tú habéis sido deificado, y
engendrado en la inmortalidad. Esto constituye (la importación del proverbio),
‘Conócete a ti mismo’; descubre a Dios en ti, porque Él te ha formado a Su
propia imagen. Porque con el conocimiento de uno mismo está unido el ser un
objeto del conocimiento de Dios, porque tú has sido llamado por Él Mismo….
¡Él te ha elevado, a Su propio rango, haciéndote parejo a Dios hasta Su gloria!”
Esto, como ven, es una formulación peligrosa que puede dar carrera a ideas muy
peculiares. Pero es una confesión que es excesivamente típica del punto de vista del
cristianismo temprano. Encontramos declaraciones similares en los escritos de San Pablo y
por eso Hippolytus toma la relación interior del hombre con Dios literalmente: la idea de una
relación recíproca entre Dios y el hombre, que es una de las concepciones originales del
cristianismo y que fue perdida solo mucho tiempo después. Me gustaría también leerles un
pasaje de otro documento valioso, que
29
no es cristiano sino gnóstico. MONOIMUS, el árabe, explica sus opiniones en una carta a
Theophrastus (Monoïmus es sólo conocido por nosotros a través de Hippolytus):39
“…. Búscalo a Él desde ti mismo, y aprende quién es aquel que absolutamente
se apropia todas las cosas en ti y di, ‘Mi Dios, mi mente, mi comprensión, mi
alma, mi cuerpo.’ Y aprende de dónde hay pena, y alegría, y amor, y odio, y
desvelo involuntario, y sueño involuntario, e ira involuntaria, y cariño
involuntario; y si tu investigas correctamente estos, lo descubrirás a Él Mismo,
unidad y pluralidad en ti mismo, de acuerdo con aquel título, y que Él encuentra
la salida de ser de tú mismo”…
Esto es verdaderamente una interpretación psicológica del fenómeno religioso.
Monoïmus va al extremo de decir, que Dios mismo tiene su origen en el hombre. Esto se
ubica en absoluta oposición a las enseñanzas de la Iglesia, que Dios es una presencia objetiva,
un Tú. Porque Dios no es realmente un Tú externo en este pasaje, sino mi propia existencia
interior. Esta concepción nos guía directamente hacia el Oriente. Monoïmus fue un árabe y es
posible que en ese tiempo, cerca del fin del primer siglo D.C., hubieran influencias directas de
Oriente. Tenemos otras razones para sospechar esto. Ya en el segundo siglo A.C.
encontramos indicaciones en India de influencias occidentales, pero es imposible datarlas con
exactitud. Esta pregunta entera está aún abierta, porque no hemos aún ganado la necesaria
evidencia para ser capaces de juzgar con certeza.
38
HIPPOLYTUS: La Refutación de todas las Herejías. Librería Cristiana de Ante-Nicene. Libro X. Capítulo
XXX, pág. 402. (La dirección concluyente del autor.) T. & T. Clark. Edinburgo. 1911.
39
HIPPOLYTUS: La Refutación de todas las Herejías. Librería Cristiana de Ante-Nicene. Libro VIII. Capítulo
VIII. Pág. 321 f.
16
El punto interesante en la cita de Monoïmus es que la Deidad es responsabilizada por
todos los fenómenos psíquicos involuntarios. Si, por ejemplo, alguien involuntariamente
cayera dormido, o estuviese desvelado cuando quiere dormir, o tuviese un arranque de ira, o
estuviese triste sin una intención, entonces no es obra suya, pero es “a Deo missum” (enviado
por Dios). Decimos: “No seas tan perezoso”, “mantente despierto”, “recobra la compostura”,
etc.; pero de acuerdo al punto de vista de Monoïmus estamos dando ordenes a Dios cuando
hacemos esto. Esto contiene una importante posición cuando juzgamos emociones humanas.
Todos sabemos cuan difícil es controlar nuestras emociones. La represión habitual de las
emociones es peligrosa, puede incluso arriesgar la vida. Tenemos, en una forma suave, un
bulto en la garganta, o sentimos como si pudiésemos explotar de la emoción. Tiene un efecto
casi redentor, si podemos escaparnos/estallar de alguna manera. En este pasaje se nos es dicho
que todas estas emociones abrumadoras vienen del Dios interno.
Venimos ahora al “FUNDAMENTUM”:
“El hombre fue creado para alabar, hace reverencia a y servir a Dios nuestro
Señor, y de este modo salvar su alma. Y otras cosas en la faz de la tierra fueron
creadas en beneficio del hombre y para ayudarlo en el llevar a cabo hasta el fin
para el que fue creado. Por consiguiente sigue que el hombre debería hacer uso
de criaturas tanto como ellas le ayuden hacia el final, y deberían retirarlas tanto
como ellas sean obstáculo en lo que se refiere a ese fin. Porque es necesario
hacernos indiferentes respecto a todas las cosas creadas – en todas ellas es
dejado a la libertad de nuestro libre albedrío, y no es prohibido esto, – así
nosotros en nuestra parte no deberíamos desear salud en lugar de enfermedad,
por la riqueza en lugar de la pobreza, por el honor en lugar de la ignominia, por
una vida larga que una vida corta, y así en todos los otros asuntos, solamente
deseando y eligiendo aquellas cosas que nos guiarían al final para el que fuimos
creados.”
El nombre “Fundamentum” viene del hecho de que expresa el “Weltanschauung” y el
fundamento psicológico de los ejercicios; esto nos trae el objetivo de la vida humana para la
consciencia. En contraste con el punto de vista biológico occidental, de que cada criatura
viviente tiene su propósito: alabar a Dios. Él debe venir a la corte del rey, con el fin de
pertenecer a ese círculo que rodea y alaba a Dios; la moral jesuita, todas las cosas creadas
deberían ser usadas para este objetivo, pero solo en tanto promuevan la “Laudare Dominum”
(“Alabar al Señor”)
Encontramos una detallada meditación en Przywara en la esencia de Dios y de la
relación del hombre con Dios. Él habla de Dios como una “unio oppositorum” (unión de
opuestos). Todos los opuestos son unidos en Dios, mientras que son divididos en partes en el
hombre. El hombre es un conflicto y está por lo tanto en una condición deplorable,
necesitando redención. La redención por supuesto es la unidad que es Dios. Przywara dice:
“Dios aparece en el rostro de la renta como cruz.”40 La cruz es el símbolo para la unión de los
opuestos. El hombre encuentra a reúne con Dios en el centro de la cruz, el hombre es la
manifestación del conflicto y Dios representa su unión. Puesto que al hombre ser redimido, se
convierte en uno como Dios es uno. El símbolo de la cruz es realmente para Przywara el
símbolo de Dios; la esencia de Dios es una cruz. Esta es una formulación muy profunda de
alcanzar, en ella se declara que Dios está sufriendo. Este sufrimiento es impuesto al hombre,
en el sentido de que el hombre no es Dios, él no está unido sino dividido, y el sufre de anhelo
y necesidad por encontrar la unidad. Esto da el despedazamiento del alma humana, una
extraordinariamente nueva e importante interpretación. Pero no es tampoco nueva, porque
40
Notas de E.T. H., 1939-40, pág. 231.
17
tenemos una paralelismo en un texto antiguo muy interesante de los fragmentos de los Actos
de Juan:41
“XII… Y nuestro Señor se paró en el medio de la caverna y la iluminó y dijo,
‘Juan, en la multitud de allá abajo en Jerusalén estoy siendo crucificado, y
perforado con lanzas y juncos, y bilis y vinagre Me es dado de tomar: pero
hacia ti estoy hablando, presta oídos tú a lo que digo. Lo pongo en tu corazón
para que vengas a esta montaña, en la que escuches asuntos necesarios para la
disciplina a aprender de su maestro, y para que un hombre aprenda de su Dios.’
”
31
Esta escena toma lugar durante la crucifixión en Gólgota. San Juan se ha retirado del
Monte de los Olivos, donde se le otorgó esta revelación. Encontrarán el símbolo de la
montaña nuevamente aquí, la montaña que encontramos en Ricardo de San Víctor: si tu
deseas encontrar a Cristo, conócete a ti mismo, asciende a la montaña.
XIII. Y habiendo así hablado, Él me mostró una cruz de luz instalada, y
alrededor de la cruz una multitud : + y allí dentro había una forma y un
retrato/similitud: y en la cruz otra multitud, no teniendo una forma +.”
La multitud refiere a la pluralidad de las partes psicológicas en el hombre, “y allí
dentro había una forma” esta es la forma humana. Muchas cosas están unidas en el hombre y
forman una pluralidad. Como poeta, Carl Spitteler, una vez lo expresó: “Die Völker meiner
Seele” (la gente o naciones de mi alma).
“Y el Señor Mismo contempló hacia arriba de la cruz, no teniendo ninguna
forma, sino sólo una voz: y una voz que no era familiar para nosotros, pero una
dulce (o peculiar) y amable voz y una verdaderamente de Dios, diciéndome a
mí: ‘Juan, es necesario que alguien escuchara estas cosas de Mí: porque tengo
necesidad de alquien que escuche. Esta cruz de luz es algunas veces llamada la
Palabra por mí por vuestros beneficios, algunas veces la Mente, algunas veces
Jesús, algunas veces Cristo, algunas veces Puerta, algunas veces Camino,
algunas veces Pan, algunas veces Semilla, algunas veces Resurrección, algunas
veces Hijo, algunas veces Padre, (algunas veces Espíritu), algunas veces Vida,
algunas veces Verdad, algunas veces Fe, algunas veces Gracia. Ahora estas
cosas es un llamado hacia el hombre: pero como lo que es en verdad, como
concebido en sí mismo y como dicho a ustedes – esto es la demarcación de
todas las cosas, y la + inspiradora y base/fundamento + de todas aquellas cosas
que son inamovibles y fueron desestabilizadas, y el reunirse juntos de sabiduría.
Y mientras que es sabio compactar adecuadamente juntos, hay en la derecha y
en la izquierda de esto, poderes, principados, dominaciones y demonios,
operaciones, amenazas, ira, diablos (o difamaciones, no encontré la palabra
slanderings), Satán y la Raíz Inferior, que la naturaleza de las cosas que han
accedido a ser procedidas.”
(Este es el rizoma, la raíz, el caos, la materia prima, el Hyle (no encontré traducción de
esta última palabra), en la cual todo se origina.)
“Esto, entonces, es la Cruz que repara todas las cosas en piezas a través de una
palabra, y marca todas las cosas desde el nacimiento y debajo de él, y luego
41
Prof. Jung leyó este texto en alemán de W. SCHULTZ: “Dokumente der Gnosis” pág. 207 ff. La versión
inglesa de arriba es de “Los Actos de San Juan.” Traducida por M.R. JAMES Litt. D. Y se encuentra en “Textos
y Estudios” Editado por J. ARMITAGE ROBINSON. D.D. (difunto Dean of Wells). Vol. V pág. 17 ff.
Cambridge. En la Universidad de Press 1899. También (con escasas diferencias) en: “El Nuevo Testamento
Apócrifo.” (Oxford, en el Clarendon Press) pág. 254 ff.
18
compacta todo en (uno): pero esto no es una cruz de madera que tú verás
cuando vayas abajo por lo tanto,”
(Esto es, cuando Juan baja al Gólgota.)
“tampoco soy yo el que está sobre la cruz, quien ahora no verás (no encontré
traducción para seest calculo que es “see”) sino sólo oirás su voz. Yo fui
pensado para ser lo que no soy, no ser lo que era a muchos otros: pero ellos Me
llamarán algo más, lo que es vil y no digno de Mí. Así por lo tanto el lugar para
descanso no es ni visto ni hablado,”
(Esto es el Paraíso)
“mucho menos Yo, el Señor de aquel lugar, seré visto (ni hablado).
XIV. Ahora la multitud de un aspecto que está cerca de la Cruz es de naturaleza
más baja:”
32
(Encontramos la idea de una naturaleza caótica inferior/más baja, la no redimida
naturaleza del hombre, aquí.)
“y aquellos a los cuales tú ves en la Cruz, aún si no tienen una forma, es porque
aún no ha cada miembro de Él que ha caído sido comprendido. Pero cuando la
naturaleza superior sea aceptada, y la carrera que esté acudiendo a Mí, en
obediencia de Mi voz, +entonces aquel que ahora Me oiga no se
transformará/llegará a hacer arte como tú +; y no será ya más lo que es ahora,
pero por sobre ellos, como Yo soy ahora. Por tanto tiempo como tú no te
llamaste Mío, yo no soy quien soy. Pero si escuchándote tu me escuchaste a Mí,
entonces tú serías como Yo soy, y serás como fui, cuando Yo (te tuve) a ti
como Yo estoy Conmigo Mismo. For from this thou art (sospecho que art es
“are” puede ser?) No te preocupes por lo tanto por los tantos/muchos, y
aquellos que están afuera del misterio pese a: porque tú sabes que yo soy
uno/totalmente con el Padre, y el Padre Conmigo.” (no cierra comillas pero abre
en el próximo párrafo)
“XV. Nada por lo tanto de las cosas que ellos dirán de Mí he sufrido: no, aquel
sufrimiento que también Yo mostré a ti y al resto en la danza, seré aquello que
es llamado misterio. Porque/Para cuando tú veas, aquello que te mostré a ti: que
lo que Yo soy, que Yo solo conozco/se, y nada más. Permíteme por lo tanto,
quedarme con aquello que es Mío propio, y que es tuyo contemplado a través de
Mí, y contémplame en la verdad que Yo soy, no lo que Yo digo, sino lo que tú
eres capaz de conocer, porque tú eres similar/consanguíneo a ello. Tú
escuchaste que sufrí, pero no sufrí: que no sufrí, pero sufrí: que fui perforado,
pero no afligido; colgado y no colgado; esa sangre fluyó desde Mí, pero no
fluyó: y, en una palabra, aquellas cosas que ellos dicen de Mí, no fueron y
aquellas que ellos no dijeron , esas sí las sufrí. Ahora lo que ellos son Yo lo
significaré en ti, porque Yo sé que tú entenderás. Percibe por lo tanto en Mí la
alabanza (tal vez matanza) de una Palabra, la alabanza de una Palabra, la sangre
de una Palabra, la herida de una Palabra, el ahorcamiento de una Palabra, la
pasión de una Palabra, el clavar de una Palabra, la muerte de una Palabra. Y así
hablo Yo, separándome de la edad adulta. Piensa por lo tanto en primer lugar en
la Palabra, luego podrás tal vez percibir al Señor, y en el tercer lugar ubica al
Hombre, y lo que él ha sufrido.’”
Este texto altamente remarcable muestra a ustedes que estas ideas han sido ponderadas
desde los más tempranos días del cristianismo. Przywara naturalmente no refiere a este texto,
porque no es canónico. No sé si él lo conocía y pensó en él mientras escribía, pero de todas
formas contiene las ideas que son enfatizadas en su meditación.
19
Luego de la Preparatio llegamos a los ejercicios principales en sí mismos. Aunque allí
no hay un programa absolutamente preparado, están divididos en cuatro semanas. El primer
ejercicio42 es llamado: “El ejercicio en el triple pecado.” El primer pecado es el pecado de los
ángeles, su rebelión en contra de Dios; el segundo es el pecado original, el pecado de Adán y
Eva; el tercero es nuestra propia pecaminosidad. Un coloquio usualmente sigue a esto, un
dialogo entre el meditador y la Deidad.43 Es, sin embargo, una conversación parcial,
33
el meditador habla todo el tiempo, no se hace mención a Dios diciendo algo. Esto es seguido
por una meticulosa investigación en los pecados del meditador, y una repetición del coloquio
y de los ejercicios. Luego viene la meditación del Infierno44 la cual es meditada en un
inimaginable detalle, y debe ser experimentada con todos los sentidos: los chillidos de los
condenados deberán ser oídos, el hedor del humo y el sulfuro deben ser olidos, el calor del
fuego sentido, etc..
En la segunda semana, el reino de Cristo y su existencia humana son meditados.45 El
devenir Cristo, el nacimiento de Cristo y los eventos en su vida deben también ser meditados
con todos los sentidos. La gran batalla entre los dos principios, personificada por Cristo y
Lucifer, es luego meditada.46 No hay modelos persas para esto, Gayomard, el hombre divino,
por ejemplo, que cae en el poder de las fuerzas de la oscuridad. Esto es por supuesto pre-
cristiano. Es la imagen eterna de la lucha entre la luz y la oscuridad. Esto debe ser meditado
muy minuciosamente, con el fin de obtener consciencia de la existencia de los opuestos.
En la tercer semana llegamos, bastante lógicamente, a la Pasión de Cristo.47 Esto es
nuevamente el sufrimiento que origina la batalla entre los opuestos. Ayuno es incluido en las
regulaciones para esta semana.
En la cuarta semana48 llegamos a los ejercicios sobre el amor de Dios, y vemos como
Dios ingresa en el conflicto como el poder de redención y toma al hombre, como si fuera, a
través del amor devuelto hacia él mismo. Luego llega la meditación en las apariciones de
Cristo luego de la muerte. La trascendencia del sujeto es enfatizada y, a través de su
identificación con este aspecto de Cristo, el hombre es elevado sobre el espacio y el tiempo
hacia la eternidad.
Al final de los ejercicios llega Ignacio celebrando “las reglas para pensar con la
Iglesia.”49 Éstas traen al individuo eventos físicos de armonía con la Iglesia, e Ignacio va tan
lejos como para decir: ‘el blanco que yo veo creería que es negro, si la Iglesia Jerárquica así
lo dictaminara.” Este es el gran reproche que es dirigido a los Jesuitas, que ellos van muy
lejos en disciplinar el juicio individual.
34
42
Para más detalle ver las notas de E.T.H. 1939-40: pág. 236 ff.
43
IDEM: pág. 240.
44
Notas de E.T.H., 1939-40: pág. 241 y 242 ff.
45
IDEM: pág. 253 ff.
46
IDEM: pág. 255 f.
47
IDEM: pág. 258 f.
48
IDEM: pág 259 ff.
49
IDEM: pág. 261 ff.
20
LECTURA IV
29 de noviembre de 1940
En la última lectura, les leí algunos textos, que datan del los más tempranos días de la
Iglesia Cristiana, con el fin de darles alguna idea de la naturaleza de la espiritualidad, que, el
curso del desarrollo del cristianismo, dirigió a tantos y variados frutos. Les leí textos con el
fin de suplementar la altamente moderna meditación de los Jesuitas, Przywara, en los
ejercicios Ignacianos, y para mostrarles los paralelos entre Przywara y los viejos pensadores
cristianos. El ejemplo de Ricardo de San Víctor también nos mostró cuan similares son la
meditación medieval y las visiones místicas, y estos textos les dieron además una oportunidad
de observar la cercana relación espiritual que existen entre ellos y los florecimientos
espirituales del Oriente.
La visión de la Cruz, de los Actos de Juan, les mostró la culminación de una visión
espiritual. El interior espiritual o el súper mundo es estricta e inexorablemente dividido desde
afuera, el mundo empírico. La escena de la crucifixión pasa por debajo, como sabemos por las
escrituras; mientras que arriba, en el más alto, mundo interior, hay una escena totalmente
diferente, que esta visión de San Juan no representa. Representa un símbolo supernatural de
realidad espiritual. Esta visión nos muestra como el mundo fue dividido en tres partes, un
punto de vista diferente que fue característico de la época. Debajo hay un Hyle (materia),
arriba el Pneuma (espíritu), y en el medio la Psyque (el alma). Esta división en tres principios
del hombre: el pneumatikós (hombre espiritual), el psychikós (hombre mental), y el hylikós o
sarkikós (hombre material o físico). Este punto de vista es tal vez familiar a ustedes a través
de los escritos de San Pablo. Estos principios divergentes se convirtieron en principios
cósmicos. El Pneuma hasta entonces había sido algo casi físico, un aliento de vida; vemos
esto en los escritos de Philo, el judío, quien vivió y escribió ambas, antes y después del
comienzo de la era cristiana; pero fue ahora asimilada a un concepto espiritual bajo la
influencia de la filosofía griega. El Septuagint (versión griega del Viejo Testamento o también
Siglo XVI) escogió la palabra “Pnuema” para expresar el aliento de vida de Dios, el aliento de
vida que es característico del Viejo Testamento. Estos son los pasajes en el Nuevo
Testamento donde el espíritu es todavía realmente un viento – el milagro de Pentecostés por
ejemplo – pero durante los primeros siglos de nuestra era, el concepto fue asimilado a las
alturas y se convirtió en el opuesto absoluto del mundo físico. El Hyle se hundió en
proporción y aún la palabra Psyche gradualmente descendió también. Esta filosofía estaba
relacionada con el crecimiento en la humanidad del sentimiento de culpa, que naturalmente
creció tanto como el hombre se separó de la naturaleza.
Les daré algunos ejemplos literarios, para mostrarles como esta transición tomo lugar.
La antigüedad pagana realmente ubicó el énfasis principal en el Hyle, no como materia
35
en el sentido cristiano, sino más bien como el mundo animado de los sentidos, impregnado
con el espíritu. Este fue el mundo que más tarde los cristianos condenaron como
absolutamente pernicioso y corrupto, regulado por poderes diabólicos. Un punto de vista
físico fue conocido por los antiguos, porque otorgaron gran importancia al alma humana, pero
este alma giró sus ojos, por decirlo así, a las bellezas y maravillas de los visible, el mundo
tangible. Fue solo en los siglos que precedieron inmediatamente al nacimiento de Cristo, la
nueva época, que estos ojos comenzaron a mirar hacia adentro, y el espíritu gradualmente
apareció como algo diferente a la naturaleza, y esfuerzos fueron hechos para influenciar el
21
desarrollo espiritual a través de los ejercicios, de tal forma que el hombre pudiese participar
en el espíritu.
El punto de vista mental, de que el hombre es el centro del universo – amarrado al
mundo por sus contactos emocionales y sentimentales, e influenciado por los eventos en sus
alrededores – solo apareció gradualmente. El hombre mental de la antigüedad no era el centro
del mundo, porque el centro estaba en el mundo fenoménico, el mundo que era animado y
llenado por los dioses. Fue, sin embargo, haciéndose efectivo más y más, que la psique jugó
un rol nada poco considerable, en esto fue el órgano por el cual el mundo entero de los
sentidos llegaba a la consciencia. Pero encontramos naturalmente un punto de vista que está
aún atado a la naturaleza, en los primeros autores cristianos. Uno no espera esto en cristianos,
pero debemos recordar que el antiguo punto de vista estaba aún vivo y rodeando a los
primeros cristianos, y por lo tanto impregnando sus mentalidades. Les leeré un pasaje de
aquel tiempo que les probará este hecho. Es de Minucius Felix: “Octavius”:50
“…Pero ciertamente, nosotros no apuntamos al Dios, a quien adoramos, ¡y no
vemos! Al contrario, nosotros creemos en Dios sólo porque podemos sentirlo y
no verlo. Porque vemos su siempre presente poder en sus trabajos y en todas las
apariencias/apariciones de la naturaleza, en el trueno, en el verano y en el
relámpago y cuando el cielo está azul. Tú no debes asombrarte de que no veas a
Dios: todas las cosas son puestas en movimiento por el viento y las corrientes
de aire, se balancean una y otra vez y se arremolinan en círculos, aún así
nuestros ojos no ven el viento o las corrientes de aire. No podemos además
observar el sol, aún siendo él la causa de la vista para todos; nuestra mirada es
hecha a un lado por sus rayos, nuestra vista es debilitada si miramos hacia él, y
si miramos demasiado tiempo toda nuestra visión es destruida. ¿Cómo entonces
tú serías capaz de soportar al creador del sol, la fuente de luz, cuando tú te
desviáis de sus destellos brillantes, y te escondéis de sus conflagraciones? Tú
verías a Dios con tu viva mirada, aún así no podrías tú ver o tocar tu propio
alma, a través de la cual vives y hablas. Pero – dices tú – Dios no puede conocer
todos los actos de los hombres, el está entronizado en el cielo y no puede darse
cuenta de todo y conocer a cada hombre. Tú erras, Ay hombre, y te engañas a ti
mismo: porque el que está lejos de Dios, ¿cuándo todas las cosas en el cielo y
en la tierra, y más allá del dominio de la tierra, están llenas de Dios? Él no está
solo cercano a nosotros en todas partes, está en el cielo y así también está
vertido sobre toda la tierra: de la misma forma de que está presente en todas
partes, unido con todas las cosas,
36
en ninguna parte es su resplandor perturbado. Cuánto más está Dios presente en
la oscuridad, quien ha creado todo y ve todo, de quien nada puede ser
escondido; y él está en nuestros pensamientos (interés cogitationibus nostris
(traducción del latín: )) que son como a una segunda oscuridad. Actuamos no
solo bajo su comando, en su omnipresencia, pero también vivimos – lo he casi
dicho – con él.”
“Sub illo”, bajo su cargo, “cum eo”, con él: esta es la comunión más interior. Este
texto les mostrará claramente, que la conexión con la naturaleza aún juega un rol muy
importante con los primeros cristianos. Cuando nuestro autor contempla el cosmos, las
maravillas de la naturaleza, él está en la Deidad. La naturaleza para él es el cuerpo visible y
tangible de la Divinidad, la epifanía de Dios.
50
Traducido de: M. Minucius Felix: “Octavius”. Bibl. D. Kirchenväter. 1871. Pág. 76.
22
En los últimos siglos, los cristianos gradualmente se separaron ellos mismos de la
relación viva con la naturaleza. Les leeré un pasaje corto de San Agustín en el que podemos
observar una transición interesante:51
“La gente sale a admirar los picos de las montañas, y las poderosas olas del
mar, las amplias caídas de los ríos, la inmensidad del océano, las esferas de las
estrellas, y se pierden a sí mismos (en esta cuenta); sin ser sorprendidos, que yo,
mientras hablo de todas estas cosas, no las vi con mis ojos y además hablé solo
de montañas, arroyos, ríos, y estrellas (que he visto), y del océano (al que he
solo imaginado); lo vi en el enorme, gran espacio de mi memoria como si viera
delante de mí; y aún mientras lo vi, mis ojos no fueron destruidos por ver;
también las cosas mismas no están en mí, sino solo sus imágenes.”
Y en un sermón Agustín dijo a su auditorio, que aún adoraba a Cristo como el nuevo
nacido o el sol invencible: “Este sol no es el Señor, pero Él ha creado el sol.” Él separa el
Dios creador del la materia creada. En el pasaje anterior él separa lo mental de los físico. Él es
consciente de que hay un infinito interior, que se ubica opuesto al cosmos, a la naturaleza
infinita, lo que significa que el cosmos puede ser aprehendido. Ese infinito interior es el
espacio enorme y grande, que él llama la memoria. El mundo de la psique es instalado aquí en
oposición al mundo físico.
Este desarrollo progresó al mismo ritmo que la psique se acercaba al pneuma. La
materia se convirtió en des-espiritualizada, y sufrió entonces una de-valuación, que causó que
la psique ascendiera acercándose al espíritu. El espíritu se convirtió en el opuesto de la
materia, pero, puesto que como la materia fue de-valuada, fue por así decirlo recogido en el
campo magnético del espíritu, a través del cual la última adquirió una especie de concreción,
y fue hipostasiada. El espíritu se convirtió en substancia, un mundo en sí mismo, y luego fue
absorbido por la psique, justo como el último ha sido absorbido antes por el mundo material.
Es suficiente curiosamente necesario para mí decirles todo esto a ustedes como una
introducción a la alquimia, porque cuando nos acercamos a la alquimia descubrimos algo muy
singular. Primero aprendemos a conocer la alquimia a través de textos medievales, a través de
los así llamamos latinos; y nos quedaremos absolutamente asombrados y desconcertados por
el peculiar punto de vista
37
filosófico que encontramos en estas meditaciones o especulaciones, o como sea que nosotros
prefiramos llamarlos. Uno no es capaz de encontrar el camino de uno en absoluto al principio,
uno no tiene idea desde que punto de vista el autor está hablando. Y, para agregar confusión,
nosotros a menudo encontramos al comienzo o final del texto una confesión pura de fe en el
cristianismo. El autor pone énfasis en que él es un excelente cristiano, y no hay señal de que
él tuviera alguna idea de que su trabajo entraría en conflicto con el misterio cristiano. Por el
contrario, él clama de dar testimonio de la verdad de la fe cristiana, o de algún dogma
especial. Pero en la realidad, la posición de estos filósofos naturales fue de alguna manera
diferente a la del cristianismo. Pero al principio uno no puede ver dónde se sitúan las
diferencias o cuál fue la posición de ellos. Debemos ir más atrás en la historia de la alquimia
para entender qué quería decir el alquimista con sus especulaciones y filosofía. Deberemos ir
volver de inmediato al antiguo sentimiento por la naturaleza, al punto de vista donde la psique
estaba aún fascinada por la Hyle (materia), y encontró la Deidad y el secreto completo del
nacimiento y la muerte en la misteriosa materia, en cuerpos muertos y vivos, en la naturaleza.
Fue el mundo empírico, el que ofreció al hombre en la antigüedad la solución de todos los
problemas y la redención. Es desde esta postura que la alquimia se origina.
51
Traducido de AUGUSTIN: “Bekenntnisse”. Uebers. v. O. Lachmann, Buch X. KAP.8 p. 230. (no supe como
traducir esto)
23
Afortunadamente hay textos que dan testimonio de esta peculiar actitud religiosa, que
es característica del primer siglo D. C. Y continuó en el segundo y tercero. Estos vienen de
fuentes paganas y del cercano vecindario de los textos alquimistas mismos. Son papiros
griegos, que pueden ser datados aproximadamente como del tercer siglo, pero pueden ser más
antiguos. (Es muy difícil datar tales textos; suponiendo que un libro de hoy sea excavado en
un tiempo de dos mil años, no sería un 100% característico de 1940 pero contendría material
perteneciente a varios siglos precedentes. Es lo mismo con estos viejos textos, ellos contienen
material aún más viejo que es casi imposible de datar.) Algunas viejas plegarias han sido
preservadas, lo que muestra el sentimiento antiguo por la naturaleza claramente. Este
sentimiento no fue estético, sino definitivamente religioso, como es obvio en estos viejos
papiros. Fueron descuidados por los psicólogos por largo tiempo, considerados como vulgares
y abusados en todo sentido, porque están llenos de magia y superstición. Pero ellos son muy
importantes para nosotros, porque dan una imagen clara de la religión de la gente que produjo
los primeros alquimistas, y también contiene algunas recetas alquímicas. Les leeré una
plegaria de tan mágico papiro:52
Dirección secreta: “Granizo, estructura completa del espíritu del aire; granizo,
espíritu, que penetra desde el cielo a la tierra, y desde la tierra, que se extiende
en el espacio central del universo, a las fronteras de los abismos; granizo,
espíritu, que entra en mí, y se apodera de mi, y me deja de acuerdo a la voluntad
de Dios en la bondad; granizo, comienzo y fin de la inamovible naturaleza;
granizo, rotación de los elementos llenos de inalcanzable servicio; granizo,
labor de los rayos de sol, iluminación del mundo; granizo, resplandeciente
variable esfera de la luna brillando en la noche; granizo, espíritus de todos los
demonios el aire; granizo, vosotros, a quienes la felicidad es traída en
glorificación, hermanos y hermanas ¡devotos hombres y mujeres! ¡Oh
maravilloso, la más grande, esférica, incomprensible imagen del mundo!
Celestial (espíritu) que estás en el cielo; etéreo
38
(espíritu) que estás en el éter; formado de agua, formado de tierra, formado de
fuego, formado de viento, formado de luz, formado de oscuridad,
resplandeciente como una estrella, espíritu húmedo-ardiente-frío: Yo te alabo,
tú, Dios de dioses, tú que has ordenado los mundos, que has recogido las
profundidades juntas en el invisible apoyo de su firme base, que has separado
cielo de tierra y que has velado el cielo con alas doradas, eternas sino que has
fundado la tierra en eterno apoyo, que has tendido el éter muy arriba de la tierra,
que has dispersado el aire con el propio movimiento del viento, que has
extendido el agua alrededor, que diriges los destellos y relámpagos, que hace el
trueno, que iluminas, que haces la lluvia, que haces los temblores, que haces
procrear seres vivos, Dios de eones, grande eres, Señor, Dios, gobernante del
universo.”
Esta bellísima plegaria contiene ideas que encontramos también en los escritos de San
Juan. Atraeré vuestra atención al hecho, de que el mundo entero está entendido aquí como la
estructura del espíritu del aire, que penetra todas las cosas. Este es el Pneuma en el sentido
original, este es el que todo lo penetra, parecido al viento, Pneuma parecido a la respiración,
el cual penetra toda plegaria. Es un corpus sutil, un cuerpo imperceptible, y también el Hyle,
el más puro/delicado Hyle, pero sustancialmente idéntico con la materia. Esto no es
materialismo, porque el materialismo solo comienza a existir luego del principio de la era
cristiana, cuando la materia realmente se volvió materia. Originalmente fue una concepción
mística, un espíritu del mundo o algo de ese tipo. El espíritu del aire, dirigido en esta plegaria,
52
Traducido de: KARL PREISENDANZ: Papiri Graecae Magicae.128.Bd. I. Pág. 111 P.IV. 1115-1167.
24
se convirtió en el demonio en los primeros días del cristianismo. Leímos en San Pablo, por
ejemplo, de “el príncipe del poder del aire.”53 Él no es el Pneuma aquí sino el Archon. En otro
pasaje54 San Pablo dice a los cristianos: “pónganse la armadura de Dios, que los hará capaz a
vosotros de pararse en contra de los tiempos del demonio. Porque batallamos no contra la
carne y la sangre, sino contra principados, contra poderes, contra las reglas de la oscuridad de
este mundo, contra la maldad espiritual en lugares altos.” Esto es la pneumatika, que son seres
psíquicos o espirituales considerados por San Pablo como la esencia del mal, aunque están en
“altos lugares”, esto es, que están también en el mundo celestial.
Este es el espíritu que fue glorificado en el antiguo mundo pagano, como la suma total
del dios más alto. La multitud de los demonios de aire no son diabólicos per se, sino que son
seres naturales. Estos fueron condenados por el cristianismo, tan pronto como San Pablo: “el
príncipe del poder del aire que ahora obra en los hijos de la desobediencia”, pero este príncipe
no era originalmente el espíritu del mal o de lo pecaminoso. Aún hay algunas pistas peculiares
en esta plegaria, el autor dice del espíritu del aire “que me deja de acuerdo a la voluntad de
Dios en la bondad”. Es lo suficientemente amable para dejarme, presumiblemente por lo tanto
si se queda podría hacerme daño entonces es evidentemente capaz de mal. Esta es una pista,
que, aún en su forma original como ser natural, estos demonios no eran siempre favorables,
sino que tenían de alguna manera cualidades ambiguas. Por lo tanto tenemos la maravillosa
descripción: “Húmedo, ardiente, frío espíritu”. Es tan húmedo como lo es el alma; el alma en
el sentido antiguo de la palabra, fue exquisitamente húmedo, un húmedo y fresco aliento. Es
ardiente como el más alto espíritu en su perfecto florecimiento; y cuando el alma está en su
condición más elevada, es caliente y seca, como dijo Heráclito. Pero este espíritu es también
frío, pertenece a la fresca
39
oscuridad también, en la oscuridad de los abismos. Es un ser espiritual, que une todos los
opuestos y abarca el cosmos entero en su altura y profundidad, incluidos los opuestos
morales. Este es naturalmente un punto de vista que sería extremadamente difícil de tragar
para cualquier cristiano de credo dogmático, entonces fue una idea más prudente tirar este
espíritu como un trozo de hierro, y declarar que es el diablo. Pero el todo de la maravillosa
relación entre el hombre y la naturaleza en la antigüedad, aquel realmente valioso sentimiento
religioso por la naturaleza, fue perdido con esta declaración. “La gente se va” dice San
Agustín “para admirar las montañas … y perderse a sí mismos (en aquella cuenta).” Esto es
perfectamente verdad, el hombre de aquella época se perdió en la contemplación del
fascinante Hyle, y se perdió a sí mismo en esa explicación.
No debemos nunca olvidar, leyendo estos textos, la cultura que rodeaba al autor. Era la
época de Nerón, de la locura y la más tonta sensualidad, la edad de la completa degeneración
de las religiones paganas. No había nada naturalmente para ser recomendado o imitado en ese
estado de cosas, pero había también mentes (pensemos en el autor de la plegaria) que tenían
una muy alta concepción del espíritu subyacente. Tal sentimiento por la naturaleza es algo
innato en el hombre, absolutamente natural, hermoso y bueno en sí mismo. No es
necesariamente diabólico o malo, puede ser entendido como algo esencialmente bueno, y
podemos fácilmente imaginar que muchas mentes odiaron la separación de la naturaleza, y
nunca realmente renunciaron a ella. Podemos ver esto en la edad media, San Francisco de
Asís, por ejemplo, estaba mucho más cerca de la naturaleza, como estaba considerado en la
antigüedad, que del papado. Se necesitaba de toda la ingenuidad del Papa para tenerlo dentro
de los muros de la Iglesia.
53
Eph. II. 2. Cf. Notas de E.T.H. (Eidgenössische Technische Hochschule (Instituto Suizo Federal de
Tecnología), 1939-40. Pág. 163.
54
Eph. VI. 11 y 12.
25
Este sentimiento por la naturaleza no pudo desaparecer completamente, tuvo que
seguir existiendo en algún lado, no pudo desaparecer enteramente en la naturaleza humana.
Cuando una actitud que es realmente importante para el bienestar del hombre, desaparece,
nunca se esfuma enteramente sino que se escurre en el inconsciente del hombre. Así que
debemos contar con el hecho, de que, desde el momento de su represión, este sentimiento por
la naturaleza fue a existir en el inframundo, en el inconsciente, del hombre cristiano, y se hizo
cada vez más peligroso. Esta es la fascinación que subyace toda la especulación alquimista. El
espíritu y el más alto secreto del mundo yacen para esta gente en el fenómeno del mundo
material, en el hombre, en las maravillosas formas misteriosas de los minerales y aún de las
más remotas estrellas. Los planetas fueron representados en los minerales, estuvieron
presentes en la materia. Júpiter era estaño, Mercurio era mercurio (el mercurio estaba
relacionado al chispeante planeta Mercurio), la Luna era plata, el Sol oro. El oro fue escrito
con el signo , que es también el signo del Sol; la plata era , la Luna; el mercurio ,
Mercurio, etcétera.
Esta actitud de los alquimistas de preguntarse por el mundo de la materia es un
remanente del antiguo sentimiento por la naturaleza. Pero esta relación era inconsciente,
conscientemente el alquimista era un cristiano, y fue por lo tanto tratando de liberarse de la
fascinación de la materia, pero justo porque era inconsciente era una compulsión, una pasión,
que expresó en sí misma el hecho de que muchos alquimistas creyeran que podían transformar
el innoble, corrupto, mundo material en oro puro. Así es como la idea del arte de hacer oro
despertó, y fue tratada como el más grande sinsentido alguna vez inventado por el hombre.
En lo viejos tratados de alquimia griega, (que pueden ser datados aproximadamente
como del primer
40
siglo D.C., aunque ellos muestran tan extraordinario desarrollo en el arte que uno es llevado a
la conclusión de que debe haber existido por algún tiempo antes), en Demócrito y otros, hay
ya una mezcla peculiar de recetas químicas con ideas místicas. DEMOKRITOS no es un
antiguo filósofo griego (alrededor del 460-360 A.C.) sino un pseudo Demócrito que debe de
haber tenido el mismo nombre. El título de esta obra principal es: “Physikâ kai Mystikâ”.
(Concerniente a cosas físicas y cosas místicas (espirituales)) Este tratado consiste
principalmente en recetas alquímicas, y hay unos pocos comentarios filosóficos generales
atrapados entre; pero es difícil de entender, mirándolo superficialmente, por qué debería ser
llamado “Acerca de cosas físicas… y cosas místicas.”
Para darles una idea de esta literatura les leeré un pasaje de este pseudo Demócrito.55
“Pon una libra de púrpura, el peso de dos cuartos de peniques (monedas
antiguas británicas) de un trozo de hierro, remojado en siete copitas de orina,
ponerlo en el fuego hasta que hierva. Luego, sacándolo de la decocción del
fuego, ponerlo todo en un recipiente. Retirando lo púrpura primero, verter la
decocción de lo púrpura, y dejarla remojada un día y una noche. Más tarde,
sacando cuatro libras de liquen de mar (urchilla), verter agua sobre él de forma
que el agua suba cuatro dedos por sobre el lique, y conservar (la mezcla en este
estado) hasta que se espese; filtrarla luego, calentarla y verterla en lana
preparada con antelación. Presionar lo que esté demasiado flojo, de tal forma
que la humedad penetre completamente la lana; luego dejarla por dos noches y
dos días. Sacarla luego, y secarla en la sombra; drenar el líquido.”
El texto continúa de la misma manera, y operaciones son emprendidas que son de una
naturaleza impenetrable; uno no tiene idea de lo que está siendo descripto. Los antiguos
conceptos de materia no coinciden con los nuestros, y no sería posible bajo ninguna
55
BERTHELOT: Alchimistes Grecs. II. 1. Pág. 43.
26
circunstancia seguir tal receta concretamente. Aparentemente Demócrito no tuvo éxito
haciendo mucho con esto tampoco. Él lo tenía de su profesor, el viejo persa Ostanes. Cuando
Demócrito y sus amigos no lograron su meta, (presumiblemente hacer oro), con esta receta,
ellos hicieron más esfuerzos, leyeron viejos libros e hicieron todo en lo que pudieron pensar.
Luego Demócrito tuvo la idea de llamar al espíritu de su viejo maestro desde el Hades. Luego
de un tiempo él tuvo éxito en su empeño, el fantasma apareció y le dijo que era difícil para él
hablar sin el permiso del demonio, presumiblemente el poder espiritual del Hades. Él solo
podría decir: “Los libros están en el Templo.” Al principio no pudieron encontrar libros en el
Templo, pero luego para su gran sorpresa un pilar se abrió y encontraron una fórmula
preciosa, el clásico pasaje que fue valedero en la alquimia hasta el siglo dieciocho: “La
naturaleza deleita la naturaleza, la naturaleza domina la naturaleza, y la naturaleza gobierna la
naturaleza.” Demócrito estaba deleitado con lo encontrado, y dijo inmediatamente después,
refiriéndose aparentemente indirectamente al motivo principal: “Llevé este tratado conmigo a
Egipto, con el fin de que ustedes se eleven por sobre su curiosidad por las cosas banales y por
la caótica materia”. Esta es una referencia a las “cosas místicas”. Todo el arte evidentemente
tuvo el propósito de elevar a sus adeptos por sobre la naturaleza, a través del trabajo en el
mundo de la naturaleza.
41
27
LECTURA IV
29 de noviembre de 1940
En la última lectura, les leí algunos textos, que datan del los más tempranos días de la
Iglesia Cristiana, con el fin de darles alguna idea de la naturaleza de la espiritualidad, que, el
curso del desarrollo del cristianismo, dirigió a tantos y variados frutos. Les leí textos con el
fin de suplementar la altamente moderna meditación de los Jesuitas, Przywara, en los
ejercicios Ignacianos, y para mostrarles los paralelos entre Przywara y los viejos pensadores
cristianos. El ejemplo de Ricardo de San Víctor también nos mostró cuan similares son la
meditación medieval y las visiones místicas, y estos textos les dieron además una oportunidad
de observar la cercana relación espiritual que existen entre ellos y los florecimientos
espirituales del Oriente.
La visión de la Cruz, de los Actos de Juan, les mostró la culminación de una visión
espiritual. El interior espiritual o el súper mundo es estricta e inexorablemente dividido desde
afuera, el mundo empírico. La escena de la crucifixión pasa por debajo, como sabemos por las
escrituras; mientras que arriba, en el más alto, mundo interior, hay una escena totalmente
diferente, que esta visión de San Juan no representa. Representa un símbolo supernatural de
realidad espiritual. Esta visión nos muestra como el mundo fue dividido en tres partes, un
punto de vista diferente que fue característico de la época. Debajo hay un Hyle (materia),
arriba el Pneuma (espíritu), y en el medio la Psyque (el alma). Esta división en tres principios
del hombre: el pneumatikós (hombre espiritual), el psychikós (hombre mental), y el hylikós o
sarkikós (hombre material o físico). Este punto de vista es tal vez familiar a ustedes a través
de los escritos de San Pablo. Estos principios divergentes se convirtieron en principios
cósmicos. El Pneuma hasta entonces había sido algo casi físico, un aliento de vida; vemos
esto en los escritos de Philo, el judío, quien vivió y escribió ambas, antes y después del
comienzo de la era cristiana; pero fue ahora asimilada a un concepto espiritual bajo la
influencia de la filosofía griega. El Septuagint (versión griega del Viejo Testamento o también
Siglo XVI) escogió la palabra “Pnuema” para expresar el aliento de vida de Dios, el aliento de
vida que es característico del Viejo Testamento. Estos son los pasajes en el Nuevo
Testamento donde el espíritu es todavía realmente un viento – el milagro de Pentecostés por
ejemplo – pero durante los primeros siglos de nuestra era, el concepto fue asimilado a las
alturas y se convirtió en el opuesto absoluto del mundo físico. El Hyle se hundió en
proporción y aún la palabra Psyche gradualmente descendió también. Esta filosofía estaba
relacionada con el crecimiento en la humanidad del sentimiento de culpa, que naturalmente
creció tanto como el hombre se separó de la naturaleza.
Les daré algunos ejemplos literarios, para mostrarles como esta transición tomo lugar.
La antigüedad pagana realmente ubicó el énfasis principal en el Hyle, no como materia
35
en el sentido cristiano, sino más bien como el mundo animado de los sentidos, impregnado
con el espíritu. Este fue el mundo que más tarde los cristianos condenaron como
absolutamente pernicioso y corrupto, regulado por poderes diabólicos. Un punto de vista
físico fue conocido por los antiguos, porque otorgaron gran importancia al alma humana, pero
este alma giró sus ojos, por decirlo así, a las bellezas y maravillas de los visible, el mundo
tangible. Fue solo en los siglos que precedieron inmediatamente al nacimiento de Cristo, la
nueva época, que estos ojos comenzaron a mirar hacia adentro, y el espíritu gradualmente
apareció como algo diferente a la naturaleza, y esfuerzos fueron hechos para influenciar el
28
desarrollo espiritual a través de los ejercicios, de tal forma que el hombre pudiese participar
en el espíritu.
El punto de vista mental, de que el hombre es el centro del universo – amarrado al
mundo por sus contactos emocionales y sentimentales, e influenciado por los eventos en sus
alrededores – solo apareció gradualmente. El hombre mental de la antigüedad no era el centro
del mundo, porque el centro estaba en el mundo fenoménico, el mundo que era animado y
llenado por los dioses. Fue, sin embargo, haciéndose efectivo más y más, que la psique jugó
un rol nada poco considerable, en esto fue el órgano por el cual el mundo entero de los
sentidos llegaba a la consciencia. Pero encontramos naturalmente un punto de vista que está
aún atado a la naturaleza, en los primeros autores cristianos. Uno no espera esto en cristianos,
pero debemos recordar que el antiguo punto de vista estaba aún vivo y rodeando a los
primeros cristianos, y por lo tanto impregnando sus mentalidades. Les leeré un pasaje de
aquel tiempo que les probará este hecho. Es de Minucius Felix: “Octavius”:56
“…Pero ciertamente, nosotros no apuntamos al Dios, a quien adoramos, ¡y no
vemos! Al contrario, nosotros creemos en Dios sólo porque podemos sentirlo y
no verlo. Porque vemos su siempre presente poder en sus trabajos y en todas las
apariencias/apariciones de la naturaleza, en el trueno, en el verano y en el
relámpago y cuando el cielo está azul. Tú no debes asombrarte de que no veas a
Dios: todas las cosas son puestas en movimiento por el viento y las corrientes
de aire, se balancean una y otra vez y se arremolinan en círculos, aún así
nuestros ojos no ven el viento o las corrientes de aire. No podemos además
observar el sol, aún siendo él la causa de la vista para todos; nuestra mirada es
hecha a un lado por sus rayos, nuestra vista es debilitada si miramos hacia él, y
si miramos demasiado tiempo toda nuestra visión es destruida. ¿Cómo entonces
tú serías capaz de soportar al creador del sol, la fuente de luz, cuando tú te
desviáis de sus destellos brillantes, y te escondéis de sus conflagraciones? Tú
verías a Dios con tu viva mirada, aún así no podrías tú ver o tocar tu propio
alma, a través de la cual vives y hablas. Pero – dices tú – Dios no puede conocer
todos los actos de los hombres, el está entronizado en el cielo y no puede darse
cuenta de todo y conocer a cada hombre. Tú erras, Ay hombre, y te engañas a ti
mismo: porque el que está lejos de Dios, ¿cuándo todas las cosas en el cielo y
en la tierra, y más allá del dominio de la tierra, están llenas de Dios? Él no está
solo cercano a nosotros en todas partes, está en el cielo y así también está
vertido sobre toda la tierra: de la misma forma de que está presente en todas
partes, unido con todas las cosas,
36
en ninguna parte es su resplandor perturbado. Cuánto más está Dios presente en
la oscuridad, quien ha creado todo y ve todo, de quien nada puede ser
escondido; y él está en nuestros pensamientos (interés cogitationibus nostris
(traducción del latín: )) que son como a una segunda oscuridad. Actuamos no
solo bajo su comando, en su omnipresencia, pero también vivimos – lo he casi
dicho – con él.”
“Sub illo”, bajo su cargo, “cum eo”, con él: esta es la comunión más interior. Este
texto les mostrará claramente, que la conexión con la naturaleza aún juega un rol muy
importante con los primeros cristianos. Cuando nuestro autor contempla el cosmos, las
maravillas de la naturaleza, él está en la Deidad. La naturaleza para él es el cuerpo visible y
tangible de la Divinidad, la epifanía de Dios.
56
Traducido de: M. Minucius Felix: “Octavius”. Bibl. D. Kirchenväter. 1871. Pág. 76.
29
En los últimos siglos, los cristianos gradualmente se separaron ellos mismos de la
relación viva con la naturaleza. Les leeré un pasaje corto de San Agustín en el que podemos
observar una transición interesante:57
“La gente sale a admirar los picos de las montañas, y las poderosas olas del
mar, las amplias caídas de los ríos, la inmensidad del océano, las esferas de las
estrellas, y se pierden a sí mismos (en esta cuenta); sin ser sorprendidos, que yo,
mientras hablo de todas estas cosas, no las vi con mis ojos y además hablé solo
de montañas, arroyos, ríos, y estrellas (que he visto), y del océano (al que he
solo imaginado); lo vi en el enorme, gran espacio de mi memoria como si viera
delante de mí; y aún mientras lo vi, mis ojos no fueron destruidos por ver;
también las cosas mismas no están en mí, sino solo sus imágenes.”
Y en un sermón Agustín dijo a su auditorio, que aún adoraba a Cristo como el nuevo
nacido o el sol invencible: “Este sol no es el Señor, pero Él ha creado el sol.” Él separa el
Dios creador del la materia creada. En el pasaje anterior él separa lo mental de los físico. Él es
consciente de que hay un infinito interior, que se ubica opuesto al cosmos, a la naturaleza
infinita, lo que significa que el cosmos puede ser aprehendido. Ese infinito interior es el
espacio enorme y grande, que él llama la memoria. El mundo de la psique es instalado aquí en
oposición al mundo físico.
Este desarrollo progresó al mismo ritmo que la psique se acercaba al pneuma. La
materia se convirtió en des-espiritualizada, y sufrió entonces una de-valuación, que causó que
la psique ascendiera acercándose al espíritu. El espíritu se convirtió en el opuesto de la
materia, pero, puesto que como la materia fue de-valuada, fue por así decirlo recogido en el
campo magnético del espíritu, a través del cual la última adquirió una especie de concreción,
y fue hipostasiada. El espíritu se convirtió en substancia, un mundo en sí mismo, y luego fue
absorbido por la psique, justo como el último ha sido absorbido antes por el mundo material.
Es suficiente curiosamente necesario para mí decirles todo esto a ustedes como una
introducción a la alquimia, porque cuando nos acercamos a la alquimia descubrimos algo muy
singular. Primero aprendemos a conocer la alquimia a través de textos medievales, a través de
los así llamamos latinos; y nos quedaremos absolutamente asombrados y desconcertados por
el peculiar punto de vista
37
filosófico que encontramos en estas meditaciones o especulaciones, o como sea que nosotros
prefiramos llamarlos. Uno no es capaz de encontrar el camino de uno en absoluto al principio,
uno no tiene idea desde que punto de vista el autor está hablando. Y, para agregar confusión,
nosotros a menudo encontramos al comienzo o final del texto una confesión pura de fe en el
cristianismo. El autor pone énfasis en que él es un excelente cristiano, y no hay señal de que
él tuviera alguna idea de que su trabajo entraría en conflicto con el misterio cristiano. Por el
contrario, él clama de dar testimonio de la verdad de la fe cristiana, o de algún dogma
especial. Pero en la realidad, la posición de estos filósofos naturales fue de alguna manera
diferente a la del cristianismo. Pero al principio uno no puede ver dónde se sitúan las
diferencias o cuál fue la posición de ellos. Debemos ir más atrás en la historia de la alquimia
para entender qué quería decir el alquimista con sus especulaciones y filosofía. Deberemos ir
volver de inmediato al antiguo sentimiento por la naturaleza, al punto de vista donde la psique
estaba aún fascinada por la Hyle (materia), y encontró la Deidad y el secreto completo del
nacimiento y la muerte en la misteriosa materia, en cuerpos muertos y vivos, en la naturaleza.
Fue el mundo empírico, el que ofreció al hombre en la antigüedad la solución de todos los
problemas y la redención. Es desde esta postura que la alquimia se origina.
57
Traducido de AUGUSTIN: “Bekenntnisse”. Uebers. v. O. Lachmann, Buch X. KAP.8 p. 230. (no supe como
traducir esto)
30
Afortunadamente hay textos que dan testimonio de esta peculiar actitud religiosa, que
es característica del primer siglo D. C. Y continuó en el segundo y tercero. Estos vienen de
fuentes paganas y del cercano vecindario de los textos alquimistas mismos. Son papiros
griegos, que pueden ser datados aproximadamente como del tercer siglo, pero pueden ser más
antiguos. (Es muy difícil datar tales textos; suponiendo que un libro de hoy sea excavado en
un tiempo de dos mil años, no sería un 100% característico de 1940 pero contendría material
perteneciente a varios siglos precedentes. Es lo mismo con estos viejos textos, ellos contienen
material aún más viejo que es casi imposible de datar.) Algunas viejas plegarias han sido
preservadas, lo que muestra el sentimiento antiguo por la naturaleza claramente. Este
sentimiento no fue estético, sino definitivamente religioso, como es obvio en estos viejos
papiros. Fueron descuidados por los psicólogos por largo tiempo, considerados como vulgares
y abusados en todo sentido, porque están llenos de magia y superstición. Pero ellos son muy
importantes para nosotros, porque dan una imagen clara de la religión de la gente que produjo
los primeros alquimistas, y también contiene algunas recetas alquímicas. Les leeré una
plegaria de tan mágico papiro:58
Dirección secreta: “Granizo, estructura completa del espíritu del aire; granizo,
espíritu, que penetra desde el cielo a la tierra, y desde la tierra, que se extiende
en el espacio central del universo, a las fronteras de los abismos; granizo,
espíritu, que entra en mí, y se apodera de mi, y me deja de acuerdo a la voluntad
de Dios en la bondad; granizo, comienzo y fin de la inamovible naturaleza;
granizo, rotación de los elementos llenos de inalcanzable servicio; granizo,
labor de los rayos de sol, iluminación del mundo; granizo, resplandeciente
variable esfera de la luna brillando en la noche; granizo, espíritus de todos los
demonios el aire; granizo, vosotros, a quienes la felicidad es traída en
glorificación, hermanos y hermanas ¡devotos hombres y mujeres! ¡Oh
maravilloso, la más grande, esférica, incomprensible imagen del mundo!
Celestial (espíritu) que estás en el cielo; etéreo
38
(espíritu) que estás en el éter; formado de agua, formado de tierra, formado de
fuego, formado de viento, formado de luz, formado de oscuridad,
resplandeciente como una estrella, espíritu húmedo-ardiente-frío: Yo te alabo,
tú, Dios de dioses, tú que has ordenado los mundos, que has recogido las
profundidades juntas en el invisible apoyo de su firme base, que has separado
cielo de tierra y que has velado el cielo con alas doradas, eternas sino que has
fundado la tierra en eterno apoyo, que has tendido el éter muy arriba de la tierra,
que has dispersado el aire con el propio movimiento del viento, que has
extendido el agua alrededor, que diriges los destellos y relámpagos, que hace el
trueno, que iluminas, que haces la lluvia, que haces los temblores, que haces
procrear seres vivos, Dios de eones, grande eres, Señor, Dios, gobernante del
universo.”
Esta bellísima plegaria contiene ideas que encontramos también en los escritos de San
Juan. Atraeré vuestra atención al hecho, de que el mundo entero está entendido aquí como la
estructura del espíritu del aire, que penetra todas las cosas. Este es el Pneuma en el sentido
original, este es el que todo lo penetra, parecido al viento, Pneuma parecido a la respiración,
el cual penetra toda plegaria. Es un corpus sutil, un cuerpo imperceptible, y también el Hyle,
el más puro/delicado Hyle, pero sustancialmente idéntico con la materia. Esto no es
materialismo, porque el materialismo solo comienza a existir luego del principio de la era
cristiana, cuando la materia realmente se volvió materia. Originalmente fue una concepción
mística, un espíritu del mundo o algo de ese tipo. El espíritu del aire, dirigido en esta plegaria,
58
Traducido de: KARL PREISENDANZ: Papiri Graecae Magicae.128.Bd. I. Pág. 111 P.IV. 1115-1167.
31
se convirtió en el demonio en los primeros días del cristianismo. Leímos en San Pablo, por
ejemplo, de “el príncipe del poder del aire.”59 Él no es el Pneuma aquí sino el Archon. En otro
pasaje60 San Pablo dice a los cristianos: “pónganse la armadura de Dios, que los hará capaz a
vosotros de pararse en contra de los tiempos del demonio. Porque batallamos no contra la
carne y la sangre, sino contra principados, contra poderes, contra las reglas de la oscuridad de
este mundo, contra la maldad espiritual en lugares altos.” Esto es la pneumatika, que son seres
psíquicos o espirituales considerados por San Pablo como la esencia del mal, aunque están en
“altos lugares”, esto es, que están también en el mundo celestial.
Este es el espíritu que fue glorificado en el antiguo mundo pagano, como la suma total
del dios más alto. La multitud de los demonios de aire no son diabólicos per se, sino que son
seres naturales. Estos fueron condenados por el cristianismo, tan pronto como San Pablo: “el
príncipe del poder del aire que ahora obra en los hijos de la desobediencia”, pero este príncipe
no era originalmente el espíritu del mal o de lo pecaminoso. Aún hay algunas pistas peculiares
en esta plegaria, el autor dice del espíritu del aire “que me deja de acuerdo a la voluntad de
Dios en la bondad”. Es lo suficientemente amable para dejarme, presumiblemente por lo tanto
si se queda podría hacerme daño entonces es evidentemente capaz de mal. Esta es una pista,
que, aún en su forma original como ser natural, estos demonios no eran siempre favorables,
sino que tenían de alguna manera cualidades ambiguas. Por lo tanto tenemos la maravillosa
descripción: “Húmedo, ardiente, frío espíritu”. Es tan húmedo como lo es el alma; el alma en
el sentido antiguo de la palabra, fue exquisitamente húmedo, un húmedo y fresco aliento. Es
ardiente como el más alto espíritu en su perfecto florecimiento; y cuando el alma está en su
condición más elevada, es caliente y seca, como dijo Heráclito. Pero este espíritu es también
frío, pertenece a la fresca
39
oscuridad también, en la oscuridad de los abismos. Es un ser espiritual, que une todos los
opuestos y abarca el cosmos entero en su altura y profundidad, incluidos los opuestos
morales. Este es naturalmente un punto de vista que sería extremadamente difícil de tragar
para cualquier cristiano de credo dogmático, entonces fue una idea más prudente tirar este
espíritu como un trozo de hierro, y declarar que es el diablo. Pero el todo de la maravillosa
relación entre el hombre y la naturaleza en la antigüedad, aquel realmente valioso sentimiento
religioso por la naturaleza, fue perdido con esta declaración. “La gente se va” dice San
Agustín “para admirar las montañas … y perderse a sí mismos (en aquella cuenta).” Esto es
perfectamente verdad, el hombre de aquella época se perdió en la contemplación del
fascinante Hyle, y se perdió a sí mismo en esa explicación.
No debemos nunca olvidar, leyendo estos textos, la cultura que rodeaba al autor. Era la
época de Nerón, de la locura y la más tonta sensualidad, la edad de la completa degeneración
de las religiones paganas. No había nada naturalmente para ser recomendado o imitado en ese
estado de cosas, pero había también mentes (pensemos en el autor de la plegaria) que tenían
una muy alta concepción del espíritu subyacente. Tal sentimiento por la naturaleza es algo
innato en el hombre, absolutamente natural, hermoso y bueno en sí mismo. No es
necesariamente diabólico o malo, puede ser entendido como algo esencialmente bueno, y
podemos fácilmente imaginar que muchas mentes odiaron la separación de la naturaleza, y
nunca realmente renunciaron a ella. Podemos ver esto en la edad media, San Francisco de
Asís, por ejemplo, estaba mucho más cerca de la naturaleza, como estaba considerado en la
antigüedad, que del papado. Se necesitaba de toda la ingenuidad del Papa para tenerlo dentro
de los muros de la Iglesia.
59
Eph. II. 2. Cf. Notas de E.T.H. (Eidgenössische Technische Hochschule (Instituto Suizo Federal de
Tecnología), 1939-40. Pág. 163.
60
Eph. VI. 11 y 12.
32
Este sentimiento por la naturaleza no pudo desaparecer completamente, tuvo que
seguir existiendo en algún lado, no pudo desaparecer enteramente en la naturaleza humana.
Cuando una actitud que es realmente importante para el bienestar del hombre, desaparece,
nunca se esfuma enteramente sino que se escurre en el inconsciente del hombre. Así que
debemos contar con el hecho, de que, desde el momento de su represión, este sentimiento por
la naturaleza fue a existir en el inframundo, en el inconsciente, del hombre cristiano, y se hizo
cada vez más peligroso. Esta es la fascinación que subyace toda la especulación alquimista. El
espíritu y el más alto secreto del mundo yacen para esta gente en el fenómeno del mundo
material, en el hombre, en las maravillosas formas misteriosas de los minerales y aún de las
más remotas estrellas. Los planetas fueron representados en los minerales, estuvieron
presentes en la materia. Júpiter era estaño, Mercurio era mercurio (el mercurio estaba
relacionado al chispeante planeta Mercurio), la Luna era plata, el Sol oro. El oro fue escrito
con el signo , que es también el signo del Sol; la plata era , la Luna; el mercurio ,
Mercurio, etcétera.
Esta actitud de los alquimistas de preguntarse por el mundo de la materia es un
remanente del antiguo sentimiento por la naturaleza. Pero esta relación era inconsciente,
conscientemente el alquimista era un cristiano, y fue por lo tanto tratando de liberarse de la
fascinación de la materia, pero justo porque era inconsciente era una compulsión, una pasión,
que expresó en sí misma el hecho de que muchos alquimistas creyeran que podían transformar
el innoble, corrupto, mundo material en oro puro. Así es como la idea del arte de hacer oro
despertó, y fue tratada como el más grande sinsentido alguna vez inventado por el hombre.
En lo viejos tratados de alquimia griega, (que pueden ser datados aproximadamente
como del primer
40
siglo D.C., aunque ellos muestran tan extraordinario desarrollo en el arte que uno es llevado a
la conclusión de que debe haber existido por algún tiempo antes), en Demócrito y otros, hay
ya una mezcla peculiar de recetas químicas con ideas místicas. DEMOKRITOS no es un
antiguo filósofo griego (alrededor del 460-360 A.C.) sino un pseudo Demócrito que debe de
haber tenido el mismo nombre. El título de esta obra principal es: “Physikâ kai Mystikâ”.
(Concerniente a cosas físicas y cosas místicas (espirituales)) Este tratado consiste
principalmente en recetas alquímicas, y hay unos pocos comentarios filosóficos generales
atrapados entre; pero es difícil de entender, mirándolo superficialmente, por qué debería ser
llamado “Acerca de cosas físicas… y cosas místicas.”
Para darles una idea de esta literatura les leeré un pasaje de este pseudo Demócrito.61
“Pon una libra de púrpura, el peso de dos cuartos de peniques (monedas
antiguas británicas) de un trozo de hierro, remojado en siete copitas de orina,
ponerlo en el fuego hasta que hierva. Luego, sacándolo de la decocción del
fuego, ponerlo todo en un recipiente. Retirando lo púrpura primero, verter la
decocción de lo púrpura, y dejarla remojada un día y una noche. Más tarde,
sacando cuatro libras de liquen de mar (urchilla), verter agua sobre él de forma
que el agua suba cuatro dedos por sobre el lique, y conservar (la mezcla en este
estado) hasta que se espese; filtrarla luego, calentarla y verterla en lana
preparada con antelación. Presionar lo que esté demasiado flojo, de tal forma
que la humedad penetre completamente la lana; luego dejarla por dos noches y
dos días. Sacarla luego, y secarla en la sombra; drenar el líquido.”
El texto continúa de la misma manera, y operaciones son emprendidas que son de una
naturaleza impenetrable; uno no tiene idea de lo que está siendo descripto. Los antiguos
conceptos de materia no coinciden con los nuestros, y no sería posible bajo ninguna
61
BERTHELOT: Alchimistes Grecs. II. 1. Pág. 43.
33
circunstancia seguir tal receta concretamente. Aparentemente Demócrito no tuvo éxito
haciendo mucho con esto tampoco. Él lo tenía de su profesor, el viejo persa Ostanes. Cuando
Demócrito y sus amigos no lograron su meta, (presumiblemente hacer oro), con esta receta,
ellos hicieron más esfuerzos, leyeron viejos libros e hicieron todo en lo que pudieron pensar.
Luego Demócrito tuvo la idea de llamar al espíritu de su viejo maestro desde el Hades. Luego
de un tiempo él tuvo éxito en su empeño, el fantasma apareció y le dijo que era difícil para él
hablar sin el permiso del demonio, presumiblemente el poder espiritual del Hades. Él solo
podría decir: “Los libros están en el Templo.” Al principio no pudieron encontrar libros en el
Templo, pero luego para su gran sorpresa un pilar se abrió y encontraron una fórmula
preciosa, el clásico pasaje que fue valedero en la alquimia hasta el siglo dieciocho: “La
naturaleza deleita la naturaleza, la naturaleza domina la naturaleza, y la naturaleza gobierna la
naturaleza.” Demócrito estaba deleitado con lo encontrado, y dijo inmediatamente después,
refiriéndose aparentemente indirectamente al motivo principal: “Llevé este tratado conmigo a
Egipto, con el fin de que ustedes se eleven por sobre su curiosidad por las cosas banales y por
la caótica materia”. Esta es una referencia a las “cosas místicas”. Todo el arte evidentemente
tuvo el propósito de elevar a sus adeptos por sobre la naturaleza, a través del trabajo en el
mundo de la naturaleza.
41
34
LECTURA V
6 de diciembre de 1940
En la última lectura, les leí el principio de un viejo texto griego, “Physikâ kai
Mystikâ”, por el así llamado Demócrito. Esto les habrá dado alguna idea de la apariencia
exterior de tal texto. Demócrito comienza con una receta química, presumiblemente para
hacer oro, pero el resultado concreto fue un fracaso. Entonces se nos dijo que Demócrito
buscó en los libros dejados atrás por su maestro, el viejo legendario OSTANES. El nombre es
persa, y hubo un tal Ostanes en el momento de Alejandro el Grande, posiblemente sea el
mismo hombre; porque el tratado de Demócrito, aunque atribuido al primer siglo D.C.,
probablemente contiene una gran cantidad de material datado de los siglos pre-cristianos.
Estos textos tempranos son productos desarrollados, mostrando cierta línea de pensamiento,
que debe haber estado en existencia por un tiempo considerable. La máxima, que Demócrito
encontró para elucidar el secreto, es una frase famosa: “La naturaleza deleita la naturaleza, la
naturaleza domina la naturaleza, y la naturaleza gobierna la naturaleza”, que es
constantemente citada en una alquimia posterior, recuperada hasta el siglo dieciocho, porque
es muy característica por el significado del proceso. Es a menudo citada por los críticos de
alquimia de todas las épocas, para probar lo no científico, lo confuso, el desorden de los
alquimistas. Uno debe admitir que suena de alguna manera peculiar, pero esto es
característico de la alquimia que consiste en cosas peculiares, y parece ser solo un sinsentido
al principio; es solo luego de un cuidadoso pensamiento (al respecto, o una reflexión) que uno
es capaz de ver que realmente hay algo en esto.
Trataremos de entender esta oración en detalle. La naturaleza es un concepto que ha
tenido más o menos el mismo significado en la antigüedad del que tiene ahora: la totalidad de
la naturaleza. Hay varias versiones de la oración, y el plural es a menudo usado: “Las
naturalezas se regocija en las naturalezas” y etcétera. Las naturalezas refieren a los seres
naturales, incluidos los elementos químicos y la materia en general, porque los antiguos, e
incluso los hombres medievales, no tuno noción de la actual construcción de los elementos.
“La naturaleza deleita la naturaleza.” En algunos textos latinos posteriores
encontramos esta palabra amplificada como “abraza o aún como “devora”. La naturaleza da
en sí misma placer, o se alimenta ella misma del amor puro, por así decirlo. La naturaleza está
entonces representada como un ser completo, un dragón o una serpiente comiendo su propia
cola, comiéndose a sí misma desde el extremo de su cola. Este es el famoso Ouroboros.
Encontrarán este símbolo en todos lados, la serpiente o dragón que forma un círculo cerrado.
Clamando ser explicados los jeroglíficos, HORAPOLLON interpreta esto como un símbolo
de la eternidad, o del cosmos, de la totalidad de la naturaleza. Este regocijarse en o abrazar
significa la interpretación de la naturaleza en sí misma, todo depende de todo y todas las cosas
están entrelazadas.
Luego llegamos a la oración: “La naturaleza conquista la naturaleza”, “vincit” (vence)
o “superat (supera) en los textos latinos. Esto significa que la red de la naturaleza no es algo
estático sino representa un proceso, un proceso que consiste en dos finales, una cabeza y una
cola, o una izquierda
42
y una derecha. Un par de opuestos está presente, se reprimen o derrotan mutuamente uno a
otro, así cuando un principio está por debajo, el otro está arriba, y viceversa. Esta es una idea
que ustedes también encuentran en la filosofía natural china, como los dos principios del
Yang y Yin: Yang lo masculino, caliente, seco, el Sol, perteneciente al día, la parte sur de la
35
montaña, el dragón; Yin lo femenino, frío, húmedo, oscuro, perteneciente a la noche, la parte
norte de la montaña, el tigre. Estos dos principios constituyen la esencia de la naturaleza, los
opuestos están necesariamente presentes en cada proceso de energía, no puede haber energía
sin potencial, un par de opuestos debe estar allí: alto y bajo, caliente y frío, y etcétera, de otra
forma ningún fenómeno puede tomar lugar. Los dos principios chinos, Yang y Yin, están
constantemente activos, deglutiéndose uno a otro, penetrando uno a otro, reduciéndose e
incrementándose. Cuando alguno de los dos gana la mano, el otro comienza a operar.
La parte esencial de esta idea no es un hecho empírico sino una hipótesis psicológica.
Es una intuición perceptiva que el hombre en sí mismo consiste en tales opuestos, que él
puede así observar directamente. Él sabe de esto que cuando un opuesto es en poder y está
haciendo sombra de todo lo demás, entonces necesariamente en un corto tiempo disminuirá y
cualquier otra cosa que haya sido reprimida entrará en primer plano. Esto no solo pasa en el
destino del individuo sino también en el de las naciones. La naturaleza es una irreconocible
mezcla de opuestos, uno deglute a otro, por así decirlo, o gobierna al otro, y luego el proceso
es revertido. Esta oración expresa realmente el hecho de que la naturaleza existe sin el socorro
de lo humano, puede tratar sus procesos ella misma, tiene todo en sí misma para provocar
transformaciones, para mover desde las profundidades hacia las alturas y bajar hacia las
profundidades nuevamente. Esta oración representa un principio básico en el pensamiento
alquímico y por lo tanto sirve muy bien dentro de cualquiera de las meditaciones alquimistas,
y corre exactamente paralela al pensamiento chino. La meditación taoísta está principalmente
preocupada con las curiosas transformaciones del Yang y Yin. El trabajo estándar en este
tema es el I Ging,62 el Libro de los Cambios, donde estos procesos están representados en las
formas de los sesenta y cuatro hexagramas. La actividad del Yang y Yin juega un rol decisivo
en la filosofía taoísta, a la que pertenece la alquimia china. Por las muchas similitudes, se ha
afirmado que la alquimia occidental fue originalmente inspirada por China, pero probar tal
declaración es otro problema. ¿Por cuáles rutas esta filosofía llegó a Europa? El dragón, por
ejemplo, no tenía necesidad de ser importando desde China, ha habido mitos de dragones en
Europa desde los más tempranos tiempos. Y, por lo que sabemos, la filosofía alquímica fue
desarrollada en Oriente y Occidente prácticamente en simultáneo. Los más viejos tratados
griegos datan del primer siglo D. C., y los más viejos tratados chinos que conocemos, el de
WEI POYANG, de cerca del 142 D.C. Pero por supuesto en la literatura china, como en la
griega, hay citas y trazos de, alquimistas anteriores. Podemos seguir esto hacia atrás con una
certeza razonable, en los textos griegos al siglo cuarto A.C., esto es, casi más lejos que la
fecha probable de Ostanes.
43
Demócrito remarca, al final de este texto corto, que él llevó los tratados a Egipto con
el fin de que los adeptos se elevaran por encima de la curiosidad concerniente a las cosas
banales y a la caótica materia, y no aferrarse a éstas. Esta es un consejo particular de
encontrar entre las recetas alquímicas, pero todos los textos que están atribuidos a Demócrito
contienen tales consejos filosóficos, insertados justo donde se está tratando con la materia
química. Esto es extremadamente característico de los tratados alquímicos en general.
Ahora giraremos hacia algunos pasajes de otro viejo alquimista: ZOSIMOS DE
PANAPOLIS quien vivió en el tercer siglo D.C. Él era un pagano y un gnóstico, influenciado
por el cristianismo, pero es muy difícil percibir cuan lejos llegó esta última influencia. Lo
verán por ustedes mismos en los pasajes que estoy a punto de leer. Tomaremos un texto muy
62
I Ging. Das Buch der Wandlungen. Aus dem Chinesischen verdeutscht and erläutert von Richard Wilhem.
Jena 1924 / Verlegt bei Eugen Diederichs. Traducción inglesa, por la Dra. Cary Baynes: El I Ching o Libro de
los cambios (Routledge y Kegan Paul, Ltd., Londres, 1951)
36
corto de los primeros: Concerniente al verdadero Libro de Sophe, el egipcio, y del Maestro
Divino de los Hebreos y los Poderes de Sabaoth.”63
“… Hay dos ciencias y dos sabidurías, aquella de los egipcios y aquella de los
hebreos, que luego es confirmada por la justicia divina. La ciencia y la sabiduría
del más excelente domina al uno y al otro. Ambas originadas en tiempos
antiguos. El origen de ellas es sin un rey, autónomo e inmaterial; no es
concerniente con lo material y los corruptibles cuerpos, opera, sin entregarse a
influencias extrañas, apoyada sobre la plegaria y la gracia divina.”
Este pasaje representa una especie de introducción en el arte de la alquimia.
Llevaré vuestra atención especialmente a la aseveración, que la sabiduría no tiene nada que
ver con los cuerpos materiales y corruptibles. La tarea de la alquimia es verdaderamente
transformar la materia química, los cuerpos corruptibles, en cuerpos incorruptibles. Aún aquí
está expresamente manifestado que este no es el caso, es más bien un proceso enteramente
inmaterial, basado en la plegaria y la gracia divina, que necesariamente tiene que estar
presente. Esta última declaración, nuevamente es una fórmula que se encuentra a lo largo de
la alquimia hasta la más tardía Edad Media. Está enfatizado una y otra vez, que el arte no
puede llegar a término, a menos que intervenga la gracia divina. Debe haber, por así decirlo,
un milagro. El texto continúa:64
“El símbolo de la química es dibujado de la creación por sus adeptos, quienes
limpian y salvan el alma divina amarrada en los elementos, y quienes liberan al
espíritu divino de su mezcla con la carne.”
Aquí tienen ustedes una pieza de la doctrina alquimista en una cáscara de nuez
(resumida). El mundo del símbolo no está usado aquí en el sentido real de un símbolo, sino
que significa más bien (una) idea. La idea de la química, su concepción central, es dicho aquí
que ha sido elaborada a partir de la creación. Esta creación, como es relatada en el Génesis,
debería en un sentido ser imitada
44
en el proceso químico. Encontramos la misma idea en otros textos, aunque no es siempre la
versión de la creación del Génesis (los alquimistas griegos sabrían esto a través de la
Septugint) a la cual refieren, pero a menudo la idea de la creación del mundo por los dioses o
la naturaleza. Los alquimistas copian el proceso de la creación con el fin de alcanzar las
intenciones originales del creador, y así encontrar los medios de transformación y
ennoblecimiento de la naturaleza. Zosimos nos dice aquí exactamente lo que debe lograrse a
través del arte divino: el anima mundi, el alma y espíritu divino, están amarrados en la
materia, y deben ser liberados de esta prisión. Pueden ver aquí, qué es lo que realmente estaba
pasando a esta gente, quienes estaban trabajando con la materia física que era totalmente
desconocida para ellos. Todo lo que ahora sabemos acerca de la materia química era
inconsciente para ellos; así para ellos era una gran misterio, por el cual estaban
completamente fascinados. Y asumían que un alma y espíritu divino dormía tendido en esta
prisión. Esta idea originada en un mito gnóstico: el demiurgo manifestándose a sí mismo en la
materia, a través de su aliento que anima. Como el hombre está lleno de Pneuma, entonces la
materia está llena de la esencia divina. La creación ha, por decirlo de alguna manera, puesto al
Ser Divino en dificultades, porque él está colgado de la materia, amarrado a ésta, y sufre este
encarcelamiento, y debe por lo tanto ser liberado. Esto nos muestra por que el alquimista era
tremendamente entusiasta acerca de su trabajo, estaba, por así decirlo, en el rol del redentor.
Él emprendió un trabajo de redención en la materia, en éste él pone al espíritu divino – una
pieza al menos de la Deidad – libre de su prisión. En la mayoría de las otras religiones, en el
cristianismo por ejemplo, el proceso es al revés. Nuestras almas están amarradas a nuestros
63
BERTHELOT: Alquimistas griegos. III. XLII. Pág. 206.
64
La oración omitida es solo una repetición del título.
37
cuerpos, y sufrimos de la prisión de la carne; y un Salvador viene del Cielo con el fin de
liberar nuestras almas inmortales de este aprieto miserable. Pero los alquimistas tuercen las
tablas, ellos mismos son los salvadores de la materia; esto es lo significativo, la tarea
metafísica del hombre de emprender el trabajo divino de liberar a Dios de su condición de
amarrado, y dirigirlo de nuevo a su perfección original y condición de incorruptible.
Este es un pensamiento muy importante, pero es una proyección. No es realmente ser
encontrado en la materia. Si ustedes miran un trozo de pirita no verán nada de esta clase. Los
alquimistas miraban fijamente en el oscuro desconocido agujero de lo material, hasta que el
fondo de su propio inconsciente psíquico se volvía visible en esto. Esto es siempre el caso
cuando el hombre ve algo que es desconocido para sí, finalmente ve su propio inconsciente.
Era su propia condición psíquica que aparecía al alquimista en la materia; él vio el ser divino
que yace amarrado en él mismo. Pero como vio esto en la materia, él trabajó en la materia con
el fin de liberar al ser divino; y por lo tanto, pero solo en una forma proyectada y simbólica, él
hizo esto que debería realmente haber sido hecho en él mismo. Asumimos que los viejos
alquimistas no sabían esto; él reconoce el carácter de la proyección y es aparentemente
bastante consciente de que el trabajo es realmente hecho en sí mismo. Verán esto presente en
Zosimos.
El texto continúa:
“Como el sol, por así decirlo, una flor del fuego y (simultáneamente) el sol
celestial, el ojo correcto del mundo, muy cobrizo cuando florece – esto es
cuando toma el color del oro, a través de la purificación – se convierte en un sol
terrestre, que es rey de la tierra, como el sol es rey del cielo.”
45
Aquí conclusiones análogas son redactadas entre el sol y la fogosa flor que aparece en
el proceso químico. Esta es la flor de oro. Encontramos exactamente la misma idea en China,
en el “Secreto de la Flor de Oro”, por ejemplo. La flor de oro aparece en el fuego; esto es que
es preservada y florece en el fuego, en lugar de ser destruida. Sol y oro tienen un signo en
común: el hombre medieval asumió que el sol estaba hecho de oro y que ese oro alumbraba
en la oscuridad. No pareciera que se le hubiese ocurrido a alguien descubrir si el sol realmente
dio una luz en la oscuridad, la gente simplemente asumió que así fue. El sol, como el ojo
derecho del mundo es una idea egipcia: el ojo de Horus. Y como el sol es el Rey del Cielo,
entonces el cobre, aunque es un metal base, cuando recibe el color del oro se convierte en el
rey de la tierra. En textos latinos este oro es aún llamado el deus terrestris, el dios de la tierra.
Esto nuevamente es una proyección: es la innoble, oscura, corrupta y rechazada naturaleza del
hombre, que contiene el alma encarcelada. Esta parte base del hombre es capaz de
transformación, y puede ser elevada al sol; justo como los alquimistas dicen que el cobre
puede convertirse en oro y en un deus terrestre. Porque, como ustedes saben, este oro, que la
alquimia trata de producir, no es oro ordinario, sino oro filosófico, algo extremadamente
misterioso. Se le ha dado “miles de nombres”. Hay un libro en la Bibliothéque Nationale
(Paris) que consiste sólo en nombres; porque esto es algo tan misterioso que no puede ser
descripto claramente, que cuenta con innumerables nombres. La cosa, que debe ser producida,
es realmente indefinible, aunque es posible hablar de oro, por ejemplo, como una analogía,
porque, por un milagro psicológico, la cosa más brillante aparece en el lugar más oscuro del
alma, así como el oro es encontrado en las profundidades más oscuras de la tierra.
El texto continúa:
“2. Lo siguiente son las perfectas tinturas que comunican el verdadero color del
sol: ese que Demócrito y la mónada (cada una de las sustancias indivisibles de
distinta naturaleza, dotadas de voluntad, que componen el universo, según el
filósofo alemán Leibniz (siglo XVII):
las mónadas son entidades espirituales)
que comunican el Scythian comaris (kómaros = árbol de frutillas), la perfecta
38
(tintura) de la (plata) como aquella de Isis, dada a conocer por Heron; esta es la
perfección del sol.”
Este pasaje bastante críptico significa que Zósimos intenta describir las tinturas que le
darán la cualidad del sol para la materia base. La mónada es la unidad, frecuentemente
expresada como “to hén”, el uno. Esta mónada comunica el “Scythian comaris”. Esto es
nuevamente un peculiar concepto de la alquimia antigua. Es el “theion” (divino), y arsenicon
(masculino); lo divino y lo masculino juntos hacen la mónada. Pero el theion es también
azufre y entonces este comaris es azufre y “arsénico”. Pero el hombre en esa época no
conocía el arsénico, este término fue solo usado más tarde para designar una sustancia
química. Cuando hablaban de arsénico en la antigüedad se hablaba de lo masculino, y no
tenemos idea que entendían por eso.
Para hacerlo aún más complicado, la palabra “comaris” no es de raíz griega sino de
raíz siria, Koomar, que significa sacerdote. Hay un tratado de un cierto Comarius, un
arcipreste;65 él es el autor de, o el personaje principal en, el tratado. Podemos por lo tanto
asumir que el comaris en nuestro texto también significa una mónada mística, por una parte la
prescripción de Demócrito y por la otra la
46
Mónada, lo divino y lo masculino. Las tinturas tienen la cualidad de penetración, y los
alquimistas siempre trataron de encontrar la tintura, o colorear la materia, que teñiría plomo,
plata, bronce, hierro, etc. directamente, con el fin de darles el color perfecto; porque ellos
asumieron que el oro era esencialmente caracterizado por su color. Por lo tanto hablaron de la
tinctura auri y del proceso de transformación era también algunas veces referido como un
proceso de tintura, y muchos términos pertenecientes a la técnica del teñido eran usados:
inmersión, colorear materia, (bapheion), y el término agua bautismal también aparece: una
inmersión en la fuente, por así decirlo, que transforma o cambia el color del bautizado.
Los tratados entonces continúan con toda una serie de recetas, y somos confrontados
con el hecho extremadamente peculiar de que este texto, que comienza místicamente, termina
en recetas que nos tienen sentido, las cuales difícilmente podrán ser posible de interpretar.
Esto es increíblemente confuso, y es aún peor en otro tratado de Zosimos que carga con el
título: “Sobre aparatos y hornos.”66 Los hornos alquimistas jugaron un role mucho más
importante en los tiempos antiguos que ahora. Hemos desarrollado continuos y fiables medios
de calefacción, pero en aquellos días sólo la madera era usada y esto es de poca confianza. El
alquimista tomó un gran interés en su caldera, y a menudo echó la culpa de los errores al calor
del fuego. El título continúa: “Comentarios de la carta Omega.” Esta letra Ω es como una
cabeza y un cuello, esto es un “stoicheion” que significa letra o elemento. El tratado
comienza:
“El elemento Omega es redondo, consiste en dos partes: pertenece a la séptima
zona, aquella de Saturno en el lenguaje de los seres corporales.”
En esa época Saturno era el planeta más distante, los otros no habían sido descubiertos
aún. El elemento Omega es también la última letra del alfabeto griego; y pertenece a la zona
de Saturno en el “lenguaje de los seres corporales”, presumiblemente de los hombres, en la
medida en que ellos son seres corporales.
“En el lenguaje de (seres) incorpóreos esto es algo diferente que no puede ser
interpretado. Nikotheos, el oculto, sólo lo sabe.”
Seres incorpóreos son presumiblemente espíritus, o fantasmas, seres y cosas
inmateriales; en la medida que el elemento Omega es inmaterial, no puede ser expresado. En
otras palabras, por un lado es Saturno, liderando, por otro algo totalmente diferente ,
inexpresable. Solo Nikotheos sabe que es, y Zosimos lo describe en otras fuentes.
65
BERTHELOT: Alchimistes Grecs. IV.XX. pág. 278.
66
IDEM: 1. C. III. XLIX. Pág. 221.
39
PORPHYRIUS, en su vida de Plotino, habla de Nikotheos como el adversario de Plotino (o
más bien Plotino como el adversario de Nikotheos), y aprendemos que fue el fundador de la
secta Gnóstica y dejó un libro, Apokalypseis (revelaciones) detrás de sí. Esta mención de él es
cerca del 244 D.C., contemporáneo por lo tanto a Zosimos. Nikotheos es también mencionado
en el Coptic Codex Brucianus en Oxford, un texto gnóstico. Nikotheos es hablado/habla de
que hay uno de aquellos que fueron criados para el Cielo, donde él vio cosas inexpresables.
En el mismo pasaje el autor dice, que hay cosas concernientes al Cielo, que no pueden ser
expresadas por una lengua de carne. Esta es exactamente la idea del elemento Omega siendo
dirigido en el lenguaje de los seres corporales, e inexpresable en el lenguaje de los seres
incorpóreos. El hecho, de que la materia incluye algo que no puede ser formulado por una
lengua humana, es claramente expresado aquí; algo que es un
47
tremendo misterio, conectado con cosas metafísicas. Esto significa, que hay nuevamente una
proyección, porque lo que nosotros no podemos expresar, lo que no podemos sujetar o
conocer, es naturalmente lo inconsciente. No hay otra fuente que podamos probar
científicamente. Zosimos continúa:
“Entonces, en el discurso de los seres corpóreos, este elemento es llamado
océano, el origen y semilla de todos los dioses.”
El mundo entero de sustancias originado en este oscuro desconocido elemento, que es
llamado el océano, el lugar del origen, en lenguaje corporal. Encontramos concepciones
similares en China. Si leen “El secreto de la Flor de Oro” (que Richard Wilhelm y yo
publicamos juntos) encontrarán este elemento Omega descripto como “vesícula germinal” o
como “el altar sobre el cual la consciencia y la vida son realizadas”67 Entonces, como ven
tales términos son característicos de este peculiar proceso.
48
67
R. WILHELM and C. G. JUNG: “El secreto de la Flor de Oro”. Kegan Paul. 1939. Pág. 98.
40
LECTURA VI
13 de diciembre de 1940
El tratado de Zosimos, que comenzamos en la última lectura, está entre los textos más
difíciles que se encuentran es este tipo de literatura alquímica. Sería pedirles demasiado, si yo
esperara que ustedes siguieran las elucidaciones de tal texto; particularmente porque no es mi
intención realmente explicarlo. Mi sola intención es darles una certera impresión de la curiosa
manera en que tales textos son compuestos, de los pensamientos peculiares que ellos
contienen y de las alusiones que encontramos en ellos. Sólo comentaré sobre éste
suficientemente para que ustedes puedan ser capaces de ver, que no es un absoluto sinsentido
o completamente indigerible; no les pido que ustedes entiendan tal texto enteramente.
El “elemento Omega” puede ser imaginado como Zosimos lo describe: como algo
redondo. Su localización, talla, consistencia, etcétera, son dejados en la oscuridad. Sólo
sabemos que Zosimos lo relaciona con Saturno y que Saturno es el plomo. Entonces podemos
asumir que tiene algo que ver con el plomo, y tiene una curiosa relación con el océano, el
mar, la madre y el origen de todos los seres vivientes. Así este elemento es también la madre
universal, el lugar de origen. Tal idea es muy rara para nosotros, podemos andar un largo
camino antes de encontrar algo similar. Por tales razones estos textos fueron considerados
desesperanzadamente abstrusos durante muchos siglos y no había una idea de que fueran
dignos de serio estudio. Esto comenzó a cambiar, sin embargo, con la escuela de
REITZENSTEIN, quien exploró estos textos y papiros muy seriamente. Pero nosotros
estamos todavía solo al comienzo de entenderlos, porque están muy mezclados con recetas
químicas muy concretas e ideas, que son de lo más engañosas. Fue desafortunado el no darse
cuenta más tempranamente, que estos “orígenes de la química” no fueran química real sino
que estaban llenas de proyección psicológica. Eran realmente psicológicas, una ciencia que
era lo desconocido. El texto continúa:
“Estos son los determinantes del lenguaje de los seres corporales.”
Esto refiere a las denominaciones mencionadas antes. La apariencia externa de este
elemento puede ser descripta como el océano o como el plomo.
“Bajo el nombre del gran e indescriptible elemento Omega debe entenderse: la
descripción del aparato del agua divina, del tan simple como altamente
ingenioso y de todos los hornos en general.”
Acá somos introducidos al hecho, de que este elemento es el secreto de la química.
Debemos asumir, por lo tanto, que los viejos alquimistas trabajaron con tal elemento, o al
menos estaban bajo la impresión de que estaban haciéndolo.
El texto continúa: “Zosimos explica benevolentemente esto a Theosebeia.” Esto es
probablemente una interpolación de algunos copistas. Muchos de los textos de Zosimos son
49
dirigidos a esta Theosebeia, y él los comienza simplemente: “Oh mujer.” Ella era su soror
mystica (traducción, no pude ubicarla porque no traje mi libro de latín) su amiga espiritual.
El nombre de Theosebeia, que significa la devota de Dios, era lo más probable un nombre que
ella recibió en su bautismo dentro de los misterios. No debemos olvidar que Zosimos no era
un cristiano sino un gnóstico pagano, y cuánto fue influenciado por el cristianismo es una
pregunta muy controversial.
“Las tinturas apropiadas (kairikaí), Oh mujer, han hecho mi libro sobre hornos
ridículo.”
41
Él dice aquí que su libro de los hornos (su tratado) ha sido ridículo de alguna forma,
presumiblemente por otro libro, que él mismo escribió, acerca de las tinturas apropiadas; pero
no sabemos con exactitud.
“De hecho, varios autores, cegados por sus propios demonios, se han
entretenido ellos mismos acerca de las tinturas adecuadas, y no han considerado
el libro de los hornos y aparatos como estando en conformidad con los hechos
verdaderos.”
Deberíamos notar aquí, que él no dice que los autores hayan ridiculizado o criticado su
libro desde sus propias críticas conscientes, sino por causa de sus demonios. Esto es, cada uno
tiene un demonio en sí mismo, que le susurra criticismo y opinión; en este caso, Zosimos
piensa, de una forma engañosa. Nos encontraremos a menudo con esta idea, pertenece a la
superstición popular, pero tenemos un ejemplo muy respetable de la antigüedad en el demonio
de Sócrates. Tal demonio de ninguna manera fue necesariamente malo, fue más bien algo
entre un ser divino y un espíritu. Sería incorrecto traducir el pasaje como “su (en inglés está
en plural) propia mente”, aunque esto sería modernizarlo, e invitar a malos entendidos. El
hombre en la antigüedad diferenciaba entre el “demonio” de los hombres y sus “propia
mente”. Psicológicamente esto es correcto, es algo bastante diferente, si yo reflexiono acerca
de un libro y doy mi propia crítica, que si tengo una corazonada acerca de esto. 68 Yo preparé
el criticismo, pero la corazonada “cae en mí”, en mi cabeza desde lo alto, por así decirlo.
Estamos aptos para identificar con nuestras corazonadas, y en lugar de decir “una idea vino a
mí”, decimos “pensé”, cuando no hemos hecho nada de ese tipo pero algo nos ha pasado a
nosotros. Para ser psicológicamente correctos, deberíamos diferenciar entre estas dos cosas
más cuidadosamente. Vemos aquí, que los viejos autores tenían mucho cuidado de hacerlo,
Zosimos no atribuía el criticismo a los autores sino a sus demonios. Algunos de estos
demonios eran deshonestos o malévolos, así hicieron que los autores dijeran cosas estúpidas.
“No hay palabras que puedan convencerlos de la verdad, si no están inspirados
por su propio demonio.”
Entonces no sirve de nada formular la verdad convincentemente, debe ser dicha a la
gente por sus propios demonios. Esto es también una gran verdad psicológica, uno no puede
decirle a la gente las cosas más importantes, simplemente no penetra; a menos que al mismo
tiempo, por la gracia de Dios, la verdad caiga como una especie de corazonada, y entonces
está usualmente acompañada por la convicción: “¡Lo pensé yo mismo!”
“A través de un destino desfavorable ellos distorsionaron en su discurso eso que
han recibido, para el detrimento del arte y de su propio éxito, de manera que dos
significados contrarios diferentes eran dados a través de las mismas palabras.
50
Ellos solo asumieron un punto de reticencia, cuando forzaron a ello a través de
las demostraciones”,
Esto es a través de pruebas durante los experimentos.
“aún concerniendo cosas que habían entendido antes. Tales autores no deberían
ser reconocidos por Dios o los filósofos. Cuando la hora de las operaciones
haya sido fijada hasta el último detalle, y cuando el demonio las haya
favorecido físicamente”,
Las operaciones son experimentos químicos y, con el fin de tener éxito, el
experimentador debe disponerse favorablemente por su propio demonio; esto es: las
condiciones psicológicas, que producen corazonadas útiles y provechosas, deben estar
presentes. Debemos decir ahora: debe de haber tenido lo inconsciente con él, porque si lo
inconsciente está en contra de él, estará entorpecido por cada tipo de obstáculo y no obtendrá
68
Prof. Jung usaba la expression: “wenn es mir einfällt”, literalmente: “cuando se cae en mí.”
42
corazonadas provechosas. En esos días ellos expresaban la misma cosa a través del hablar con
los demonios.
“ellos aún dudan de admitir un punto más lejano, y olvidar todas las cosas
obvias anteriores. En todas partes fueron forzados a obedecer a Heimarmenê
(compulsión por las estrellas), en las cosas ya dichas, y en sus opuestos, sin ser
capaces de imaginar algo diferente a el Heimarmenê en relación a las cosas
físicas.”
Esto es bastante complicado. El Heimarmenê69 pertenece a, y juega un gran rol en, la
filosofía Estoica. Ellos entendieron por esto, que desde el nacimiento, el hombre fue
dependiente de las constelaciones astrológicas, que no tenía libertad sino debía vivir su
horóscopo derecho hasta el final. Es el manuscrito, por así decirlo, que es dado al hombre
cuando baja a la tierra a través de las esferas de los planetas. Él es completamente
dependiente en este mundo de los impactos que recibe de las estrellas, debe vivir de acuerdo a
ellas hasta el final de sus días, y puede solo hacer o pensar aquello que está escrito en las
estrellas. El horóscopo debe ser cumplido, es simplemente el mal, o tal vez el buen, destino
del hombre. El hombre no puede ir más allá, a menos que sea redimido en una manera mística
por un redentor o a través de la iniciación en ciertos misterios, cuyo objetivo es liberar al
hombre de su compulsión. Conocemos un aspecto de esta idea en la doctrina del pecado
original de la Iglesia; el hombre solo puede ser redimido del pecado original a través del
bautismo y los otros sacramentos. Esto es un paralelo exacto a la concepción antigua del
Heimarmenê.
Zosimos dice aquí que estos adversarios de él pueden solo pensar como las estrellas
les ordenan, ellos no pueden imaginar nada más allá de esto, deben aceptar la buena o mala
fortuna que les llega, y solo pueden hablar y entender el lenguaje corpóreo. No saben nada del
lenguaje incorpóreo o de símbolos. Trabajan con plomo, por ejemplo, y para ellos es sólo
plomo, mientras que, para el artista real o el filósofo, es el símbolo e algo bastante diferente,
algo que no puede ser expresado y que trasciende nuestra comprensión. El hombre siempre ha
expresado cosas incomprensibles a través los símbolos. La palabra símbolo, en su correcto
sentido, nunca es usada para algo que nosotros conocemos. Cuando un oficial de la vía férrea
51
usa un ala de su abrigo se ubica para la señal de la vía férrea, era un símbolo, se posicionaría
por algún misterio, alguna sociedad secreta, por ejemplo, a la que el hombre pertenece.
Zosimos continúa:
“Hermes, en su papel en la naturaleza, llama a la gente de este estilo
insensatos.”
La palabra griega es anoi, esto es sin Nous o ratio (proporción), sin entendimiento.
Podemos traducirlo como inconsciente; esta gente es inconsciente, no tienen comprensión, no
saben lo que dicen o hacen. Zosimos nos dice aquí que Hermes llama a la gente de esta
naturaleza insensatos. El anima rationalis (racional?) ha significado consciencia humana
desde los más antiguos tiempos; entonces ser insensato, irracional, era aún en ese momento
no tener la consciencia de la gente racional, y por lo tanto estar enteramente entregado a la
regla de las estrellas. Zosimos continúa que esta gente, a quien Hermes llama “insensatos”,
eran:
“incapaces de entendimiento de las cosas inmateriales y sólo podían seguir el
Heimarmenê, y ni siquiera estaban en la posición de entender el destino como
para que los guiara justamente.”
69
La palabra germana usada por el Prof. Jung para “Heimarmenê” era “Gestirnszwang”, literalmente:
“compulsión por las estrellas.” De acuerdo a un diccionario griego-ingles la palabra significa: “aquel que es
asignado, el destino.” No he sido capaz de seguir el término usado por escritores ingleses, así que parece mejor
usar la palabra griega.
43
No tenían idea, de hecho, de lo que estaban haciendo o de lo que vivían, porque solo
podían pensar y ver las cosas concretas que yacen directamente debajo de sus narices; eran
bastante incapaces de interpretar algo.
“Se burlaban de las enseñanzas (de Hermes) acerca de las cosas corporales y se
daban a ellos mismos a fantasías que fueron en contra de su propia felicidad….
4. Pero Zoroaster, quien se regocija en su conocimiento de magia y de todas las
cosas elevadas, declara que aparta la vista del lenguaje de los seres corporales, y
que todo lo que viene del Heimarmenê es malo, en detalle tanto como en el
todo.”
El viejo persa fundador de una religión, Zoroaster (Zarathustra), es mencionado aquí.
Su fecha es incierta pero vivió varios siglos antes que Zosimos, al menos mil años, y era ya en
ese momento una figura legendaria. Era conocido por los antiguos como una especie de
mago-puente, astrólogo y alquimista, que fue acreditado con el conocimiento de todos los
secretos. Textos atribuidos a él aún existían en aquellos días, y es citado como una autoridad
aquí. Zoroaster dice que él se ha apartado del lenguaje del hombre que estaba bajo el
Heimarmenê; como haber estado solo preocupado con las cosas concretas que eran totalmente
malas. Tal lenguaje corpóreo no guiará a la libertad divina, en la cual el símbolo pueda estar
envuelto.
“Hermes, sin embargo, hablando de cosas externas, condena la magia, y dice
que el hombre espiritual, el cual el mismo conoce, no consigue las cosas a
través de la magia, y no piensa decente forzar la necesidad (destino), sino que
permite que las cosas ocurran como deben por naturaleza y autoridad. Él tiene
solo un objetivo, esforzarse para conocerse a sí mismo y a Dios y gobernar la
inexpresable Triás (Triada).”
Esto significa que Hermes renuncia enteramente a la magia, él dice que no es lo
correcto para el hombre espiritual. Él define al hombre espiritual por excelencia, como aquel
que sabe lo que está haciendo en eso se conoce a sí mismo. Él es consciente de sí mismo, y es
dotado con la inteligencia divina, no está maldecido con el sólo ser capaz de pensar
concretamente, sino que puede pensar más allá de sí. Él no piensa que es decente ofrecer
violencia al destino, esto es, él rehúsa usar magia para derrocar al destino. Este último
artilugio era naturalmente una tentativa de asesinato grande en ese momento, la magia era
usada para
52
evitar el destino desfavorable. Pero Hermes rechazaba este procedimiento, y dice que las
cosas deben ser permitidas que pasen como deben por naturaleza y norma; esto es, uno debe
permitir que el destino fluya sobre uno, sin perder la razón. Pero más allá de esto, el hombre
espiritual debe gobernar la “triada inexpresable”. La palabra triada es usualmente tomada
como alusión a Dios, a la Sagrada Trinidad. La expresión clásica de la Iglesia Ortodoxa
Griega, “Hagia Triás”, no es usada aquí, Zosimos simplemente dice Triás (triada) y así deja
incierto si alude a la anterior.70 Pero es la tarea del hombre espiritual gobernar esta triada.
Ningún cristiano puede decir que debe gobernar la Sagrada Trinidad; porque esto es Dios
mismo, pero Zosimos dice que hombre espiritual debe aprender a conocer a Dios y a sí
mismo, y a gobernar la triada, así esta triada no es posible que sea la Sagrada Trinidad, debe
ser alguna otra cosa. Este pasaje ha sido citado para probar que Zosimos era tal vez un
distinguido cristiano, porque habla de una trinidad y no había otra trinidad conocida. Pero la
alquimia no conocía otra trinidad, la trinidad del inframundo, Hécate Tricephalos, y también
el sabueso de tres cabezas del Infierno. Tiene sentido gobernar lo demoníaco, la Hécate de
tres cabezas, o el sabueso de tres cabezas, así es mucho más probable que Zosimos aluda a
70
Prof. Jung dijo aquí que Zosimos dijo “Dreiheit” no “Dreieinigkeit”. “Dreiheit” significa triada, y
“Dreieinigkeit” la Trinidad, tres en uno.
44
esto, y que quiera decir que el hombre espiritual debe aprender a gobernar el mundo de los
cuerpos oscuros, en el que el hombre nace y está enredado por el Heimarmenê. Zosimos
continúa, hablando del hombre espiritual:
“Él permite que el destino haga como le plazca, en esto él le permite llenarse de
vida terrena, esto es a través del cuerpo.”
Él permite lo que sea que el destino haya decretado en las eternas estrellas cumplirse,
en esto él entrega su cuerpo para el propósito, porque debe ser cumplido en su destino
personal. Él no usa magia para evitar su destino en ninguna forma. Esto significa: él pone
distancia entre él y su propio cuerpo, su existencia física, en esta él ha descubierto la
existencia de su libertad espiritual. Zosimos continúa:
“Él (Hermes) se expresa de la siguiente manera: ‘Si tú entendieras, y si tú te
conduces a ti mismo como es lo apropiado, tú contemplarás al Hijo de Dios,
quien ha venido a Todos, para el beneficio de las almas devotas. Con el fin de
liberar tú alma del seno de la región corpórea, contempla como Él se ha
convertido en Todos, especialmente Dios, ángel y hombre que está sujeto al
sufrimiento. Él, que puede hacer Todo, se convierte en cualquier cosa que sea
su voluntad; él obedece a su padre, en esto él penetra todas las sustancias e
ilumina el espíritu de cada uno; él ha subido a la región feliz, donde él estaba
antes de convertirse en carne. Tú lo seguirás a él, alentado y dirigido en esa
luz’.”
Este es un pasaje que uno es inmediatamente inclinado a conectar con el cristianismo;
pero cuando examinamos el texto más de cerca, pronto descubrimos que la analogía cristiana
es nuevamente dudosa. El pasaje contiene ideas que son desconocidas en el cristianismo, pero
que se encuentran en literatura paralela, la de la Gnosis. El último contenía el mismo concepto
de redentor, y el Hijo de Dios, como se describió aquí, es más gnóstico que cristiano. Tales
concepciones en el gnosticismo son a menudo atribuidas a la influencia cristiana, pero lo
contrario es más a menudo verdad, porque el cristianismo se originó en la Gnosis. Pero fue
inadecuado admitir esto, así los
53
primeros Padres de la Iglesia prefirieron, por intereses políticos, asumir que el cristianismo
cayó listo del Cielo, y que nada de ese tipo existió antes. Aún en los evangelios mismos,
llegamos a la enseñanza, que fue indudablemente pre-cristiana. La propia fundación del
evangelio de San Juan es el Logos, que viene de la filosofía de Philo, quien fue un judío
gnóstico y no un cristiano. Él vivió en la misma época que Cristo, pero sus escritos nunca
refirieron al cristianismo. La idea de que el Hijo de Dios se convertiría en Todos para el
beneficio de las almas para ser salvadas, por ejemplo, no es una idea cristiana sino gnóstica.
Nunca escuchamos en el cristianismo que Cristo, por así decirlo, se transformó a sí mismo en
el cosmos entero. Pero nuestro texto dice: “Él quien Todo puede hacer, se convierte en todo lo
que es su voluntad,” y que “él penetra todas las sustancias e ilumina el espíritu de cada uno.”
Por otra parte, que “él se haya convertido en Dios, ángel y hombre que es sujeto de
sufrimiento” es una idea que ciertamente es cristiana, pero es también encontrada en el
gnosticismo.
Este pasaje de escritos herméticos, citados por Zosimos, realmente formula las
enseñanzas que son la base de toda la filosofía alquímica de Zosimos. Uno ve que es
conocimiento gnóstico, y que este Hijo de Dios está estrechamente ligado a los Monogenes de
los que leímos en el Codex Brucianus. La idea de un espíritu que todo-lo-penetra, que
impregna todas las sustancias, es pura Gnosis, y se convirtió en los cimientos de la posterior
alquimia. Hemos encontrado la misma idea antes en Zosimos,71 cuando dijo que la tarea de
los alquimistas era liberar el alma y espíritu divinos amarrados en la materia. Aquel es el
71
Ver Lectura V, pág 44.
45
espíritu que todo lo impregna. En la cita de Hermes es un espíritu que penetra todas las cosas
con el propósito de redimirlas. Esto se corresponde con el agua divina de la alquimia, que se
dice penetra todas la cosas y las transforma; y también al espíritu que está amarrado a ellas.
Más tarde en el mismo tratado Zosimos dice:72
“….Ahora vengo a mi tema, el cual concierne al aparato. He leído las cartas que
tú (Theosebeia) me escribiste, y he visto, que tú me pediste que te diera una
descripción del aparato. Estaba asombrado de que tú recibirías información de
mí, acerca de cosas que pueden no haber sido conocidas. No has tú escuchado
del filósofo que dijo: “’He intencionalmente guardado silencio acerca de estas
cosas, porque están por completo descriptas en mis otros escritos.’ Y aún tú
escucharás ellas de mí. Pero no creo, que lo que escribo vaya a ser más digno de
credibilidad, que aquello que los antiguos han dicho, y sé que no puedo
superarlos. Pero hemos de escuchar todo lo que dijeron, expondré todo lo que sé
a ti. Es lo siguiente:
Un recipiente de vidrio, un tubo de arcilla de un codo largo. Una réplica de un
recipiente de boca pequeña, el cuello que corresponda al tamaño del tuvo. Uno
debería tener un tazón de agua y humedecer el recipiente con una esponja.”
Esto era el viejo método de enfriamiento del cuello de una réplica, así la sustancia
destilada debería asentarse en la base cuando estuviera fría.
“Para vapores sublimados, como para el mercurio, es el mismo recipiente. Uno
puede componer el mercurio en el recipiente y en un aparato similar, que tenga
un receptáculo retorcido en forma de víbora.”
Este es el tipo de aparato usado para destilación.
“El mercurio se vuelve amarillo por el vapor del azufre (theion), como los
viejos textos recomiendan…”
El tratado luego continúa con ciertas transformaciones químicas que nada tienen que
ver con la realidad. Si, por ejemplo, ustedes ponen mercurio con azufre se torna negro, no
amarillo. Las instrucciones químicas son absolutamente incorrectas, uno no se sorprende que
él diga que no son dignas de credibilidad; y aún él escribe sobre ellas en muchas páginas.
Todos estos tratados alquímicos consisten en tales recetas, y uno se vuelve más y más
desconcertado y no tiene idea que hacer con ellos. Cuando ustedes leen los textos latinos,
caen de un agujero dentro del siguiente. Piensan que tienen un atisbo de lo que el autor quiere
decir, y en la siguiente oración se contradice. Uno sólo puede decir, que fue aparentemente un
intento de descubrir la química, pero yo no recuerdo nunca haber encontrado una receta
química que realmente tuviese sentido. Algunas veces lo que los alquimistas dicen acerca de
tales ingredientes como el plomo o el mercurio parece bastante razonable, pero la mayor parte
del tiempo ¡uno solo puede sostener su cabeza en la desesperación!
Ustedes se habrán hecho una idea de todo esto en como los textos antiguos están
compuestos. Les leeré otro texto del cual su antigüedad no está más allá de toda duda, porque
sólo lo conocemos a través de fuentes árabes. Textos árabes aún existen, los cuales contienen
versiones de esta célebre “TABULA SMARAGDINA” (TABLA ESMERALDA) de
HERMES TRISMEGISTUS. Hermes (quien es análogo al Thoth egipcio, el maestro del
conocimiento, el dios de la revelación) es el patrón de la alquimia. La vieja tradición era que
estos libros vinieron originalmente de él, el Hermes que ha mencionado Zosimos, es este
Hermes Trimegistrus. La “Tabula Smaragdina” se decía que había sido escrita en una piedra
verde, enterrada y secretamente descubierta. Fue referida, a través de toda la Edad Media,
como el paradigma de los misterios alquímicos y fue citada una y otra vez. El texto trata:
46
2. Quod est inferius, est sicut quod est superius, et quod est superius, est sicut
quod est inferius, ad perpetranda miracula rei unius.
3. Et sicut omnes res fuerunt ab uno, meditatione unius: sic omnes res natae
fuerunt ab hac una re, adaptatione.
4. Pater ejus est Sol, mater ejus Luna; portavit illud ventus in ventre suo;
nutrix ejus terra est.
5. Pater omnis telesmi totius mundi est hic.
6. Vis ejus integra est, si versa fuerit in terram.
7. Separabis terram ab igne, subtile a spisso, suaviter, cum magno ingenio.
8. Ascendit a terra in coelum, iterumque descendit in terram, et recipit vim
superiorum et inferiorum. Sic habebis gloriam totius mundi. Ideo fugiat a te
omnis obscuritas.
55
9. Hic est totius fortitudinis fortis: quia vincet omnem rem subtilem,
omnemque solidam penetrabit.
10. Sic mundus creatus est.
11. Hinc adaptationes erunt mirabiles, quarum modus est hic.
12. Itaque vocatus sum HERMES TRISMEGISTUS, habens tres partes
Philosophiae totius mundi.
13. Conpletum est quod dixi de operatione Solis.”
56
47
48
LECTURA VII
20 de diciembre de 1940
73
Traducido de RUSKA: Tabula Smaragdina. Pág. 113.
74
Ruska comenta que es peculiar atribuir el lenguaje sirio a Hermes, pero que debe recordarse, que hubo una
creencia esparcida de que el sirio fue el lenguaje original, en el cual Dios habló a Adán.
49
7. Un fuego, que se convierte en tierra. Lleva a la tierra lejos del fuego, y lo
sutil se adherirá a ti más que lo burdo/tosco, con cuidado y sabiduría.
8. Se eleva desde la tierra al cielo, para sujetar todas las luces de la cumbre a
sí, y viene hacia abajo (nuevamente) a la tierra, en todo eso la fuerza de lo
más elevado y de lo más bajo está ahí, porque la luz de la luces (está) ahí,
así que la oscuridad le huye.
9. (Es) la fuerza de las fuerzas, que derrota cada cosa sutil y penetra en cada
cosa tosca.
10. De acuerdo con la estructura del mundo grande es la estructura del mundo
pequeño.
11. Y los filósofos trabajan de acuerdo a esto.
12. Y fue a esto que Hermes apuntó, ese tres veces bendecido con la sabiduría.
13. Y es su último libro, el que él ocultó en la cámara.
Esta es comparativamente una versión reciente del texto, pero hay también un texto
árabe más antiguo, que retrocede a a DJÂBIR IBN HAYYÂN. Él fue un famoso
alquimista del siglo dieciocho D.C. y ha dejado una gran cantad de escritos en árabe.
Entre estos textos un fragmento fue descubierto, que es sin dudas la Tabula
Smaragdina. Sigue:
“Balînâs menciona el grabado de la Tabla en la mano de Hermes que dice:
1. ‘¡Verdad! ¡Ciertamente! ¡Aquello en lo cual no hay duda!
2. Lo que está arriba es de lo que está abajo, y lo que está abajo es de lo que
está arriba, trabajando los milagros del uno (cosa).
3. Como todas las cosas han sido de Lo Uno….
4. Su padre es el Sol y su madre es la Luna. La Tierra lo llevó en su vientre, y
el Viento lo nutrió en el vientre de ella, como la Tierra que ha de
transformarse en Fuego.
7. Alimenta la Tierra de aquello que es sutil, con el más grande poder.
8. Asciende desde la Tierra al Cielo y se convierte en el gobernante de todo lo
que está arriba y lo que está abajo.’.”75
El fragmento termina aquí, así que como ustedes ven es desafortunadamente
incompleto. Tal vez estaba incompletamente preservado, no lo sabemos. Pero en cualquier
caso nuestro texto latino es
58
mucho más significativo, ambos en sentido y formulación, que estas versiones árabes. Con el
fin de hacer justicia, y por su gran importancia, estudiaremos el texto latino en más detalle, y
nos esforzaremos en elucidarlo hasta cierto punto; no con la expectativa, sin embargo, de que
ustedes comprendan completamente este muy oscuro documento. Si tuviésemos que tratar a
fondo con tal texto, deberíamos aproximarnos al asunto de manera muy diferente; bastante
lejos del hecho de que es realmente imposible examinar tal texto en todas sus raíces. Muchas
cosas entran en estas, algunas son desconocidas y otras muy difíciles de explicar.
El primer, preferentemente el segundo, párrafo sigue: “Lo que está arriba es como lo
que está abajo.” Esta oración es citada muy a menudo. Podemos ver sin dificultad que refiere
a la relación entre el microcosmos y el macrocosmos. El hombre era entendido, ya en la
antigüedad, como una pequeña imagen del espejo de todo el mundo. Como la naturaleza
recibe su cualidad del cielo, también lo hace el hombre. Esta es una idea que viene
originalmente de la astrología, que asume que el hombre es realmente formado por las
estrellas. El alma desciende, de acuerdo con esta concepción, del cielo más alto, a través de
siete esferas de los planetas. Cada planeta graba su cualidad sobre él, y su carácter individual
75
He usado la traducción de este texto del Prof. E.J. HOLMYARD, que aparece (en ingles) en RUSKA: Tabula
Smaragdina. Pág. 120.
50
depende de la cantidad, y la forma en que él es tomado/capturado por cada planeta. Esto es
por así decirlo, el manuscrito con el cual cada uno de nosotros venimos a la tierra, y es estas
inexorables influencias astrales que forma el Heimarmenê. Es el objetivo de varios misterios
liberar al hombre de su compulsión.
El texto nos dice que la similitud entre arriba y abajo existe “con el fin de que el
milagro de lo uno pueda llegar a pasar”. Esto es muy misterioso. ¿Qué debemos entender
nosotros por esto uno? Se aclara más tarde, pero el pensamiento aquí evidentemente es, que el
milagro de lo uno primero llega a la existencia a través de la síntesis entre arriba y abajo.
El tercer párrafo comienza: “Y así, como todas las cosas proceden de una, a través de
la meditación de lo uno.” Lo uno es evidentemente el origen. Ahora el origen de todas las
cosas es la Deidad, el Creador. El “res una” ( ), lo uno, en la alquimia es en realidad la
Deidad, sabemos esto positivamente. Hay un muy antiguo texto, que llega a nosotros a través
de los árabes (un manuscrito árabe se encuentra todavía en existencia): “el liber quartorum”
(El Libro de los Tetrad.), que fue aparentemente escrito por los árabes. Solo que estos árabes
no son realmente los árabes, sino los llamados Ssabians, ellos florecieron hasta el 1050 D.C.
en Bagdad, Basra y aquellas regiones de la Mesopotamia. Pertenecieron a una antigua secta
gnóstica. Una de sus principales luces fue THÂBIT IBN QURRA que vivió en el noveno
siglo. Él es mencionado en este texto árabe, y es expresamente declarado que “lo uno” es la
Deidad. Así que podemos asumir que el “material básico” es la Deidad. Conocemos que la
versión de Djiabir ibn Hayyân (siglo octavo) ya estaba en existencia en el tiempo de Thiabit
ibn Qurra.
Para retornar a nuestra versión latina de la Tabula Smaragdina, y la oración” “todas las
cosas proceden de lo uno, a través de la meditación de lo uno.” Uno puede pensar que esto
significa a través de la meditación acerca de lo uno, y que todas las cosas se originaron a
través de esta meditación, como el Espíritu de Dios moviéndose sobre la superficie/cara del
agua en el Comienzo. Pero también puede significar que “lo uno” meditaba activamente, que
una persona meditó el mundo hacia la existencia. Esto tendría sentido, pero es una idea india,
y difícilmente podemos sospechar influencia india aquí. Pero lo que “Lo Uno”
59
meditaría, y que el mundo sería producido por el espíritu en su rol creativo, es una concepción
que retrocede directamente hacia la filosofía de Nous en la antigüedad.
Luego cuando llegamos a la curiosa declaración de que todas las cosas vienen de una
cosa/de lo uno “a través de adaptación”. En latín es “adaptatio”, aunque es muchas veces
leído como “adoptio”.76 Esta representación no es generalmente aceptada, sin embargo,
aunque “adaptatio” es una idea muy curiosa. Aún se corresponde a una de las más viejas
concepciones primitivas de la humanidad acerca de la forma en la que el mundo entró en
existencia. Hay mitos de Australia Central77 de los ancestros primordiales, quienes creaban
cosas transformándose ellos mismos en ellas. Se adaptaban ellos mismos, por así decirlo, a las
cosas, aunque las cosas no estuviesen aún en existencia. En el caso de los primeros padres del
arco y la flecha, por ejemplo, el hombre se transformaba él mismo en la parte de madera del
arco, la mujer se aferraba a su cuello como la cuerda del arco, y la parte acolchonada del final
era su pelo. Este par de ancestros primordiales se transformaban ellos mismos en una arma, y
en cualquier momento podían re-transformarse en su forma original. Esto es verdadera
adaptio.
Ahora llegamos al cuarto párrafo: “Su padre es el Sol, su madre la Luna.” Esto
nuevamente es muy peculiar. Sol y Luna son usualmente considerados como emanaciones o
adaptaciones de la deidad, y no como si fueran sus padres. Pero aquí parece ser un asunto de
76
En SILBERER: “Problemas del Misticismo”, por ejemplo, es traducido como “por adopción”. Traducción
inglesa, pág. 148.
77
Cf. Notas de E.T.H. 1939-40, pág 253 f.
51
otra forma de la deidad, un dios que aún tiene que nacer que debe proceder de lo uno; que
pasa, por así decirlo, a través de todas las cosas y es nacido nuevamente de ellas. El sujeto de
la oración en latín es “illud”, un pronombre neutro, aunque no había un neutro antes pero sí
una “res una”, un femenino. Así vemos aquí bastante claramente que lo uno que está
significado es una cosa misteriosa, cuyos padres son el Sol y la Luna, y que se origina en un
sentido en la unión de estos dos. (PARA RELACIONAR CON ASTRO, es acaso el mismo
hombre creador a través de la tensión de los opuestos?)
“El viento lo ha llevado en su vientre, la tierra lo ha nutrido”. Aquí tenemos los cuatro
elementos, el Sol es el fuego, la Luna el agua, el viento el aire y la tierra es tierra. Así lo uno
original se ha dividido a sí mismo en los cuatro elementos a través de la adaptación, y a través
del unirse de los cuatro elementos, aparece nuevamente como un producto unido. Esta es
plenamente una idea egipcia, y encontramos un muy interesante paralelo en una publicación
del egiptólogo americano BREASTED, en una inscripción perteneciente al siglo ocho A.C.
que está en Londres. Esta inscripción habla de una división de un dios creativo, Ptah. Él era
originalmente el dios de los artesanos, de aquellos que creaban cosas. Ptah creó el mundo y la
inscripción describe como se parte/quiebra él mismo en los elementos, en la multiplicidad de
las cosas. Él hizo esto dividiéndose en ocho formas básicas, los así llamado Ogdoas. Este
octágono es el consejo más alto, por así decirlo y con el Path original se hacen nueve, la
compañía egipcia de dioses. Pero es asunto de un solo y completo dios, quien se ha dividido
en ocho bajo dioses, y aún cada uno de estos dioses es un Ptah un dios completo. Podemos
reconocer un predecesor de la Trinidad cristianan aquí, La Sagrada Trinidad es también un
Dios que es tres, sin perder Su unidad, un Tri-unitas ( ). Cuando los cuatro en nuestro texto, o
los ocho Paths, son reunidos, el dios original aparece nuevamente, El puede
60
por lo tanto, por decirlo así, llevar adelante esta creación, espejarse a sí mismo ocho veces, y
atraer todo de nuevo a sí mismo.
El quinto párrafo es: “El padre de toda la terminación del mundo entero está aquí” (o
es esto). Nosotros repentinamente encontramos un masculino aquí. El “hic” latino puede ser
el nominativo masculino singular de “esto”, o el adverbio “aquí”. Es difícil saber cual, pero el
padre de la terminación es evidentemente el dios que surge de la unión de los cuatro que se
ha, por así decirlo, unido con el fin de que lo uno sea concebido, ese uno desde donde todo
originalmente apareció. El Sol, el padre, lo ha engendrado, la Luna lo ha concebido, el viento
lo ha llevado y la tierra lo ha nutrido. Debemos sacar la conclusión aquí, de que ese dios se ha
convertido en su propio hijo. Uno podría sospechar tal vez influencia cristiana aquí pero como
ya hemos visto en el paralelo egipcio, estas ideas existieron en la antigüedad, mucho antes de
la era cristiana. Estamos, por lo tanto, bastante obligados a llegar a la conclusión, de que la
concepción cristiana se originó en estas ideas mucho más antiguas, o al menos que encontró la
posibilidad de surgir en tal suelo.
Lo uno, que es nacido de una cooperación funcional de los cuatro elementos, es un
verdadero hijo de dios. Tal vez fue un relato del entendimiento de este texto, que un
alquimista posterior – HENRICUS KHUNRATH, un doctor alemán y filósofo del siglo
dieciséis – dijo, que el propósito de la alquimia era producir el “filius macrocosmi”.
Ciertamente lo “uno” producido en la “Tabula Smaragdina es un real “filius macrocosmi”.
Khunrath dijo que Cristo era el “filius macrocosmi”, porque él fe sólo para el mundo del
hombre, mientras que el “filius macrocosmi” de la alquimia era para el mundo entero. La idea
que yace escondida aquí de que el cristianismo está solo interesado en el problema de la
salvación del hombre, mientras que la alquimia está preocupada con esto de toda la
naturaleza. La próxima oración de la Tabula Smaragdina confirma esto:
“Su fuerza es perfecta cuando se vuelve hacia la tierra.” Este volverse a sí mismo
hacia la tierra es estrictamente opuesto a la concepción cristiana. De acuerdo a lo último, la
52
fortaleza se perfeccionaría a través del espíritu, para el espíritu y en el espíritu. Pero aquí está
expresamente la physis; la fuerza del “filius” se convierte en perfecta cuando se vuelve hacia
la tierra. Los traductores se aficionan en resbalar en la pequeña palabra “nuevamente” pero
no está en el texto. Es claro que este hijo no – como las figuras redentoras en el cristianismo y
gnosticismo – gira hacia el reino del cielo y del espíritu. Estos redentores vienen del cielo, van
hacia la tierra y vuelven nuevamente al cielo. Pero este hijo es nacido de la physis, de la
naturaleza, y es cuando “esto” gira hacia la tierra que “esto” alcanza la perfección. Esto no es
para nada una idea cristiana.
En el séptimo párrafo encontramos una receta para el arte: “Separar la tierra del fuego,
lo sutil de lo denso, suavemente, con gran ingenuidad mental.”
La incorporación de “suavemente, con gran ingenuidad mental” muestra que es un
asunto de tremendo esfuerzo creativo de la mente. El texto a menudo usa la palabra
“ingenium”, donde es un caso particular de esfuerzo creativo en la curiosa transformación que
la alquimia se esfuerza por producir. El requerimiento aquí refiere a un típico procedimiento
alquimista: la separatio. Uno puede llamar así también al análisis, durante el cual la mezcla de
elementos, en que cualquier ser viviente – hombre, animal, planta y mineral – consiste, son
separadas. Esto se corresponde, como ustedes tal vez
61
recuerden, al análisis que fue emprendido en el Shrî-Chakra-Sambhâra Tantra.78
En el octavo párrafo es dicho: “Se eleva desde la tierra al cielo, y desciende
nuevamente a la tierra y recibe el poder de arriba y de abajo en sí mismo.” Aquí nuevamente
encontramos un curioso proceso de desarrollo que es opuesto a las otras concepciones, donde
los redentores casi invariablemente bajan del cielo, y, cuando consumaron su trabajo en la
tierra, ascienden allí nuevamente. Pero aquí el movimiento desde la naturaleza hacia arriba al
reino espiritual del cielo, y desciende nuevamente hacia la tierra, recogiendo la fuerza de
ambos en sí mismo.
CONCLUSION JULIETA: es el hombre el umbral, es él el que logra algo, los dioses no
logran sin él, por eso existe? En astrología podemos ver lo mismo, el hombre conserva el
poder de manifestar la energía de la forma en que se le ocurra, solo que aún no ha aprendido a
hacerlo…
Encontramos una idea similar en los sistemas gnósticos, donde las figuras de los redentores
roban los Arcontes (palabra griega que significa "mando" o "dirigencia", utilizado con
frecuencia como el título de un determinado cargo público de un gobierno, eran los que
ocupaban los más importantes cargos) (arcontes), los gobernantes de las siete esferas del
Cielo, de sus poderes. Ellos están des-potenciados por el hecho, de que el redentor va a través
de las esferas del cielo, sin ser afectado por ellas. Si, por ejemplo, el redentor puede engañar a
los Arcontes, de tal forma de que ellos no noten que el más alto hijo de dios está pasando a
través del reino, él puede alcanzar la tierra sin ser molestado por ellos. Cuando ha logrado su
trabajo en la tierra, él vuelve lleno de gloria y des-potencializa a los Arcontes, que son los
gobernantes del destino humano. Esto disuelve el Heimarmenê. En nuestro texto el
movimiento es opuesto.
El octavo párrafo continúa: “Así tú tendrás la gloria de todo el mundo. Por lo tanto
toda la oscuridad huirá de ti.” Aquí hay aparentemente un problema/asunto de iluminación,
toda la oscuridad es removida de lo uno quien logrado el arte. Esto es una promesa que puede
ser comparada con las promesas siempre hechas por los redentores. Pero sus promesas son
diferentes, en ellas ellos prometen que el hombre será liberado de la corrupción del cuerpo, y
alcanza el reino del espíritu puro.
El noveno párrafo es: “Aquí está el fuerte poder de toda la fuerza (Hic est totius
fortitudinis fortitudo fortis): porque derrota todas las cosas sutiles y penetra todas las cosas
78
Cf. Notas de E.T.H, 1938-39, pág. 46 ff.
53
sólidas.” Esto es una clase de juego de palabras, un apilamiento de epítetos de fuerza,
significando que lo uno que podría producir el más extraordinario poder. ‘uno debe siempre
tener en mente en tales casos que la cosa real puede ser débil, y que por lo tanto su fuerza está
sobre enfatizada.
El décimo párrafo es: “Así el mundo ha sido creado.” Entonces éste proceso se
corresponde exactamente a la creación del mundo. La Deidad dividida en el principio en los
cuatro (o los ocho), y a través de la inversión de este proceso, el “filius macrocosmi” llega a la
vida. El mundo es creado nuevamente, pero un mundo diferente, el mundo del hijo. El mundo
es una imagen para nosotros, aún cuando tenemos una concepción científica del mismo y se
afirme: “Esto es así y así”, esto es aún sólo una imagen. Comenzamos a darnos cuenta, que
cuanto más firme creemos en algo, más probable es que cambiemos en un par de décadas.
Nuestra imagen del mundo ha cambiado a una ampliación increíble durante nuestro tiempo de
vida. Vivimos ahora en un mundo completamente diferente al mundo donde crecimos.
Debemos entender esto como un cambio en el punto de vista acerca del mundo, como un
nacimiento de un diferente “Weltanschauung” (traducción del alemán). No había
“Weltanschauung” en el mundo antiguo, todo estaba proyectado en el espacio. El hombre en
ese tiempo estaba obligado a decir: “El mundo es tal y tal”, nadie podía/podría
62
decir: “Yo pienso tal y tal acerca del mundo.” Encontramos los primeros signos de un
“Weltanschauung” en los filósofos griegos, pero la mayoría de los hombres, aún en los
tiempos de nuestros propios padres, vivieron en un mundo del cual creían estar bastante
seguros. Nuestros padres supieron que el mundo estaba gobernado por un Padre benevolente,
y estaban absolutamente seguros de la salvación eterna, si se comportaban del todo
decentemente.
El decimo primer párrafo es: “Por lo tanto las maravillosas adaptaciones vendrán a
quienes cuyas formas sean.” Las maravillosas adaptaciones son creaciones de la naturaleza,
que sale adelante desde lo uno, a través de su actividad espiritual. La forma de estas
adaptaciones es representada aquí, y es indudablemente un proceso físico. Luego su dirección
es opuesta, los elementos son re-unidos y un nuevo mundo llega/viene a ser.
El final del texto es: “Así Yo soy llamado Hermes Trimegistus, porque poseo las tres partes
de la filosofía del universo. Lo que he dicho acerca de la operación del Sol está terminado. El
Sol es otra palabra en el lenguaje alquimista para el oro, entonces presumiblemente Hermes
ha estado describiendo el arte de hacer oro o alquimia, los dos términos son sinónimos. Pero
el Sol puede ser entendido de forma diferente, como la luz del día, un símbolo de la
consciencia. El Sol también representa el Nous en el hombre, el espíritu en el hombre que se
origina en el espíritu divino; esto es, en la Deidad, considerado/pensado como una luz que
ilumina todas las cosas, como leímos en el CORPUS HERMETICUM, que es también
atribuido a Hermes; aunque esta atribución es mítica. La luz del principio es llamada allí la
“archétypon phós” (la luz arquetípica). Es, por así decirlo, una consciencia primaveral,
relacionada con “Lo Uno” del principio/comienzo. Y a través de la “adaptación”, la
consciencia de cada individuo surge de esta consciencia primaveral. Nuestra consciencia es
por consiguiente entendida como una separación de la consciencia arquetípica. Toda esta luz
acogedora, o consciencia, es atribuida a la Deidad. Así la “operatio solis”, la transformación
del oro, podría también significar la transformación de aquella luz que hemos recibido a
través de la “adaptation” desde la Deidad; en otras palabras la transformación de nuestra
consciencia. Dejaré que esto quede como una hipótesis.
He traído todos estos textos a vuestra atención, con la intención de darles alguna idea
de la peculiar composición de los más antiguos cimientos de la alquimia. Ellos nos dan ciertas
pistas sobre el significado de los contenidos, a loa cuales generalmente no atribuimos tales
significados. En la próxima lectura comenzaremos con la alquimia en sí misma.
54
55
LECTURA VII
20 de diciembre de 1940
La alquimia y su proceso son muy diferentes del Yoga o de los ejercicios ignacianos.
El objetivo del Yoga, como ustedes recordarán, es, por un lado, poner “yugo” a los klesas, las
necesidades/ansias naturales; y, por otro lado, a transformar al Yogui a través de la
imaginación activa en una personalidad más elevada, descripta como Buda. En los exercitia
spiritualia también, la imaginación activa es usada para lograr la suspensión del ego y para
dirigirlo hacia la presencia de la Deidad, en la cual la autonomía del ego desaparece
completamente. La alquimia no puede, hablando estrictamente, ser comparada con ninguno de
estos dos métodos.
La alquimia consiste en experimentos prácticos con sustancias químicas, y de lo que
los alquimistas llaman “theoria”. Este término tiene un significado más amplio para ellos que
la palabra teoría tiene para nosotros; retiene aún algo del significado original de la palabra
griega. “Theorein” significa observar, mirar, ser un espectador, por ejemplo, como en un
teatro donde uno observa la obra dramática. Así el término “theoria” también significa
contemplación, y contemplación en alquimia es concerniente con la naturaleza de las
sustancias químicas. Pero aquí nuevamente tenemos que tener en mente que el alquimista,
mientras estaba mirando la materia química, estaba viendo algo completamente diferente de
lo que percibimos nosotros. Nosotros tenemos un conocimiento más amplio de la naturaleza
de las sustancias químicas, al menos nosotros sabemos infinitamente más que lo que el viejo
alquimista sabía. La materia era extraña, una entidad obscura para él, por un lado, un cuerpo
físico (un metal o una sal por ejemplo) y, por otro, un completamente incomprensible y
oscuro objeto en el cual él proyectaba ciertos contenidos inconscientes. Lo que éstos
contenidos eran lo dejaremos como una pregunta abierta por el momento.
A diferencia del Yoga o de los ejercicios Ignacianos, la meditación alquímica no
estaba preocupada por el ego ni por la Deidad. La idea directriz y el propósito del trabajo
alquímico era la producción de cierto cuerpo milagroso, substancia o esencia, que provocaría
la perfección de la naturaleza física. Por medio de este proceso la opus (obra) alquimista
producía tintura que reproduciría todo lo que la naturaleza había dejado en imperfecto estado,
perfecto.
Como un ejemplo déjennos tomar al alquimista que estaba trabajando con mercurio
(mercurio – quicksilver) o plomo. Él no trabajaba simplemente con la materia, sino que su
laboratorio era también un oratorio como él lo llamaba, una habitación para la meditación y
plegaria. Era de importancia esencial para él que su trabajo consistiera en meditación tanto
como en un oficio químico. Estas dos actividades parecen heterogéneas para nosotros, pero
para el alquimista eran indispensables para la producción de su deseada, misteriosa substancia
que, cuando lograda, representaría la completa y perfecta forma de la materia en la cual había
estado trabajando. En nuestro ejemplo, por lo tanto, el plomo o mercurio se tornaría en oro, la
substancia perfecta. Y este oro no es solo el más valioso
64
material, sino al mismo tiempo es también la forma perfecta (forma = alma) de la substancia
original.
Este trabajo de dos-pliegues, el físico y el “filosófico”, nos aparece como dos métodos
distintos, como un doble procedimiento. Pero para el alquimista era uno y el mismo. Es muy
difícil de entender esta condición mental peculiar, porque nosotros estamos acostumbrados a
separar estas dos actividades lo más cuidadosamente posible. Nuestra moderna actitud trata de
56
eliminar cada factor subjetivo del razonamiento científico. Pero los viejos alquimistas eran
mucho menos conscientes de los factores subjetivos, y la materia era totalmente desconocida
para ellos, así que no había nada que los previniera de transferir sus hechos psíquicos en la
materia. Ellos vieron y experimentaron en las substancias desconocidas un elemento psíquico
desconocido idéntico. En otras palabras, proyectaban su inconsciente en las substancias y
procesos químicos.
Por extraña que esta actitud pudiera parecer a nuestra consciencia científica, debemos
darnos cuenta de que es todo importante, porque sin esta comprensión no es posible que
entendamos el trabajo y las ideas de los alquimistas. Aparte de nuestro razonamiento
científico, la proyección por supuesto nos ocurre también siempre que somos confrontados
con algo desconocido. Y para los alquimistas como hemos visto, la materia era la cosa
desconocida. Las incomprensibles, misteriosas cualidades de las substancias los afectaban
como un fascinosum. El inconsciente colectivo era así constelado por, y proyectado en, el
objeto, porque un objeto incomprensible actúa como un agujero magnético que se llena con
elementos psíquicos. El objeto es coloreado por, o cargado con, cualidades a cuenta de esta
proyección de factores psíquicos; y por lo tanto los alquimistas estaban bajo la impresión de
que la materia poseía un alma o espíritu, y la filosofía de ellos es derivada de esta aparente
percepción.
Para el alquimista, la materia era dotada con un alma viviente, y cuando se encuentra
con este alma en todos lados en sus experimentos, él concluye que en la base de todas estas
manifestaciones físicas individuales, había un alma universal, que todo lo penetra, un anima
mundi (alma del mundo), que era la causa de toda substancia viviente y su forma particular.
Es evidente, por lo tanto, que el método alquimista tenía que se uno doble, porque trataba con
la dualidad en el objeto y era por lo tanto destinado a ser psíquico y químico.
El anima mundo es el equivalente del inconsciente colectivo, y, como sabemos por
nuestra propia experiencia, el inconsciente colectivo, como el oscuro e incomprensible objeto,
siempre aparece en principio en una forma proyectada. Tales proyecciones nos acontecen
siempre cuando tenemos que tratar con el objeto desconocido. Estamos luego casi obligados a
explicarlo a través de cada clase de especulación e hipótesis. ¿Y de dónde sacamos estas
explicaciones? Naturalmente de lo que procesamos, de nuestro propio almacén psíquico. Y
cuanto más desconocido es un objeto, más exagerada la hipótesis será. Cuando no podemos
encontrar la dificultad con el pensamiento, dependemos de la intuición, y cuanto más intuitiva
es una persona, más creerá que sus intuiciones, sus “corazonadas”, son siempre correctas. Una
intuición fuerte tiene la cualidad de fascinar a la persona a la que le ocurre. Todos conocemos
gente que tiene las más inauditas ideas y están absolutamente convencidos de su verdad
absoluta, a pesar de que ustedes pueda probarles que en el 50% de los casos están
equivocados. Pero estos casos no causan impresión en el intuitivo, y en la próxima
oportunidad nuevamente recibe una revelación.
65
El alquimista, estando en necesidad de una revelación acerca de ese extraño e
incomprensible objeto material, oraba que Dios le envíe iluminación. Admitía que él mismo
no sabía, pero creía que el conocimiento le llegaría por la ayuda de la divina gracia. ¿Qué era
entonces lo que llegaba a él?79 Debe de haber sido algo desde la profundidad de su propia
psique, algo que ha sido constelado en él por substancias desconocidas. Por ejemplo, si yo soy
confrontado con una persona a quien no entiendo, o me quedo mirándolo fijamente o lo
cuestiono, hasta que por fin algo acontece en mí acerca de él. Este “algo” ha sido constelado
en mí a través de la cualidad desconocida en el objeto, y es derivado una parte desde él y otra
parte desde mí. Por lo tanto, debo ser crítico con respecto a mi corazonada y poner una marca
en contra de esto, porque puede que sea una proyección.
79
Hay una palabra alemana muy adecuada: “einfallen” = caer dentro de la mente de una persona.
57
De la misma manera el alquimista, cuando estaba ocupado con la substancia química
acerca de la que conocía poco o nada, la contemplaba hasta que algo acerca de ella venía,
hasta que él tenía una intuición, un “Ahnung” (traducción?) en alemán. Y la materia (que
estaba viva y tenía cualidades psíquicas para él) contenía una intención secreta, un tipo de
deseo, como si ésta quisiera ser transformada. Cuando el alquimista estaba trabajando con los
elementos básicos, con plomo por ejemplo, el “Einfall” llegaba a él esa esencia escondida que
quería ser liberada de esa oscura, pesada, negativa cáscara; que su intención secreta era la
transformación en oro, la positiva, luminosa y preciosa forma. La “natura abscondita” del
plomo, la partícula del alma universal escondida y aprisionada en la base del elemento
trabajando para la liberación. Esta liberación era alcanzada cuando era producida la forma que
representa el valor más alto (ej.: el elemento de oro), el único receptáculo adecuado. El
maestro Eckehart expresa la misma idea cuando dice: “La naturaleza más íntima de todo
grano significa trigo, y de todo metal, oro, y de todo nacimiento, el hombre.”
La intención secreta, que el alquimista sintió en la materia, era el elemento psíquico
que él encontró allí a través de la proyección. La totalmente oscura y desconocida
“substancia” es el inconsciente colectivo; que es, en su condición original, como un obscuro y
pesado elemento y enteramente negativo. Aún, si su condición negativa puede ser superada,
contiene el valor más elevado, la completitud del individuo. Fue el “Ahnung” de esto, el
deseo del alquimista mismo de hacerse consciente, que llega a él mientras trabaja con sus
materiales. Pero por su condición mental y su fascinación por la materia, pensó que estaba
descubriendo un principio de la materia y no de la psique. Por lo tanto, cuando contemplaba
una substancia, esta substancia le susurraría si quisiera ser transformada. Cuando él recibía la
iluminación, por ejemplo, ese plomo quería convertirse en oro, él estaba obedeciendo un
comando interno cuando trató de que esta transformación acontezca. Esta “aspiración” fue
ocultada en el plomo, era un espíritu, y el alquimista trató de liberar este espíritu de su prisión
en el plomo. Él llamaba también a este espíritu aqua o tinctura (agua o tintura), y fue a través
de la ayuda de ésta que trató de transformar plomo en oro.
Esta es una idea mitológica, una imagen arquetípica de un daimonion, un dios o
Anthropos, oculto en la materia. En la barata y vil substancia, que puede ser encontrada en
todos lados y que es despreciada, la más elevada y la más preciosa substancia
66
está oculta, anhela ser redimida y retornar a su estado original de incorruptibilidad, a la forma
en la cual fue originalmente creada y en la que está la misma naturaleza que el creador. El
valor más alto, la forma inmortal o alma de las cosas, es comparada con el oro o con una
piedra preciosa, substancias que deben su valor al hecho de que ellas no son corruptibles.
Es difícil para nosotros entrar en estas ideas. Nosotros estamos acostumbrados a
pensar en materia y espíritu como dos principios completamente diferentes y opuestos. Pero
para el alquimista, la materia estaba llena de espíritus, y los dos eran uno inseparable. La
naturaleza, sin embargo, ha vestido al espíritu en una forma vil, y el opus (obra) alquimista,
en trasformar la forma inadecuada, asistía a la naturaleza, y guiaba, lo que ella había dejado
incompleto, a la perfección.
La idea de una substancia material, conteniendo en sí misma el esfuerzo por una forma
superior, es evidentemente una proyección de un hecho psíquico, de una imagen arquetípica
concerniente al hombre. Porque el hombre tiene el anhelo en sí mismo de convertirse en lo
que él llamaría el hombre perfecto. O más bien, está la imagen de un perfecto y completo ser
en su inconsciente. Encontramos un paralelo con el Yoga aquí y con los exercitia spiritualia:
la idea o sentimiento de que todo en el hombre está esforzándose hacia la completitud. Por lo
tanto, no nos sorprendemos cuando aprendemos que los alquimistas mismos trazaban un
paralelo directo entre la imperfección de la naturaleza y la imperfección del hombre, y que
58
ellos vieron en el lapis philosophorum (piedra filosofal), la materia perfecta, una analogía a
Cristo, el perfecto, hombre divino.
Pero la característica espectacular y remarcable de la alquimia es el hecho de que los
alquimistas no buscaban la perfección en el hombre sino en la materia. La materia era dotada
con un alma divina en sus ojos. Esto es, por supuesto, una proyección, pero nosotros no
podemos hacer proyecciones, existen antes de que estemos conscientes de ellas; ellas
simplemente están. Por ejemplo: si yo soy desmesuradamente vanidoso y no lo sé ni lo sabré,
reprocharé con toda seguridad a una gran cantidad de gente por ser vanidosos, o tener otras
cualidades malas. Esta proyección sucede con todas las malas cualidades de las que no
estamos conscientes; también pasa con las buenas, aunque no tan frecuentemente. Pero tal
proyección puede solo tener lugar cuando la otra persona ofrece un enganche para esto. Puede
que sea un muy pequeño enganche – ¡a veces es muy grande! – pero sin un enganche sin un
enganche la proyección no puede tomar lugar. Así estamos obligados a admitir que el
alquimista no podría haber proyectado en la materia si no hubiese un enganche, y a esto sigue
que la materia debe de alguna forma estar relacionada al hombre. Debe haber un equivalente
psíquico de la materia preformado en el hombre, y esto es nuestra propia materia, nuestro
mundo psíquico: el cuerpo, porque el cuerpo es materia. Nuestro cuerpo consiste en
elementos químicos, y tenemos un profundo contacto interior con la esencia de la materia a
través del hecho de que somos un cuerpo viviente. Esto nos da la posibilidad de sentir nuestra
forma, como si fuera, dentro del más íntimo núcleo de la materia, y de aprender a conocer las
substancias desde un punto de vista psíquico. Esto es entonces lo desconocido, que fue
constelado en los alquimistas a través de su preocupación con la materia, porque la esfera
psíquica de nuestro cuerpo es algo desconocido. No tocamos el cuerpo directamente con
nuestra consciencia, sino que estamos separados de él a través de la capa del inconsciente. El
proceso vegetativo en nuestro cuerpo, en su funcionamiento normal, no puede ser alcanzado
por nuestra consciencia o influenciado por nuestra voluntad. La percepción de nuestros
sentidos no es suficiente para comprender el funcionamiento del cuerpo completamente; y
todos los recursos de la ciencia moderna solo ayudan en un acercamiento externo. Entre
nuestra consciencia y la
67
substancia del cuerpo yace un campo de psique vegetativa, que es un aspecto del inconsciente,
porque el inconsciente consiste parcialmente de una psique vegetativa. Puesto que como ellos
no pueden ser influenciados por la consciencia, el funcionamiento de los intestinos, el
corazón, las glándulas, todo el mundo de los reflejos cerebro-espinales, etcétera, todo
pertenece a la psique vegetativa, y se extiende en la oscuridad, en el inconsciente. Fue la
psique física, esta región fisiológica del inconsciente, la que era constelada en los alquimistas
a través de su trabajo en la materia química. Ésta psique física era enteramente desconocida
para ellos y es aún desconocida para nosotros. Lo desconocido en materia física estimulaba la
psique física desconocida.
¿Cuál entonces es el significado de la perfecta substancia que el alquimista buscó
producir? Puede tal vez ser descripto como lo óptimo en el proceso de la vida o como la idea
de lo óptimo. El alquimista agrega aquello de que esto es metafísico y no psicológico lo
óptimo, lo que significa que alcanza más allá de la esfera humana dentro de lo indefinible y
metafísico. Cuando el plomo es oscuro, gris o negruzco, y posee cualidades básicas, está en
una condición similar a la enfermedad. El alquimista en realidad llama a las substancias
“enfermas”, en la medida en que son corruptibles, esto es oxidable, en esto pueden ser
disueltas o destruidas por el fuego o el agua. Es la mezcla de substancias lo que es corruptible;
las substancias puras, como el oro, bajo situaciones ordinarias no son oxidables, y son por lo
tanto reconocidas como incorruptibles e inmortales. Hay tres cosas que afectan el cuerpo
físico, y que pueden paralizar nuestras vidas y cambiarlas completamente: la muerte
59
(disolución del cuerpo), enfermedad (destrucción lenta del cuerpo), y pobreza (dinero
insuficiente para comida o una existencia decente). Éstos fueron siempre tenidos como los
tres más grandes males que pueden lastimar más al hombre en su bienestar físico.
El objetivo del alquimista, por lo tanto, era producir el elixir de la vida. Esta
substancia, tintura, o quintaesencia, cuando era tomado como una medicina, alargaría la vida
a una edad patriarcal, a un período de trescientos años, o hasta mil años, o aún otorgar la
inmortalidad. Es un Alexipharmakon, un antídoto, esencia o medicina, que a la vez paraliza
toda clase de venenos. Para lo enfermo esta substancia es una cosa milagrosa, una panacea, la
medicina católica (medicina universal). Porque el pobre es oro, y el cuerpo mortal es la
longevidad. Pero los alquimistas no solo estaban preocupados con la cura de los seres
humanos, ellos también aspiraban a curar la enferma (lo imperfecto, corruptible) naturaleza.
(Era la tinctura rubra (tintura roja), que era necesaria para esto.) Y más aún hay no solo
enfermedades del cuerpo sino enfermedades del alma, dolencias de la mente, melancolía,
locura, etcétera. Esta son las condiciones de la oscuridad espiritual y esto es el lapis
philosoforum (piedra filosofal) que puede ayudarlos. Todo tipo de piedras brillantes y
cristales son usados como símbolos de la piedra filosofal: diamante, carbuncle (las
traducciones que encontré no corresponden, será circona?), rubí, etcétera; y esta cualidad
brillante es también a menudo llamada el lumen novum o lux moderna (nueva luz). Pero esta
piedra no era meramente un cristal para los alquimistas, ellos pensaron en ella como algo
metafísico, pensaron que tenía una existencia física también. Lo llamaron “lapis aetherius”
(piedra etérica), “lapis invisibilis” (piedra invisible), o “lapis perlucidus” (piedra translucida o
transparente). La cosa remarcable es, que esta piedra no tiene solo un cuerpo sino también un
alma, un espíritu, y es por lo tanto al respecto similiar al hombre. Así es a menudo llamada
por nombres humanos, como los “infans noster (nuestros chicos), “filius noster” (nuestro
hijo), “filius philosoforum” (hijo de los filósofos), “homunculus” o “Anthroparion”
(hombrecito).
68
Otro aspecto de la piedra guía hacia una aún más elevada región, porque este maniquí/modelo
es no es un ser humano ordinario, sino un hermafrodita, posee ambos sexos. Este
hermafrodita es a menudo representado como coronado y alado. Las viejas pinturas
alquimistas son muy clarificadoras al respecto. Es importante recordar que este hermafrodita
no representa meramente los dos sexos, sino los opuestos en general. La tremenda tensión
entre los opuestos necesita un cemento correspondientemente fuerte para provocar la unión de
ellos.
Hay un poema en un viejo tratado, el “Rosarium Philosophorum”, que habla de una
piedra en una forma muy interesante. El hermafrodita aparece aquí en su aspecto femenino y
es llamada Emperatriz, la primera dama de la tierra. Debemos tener en mente que la
“Emperatriz” es la piedra filosofal:80
“Aquí es nacida la rica y noble emperatriz,
Una con su hija, así dicen los maestros,
Ella multiplica, carga un sinnúmero de chicos,
Inmortales, puros y sin mancha ellos son.
Muerte y pobreza son odiados por esta reina,
Ella supera todas las joyas aunque raras,
Y también plata, oro y todo lo físico,
Nada en la tierra puede ser comparado con ella,
Al reino del Dios de los Cielos damos nuestras gracias.”
(Lugo esta hermafrodita comienza a hablar ella misma:)
80
Traducido del alemán medieval en ROSARIUM PHILOSOPHORUM en Artis Auriferae. Vol. II. 1593, pág.
204.
60
“Oh, podrías obligarme, mujer desnuda,
Porque mi primer cuerpo fue ciertamente desafortunado,
A ser una madre, nunca comencé,
Hasta que yo misma fui nacida nuevamente. (A)81
La fuerza de cada raíz y hierba he ganado,
Y triunfado sobre la enfermedad también, (B)
Y allí estaba aquel, primero vi a mi hijo,
Porque nosotros nacimos juntos allí, los dos. (C)
Y de mi hijo embarazada quedé,
Y lo cargué en un suelo estéril,
Era una madre, aún cuando permanecí doncella,
Ellos se rieron de mí por lo que encontraron,82
Que mi propio hijo mi padre era,
Porque Dios en verdad lo había deseado así,
La madre que me dio la vida a mí,
Vino como mi hija a la tierra.
Somos como uno unidos naturalmente,
Con el maestro aliviado la montaña fue tragada/tragó, (D)
Los cuatro salieron adelante, una vez más para ser,
69
En nuestra completa y más que perfecta piedra. (E)83
Y seis en trinidad fueron ponderados,
A una substancia esencial traídos, (F)
Y quien pueda alcanzar esta clase de pensamiento,
Un poder por Dios Mismo es enseñado,
Toda enfermedad puede él llevar a cero
En el cuerpo humano y en la retorta.84
Sin la ayuda de Dios ningún hombre puede construir,
Propio conocimiento también debe ser realizado.85
Una fuente se eleva desde mi tierra,
Y trae dos ríos allí para nacer,
Uno fluye hacia el sol naciente,
El otro donde se pone,
Dos águilas se elevan, sus plumas queman,
Así desnudas tierra abajo regresan,
Y aún nuevamente son emplumadas allí,
El sol y la luna sus sujetos/tema eran.” (G)
(A) Esto refiere al hecho de que la primer forma de la “piedra”, la así llamada
materia prima, es una forma enferma y estéril, desafortunada como el poema dice. Esta es la
forma corruptible del plomo, que es desechada cuando, como resultado del opus alquímico,
ella es nacida nuevamente una segunda vez.
(B) Todos los tres males, muerte, pobreza y enfermedad, son mencionados aquí.
81
Las cartas refieren a comentarios insertados por el Profesor Jung. Para evitar deshacer el poema, estas han sido
todas ubicadas al final.
82
En alemán es: “Und wardt in meinem wesen ausgelacht.”
83
En alemán es: “Inn unserm meisterlichen Stein”, literalmente: En nuestro piedra magistral.
84
En alemán es: “Dass er alle kranckheyt thut vertreiben / an Metallen / und Menschen Leiben.” Liretalmente:
que él puede desterrar toda enfermedad, en metales y en los cuerpos de los seres humanos.
85
En alemán es: “On Gottes hülff das niemand mag bawen / Dann der sich selbst kan durch schawen.”
Literalmente: Sin la ayuda de Dios nadie podrá construir esto, excepto él penetre, o ve a través, sí mismo.
61
(C) Ella es un hijo, y ese hijo es ella misma, y por lo tanto ella nació al mismo
tiempo, y es masculino y femenino, madre e hijo juntos. “Sie kam mit ihm selbander dar.”
Ella vino al mundo al mismo tiempo que lo hizo él.
(D) Esto necesita alguna elucidación. Madre e hija, padre e hijo deben todos ser
considerados como uno. Todas las figuras son uno y lo mismo, una figura que se engendra a
sí misma. La madre es la hija y su propia madre, el padre es el hijo y quien es también el
padre del padre. Y este ser uno ha sido devorado por la montaña, llevado al desfiladero de la
tierra. Esto os recuerda a “Lo Uno” en la “Tabula Smaragdina”, de la cual “su fuerza es
perfecta cuando se ha tornado hacia la tierra.”
(E) El indistinguiblemente Uno ha ido dentro de la tierra, el cuerpo, los Cuatro
están dentro del cuerpo. Recordarán que en los textos orientales86 también nos encontramos
con el problema de Uno conteniendo Cuatro. En el proceso alquimista, este es el estado de la
separatio
70
o divisio donde los cuatro elementos son engendrados. La separatio simboliza discriminación.
Uno trata de distinguir los cuatro aspectos de lo Uno. La discriminación es un acto de
consciencia. En la condición inconsciente, en la montaña, cada cosa es sin distinción posible
de lo uno. La consciencia está orientada hacia los cuatro puntos cardinales, su función de
acuerdo a cuatro categorías. Las cuatro funciones, como los cuatro elementos, se elevan desde
una incomprensible unidad. Los contenidos inconscientes, con el fin de volverse conscientes.
Deben también ser discriminados por todas las cuatro funciones. Los cuatro elementos son
nuevamente unidos y se convierten en “Lo Uno” en la piedra filosofal; el alma universal es
liberada, y la cabeza de dios restaurada. En meditación, en el estado de la coniunctio en el
opus alquimista, los Cuatro, esta es la extensión al mundo de la consciencia, es contenido, y
los cuatro elementos se convierten en Uno nuevamente. La piedra filosofal, el Sí Mismo, es
producido.
(F) Este seis es el doble de tres, que hace un símbolo muy conocido: la estrella de
David. Pero esta figura es para entenderla aquí en su simbolismo alquímico, el triángulo
superior es fuego y el inferior agua, un par de opuestos. Donde el fuego y el agua se
convierten en uno, hay una unio oppositorum, que es realmente una imagen de Dios, porque
Dios es la unión de opuestos. Fuego es en sí mismo un unidor de opuestos y es una muy
antigua imagen para Dios.
(G) Las dos águilas vuelan hacia arriba fuera de los arroyos y caen nuevamente
desnudas en la tierra.
Las imágenes en este poema son pura alquimia. La substancia milagrosa (como una
coincidentia oppositorum, una unión de opuestos) tiene el poder en sí misma de curar toda
enfermedad en los metales, esto es hacer los imperfectos metales perfectos, y sanar toda
enfermedad del cuerpo humano también. Así es un Salvador. Naturalmente esto sólo puede
ser producido por la ayuda de Dios, y esta ayuda es dada sólo al hombre que conoce y ve a
través de sí mismo, sólo tal hombre es capaz de producir la “piedra”. Ustedes recordarán los
pasajes de Ricardo de San Víctor87 e Hippolytus.88 Vimos allí que el que se conoce a sí
86
Cf. Notas de E.T.H., 1938–39.
87
Lectura II. Pág. 23 ff.
88
Lectura III. Pág. 29.
62
mismo está en el camino hacia Dios. La completa consciencia de uno mismo tiene un efecto
transformador.
Ahora serán capaces de tener alguna idea de lo que la alquimia verdaderamente
significa. “Una fuente se eleva en la tierra” significa que es desde mi cuerpo que un manantial
de primavera brota. Esta es una imagen que conocemos por en Nuevo Testamento, y es
posible que el pasaje en este poema haya sido inspirado de allí. Esto no es certero, pero es
suficiente para recordar que se habla de Cristo allí como el pozo de agua viva.89 Él mismo es
la fuente, o es desde su cuerpo que el agua viva surge. Como JUSTINO EL MARTIR dijo:
“Como una fuente de agua viva de Dios… ha este Cristo burbujeado.” Podríamos, por lo
tanto, casi asumir que esta idea de los alquimistas originada en el Nuevo Testamento –
frecuentemente la citan literalmente – pero no debemos olvidar que la idea del agua divina es
mucho más vieja que el Nuevo Testamento. El hydor theion, el agua divina, es una idea
básica en la alquimia griega; Berthelot la traduce como agua de azufre, porque la palabra
“theion” es también azufre. Pero los viejos alquimistas nada sabían acerca del azufre, lo que
ellos llamaban azufre era desconocido, una cosa milagrosa para ellos y así era designada
como divina.
Solo el hombre que puede ver a través de sí mismo puede construir esta piedra. Como
este conocimiento de sí, este conocimiento penetrante real de nuestro propio ser, no comete el
error de pensar que esto significa ver a través del ego. Entender el ego es juego de niños, pero
ver a través del Sí Mismo es algo totalmente diferente. La dificultad real yace en el
reconocimiento de lo desconocido. Nadie necesita permanecer ignorante del hecho de que
está esforzándose por poder, que él quiere volverse rico, que sería un tirano si tuviese la
chance, que es un buscador de placer, envidioso de otra gente, etcétera. Cada uno puede saber
tales cosas de sí mismo o sí misma, porque son solo conocimientos del ego. Pero el
conocimiento del Sí Mismo es algo completamente diferente, es aprender a saber de las cosas
que son desconocidas. Y cuando alguien a prende a saber de éstas, podrá decir de sí mismo
que es una fuente desde donde dos arroyos surgen; uno fluye hacia el Este, donde el sol sale y
el otro hacia el Oeste, donde el sol se pone. Estos son los opuestos que nosotros vimos en
nuestro poema, dos arroyos contrarios fluyen desde el hombre y dos águilas se elevan de
ellos. Éstas son las substancias volátiles para el alquimista, él las llama espíritus,
potencialidades espirituales. Ellas vuelan hacia arriba, caen nuevamente, desnudas, son
emplumadas nuevamente y vuela hacia arriba otra vez. Éstas son ideas que también
encontramos en la Tabula Smaradigma.
72
89
Cf. por ejemplo, San Juan IV. 10-15, y VII. 38.
63
LECTURA IX
17 de enero de 1941
DIBUJOS
Hay una solución en la retorta (1) en la que todas las substancias son disueltas.
Corresponde a la tierra y permanecen en el fondo. Un fuego (2) es necesario, por supuesto,
90
Profesor Jung releyó el poema de “Una fuente se eleva en mi tierra” hasta el final. Ver pág. 70.(acá deberemos
cambiar la página)
64
debajo de la retorta, con el fin de desarrollar el vapor. El agua caliente sube y desciende como
dos arroyos (3). Los vapores no substanciales o medio substanciales (4) suben por sobre el
nivel de la solución y son llamados espíritus o en griego pneumata. El significado original es
respiración/aliento, el Pneuma mueve el aire. Estos vapores al subir son a mundo llamados
pájaros, las águilas en nuestro poema por ejemplo. Vuelan hacia arriba, pierden sus plumas en
regiones más frías del aire, no son capaces de volar sin plumas, y por lo tanto descienden
nuevamente hacia la solución (5). Si ustedes miran tal recipiente sobre el fuego, verán que el
vapor se mueve hacia fuera hacia las paredes de la retorta, lo que causa el movimiento
circular que vimos en el Diagrama I. El vapor es forzado a bajar por la parte más alta de la
retorta.
La imagen de la retorta donde la materia es cocinada y transformada en vapor, en la
imagen básica de la alquimia. El alquimista observaba el cocinado de sus soluciones
innumerable veces y estaba completamente fascinado por ella, y volvía a ella otra vez en sus
escritos. Era todo lo desconocido para él, y cada vez el esperaba que
74
el milagro ocurriera. La idea es, por supuesto, purificar y refinar el vapor a tal extensión que
el pneuma o spiritus alcanzaría el más alto grado de sutileza. Para esto se requería destilar
muchas veces – miles de veces era dicho – para que el espíritu alcanzara el estado de la
substancia más pura. Las retortas eran colocadas una sobre otra para este propósito, y la más
alta era llamada la cabeza. Era esperado que, en la retorta más alta, la quinta esencia
apareciera, el más fino de todos los espíritus, en la forma de un fluido celeste. Esta es la
substancia correcta, por la cual el alquimista estaba buscando, y es en un sentido un extracto
del cielo. Este coelum philosophicum, el más sutil de todos los espíritus, es producido en la
retorta cabeza, donde también puede ser recogido. Este fluido no es agua ordinaria, por
supuesto, sino la más refinada y espiritual de las substancias, los alquimistas los llaman “aqua
permanens” o “aqua aeterna” (agua eterna). Los griegos lo llaman “hydor theion” (agua
divina), pero los transmisores árabes de la alquimia griega no reproducían la “theion”
(divina), porque estaba prohibido en el Corán. Ellos por lo tanto traducían el “hydor theion”
de los alquimistas griegos como “aqua permanens”.
Ya les he puntuado, que esta agua es realmente un agua bautismal, si nos gusta usar la
fraseología cristiana. Los alquimistas a menudo hicieron ellos mismos, en esto de que
hablaron de la aplicación de su agua milagrosa como si fuera una especie de bautismo, por el
cual el hombre era cambiado psíquicamente. Un hylikos se convirtió en Psychikos o aún en
un pneumatikos. Porque este agua contiene el Espíritu Santo, entonces el hombre al que se le
aplica es impregnado por el agua, por así decirlo en este primero es purificado, y luego el
Espíritu Santo es impartido a él, a través de la substancia purificada, y él es renacido en una
nueva forma. La iglesia católica aún usa este rito hoy en la forma del Benedictio fontis (la
bendición del agua bautismal), y el siguiente texto es leído, en el cual el Espíritu Santo es
invocado:
“Aquel que por una mezcla secreta de su virtud divina puede hacer esta agua
fructífera para la regeneración del hombre, hasta el fin de aquellos que han sido
santificados en el útero inmaculado de esta fuente divina, siendo nacida
nuevamente una nueva criatura, que puede venir con una descendencia celestial:
y que todo lo que está distinguido sea por sexo en el cuerpo, o por edad en el
tiempo, puede ser traído a la misma infancia por la Gracia, la Madre espiritual.”
En el texto latino es “divini fontis uterus”, así la fuente bautismal es concebida como
el inmaculado útero de la iglesia. Los alquimistas también llamaban algunas veces a su retorta
creativa útero; así ustedes ven que la concepción cristiana del agua bautismal se corresponde
casi exactamente a la alquímica. Es muy notable que esta concepción del agua divina haya
existido en la filosofía griega antes de los días de Juan el Bautista. Así que de ninguna manera
65
es imposible que esta idea encontrara su camino dentro de la temprana Iglesia a través del
sincretismo filosófico alejandrino, tal vez a través e la congregación de “Bautistas”, de las
cuales Juan el Bautista era el maestro o director. Esta gente era Sabians; un Mandaean, o
realmente un Gnóstico, secta que está aún en existencia alrededor de Basra y Kut el Amara en
Mesopotamia. Sus miembros tienen la peculiaridad de solo comer la carne de animales
ahogados en agua, a causa de sus enseñanzas: todo debe ser purificado y renovado por el
agua.
Hay otro poema corto del “Rosarium Philosoforum”, al que me gustaría llevar vuestra
atención. Este poema habla de un emperador en lugar de
75
una emperatriz, esto es, de la parte masculina del hermafrodita, nuevamente por supuesto la
piedra filosofal:91
“Aquí es nacido el emperador de todos los honores,
No puede haber por arriba de él nadie nacido,
Nacido del arte, o por los medios de la naturaleza,
Pero no a través del útero de ninguna criatura viviente. (A)
Los filósofos hablan de él como su hijo,
Y todo lo que hacen, es hecho por él. (B)
De él puede ser tenido lo que el hombre desea,
Él da buena salud que dura y no se cansa nunca,
Todas las joyas preciosas, él da, plata y oro,
Completa fuerza y juventud, pura, maravillosa y audaz.
Ira, enfermedad, pena y falta son todas transformadas,
Bendecido es el hombre que por Dios informado.”92
(A) La “piedra” no es producida por un nacimiento ordinario sino solo a través del
arte o a través de la naturaleza.
(B) Esto significa que es gracias a él o a su ayuda que los filósofos pueden alcanzar
lo que han logrado.
Pueden ver por este poema también, que la panacea es pensada como algo que puede
liberar la humanidad de esos tres grandes males, enfermedad, pobreza y muerte. Es
extremadamente peculiar, que esta substancia sea pensada como algo que se parece al
hombre, y como un ser bisexual. Uno registra en los viejos textos en vano buscando la razón
de por que es llamado un hermafrodita. Dan las así llamadas explicaciones, dicen por
ejemplo, que es porque es un niño del sol (masculino) y de la luna (femenino). Pero al fin y al
cabo todos los mortales ordinarios son también nacidos de padres masculinos y femeninos y
no son hermafroditas, así que ésta no es una explicación sino una mera racionalización.
Deberíamos esperar una explicación real que nos diera algunas pistas en cuanto a la historia
del término, así debemos girar hacia ese lado y seguir nuestros rastros con el fin de explicarlo.
Podemos encontrar letreros que nos guíen en los escritos alquimistas mismos. Ellos
frecuentemente citaron a las grandes autoridades que vivieron en los tiempos antiguos.
Hermes es el más citado a menudo, y luego de él Platón, particularmente su “Timaeus”. Este
libro es una de las principales fuentes que también son ocasionalmente, aunque pocas veces,
citadas por los alquimistas. Tal fuente es Empédocles (alrededor del 490-430 A. C.). Les leeré
un pasaje:93
“27. Allí (en Sphairos), uno no distingue los veloces miembros de Helios, ni la
complicada fuerza de la tierra, ni del mar. Muy preservados en la fuerte
91
Traducido de ROS.PHIL. en ART. AURIF. 1953. Pág. 359.
92
En alemán es “Selig ist der Mensch deme s Gott beschert.” Literalmente: Bendecido es el hombre a quien Dios
se lo da.
93
Traducido de EMPEDOCLES: Fragmento 27-29. DIELS I. pág. 237.
66
mazmorra de la armonía, yace el redondo Spahiros (Sphairos kykloterês),
contento de predominante soledad.
27ª. Sin discordia ni disputa indecorosa prevalece en sus miembros.
28. Pero era similar en todos sus lados e infinito en todos lados, el redondo
Sphairos (¡ídem!)
76
29. Porque dos ramas no surgen/se elevan de la parte de atrás, ni pies, ni
rodillas ágiles, ni miembros a favor de la creación, pero una esfera era e igual a
sí misma en todos sus lados.”
Evidentemente el Shapiros descripto aquí era un Dios mucho más dichoso (eudai
monestatos theos). Sphaira significa aquí esfera, y Sphairos es la forma masculina. No hay
dudas que la concepción de Empédocles influenció a Platón en su Timaeus. Les leeré tal
pasaje:94
“Porque, por esta causa y esta razón, él construyó un único todo”,
(Él habla aquí de un creador del mundo.)
“todos aquellos cuyas partes fueran todos, para ser perfectos, inmunes a la edad
y enfermedad.”
(Seres vivientes perfectos)
“Por su figura él dio lo que fue el montaje de un acorde con su naturaleza.
Ahora, para la criatura viviente que era para abrazar en sí a todas las criaturas
vivientes, la figura adecuada debe ser aquella que contiene todas la figuras en sí
misma. Por lo tanto él lo forjó en su torno esférico y redondo, con centro
equidistante desde las extremidades en todas las direcciones, la figura más
perfecta y uniforme de todas, juzgando la regularidad que está más allá de la
comparación más atractivo/hermoso que la irregularidad. Además él rodea su
superficie externa de una perfecta suavidad, y esto por muchas razones…. Fue
forzado por arte a alimentarse a sí mismo de su propios desechos, a actuar
completamente por sí mismo y ser actuado por sí mismo sólo. Porque el que se
forzó pensó que sería mejor ser autosuficiente que dependiente de cualquier otra
cosa….
Esto, entonces, fue todo el propósito del Dios que es por siempre el dios que
aún había de ser”,
(Específicamente este Sphairos)
“en acuerdo con el cual él lo hizo fluido, uniforme de punta a cabo, equidistante
de su centro, un cuerpo completo y perfecto, con perfectos cuerpos como sus
partes. Luego él desarrolló un alma en su centro, bajo presión a través del todo
y más lo envolvió alrededor de su cuerpo sin. Así él estableció un Cielo
redondo giratorio, uno, único, solitario, capaz, en su propia excelencia, de ser su
propio compañero, necesitando nada más allá de sí mismo, su propio conocido
suficiente y amigo. En todos estos aspectos él lo engendró un dios bendito.”
Esto es un verdadero hijo de dios formado por el creador del mundo, un “deuteros
theos”, un dios al lado del original y perpetuo Dios. Lo que Platón dice en el Symposion
acerca de las formas originales del hombre pertenece también a este respecto:95
“…Primero, entonces, los seres humanos fueron anteriormente no divididos en
dos sexos, varón y mujer; había también un tercero, común a ambos los demás,
el nombre que permanece, aunque el sexo en sí ha desaparecido. El sexo
andrógino, ambos en apariencia y en nombre, era común a ambos varón y
mujer; su nombre solo permanece, que trabaja bajo un reproche.
94
PLATON: “Timaeus y Critias”. Traducido al inglés por A. E. Taylo. Methuen & Co., Ltd. Pág. 29 f.
95
PLATON “El banquete”. Traducción de PERCY BYSSHE SHELLEY.
67
77
“En el período al que me refiero, la forma de todo ser humano esa redonda, la
parte de atrás y los lados se unían circularmente, y cada uno tenía cuatro brazos
y otras tantas piernas; dos rostros fijados a un cuello redondo, exactamente
iguales, una cabeza entre los dos rostros; cuatro orejas, y todo lo demás a partir
de tales proporciones es fácil de conjeturar. El hombre caminaba erguido como
ahora, en cualquier dirección que él quisiera; pero cuando él deseaba ir más
rápido hacía uso de todas sus ocho extremidades, y procedía un movimiento
rápido rodando en su forma circular, – como saltimbanquis, que, con sus
piernas en el aire, cae rodando y rodando. Consideramos la producción de tres
sexos apoyando esto, en el principio, el varón fue producido por el sol, la mujer
por la tierra; y aquel sexo que participaba en ambos sexos de la luna, en razón
de la andrógina naturaleza de la luna. Eran redondos, y su modo de proceder era
redondo, de la similitud que debe necesitar subsistir entre ellos y sus padres.
“Ellos también eran fuertes, y tenían pensamientos aspirantes. Ellos eran los
que iniciaban una guerra contra los Dioses; y lo que Homero escribe
concerniente a Ephialtus y Otus, que ellos buscaron ascender al cielo y
destronar a los Dioses, en realidad relata a esta gente primitiva. Júpiter y los
otros Dioses debatieron que era lo que debía hacerse en esta emergencia. Pues
ni podían prevalecer en ellos mismos para destruirlos, como tenían los gigantes,
con trueno, entonces la raza debería ser abolida; porque en aquel caso serían
despojados de los honores de los sacrificios que estaban en la costumbre de
recibir de ellos; tampoco podían permitir una continuidad de su insolencia e
irreverencia. Júpiter, con alguna dificultad habiendo deseado silencio, a lo largo
habló. ‘Pienso”, él dijo, “He planeado un método por el cual podremos, por
representación de la raza humana más débil, sofocar la insolencia que ellos
ejercían, sin proceder a su total destrucción. Cortaré cada uno de ellos a la
mitad; y así ellos serán de inmediato más débiles y más útiles en cuenta de sus
números. Caminarán erguidos en dos piernas. Si muestran aún más insolencia, y
no se quedan tranquilos, los cortaré al medio de nuevo, así se irán saltando en
una pierna.’
“Dicho así, él corta a los seres humanos a la mitad…..”
Ven aquí, que la idea de éste ser esférico era extendida a los seres humanos primitivos.
Platón les atribuye una forma completa, eran como Dios y, en temeridad titánica, ellos
iniciaron la guerra contra los dioses. La concepción alquimista del ser divino, aunque está
basada en Platón, difiere en un aspecto importante de otras concepciones, es este es dado a las
manos del doctor, químico, filósofo o artista para crear este ser divino.
En relación a esto, no puedo resistir llevar vuestra atención a algo más lejano.
Encontramos la idea del hermafrodita conectada con ciertas otras ideas religiosas, con
Dionisios, por ejemplo, y JULIUS FIRMICUS MATERNUS, un apologista cristiano del
cuarto siglo, cita una llamada mística perteneciente a los misterios báquicos (perteneciente o
relativo a Baco, dios del vino en la mitología clásica): “euoi dikerôs dimorphe.” Este ser “de
dos cuernos”, “dos figuras”, que es evocado, es un hermafrodita. Estos dos cuernos son
derivados de los cuernos de la luna y eran aparentemente una espina en la carne de Firmicus
Maternus. Su libro
78
estaba dedicado a los tres más Santos Emperadores, los tres hijos de Constantino el Grande, él
trató de incitarlos a erradicar los templos paganos. Escribe:96
96
Traducido de: JULIUS FIRMICUS MATERNUS: Liber de errore profanarum religionum (El libro de los
errors de las religions profanes). Cuarto siglo. Ed. Halm. 1867.
68
“Los cuernos no significan otra cosa que los venerables signos de la Cruz. Lo
uno apoya el mundo y sostiene a la tierra junta, y a través de la relación de los
dos, que corre lateral, el Este es tocado y el Oeste retenido; así todo el circulo se
estabilizaría triplemente”,
(El cuenta el rayo vertical como uno, y el horizontal como dos. Uno hubiese esperado
que el círculo se estabilizara cuatro veces, pero tuvo que ser tres veces.)
“y que los cimientos del trabajo unido debe ser hecho firme con raíces
inmortales.”
(La expresión “raíces” es una traducción de “rhizomata” de Empédocles, una forma de
expresar lo cuatro elementos. Ustedes recordarán los cuatro en “nuestra piedra magistral” en
el poema de la “Emperatriz” del “Rosarium”.97 Estas son las cuatro raíces de la piedra, y las
“raíces inmortales” son sin dudas cuatro.)
“… Estos son los venerables cuernos (o partes) de la Cruz, aquí está la pista
inmortal de la virtud sagrada, aquí la estructura divina del trabajo glorioso, Tú,
Cristo, con tus manos extendidas, tú soportas el universo y la tierra, el reino
celestial, en tus hombros inmortales descansa la salvación. Tú, Señor, cargas los
signos de la vida eterna, con la inspiración divina tú lo has presagiado a los
profetas: Isaías dice: ‘Contempla, un hijo es nacido entre nosotros, el gobierno
está sobre sus hombros, y su nombre es llamado: Mensajero del gran
pensamiento’.”
(Esta cita es de Isaías IX. 6. Pero es bastante diferente en nuestra Biblia.98)
“Estos son los cuernos de la cruz en los que el universo está uniformemente
apoyado y unido…”
Firmicus Maternus refiere a los cuernos como brazos de la cruz, que el diablo puso en
la cabeza de Dionisos. El quiere decir que los dos cuernos de Dionisos son una suerte de
anticipación diabólica de la idea de la cruz. Él insiste también que la cruz es triple. La forma
cristiana de la cruz se presta en cierta medida a la idea de tres; y debe ser tres, en cuenta de la
Trinidad siendo
79
el apoyo del universo, porque objetivamente la cruz tiene cuatro puntas y no tres. Esta
pregunta fue tomada nuevamente por el doctor medieval y filósofo Gerardus Dorneus. El
estaba muy entusiasmado con esto, y atribuye no solo dos sino cuatro cuernos al diablo.99 Fue
referido como la invención del diablo, que el mundo debería descansar en una cuaternidad,
porque esencialmente debe descansar en la Trinidad. Este es uno de los grandes misterios en
la psicología medieval. Yo he tratado el tema del tres y el cuatro en mis Lecturas Terry.100
97
Ver pág. 69 f. (ver cual es la que corresponde aquí)
98
El verso dice: “Porque entre nosotros un niño es nacido, a nosotros un hijo nos es dado: y el gobierno estará
sobre sus hombros: y su nombre será: Maravilloso, Consejero, El poderoso Dios, El Padre eterno, El Príncipe de
la Paz.”
99
Cf. C. G. JUNG: “Psychologie und Religion” (Rascher Verlag. 1940 Zurich.), pág. 110. (Esta referencia a
Dorneus fue una de las pocas incorporaciones hecha por el Profesor Jung, cuando su original MS en inglés fue
traducido al alemán.)
100
C.G. JUNG: “Psicología y Religión.” Prensa de la Universidad de Yale. 1938.
69
Hasta cerca del siglo dieciséis, la alquimia fue fundada en cuatro raíces, fue solo en
ese momento que el número tres comenzó a jugar un rol y a competir con el cuatro. La
cuaternidad básica va mucho más atrás en la historia de la alquimia, atrás hasta Mary de
Egipto, quien es algunas veces llamada Judía.101 Ella tenía un axioma: Uno se convierte en
dos, dos tres, tres cuatro y cuatro uno; y luego comienza todo otra vez desde el principio. El
proceso alquimista es completado en cuatro etapas, los viejos alquimistas griegos ya habían
descubierto esto. El número cuatro representa los cuatro elementos, y el proceso usualmente
se genera al elemento fuego. Cuando el proceso alcanza la naturaleza del fuego, lo más
caliente, lo más seco y el elemento más espiritual, el objetivo es, por así decirlo, logra, en ese
fuego componerse de todo. Esta idea del fuego de eterna vida retrocede hasta Heráclito (circa
540-475 A.C.); y corresponde también a la extra canónica frase de Cristo: “Quien está cerca
de mí está cerca del fuego. Él que está lejos de mí está lejos del Reino.” 102 Entonces la más
íntima naturaleza de Cristo es el fuego, el eterno fuego que es también el objetivo de la
alquimia. El dios Dionisos mismo queda bien en esta conexión, porque su naturaleza era
también de fuego. ¿Tal vez ustedes han visto la famosa antigua cabeza de Dionisos, donde un
mechón de su pelo es también fuego? Encontramos la misma idea en el Nuevo Testamento,
cuando lenguas de fuego bajan del cielo y se apoyan sobre cada uno de los apóstoles,
llenándolos del Espíritu Santo, el fogoso aliento del Pneuma.
80
70
LECTURA X
24 de enero de 1941
Tal vez encontraron la última lectura en cierto modo difícil, pero fue necesaria para
darles un tipo de sondeo general de las ideas alquimistas tanto del significado como del
objetivo de su trabajo, y esta estructura llega muy atrás en la historia. Como vieron tuvimos
que irnos hacia atrás hasta Empédocles, con el fin de entender donde los símbolos peculiares
se originaron, los cuales los alquimistas usaron para expresar sus ideas acerca del ser
completo o perfecto. Este ser perfecto es una concepción de lo/un óptimo de la vida, y es
simbólicamente representado como un ser todo redondo. Lo último cuidadosamente relatado
al Sphairos de Empédocles, y al ser redondo primitivo de Platón. Esta deducción no es una
opinión arbitraria, porque los alquimistas mismos a menudo referían al “Timaeus” de Platón
como la fuente de sus ideas.
Hoy giraremos hacia otro aspecto de nuestro tema. Espero que ustedes ya se den
cuenta cuan extraordinariamente complicada es la alquimia, en ambas la manera en que los
alquimistas piensan y sus perspectivas; y probablemente estarán sorprendidos, que yo, como
un psicólogo y psiquiatra práctico, me preocupara con un tema tan extremadamente peculiar.
Pero como saben, he venido trabajando durante muchos años en la psicología de lo
inconsciente, y fue lo enigmático y desconcertante de la estructura del inconsciente lo que me
trajo a la alquimia, tanto como el estudio del Yoga y de los ejercicios Ignacianos. En el caso
de la alquimia, sin embargo, este hecho necesita una explicación más a fondo. No me
embarqué en este complicado y abstruso material desde el principio, pero en el transcurso del
incremento de la experiencia, cerca de diez o más años atrás, comencé a investigarlo.
El primer estímulo fue provisto por un caso peculiar, que les esbozaré brevemente.103
No fue, por supuesto, el único, he visto una gran cantidad de tales casos en mi práctica, pero
éste fue el que me dio mi primer y más fuerte incentivo para estudiar la alquimia. Fue el caso
de una mujer americana, con una educación académica, cerca de 50 años de edad, quien, en el
curso de los años, fue gradualmente llegando a una especie de punto muerto; en parte por su
edad, y en parte porque ella era un ser humano moderno. Temprano en la vida ella tuvo muy
pronunciadas opiniones en religión, pero gradualmente se convirtieron en poco eficaces.
Entonces ella comenzó a buscar y esto la trajo a la psicología. Como sucede a menudo en esa
edad, ella comenzó a soñar con su juventud, y al mismo tiempo desarrolló un deseo de visitar
la tierra de nacimiento de su madre, donde nunca había estado. Su madre nació en un
81
país del norte europeo, pero había emigrado a Norte América. En la visita al país de su madre,
mi paciente tomada por la fuerza de un deseo de pintar el paisaje, que ciertamente se puede
pintar mucho, y por primera vez en su vida ella tomó a la pintura. No tenía un talento especial
en esta dirección, pero encontró gran satisfacción en el intento. Cuando ella se fue de allí y
vino a Zurich, todavía estaba llena de sus impresiones y siguió pintando, esta vez
necesariamente de memoria. Comenzó entonces a producir pinturas que tenían poca
semejanza con la naturaleza, a la naturaleza externa de todas formas.
103
Este caso es descripto más complete en C. G. JUNG: “Los Arquetipos y el Inconsciente Colectivo”, “Un
estudio en el Proceso de Individuación” pág. 290 ff. En alemán: “Gestatungen des Unbewussten”, “Zur Empire
des Individuations-prozesses”, pág. 95 ff.
71
La primer pintura que ella produjo, todavía trabajando conmigo, era una vista de la
orilla del mar. (ver boceto I)104 Hay rocas grandes en el primer plano, y ella
Boceto I
(Los bocetos podemos escanearlos del seminario o del libro de Trotta, para incluirlos)
misma está parada con la mitad de debajo de su cuerpo atrapada en la roca. Esta roca, y
algunas otras, tienen cavidades, que las hacen parecer como huevos cortados en la mitad, con
semillas en el centro. También son diferentes en colores a otras rocas. Un fuerte viento viene
de un agujero en el cielo, y vuela su pelo para atrás. Ella trataba al principio simplemente de
pintar la orilla del mar y las rocas, pero, porque su memoria visual no era lo suficientemente
fuerte, la pintura se hizo simbólica bajo su mano, y se volvió algo curioso. Luego ella tuvo
una fantasía: pasé yo con una varita mágica, y la rescaté de las rocas. Esto fue una especie de
visión y no aparece en la pintura. Aclaré para ella que psicológicamente estaba en una muy
desagradable situación, atrapada en la roca como en la
82
pintura, y que yo no tenía una varita mágica, así que ella debía enfrentar el problema de cómo
podría liberarse ella misma. Le sugerí que continuara con las pinturas, las cuales le mostrarían
probablemente una forma de salir de su dilema.
La próxima pintura nuevamente representa cadena de rocas y el mar; pero ahora un
rayo dorado ha golpeado las rocas y ha liberado una roca redonda. (Ver boceto II) Este es su
rescate, ella ha escapado como una piedra.
La próxima pintura fue muy curiosa, porque la piedra se había convertido en una esfera,
suspendida en el espacio, rodeada de un anillo de mercurio ondulante, pareciéndose a Saturno,
(ver boceto III) con el número 12 en ella. Arriba hay una víbora de oro que se está acercando
a la esfera. Esto es evidentemente el rayo dorado, que la liberó, y que aparece nuevamente
aquí como una víbora dorada. Ella me dijo que la imagen le recordaba a un sueño, que ella
tuvo bajo éter (anestesia) en una operación algunos atrás. Tales sueños narcóticos son
usualmente muy importantes, porque naturalmente la gente, que se somete a una operación,
está a menudo ocupada con el pensamiento de la muerte, el cual constela un correspondiente
contenido intenso, que luego aparece en tal sueño. Mi paciente me dijo que había habido una
esfera redonda en su sueño de éter, con una banda alrededor de su ecuador. Ésta banda estaba
formada por mercurio, y rotaba de tal forma que tenía zonas donde se ensanchaba y zonas
donde se angostaba. Había 12 puntos de condensación, y cada punto representaba un época en
la historia, tal vez varios siglos y era caracterizado por un gran hombre. Esto es de alguna
manera la misma idea que encontramos en Persia, la idea zorostriana (Zorostrianismo:
religión india antigua, fundada por Zaratustra) del Saoshyant, el salvador del mundo que
aparecerá cada 1000 años. O en el Islam como la figura de Chadir, que también aparece
periódicamente. Ustedes conocen el poema de Friedrich Rückert donde el Cahdir dice:
“Und wieder nach 500 Jahren
Kan ich desselben Wegs gefahren.”
(Y nuevamente cuando 500 años hayan pasado,
Vendré, viajando por el mismo camino por fin.)
104
Sólo las líneas principales de estos dibujos han sido reproducidas. Para reproducciones fotográficas ver: “Los
Arquetipos y el Inconsciente Colectivo” pág. 292, Pinturas 1 a 5, y “Gestaltungen des Unbewussten” pág. 96,
Tafeln 1 bis 4 y 6.
72
Boceto II
Boceto III
La paciente dijo que había nacido a la medianoche, o al menos entre las 12 y la 1, así
que 12 era por decirlo de alguna forma su número. Evidentemente el 12 refiere al momento de
su nacimiento. Hablando astrológicamente, este es su momento absolutamente individual, el
signo esencial de su personalidad. Pero ella no podía decirme por qué la banda era mercurio,
simplemente tuvimos que aceptarlo como un hecho.
La víbora de oro, que estaba acercándose a la esfera, era de alguna forma desagradable
para ella, porque ella temía que fuera a abrazar la esfera, después de la manera de la banda de
mercurio, y que nazca algo de esto. Ella tuvo una tenue remembranza del huevo del mundo
Órfico, el cual estaba rodeado por una serpiente, pero ella sabía muy poco de mitología. Ella
estaba solo preocupada de que la víbora tuviese alguna intensión maléfica.
La próxima pintura justifica su sospecha (ver el boceto IV). La esfera se ha abierto en
la parte alta y la víbora está entrando, su cabeza primero. La víbora se ha hecho negra, lo que
cuenta para el miedo de mi paciente: el negro representa lo maléfico. Todo ha cambiado de la
forma más peculiar. El mercurio está ahora revistiendo la esfera, y
Boceto IV
84
forma una imagen triple, conteniendo una especie de semilla que hace al cuarto.
Aparentemente esto representa un proceso de crecimiento.
Luego llegamos a la última pintura de la serie (ver boceto V), la víbora se ha retirado y
está ahora debajo de la pintura, la esfera se ha cerrado nuevamente, conteniendo el mercurio,
y la imagen triple se ha convertido en una cuaternidad. Cuatro remolinos rodean la esfera en
el centro (la quinta esencia). Fue la invasión de la víbora la que provocó la cuaternidad.
Boceto V
73
Las pinturas, en este viejo libro, me recordaron vagamente a mis pacientes. Luego leí
el tratado, pero me dejó confundido sin esperanza. No pude encontrar sentido de la peculiar
mezcla de las recetas químicas, el simbolismo y la ideas filosóficas.
85
Pero de vez en cuando me encuentraba con oraciones esperanzadoras, aparentemente
destinadas a mantener el interés o el coraje del lector. Por ejemplo, el consejo para estudiar
los libros de los filósofos: “lege de parte in partem”, mostrando que uno debe leer muy
cuidadosamente un pasaje para pasar al siguiente. Y más: “Magnam habeat librorum copiam
philosophus” (el filósofo debería tener un gran número de libros); y: “Liber librum aperit” (un
libro abre al entendimiento de otro).
Me di cuenta allí que sería necesario leer una gran parte de los libros alquímicos, y
pronto llegué a un tratado por un filósofo del siglo dieciséis, BERNHARDUS
TREVISANUS: “De secretissimo philosophorum opere Chemico”. (Concerniente al más
secreto trabajo químico de los filósofos.) Este tratado es interesante, en él el autor nos cuenta
como buscó y trabajó toda su vida, y aún así no tuvo éxito en encontrar la tintura correcta, y
yo encuentro esta confesión muy placentera. Después de todos esos años el hizo el
descubrimiento (que debería haber hecho al comienzo), esto es, se dio cuenta que debía
estudiar la literatura. Entonces comenzó a leer el “Turba Philosophorum” (la asamblea de los
filósofos). Este libro está escrito en forma de una reunión de los filósofos griegos, cada uno
explica en su propia forma como entienden el trabajo alquímico. Hay muchos nombres
famosos entre ellos (naturalmente pseudo nombres), pero muchos de ellos han sido
distorsionados por los copistas árabes. Habiendo leído este libro Trevisanus da sus propias
interpretaciones de su significado, y nos dice lo que él piensa que debe ser hecho. Él dice que
fueron los dichos de PARMENIDES los que lo han iluminado más, y es entre éstos que
encontró lo que lo guió a su objetivo. Él nunca asegura haber hecho oro, o la Piedra Filosofal,
pero dice que ha llegado a su objetivo. Tomo esto como una pista y leo los “sermones” de
Parménides. Les leeré algunos fragmentos:105
(11). Parménides: “…Por lo tanto explora los libros siempre y nuevamente, así
podrás conocer la naturaleza de la verdad… Contempla por lo tanto la palabras
del sabio, como completaron todo el trabajo con estas palabras, en ellas ellos
dijeron, que la naturaleza se regocija en la naturaleza, y que la naturaleza
contiene a la naturaleza irrevocablemente.”
Él está citando una versión de la oración de Demokritos aquí: “La naturaleza deleita la
naturaleza, la naturaleza conquista la naturaleza, y la naturaleza gobierna la naturaleza.”
“En estas palabras, por lo tanto, completen vosotros el trabajo completo…. ¡O
vosotros naturaleza divina, vosotros que ante la pista/el indicio de Dios
multiplica la ‘naturaleza de la verdad’! O tú fuerte naturaleza, ¡tú que concretas
las naturalezas y permites a las naturalezas de ellos disfrutar y ser felices! Para
esto en particular Dios ha garantizado una fuerza, que el fuego no posee….”
El fuego del que habla es el fuego que los alquimistas usaron para sus procesos; pero
es el poder de Dios, y no el fuego, que logra el trabajo. Estos pasajes naturalmente me
estimularon considerablemente, y continué leyendo. Los siguientes pasajes están a nombre de
“Mundus”, quien es sin embargo meramente necesitado en la forma en que los transmisores
árabes y latinos mutilaron el nombre “Parménides”.
(18) “…Porque a través de estos procesos el espíritu es substanciado y el cuerpo
transformado en espíritu….
(47) “…. Pero los viejos filósofos creyeron, que él, quien ha transformado oro
en ‘veneno’, ha ya alcanzado el oro, y que él, quien no puede hacer esto,
permanece en el vacío/la inconsciencia (para lo psicológico). Pero les digo a
105
Traducido por J. RUSKA: Turba Philosophorum. Pág. 188 ff. Cf. este volumen pág. 42.
74
ustedes, todos vosotros hijos de la doctrina, que si vosotros no refináis todas las
cosas a través del ‘fuego’ hasta que estas cosas asciendan como ‘espíritus’,
vosotros permanecéis en el vacío/ inconsciencia. Esto entonces es el espíritu,
escapando del fuego”,
Esto significa que el fuego no puede destruirlo.
“y un pesado humo, que regocija el cuerpo cuando penetra en el cuerpo. Pero
todos los filósofos han dicho: ‘Toma el negro, viejo espíritu, y destruye y
tortura los ‘cuerpos’ a través de él, hasta que hayan cambiado’.”
Luego hay un sermón más lejano:
(62.) “Todos los exploradores del arte, se hace necesario que sepan, que
cualquier cosa que los filósofos hayan reportado y prescripto, específicamente
el ‘caracol púrpura’, y las raíces “celidonia’ y ‘kermes’, son una.”
Los filósofos no deben ser perturbados por los muchos nombres, porque todos son uno
y la misma cosa.
(Respetamos que algunos números tengan punto y otros no? Los puntos suspensivos que a
veces sean tres y otras cuatro? Me pregunto si es error de tipeo o si tiene un sentido)
“No se preocupen por lo tanto por la multiplicidad de las cosas.”
Muchas substancias no son necesarias.
“Porque uno (solo) es el color de los filósofos, a pesar de que le dan el nombre
que ellos quieren, y, suspendiendo su nombre real, lo han llamado negro,
porque está recogido por ‘nuestro Pelagus’.”
Esto significa que la negrura/oscuridad es recogida de “nuestro mar”.
“Y sepan vosotros, que los viejos sacerdotes no consideraron apropiado poner
ningún material artificial en sus altares; entonces teñían con el color Tyrian del
caracol púrpura, con el fin de no poner nada sucio o impuro en sus altares que
debían ser venerados y conservados puros.”
Esto es que usaron púrpura real.
“Pero nuestro color Tyrian, que ellos tenían en sus altares y tesorerías, es de un
olor más dulce y más puro de lo que me es posible describir; (un color) que es
recogido de nuestro rojo, más puro ‘mar’, y que tiene un olor placentero, es
hermoso, y no es ni sucio ni impuro cuando se descompone.”
Este olor dulce es frecuentemente aludido en los escritos alquimistas, y es también
encontrado, como una cualidad del Espíritu Santo, en la literatura del Sincretismo Helénico.
Estas dos literaturas están directa e históricamente conectadas.
“Y sepan vosotros, que lo hemos llamado por muchos nombres que son todos
verdad; tomen el trigo como un ejemplo con el fin de entender; es suelo y luego
es llamado por otro nombre.”
Es luego llamado harina de maíz.
“Y cuando ha pasado por el tamiz, es dividida en varias substancias, de la cual
diferentes tipos de panes surgen, cada uno teniendo un nombre diferente. Aún
todos estos cereales son llamados por un único nombre, y luego discriminados
por varios nombres. Así reconocemos nuestro (color) Tyrian en cada etapa de
su proceso, con el nombre de su color.”
Esto significa que su apariencia cambia de vez en cuando, y recibe diferentes nombres,
pero no debemos engañarnos, es un asunto de uno y la misma substancia. Leemos en el
último sermón:
“Sepan vosotros, todos los exploradores de este arte, que la ‘cabeza’ es todo”
La palabra latina “caput” significa cabeza, pero también principio, fuente fundamental,
comienzo. El “caput mundi” es el comienzo del mundo. Es posible, por lo tanto, que sea la
75
fuente principal que es todo pero que puede ser realmente la cabeza, porque lo último ha sido
comparado, por los alquimistas mismos, con la cabeza de Osiris la cual fue pescada del mar.
“Él que no posee esto, no tiene beneficio de nada que él ennoblece. Por lo tanto
los maestros han llamado aquello, con lo cual está completo, lo ‘vivo’. Porque
no es que varias naturalezas ennoblezcan aquella 'cosa', sino solo un único y
apropiado uno, que debe ser manejado con cuidado; porque muchos han ido por
el mal camino debido a la ignorancia del proceso. No se preocupe, por lo tanto,
de la multiplicidad de combinaciones, ni de aquello que los envidiosos han
escrito en sus libros, porque la naturaleza de la verdad es solo una, a través de la
cual lo natural es cambiado; porque el secreto, que está oculto dentro de la
naturaleza, no es visto ni sabido por alguien, salvado por un hombre sabio. Él
que procede con cuidado, y sabe su ‘aspecto’, saca de esto esa naturaleza que
derrota todas las naturalezas. Luego las palabras del maestro sucederán: La
naturaleza deleita la naturaleza, la naturaleza derrota la naturaleza, la naturaleza
gobierna la naturaleza.”
Esta es otra versión de la oración de Demócritos.
“Y aún así no hay diferentes naturalezas, o varias, sino solo una, que tiene la
fuerza de todas en sí misma, a través de la cual sobresalen las otras cosas. ¿No
veis tú que el maestro comenzó con uno y terminó con uno? Luego él llamó a
aquellas unidades ‘el agua de azufre’, la cual conquista la naturaleza.”
Bernahardus Trevisanus encontró algo en estos “sermones” de Parménides, que lo
iluminaron acerca de todo este arte misterioso. A la edad de sesenta él encontró, a través del
estudio de libros, lo que había estado buscando en otro lugar toda su vida. Mientras yo estaba
preguntándome si también había aprendido algo vital, mis ojos cayeron al final de la Turba
donde decía: “quórum dicta insipientibus sunt occulta”. (Estas palabras están escondidas al
ignorante.) Así que me dije a mí mismo: “Bueno, debo pertenecer a los ignorantes”, porque
yo de ninguna manera estaba seguro de lo que Trevisanus había visto. Pero no me dejé
desalentar, y seguí leyendo estos tratados, muchos de ellos solo en forma manuscrita y
desperdigados por todo el mundo; pero ahora estoy familiarizado con todos los autores
principales. Tuve que inventar un método con el fin de descifrar estos textos y alcanzar su
significado. Hice un catálogo de todos los símbolos peculiares que ellos usan, y hacer notas
de las conexiones en las que estos símbolos ocurrían. De esta forma gradualmente tuve éxito
en descifrar el lenguaje simbólico peculiar.
Debo ahora darles un pequeño resumen de la historia de la literatura de la alquimia,
con el fin de que tengan alguna idea del material con el que estamos tratando. Encontramos
los más antiguos rastros de la alquimia en Egipto. Un libro acerca de experimentos químicos
es mencionado en el catálogo de la biblioteca en el templo de Hours en Edfu. Esta referencia
no es posterior a la época de Ptolomies (alrededor del 300-100 A.C.). También hallamos
alquimistas persas, OSTANES, mencionado en el libro griego más viejo de literatura
alquimista
88
quien probablemente vivió en la época de Alejandro el Grande (cuarto siglo A.C.) o
posiblemente aún anterior. Luego escuchamos de un historiador siciliano, llamado
DIODORUS SICULUS, que Isis tenía en posesión un elixir de la vida, un “pharmacon
athanasias”, una medicina de inmortalidad. Siculus escribió cerca del 50 A.C., en la época de
Julio César; y en India el gramático PATANJALI, quien vivó en alrededor del 150 A.C.,
menciona dos alquimistas.
Hay distintos rastros de una ya bien establecida alquimia en el primer siglo A.C. en
China; pero el primer tratado real chino el cual poseemos es el de WEI PO-YANG, quien
76
escribió cerca del 140 D.C. Su tratado ha sido traducido al inglés106 y él dice algo muy
agradable en el epílogo. Se describe a sí mismo como “un modesto hombre del país de Kuai,
quien no tiene amor por el poder de este mundo, gloria, fama o adquisiciones, que desperdicia
sus días (dice leading pero creo que puede ser “leaving”, porque si no carece de sentido)
viviendo una simple, tranquila, sin prisa y pacífica vida en retiro en un valle poco
frecuentado.” Fue en este valle que Wei Po-Yang vivió y trabajó, aunque él se convirtió, por
supuesto, en una figura legendaria. Alejado del estilo chino, la tendencia de pensamiento,
revelada en su tratado, no difiere en ningún aspecto de la alquimia alejandrina; lo cual es
curioso, porque uno no podría probar ninguna conexión histórica entre los dos, así que
debemos asumir que es materia de verdades eternas.
Los más tempranos textos alquímicos occidentales, que poseemos, son de origen
griego-egipcio. Estas dos tradiciones están muy confundidas, y han dado lugar a aquella
mezcla peculiar de ideas de las que mucho (también en nuestra religión cristiana) ha surgido.
Entre los autores griegos-egipcios más antiguos y sus escritos debo mencionar a:
DEMOKRITOS,107 ustedes recordarán el pasaje de la naturaleza que es tan a menudo citado;
COMARIUS,108 el Arcipreste, quien enseñó a Cleopatra; y un tratado llamado ISIS TO
HORUS,109 el cual Isis la profetiza dirige a su hijo Horus. Estos tratados pertenecen a
alrededor del primer siglo y son los más antiguos que poseemos. El PAPYRUS OF
LEYDEN110viene de aproximadamente el tercer siglo D.C. y consiste principalmente en
oraciones mágicas, y recetas para hacer oro y forjar oro. Muchas de estos viejos textos se
recogieron en el famoso CODEX MARCIANUS (alrededor del siglo once) el cual está en la
biblioteca de San Marco en Venecia. BERTHELOT, el científico francés, publicó una gran
cantidad de estos tratados hace relativamente poco (1887-88) en su “COLLECTION DES
ANCIENS ALCHIMISTES GRECS”, incluidos los escritos de ZOSIMOS,111 tercer siglo D.
C. Berthelot también da algunos textos bizantinos, OLYMPIODORE,112 LE CHRETIEN,113
STHEPHANUS (¿de Alexandria?) etc.
89
Estas son nuestra fuentes directas principales de la Alquimia Griega, pero también hay
una alquimia griega que nos llega a través de los árabes. La mayoría de éstos textos árabes
fueron traducidos al latín cerca de los siglos once y doce, aunque algunas de éstas
traducciones se dice que son datadas del siglo décimo. GERBERT OF REMIS, quien murió
en el 1003 D.C., se dice que ha hecho alguna de éstas traducciones. Él fue más tarde POPE
SILVESTER II., y, de acuerdo a una leyenda, él mantuvo una cabeza de oro en un pecho, una
clase de oráculo, que respondía preguntas. Escuchamos de “los niños de la cabeza de oro” de
Zosimos.114 LA “TABULA SMARAGDINA”,115 como ustedes han visto, vino a nosotros a
través de los árabes, y también un particularmente interesante tratado: TRACTATUS
AUREUS HERMETIS; los siete libros de HERMES; el “LIBER QUARTORUM” (el cual es
atribuido a PLATON) y varios otros textos.
106
ISIS, un Análisis Internacional consagrado a la Historia de la Ciencia & la Civilización. Nº 53. (Vol. XVIII.
2) “Un antiguo tratado chino de alquimia titulado Ts’an T’ung Ch’i.” Escrito por WEI PO-YANG cerca del 142
D.C. traducido al inglés por Lu-Ch’iang Wu. Con introducción y notas de Tenney L. Davis. Pág. 261.
107
BERTHELOT: Achimistes Grecs. II. 1. Pág. 43 ff.
108
IDEM. 1. c.: IV. XX. Pág. 278 ff.
109
IDEM. 1. c.: I. XIII pág. 31 ff.
110
IDEM. 1. c.: Introducción. I. pág. 3 ff.
111
BERTHELOT: Alch. Crecs. III. 1. Pág 117 ff.
112
IDEM. 1. c.: II. IV. Pág. 75 ff.
113
IDEM 1. c.: VI. I. pág. 382 ff.
114
IDEM. 1. c.: III. X. 1. Pág. 146.
115
Ver este volume, pág. 55 ff.
77
90
78
LECTURA XI
31 de enero de 1941
79
Con el siglo decimosexto llegamos a la época de las colecciones de escritos
alquímicos. No sabemos si los manuscritos fueron ensamblados en volúmenes, yo no he visto
nunca tal volumen, pero un buen número de éstas colecciones aparecieron con la edad de la
imprenta. Tres de los más viejos son: “De Alchemia” impreso en Nürnberg en 19541;
contiene la primera edición impresa de la “Tabula Smaragdina”. Otra colección fue impresa
en Basilea en 1561: “Verae Alchemiae”. Tract. Coll. y el “ARTIS AURIFERAE” (dos
volúmenes) los cuales fueron impresos por primera vez en 1572. Contiene el Rosarum
Philosophorum”, el “Turba Philosophorum” y algunos otros de los textos que veremos más
tarde.
La primer gran colección es la “THEATRUM CHEMICUM”, hay una copia en la
Librería Central de Zúrich. Consiste en seis volúmenes que se extienden en la segunda mitad
del siglo decimo séptimo. Un buen número de colecciones aparecieron en esa época, pero la
mayoría de ellas están incluidas en el “Theatrum Chemicum”. El llamado “Musaeum
Hermeticum” (1678) es especialmente interesante por el aspecto filosófico de la alquimia. La
“Bibliotheca chemica” del DR. MANGET’S, dos volúmenes en páginas, es la culminación de
todas estas colecciones y la apoteosis de conclusión.
En Inglaterra, Elias Ashmole (1617-92), fundador de la Biblioteca de Ashmolean en
Oxford, hizo una colección de escritos de alquimistas británicos en el “THEATRUM
CHEMICUM BRITANNICUM”; y tratados alemanes fueron reunidos de la misma forma,
por Scholz en la mitad del siglo decimo octavo. Una de las más tempranas de estas
colecciones, el “Aureaum vellus” (El vellón de oro), por SALOMON TRISSMOSIN, fue
impresa en Roschach (Suiza) en 1598. Esta edición también contiene la historia de la vida del
autor.
La literatura alquímica comienza a degenerarse en el siglo decimo séptimo y
prácticamente llega a su fin en el siglo decimo octavo. Con algunas excepciones, los tratados
se volvieron más y más inútiles (sin valor) en la época de la iluminación. Una de estas
excepciones es el tratado de un Padre Benedicto A.J. PERNETY,117 quien resume toda la
mitología antigua desde un punto de vista alquimista. Estaba muy satisfecho con la forma en
que la mitología se prestó a sí misma a la interpretación alquímica. Pero él no se dio cuenta
que la alquimia se había originado en gran parte
92
en la mitología, así que era naturalmente bastante fácil traerla nuevamente a su forma original.
El libro es interesante en este sentido.
Aunque la literatura de la alquimia cesó en una forma directa, la ideas alquimistas
continuaron produciendo efectos. La más grande obra alquimista de este tipo es la segunda
parte del “Fausto” de GOETHE, que surge del espíritu mismo de la alquimia. Encontramos un
más reciente eco en “Prometheus & Epimetheus”, de nuestro poeta suizo, CARL
SPITTELER. Recordarán la historia del tesoro traído a la tierra por Pandora, 118 este tesoro
juega el rol de los “lapis philosophorum”. Uno podría también mencionar a GUSTAV
MEYRINCK en relación a esto, autor de “El Golem” y “El rostro verde”. Él tradujo un
tratado que fue erróneamente atribuido a Tomás de Aquino. En su introducción a esta
traducción, Meyrink describe sus propias experiencias alquimistas con un gran grado de
humor voluntario. No es una historia muy sabrosa, pero él estaba realmente convencido de
que estaba en el camino a hacer oro. Compró una letrina vieja y extrajo la capa más baja de su
contenido y la puso dentro de la retorta. Luego selló la poco apetitosa mezcla herméticamente,
de acuerdo con las recetas de los alquimistas. Eventualmente la cubierta voló en su cara, pero
había una sustancia amarilla en la retorta y él estaba convencido que esto era un pre-estado de
oro. Esto está bastante en el estilo medieval.
117
A.J. PERNETY: Les Fables Egyptiennes et Grecques. 1758.
118
CARL SPITTERLER: “Prometheus y Epimetheus.” (traducción inglesa.) Jarrolds. Londres, pág. 113 ff.
80
Hay una historia aún más medieval que tomó lugar bastante recientemente en
Inglaterra. Esta es la conmovedora historia de la Sra. Atwood, que su nombre de soltera era
Mary Ann South. Ella era la hija de caballero de campo inglés, y vivió con su padre por
muchos años en la sede de campo de él. Tenía una espléndida biblioteca, que contenía mucho
tratados alquimistas antiguos. Ella era evidentemente muy inteligente y muy bien leída. No sé
cuales experimentos emprendieron juntos, pero de todas formas ambos leyeron una gran
cantidad de los antiguos textos latinos. Esto es absolutamente en el estilo de los viejos
filósofos, en la antigüedad y el las Edades Medias; este padre e hija eran un par, tal como
Zosimos y Theosebeia, o Nicholas Flamel y su dama Peronelle y muchos otros. El padre
jugaba el rol del viejo hombre sabio y la Srta. South era la hija-alumna adquiriendo sabiduría.
Luego de doce años de estudio ella había ganado una profunda percepción, y su padre
propuso que cada uno debería escribir un libro y publicar los secretos que habían descubierto.
Como no querían influenciarse el uno al otro, se retiraron a alas separadas de la gran casa y
escribieron separadamente. Ella produjo un trabajo intelectual e ilustrado, mientras que él
escribió en verso. Su volumen estuvo finalizado primero, y le entregó un grueso manuscrito a
su padre. Como él no había culminado aún, decidieron publicar su libro primero. Éste
volumen fue hecho en 1850 pero cuando cerca de 100 volúmenes estaba ya el las manos de
los vendedores de libros, el hombre viejo de pronto temió que ellos traicionaran los misterios.
Este es el viejo miedo de los alquimistas, ellos podrán decir poco , dejar caer pocas pistas,
pero en ningún caso dirán mucho, o serán maldecidos por Dios y lanzados al infierno. El viejo
South fue atrapado por este miedo en la forma completamente medieval, así que persuadió a
su hija de retirar la edición y, tanto como fue posible, compraron nuevamente todos los
volúmenes ya distribuidos. Luego arreglaron un auto-da-fé, y quemaron todos los libros; el
viejo cubrió la
93
pila con su manuscrito. Solo una docena de sus versos han sido preservados, los cuales fueron
citados por su hija, pero juzgando por ellos, el manuscrito no fue una gran pérdida. Ella no
siguió escribiendo luego de esto; y después de la muerte de su padre, su inspiración fracasó
completamente. En su desesperación se casó con un clérigo, el Sr. Atwood, pero descuidando
la parroquia de él y continuando la lectura. No tuvo éxito, sin embargo, en convertirse en
Annie Besant o en una Madame Blavatsky, a pesar de que vivió hasta la edad de 93 y murió
en 1910.
Unas pocas copias de su libro habían escapado al fuego, y en 1918 un amigo de la
alquimia lo hizo imprimir nuevamente, y fue reimpreso en 1922. He leído el libro, que es
llamado “Una indagación sugestiva en los misterios herméticos”, y no vi una razón particular
de por que haya tenido que ¡ser quemado o preservado en el olvido! No es de ninguna manera
poco inteligente pero ciertamente no traiciona ninguno de los misterios. Es realmente, en
común con la mayoría de los tratados alquimistas, un intento de decir lo que el autor no
conoce; y esto es siempre interesante, porque salen cosas que son desconocidas para el autor.
Es extremadamente intuitivo y emocional, deberíamos decir en lenguaje psicológico, que fue
escrito por un animus rebosante.
Podemos decir que los South fueron los dos últimos alquimistas, aunque tal gente aún
existe. Cuando yo publiqué un artículo de alquimia unos años atrás, recibí la carta de in
hombre en Alemania, a quien no conozco, diciéndome que lo que yo había escrito estaba todo
muy bien, pero que no comprendía, el secreto real. El hombre resultó ser un creyente en
alquimia. Es un hecho peculiar que, donde quiera que un texto alquimista sale al mercado; es
enseguida vendido. Hay todavía librerías secretas aún hoy, conozco esto de hecho; hay una en
Londres, donde varios raros libros alquimistas son conservados detrás de puertas con llave; y
una biblioteca privada como en Alemania recientemente ha encontrado su camino hacia una
biblioteca pública. Deberemos concluir, por lo tanto, que hay aún un secreto, subterráneo,
81
movimiento alquimista, y hay algo verdaderamente acerca de la alquimia que es eternamente
fascinante a la fantasía humana.
Ahora nos focalizaremos en la consideración del contenido de las ideas alquimistas.
Para este propósito he decidido tomar temas importantes, y leerles pasajes de los mismos
autores, así podrán ver lo que dicen acerca de la alquimia, y como ésta aparece ante ellos.
Será necesario considerar un gran número de autores con el fin de alcanzar esto.
Comenzaremos con:
I. El significado de la Alquimia
He reunido un número considerable de pasajes en los cuales los alquimistas hablan del
significado de su arte, y podremos ver por éstos cómo la entendían. Comenzaremos con
MORIENUS, quien vivió e el siglo octavo o noveno. Él dice:119
“El arte es el secreto del glorioso Dios”
Él quiere decir que la alquimia no es sólo una ciencia humana, sino que también
contiene el misterio de Dios. No podemos saber qué secretos tiene Dios, y sería muy
presuntuoso de nuestra parte afirmar algo acerca de ellos. Sólo podemos asumir que este arte,
siendo de una naturaleza psíquica, parecía para los alquimistas trascender
94
su consciencia, sentían que yacía más allá de su comprensión, y por lo tanto Morienus dice
que es el secreto de Dios. Nosotros diremos más modestamente, que parte de esto yace en
algún lugar del inconsciente.
Un autor árabe del siglo ocho, DJIÂBIR IBN HAYYÂN, 120 dijo que la alquimia
121
era:
“Superior a otras ciencias.”
Agrega que las otras ciencias se especializan, mientras que la alquimia es realmente la
madre de todas ellas, así que ustedes ven que él tenía una muy alta opinión de este arte.
El “CONSILIUM CONJUGII”, un tratado del siglo decimo cuarto, o posiblemente del
décimo tercero, dice:122
“Uno debe poseer una mente purificada por Dios, porque esto (la alquimia) es
un regalo y misterio de misterios de Dios, y es una hermana de la filosofía y los
filósofos, ya que deriva su existencia de Dios, a través de inspiración.”
Esto nos dice que el arcanum, el verdadero secreto de la alquimia, es la inspiración.
Un conocimiento de las máximas en la alquimia puede solo ser alcanzado a través de la
inspiración divina, esto es, que viene del inconsciente, desde lo desconocido. Son esos
contenidos esenciales en el arte de los alquimistas los que trascienden la consciencia humana.
El “ROSARIUM PHILOSOPHORUM” dice que el propósito de la alquimia es:
“Praecipuum humanarum rerum statum aperire.” (para revelar los más
importantes cimientos de las cosas humanas.)123
“Est donum Spiritus Sancti” (es el regalo del Espíritu Santo.)124
“Et scias, quod haec est longissima via.” (Tú deberíais saber que éste es un muy
largo camino.)125
La forma que guía al objetivo es muy larga y pesada.
119
MORIENUS en THEOBALDUS DE HOGHELANDE MITTELBURGENSIS: De Alchemiae difficultatibus,
en THEATRUM CHEMICUM. 1602. Vol. I. pág. 156.
120
Este autor fue mencionado en conexión con la “tabual Smaragdina”. Ver Lectura VII, pág. ff
121
BERTHELOT: La Chimie su Moyen-Age. Tomo III. L’alchimie arabe. Le Livre de Mercure oriental etcetera.
Pág. 214.
122
CONSILIUM CONJUGII de massa Solis et Luna (siglos XIII-XIV C.) en ARS CHEMICA. 1566. Pág. 56.
123
ROSARIUM PHILOSOPHORUM (siglo XV) en Artis /auriferae, quam Chemiam vocant, volumina duo.
1593. II. Pág. 205.
124
IDEM. 1. C.: pág 212.
125
IDEM. 1. C.: pág. 230.
82
“Aurum nostrum non est aurum vulgi.” (Nuestro oro no es oro ordinario.)126
El Rosarium contiene citas de tratados, que ya no están disponibles. Uno de éstos, que
viene por medio de los árabes, dice:
“La comida de él , quien encuentra este conocimiento, será legítima y
eterna.”127
Este lenguaje refiere a las frutas del árbol filosofal, una clase de manzana de
Hesperides. Curiosamente Spitteler usó esta misma comparación en la segunda versión de su
“Prometheus y Epimetheus” (el poema: “Prometheus der Dulder”). Pandora da una manzana
al enfermo y reclinado a dios para que se refresque. En
95
la primer versión esta hija del dios trae el tesoro a la tierra para aliviar el sufrimiento de la
humanidad. Este tesoro es una real panacea en el sentido alquimista.
Otra cita en el Rosarium es de la llamada carta de Aristóteles a Alejandro, una
atribución que es ciertamente una invención. Dice:
“O cuan maravillosa es esta cosa, contiene todo lo que nosotros buscamos.”128
“Esta cosa”, entonces, es la respuesta a los más altos esfuerzos del hombre. Y más:
“Es misterio divino, el regalo de Dios, y no hay nada en el mundo más sublime,
con la excepción del ‘anima rationalis’.”129
El “anima rationalis” es la mente racional del hombre, que es realmente la forma más
elevada de la psique humana, merecedora de inmortalidad. Pero con esta única excepción no
hay nada más elevado que el secreto de la alquimia.
Otro autor de los tratados “arabizantes” es GERBER. No debe ser confundido con el
Arab Djâbir, cuyo nombre es a menudo deletreado Gabir. Geber era un escritor latino y en su
“Summa perfectionis” (suma de perfección) él dice:130
“Este excelente regalo de Dios es reservado para ti solo.”
Pero volviéndose a otros él agrega:
“Pero vosotros, vosotros ignorantes hijos de la injusticia, vosotros malvados
que desean con depravación infinita, huyan vosotros de esta ciencia.”
Esta es una restricción moral. Adoradores del mal son excluidos de la ciencia, y
deberían rehuir a ésta.
El “LIBER QUARTORUM” es un texto que viene a nosotros a través de los árabes y
que fue traducido luego al latín, probablemente pertenece a cerca del siglo noveno. Dice:131
“Y él, quien a reconocido nuestro propósito y el esfuerzo de su contemplación
religiosa, se ha vuelto rico. Y, como el viejo Platón, buscará su salvación toda
su vida en esta cosa.”
El escritor quiere decir, que como Platón encontró su consuelo en la filosofía cuando
fue creciendo, así el alquimista debe buscar su salvación o consuelo en el arcanum de
Hermes.
El Pseudo-Aristóteles dice en el “TRACTATUS ARISTOTELIS”:132
“Y este es el más grande secreto, reservado al consejero de Dios: en esta
serpiente purificada y nutrida, como también en el hombre que es creado a la
imagen de Dios, la causa (esencia) y la medicina, que es superior a las otras
126
ROS. PHIL. En Art. Aurif. Pág. 268.
127
IDEM. 1. c.: (Alphidius siglos XII-XIII) pág. 278.
128
IDEM. 1. c.: (Pseudo –Aristólteles) pág. 278.
129
IDEM. 1. c.: pág. 280.
130
IDEM. 1. c.: pág. 343 (Geber).
131
LIBER PLATONIS QUARTORUM cum comment Hebuhabes Hamed: explicates ab Hestole, in
THEATRUM CHEMICUM 1622. Vol. V. pág. 207.
132
TRACTATUS ARISTOTELIS alchymistae ad Alexandrum Magnum de Lapide Philosophico, en
THEATRUM CHEMICUM 1622. Vol. V. pág. 882.
83
substancias, puede ser encontrada; pero tiene en sí misma la más perfecta
cualidad, eficacia y gracia.”
Este es un pasaje muy interesante. La serpiente purificada y nutrida en
96
la alquimia es la serpiente mercurial, el Ouroboros, que está conectada con la cosa redonda.
Es uno de los símbolos básicos en la alquimia y refiere a Mercurio, no al mercurio ordinario o
al metal, sino al dios o espíritu de Mercurio. La serpiente es un símbolo gnóstico para la
médula espinal y los ganglios basales, porque una serpiente es principalmente una columna
vertebral. Las serpientes son raras y extrañas, y a cuenta de esto han sido usadas como
símbolo del inconsciente desde los tiempos más antiguos. Si el inconsciente puede ser
localizado en alguna parte es en el ganglio basal, y tiene el mismo carácter sorprendente. La
serpiente realmente representa la psique vegetativa, la base de los instintos, si uno pudiese
expresarlo de esta forma. Es aquí (y en este lugar en el ser humano) que el más grande secreto
será encontrado, la panacea, la medicina universal; y, de acuerdo al texto, afortunado es
ciertamente el hombre que lo encuentra.
Este es un texto muy interesante, la “ALLEGORIAE SAPIENTUM”, la cual tal vez
puede ser atribuida al siglo decimo tercero, y leímos allí:133
“Doceo igitur te artem auri, quod est caput mundi ex vilissimis.” (Te enseño el
arte de hacer oro, que es el principio y comienzo del mundo, desde el más vil.)
Esto está de alguna forma expresado obscuramente, y como ustedes ven el texto latino
mismo es muy obscuro, pero si ustedes lo comparan con otros textos, verán más o menos lo
que significa. El “arte de hacer oro” es una suerte de creación del mundo, o es una base en el
patrón de la creación del mundo, y, como en el Génesis, un cosmos es fabricado del caos.
Esto es lo que la alquimia también hace de una forma pequeña; fabrica un mundo desde la
materia prima, un caos desconocido. Encontramos una cita de Hermes en el mismo viejo
tratado, que dice:134
“Él quien bebe el remedio externamente muere, pero él quien lo hace
interiormente vive y se regocija.”
Beber en el exterior es beber ordinariamente, uno puede beber la tintura o aurum
potabile, pero uno muere de esto. Esto significa, aplicado a la alquimia, que es la muerte que
lleva a la alquimia como una ocupación externa, pero el hombre que la considera como una
experiencia interior, puede vivir y regocijarse. Un pasaje más adelante en el mismo tratado
está en la forma de una secuencia de cuatro oraciones, las cuales comienzan “Item”
(igualmente). La secuencia comienza:135
“Cuan hermoso es el camino de la sabiduría. Item. Propaga entonces Tú
sabiduría en nuestros corazones y expele de ellos la apatía, bilis corrompida y
sangre hirviente; y guíanos en los caminos del Bendecido, cuyo espíritu ha sido
purificado. Tú eres todopoderoso y lo que Tú desearais Tú lo haríais pasar.
“Item… Resisto atestiguar, que la piedra permanecerá contigo, y no será
separada de ti, ni por la tierra y el mar, ni por otros medios.”
Estos pasajes nos muestran, en una forma lo que no puede ser malentendido, que a la
alquimia no concierne el hacer oro ordinario, sino que es una cuestión moral y filosofal,
ocupándose de la mente humana. La garantía de que la piedra permanecerá con nosotros
parece estar directamente relacionada con la promesa de Cristo: “Mirad, estoy siempre
contigo,
97
133
ALLEGORIAE SAPIENTUM supra librum Turbae (siglo XIII?) en THeatr. Chem. 1622. Vol. V. pág. 70.
134
IDEM. 1. c.: pág. 64.
135
IDEM. 1. c.: pág. 68.
84
aún en el final del mundo.” (St. Matt. XXVIII. 20.) Y las palabras de San Pablo: “Porque
estoy persuadido, que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni los
poderes, ni las cosas presentes, ni las cosas por venir, ni la altura, ni la profundidad, ni
ninguna otra criatura, será capaz de separar de nosotros el amor de Dios, el cual está en
Jesucristo nuestro Señor.” (Romans VIII: 38 & 39.) La redacción del pasaje en el “Allegoriae
Sapientum” es realmente muy similar, y ciertamente es probable que el autor estubiese
fuertemente influenciado por el cristianismo.
98
85
LECTURA XII
7 de febrero de 1941
136
Ver lectura II, pág. 19 (ver) ff.
137
Ver pág. 23 (ver)
138
HONORIUS OF AUTUM: “SPECULUM DE MYST. ECCLES.” P´AG. 345.
139
TRADUCIDO POR HEINRICH ZIMMER. “SHRˆI RAMANAS ERWACHEN”, EN CORONA. HEFT I.
1940.P´AG. 23 F.
86
¿‘Quién es el que ve’? – fue así que me pregunté a mi mismo, y observé que el
que vio desapareció y lo que luego permaneció. No hubo impulso en mí que
dijera: ‘Yo vi’, – como pudo el pensamiento aparecer: ¿‘No he visto’? – ¿Quién
tiene el poder de expresar en palabras lo que tú en los más antiguos días no
pudisteis expresar silenciosamente con tu forma graciosa? Tú te paraste allí
como una montaña en la tierra, irradiando desde el cielo a la tierra, solo que tú
podrías silenciosamente revelar tu ser supernatural.
Cuando me acerco a ti, y te contemplo como un ser creado, tú te sitúas como
una montaña en la tierra. Pero cuando alguien busca con su mente tu verdadera
forma, que es sin forma, es como alguien que deambula sobre la tierra y mira
hacia el omnipresente cielo. Permanecer sin movimiento en tu ser ilimitado,
significa perderse a uno mismo, como la muñeca de azúcar se pierde a sí misma
cuando cae en el océano de la dulzura: se disuelve en él. Cuando yo
experimento lo que realmente soy – ¿cómo es mi ser diferente de Ti, en que tu
descansas como la elevada Montaña del Alba?
Él que sale a buscar a Dios, y no sabe de ti como existencia y pura intensidad,
parece uno que sale con una linterna con el fin de buscar la oscuridad. Solo
aquello tú podrías darte a ti mismo para ser reconocido como existencia y pura
intensidad, tu resides en muchos nombres y formas en muchas creencias. Y si
los hombres aún no consiguen conocerte a ti, son como el ciego que no ve el
sol. O maravillosa Montaña del Alba, joya sin igual, reside en mí y brilla como
yo; tú uno, junto al cual no hay un segundo real.
Tú impregnas todos los seres y revelaciones, tú eres como la cuerda en la que
las joyas son tensadas. Como una joya es cortada y pulida, así la mente impura
tarda en ser refinada en la rueda pulidora de la mente pura, con el fin de perder
sus manchas; luego recibe la luz de tu gracia y brilla como un rubí, cuyo su
fuego ninguna cosa externa puede afectar. O graciosa y deslumbrante Montaña
del Alba – ¿hay algo más allá de ti?
Tú eres ti mismo: El Ser Uno, siempre consciente como el corazón, brillando en
tu propia luz. Hay una fuerza misteriosa en ti, afuera de ti no hay existencia. Es
desde ésta que las apariciones fantasmas de la mente se escabullen, como una
misteriosa, sutil, oscura niebla; y es la luz de tu ser perceptivo la que brilla
hacia ellos y los ilumina, alcanzando sus superficies espejadas y reflejándolos.
Es así que ellos aparecen interiormente como imágenes, girando entre ellos en
el turbulento huracán del Karma, es así que ellos se desarrollan dentro de las
realidades psíquicas y son llevados hacia el exterior hacia el mundo externo
como realidad externa: luego ellos son agrandados por los sentidos externos, y
se mueven como cuadros de un film pasando. Visible o invisible, Oh montaña
de gracia, no son nada sin ti.
No hay ningún impulso del ego presente, entonces no hay ningún otro impulso
presente. Si otros impulsos surgen, entonces pregunta: ¿A quién vienen ellos? –
y la respuesta es ‘A mí’ – Pero cuando un hombre cesa de no preguntar: ‘¿de
dónde viene el ego?’ y, buceando interiormente, conseguir las moradas de la
mente, el corazón, que el hombre se volverá el máximo gobernante sentado a la
sombra del único parasol de tamaño real. O mar de gracia y luz sin límites,
llamada ‘Montaña del Alba’, ¡tú danzas sin movimiento en la corte/el tribunal
de mi corazón! En este lugar no hay más sueños y despertares, tampoco hay allí
otra cosa con dos caras, no hay interior ni exterior, bueno o malo, no hay
nacimiento y muerte, no hay felicidad o tristeza, no hay allí luz u oscuridad.”
87
Hay la misma unión de los opuestos en esta última oración que encontramos en el
pasaje de la Allegoriae: “Yo soy el negro del blanco y el blanco del negro.” No deberíamos
equivocarnos si asumimos que esta oración refiere a la cosa que estos viejos escritores
llamaban el “lapis philosophorum” (la piedra filosofal), que fue mucho más significativa para
ellos que cualquier otra cosa que podamos entender por piedra; era de hecho la montaña que
simbolizaba el Sí Mismo.
Llegamos ahora a la última oración de “Ítem” en nuestra secuencia:
“Ítem. Saca la sabiduría en ti, con toda tu fuerza, y sacarás la vida eterna de
ella, hasta que tu mente esté establecida y tu pereza te haya dejado; luego por
fin la vida surgirá. Él que bebe de esta cosa públicamente, muere, pero aquel
que bebe la tierra, vive.”
Beber esta cosa es beber el misterio. Este pasaje es central en varios sentidos. La vida
primero se eleva cuando el espíritu está establecido, cuando se ha vuelto firme. El verbo
“congelare” es usado, congela, se vuelve firme, se solidifica. Este es un “terminus technicus”
en alquimia, el alquimista se esfuerza para establecer, hacer firme o congelar, lo volátil, esto
es, lo espiritual, y, por otro lado, hacer sólidas sustancias volátiles o líquidas. El
establecimiento o la creación del espíritu firme es una suerte de proceso de cristalización. El
lapis es realmente volátil o una sustancia espiritual, un “spiritus” que se ha vuelto firme, el
cual ha tomado una eterna, inalterable forma. Lo que esto significa es prácticamente una
pregunta en la que no entraremos en el presente.
“El que bebe de esta cosa públicamente, muere.” Recordarán que les leí un pasaje
similar del mismo tratado en la última lectura: “El que bebe el remedio externamente muere.”
“Públicamente” aparentemente significa externamente. Beberlo externamente, delante del
público, es dañino, pero “el que bebe la tierra vive.” La tierra, en el sentido alquimista,
significa el cuerpo y en un doble sentido: los cuerpos químicos (las substancias), minerales,
etc., y el cuerpo humano.140 Hay varios pasajes donde es imposible descifrar cual de los dos
es el significado; esto es intencional en algunos casos, uno no está destinado a comprender.
En todo caso no estaremos equivocados en este pasaje si tomamos “terra” (tierra) as “corpus”
(cuerpo), y entonces
101
significaría: El que bebe el cuerpo, se queda a cargo de la vida o esencia del cuerpo. Han
escuchado en varias ocasiones que los alquimistas ponían gran énfasis en el material de las
substancias y en los cuerpos animados. Si mi interpretación es correcta tenemos aquí una
razón del por que los alquimistas tenían razón en velar sus secretos. Esta idea se ubica opuesta
a la actitud del cristianismo en aquellos días, que sostenían que el cuerpo solo existía con el
fin de ser mortificado. Así que podemos asumir, que esto era en cualquier caso una de las
razones del por que los alquimistas usaron tan misterioso leguaje.
Nuestro próximo pasaje llega del siglo decimo sexto. Un alquimista danés,
THEOBALDUS DE HOGHELANDE, escribió un muy interesante tratado en el cual él dice
de la filosofía alquimista:141 (esta nota no pude encontrarla a pesar de que está el pie)
“Nada más maravilloso y sublime se le ha dado al hombre, excepto la palabra
divina.”
Y en otro pasaje:142
140
El lenguaje inglés está bastante en desventaja a este respecto. La palabra alemana “Körper” es más
ampliamente usada para substancias que la palabra inglesa “cuerpo”.
141
THEOBALDUS de HOGHELANDE MITTELBURGENSIS: De Alchemiae difficultatibus in THEATR.
CHEM. 1602. Vol. I. Pág. 123.
142
IDEM. 1. c.: pág. 143.
88
“Quien inclina la espalda a los libros con el fin de estudiarlos, y ruega a Dios,
como Salomón, por sabiduría y no por riquezas, ese hombre será
incesantemente gobernado por su (o el) reino hasta su muerte.”
Aquí nuevamente el estudio está enfatizado, la investigación a través de los libros.
Uno debería pedirle a Dios por iluminación, por sabiduría, y no debería pedir por riquezas, no
por el oro ordinario. Es dicho por el hombre, quien actúa de esta forma, que él “in regno
regnabit”, lo cual puede ser que él reine en su o en el reino. En otras palabras,
presumiblemente el hombre que sigue estas observaciones fielmente es iniciado, y así, a
través de la meditación, es elevado al rango de rey. Esta es la mística elevación en rango que
encontramos en los viejos cultos misteriosos, en los misterios de Isis, por ejemplo, como son
descriptos por Apuleius.
Llegamos ahora a algunas citas de un doctor alemán, GERARDUS DORNEUS, quien
practicó en Frankfurt, también en el siglo decimo tercero. El dice de la alquimia:143
“Es realmente un trabajo hercúleo, trascender la mente del hombre, cuerpo y
edad, y es solo para uno en millones que la victoria es dada.”
Dorneus dice en otro lugar:144
“La razón y la mente pueden ser traídas a la perfección del mundo a través de
este arte. Es un trabajo metafísico.”
El latín es “ad extreman huius mundi perfectionem.” La sorprendente palabra “mundi”
(del mundo). Uno esperaría que el propósito de este arte guiara a la gente que lo practica a su
propia perfección. Pero esto no es mencionado, es la perfección del mundo. Esto nos da una
importante pista acerca de la misteriosa naturaleza del opus del alquimista. A pesar del hecho
de que es desempeñado por el hombre y en el hombre, aún no es para el hombre, en el sentido
de que no perfecciona o completa al alquimista mismo. La meta es perfeccionar el mundo.
Esto
102
significa: se esfuerzan por producir una substancia que le de al mundo la posibilidad de llegar
a la existencia óptima. Trataban, por así decirlo, de coronar a toda la creación. La panacea, la
medicina católica, no está prevista para sanar plantas, animales y al hombre, sino también
para ennoblecer las malas sustancias base; todo lo que la naturaleza ha dejado incompleto
debería se transformado en el más perfecto estado imaginable. Este es indudablemente una
demanda altamente ambiciosa, es difícil imaginar tal posibilidad en absoluto. Pero es una
opus metafísica, que no es realmente llevada a cabo en el nivel de esta palabra, sino
misteriosamente en el Más allá. Es el trabajo metafísico al que se refiere el pasaje, pero
nosotros no iremos más allá en esto en ahora, oirán más de esto más tarde. Dorneus dice más
adelante:145
“Aquello con lo que estamos preocupados no es Dios, la criatura es la imagen
de la mente humana, ni viva ni muerta.”
Él habla como si alguien hubiese dicho que era Dios lo que él estaba tratando de
producir; pero él niega esto. El arte alquimista es divino pero no es Dios, es “creatura est
animi hominis imago nec viva nec mortua”. Y es a través de esto, que el efecto milagroso
acontece. Es evidentemente esta “creatura” que es creada por los alquimistas, déjennos decir
el “lapis philosophorum”. Dorneus usa la palabra “imago”, una imagen de la mente humana o
espíritu, y dice más adelante que está “ni viva ni muerta”. Esta es una imagen del hombre
completamente sobrenatural; porque una imagen está muerta, o si no viva, pero no puede estar
ambos a la vez, a menos que sea sobrenatural. Así que aquí nuevamente tenemos una unión de
143
GERARDUS DORNEUS: “secunda Pars Speculativae Philosophiae” in THEATR. CHEM. 1602. Vol. 1. pág.
295.
144
IDEM. “Physica Trismegisti.” 1. c. pág. 433.
145
DORNEUS: De Spagirico artificio en THEATR. CHEM. I. pág. 439.
89
los opuestos, como la montaña en la “Allegoriae Sapientum”, allí negro y blanco, aquí vivo y
muerto; una unión de vida y muerte, una “no-existencia existencia” como lo llamarían los
indios. Este es un pasaje, donde pueden ver por ustedes mismos, que ideas, que están en
completa floración en Oriente, también se encuentran en meditaciones medievales, ideas que
tocan el cimiento y origen de nuestra existencia. Aquí están aplicadas a la “creatura” que el
alquimista produce en su retorta. Así aparentemente él está tratando de atrapar una imagen de
la mente humana en la retorta. Él debe seguramente tener una sospecha en algún lugar de que
es materia de su propia mente, que lo que ve sucediendo en la retorta está sucediendo también
en él, ¿debe intuir que el proceso es una proyección? Pero aún si el alquimista sospecha una
proyección – y el término ha sido usado – la proyección es aún una cosa absolutamente real y
concreta en sí misma, de acuerdo a la idea de que si asumimos algo realmente pasa. Estas son
nociones mágicas, que están basadas en la creencia del apabullante poder del pensamiento. En
el Tíbet este arte es en realidad practicado a través de tal meditación, como les he dicho antes.
Hay un entrenamiento en el manejo de estos elementos psíquicos como proyectiles, el Yogui
o mago puede aprender como producir efectos mágicos en el mundo exterior, y como luego
atraer de vuelta los proyectiles. Es aún asumido que la gente puede matar de esta forma.
Encontramos la misma idea con los primitivos. Los indios del Norte de California, por
ejemplo, creen que el hombre de medicina puede enviar carámbanos, que pueden matar a sus
enemigos. Pero el hombre de medicina corre un gran riesgo, porque cuando el enemigo está
muerto el carámbano, enojado y lleno de deseo de asesinato, regresará a él. Así que él debe
mantenerse informado (a través de los fantasmas en el arbusto) acerca del estado del hombre
moribundo; y cuando la muerte está cerca debe hacer una especie de espantapájaros de sus
ropas y
103
esconderse cerca de esto en el arbusto. Luego cuando el hombre muere y el carámbano
regresa a encontrar al hombre de medicina, gastará su fuerza mortífera en sus ropas; y cuando
esté extenuado podrá atraparlo en las ropas y amansarlo aún más por el frotamiento, hasta que
esté tan cansado, que yacerá tranquilamente en su bolsillo. Estas son ideas primitivas, que
están aún vivas en la alquimia; y una idea proyectada realmente se corresponde a una realidad
psíquica. No me comprometo a probar el daño que tales proyecciones pueden aún traer, pero
es un campo que está abierto a los futuros psicólogos.
Dorneus continúa:
…. “Quienquiera es constantemente exaltado por el simple conocimiento de
esta pura simplicidad, que el hombre llevará a cabo maravillas.”
Esta simplicidad o conocimiento simple juega un rol inevitable en la alquimia, aún en
los más antiguos textos. La cosa que los alquimistas estaban buscando es bastante simple y
sin complicaciones. Por lo tanto es esto eterno, y más allá de cambio. Es necesario ser muy
simple con el fin de reconocerlo, porque es simple y directo más allá de las palabras. Dorneus
dice en otro lugar:146
“Esto, nuestra filosofía, es divina y no terrestre, como el más alto principio, que
llamamos Dios.”
Aquí está diciendo la misma cosa nuevamente, la filosofía alquimista es tan divina
como eso que llamamos Dios, pero no es Dios. Es evidentemente concerniente con el
conocimiento más alto, pero en su forma más peculiar.
Llegamos ahora a algunos pasajes de otro muy famoso alquimista, HENRICUS
KHUNRATH, quien como Dorneus, era ambos doctor y filósofo. Escribió el famoso
146
DORNEUS: “De Spagirico artificio” Joh. Trithemii sentential in THEATR. CHEM. I. peag. 445.
90
“Amphitheatrum Sapientiae”, del cual varias copias aún existen. En otro libro (Vom
Hylealischen Chaos 1597) nos dice que el arte de la alquimia tiene un efecto moral:147
“Este arte o encuentra o crea un temor de Dios, hombre devoto. En este arte,
uno aprende a conocer a Dios, a la naturaleza, a la criatura y también a uno
mismo. La alquimia es el regalo y arcanum (secreto) de Dios, es la hermana de
la filosofía, tiene su ser en Dios, por inspiración.”
Él lo formula de una forma diferente en el “Amphitheatrum”, no lo dice directamente
que uno aprende a conocer a Dios a través del arte, sino más bien a través del resultado del
arte. Este resultado es usualmente llamado el “lapis philosophorum”, pero Khunrath lo llama
“filius naturae” (el hijo de la naturaleza) en el siguiente pasaje:148
“Dios mismo será conocido a través del hijo de la naturaleza.”
En otro pasaje del “Amphitheatrum”149 el lo llama el “filius macrocosmi” (hijo del
gran mundo) y dibuja un paralelo entre esto y Cristo quien es el Hijo del Hombre y por lo
tanto el “filius microcosmi” (hijo del mundo pequeño). El “filius” producido por la alquimia
está previsto para todo el mundo físico y el universo, mientras que Cristo mismo fue encardo
por Dios para el hombre. Por otro lado, la salvación del hombre, de acuerdo a los alquimistas,
no es necesariamente
104
incluida en el “filius macrocosmi”. Pueden ver de esto que era una grandiosa idea, la cual
inspiró a los antiguos alquimistas. Khunrath dice más adelante:150
“La armonía del renacer, ambos el hombre y nuestra piedra.”
Este renacer es una renovación de algo en la naturaleza, un misterio de la naturaleza,
que aparece como el “filius macrocosmi” y una renovación también para el hombre. Si un
artista da vida a una obra maestra, él obtiene una especie de renacimiento de sí mismo; es algo
de esa clase lo que está significado aquí. Continúa:
“Paulus Tarsenis (Pablo de Tarsus (Tarso?)) dice: ‘Cupio dissolvi et ese cum
Christo.151 Por lo tanto, mi querido filósofo, debes atrapar el espíritu y el alma
de la magnesia, y purificar esto tanto como el cuerpo, y guiar de nuevo al alma
pura al cuerpo…. Luego recibirá la vida nuevamente y a partir de ahí nunca
morirá.”
Aquí nuevamente nuestra expectativa es desilusionada, no es “querido filósofo, pesca
tu espíritu y transfórmalo”, sino eso “de la magnesia”. ¿Qué es esta magnesia? Es la
substancia blanca, el secreto, la misteriosa substancia de la que el alma debe ser extraída. Este
alma es el filius naturae, un alma que vive en la materia, el anima mundi; y esto debe ser
extraído; y debe entonces ser purificada tanto como el cuerpo. Verán la confusión aquí, como
el cuerpo puede ser tomado para referir a la substancia química misma, esto es a la magnesia
mística, por la que los alquimistas indudablemente entendieron una substancia mineral; o
podría referir al cuerpo mismo del alquimista. En este caso uno puede ser inclinado a pensar
que es el cuerpo del alquimista el que debe ser purificado. Uno debe atrapar y extraer el alma
de la magnesia; y el cuerpo de la magnesia, o tal vez eso del alquimista, debe ser purificado.
El alma debe entonces ser guiada al cuerpo y debe ser reunida con esto. Así que nada menos
que una separación y reunión del alma y el cuerpo es emprendido, no en el cuerpo mismo,
sino proyectado en la materia. El cuerpo recibe vida nuevamente a través de esto, y en una
más perfecta, incorruptible forma: “a partir de allí nunca morirá.”
147
HENRICUS KHUNRATH: von Hylealischen, das ist Pri-Materialischen Catholischen oder Allgemainen
natürlichen Chaos. 1597. Pág. 291
148
IDEM: “Amphitheatrum sapientiae aeternae”. 1604. Pág. 193.
149
IDEM: 1. c.: pág. 197.
150
IDEM: “Vom hylealischen Chaos.” Pág. 205.
151
VULGATE. Nuestra Biblia: teniendo un deseo de partir y estar con Cristo.” Filipinos: I. 23.
91
Encontramos uno de los más simples y más maravillosos insights en el ser interior de
la alquimia en un verso de SALOMON TRISSMOSIN. Él es de interés local para nosotros
aquí en su libro, “AUREUM VELLUS”, fue impreso en Roschach en 1598, pero conocemos
muy poco acerca de él, excepto por unos breves detalles bibliográficos que fueron publicados
en su libro. Su SPLENDOR SOLIS es un famoso manuscrito con imágenes muy interesantes,
tres copias de esto existen: una en Londres, una en Berlín y una en la posesión del Rey de
Egipto. El verso es el siguiente:152
“Studier nun, darauss du bist,
So wirstu sehen, was da ist,
Was du studierst, lehrst und ist,
Das iste ben darauss du bist.
Alles was ausser uns ist,
Ist auch in uns, Amen.
(Studia e investiga de lo que tú eres,
Y lo que hay en ti, tú verás,
Tu estudio, aprendizaje, todo y parte,
Todo vendrá de adentro de ti,
Por lo de afuera tenemos conocimiento
Es también en nosotros, así Amén.)
Aquí él ha dejado un secreto alquímico “fuera de la bolsa”.
152
SALOMON TRISSMOSIN: “Aureum Vellus” oder Gülden Schatz und Kunst-kammer, 1598, pág. 5.
92
LECTURA XIII
14 de febrero de 1941
Llegamos ahora a algunos pasajes del significado de la alquimia en dos libros que
pertenecen al siglo decimo séptimo. Lo supremo de la alquimia ya había pasado, y un rápido
declive se hizo pronto aparente. El primero de estos libros es de MYLIUS: el “Philosophia
Reformata”. Este libro incluye una gran cantidad de pasajes de escritos de los alquimistas más
tempranos, es una compilación bastante deprimente en su todo, pero contiene algunas buenas
observaciones. Mylius dice de la alquimia, por ejemplo:153
“El entendimiento de los misterios divinos es realmente un intento de servir a
Dios y a los vecinos de uno.”
Él también lo llama el “thesaurus aeternus”154 (un tesoro eterno) y dice más
adelante:155
“Ten cuidado entonces, Oh hijo de la sabiduría, de los fantasmas, y sepárate a ti
mismo de los cuerpos muertos y las piedras, porque no hay camino a ser
encontrado en éstos, no encontrarás eso que ha sido sacado de ellos.”
Él dice aquí que el alquimista debe separarse a sí mismo de las substancias químicas,
no hay manera de que en ellas sea encontrado, y esto es una declaración muy importante
viniendo de los alquimistas. El pasaje necesita algo de elucidación, dice, por ejemplo, que el
hijo de la sabiduría debe tener cuidado de los fantasmas, y ¿qué tiene que ver la alquimia con
los fantasmas? Suenan extraños, pero hay varios pasajes en la literatura donde se les hace
referencia, aunque es a menudo difícil estar seguro qué significa. La palabra latina “spiritus”
puede significar espíritu, vapor, gas y fantasma. (Estuve en duda por un largo tiempo en cómo
traducir la palabra, como a menudo lo estaba de la palabra “corpus”, que es también usada
ambiguamente, puede significar una de las substancias y también un cuerpo viviente.) Hay
pasajes donde los fantasmas están indudablemente referidos, están conjurados o exorcizados,
y hechizos y sacrificios son llevados a cabo para propiciarlos. Podemos asumir que a menudo
los espíritus de los planetas que son dirigidos, porque sabemos que hay una conexión interior
entre los metales y los planetas. El mercurio está conectado con Mercurio, por ejemplo, y
cuando los alquimistas estaban trabajando con el mercurio se consideró conveniente convocar
el espíritu de Mercurio, con el fin de que podría ayudar con el trabajo. En la alquimia
posterior, sin embargo, tales “espíritus familiares” se volvieron sospechosos; el único espíritu
reconocido por la cristiandad era el del Espíritu Santo. Y este pasaje de Mylius advierte al
alquimista sobre tener algo que ver con los espíritus o fantasmas; esto es, todas las prácticas
mágicas son condenadas.
107
Hay también una advertencia acerca de cuerpos muertos y piedras. Éstos incluyen todos los
materiales con los que los alquimistas trabajan, químicos, minerales, retortas, hornos, y todas
las cosas que son más enfatizadas en la alquimia. ¿Con qué entonces él hará su trabajo? A él
se le dice aquí que se separe de todos los implementos de su arte, porque él no encontrará la
cosa que él llevó a cabo en ellos. Sólo podemos concluir de esto, que los experimentos
químicos en los que el alquimista realmente trabajó, no eran la cosa esencial en la alquimia,
153
JOHANN DANIEL MYLIUS: Philosophia Reformata, 1622. Pág. 327.
154
IDEM. 1. c: pág. 75
155
IDEM. 1. c.: 152.
93
que ellos bastante intencionalmente enfatizaron, como un manto de algo totalmente diferente
por detrás. Mylius cita al Pseudo-Platón como hemos dicho:156
“Atribuimos este (arte) al glorioso Dios, Quien da la inspiración al que Él elige;
de quien Él la saca de nuevo, como Él elige.”
Mylius dice en otro pasaje:157
“Es un regalo precioso de Dios, que es más elevado que cada secreto de las
ciencias de este mundo, y es un incomparable tesoro de tesoros.”
Estos son altos testimonios del valor del objetivo de la alquimia. Como es llamado el
arte de hacer oro, podemos pensar que esta gente era particularmente aficionada del dinero y
que consideraba la posesión del oro como el bien más alto; pero por otra parte constantemente
aseveran que su oro no es oro ordinario, y que la gente estúpida está bajo esa impresión.
El segundo libro, del siglo décimo séptimo, es el MUSAEUM HERMETICUM.
Dice:158
“Es el libro de la verdad, para la gente que desea vivir sin pecado, el libro
secreto de los regalos de Dios, el camino del elegido, pero entre miles
escasamente tres son elegidos. Es la ciencia del sabio, y no aquello del
inexperimentado, y un regalo de Dios, que uno solo puede alcanzar a través de
la gracia del intelecto iluminado por Dios, y a través de la paciente y piadosa
humildad.”
En otro pasaje del mismo libro leemos:159
“Esto (el arte) es sólo otorgado al merecedor, quien ha incurrido en grandes
gastos, y ha dado gran trabajo y mucho tiempo a esto; viene al rescate en gran
necesidad, destruye la falsa gloria, las falsas esperanzas y miedos, entorpece la
ambición, violencia y exceso, y mitiga las enemistades/los antagonismos. Él
quien tiene perfecto conocimiento de esto, vuela desde los extremos y es
satisfecho con el camino del medio. Por lo tanto esto es un ‘ars sacra’.”
Se nos dice aquí que la alquimia es un arte sagrado. ¿Quién hubiera pensado que los
alquimistas, que popularmente supusieron estar buscando oro, se estaban realmente
prometiendo a sí mismos libertad/liberarse de la ilusión, la emoción exagerada, la pasión, el
exceso y todos los vicios posibles? Éstos son efectos espirituales, resultados psicológicos, que
son difícil de armonizar con la técnica de la alquimia.
Para concluir estos pasajes de los textos sobre el significado de la alquimia, les leeré
una especie de cita del alquimista chino, WEI PO-YANG. He ya
108
mencionado su tratado como el más antiguo de los textos alquimistas chinos existentes. Wei
Po-Yang dice:160
“Aquel que cultiva adecuadamente su naturaleza innata verá la luz amarilla
resplandeciendo como debiera. Aquel que incrementa su Tê (magnanimidad –
virtud) será capaz de regresar a su verdadera raíz y origen. El material para
trabajar está tan cerca de uno como su corazón y no está separado de su
cuerpo…. El trio (El Libro de los Cambios, los Taoístas y el Procesamiento)
son variaciones de la misma cosa debajo de la apariencia de nombres
diferentes.”
156
MYLIUS: Philosophia Reformata. 1622.pág. 267 (Pseudo-Platón)
157
IDEM. 1. c.: pág. 311.
158
MUSAEUM HERMETICUM Reformatum et Amplificatum etc. 1678. XIII. Pág. 548.
159
MUS. HERM XII. Pág. 443.
160
WEI PO-YANG: Ts’ung Ch’I” (142 D. C.). En ISIS: “Un antiguo tratado de alquimia china.” Pág. 262. Lu-
Ch’iang Wu y T. L. Davis. (Cf. Lectura X. pág 89.) (VER)
94
El “Procesamiento” es el procedimiento alquimista; esto, Taoísmo y el Libro de los
Cambios son todos la misma cosa, de acuerdo a Wei Po-Yang. El Libro de los Cambios es el
subtítulo del I Ching, un libro de sabiduría china muy viejo, que he mencionado a menudo en
lecturas anteriores. Fue traducido al alemán por Richard Wilhelm. Él trabajó en éste con uno
de los últimos antiguos sabios chinos clásicos, Lau Nai Süan, y lo trajo con sus más antiguos
comentarios y anotaciones propias. Es un libro profético, y si ustedes hablan con un chino
culto del presente acerca de éste, él estará bastante avergonzado y les dirá que es una
colección de palabras mágicas antiguas, enteramente sin significado. Pero si ustedes tienen
éxito en ganar su confianza, les dirá en privado, que él experimentó con éste algunas veces.
Este libro yace justo por debajo de la consciencia china, es racionalmente despreciado debajo
de la influencia europea, pero cada chino, en el fondo, cree en éste y es perfectamente
correcto hacerlo, porque es un libro extraordinariamente inteligente. El texto del I Ching
consiste en una serie de veredictos proféticos, que caracterizan ciertas situaciones
psicológicas, y cuando un chino quiere aprender acerca del Tao en una situación dada, él
consulta el I Ching con la ayuda de un maestro taoísta. El libro es principalmente un apoyo
para la meditación, pero es también usado para asuntos merecedores. Fue consultado por la
diplomacia japonesa durante la última guerra,161 para tener una imagen de la situación
mundial; así que ustedes ven que aún tiene una gran influencia en Oriente, aunque en una
manera bastante de puerta de atrás. Es difícil para un europeo entender y la mayoría de los
europeos lo desestimarán como una colección de fórmulas mágicas incomprensibles; Richard
Wilhelm fue realmente una excepción al respecto. Si uno lo usa de una forma práctica y
piensa en éste seriamente, se vuelve comprensible. Nuestro entrenamiento científico
occidental consiste en gran parte en no pensar acerca de nada, es un amontonar hechos
indigestos, sin ningún intento de establecer conexiones. Pero es imposible de entender la
filosofía oriental o la alquimia occidental sin una gran cantidad de reflexión.
He llegado ahora al final de los pasajes del significado de la alquimia, pero resumiré
su contenido principal de nuevo brevemente. Los antiguos maestros consideraban su arte
como un secreto o misterio divino. ¿Qué querían decir con esto? Encontramos los mismo
términos “secretum” o “mysterium” en las enseñanzas de la Iglesia, donde refieren a los
sacramentos, particularmente al sacramento del altar, a la transformación de las substancias
durante la Misa. Los antiguos alquimistas, particularmente aquellos escribiendo en la
temprana Edad Media, estaban sin dudas familiarizados con el uso que la Iglesia hacía de los
términos; y
109
solo los emplearía cuando quisieran decir algo similar. Hay incluso textos que hablan del opus
alquimista como un sacramento. Un misterio o sacramento no es el acto del hombre, es el acto
de Dios y el hombre sólo hace lo que es necesario para posibilitar a la gracia divina hacerse
efectiva. La gracia divina no es, por así decirlo, evocada, el sacerdote no hace una especie de
encantamiento mágico en la plegaria de la consagración para forzar la intervención de la
gracia divina; sino que la Misa misma es una intervención divina, de la cual el hombre
debería hacerse consciente. Es la intervención de la gracia divina la que hace el milagro. El
punto de vista de los alquimistas es similar, hacen su trabajo en la esperanza de la
intervención divina y creen que es posible que un milagro pueda acontecer. Esto es el por que
ellos llaman a su ciencia lo más alto de todas las ciencias, porque no es humana sino una
filosofía divina, una especie de religión.
Cuando el alquimista llama a su trabajo una filosofía divina, una especie de religión,
significa que la iluminación que viene a él durante esto no es deducción o inducción; no viene
a él a través de su propios conocimiento o por su propio trabajo, sino que toma lugar durante
el opus a través de la inspiración. El conocimiento decisivo, en cualquier caso, es una cuestión
161
Guerra del 1914-1918.
95
de gracia, y es aún una cuestión de electos o gente escogida. Sólo aquellos que pertenezcan a
los elegidos pueden tener éxito. Esto significa que la acción decisiva en el arte toma lugar en
el otro lado, el lugar donde el hombre realmente llega a un fin y donde el efecto divino
comienza.
Si deseamos comprender esto psicológicamente, solo podemos decir que algo que no
puedo hacer desde lo consciente puede ser hecho desde lo inconsciente. Es imposible para
nosotros afirmar algo acerca de la Deidad o de la actividad divina. No sabemos desde donde
una idea iluminadora, por ejemplo, que alcanza algo aparentemente imposible, viene. O
inconsciente en sí mismo es un término hipotético. No podemos aún hablando estrictamente
estar seguros de que el inconsciente pueda ser definido como psique. Sólo sabemos que el
fenómeno ocurre similar al fenómeno psíquico, pero aún esto es una hipótesis. Hablando
estrictamente, simplemente no sabemos. Cuando nuestros antepasados hablan de la necesidad
de la inspiración divina, quieren decir los mismo que nosotros, cuando decimos en lenguaje
moderno: “He terminado a menos que reciba una corazonada.” Estamos igualmente
desamparados en tales cuestiones, la actividad de las corazonadas no es nuestra actividad;
nunca podemos forzar a que una corazonada venga a nosotros, viene o se queda alejada por su
propio acuerdo. Pero una corazonada puede ser muy iluminadora, y los antiguos maestros,
que eran más ingenuos que nosotros, asumieron que quienquiera que enviara tales ideas en el
momento correcto debe ser un maravilloso Ser, incluso divino. Esta conclusión es
perfectamente justificable; por si alguien tiene realmente una buena idea acerca de algún
problema de nosotros, no asumimos que es un idiota inconsciente sino que debe ser un
hombre inusualmente inteligente, y por lo tanto capaz de elucidar nuestro problema.
Los alquimistas también consideran al opus como purificación, un purificador de la
mente, y esta expresión de nuevo tiene una larga conocida existencia en la Iglesia. Esto es una
puesta en libertad del mente humana de los lazos de la tierra. Esto no es solo una cuestión de
deseos y pasiones, sino significa emancipación de todos los enredos con cosas terrenales. Este
sentido más amplio es muy visible en el Oriente, donde intentan liberar la consciencia de cada
conexión con el objeto, de las cosas externas. Cada enredo, que tiene cierta influencia en la
mente, está en la posición
110
de corromper mi mente. La conexión con un objeto siempre tiene el peligro de que uno pueda
quedar recogido en el objeto, y pensar más desde el objeto que desde uno mismo. Es desde
esta condición que la falta de libertad de la mente humana surge, es atrapada de esta forma y
no puede liberarse ella misma de la presión de las meras apariencias.
Los alquimistas también dicen que su arte concierne a la naturaleza humana. Es un misterio
divino, pero uno que concierne la naturaleza humana. No sé si fueron golpeados por el pasaje
que les cité de Dorneus, donde él habla del arte como si fuera una especie de imagen
supernatural de la mente humana.162 Es muy difícil estar seguro de lo que él quiso decir, pero
“animi hominis imago” debe tener algo que ver con la mente humana o la consciencia. Es
cuestionable si podría ser consciencia , porque el resultado del arte es, como sabemos, la
piedra filosofal, representada como un homúnculo o un ser hermafrodita, lo cual es algo
bastante lejano a la consciencia. Así que es más probable que esta “imago” sea una imagen
del ser humano espiritual, el cual los maestros tratan de objetivar y traerlo a la realidad. El
resultado final de la alquimia es indudablemente una existencia espiritual, a pesar de los
muchos nombres que le son dados los cuales son derivados de la terminología química.
Este ser espiritual es también llamado a “cibus immortalis”, una comida eterna, el
nutriente del alma humana. La conexión con el lenguaje de la Iglesia es obvia aquí. El “cibus
immortalis” es el cuerpo del Señor, el eterno y siempre presente Anfitrión. En otro tratado
vimos que el secreto de la alquimia yace en el hombre y en “esta purificada y nutrida
162
Ver lectura XII. Pág. 103 (VER)
96
serpiente.”163 En la medida en que el secreto está en el hombre es hasta cierto punto
comprensible, en esto está conectado con la mente humana, pero cuando se trata de la
serpiente estamos en la oscuridad. Traté de elucidar un poco esto en unas pocas palabras, pero
es muy obscuro. Está conectado con la serpiente Mercurial, la cual es el Nous, la
comprensión, que puede ser también traducido como mente o espíritu. Pneuma y Nous eran
idénticos en el tiempo del Sincretismo Helénico, desde el cual el góspel se originó. El espíritu
es usualmente expresado por una serpiente, que prueba que este espíritu no es sólo la mente
humana, sino una mente animal o reptil. Puesto que como la serpiente es un símbolo de
sabiduría, es el espíritu de la sabiduría, una mente divina, y como ustedes saben la Deidad es
muy a menudo representada por símbolos animales, aún en la Iglesia Cristiana, el Espíritu
Santo como la paloma, por ejemplo. El Agathodaemon, el cual juega un rol especialmente
importante en la alquimia, es representado como una serpiente, y esta representación se
refiere a un espíritu no humano, aún cuando es un asunto del trabajo de la mente humana.
Debemos asumir, por lo tanto, que el espíritu tiene dos aspectos en la alquimia, la mente
humana como la conocemos, y la mente serpiente, de la cual solo podemos decir que es
inconsciente. La víbora es una personificación de lo inconsciente, porque, tan temprano como
los Gnósticos, fue usada como un símbolo de la columna vertebral y los ganglios basales,
donde la psique vegetativa está localizada. Y, más adelante los alquimistas dicen que este
misterio yace en la cosa más insignificante y barata, rechazada y tirada a la basura por todos
los hombres. Esta es una excelente descripción de lo inconsciente que siempre parece una
desventaja para nosotros porque no podemos verlo. Es en realidad la cosa más insignificante,
está en todas partes, y aún así nadie la ve.
111
La medicina, que es la que será producida, es una medicina interior, un elixir de vida y no
debería ser usada externamente. Se nos dice que es dañino, e incluso mortal, si es tomada
externamente.164 Esta idea también viene del lenguaje de la Iglesia, porque el cuerpo y la
sangre de Cristo es una medicina tal, que otorga la inmortalidad. El efecto de esta medicina de
los alquimistas, como ustedes vieron en uno de los últimos pasajes, es un efecto psicológico.
Expele todos los vicios y las ilusiones, aquieta emociones exageradas, contiene las pasiones,
etcétera. Estos resultados son indudablemente efectos psicológicos, y son producidos por el
practicar el arte. En la Iglesia la misma cosa sería expresada como los efectos de la gracia,
que están conectados con el celebrar y participar en los sacramentos. En el mismo pasaje se
nos dice que los efectos establecen “el camino del medio” que es un “aequanimitas”, un
balance, un equilibrio del alma, que nos puede conservar de los extremos y en el centro entre
los opuestos. Oímos de una gran cantidad de opuestos en la alquimia, lo cual no es sólo
extremadamente paradójico en sus formulaciones, sino que tiene una enseñanza especial en
relación a los opuestos. Estos juegan un rol tan grande en la alquimia como lo hacen en la
filosofía china clásica. Por lo tanto los tratados alquímicos chinos, por lo que sabemos, no
difieren en ninguna forma esencial de los tratados occidentales, de hecho en lugares acuerdan
el uno al otro casi palabra por palabra. Esto es lo más llamativo de todo, que sería imposible
probar cualquier influencia directa; fueron escritos en una época donde no había conexión de
ningún tipo entre Oriente y Occidente. Esta enseñanza de los alquimistas se opone a aquella
de la Iglesia. La última pone énfasis en el hecho de que deberíamos negar todas las cosas
terrenas y sublimarlas en cosas espirituales, mientras que la alquimia y la filosofía oriental
creían profundamente en encontrar un camino intermedio entre los opuestos. Esto está
representado en la alquimia como el hermafrodita, el símbolo del centro entre los opuesto
clásicos masculino y femenino. El Tao chino y el Tai-gi-tu también expresan la unión de los
163
Ver Lectura XI. Pág. 96. (VER)
164
CF. Libro de las plegarias inglesas: Exhortación en “La orden de la Santa Comunión”: “El peligro es grande,
si recibimos lo mismo indignamente…. Comemos y bebemos nuestra propia condenación.”
97
siempre presentes opuestos en una forma peculiarmente apropiada. El lapis philosophorum es
un ser espiritual, incorruptible, el cual está siempre con el hombre, aunque, por decirlo de
alguna forma, fuera del espacio y el tiempo. Esta idea no es una invención de los alquimistas,
sino que también está en la enseñanza de la Iglesia, como la omnipresencia de Cristo. Todos
estos eventos de la vida de Cristo, de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, acontecen fuera
del espacio y tiempo, ahora y siempre. Él es engendrado, vive y es sacrificado, no una vez
sino siempre. El sacrificio de la Misa es un hecho repetido eternamente; un hecho que
acontece debajo de nuestros ojos, pero que es también un evento en el Más allá.
El resultado del procedimiento alquímico es también una montaña con un tesoro, y,
como vimos, esto es un símbolo para una personalidad completa, concentrada que sobrepasa
la humanidad ordinaria como una montaña por encima de la planicie. Una personalidad
colmada, por así decirlo, que ha sido reunida y es coronada con un santuario. Un símbolo más
es un rey, que lleva una corona, una figura exaltada. O si es también expresado como una
congelación, un hacer firme al espíritu. Esto significa que el espíritu no es más líquido como
el mercurio, que se puede mover y derramarse en todas las direcciones, pero que se ha hecho
firme, sólido como una piedra, y no se permite ya ser tentado hacia la derecha o la izquierda,
arriba o abajo. Esto
112
significa también que la mente ha sido liberada de todas las ataduras objetivas. Este
conocimiento, que ellos también llaman conocimiento de Sí Mismo, es el objetivo del opus de
acuerdo a los antiguos alquimistas. Este conocimiento de Sí Mismo tiene tres aspectos,
conocimiento de Dios, conocimiento de la naturaleza, y conocimiento del hombre. Por
conocimiento de Sí Mismo, ellos no quieren decir el mero conocimiento del ego, sino también
el conocimiento del Nous, esta mente o espíritu que es representado por la serpiente. La
serpiente en la alquimia representa la idea de la eterna, divina presencia, que debería darse a
conocer a través del Opus.
Como les comenté antes, mi técnica, en el proceder con estos tratados, consiste en
hacer notas de los temas que se repiten frecuentemente, y que son especialmente enfatizados.
Y con el fin de testear si la hipótesis que formé con respecto a si el significado de los términos
era correcto, busqué otros muchos pasajes donde las mismas palabras ocurrían. El segundo
tema que investigaremos es aquel del thesaurus, el tesoro.
II. Thesaurus
DJÂBIR (un alquimista árabe del siglo ocho que les he mencionado antes) dice en el “Livre
de la Miséricorde”:165
“Un sellado tesoro, que Dios solo abre para el elegido.”
Y el Consilium Conjugii (que probablemente pertenece como muy tarde al siglo
décimo tercero) habla de este tesoro como:166
“Domus thesaurorum” o “Gazophylacium”.
Es toda una casa de tesoro aquí, y el término es a menudo citado en la alquimia tardía,
y entendido como una especie de casa de sabiduría, que es a menudo totalmente descripta. Es
un espacio, para decirlo de alguna forma, en el que el designado es aceptado, una especie de
templo.
En otro tratado, el “Tractus Micreris”, (como muy tarde el siglo duodécimo) es
167
dicho:
“El tesoro de Dios es el azufre, el cual ni quema ni es quemado.”
165
DJÂBIR: in BERTHELOT: La Chimie au Moyen-Age. Tome III. Pág. 188.
166
CONSIL. CONJUGII: in Ars Chemica. 1566. Pág. 79.
167
TRACTATUS MICRERIS (XII C.) en THEATR, CHEM. 1622. Vol. V. pág. 106.
98
¿Qué clase de azufre puede ser éste? Un azufre que no puede ser oxidado; pero no hay
tal cosa. En otras palabras: este secreto puede solo ser expresado apropiadamente por una
paradoja. Es y no es; otra unión de los opuestos tales como los encontramos en el taoísmo.
Michael Majer habla del:
“Regia Gaza (el tesoro real) en el mar.”168
El mar es un símbolo del inconsciente, entonces este tesoro está escondido en el
inconsciente. Curiosamente encontramos la misma idea en Kant, él habla del tesoro que yace
en el campo de las “tenues representaciones”.169 Este campo es el inconsciente colectivo
donde el tesoro está escondido, el tesoro real en el mar. Los alquimistas también piensan esto
como un ser en el templo o ciudadela. DORNEUS por ejemplo dice:170
113
“En esta ciudadela de verdad yace la indudable y verdadera piedra y tesoro de
los filósofos.”
Él usa la palabra “thesaurus” y en conexión con sabiduría. El “thesaurus sapientiae” es
una expresión que es usada en el lenguaje de la Iglesia, la encontramos en el Vulgate.
Dorneus dice en otro tratado:171
“El eterno tesoro de la verdad es la cosa más barata en el mundo, no es sin
embargo digno de odio sino es mayormente despreciado, pero el sabio lo
encuentra más digno de amor que piedras preciosas y oro. Es ciertamente el
amante de todas las cosas pero es rechazado por todos como un enemigo. Puede
ciertamente ser encontrado en todas partes, pero es descubierto por pocos, casi
nadie. Es llamado a través de las calles a todos: Todos vosotros que buscan el
camino, vengan a mí, y yo los guiaré al camino de la verdad.” 172
Vemos en este texto cuan difícil es encontrar este tesoro, como cada tesoro que es
digno de tener. Y más adelante es desechado y rechazado; no ha de encontrarse en ningún
lugar especial sino en todas partes, es una guía al camino de la verdad, y es incluso el camino
de la verdad en sí mismo. Tal aseveración en la boca de un alquimista se posiciona en
flagrante contradicción con su propia fe cristiana. Como un cristiano, el alquimista profesa
que Cristo es su guía y que su verdad es el dogma de la Iglesia, pero a la vez el está buscando
una verdad en la alquimia por fuera y al lado del cristianismo. Esta fue una de las principales
razones de las reservas de los alquimistas; fue muy poco saludable en la Edad Media estar
preocupado con cualquier verdad que no fuera admitida por la autorizada Iglesia y el monarca
reinante. Pensamos, por supuesto, que estamos lejos de esas edades oscuras, esta es una de
nuestras ilusiones preferidas/domésticas.
114
168
MICHAEL MAJER (S XVII): SYMBOLA AUREA MENSAE duodecim nationum. 1617. Pág. 380.
169
CF. Notas de ETH, 1933-4,pág. 14.
170
DORNEUS: Sec. Pars. Specul. Phil. THEATR. CHEM. I. 1602. Pág.
171
IDEM: De Spagir. Artif. 1. c.: pág. 459.
172
El lenguaje ingles está bastante en desventaja en este pasaje en esta “cosa” es neutro. “Res” en latín y “Sache”
en alemán son ambos femeninos, y el pronombre femenino expresa lo que quiere decir Dorneus mucho mejor
que el neutro, como se aclarará en la próxima lectura.
99
LECTURA XIV
21 de febrero de 1941
La última lectura llegó a su fin antes de que terminara de comentar una cita de
Dorneus, donde el tesoro es personificado como una mujer.173 El final del pasaje es una obvia
referencia a las palabras de Cristo: “Vengan a mí, todos vosotros que trabajan y con cargas
pesadas, y yo les daré descanso” (Mateo XI. 28.), del cual uno puede concluir que esta figura
fue pensada por Dorneus como un paralelo de Cristo. El tesoro de los alquimistas es un
salvador, aunque no el salvador de la Iglesia.
“Per vicos acclamans” (Es llamado a través de las calles) es una observación muy
peculiar. Cuando la novia en la “Canción a Salomón” esta buscando al novio, ella dice: “Me
pondré de pié ahora, y vagaré por la ciudad en las calles, y en los amplios caminos buscaré a
aquel quien mi alma ama.” (III. 2.) Entonces por una parte tenemos una referencia a Cristo, y
por otra una alusión a la sponsa (novia), quien, como sabemos, se entiende que es la Iglesia.
Así que como ven las ideas cristianas son usadas aquí para caracterizar este extraño tesoro.
Dorneus también dice:174
“En esta ciudadela de la verdad ese tesoro real yace, el cual será sustraído de
aquí luego de la muerte.”
¿Qué es lo que va a ser sustraído “de aquí”, de este mundo, después de la muerte? ¿Es
el alma inmortal, el “anima rationalis”, el alma dotada de razón, que es sacada del cuerpo en
la muerte y guiada a otro mundo? Porque esto era un hecho generalmente admitido en
aquellos días, todos lo creían, y el autor lo tomaría como un asunto por supuesto. Así no
puede ser el alma en el sentido cristiano que es significado aquí, o todo el esfuerzo y misterio
no tendría sentido; debe ser algo diferente lo que es guardado en la “ciudadela de la verdad”.
¿Qué puede ser esto? Hay otra posibilidad, aquella del cuerpo sutil, un velo material fino del
alma, que no puede existir por decirlo de alguna manera sin un cuerpo. Esto es el “corpus
glorifications” (cuerpo glorificado), el cuerpo transfigurado, que es nuestra futura
parte/porción. Si es esto lo que quiere decirse, uno puede decir que el arte de al alquimia le
concierne el reunir este cuerpo inmortal, incorruptible. Esta idea coincidiría muy bien con la
idea de una substancia incorruptible, una forma incombustible, que puede sobrevivir las
llamas del Infierno o Purgatorio y que no fallece con el cuerpo. Esto es sólo una hipótesis,
pero hay otras expresiones de los alquimistas que apuntan también en la misma dirección.
Aún una cita más en el thesaurus de Dorneus:175
115
“Vosotros que buscan tesoros con tan diversos esfuerzos, acérquense, y
reconozcan la piedra angular rechazada, que se ha convertido en la cabeza/jefe
de la esquina/del ángulo.”
Esto obviamente refiere al texto del Evangelio: “Jesús dice a ellos, ¿No leyeron
vosotros las escrituras, La piedra que los constructores rechazaron, la misma se ha convertido
en la cabeza/el jefe de la esquina/el ángulo: este es el Señor haciendo, y es maravilloso en
nuestros ojos?” (Mateo XXI. 42.) Esta es una alusión a la propia fe de Cristo, quien fue
rechazado como tal piedra y aún se convirtió en “la cabeza/el jefe de la esquina/el ángulo”. Y
la piedra alquimista es similar, es despreciada, tirada a las calles y pateada, y aún así puede
hablarse de una analogía con Cristo. En la medida en que los autores eran cristianos (y
173
Cf. Nota al pié de página en la página
174
DORNUES: De Spagir. Artif. En THEATR. CHEM. I. 1602. Pág. 458.
175
DORNUES: De Spagir. Artif. En THEATR. CHEM. I. Pág. 471.
100
cristianos creyentes, como a menudo lo enfatizan), no es posible que esta cosa pueda coincidir
con Cristo, o no habría necesidad de hacer un secreto de esto. Ellos nunca dicen que es Cristo,
sino que es como Cristo, así que debe haber un paralelo a Cristo, un paralelo oculto, un
secreto.
No les leeré demasiadas citas acerca del “thesaurus”, en su lugar les resumiré
brevemente lo que hemos aprendido de aquellos que he leído. Este tesoro puede ser
encontrado en el mar, o en la casa del tesoro, o en una ciudadela, a menudo en la montaña,
bien protegido. Y este tesoro es sellado por Dios mismo y es reservado para el elegido. Es una
substancia incorruptible, algo que es tomado en el Más allá luego de la muerte. Recordarán la
etapa/el escenario de dirección en la segunda parte del Fausto, donde, después de su muerte
los ángeles ascienden: “Faustens Unsterbliches entführend”, esto es que ellos rescatan del
diablo la cosa inmortal en Fausto. Goethe originalmente escribió: “Faustens Entelechie”. La
entelequia (realidad plena alcanzada por algo) representa el convertirse en la forma real de
Fausto, o su ser especial, en otras palabras de su Sí Mismo. Es el resultado de su vida que es
rescatada por los ángeles y llevada al Más allá. La expresión peculiar de Goethe: “Faustens
Unsterbliches” es muy notable. Uno usualmente dice el alma inmortal, pero aquí es un neutro,
una substancia, la cosa inmortal en Fausto. Esta es una idea alquímica, y Goethe fue muy
influenciado por la alquimia; aunque este hecho escapa al conocimiento general debido a la
alquimia misma siendo tan desconocida. Para cualquiera que la conoce bien, es obvio que la
segunda parte del Fausto está impregnada con alquimia.
Escuchamos, además que ésta tan preciada substancia es también la más corriente,
puede ser encontrada en cualquier lado y es aún la más valiosa cosa que existe, otra analogía
con Cristo. Entonces esta substancia puede ser personificada, puede aparecer como un ser
humano. Uno solo puede decir, es una persona y también/incluso una no persona, es corriente
y aún la cosa más cara, que consta de opuestos. Esto puede ser dicho a través del secreto de la
alquimia, es una unión de los opuestos.
III. Arcanum
Otra palabra que es usada muy a menudo es “arcanum”, el secreto o la substancia
oculta. Leemos en el Rosarium:176
“Platón: Este es nuestro material y nuestro secreto.”
“Noster” (nuestro) siempre significa: en el sentido alquimista de la palabra; entonces
“nuestra materia” debe ser la substancia usada por los alquimistas en su trabajo. “Nuestro
secreto”
116
refiere a esta misteriosa, substancia oculta; lo que la materia de los alquimistas era, es el
secreto de ellos. Otro texto, el Allegoriae Sapientum, dice advirtiendo:177
“Esconde este trabajo de los hombres, como la palabra en tu lengua o el fuego
en el ojo tuyo. No hables de esto incluso ni contigo mismo, que el viento no
debería llevar las palabras hacia otro, y así traer perjuicio a ti.”
Obviamente la idea aquí es que el secreto debe ser bien guardado. No debe yacer en la
lengua de los alquimistas, o ser vista en su ojo, porque de ser así él lo traicionaría, o algún
otro que no ha sido elegido podría adivinarlo, podría herir al alquimista. Así debemos
concluir que también es una cosa peligrosa. Leemos en el Rosarium:178
“Por lo tanto lo volátil debe volverse volátil. Y de nuevo lo volátil sólido, y de
esta manera el más precioso secreto (arcanum) es cumplido, lo cual es superior
que el secreto de cualquier ciencia de este mundo, y es un incomparable tesoro
(thesaurus).”
176
ROS. PHIL. En Art. Aurif. 1593. Pág. 294.
177
ALLEG. SAP. En THEATR. CHEM. V. 1622. Pág. 67.
178
ROS.PHIL. en Art. Aurif. 1593. Pág. 342.
101
La fórmula aquí es que cada cosa que es tangible, sólida, tosca y material debe
convertirse en volátil y viceversa; lo cual es la característica de este arcanum. Este cambio es
una condición de los opuestos, un opuesto se transforma en el otro. Heráclito llamaba a este
proceso enantiodromia (no hay traducción). Cuando lo pequeño se vuelve grande y lo grande
pequeño, o cuando una condición húmeda se vuelve seca y viceversa, los opuestos se vuelven
unos en otros. Esto es característico de esta misteriosa substancia, que va desde una condición
de corriente a una de preciosa, desde lo material a lo espiritual, y viceversa. Es evidentemente
una substancia que puede cambiar de una forma misteriosa, yace en la frontera de las cosas
que podemos percibir con los sentidos, y es por lo tanto media metafísica.
El Rosarium Philosophorum también lo expresa en un verso. Los alquimistas algunas
veces expresaron su sabiduría en muy lindos versos en latín, más bien en el estilo Victorino
(victoriano?). El verso especial es distintivamente menos atractivo cuando es traducido:179
“Est lapis occultus, in imo fonte sepultus,
Vilis et ejectus fimo vel stercore tectus.”
(Una piedra es ocultada, enterrada debajo de la fuente,
corriente y rechazada, cubierta en estiércol y barro.)
Cubierta en excremento aparentemente. Tales alusiones juegan un rol considerable en
la alquimia, es a menudo supuesto que la pila de estiércol y la cloaca/ el pozo ciego
pertenecen de alguna forma al misterioso proceso. Uno puede solo sostener la cabeza de uno
en desesperación, y preguntarse “¿qué diablos este secreto supremo tiene que ver con la
cloaca/pozo ciego? Aún, como hemos ya oído, el arcanum es algo impuro, corriente y
rechazado, perteneciente a la parte más baja del hombre, y el cual aún se convierte en, o
contiene la cosa más importante, la cual es sin embargo muy fácilmente malentendida.
Debemos notar, por lo tanto, que el secreto de la alquimia, que debe ser guardado en secreto,
es caracterizado por su gran responsabilidad al malentendido. Tal vez es aquí donde el peligro
yace, debemos a cualquier precio tener este aspecto en mente. Otro texto dice: 180
117
“Si por lo tanto la gente supo que gran tesoro tuvo en sus manos, no lo hubiera
calumniado como la cosa más corriente y al mismo tiempo la más preciosa.
Pero Dios la ha escondido de la gente con el fin de que el mundo no sea
devastado.”
Así que si este secreto fuera conocido, ¡el mundo estaría en peligro de ser devastado!
Encontramos una observación muy curiosa acerca del origen del arcanum en Dorneus. Él
dice:181
“Adán dejó dos tablas de piedra detrás, en las cuales el arcanum fue gravado.
Noé redescubrió una de estas tablas en el Monte Arará.”
Esta peculiar afirmación es en principio muy obscura. No tiene nada que ver con el
Viejo Testamento, por supuesto, así que debe venir de una fuente extra canónica. Pero aquí
realmente había algunos libros medievales peculiares acerca de Adán que aparecieron cerca
del siglo decimo sexto. Muchos desconocidos MSS., preocupados con tradiciones secretas,
salieron a la luz con el amanecer de la imprenta, algunos eran falsos pero muchos de ellos
muy antiguos. Entre ellos encontramos una tradición sobre Adán y podemos trazar la
existencia de un texto pre-cristiano, el libro Henoch o Enoch, (hay referencias a éste a través
de los siglos) en el cual encontramos la idea de un Adán místico. Esta idea fue recibida por
los gnósticos, y el Adán místico es referido por Zosimos, en la forma del hombre primario,
179
ROS.PHIL. en Art. Aurif. 1593. Pág. 369.
180
LAURENTIUS VENTURA: Liber de rationae conficiendi lapis philosophici, in THEATR. CHEM. 1601.
Vol. II. Pág. 244.
181
DORNEUS: Congeries Paracelsicae Chemiae de transmitationibus metallorum en THEATR. CHEM. 1602.
Vol. 1. Pág. 617.
102
que era realmente un hombre de luz, y quien supo el secreto divino y el secreto del mundo, y
quien ha sido iluminado por la Deidad. Hay también una tradición sabiana (ssabian) del
mismo tipo. Los sabianos eran un remanente de los gnósticos helenos, que florecieron en la
Mesopotamia hasta el siglo décimo. Aseguraban que Adán escribió un libro de mil páginas,
acerca de las cualidades de las plantas, el clima, y toda clase de temas científicos. El autor
árabe Mas’udi declara una tradición similar, y dice que Adán recibió treintaiuna hojas,
cubiertas de conocimiento secreto.
Hay tradiciones análogas dentro de los judíos. Moses Maimonides en su libro: “Moreh
Nebuchim” (maestros o guía de aquellos que han ido por mal camino), dice que los sabianos
declararon que Adán escribió libros y los dejó en la tierra, y que ellos aún poseen tales libros.
Adán tenía un árbol de oro de India, y uno hecho de piedras, con hojas incombustibles, las
cuales también trajo de aquel país. Este fue el secreto que Adán poseía, y el cual describió en
sus escritos. En el libro medieval SOHAR, uno de los principales trabajos de la Cábala,
encontramos esta concepción de nuevo, y encontramos una leyenda acerca de Adán de la cual
me gustaría leerles un pasaje:”182
“Cuando Adán estuvo en el paraíso, Dios le dijo al ángel Rasiel, el guardián de
los más altos secretos, que le diera un libro, en el cual la sabiduría superior,
sagrada era descripta. Setenta y dos tipos de sabiduría eran descriptos en este
libro en seiscientos setenta secciones. Por medio de este libro mil quinientas
llaves de sabiduría fueron dadas a él, las que no eran conocidas por los más
118
altos santos, y eran guardadas en secreto hasta que este libro llegó a Adán. Así
cuando Adán hubo recibido este libro, los más altos ángeles se reunieron en
torno a él, con el fin de oír su sabiduría, y dijeron: ‘Se tú exaltado, Oh Dios, por
encima de los cielos; deja que tu gloria sea sobre toda la tierra.’ (Ps. 57. 5.)
Luego el sagrado ángel Hadarniel apareció ante él y dijo: “Adán, Adán, guarda
en secreto los tesoros de tu Señor, porque a ninguno de los más altos ángeles se
les permite saber tanto de los tesoros del Señor como a ti.’ Desde ese momento
él guardó el libro escondido y secreto, y, hasta que fue llevado al Paraíso, usó
este tesoro del Señor diariamente, a través del cual descubrió los más altos
secretos, de los cuales aún el más excelente de los ángeles no conocía. Pero
cuando él pecó, y violó la ley de Dios, este libro escapó de él. Luego él golpeó
su cabeza, y descendió en el Río de Gichoe (Gihon, uno de los cuatro ríos del
Paraíso. Gen. II.13.) y permaneció hasta su cuello en el agua, hasta que su
cuerpo fue cubierto de óxido, y su figura cambió completamente. Luego Dios
llamó con un gesto al ángel Rafael, quien retornó el libro, y él lo leyó
diligentemente y lo legó a su hijo Seth. De Seth llegó a Chanoch y de él, a
través de generaciones, a Abraham, quien también aprendió a conocer la
grandeza de su Señor de éste (libro).”
Tenemos aquí la historia de cómo Adán llegó a dejar un libro detrás de él. La peculiar
observación, de que él fue al agua del río y estuvo allí hasta que se cubrió de óxido, refiere al
descenso a la oscuridad del mundo. Adán era un hombre de luz, consistía enteramente en luz
hasta que entró al cuerpo que veló su luz de sí. El libro le fue quitado cuando entró al cuerpo,
aunque le fue dado de nuevo más adelante. Hay una aún temprana tradición, la así llamada
“El libro etíope de Adán”, que fue preservada por los etíopes: Dios envió tres ángeles a Adán
en el tercer día de su exilio del Paraíso, que le llevaron obsequios. El ángel Miguel trajo
setenta barras o ramas de oro, que debieran iluminar la oscuridad de su cueva; el ángel
182
Traducido de PETER BEER: “Geschichte, Lehre und Meinungen aller bestandenen und noch bestehenden
religiösen Sekten der Juden und der Geheimlehre oder Cabbalah.” Brünn 1822/23. Este libro da las leyendas
referidas a Adán en el Sohar. (pág. 11. f.)
103
Gabriel le trajo incienso, con el fin de que su placentero olor le diera placer (El Espíritu Santo
es reconocido con este dulce olor). El ángel Rafael le trajo mirra para consolarlo en el luto de
su exilio y el eclipse de su luz. Vemos de todo esto que Adán originalmente poseía la perfecta
divina Gnosis, pero la perdió a través de su pecado original. Alguna parte de esto, si embargo,
le fue dada de nuevo, con el fin de que la pasase, como una tradición secreta, a sus hijos y los
hijos de sus hijos.
Esta peculiar saga corresponde a un hecho psicológico que podemos observar
empíricamente con niños. Los sueños de la temprana infancia contienen motivos mitológicos
que no podría ser posible que los niños conocieran. Estas imágenes arquetípicas son el
conocimiento primitivo/primigenio de la humanidad, nacemos con esta herencia, aunque este
hecho no es obvio y sólo se vuelve visible de formas indirectas. Hay distintas formulaciones
en el inconsciente, las cuales, si fueran más visibles, se verían exactamente como si nos
hubiesen enseñado ciertas cosas, aunque esto no podría ser posiblemente el caso. Pero es
como si un una noción de la estructura original de la mente humana estuviese contenida en
estos remanentes inconscientes, pero desaparece en la niebla del mundo exterior cuando la
consciencia del niño se desarrolla. Estas cosas son luego perdidas por la consciencia, y deben
ser encontradas de nuevo en el curso de la vida, con el costo de un infinito esfuerzo, si Dios es
lo suficientemente bueno para enviarnos una neurosis (ese especial
119
don de la gracia) para acompañarnos en a travesía de la vida. ¡Porque si no hay neurosis uno
no hace nada acerca de esto! Así que podemos asumir que estos viejos maestros estaban
plagados con toda clase de sufrimientos psíquicos, o no hubiesen sido tan diligentes con sus
retortas.
THEOBALDUS DE HOGHELANDE dice del arcanum:183
“El secreto de cada cosa y de la vida está en un agua…. El secreto más grande
está en agua.”
Aquí de nuevo tenemos el motivo del agua que hemos encontrado antes en las
imágenes del mar, la fuente; y debajo de la fuente. Este secreto yace oculto en el agua.
KHUNRATH dice de este secreto:184
“Dios ha, por determinadas razones, estrictamente prohibido la traición del
secreto a cualquiera.”
Y MYLUS dice:185
“Pero en el plomo hay vida muerta, y esto debería ser enfatizado como el
secreto de los secretos.”
No les daré más ejemplos, los que ya han sido citados son suficientes. Les deben haber
mostrado que el arcanum es algo muy similar al thesaurus, es siempre un asunto del secreto
central. Aquí, por primera vez, oyeron un muy serio mandato de guardar silencio. Esta cosa
debe ser ocultada, no es solo un secreto sino un secreto que debe ser protegido. Si uno sabe,
uno no debe traicionar que está oculto en el agua o el plomo. Curiosamente el plomo también
contiene el secreto en la alquimia china: “el plomo de la región del agua”, así allí ustedes
tienen plomo y agua juntos. En los textos griegos también el plomo es una substancia muy
especial: Saturno. Una peculiar característica de Saturno en aquellos días era que estaba
relacionado al Sol, en esto también se creía que circula alrededor de la tierra. Gradualmente
en el curso de los siglos, éste hacía girar el plomo en la tierra como el Sol en el curso de sus
revoluciones hacía girar el oro en la tierra.186 Entonces el plomo tenía las características de
183
THEOBALDUS DE HOGHELANDE: De Alchemiae difficultatibus Pars III. en THEATR. CHEM. 1602.
Vol. I. Pág. 193.
184
KHUNRATH: Amphith. Sap. Pág. 194.
185
MYLIUS: Phil. REf. pág. 152
186
Cf. Notas de ETH 1938-39. Pág. 112.
104
Saturno. Es dicho que Saturno y el plomo son fríos exteriormente y fogosos interiormente.
Incluso la paloma del Espíritu Santo puede ser encontrada en el plomo. Los antiguos maestros
griegos también decían que un demonio vivía en el plomo que volvía loca a la gente, un
demonio muy peligroso.187 Evidentemente el plomo es el símbolo de la pesadez, la
profundidad, la oscuridad y el ocultamiento. Set, en la saga de Osiris, cuando amarra a Osiris
en el cofre, cubre la tapa de plomo, así Osiris es enterrado en plomo, por así decirlo. Esto
expresa la misma idea, que la substancia de plomo de poco valor contiene la más preciada
substancia dentro de sí. Por consiguiente el plomo o el agua es a menudo un símbolo por
aquellos contenidos psíquicos que se han hundido en las profundidades del inconsciente, el
plomo de la región del agua se refiere a las cosas que están escondidas en las profundidades.
120
Mylius escribe que la “vida muerta” en el plomo es el “secreto de los secretos” y Dorneus
dice que el “arcanum philosophorum” es el lapis.188 Fue también Dorneus quien escribió de
los opuestos de la vida y la muerte en la imagen de la mente humana.189 Esta imagen no
estaba ni viva ni muerta, entonces “vida muerta” no es ni vida ni muerte. Es algo en los
límites entre la vida y la muerte, una cosa completamente misteriosa, entonces tenemos que
realmente preguntarnos a nosotros mismos, ¿podemos imaginarnos qué es esto? ¿Sabían los
antiguos maestros lo que querían decir, o hicieron un misterio de algo que no tiene
cimientos/fundamentos firmes? Pero cuando consideramos su industria, y el interminable
número que escribieron, y el hecho de que eran cualquier cosa menos tontos (Albertus
Magnus, por ejemplo, escribieron indudables auténticos tratados alquimistas), estamos
obligados a concluir que debía haber algo en esto. Si sólo había sido una epidemia, y cientos
de libros habían aparecido en el curso de veinte años, y luego desaparecieron como un
destello en la olla/sartén, podríamos decir: “Eso fue sólo una epidemia mental, nosotros
también tenemos tales cosas.” Pero la alquimia duró por más de dos mil años, y grandes
genios, tales como Goethe, fueron atrapados por ella. Goethe nunca se fue de ella, una vez
que se apoderó de él. Su “schwankende Gestalten” (fantasmas vacilantes) se acercaron a él en
todas sus mejores y más altas horas y lo poseyeron. Su más grande obra maestra, la segunda
parte del Fausto, es una confesión alquimista. Así que tal vez podemos sin peligro asumir que
no es hacer misterio, sino un secreto real, un “mysterium” tal vez. Los alquimistas
ciertamente a menudo lo llamaban así ellos mismos. Esto nos trae al cuarto tema:
IV. Mysterium
KHUNRATH190 dice:
“Este misterio es la piedra. La piedra, que es asemejada a un signo el cual es
contradictorio.”
Esta es la “petra scandali”, el “obstáculo”, que ustedes conocen por el Nuevo
Testamento. Así que aquí de nuevo hay una analogía a Cristo. El secreto es verdaderamente
una analogía a Cristo, pero lo que es permanece oscuro. Khunrath nuevamente dice en el
Amphitheatrum:191
“El misterio es la piedra, esta es la más antigua sal. La sal no era adornada con
el epíteto de la sabiduría por el hombre sabio sin ninguna razón.”
187
OLYMPIODOR, por ejemplo, reporta PETASIUS como habiendo dicho, que el plomo era poseído por el
demonio insolente, que tiene el efecto de volver a los adeptos locos. (BERTHELOT: Alquimistas griegos. II IV
43 pág. 104.)
188
DORNEUS: Congeries Paracelsicae de transmutationibus metallicae. En THEATR. CHEM. 1602. Vol. I.
pág. 579.
189
Ver Lectura XII. Pág. 103.
190
KHUNRATH: Hyl. Chaos. Pág. 433.
191
IDEM: Amphitheatrum. Pág. 194
105
Esto se refiere por supuesto al Nuevo Testamento: “Vosotros son la sal de la tierra.”
(Mateo V. 13.) Y en otro pasaje Khunrath dice:192
“El misterio es la concepción del salvador y redentor, del macrocosmos como
del microcosmos, respectivamente de las especies humanas.”
La expresión “micorcosmos” en los autores medievales siempre refiere al hombre, y
“macrocosmos” al universo. Fue Khunrath el que dijo que Cristo es el salvador
121
del hombre, mientras que la substancia de la alquimia es salvadora del universo, no solo del
hombre sino de la naturaleza.
Otro autor del siglo décimo sexto dice:193
“El admirable misterio del macrocosmos es la flor de zafiro azul del
hermafrodita.”
Este autor también habla del misterio de su salvador, quien es evidentemente el
salvador del macrocosmos, y quien es de naturaleza súper-humana en la que participa a través
del cuerpo y tal vez también a través de la psique. La substancia salvadora es llamada una flor
de zafiro azul aquí, esto es por supuesto la flor azul celestial. Ustedes recordarán la flor azul
en la poesía romántica, que pertenece a la misma idea. Esta flor aparece de nuevo
espontáneamente en este texto muy obscuro, y como la flor del hermafrodita, une lo
masculino y lo femenino. Es análogo a Cristo y la sponsa, pero unidos en una figura.
122
192
IDEM: 1. c.: pág. 197.
193
EPISTOLA AD HERMANNUM Archiepiscopum Coloniensem, Monachi cuiusdam O. B., en THEATR.
CHEM. 1622 Vol. V. Pág. 899.
106
LECTURA XV
28 de febrero de 1941
107
voto de silencio. Fue antes de los días de los Rosacruces, así que podemos estar seguros que
no es un asunto de esa sociedad. Esta peculiar observación de Agrippa puede, por lo tanto,
posiblemente referir a alguna clase de misterio organizado en la alquimia, pero de ser así no
tenemos idea en qué consistía.
Para resumir: el mysterium es usualmente designado como el lapis philosophorum, el
secreto central de la alquimia es el misterio de la “piedra”. Es también llamado la sal de la
sabiduría, que es por supuesto un término ambiguo, porque por un lado es el agua real
mercurial o azufre que los alquimistas usaban en su trabajo. En el siglo décimo sexto los
alquimistas se volvieron bastante más comunicativos, y Khunrath dice que el misterio de la
alquimia es el salvador engendrado de la naturaleza, el salvador del macrocosmos, y otro
autor que es el zafiro o la celestial flor azul de Hermes (Hermafrodita). Esto es una alusión a
la flor que a menudo representa el misterio en la Edad Media, el “Paradiso”195 del Dante por
ejemplo. La imagen del “hortus conclusus” (el jardín cerrado) es a menudo usado en himnos
medievales a la Virgen María, y en la “Letanía de Loretto” ella es referida como una “Rosa
mystica” (Tú rosa mística).196 María lleva el misterio en esta Letanía, ella es referida como el
“vas” repetidamente. Este “vas” es uno de los símbolos principales de los alquimistas, y es
referido como el “vas hermeticum”; o “unum est vas” (el recipiente es uno, no muchos) y
etcétera.
El hecho que un “mysterium” esté presente en la alquimia, bien en el sentido de un
secreto o como algún tipo de ritual desconocido, necesita alguna explicación. Estamos bien
conscientes ahora de que hay un tremendo secreto acerca de todos. Los autores repiten una y
otra vez, que el asunto es un misterio y debe ser ocultado. Al menos que estemos listos para
asumir que esto fue un bluf gigante, un abracadabra que se permitió por cerca de dos mil
años, estamos obligados a concluir que realmente había algo acerca de la alquimia que golpeó
a estos antiguos maestros como muy misterioso, u otro que había una desalentadora necesidad
de hacer un misterio de esto. Con el fin de explicarlo, debemos en realidad pensarnos a
nosotros mismos en la psicología de la Edad Media, porque, sin algo de conocimiento de las
circunstancias que prevalecían en ese momento, es difícil o imposible entender por que tal
gran secreto existía. Una de las razones puede indudablemente ser encontrada en la
persecución de los herejes. Les leeré por lo tanto algunos pasajes de las regulaciones para los
tratados de los herejes, con el fin de que vean algunas de las dificultades con las que los
alquimistas tuvieron que enfrentarse. El primero de estos comentarios de las “Regulaciones
del Sínodo de Tolosa, en el año 1229”. Este Sínodo
124
pasó leyes que permanecieron válidas para la persecución de los herejes a lo largo de la Edad
Media. Dice:197
“1. En cada parroquia, dentro tanto como fuera de la ciudad, los Obispos deben
designar un sacerdote o dos, tres o más legos/laicos de buena reputación y si es
necesario obligarlos por juramento, a buscar diligente, fiel y frecuentemente
herejes en éstas parroquias; y a examinar individualmente casas sospechosas
bodegas subterráneas, anexos, y otros rincones escondidos, los cuales todos
deben ser destruidos. Si descubren cualquier hereje, credentes (aquellos que
creen en los herejes), patrones o protectores de los herejes, deben (tomando
cada precaución para que los herejes no escapen) inmediatamente denunciarlos
195
DANTE: La Divina Comedia. Paraíso. Canto XXXI.
196
Cf. “Tipos Psicológicos”. Pág. 274.
197
Traducido de: “CONCILIENGESCHICHTE.” Nach den Quellen bearbeitet von CARL JOSEPH VON
HEFELE. V. Bd. 2. Auflage, vermehtr und verbessert von Dr. A. Knöpler, Freiburg. 1886. (Aus M.
PFLIEGLER: “Dokumente zur Geschichte der Kirche.” Innsbruck. 1938.)
108
al Obispo, o al Señor de ese lugar, o sus alguaciles, con el fin de que sean
debidamente castigados.”
Los alguaciles son los sheriffs o administradores, personajes laicos.
“2. Los abades exentos, que no están bajo la jurisdicción episcopal, deben hacer
lo mismo (como los Obispos) en sus distritos.
3. Los Señores de los varios distritos deben tener las haciendas, casas y bosques
diligentemente inspeccionados de herejes, y deben destruir sus lugares
escondidos.
4. En el futuro aquel que albergue un hereje en su territorio, sea por dinero o
por alguna otra razón, perderá sus posesiones para siempre (tanto si se declara
culpable como si es convicto) y su cuerpo será entregado a sus apoyos para el
castigo pertinente.
5. Pero también a aquel, que su territorio se ha convertido (aún sin su
conocimiento pero a través de su descuido) en un frecuente refugio para herejes,
será responsable a los castigos de la ley.
6. La casa, en que sea encontrado un hereje, deberá ser derribada, y el lugar o
suelo deberá ser confiscado.
7. El aguacil, que vive en un lugar sospechoso y no es diligente en registrar
herejes, perderá su puesto y no será contratado en ningún otro lugar.
8. Pero con el fin de que personas inocentes no sean castigadas y que uno no sea
erróneamente acusado, decretamos que ningún hereje o credens será castigado,
hasta que un Obispo, u otro clérigo autorizado, lo haya declarado hereje o
credens.
9. A cada uno se le es permitido buscar herejes en el territorio de otro, y los
aguaciles del lugar en cuestión deben darle toda la asistencia. Así el rey pueda
buscar herejes en el dominio del Total de Tolosa y viceversa.
10. Cuando un haereticus vestitus (un hereje clérigo) voluntariamente renuncie
a su herejía, no podrá permanecer en el estado que el vivía anteriormente, si
esto es sospechado de herejía, pero debe ser trasplantado en un católico,
totalmente en un estado de no sospecha. Además deberá usar dos cruces en sus
125
ropas, una en la derecha y otra en la izquierda, y deberán ser de un color
diferente de aquel de las ropas. También tales personas no deberán tener acceso
a oficinas públicas, o acción legal, a menos que luego de penitencias adecuadas,
sean reincorporados in integrum por el Papa o sus legados.”
Esto es a menos que, luego de penitencias adecuadas, hayan sido reincorporados en
sus derechos civiles y honores.
“11. Quien no retornara voluntariamente a la Iglesia, sino solo a través del
miedo a la muerte o por alguna otra razón, deberá ser encarcelado por el Obispo
para completar su penitencia y con el fin de prevenir que confunda a otros.”
Estas eran las regulaciones principales en fuerza en Francia. Pronto luego del Sínodo
de Tolosa, el cinco de marzo de 1232, Frederick II estableció las siguientes leyes para
Alemania:198
“1. Todo aquel, que sea condenado por la Iglesia como hereje, será castigado
con la muerte por jueces civiles.
198
Traducido de FRIEDRICH II: Konstitution vom März 1232: Hinrichtung der Ketzer in Deutschland.
JENAER HISTORISCHE ARBEITEN. Herausg. Von A. Cartellieri y W. Judeich. Heft 6. Die Ketzerpolitik der
deutschen Kaiser und Könige in den Jahren 1152-1254. Von Dr. H. KOEHLER. Bonn, 1913. (Aus Pfliegler:
“Dokumente zur Geschichte der Kirche.” Innsbruck.)
109
2. Aquellos, que retornen al seno de la Iglesia a través del miedo a la muerte
serán castigados con prisión de por vida.
3. Todas las personas sospechadas deberán ser conservadas en custodia cerrada
durante la investigación.
4. Los que apoyen a los herejes se encontrará con los mismos castigos que los
herejes mismos.
5. Los herejes serán castigados en todos los lugares, aún cuando hayan dejado
sus hogares.
6. Los herejes que hayan recaído serán condenados a muerte sin alboroto.
7. Los herejes, tanto como sus defensores, no tienen derecho a apelación o
proclamación, con el fin de que la desgracia de la herejía sea removida por
todos los medios de la ortodoxa y fiel Alemania.
8. Los descendientes y herederos de los herejes, y sus defensores, serán
desprovistos de todos sus privilegios de este mundo y los honores públicos,
hasta la segunda generación; con la excepción de los hijos de ortodoxos que
denuncien a sus padres herejes.”
Esto representa el estado de las cosas en el siglo décimo tercero. Era obviamente muy
poco sabio en aquellos días dar el signo más pequeño de tener cualquier opinión diferente.
Esto explica el gran secretismo, porque la alquimia está, por supuesto, llena de alusiones que
pueden ser interpretadas de una forma que puede tener desagradables consecuencias para los
alquimistas. Si estaban temerosos, tenían una buena razón para su miedo, y esto solo debe
haberlos forzado al secretismo. Pero bajo las circunstancias es bastante extraordinario que
publicaran tales libros finalmente, podrían simplemente no haber escrito sus tratados. Debe
haber habido por detrás un motivo emocional muy fuerte, obligándolos a publicar estos libros
a pesar del veto. Este peligro tan real hizo que el énfasis que pusieron en el cristianismo
126
sea muy comprensible, y ciertamente los libros medievales frecuentemente contienen la más
ortodoxa confesión de fe, usualmente al principio y al final. Los tratados, que no son de
origen pagano, no carecen de sentimientos cristianos, y todo el honor está adscripto a Dios.
Es interesante, por lo tanto, que los alquimistas digan ellos mismos que usan un
lenguaje con intenciones de ocultar; y (bastante a parte del hecho general de que el misterio
debe ser guardado en secreto) dicen que el lenguaje que usan es místico o simbólico. He
recogido una serie de declaraciones que son interesantes al respecto.
V. Lenguaje Secreto
MYLIUS, hablando del agua divina o eterna de los alquimistas, dice:199
“El agua, en la medida en que tiñe, es llamada aire.”
Aparentemente usaron el término aire, en lugar de agua, para caracterizar esta peculiar
agua. Es una tintura líquida que colorea, y le fue dado el seudónimo de aire.
El ROSARIUM dice:
“Llaman al agua, que asciende, oro.”200
“Quemado en agua, lavado en fuego, Agua seca.”201
Un agua que evidentemente no humedece las manos. El Rosarium dice en otro
pasaje:202
“El transformarse en blanco es nuestro transformarse en rojo.”
199
MYLIUS: Phil. Reform. Pág. 35.
200
ROS.PHIL. en Art. Aurif.1593. pág. 268.
201
IDEM. 1.c.: pág. 344.
202
IDEM. 1.c.: pág. 378.
110
Los cambios en los colores son una parte especial del proceso, y oímos de ellos a
menudo en los alquimistas. El Rosarium dice en otro lugar:203
“‘Todos los colores apareciendo’ es un sofisma de los filósofos.”
Mylius dice nuevamente:204
“Los cuerpos se vuelven incorpóreos: estas son palabras místicas, un misterio.”
HOGHELANDE dice:
“Pero los filósofos nunca han aludido a este objetivo, excepto místicamente y
oscuramente, y también lo han variado intencionalmente.”205
Esto es que ellos intencionalmente usan un lenguaje confuso, con el fin de impedir a la
gente del conocimiento. Hoghelande también dice:
“Donde hay algo no esencial es enfatizado con grandes palabras. Pero donde
hay algo esencial, está usualmente oculto.”206
“Nadie puede revelar el nombre de la piedra, quien no quiera arriesgar la
condenación de su alma, porque no puede dar cuenta de ello ante Dios.”207
127
El ROSARIUM dice:
“Uno debe transmitir tal material a una forma simbólica.”208
En el mismo libro Hortulanus dice:209
“Solo aquel, que sabe como hacer la piedra, entiende las palabras que refieren a
esto. Los filósofos evidentemente trataron de revelar este arte a los
merecedores, y, por otro lado, de ocultarlo de los indignos.”
Vemos aquí que ellos querían hablar de esto, pero solo hacer alusiones para aquellos que
pudieran entender. KHUNRATH, quien escribió en el siglo décimo sexto, dice
directamente:210
“Aquel que conoce la piedra, hace silencio sobre ella.”
Esto nos recuerda las palabras de Lao Tse: “Aquel que habla no sabe, aquel que sabe
no habla.” El ROSARIUM dice:211
“Y si tú entendieras completamente el opus, tú deberías leer pasaje por pasaje y
verías maravillas. No he mencionado todos los fenómenos y necesidades en el
opus, porque hay algunas, de las que uno no debería hablar a los hombres. Y
también es imposible conocerlas, a menos que el conocimiento venga de Dios
mismo, o de un Maestro que le enseñe a uno.”
KHUNRATH dice de Mercurio:212
“Él ha logrado cosas maravillosas, no es aconsejable escribir clara y
abiertamente de éstas.”
HOGHELANDE dice:213
“Corazones y ojos están ciegos y los oídos de todos los hombres se hacen
sordos a través de éstas analogías y conceptos. Ellos leen, y no entienden nada;
estudian, y perciben nada; están inconscientes de la verdad y la proyectan. Estas
203
IDEM. 1.c.: pág. 267.
204
MYLIUS: Phil Reform. Pág. 30
205
HOGHELANDE: De Alchemiae difficultatibus in THEATR. CHEM. Pág. 204.
206
IDEM. 1. C.: (agmon in Turba) pág. 179 l. c.
207
IDEM 1. C.: pág. 179. 1. c.
208
ROS. PHIL. En ART AURIF. 1593. Pág. 230.
209
IDEM. 1. C.: pág. 270.
210
KHUNRATH: Hyl. Chaos. Pág. 21.
211
ROS. PHIL. En ART AURIF. 1593. Pág. 230.
212
KHUNRATH: Hyl. Chaos. Pág. 221.
213
HOGHELANDE: De Alchemiae difficultatibus in THEATR. CHEM. Pág. 169.
111
palabras son desconocidas para la comprensión de ellos, porque están
contenidos en mentes ocultas.”
“Estas analogías y conceptos” se refieren a los libros alquimistas. “ellos proyectan”
(proiiciunt en latín) es interesante. Él realmente quiere decir aquí que ellos lo tiran, lejos, pero
la misma palabra es usada para parte del proceso. Cuando el arcanum, tincture o polvo es
producido, es proyectado en el plomo o cobre y transformado. La expresión latina usada por
Hoghelande para “en las mentes ocultas” es “in intellectu occulto”, 214 literalmente es “en un
intelecto oculto.” Deberíamos decir que estaban contenidos en el inconsciente, porque no
conocemos ningún otro “intellectus occultus”. Leemos en otro texto:215
“Varios autores han estado llenos de dudas internas, cuando escribían sobre este
arte, y han aún rezado a Dios que se llevara sus almas de este mundo, porque
han escrito acerca de este arte. Porque muchos estaban preocupados
128
de haber traicionado este conocimiento ilegalmente. Aquel, que solo enseña uno
o dos puntos de esto, puede ser reconocido con certeza por otros asociados. Así
que no escribieron con el fin de enseñar al público en general, sino con el fin de
hacerse conocer en un leguaje secreto: por lo tanto tu no deberías estar
satisfecho con leer solo un libro, sino leer varios autores. Porque cuando un
libro se abre (explica) el otro…”
Nos hemos encontrado con esta frase antes: “liber librum aperit.”216 Escuchamos de un
autor antiguo, KRATES, (cuyo trabajo llega a nosotros en árabe, a pesar de que son origen
griego), que un ángel se le apareció y le enseño. Cuando Krates le dijo al ángel lo que él
intentaba hacer, el ángel contestó:217
“Tus intenciones son excelentes, pero tu alma nunca decidirá tomar la verdad
entre la gente, a cuenta de la diversidad de opinión y del infortunio de la
ambición.”
El viejo alquimista del siglo décimo sexto KHUNRATH escribió en alemán tanto
como en latín. En su libro alemán el habla acerca de la necesidad del secreto:218
“La era de Saturno no es aún, en la cual todo lo que es privado se convertirá en
propiedad pública: porque uno no toma aún y usa aquello que es
bienintencionado y bien hecho en el mismo espíritu.”
Khunrath quiere decir que la era de Saturno no ha comenzado. La gran pregunta es:
¿qué es la era de Saturno? Está en el futuro para Khunrath, y él es evidentemente de la
opinión que una época comenzará cuando sea posible revelar el secreto abiertamente. En sus
días la cosa, que no era tan “bienintencionada”, no era aceptada o entendida. Pero cree que
esto mejorará en la era de Saturno. Obviamente la pregunta es: ¿qué quiere Khunrath
significar por la era de Saturno? Los antiguos alquimistas eran también por supuesto
astrólogos, y pensaban en una forma astrológica. Saturno es el regente del signo de Acuario, y
es bastante posible que Khunrath significara la era por venir, la Era de Acuario, el cargador de
agua, que está casi en fecha. Es concebible que pensara que la humanidad fuera a cambiar
para esta época, y sería capaz de entender el misterio alquimista. Sólo podemos dejar esto
como un interrogante.
Los alquimistas eran evidentemente conscientes, como ustedes habrán visto por éstas
citas, que hablaron un lenguaje secreto y escondieron sus secretos en formas peculiares o
símbolos, y que usaron un gran número de palabras seudónimos. Podría agregar docenas de
214
Profesor Jung tradujo esto “im verbogenen Geist.”
215
MUS. HERM. XII. Pág. 470.
216
Ver lectura X, pág. 86 (VER)
217
KRATES en BERTHELOT: La Chimie au Moyen-Age. Vol. III. “Livre de Krates”. Pág. 52.
218
KHUNRATH: Hyl. Chaos. Pág. 36.
112
citas de éstos que ya les he dado, los alquimistas dicen una y otra vez que uno no debe tomar
sus palabras literalmente, que el significado real es bastante diferente, es solo expresado de
esa forma para engañar al estúpido y etcétera. Hay pasajes (en Djâbir, por ejemplo, el antiguo
alquimista árabe) que revelan una arrogancia intelectual, que no es inusual en sociedades
secretas o donde personas reclaman el conocimiento secreto. Tales sociedades son algunas
veces fundadas con el propósito de sentirse superior, así que no es sorprendente que tal actitud
sea ocasionalmente ser conocido entre los alquimistas. Pero en general el espíritu de estos
antiguos filósofos era muy diferente, y se tomaron una gran cantidad
129
de problemas para enseñar a sus alumnos la correcta actitud hacia el arte. Por lo tanto traté de
descubrir qué actitud era la que los alquimistas creían que era absolutamente indispensable; y
nuevamente he reunido una serie de pasajes en este tema. Trataremos con ellos en el próximo
semestre.
13
113