Arteriografía
Arteriografía
Arteriografía
Muchas arterias pueden ser examinadas mediante una arteriografía, incluyendo los
sistemas arteriales de las piernas, los riñones, el cerebro y el corazón.
• aneurismas
• estenosis (estrechamiento) o vasoespasmo (espasmo del vaso sanguíneo)
• malformación arteriovenosa (comunicación anormal entre una arteria y una
vena)
• trombosis (coágulo sanguíneo que se forma dentro de un vaso sanguíneo) u
oclusión (bloqueo de un vaso sanguíneo)
Otros trastornos que pueden detectarse a través de una arteriografía incluyen tumores,
hemorragia, inflamación y la invasión de un tumor a los vasos sanguíneos. La
arteriografía puede utilizarse para administrar medicamentos directamente a un tejido u
órgano para su tratamiento, como medicamentos anticoagulantes en el lugar de la
hemorragia o medicamentos contra el cáncer en un tumor.
Para obtener una imagen de un vaso sanguíneo por rayos X es necesario tener acceso
por vía intravenosa (IV) para poder inyectar un colorante de contraste en el sistema
circulatorio del cuerpo. El colorante de contraste hace que los vasos sanguíneos
aparezcan opacos en la imagen de rayos X. Esto permite que el médico visualice mejor
la estructura del vaso o los vasos que está evaluando. Cuando el colorante se inyecta en
determinados vasos sanguíneos para examinar más detalladamente un área de la
circulación en particular, el procedimiento se denomina angiografía superselectiva.
Por lo general, la arteriografía se realiza bajo anestesia local (se adormece el lugar en el
que se insertará el catéter) y a menudo va a acompañada de un sedante suave. Sin
embargo, según el tipo de procedimiento que se vaya a realizar y la parte del cuerpo
comprometida, se puede requerir anestesia general (la persona permanecerá dormida
durante el procedimiento). Algunos pacientes, como los bebés y los niños pequeños, o
los pacientes que están confundidos o extremadamente ansiosos, también pueden
requerir anestesia general.
DEFINICION
INDICACIONES
METODOS DE COLOCACION
Los catéteres centrales pueden colocarse por dos métodos:
• Disección de vena
• Punción percutánea. Consiste en la canalización de una vena
bajo visión directa luego de exponerla por disección.
Sitio de disección
Existen muchos sitios donde se puede disecar una vena. Los lugares
más frecuentes de acceso son la vena yugular externa, la vena
yugular interna; esta vena puede ligarse sin peligro, pero debido a las
estructuras vecinas sólo debe ser abordada por un cirujano. Igual
sucede con la disección del tronco tirolingofaringofacial, la vena
cefálica en el antebrazo o en el surco delto-pectoral, la vena basílica,
la vena safena en el cayado o a nivel del maléolo interno (Figura 1)
Figura No. 2
Figura No. 3
CATETERES PERCUTANEOS
Son catéteres especialmente diseñados para ser introducidos por
punción percutánea en los grandes vasos venosos del tórax.
Figura No. 4
Figura No. 5
Figura No. 6
CATETERES DE SWAN-GANZ
Catéteres de Swan-Ganz
Técnica de Seldinger
INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
Inicialmente empleada como una técnica de canalización
percutánea de vías venosas centrales (yugular interna,
femoral y subclavia).
El procedimiento fue descrito por Seldinger en la década de
los 50.
Actualmente las indicaciones del empleo de esta técnica se
ha extendido a procedimientos no vasculares (colocación de
drenajes pleurales, pericárdicos etc).
Se realiza la localización de la vena mediante una aguja
fina.
Una vez obtenido el flujo de sangre se introduce una guía
metálica flexible con punta blanda a través de la aguja (o del
catéter de punción venosa periférica) y se progresa un catéter
apoyándose en la guía sujetando ésta de manera firme para
que no se deslice al territorio venoso.
Cuando el catéter ha progresado lo suficiente (dependerá
del acceso, edad y tamaño del paciente) retiraremos la guía
sin arrastrar el catéter que queda situado en posición
intravascular. Se debe realizar una técnica de imagen
(generalmente radiografía de tórax, ecocardiografía...) para
comprobar su situación.
De esta misma manera se localiza la zona adecuada para
colocar los drenajes pleurales, pericárdicos etc y tras pinchar
con aguja se introduce la guía y el catéter de drenaje
comprobando su correcta ubicación.
EQUIPO Y MATERIAL
Debe realizarse con la máxima asepsia, ya que conectamos
el exterior con el espacio intravascular, con el riesgo de
infección que ello conlleva. Se utilizará gorro, bata, guantes,
mascarilla, campo estéril... siempre que la situación lo
permita. Así también se procederá a desinfectar la piel del
niño con derivados yodados y esperaremos uno o dos minuto
antes de actuar.
Preparación del campo estéril y del material que vayamos a
utilizar:
• Gasas y paños estériles.
• Solución antiséptica.
• Agujas y jeringas.
• Suero salino heparinizado.
• Bisturí, seda.
• Aguja introductora, guía metálica flexible, dilatador.
• Catéter biocompatible (de distintos materiales, cada vez
menos trombogénicos, de superficie más lisa y
recubiertos de heparina),de una a tres luces, de distinto
diámetro grosor de 4 a 7 French y de distinta longitud,
elegido según la vía y el niño, que purgaremos con el
suero heparinizado.
• Sistema de perfusión.
Es necesaria la monitorización del paciente mientras se
realiza esta técnica:
• electrocardiograma,
• frecuencia respiratoria
• saturación transcutánea de oxígeno.
En los niños se considera imprescindible es la sedación y
analgesia del paciente (midazolam o propofol con fentanilo ó
ketolar y midazolam en pacientes no intubados) además de
ser en ocasiones aconsejable la anestesia local, siempre que
no sea una urgencia vital.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA:
• Mediremos la distancia desde la zona de punción hasta
la entrada de la aurícula derecha. Desinfectamos la piel
y tras purgar el catéter con suero heparinizado,
sedoanalgesiamos al paciente y comenzamos la punción
venosa con aguja o cánula sobre aguja y jeringa con
suero heparinizado, siempre aspirando hasta que refluye
sangre. Entonces se desliza la cánula sobre la aguja o se
mantiene firme ésta donde refluye con fluidez y se
introduce la guía blanda y flexible hasta la distancia que
hemos medido o hasta que el registro del
electrocardiograma detecta algún extrasístole
(retiraremos unos centímetros la guía).
• Retiramos la aguja o cánula y dejamos la guía.
• Realizar una incisión en la piel
• Con el bisturí. Introducir el dilatador a través de la guía
avanzándolo y rotándolo tan sólo unos centímetros (piel
y tejido subcutáneo) hasta que hayamos llegado al vaso
para evitar lesionarlo.
• Retiramos el dilatador y dejamos la guía sobre la que
nuevamente deslizamos, ahora el catéter que no
introduciremos por completo bajo la piel hasta no tener
un extremo de la guía en nuestras manos (a través del
cabo del catéter).
• Retiramos la guía, comprobamos que refluyen todas las
luces del catéter.
• Se realiza radiografía de control y tras comprobar la
correcta situación del catéter se fija a piel con unos
puntos de sutura.
COMPLICACIONES:
LIGADAS A LA PUNCIÓN (complicaciones al canalizar):
• Extrasístoles o arritmias desencadenadas al introducir la
guía, generalmente se resuelven espontáneamente al
retirar ésta.
• Sangrado o hematoma, se resuelve al comprimir sobre la
zona (en vena femoral y yugular; no en subclavia )
• Neumotórax: especialmente en yugular y en subclavia.
• Embolia gaseosa: es un riesgo inherente a toda punción
(mayor riesgo en yugular y subclavia). Para intentar
evitarlo se debe purgar bien todo el catéter y realizar la
punción en posición declive (Trendelenburg).
• Lesiones nerviosas: por punción directa del nervio o por
compresión de un hematoma. En particular el caso de la
yugular interna pueden tener lugar lesiones del plexo
braquial, del ganglio estrellado, del nervio frénico
(parálisis diafragmática) y del nervio recurrente
(parálisis unilateral de cuerdas vocales).
• Punción arterial: más frecuente en la yugular (7% si el
abordaje es posterior) y en subclavia (1,5%). En este
último caso es más complicado ya que no se puede
realizar una compresión externa.
LIGADAS AL CATÉTER (o a su utilización)
Infección:
Es la complicación más frecuente y está en relación con el
tiempo de uso (aumenta sobretodo a partir de la primera
semana) y la manipulación. Incidencia del 20 al 60% y llega a
producir bacteriemia en el 10%.
La incidencia de sepsis es variable y oscila entre 0% y 25%.
Hay que distinguir entre colonización e infección 8 en función
del número de colonias). La infección puede ser local,
sistémica o ambas.
Es más frecuente en los catéteres de la vía femoral que en
yugular y subclavia.
Se realiza tratamiento empírico con antibióticos hasta
conocer los resultados de los cultivos. En ocasiones hay que
retirar el catéter y otras veces, si la zona de punción y la
entrada no están infectadas puede realizarse un intercambio
de catéter a través de una guía.
Trombosis:
También es una complicación muy frecuente en ocasiones
infraestimada.
Existen factores que aumentan el riesgo de trombosis:
• Dos o más veno-punciones para canalizar la vía
• El tipo de líquido infundido (más frecuente con la
nutrición parenteral).
• Estados de hipercoagulabilidad.
Existe una clara asociación entre septicemia y trombosis
aunque se desconoce qué es primero.
Se puede prevenir utilizando catéteres impregnados de
heparina. Y puede tratarse con trombolíticos y/o heparina.
Obstrucción:
Puede ser total (imposibilidad de extraer e infundir) o
parcial(imposibilidad de extraer) se produce por acúmulo de
fibrina. El tratamiento consiste en la administración de
urokinasa 5000U/ml en el volumen de purgado del catéter
(0,3-0,5-1 ml) y dejar actuar durante 30-60 minutos.
Otras:
Migración del catéter
Rotura del catéter
Mediastino ancho ( si el catéter queda ahí posicionado y ahí
infunde).