La ley del desarrollo psquico: el estudio de los afectos como una forma de hacer inteligible el cambio en la historia del

conocimiento cientfico.
Oscar David Saidiza

Introduccin: As como los nios de ocho aos se resisten a perder la compaa de la Luna y del Sol en sus desplazamientos, as mismo la humanidad tuvo a aquellos astros como el ltimo lugar material concreto en el cual proyectar sus propios afectos. Con el monotesmo y su lucha contra la idolatra y contra la veneracin de las imgenes, ese lugar de culto se desmaterializ progresivamente. Seguramente la especulaciones con respecto al movimiento de los astros que se dieron durante el renacimiento, se beneficiaron del hecho de que los observadores no estaban hablando del mismsimo Dios, sino de un objeto cuya existencia y comportamiento eran ahora motivo de asombro pero no ya de adoracin o temor.

La doctrina judeo-cristiana estara segura mientras el ser humano se contentara con llevar sus afectos al vacio, a un no lugar. Sin embargo, en los fenmenos mismos la humanidad pudo satisfacer sus ms inquietantes urgencias afectivas: en primer lugar, logramos hacer de la naturaleza la expresin de un ser, de algo estable, regular, mecnico; en segundo lugar, los acontecimientos humanos cobraron sentido bajo la idea del progreso. El dios del no lugar debera continuar en retirada y el cristianismo puede ser ahora recordado como un paso intermedio entre un conocimiento animista y un conocimiento objetivo.

Aquella naturaleza amable por su regularidad era suficiente satisfaccin para el hombre de la Ilustracin. No obstante, el optimismo de ste se hubiera podido ver perturbado si alguien le hubiera dicho en aquel momento que crea percibir en aquella naturaleza un frgil equilibrio y una fcil tendencia al cambio. Pero tan slo hasta el siglo XIX hara aparicin una ciencia con una perspectiva ms biolgica que mecnica que permita darle una nueva dimensin a la naturaleza: la evolucin. Las estructuras biolgicas que se abran un espacio en la existencia quedaban legisladas por leyes universales y regulares de la fsica, pero en s mismas, como estructuras individuales, estaban sometidas al devenir; as lo estaban los individuos, las especies, los ecosistemas, en fin, la vida misma. Con esta hegemona del cambio y del devenir la pregunta

por el ser slo poda tener un tono nostlgico. Pero por otro lado, la pregunta por el sentido haba tomado un nuevo aire.

Naturalmente la evidencia del cambio no es en s misma una explicacin del cambio; pero tampoco la comprensin del funcionamiento interno de cada forma que surge es suficiente para la plena satisfaccin del conocimiento. Para los fenmenos de la vida, caracterizados por el movimiento, por el cambio, por la evolucin, es necesaria una teora que permita dar cuenta del sentido de ese cambio. Dicha teora no necesita ya referirse a la antigua autoridad divina que diriga todo acontecer de acuerdo al plan establecido y revelado, sino que debe apoyarse en la evidencia misma que ofrecen las formas existentes.

En efecto, aunque cada forma presenta una organizacin caracterstica, ha surgido de una forma previa que, junto con la presin del ambiente, limita sus posibilidades de expresin. La psicologa del desarrollo pretende formular las leyes de este proceso en la vida psquica del ser humano. Para ello se apoya en los paralelismos que presentan los desarrollos psquicos del individuo y de la especie.

La psicologa del desarrollo: Si bien los paralelismos entre el desarrollo psquico ontognico y filogentico se encuentran ampliamente registrados, falta an la explicacin del por qu aquellos son posibles. La psicologa del desarrollo ofrece pistas para la solucin de esta pregunta. Ni el desarrollo ontognico ni el filogentico se da de forma azarosa y sus posibles formas de objetivacin se reducen a un nmero especfico de posibilidades. Esta limitacin se debe a que las formas psquicas registradas estn condicionadas por las posibilidades que permiten las estructuras previas originales. Es por esta razn, que un tipo psquico en desarrollo que experimenta alguna confusin, trauma o angustia, regresa a un estado psquico previo. En estos casos, ni el individuo ni la comunidad, pueblo o raza, expresa un tipo psquico totalmente nuevo explicable tan slo en su coherencia interna. Por el contrario, cualquier tipo psquico se encuentra relacionado y explicado con referencia a las formas previas y, en ltima instancia, con relacin a las primeras adaptaciones psquicas al medio ambiente. As lo ha registrado Jean Piaget en el campo de la ontognesis: La primera infancia es de fundamental importancia para todo el desarrollo psquico. Constituye al mismo tiempo la base

de toda actividad psquica constructiva. Los conocimientos adquiridos posteriormente estn, si no preformados en ella, ampliamente condicionados por las operaciones psquicas de la primera fase de la vida.1 Y Heinz Werner ha hecho lo propio con tipos psquicos colectivos al formular leyes generales de la psicologa del desarrollo: Las conductas primitivas constituyen el fondo primario y principal de todo el ser psquico e intelectual, incluyendo en l las ms elevadas actividades humanas.2

Por esta razn, las radicales diferencias de un tipo psquico con respecto a otro, no implican una absoluta independencia; se encuentran relacionadas por un proceso evolutivo que, como en la biologa evolutiva, presupone ancestros comunes cuyas caractersticas determinan las formas posteriores. Es as como la vida psquica considerada evolutivamente nos conduce a manifestaciones generales y legislables, tanto si se trata del individuo como de la humanidad. 3 En dichas manifestaciones encontramos el material comn que, no obstante, se manifiesta en formas diversas en cada tipo psquico. Pero cules son estas manifestaciones generales de las cuales nos habla Stern?

Las manifestaciones fundamentales de la vida psquica: En la vida psquica especficamente podemos considerar, como hace Piaget, tres aspectos fundamentales: el conocimiento, la representacin y la afectividad. Estos aspectos fundamentales se encuentran, aunque organizados en forma diversa, siempre presentes en la vida psquica a lo largo del desarrollo ontognico y permiten la adaptacin psquica al mundo exterior. Piaget explica la forma en la cual se relacionan estos aspectos fundamentales de la vida psquica: las funciones del conocimiento representan la estructura y las de la afectividad la fuerza (o energa) de la conducta psicolgica. Estas dos funciones estn as recprocamente condicionadas como aspectos complementarios del desarrollo psquico y se manifiestan comnmente por las funciones de representacin.4

Jean Piaget, Psicologa de la primera infancia. Desarrollo psquico desde el nacimiento hasta los 7 aos Psicologa de las edades. Del nacer al morir, (Madrid; Ediciones Morata, 1960) pp. 39 2 Heinz Werner, Compendio de psicologa evolutiva, (Primera Edicin Espaola) pp. 2 3 William Stern, Citado por Werner en Compendio de Psicologa Evolutiva pp. 23 4 Jean Piajet, Psicologa de las edades pp. 40

Por otro lado, en el modelo de Piaget estos constituyentes de la vida psquica no son innatos, sino que surgen en los primeros meses de vida como resultado de una construccin activa y de un compromiso con el exterior. Durante esta construccin psquica el autor muestra como cada una de estas funciones se encuentra mutuamente condicionada e incluso indiferenciada con respecto a las otras. En cada una de las fases del desarrollo del nio su representacin del mundo es la expresin de esa amalgama entre el conocimiento y los afectos.

La ley fundamental del desarrollo psquico: Ahora bien, Heinz Werner, para quien la descripcin de las fases no tiene ningn sentido si no se las relaciona por medio de un proceso evolutivo que permita hacer inteligible el sentido del mismo, indica que esta indiferenciacin entre afectos, conocimiento y representacin, es precisamente una caracterstica de etapas inferiores del desarrollo. As sucede para Werner en la relacin de conocimiento y afectividad: El dominio del medio y el conocimiento del ambiente no se encuentran determinados por factores puramente intelectuales, sino por fuerzas afectivas e impulsivas,5 sino tambin entre las funciones afectivas y representativas: Cuanto ms descendamos hacia las zonas primitivas, tanto ms compleja, multvoca e indeterminada se presenta la conexin entre la vivencia afectiva y el comportamiento.6 El sentido que Werner encuentra en el desarrollo psquico tanto del individuo como de las entidades colectivas -a saber, un pueblo, una raza o la humanidad misma-, es la de la progresiva diferenciacin de estas funciones que se encuentran inicialmente confundidas.

Conclusin: En este orden de ideas, vemos como manifestaciones generales de la vida psquica el conocimiento, la afectividad y la representacin, pero adems, como su ley fundamental de desarrollo, la progresiva diferenciacin y especializacin entre las funciones. En efecto, la experiencia indica que aquellos fenmenos que no afectan o que ya no afectan- de forma sensible al individuo, son susceptibles de quedar bajo el imperio preferencial del conocimiento, entendido ste como pensamiento lgico. Consecuentemente, los fenmenos que afectan

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Heinz Werner, Compendio pp. 66 Ibd. pp. 72

sensiblemente al individuo, no sern objetos de conocimiento estricto, sino los depositarios de juicios valorativos. Cada paso que ha dado la humanidad en la coronacin del desarrollo psquico, a saber, un conocimiento lgico, se ha dado paralelamente con la transformacin de la actividad afectiva. sta debe haberse visto en momentos de crisis generados por la resistencia del objeto depositario de los afectos. La resistencia de los objetos y la relacin de stos con respecto a un tercero, fue condicin para darle a aquellos la permanencia autnoma en el cosmos. No sin profundas heridas afectivas el hombre del renacimiento liber los cuerpos celestes para que stos dejaran de girar alrededor de la tierra; no sin heridas afectivas el ser humano aprendi a ver su propia especie como el resultado de las mismas leyes universales de la evolucin; y no sin heridas afectivas entendimos que lo ms cercano y lo ms intimo a nosotros mismos, es decir, nuestro propio cuerpo y sus acciones, nos es desconocido.

As pues, los paralelismos entre diferentes tipos psquicos se explican no slo por su origen comn, sino tambin por la ley fundamental del desarrollo psquico tal y como se deduce a partir de Werner y de Piaget, a saber, la progresiva diferenciacin y especializacin de funciones psquicas previamente indiferenciadas.