Dilemas Éticos en Atención Primaria

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Dilemas éticos en atención primaria.

La interrupción voluntaria del

embarazo

22 julio, 2017Incluido en: Bioética. Ética médica. Ética en Enfermería

Etiquetas: aborto, educación, embarazo, interrupción, sexualidad

Dilemas éticos en atención primaria. La interrupción voluntaria del

embarazo

RESUMEN

La ley del Aborto sufre constantes cambios o intentos de cambios, en

función del grupo político del momento. Aún en esta situación los

profesionales sanitarios trabajamos para prevenir posibles problemas,

promocionar la salud y si se da el caso, informar a la mujer o pareja de

los recursos con los que cuenta. Dentro del marco legal y bajo los

cuatro principios éticos clásicos.

PALABRAS CLAVE: Aborto – educación – sexualidad – interrupción

– embarazo
AUTORES: Beatriz Pinto Rodríguez 1 María Bielsa Miñana 2 Elena

Alloza García 3 Sara Pérez Mateo 4

1 Beatriz Pinto Rodríguez. Diplomada en Enfermería. Enfermera con

plaza en propiedad en Can Misses de Ibiza. Enfermera en Hospital

Can Misses de Ibiza.

2 María Bielsa Miñana. Diplomada en Enfermería. Enfermera en

Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

3 Elena Alloza García. Graduada en Enfermería. Enfermera en Mas

Prevención de Zaragoza

informado de manera clara y concisa 3. Como profesional de la salud

reitero mi deber de promocionar la salud.

Regulando el hecho social del aborto, dado que es una realidad social

inevitable, de tal forma que se eviten las consecuencias negativas del

aborto realizado en condiciones de clandestinidad y así evitando la

discriminación de mujeres con menor nivel económico. Muchas

usuarias no saben, en el momento que lo necesitan, si legal o no, o la


persona que las “ayuda” está mal informada. Hoy sigue vigente la Ley

Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción

voluntaria del embarazo, que entró en vigor el 5 de julio de 2010, cuya

ley sufrió una modificación en septiembre de 2015, con respecto a las

menores de edad y su libre decisión de abortar 4

Hoy en día ya está muy integrado dentro de nuestra cartera de

servicios en atención a la comunidad, los talleres de sexualidad que

presentan las enfermeras de los centros de salud o las matronas. Los

jóvenes nos acogen con gran entusiasmo y suelen participar.

Lo que hay que reforzar son los ayuntamientos o áreas de salud para

que estos talleres o seminarios tan enriquecedores, salgan de las aulas y

lleguen a las calles.

BIBLIOGRAFÍA

Alonso García M, Piñana López A, Cánovas Inglés A, Luquín

Martínez R, Muñoz Ureña A, Piñana López J. Embarazo no deseado


en adolescente en un área de salud. Medicina De Familia-Semergen.

2011;37(5): 227-232

Desde siempre, a lo largo de la historia, se ha tratado de regular la

muerte producida de forma voluntaria. En el presente artículo se

realiza la evaluación de uno de los principios básicos de la bioética, a

partir de la propuesta de Ley Orgánica para legalizar la Eutanasia en

España, incluido en el Boletín Oficial de las Cortes Generales,

Congreso de los Diputados, XII legislatura, serie B: proposiciones de

Ley, 30 de enero de 2017, nº 77-1, pág. 1. Dicha propuesta fue

presentada por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos

Podemos – En Comú Podem – En Marea, el 18 de enero del mismo

año, y en ella encontramos la exposición de motivos y las disposiciones

para llevar a cabo la presente proposición.

AUTORES: Beatriz Pinto Rodríguez 1 María Bielsa Miñana 2 Elena

Alloza García 3 Sara Pérez Mateo 4

1 Beatriz Pinto Rodríguez. Diplomada en Enfermería. Enfermera con

plaza en propiedad en Can Misses de Ibiza. Enfermera en Hospital

Can Misses de Ibiza.


2 María Bielsa Miñana. Diplomada en Enfermería. Enfermera en

Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

3 Elena Alloza García. Graduada en Enfermería. Enfermera en Mas

Prevención de Zaragoza.

4 Sara Pérez Mateo. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital

Psiquiátrico Prisma de Zaragoza.

PALABRAS CLAVE: Eutanasia– Dignidad – Vida humana – Ética

OBJETIVOS

Conocer la propuesta de ley de 18 de enero 2017 para legalizar la

eutanasia en España.

Definir los conceptos implicados.

Concretar la legalidad ética de la eutanasia atendiendo a los

principales modelos éticos.


METODOLOGÍA

Revisión bibliográfica y el análisis de textos. Se utilizarán las siguientes

bases de datos: www.bioeticaweb.com, CINAHL, Dialnet, PubMed,

Scopus, WOS,

www.georgetown.edu/research/nrcbl,www.euroethics.de,

http://europa.eu.int/comm/research/life/elsa/index.html.

Los criterios de inclusión serán estudios de los últimos diez años en

idioma castellano, e inglés. Los descriptores de las estrategias de

búsqueda serán los propios de las ciencias de la salud, como DeCS o

MESH.

MARCO TEÓRICO

Evolución histórica

Las prácticas eutanásicas y el suicidio por motivos altruistas, eran

bastante frecuente en los pueblos primitivos. Tanto en Grecia como en


Roma, hubo numerosos defensores y algún detractor de la eutanasia,

como lo atestiguan numerosos documentos y testimonios literarios.

Platón en su obra Fedón describe el comportamiento de Sócrates en

sus últimos días, o en su libro III de La República. Hipócrates se opuso

a la eutanasia. Por esta razón hizo que los médicos se comprometieran

éticamente con el denominado Juramento Hipocrático.

El Estoicismo fue la filosofía más influyente en el Imperio romano

durante el periodo anterior al ascenso del cristianismo. Séneca,

Epícteto y Marco Aurelio son los tres filósofos estoicos cuyos escritos se

conservan, y ven así la eutanasia. Séneca, basándose en que la ley

eterna fija un solo modo de iniciar la vida, pero varios para salir de

ella, nos ha transmitido su opinión al respecto cuando dice “es al

hombre a quien corresponde decidir libremente sobre el sentido y su

capacidad de soportar su existencia en el cuerpo”, “no se debe ni

querer demasiado a la vida ni odiarla demasiado, sino buscar un

término medio y ponerle fin cuando la razón lo aconseje”, “no se trata

de huir de la vida sino de saber dejarla” o “es preferible quitarse la

vida, a una vida sin sentido y con sufrimiento”.

Epícteto ve la muerte como una afirmación de la libertad. “la vida a

veces no tiene rumbo alguno y solo provoca sufrimientos tanto para el


enfermo como para sus familiares, es por lo que el enfermo tiene el

derecho a decidir”.

Marco Aurelio, en su Libro III “una de las funciones más nobles de la

razón consiste en saber si es o no, tiempo de irse de este mundo”.

El cristianismo, en un principio, no solo no condenó el suicidio, sino

que incluso lo consideró como un gesto heroico, para escapar al

deshonor, diferenciándolo muy claramente del martirio. A partir del

siglo IV, es cuando para evitar el gran número de suicidios de

creyentes fanáticos, que pretendían, a través de la inmolación,

conquistar el paraíso, y para restablecer un poco de valor a la vida

humana, empieza a manifestarse en su contra. San Agustín equiparó el

suicidio al homicidio. El pensamiento agustiniano influyó en gran

medida en la doctrina posterior de la Iglesia. El Código Canónico

empezó a condenar el suicidio a partir del Concilio de Arles en el año

452. En la Edad Media la Iglesia Católica siguió condenando el

suicidio, y por tanto la eutanasia.

En el Renacimiento se produce un cambio de mentalidad, y en lo que

se refiere a la eutanasia, a ésta se la relaciona con el buen morir en el

sentido físico, como el último proceso de la vida del ser humano.

Tomas Moro, al describir en su obra Utopía, la forma del Estado ideal.


En 1605 Francis Bacon introduce por primera vez, la actual

concepción de eutanasia: “la acción del médico sobre el enfermo

incluyendo la posibilidad de apresurar la muerte”.

David Hume, (1711 a 1776) justifica la eutanasia cuando dice “si el

disponer de la vida humana fuera algo reservado exclusivamente al

todopoderoso, y fuese infringir el derecho divino el que los hombres

dispusieran de sus propias vidas, tan criminal sería el que un hombre

actuara para conservar la vida, como el que decidiese destruirla”.

Los Utilitaristas, a finales del siglo XVIII y en el XIX, en su

pensamiento mantienen que cualquier acción es moralmente buena

cuando produce mayores beneficios que perjuicios, y por lo tanto, el

valor ético de la conducta está determinado por el carácter práctico de

los resultados. Bentham.

La Revolución Francesa creó la tradición jurídica de la no punición del

suicidio que se refleja en la casi totalidad de la actual codificación

penal.

Los Eugenistas buscan el perfeccionamiento de las cualidades de la

raza humana mediante el estudio de la herencia. Aunque la idea de

eugenesia estaba ya presente en la República de Platón, el actual

concepto se fraguó durante la segunda mitad del siglo XIX con el

darwinismo social, fundamentado en la perfección de la especie


humana y en una confianza cada vez mayor en la ciencia como forma

de conocimiento. Cuando sus lemas, “lucha por la supervivencia” y

“ley del más fuerte”, se aplicaron a la sociedad, es cuando aparece la

eugenesia moderna. A partir de 1900, con la aparición de la genética

moderna, las corrientes interesadas en “mejorar” la raza humana se

transformaron en un movimiento institucionalizado, los Eugenistas, en

el que cabe destacar dos corrientes: la eugenesia positiva que se centra

en aumentar el potencial educativo de los individuos especialmente

“adaptados”, y la eugenesia negativa que subraya la necesidad de

apartar a aquellos particularmente “inadaptados”. Entre 1910 y 1940

el movimiento, estrechamente asociado con un sentimiento de

superioridad blanca anglosajona, fue especialmente intenso en

Inglaterra, Estados Unidos y Alemania.

Karl Binding y Alfred Hoche en 1920 utilizan el término eutanasia,

para proponer la muerte de personas social y económicamente

inadaptadas como los enfermos mentales o minusválidos.

En 1920, Hitler y los médicos alemanes cometieron miles de asesinatos.

A finales de 1939, Hitler autorizó, por primera vez, la aplicación de la

eutanasia. En 19541, la Eutanasia era rutina de un hospital normal.


Hasta 1973, la eutanasia era ilegal en los Países Bajos, En 1984, la

Sociedad Real de Medicina emitió “las reglas de conducta cuidadosa”

para la eutanasia. En 1985 una corte dejó caer el requisito de la

“enfermedad terminal”. En 1990, médicos en los Países Bajos estaban

envueltos en 11.800 muertes, o 9% de todas las muertes en el país. De

éstos, la mitad se etiquetó “eutanasia involuntaria activa”, es decir, el

paciente se mató sin su consentimiento. En 1995, el Parlamento legisló

estas decisiones judiciales.

Declaración de Tokio en 1975. La importancia en 1948 la Declaración

de las Naciones Unidas, documento necesario para la vida.

Definiciones

Eutanasia: acción u omisión, por parte del médico u otra persona, con

la intención de provocar la muerte del paciente terminal o altamente

dependiente, por compasión y para eliminarle todo dolor. Dentro del

término eutanasia hay que diferenciar:


– Eutanasia voluntaria: la que se lleva a cabo con consentimiento del

paciente.

– Eutanasia involuntaria (también llamada cacotanasia o coactiva):

practicada contra la voluntad del paciente, que manifiesta su deseo de

no morir.

– Eutanasia no voluntaria: la que se practica no constando el

consentimiento del paciente, que no puede manifestar ningún deseo,

como sucede en casos de niños y pacientes que nos han expresado

directamente su consentimiento informado.

– Eutanasia activa: la que mediante una acción positiva provoca la

muerte del paciente.

– Eutanasia pasiva: dejar morir intencionadamente al paciente por

omisión de cuidados o tratamientos indicados.


– Ortotanasia: permitir que la muerte natural llegue en enfermedades

incurables y terminales, tratándolas con los máximos tratamientos

paliativos para evitar sufrimientos, recurriendo a medidas razonables.

Enfermo terminal: el que padece una enfermedad de la que no cabe

esperar que se recupere, previsiblemente mortal a corto plazo que

puede ser desde algunas semanas a varios meses, a lo sumo.

Cuidados paliativos: la atención a los aspectos físicos, psíquicos,

sociales y espirituales de las personas en situación terminal, siendo los

objetivos principales el bienestar y la promoción de la dignidad y

autonomía de los enfermos y de su familia. Estos cuidados requieren

normalmente el concurso de equipos multidisciplinares, que pueden

incluir profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, asistentes

sociales, terapeutas ocupacionales, auxiliares de Enfermería,

psicólogos), expertos en ética, asesores espirituales, abogados y

voluntarios.

Sedación terminal: la administración deliberada de fármacos para

lograr el alivio, inalcanzable con otras medidas, de un sufrimiento

físico y/o psicológico, mediante la disminución suficientemente


profunda y previsiblemente irreversible de la conciencia, en un

paciente cuya muerte se prevé muy próxima, con el consentimiento

explícito, implícito o delegado del mismo. Desde el punto de vista ético,

no es relevante el que, como efecto secundario no buscado de la

administración de la sedación se adelante la muerte de la persona,

siempre y cuando esto no sea lo que se pretenda directamente como fin

de la acción.

Suicidio: el acto de quitarse voluntariamente la propia vida.

Suicidio asistido: el acto de ayudar a suicidarse en el caso en el que la

persona no sea capaz de hacerlo por sus propios medios.

Testamento vital: documento en el que un individuo explicita las

instrucciones que deberán tenerse en cuenta cuando su estado de salud

no le permita expresarlas él mismo, especialmente en lo relativo a

tratamientos médicos y al posterior destino de su cuerpo y órganos.


Suicidio medicamente asistido: ayuda o asistencia médica a otra

persona que desea terminar su existencia. En la mayoría de los países

la legislación lo contempla como delito punible.

Limitación de las medidas del soporte vital: decisión clínica que toma

el equipo asistencial conjuntamente con el paciente, se trataría de no

instaurar o retirar algunas medidas de soporte vital comunes en la

UCI, (ventilación artificial, diálisis, medicación vasoactiva,

antibióticos, infusión de hemoderivados y la nutrición).

CONCLUSIONES

Todo ser humano posee una dignidad intrínseca e inviolable, que no es

susceptible de gradaciones, y que es universal e independiente de la

situación, edad, salud o autonomía que se posea. Esa dignidad es

inherente a toda vida humana, le confiere el derecho irrenunciable a la

vida y es un deber inexcusable del estado protegerla, incluso cuando la

persona, su titular, pueda no valorarla.


Para quienes estamos a favor de la eutanasia así como de la

dignificación de la profesión sanitaria, tan imperativo es el rechazo al

descontrol de este nuevo planteamiento, como el del encarnizamiento

terapéutico. Desde el principio del respeto máximo de la vida humana,

dejando a un lado el concepto de matar o dejar matarse, dentro del

contexto del individualismo hedonista donde el derecho a una “muerte

digna” está dentro de la autonomía, la libertad y la vida humanas.

Habrá que renovar los protocolos de actuación de científicos, médicos

y demás profesionales de la salud como forma de garantizar la

seguridad ética y jurídica de sus actuaciones en este tipo de situaciones

clínicas.

Por ejemplo, ante un enfermo terminal, con dolor físico y/o sufrimiento

moral, lo más justo y humano es acompañarle, administrarle

tratamientos proporcionados y paliar sus dolores, respetando tanto la

vida como la muerte, si él o sus familiares así lo desean.

El testamento vital, hoy, como forma de asegurar el respeto a la

autonomía de la persona, está regulado jurídicamente, y debe de

conciliar la atención a las previsiones y preferencias del otorgante, con


la garantía de la legalidad, así como con las exigencias de la lex artis y

los derechos y deberes de los profesionales de la salud, pero que

pudiera contemplar la desconexión en su amplia definición de la vida

llagado el punto que el paciente indique.

Los cuidados paliativos, con una atención integral al enfermo terminal,

que incluya los aspectos físicos, morales y espirituales de éste y respete

su derecho a asumir su proceso de muerte, representan la actuación

éticamente correcta actualmente, compatibles con la eutanasia que la

minoría de las personas podrían solicitar.

Considerando la muerte, a la medida de la dignidad de la persona,

reconociendo el valor de cualquier vida humana y rechazando el

argumento que considera unas vidas como dignas y otras no. Sobre

esta base, se promueve la inviolable dignidad de la persona humana, la

defensa de los derechos que le son inherentes, desde la objetiva y

prudente consideración de la realidad y sentido de la vida y de la

muerte.

BIBLIOGRAFÍA
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ético-jurídico. IUS ET SCIENTIA: revista electrónica de Derecho y

Ciencia. 2016: Vol.2, nº2.

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Paliativos. Bases para su desarrollo.

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“https://www.bioeticaweb.com/la-legalizaciasn-de-la-eutanasia-y-la-

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Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la

interrupción voluntaria del embarazo.

Influencia de la religión en el proceso de salud-enfermedad-atención

22 abril, 2017Incluido en: Bioética. Ética médica. Ética en Enfermería

Etiquetas: atención, enfermedad, religión, salud

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Influencia de la religión en el proceso de salud-enfermedad-atención


RESUMEN

La mayoría de los procesos de salud- enfermedad tienen un proceso

socio-cultural, debiendo ser abordado desde múltiples miradas. Es

fundamental lo que dice la persona de su enfermedad y la forma en

que la persona aborda su situación.

Palabras clave: Salud, Enfermedad, Atención, Religión

AUTORES: África Miralles Rojano 1, Josep Ramos Hidalgo 2, Mireia

Briansó Llort 3, Nuria Burló Arévalo 4, Albert Aguilar Mariné 5,

Marta Español Guionnet 6, Marta Parés Corbella7

1 África Miralles Rojano. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.


2 Josep Ramos Hidalgo Graduado en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermero en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona y Hospital Pius de Valls (Tarragona)

3 Mireia Briansó Llort. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

4 Nuria Burló Arévalo. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

5 Albert Aguilar Mariné. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

6 Marta Español Guionnet. Graduada en Enfermería por la

Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital

Universitario Joan XXIII de Tarragona.


7 Marta Parés Corbella. Técnico en Cuidados Auxiliares de

Enfermería por el IES Calípolis de Tarragona. Auxiliar de Enfermería

en Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona.

La religión es un sistema de creencias prácticas, rituales y símbolos

que permiten el afrontamiento activo del proceso de salud-

enfermedad-atención, utilizando creencias y comportamientos

religiosos que previenen y/o alivian las consecuencias negativas,

facilitando la resolución de problemas.

El respeto a las necesidades espirituales forma parte de los cuidados

básicos de un paciente. Los profesionales sanitarios deben respetar la

espiritualidad ya que forma parte de sus valores, creencias y prácticas

culturales, pudiendo llegar a ser una estrategia efectiva para lidiar con

la enfermedad.

INTRODUCCIÓN

En un proceso de salud-enfermedad-atención no solo es importante la

enfermedad sino también los condicionantes que lo rodean. La


mayoría de los procesos de salud- enfermedad tienen un proceso socio-

cultural, debiendo ser abordado desde múltiples miradas, teniendo en

cuenta el contexto, situación, opinión… Es fundamental lo que dice la

persona de su enfermedad y la forma en que la persona aborda el

proceso pudiéndonos encontrar con diferentes formas de atención:

Biomédica: basada en la medicina tradicional.

Popular y tradicional: curanderos, creencias religiosas… Alternativas

o “new age”: terapias biomédicas, reflexoterapia Otras tradiciones

académicas: no tan dominantes, acupuntura Autoayuda:

predominante

En el siguiente ensayo nos hemos interesado por las formas de atención

popular o

tradicional, más concretamente por las creencias religiosas, siendo

estas utilizadas para paliar el sufrimiento, el dolor y la incertidumbre

de la persona sobre la situación que está viviendo y poder entender y

dar un significado al hecho que está teniendo lugar.


El equipo de Enfermería debe comprender y respetar las creencias

religiosas, y saber interpretarlas e incluso utilizarlas para poder

favorecer la recuperación de la persona, ya que de acuerdo con Hamui

(2009) “la espiritualidad y la religión, desempeñan, un papel

importante en la vida de los enfermos, las tradiciones espirituales y

religiosas proveen un marco conceptual para entender la experiencia

humana de vivir, padecer y morir, así como del significado del

sufrimiento”.

El equipo de Enfermería cuando se encarga del cuidado de las

personas creyentes, para poder ayudarlas en su proceso, deberá

conocer el significado que tiene la religión para estas personas. La

religión según Koeint et al. (2001) “es un sistema organizado de

creencias, prácticas, rituales y símbolos diseñados para facilitar la

cercanía a lo sagrado o transcendente -Dios, un poder más alto-“.

OBJETIVOS

GENERAL
Conocer la influencia de la religión en el proceso salud- enfermedad-

atención,

ESPECÍFICOS

Definir el concepto de religión, espiritualidad y creencias religiosas.

Describir el concepto de salud y enferm

Conocer los diferentes tipos de afrontamiento religioso ante el

proceso salud- enfermedad-atención.

Identificar el papel de los profesionales de la salud ante la presencia

de creencias religiosas en el proceso salud-enfermedad-atención.

METODOLOGÍA

Para poder cumplir con los citados objetivos hemos realizado una

búsqueda bibliográfica de artículos en las bases de datos disponibles en

la intranet de la universidad Rovira i Virgili y en la bibliografía

disponible en la biblioteca de la misma. Además, hemos completado la

información encontrada en dichos artículos con los libros


recomendados por la tutora del ensayo. Finalmente, hemos revisado

varios foros católicos, en los cuales las personas religiosas explicaban el

significado que para ellos tiene la enfermedad y la manera de actuar

frente a esta.

DESARROLLO

Religión y creencia religiosa

Dependiendo de las creencias religiosas, se utilizaran una serie de

afrontamientos durante el proceso salud-enfermedad-atención, con el

objetivo de aceptar o sobrellevar de una manera inexplicable su

situación, dando sentido a la religión. Según Hamui (2009) “las

religiones dan explicaciones sobre el más allá y aluden a lo que sucede

antes y después de la vida”. Mientras que Max Müller “veía en toda

religión un esfuerzo para concebir lo inconcebible, para expresar lo

inexpresable, una aspiración hacia el infinito”.

Las religiones constituyen una estrategia de afrontamiento activo

donde se utilizan creencias y comportamientos religiosos tanto para


prevenir y/o aliviar las consecuencias negativas de sucesos de vida

estresantes como para facilitar la resolución de problemas,

permitiendo al individuo:

Buscar un significado existencial para ciertas situaciones estresantes

de la vi Construir o reconstruir los eventos o problemas de la vida en

términos de significado. Aportar un sistema de orientación existencial

a los procesos de afrontamiento. Trasladar el sistema de orientación en

métodos específicos de afrontamiento.

Buscar significado en el proceso de afrontamiento a través de

mecanismo de conservación y transformación de significado de los

acontecimientos vital

Tratar de solucionar los problemas mediante diversas formas que

son convincentes para ell

Resolver los problemas a través de mecanismo que están insertados

en su sistema cultural. (Pargament, 1977, citado por González, 2004).

La religión se puede encontrar de formas diferentes, una de ellas es la

religión intrínseca caracterizada por la fe genuina, sentida, devota,

dónde encontramos la oración, la meditación y finalmente la lectura


personal de las escrituras. La otra forma es la religión extrínseca,

donde su característica principal es la asistencia a la iglesia para

obtener el estado social.

La primera forma, intrínseca, aporta beneficios a la salud donde la

oración es uno de los significados más relevantes por la influencia

positiva que ejerce, ya sea en el mantenimiento como en la restitución

de la salud. También se debe destacar la fuerza que tiene esta, ya que

prolonga la vida de quienes la emplean. De hecho, Koenig (1994) señaló

que “la fe religiosa puede promover actitudes de esperanza, cambio y

curación; considerando a ésta como un paradigma que brinda un

modo para la comprensión del sufrimiento humano”

La enfermedad, puede verse como algo negativo, pero para el creyente

todo tiene un sentido, puesto que para él será un medio de purificación,

ya que él, como enfermo, también participará en los sufrimientos que

Cristo padeció. Entonces podemos decir que el creyente acepta la

enfermedad y se conforma con ella por el amor que tiene a Dios.

Por lo tanto las creencias religiosas se refieren a:


“creencias acerca de la fe, lo sobrenatural y lo sagrado o divino, que

conlleva a la adoración de una deidad o deidades, puede referirse a los

valores y prácticas basados en modelos ideológicos de un líder

espiritual. Las creencias religiosas tienden a ser codificadas y se

refieren más a las ideas que a las prácticas” (Font 1999, citado por

Quiceno y Vinaccia, 2009).

La espiritualidad es la búsqueda que hace la propia persona para

encontrar respuestas a las últimas preguntas sobre la vida, que

significado tienen, y la relación con lo transcendente que conllevará al

desarrollo de ritos religiosos y por lo tanto a la formación de una

comunidad. También puede expresarse como las creencias y prácticas

religiosas, siendo un principio vital sobre la visión propia de la vida y

donde están incluidos los sistemas de valores que se originan en la

cultura, experiencias o vivencias personales y en la educación. En

conclusión, la espiritualidad se puede considerar como un proceso de

adaptación a la enfermedad.

Concepto de salud y enfermedad


Una vez que sabemos la importancia que tienen las creencias religiosas

y la espiritualidad en el proceso de enfermedad, es necesario

diferenciar los conceptos de salud y enfermedad, ya que salud no es tan

solo ausencia de enfermedad sino que es un estado donde se implican

más características, aparte de las físicas. Tal y como la OMS lo define

entendemos salud como “estado de perfecto bienestar físico, mental y

social y no sólo ausencia de enfermedad”.

Al concepto de la OMS le hace falta unas ciertas aportaciones para que

se entienda mejor esta definición, ya que la salud no solo se caracteriza

por ausencia de enfermedades sino que, aquellas personas que no sigan

un estilo de vida correcto o que no viven de forma saludable, tampoco

se consideran sanas, así que la salud es un modo de vivir y en la que no

solo se observa o se tiene en cuenta la salud física sino que va más allá.

Efecto de la cultura en el aborto

21 abril, 2017Incluido en: Bioética. Ética médica. Ética en Enfermería

Etiquetas: aborto, cultura, religión

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Efecto de la cultura en el aborto

RESUMEN

El aborto es una práctica médica que genera gran controversia. La

interrupción del embarazo va muy ligada a las creencias.

Por lo que a la ley respecta, en España, el derecho a abortar por

voluntad propia antes de las 16 semanas y por indicación médica antes

de las 22 semanas no puede ser negado a ninguna mujer. Este puede

realizarse por causas médicas y psicológicas.

PALABRAS CLAVE: Aborto | Cultura | Religión

Aborto | Cultura | Religión

AUTORES: Sara Lasheras González 1, Brenda Albiol del Salto 2, Joan

Llatse Mateo 3, Aida Llombart Gallego 4, África Miralles Rojano 5,

Cristina Miralles Rojano 6, Daniel Prieto Iglesias 7.


1 Sara Lasheras González. Graduada en Enfermería por la

Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital

Universitario Joan XXIII de Tarragona.

2 Brenda Albiol del Salto. Graduada en Enfermería por la Universidad

de Valencia. Enfermera en Hospital Universitario Joan XXIII de

Tarragona.

3 Joan Llatse Mateo. Graduado en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermero en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

4 Aida Llombart Gallego. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

5 África Miralles Rojano. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.


6 Cristina Miralles Rojano. Diplomada en Educación Social por la

Universidad de Málaga. Educadora Social

7 Daniel Prieto Iglesias. Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

por IES del Ebre en Tortosa. Auxiliar de Enfermería en Hospital

Universitario Joan XXIII de Tarragona.

A lo largo de la historia la religión ha jugado siempre un papel crucial

en el desarrollo de la sociedad. Existen diferencias entre las diversas

iglesias en cuanto a las prácticas abortivas, unas defienden el derecho

de la mujer de elegir esta práctica y otras se oponen drásticamente a

todas las modalidades de interrupción del embarazo. Lo mismo ocurre

con el uso del preservativo. La Iglesia Católica reniega del uso del

anticonceptivo y condena el aborto.

INTRODUCCIÓN

El aborto es una práctica médica que ha causado gran controversia

desde el mismo momento en que comenzó a efectuarse. Ésta consiste en


la extracción del feto inmaduro mediante técnicas quirúrgicas o

farmacológicas y su ejecución va regulada por la ley en función del

tiempo de gestación, de la presencia de anomalías o malformaciones en

el feto y, también de la madurez psicológica de la mujer.

La interrupción del embarazo es un proceso por el que, no todas las

mujeres pasarían, si se encontraran en una situación crítica y, además,

va muy ligado a las creencias de éstas. Por este motivo, la moralidad y

el estilo de vida de cada fémina, determina su decisión llegado el

momento. El hecho de que dichos factores y las creencias, muchas

veces, vayan ligadas a la religión y al nivel socioeconómico, es lo que

nos hizo realizar este estudio.

OBJETIVOS

Relacionar la sexualidad como determinante de la salud con las

desigualdades económico-sociales que imperan en el mundo en que

vivimos.

Conocer los pensamientos de las diferentes religiones respecto al

aborto y reflexionar sobre si éstos son salubres y se ajustan a la ley.


Investigar sobre el tipo de mujer que decide abortar y conocer sus

motivos, mediante estudios y estadísticas recientes.

Entender los principios legales que regulan la interrupción

voluntaria del embarazo, sus múltiples formas de aplicación y, si se

diera el caso, sus posibles excepciones.

Profundizar nuestros conocimientos sobre el aborto: causas, técnicas

y secuelas tanto físicas como psicológicas.

Recordar la importancia de la educación y la salud sexual.

Identificar las conductas de riesgo, las enfermedades de transmisión

sexual y los métodos de los que disponemos para poder disfrutar de

una sexualidad sana.

Para dar respuesta a las preguntas planteadas a partir de estos

objetivos, se formularon las siguientes hipótesis:

HIPÓTESIS

La religión Católica, así como la Protestante y la Ortodoxa, son

religiones que no aprueban la anticoncepción y por lo tanto, tampoco

el aborto. Por lo que a la religión Islámica respecta, son todavía más

estrictos en este ámbito.


Las mujeres que deciden abortar tienen un nivel de estudios bajo

(sin estudios o estudios primarios), sus edades oscilan entre los 15 y los

25 años y su nivel socioeconómico es bajo.

La ley que regula las prácticas abortivas es estricta y detallada. No

todas las mujeres con embarazos no deseados pueden abortar a no ser

que cumplan una serie de requisitos que las hagan aptas para esta

técnica.

Por lo que a la educación sexual respecta, pensamos que no es tan

efectiva como debiera ser, pues si la hipótesis número 2 es correcta, la

juventud no pone las barreras necesarias para evitar embarazos.

METODOLOGÍA

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica sobre una amplia

aproximación del aborto. Pasando desde los métodos anticonceptivos,

educación sexual, enfermedades de transmisión sexual, los motivos de

aborto y nivel de instrucción, los métodos y la legislación que la abala

en nuestro contexto, Cataluña. Asimismo, poniendo énfasis en la

vivencia y creencias de las religiones más practicadas. Destacando la

desigualdad social como un factor de riesgo hacia la mujer a la hora de

afrontar un embarazo no deseado.


MÉTODOS DE PREVENCIÓN

Anticonceptivos

Los métodos anticonceptivos, como su propio nombre indica son

aquellos que sirven para evitar los embarazos no deseados y, de esta

forma, facilitar las relaciones sexuales.

Hay que tener en cuenta que ningún método anticonceptivo es

completamente seguro. Sin embargo, se puede incrementar

considerablemente la probabilidad de éxito de un método si se usa

siempre correctamente. Aprender a usar algunos métodos

anticonceptivos puede tomar tiempo y práctica, pero en caso de duda,

siempre se puede acudir a un médico para consultarlo.

Debe saberse que la mayoría de los anticonceptivos no protegen contra

el VIH-SIDA u otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)

como la gonorrea, el herpes, el Virus del Papiloma Humano y la

clamidia. Además de no tener relaciones sexuales, la mejor protección

contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) es el condón

(preservativo) masculino de látex.


A continuación se encuentra una lista de algunos métodos

anticonceptivos, incluyendo una evaluación de la eficacia de los

mismos.

Abstinencia continua: Esto significa no tener relaciones sexuales

nunca. Es la única forma segura de prevenir el embarazo y, si no hay

contacto sexual, también es segura para evitar las Enfermedades de

Transmisión Sexual (ETS).

Abstinencia periódica o método de conocimiento del período de

fertilidad: Una mujer con ciclos menstruales regulares tiene

aproximadamente nueve o más días mensuales fértiles en los que puede

quedar embarazada. Abstinencia periódica significa que usted no tiene

relaciones sexuales en los días en los que podría ser fértil.

El condón (preservativo) masculino: Los condones se denominan

métodos anticonceptivos de barrera que el esperma llegue al óvulo. Se

ha comprobado que sólo los condones de látex o poliuretano ayudan a

proteger contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS),

incluyendo el VIH.
El condón masculino tiene una eficacia del 86 al 98% en la prevención

del embarazo. El condón sólo puede utilizarse una vez y pueden ser

lubricados (para hacer la relación sexual más cómoda y placentera) o

no lubricados (indicados para el sexo oral).

Anticonceptivos orales: También conocidos como la “píldora”,

contienen hormonas de estrógeno y progestina. Se toma una píldora

diariamente para evitar que los ovarios liberen óvulos. También hace

que el flujo de su periodo sea más ligero y le protege contra

Enfermedades Pélvicas Inflamatorias (EPI), cáncer de ovario y del

endometrio. No protege contra las Enfermedades de Transmisión

Sexual (ETS) o el VIH.

La mini-píldora: A diferencia de la píldora, la mini-píldora sólo

contiene una hormona, la progestina. Se toma diariamente y reduce y

adelgaza el moco uterino para evitar que el esperma llegue al óvulo.

También evita que el óvulo fertilizado se implante en el útero (matriz.)

La mini-píldora también disminuye el flujo de su periodo y le protege

contra la EPI y el cáncer de ovario y del endometrio. No le protege

contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el VIH.

DIU T de cobre (dispositivo intrauterino): Un DIU es un pequeño

dispositivo que tiene la forma de una “T.” El médico lo coloca dentro


del útero, donde, una vez implantado, libera hormonas que evitan el

embarazo. Las extremidades del DIU T de cobre contienen cobre, el

cual detiene la fertilización al evitar que el esperma se abra paso por el

útero y llegue a las trompas de Falopio. Si ocurriera la fertilización, el

DIU evitaría que el óvulo fertilizado se implantara en el revestimiento

del útero. A pesar de tener una eficacia del 99% contra el embarazo,

no protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el

VIH.

DIU T Progestasert (dispositivo intrauterino): Este DIU es un

pequeño dispositivo de plástico que tiene la forma de una “T” y es

colocado por un médico dentro del útero. Contiene la hormona

progesterona, la misma hormona que producen los ovarios de las

mujeres durante el ciclo menstrual mensual, que hace que el moco

uterino se adelgace para que el esperma no pueda llegar al óvulo y, en

caso que lo consiguiera, no pudiera implantarse en el útero. Este

dispositivo puede permanecer en el cuerpo un año, tiene una eficacia

del 98% para el embarazo, pero no protege de las Enfermedades de

Transmisión Sexual (ETS).

Sistema intrauterino o SIU: es un pequeño dispositivo de plástico

que tiene la forma de una “T” y es colocado por un médico dentro del

útero. Libera una pequeña cantidad de hormona todos los días para
evitar que usted quede embarazada. El sistema intrauterino (SIU)

puede permanecer en el útero hasta por cinco años. No le protege

contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el VIH. El

sistema intrauterino (SIU) tiene una eficacia del 99%.

9. El condón femenino: Este método de barrera evita que el esperma se

introduzca al cuerpo de la mujer. Está hecho de poliuretano, viene

lubricado y puede insertarse hasta 8 horas antes del contacto sexual.

Protege de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), incluyendo

el VIH, y tiene una eficacia del 79% al 95% en la prevención del

embarazo.

10. Implante: Este sistema consiste de pequeños dispositivos tipo

bastón, o “bastoncillos” que se colocan debajo de la piel. El bastoncillo

libera un nivel constante y muy reducido de esteroides que evitan el

embarazo hasta cinco años. Al retirarse los bastoncillos la mujer podrá

quedar embarazada de nuevo. La eficacia de los bastoncillos frente a la

prevención del embarazo es del 99.9%, pero no protege de las

Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).

11. Depo-Provera: Las mujeres reciben inyecciones de la hormona

progestina, en los glúteos o el brazo, cada 3 meses. No protege contra


las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el VIH. Tienen una

eficacia del 99.7% en la prevención del embarazo.

12. Diafragma o capuchón cervical: Estos son métodos anticonceptivos

de barrera en los que se bloquea al esperma para evitar que llegue al

óvulo. El diafragma tiene la forma de una taza poca profunda y es de

látex. El capuchón cervical es una taza de látex con forma de dedal.

Ambos vienen en tamaños diferentes y se precisa la intervención de un

médico que aconseje el tamaño idóneo.

Debe colocarse antes del contacto sexual y se utilizar junto con un

espermicida (para bloquear o matar el esperma). El diafragma tiene

una eficacia del 80 al 94% en la prevención del embarazo. El capuchón

cervical tiene una efectividad del 80% al 90% en la prevención del

embarazo, en mujeres que no han tenido hijos, y del 60% al 80% en

mujeres que sí los han tenido. Ninguno de los dos protege contra todas

las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el VIH.

El parche: es un parche para la piel que se coloca en la parte baja

del abdomen, los glúteos o la parte superior del cuerpo. Libera las

hormonas progestina y estrógeno en el torrente sanguíneo. El parche


tiene una eficacia del 99% en la prevención del embarazo, pero al

parecer es menos efectivo en mujeres que pesan más de 90 kg. No le

protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el

VIH

El anillo vaginal hormonal anticonceptivo: Es un anillo que libera

las hormonas progestina y estrógeno. El anillo se introduce en la

vagina, alrededor del cuello del útero (la abertura del útero.) Éste se

usa durante tres semanas y se extrae durante una semana para que la

mujer pueda tener el período. El anillo que se introduzca debe de ser

siempre nuevo. A pesar de tener una eficacia del 98% al 99% en la

prevención del embarazo, no protege contra las Enfermedades de

Transmisión Sexual (ETS) o el VIH.

Esterilización quirúrgica (Ligadura de trompas o vasectomía): Estos

métodos quirúrgicos son para personas que desean un método

anticonceptivo permanente. La ligadura de trompas se practica en las

mujeres para evitar que los óvulos bajen al útero, en donde pueden ser

fertilizados. El hombre puede someterse a la vasectomía para evitar

que el esperma llegue al pene; de este modo su eyaculación nunca

contendrá esperma. Estos métodos tienen una eficacia del 99 al 99.5%

en la prevención del embarazo. No protege contra las Enfermedades de

Transmisión Sexual (ETS) o el VIH.


Esterilización sin el uso de cirugía (Sistemas anticonceptivos

permanentes Essure): Este es el primer método de esterilización sin

cirugía para la mujer. Se utiliza un tubo pequeño para pasar un

diminuto dispositivo con forma de resorte a través de la vagina y el

útero, hasta cada trompa de Falopio. Unas espirales flexibles lo anclan

temporalmente dentro de las trompas. Un material de malla se

encuentra incrustado en las espirales, irritará el revestimiento de las

trompas de Falopio para provocar el crecimiento del tejido cicatrizal y

finalmente tapar las trompas de forma permanente. Este proceso

puede tomar hasta tres meses, por lo que es importante utilizar otro

método anticonceptivo durante este tiempo.

Posteriormente deberá visitar al médico para que hagan una prueba y

determinen si el tejido cicatrizal ha obstruido completamente las

trompas. En estudios practicados después de un año en más de 600

mujeres, hasta esa fecha no se habían reportado embarazos en aquellas

a quienes se les implantaron exitosamente los dispositivos. No le

protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el

VIH.
Anticoncepción de emergencia: Este NO es un método

anticonceptivo convencional, y nunca deberá usarse como tal. La

anticoncepción de emergencia o los anticonceptivos de emergencia se

utilizan para evitar que la mujer quede embarazada después que ha

tenido relaciones sexuales sin protección o si el método que usa no ha

sido efectivo.

La anticoncepción de emergencia consiste en tomar dos dosis de

píldoras hormonales a intervalos de 12 horas cada una, a más tardar

tres días después de haber tenido relaciones sin protección. A estas

píldoras algunas veces las llaman equivocadamente la “píldora del día

siguiente.” Tienen una eficacia del 75% al 89% en la prevención del

embarazo. Ningún método de anticoncepción de emergencia protege

contra las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o el VIH.

EDUCACIÓN SEXUAL Y SU EFICACIA

La educación sexual es el término que se usa para describir el conjunto

de aprendizajes que comprenden todas las acciones, directas e

indirectas, conscientes o no, ejercidas sobre un individuo que le

permiten situarse en el ámbito de la sexualidad. Estos conocimientos

permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales y su


coordinación con las demás facultades ya que abarca aspectos muy

amplios como pueden ser el sexo en todas las etapas del desarrollo

humano, la orientación sexual, fisiología de los aparatos reproductores

masculino y femenino, enfermedades de transmisión sexual, métodos

anticonceptivos, planificación familiar y sexo seguro, entre otras

muchas cosas.

El trato de todos estos puntos consiste en la enseñanza física, mental,

emocional, social, económica y psicológica de las relaciones humanas

en la medida que afecten a las relaciones entre hombre y mujer, o

personas del mismo sexo. Su objetivo básico es lograr la identificación

e integración sexual del individuo para capacitarlo y se cree sus

propios valores que le permitan realizarse y vivir su sexualidad en una

manera sana y positiva dentro de su época, cultura y sociedad.

La eficacia de los programas de educación sexual, no solamente vienen

determinados en conceptos teóricos que les brindan información sobre

puntos morales y sexuales, sino que intentan cambiar la conducta de

los jóvenes a partir de la dramatización, los juegos, y los ejercicios que

refuercen su habilidad de socialización, mostrando así niveles de


efectividad más altos en los casos en los que hay dinamismo e

interacción entre docentes y alumnos.

Hay diversos tabús en la sociedad en la que vivimos que crean una

especie de controversia sobre el mensaje que se debe dar a los niños,

limitando así los programas de educación sexual en las escuelas,

sobretodo significados religiosos como el no poder tener relaciones

sexuales hasta el matrimonio o no informarles a no ser que tengan

pareja estable. ¿Acaso deberíamos hacer todo lo posible por suprimir

la conducta sexual de los jóvenes o deberíamos reconocer que muchos

jóvenes son sexualmente activos para así prepararlos a enfrentar las

consecuencias negativas?

Los argumentos dictados por la emoción pueden representar un

obstáculo para lograr evaluar los efectos de la educación sexual. Así

vemos que las primeras relaciones sexuales se empiezan a una media

de los 15 años de edad, haciendo necesaria la información de los

jóvenes sobre comportamientos saludables que deben adquirir y los

posibles riesgos que comporta no hacerlo.


La educación sexual que se les debe enseñar se basa en los siguientes

elementos: una política que favorece explícitamente a la educación

sexual, una apertura hacia el sexo; mensajes consistentes a la sociedad;

y el acceso a los anticonceptivos.

Muy a menudo el currículum de educación sexual empieza en la

secundaria, una vez que muchos de los estudiantes han comenzado a

experimentar la sexualidad. Los estudios han demostrado empezar la

educación sexual antes de que los jóvenes se vuelvan sexualmente

activos, les ayuda a mantener la abstinencia y a que se protejan en caso

de que se vuelvan sexualmente activos. Cuanto más pronto se inicie la

educación sexual, mejor; quizás sería interesante plantearse

introducirla en los estudios primarios.

Enfermedades de transmisión sexual (emt)

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) también conocidas

como infecciones de transmisión sexual (ITS) en el caso que no

produzcan síntomas desagradables en la persona portadora, o

enfermedades venéreas, son aquellas enfermedades infecciosas que se

transmiten de persona a persona por contacto íntimo. Estas

enfermedades pueden diseminarse mediante sexo vaginal, anal y oral.


A veces puede tener una de estas enfermedades aunque no presente

ningún síntoma. En otras ocasiones, los síntomas pueden desaparecer

por sí mismos, pero la enfermedad no se cura si no se recibe

tratamiento. Es necesario recordar que el contacto social, y no solo el

sexual pueden permitir la diseminación de estas enfermedades; ya que

no solo se transmiten a través de la vagina o por el ano, sino también

por el sexo oral, así también a través de agujas infectadas, de madre al

hijo durante el parto o por transfusión sanguínea, estas últimas en el

caso de la hepatitis y SIDA. Aunque algunas Enfermedades de

Transmisión Sexual (ETS) son incurables, la mayoría se pueden curar.

Los agentes productores de las enfermedades de transmisión sexual

incluyen bacterias, virus (como el del herpes), hongos e incluso

parásitos, como el ácaro llamado “Arador de la sarna” (Sarcoptes

scabiei) o los piojos llamados ladillas (Pedículus pubis). Aunque casi

todas tienen tratamiento, algunas de ellas, como las producidas por

virus, nunca curan de manera definitiva, sino que el agente causal

permanece en estado latente, sin manifestarse, dentro del organismo al

que ha infectado, reapareciendo cíclicamente. Este tipo de relación


entre el organismo y el agente infeccioso facilita la transmisión de éste,

es decir, su infectividad.

Las armas más importantes contra las Enfermedades de Transmisión

Sexual (ETS) son la prevención, tomando las medidas oportunas por

medio del uso del condón y la higiene adecuada, elementos

imprescindibles para una sexualidad responsable y que reducen

considerablemente el riesgo de contagio de estas enfermedades.

Aunque la eficiencia del uso del preservativo ha sido puesta en duda en

diversas ocasiones, dado que muchas de las Enfermedades de

Transmisión Sexual (ETS) se contagian por vía cutánea o por medio de

fluidos no directamente vinculados al coito, no deja de ser una línea de

defensa fundamental y su uso es indispensable en cualquier relación no

monógama o en la que la pareja no se haya realizado los análisis

pertinentes.

Enfermedades de transmisión sexual más comunes

A continuación, encontramos las descripciones de varias de las

Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) más comunes, así como

información acerca de la incidencia, síntomas y tratamiento.


El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) se notificó por

primera en los Estados Unidos en 1981. Es causado por el virus de la

inmunodeficiencia humana (VIH), un virus que destruye la capacidad

del cuerpo para luchar contra la infección.

Las personas que tienen el SIDA son muy susceptibles a muchas

enfermedades potencialmente mortales llamadas, infecciones

oportunistas y a ciertas formas de cáncer. La transmisión del virus

principalmente ocurre durante las relaciones sexuales sin protección y

al compartir las agujas usadas para inyectar drogas intravenosas.

Las ladillas o piojos púbicos son pequeños parásitos en forma de

cangrejo que cavan en la piel para alimentarse de sangre. Viven en el

vello corporal áspero, predominantemente en el vello púbico, pero

también pueden encontrarse en el vello axilar, vello facial e incluso en

las pestañas. Los piojos son de color amarillo-gris y usan sus pinzas de

cangrejo para agarrarse a las hebras de cabello. A veces pueden ser

detectados moviéndose sobre la piel.

Las ladillas se contagian fácilmente durante el sexo, pero también se

pueden pasar compartiendo ropas, toallas o ropa de cama con alguien


que las tiene. El tratamiento es fácil, y consiste en el uso de un champú

especial, loción y cremas que maten los piojos y los huevos.

Los síntomas normalmente se notan cerca de 5 días a 7 semanas

después de la infección e incluyen picazón e inflamación local, puntos

de sangre y, ocasionalmente, piojos y huevos visibles.

El virus del papiloma humano genital (también conocido como VPH)

es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más

de 40 tipos de virus del papiloma humano genital (VPH) que pueden

infectar zonas genitales, boca y garganta de ambos sexos.

Los diferentes tipos del virus del papiloma humano genital (VPH)

pueden causar desde verrugas genitales hasta algunos tipos de cánceres

genitales como el del cérvix uterino La mayoría de las personas

infectadas por el virus del papiloma humano genital (VPH) no

presentan síntomas o problemas de salud. En el 90% de los casos, el

sistema inmunitario del cuerpo elimina de manera natural la infección

por el VPH en un periodo de dos años.


Este virus se transmite por contacto genital, más a menudo por las

relaciones sexuales vaginales y anales, aunque también se puede

transmitir por las relaciones sexuales orales y el contacto entre partes

genitales. Se puede transmitir entre parejas heterosexuales y

homosexuales, aun cuando la pareja infectada no tenga signos o

síntomas.

Las vacunas pueden proteger a hombres y mujeres contra casi todos

los tipos comunes de virus del papiloma humano genital (VPH). Estas

vacunas se administran en tres inyecciones. Es importante recibir las

tres dosis para contar con la mejor protección. Las vacunas son más

eficaces si se administran antes de que la persona vaya a tener su

primer contacto sexual, cuando podría estar expuesta al virus del

papiloma humano genital (VPH).

El virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) causa heridas en los labios

(conocidas como ampollas febriles), pero puede causar infecciones

genitales también. El virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2) con mayor

frecuencia provoca ampollas genitales o en el recto, pero también

puede infectar la boca. El virus permanece en el cuerpo para toda la

vida, causando síntomas periódicos en algunas personas.


Síntomas del herpes van desde síntomas sistémicos (fiebre, cefalea,

inflamación de glándulas, etc.), hasta por picor u hormigueo en la zona

genital o anal y ampollas que se convierten en dolorosas llagas.

La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada

por la Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que puede crecer y

multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato

reproductor. La gonorrea puede crecer en el cuello uterino (apertura

del útero), útero y en las trompas de Falopio (oviductos) en la mujeres

y en la uretra (canal urinario) tanto en las mujeres como en los

hombres. La bacteria también puede crecer en la boca, la garganta, los

ojos y el ano. La gonorrea puede propagarse a la sangre y a las

articulaciones

Los síntomas de la gonorrea son más acusados en hombres que en

mujeres y se incluyen algunos como escozor al orinar, cambios en los

flujos e irritación del ano.


La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por la

bacteria Treponema pallidum. La sífilis se contagia de una persona a

otra a través del contacto directo con una úlcera sifilítica. Si no se

trata, puede continuar a etapas más avanzadas y con el tiempo puede

provocar graves complicaciones y puede afectar posteriormente

órganos internos, huesos y articulaciones. La evolución completa de la

enfermedad puede tardar años. La sífilis es fácil de curar en sus fases

iniciales. Si una persona ha tenido sífilis durante menos de un año, la

enfermedad se curará con una sola inyección intramuscular de

penicilina, y si ha tenido sífilis por más de un año, necesitará dosis

adicionales. El tratamiento matará la bacteria que causa la sífilis y

evitará futuras lesiones, pero no remediará las lesiones ya ocasionadas.

Los síntomas de la sífilis pueden ser difíciles de reconocer y pueden

llevar 3 meses en aparecer después del contacto sexual con una persona

infectada. Incluyen úlceras indoloras en los órganos sexuales, ano o

boca, bultos en las ingles, erupción sin picor y síntomas similares a la

gripe.

EL ABORTO SEGÚN LA RELIGIÓN


A lo largo de la historia la religión ha jugado siempre un papel crucial

en el desarrollo de la sociedad, en cuanto a las políticas de los

gobiernos y la propia vida de sus gentes. Pero, ¿qué representan

exactamente las religiones? Representan sistemas coordinados de

creencias y prácticas específicas que definen lo sagrado, las cuáles se

enlazan formando una comunidad moral única, la Iglesia.

El objetivo de las religiones es reglamentar la relación entre lo sagrado

y su consiguiente contexto espiritual, y los adherentes, representado

por uno o varios dioses. Una vez establecido lo sagrado, las religiones

se ocupan de definir también lo profano, es decir, las conductas y las

prácticas que están prohibidas dentro de sus códigos morales. A través

de las dichas múltiples prohibiciones ejercen una enorme influencia

sobre la forma de ser de las personas.

Las religiones, para organizar los fenómenos descritos y definidos en

sus correspondientes manifiestos, se apoyan en dos nociones básicas:

las creencias y los ritos. Las creencias consisten en representaciones,

asociadas con el misticismo y el mundo sobrenatural, que contienen

valores morales. Los ritos, por su parte, son modalidades de acción

expresadas en ceremonias de sublimación. Estos dos conceptos deben


ser utilizados en definidas ocasiones. Por ejemplo, los ritos de bautizo,

matrimonio o defunción son característicos de diversas religiones, pero

con variantes según sus respectivas creencias.

Las grandes religiones: Iglesia Católica, protestante, ortodoxa y

Religión Islámica.

Una vez finalizada la introducción acerca de las religiones y para llegar

a una mejor comprensión de las posiciones en lo que se refiere al

aborto, es sumamente importante analizar cómo se ha desarrollado a

través de las creencias y las declaraciones que se han encontrado en las

escrituras sagradas.

Casi sin excepciones, las religiones más grandes han dado una gran

relevancia a la relación entre el hombre y la mujer, en concreto y

especialmente, a la naturaleza de la sexualidad femenina, sus deberes y

obligaciones en el hogar y las que acatan el matrimonio.

El hombre se suele colocar en un plano moral primario y la mujer por

debajo, en uno secundario, al mismo tiempo que se le niega o se le

reduce su participación en ritos y ceremonias religiosas, siendo su


papel de carácter sumiso. La mayoría de las religiones definen las

conductas que deberían ser aceptadas dentro de sus patrones morales

en áreas específicas como lo pueden ser la vida sexual de las parejas, la

reproducción, la anticoncepción y el aborto.

La reproducción humana implica la sexualidad y vida matrimonial, y

esto último, la continuación de los pueblos y/o razas, asimismo el

tamaño de la familia y la propia supervivencia de ésta. También

influye en especial sobre el bienestar, tanto de los respectivos hogares

como de las comunidades y de las comunidades que educan y cuidan de

los miembros. Otro servicio de la reproducción es justamente la

proporción de la definición de las diferentes responsabilidades de

ambos sexos. Históricamente, las grandes religiones definen el rol y la

función de la mujer como el mero hecho de ser esposas y madres.

Como ocurre en algunos escritos del Corán, los cuales declaran que

“los hombres son los responsables de administrar los asuntos de la

mujer”.

Las grandes religiones sitúan a la mujer como un agente reproductivo,

el central, cuyo destino es la sumisión, ya que el hombre proporciona el

poder de protección, el cual les da la superioridad. Tampoco reconocen


los derechos reproductivos, incluyendo la libre elección en decisiones

reproductivas. Únicamente en el año 2005, el Gran Mufti, Sheikh

Abdul Aziz al-Asheik de Arabia Saudita, declaró que los padres que

obligan a sus jóvenes hijas a contraer matrimonio involuntariamente

deben ser juzgados y encarcelados. “Forzar a una mujer a casarse con

alguien que ella no quiere y prevenirla de casarse con alguien que ella

ha escogido… no es permisible” dijo el Gran Mufti. “Cualquiera que

insista en forzar a una mujer a casarse contra su voluntad está

desobedeciendo a Alláh y a su profeta (Muhammad)” dijo. El Sheik

Abdul Aziz dijo que cualquiera que no abandone esta práctica

preislámica “debería ser castigado por aprisionamiento y no debería

ser liberado hasta que abandone su demanda”.

Es decir, esto se interpreta como un paso sumamente importante para

una sociedad conservadora en cuanto a los derechos pertenecientes a

las mujeres.

· La Iglesia Católica

La virginidad, durante los primeros siglos del Cristianismo, fue el

principal valor moral cuyo debate provocaba algunas importantes

discusiones. Las conclusiones que extrajeron fueron unánimes, dicho


valor espiritual es una de las formas en que el ser humano alcanza el

nivel puro más elevado. En otras palabras, significaba que el sexo era

visto como una impureza siempre que el objetivo no fuera la

reproducción humana, permitida exclusivamente dentro del

matrimonio. Por lo tanto cualquier otra actividad sexual era

condenada y consecuentemente, relegaba a la mujer a un papel similar

al de un instrumento, el agente reproductivo que depende del hombre.

Una vez dicho esto también cabe destacar que el aborto también ha

sido objeto de discusiones, por parte de la Iglesia, la cual ha ido

cambiando las posiciones que defendían a lo largo de la historia. A

principios, concretamente nuestro año 100, se preparan las Enseñanzas

de los doce Apóstoles, también denominado Didache; un documento en

el que se condena el aborto. Pero a pesar de ello también se presentan

una serie de interrogantes: la concepción del aborto como una forma

de esconder la fornicación y el adulterio, considerados pecados, o bien

la propia concepción del feto le otorga de un alma. El último

interrogante comentado dio pie a la explicación del proceso de

hominización: la unión del feto y su alma da lugar a la existencia del

ser humano. Vale la pena considerar que el aborto fue una fuente de

desacuerdo para los primeros teólogos, y al mismo tiempo un foco


importante ya que entonces era ampliamente practicado. ¿Era

homicidio o no? El problema recaía sobre la incertidumbre del inicio

de la vida humana.

Siglos más tarde, entre el IV y el V, San Agustín condenó el aborto,

argumentando la decisión como un lazo roto, una conexión

desaparecida entre el acto sexual y la procreación, pero al mismo

tiempo dejando en duda el desarrollo del proceso de hominización,

mencionado en el párrafo anterior, ya que ignoraba totalmente cuando

la vida humana comienza. Sin embargo no lo condena como un

homicidio, sino más bien como el resultado de la lujuria y/o el

adulterio, es decir, un gran pecado. A partir de esta época y los siglos

que la siguen a continuación, la penitencia es requerida ante cada caso

que surja.

Ya en el siglo VIII, la Iglesia decide que la penitencia, es equivalente a

un homicidio si una madre destruye el feto después de cuarenta días,

de lo contrario sólo debía hacer penitencia por un año. En el año 1140,

un monje italiano de nombre Graciano dio inicio a la primera

recopilación de leyes de la Iglesia, que causó la aparición de la Ley

Canónica. Dicha ley declaró el aborto como homicidio sólo cuando si se

llevaba si el feto estaba formado. Por otro lado, Santo Tomás de


Aquino declaró más tarde, en el Concilio de Vienne, que el aborto se

podía considerar un pecado ya que actuaría en contra del matrimonio,

pero que en cambio no sería un homicidio hasta la unión del feto y del

alma. En cuanto a esta última sentencia, se destaca que él describió

una teoría de hominización que se ha mantenido por muchos siglos, la

cual consistiría en una serie de etapas ordenadas de la siguiente forma:

en primer lugar aparecería un alma vegetativa, luego la de un animal y

finalmente la racional. Esta teoría de hominización se mantiene por

muchos siglos. Más tarde, ya en pleno siglo XVI y más concretamente

en el año 1588, el Papa Sixto V condenó el aborto como homicidio,

incluyendo también la anticoncepción, y por lo tanto lo castigó con la

excomunión. Pero tres años después, el nuevo Papa, Gregorio XIV,

deshizo la condena de su antecesor.

Sin embargo el gran cambio posicional católico, sumamente

importante históricamente, ocurre en 1869. Se concretizó una decisión

sin vuelta atrás mediante el Papa Pío IX, el cual declaró rigurosamente

el establecimiento del aborto como homicidio, sin que importase el

momento en que se practicase, no había peros que valiesen. La pena, la

excomunión. De forma similar eliminó la idea formulada de


hominización, para establecer, a continuación, que el alma y el cuerpo

se unen justo en el momento de la concepción.

En otro ámbito, el científico, y apenas unos seis años más tarde, se

probó que el esperma y el óvulo, conjuntamente, generan la vida

humana. A consecuencia de dicho descubrimiento el aborto es declaró

de forma definitiva como un homicidio, causando que las posiciones se

volvieran duras y rígidas al respecto

La posición moderna del aborto, datada en las últimas décadas del

siglo XIX, lo contempló bajo tres instancias específicas: si matan a un

inocente, es decir, terapéuticos; si interrumpen un embarazo, fruto del

amor del matrimonio; o bien si se actuaba bajo los argumentos sociales

de algunos gobiernos.

Una vez repasada la historia, vamos a profundizar en tiempos

recientes. En 1965, el Segundo Concilio del Vaticano declara la

importancia de preservar la vida y el cuidado, por lo tanto, se

consideró un crimen abominable. A consecuencia de ello, surgió un

innovador concepto teológico que promueve la protección del embrión

desde el mismo momento de su concepción, sin pararse a considerar,


como hacían antaño, el dichoso proceso de hominización. Del nuevo

concepto al argumento “Derecho a la Vida” en 1974, y de ahí que hoy

en día la Iglesia Católica condene el aborto bajo cualquier pretexto.

Hay un dicho que encaja precisamente: la excepción confirma la regla;

la única excepción que se acepta es bajo la salvación de la madre, en

casos en los cuales obviamente el feto muera de cualquiera de las

maneras.

Después del mencionado Segundo Concilio Vaticano demos paso a la

ironía: España e Italia, característicamente católicos, mostraron unos

resultados estadísticos literalmente bajos respecto a la natalidad. Es

decir, se entiende que el conservatismo de la Iglesia alcanza un nivel

realmente elevada, comprendiendo vagamente cuestiones

importantísimas, como por ejemplo el SIDA. Por lo tanto se deduciría

que muchos creyentes han buscado y buscan distintas alternativas más

realistas, tanto en lo humano como en lo social. Se descarta por

obviedad que el responsable de las cifras fuera la declaración de

abstinencia recomendada por el Vaticano, la clave fue el uso de la

anticoncepción.
En el 2005 estos países ya legalizaron el aborto y en ese mismo año,

España legalizó el matrimonio de personas del mismo sexo.

Recientemente el Vaticano sitúa a la anticoncepción en el centro de

polémicas, gracias en parte a los influyentes medios de comunicación.

Podemos encontrar diversos artículos y entrevistas en las cuales,

observamos la posición de la Iglesia Católica en torno al tema tan

polémico, el aborto.

Como por ejemplo, las declaraciones del arzobispo de Granada:

El Público, Madrid, 22 de enero del 2009. Disponible en:

http://www.publico.es/espana/280204/el-arzobispo-de-granada-

compara-el-aborto-con-un-genocidio-que-obliga-a-los-medicos-a-

actuar-en-campos-de-concentracion

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, comparó al

aborto en su homilía del pasado domingo, en la Catedral, con un

“genocidio silencioso” y consideró que la nueva ley sitúa a los

profesionales sanitarios, “médicos y enfermeras”, en situaciones “muy


similares” a las de los oficiales de los campos de concentración nazis,

“en los que no podían rebelarse porque eran órdenes superiores”.

“Pocas imágenes en la historia más tristes que la que han ofrecido

nuestros parlamentarios aplaudiendo lo que por fin se ha convertido

en un derecho: matar a niños en el seno de la madre. ¿Y a eso le llaman

progreso?”.

[…]

Para Monseñor Martínez, “matar a un niño indefenso, y que lo haga su

madre” da a los varones “licencia absoluta, sin límites” de “abusar del

cuerpo de la mujer”, porque “la tragedia se la traga ella, y se la traga

como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida

apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la

conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquitras ni todas las

técnicas conocen el remedio”.

“Sólo existe una medicina para este crimen: el perdón, medicina que

sólo conocemos los cristianos. Un médico que haya practicado cientos


de abortos y que algún día caiga arrodillado, asombrado de su propia

mezquindad humana, es abrazado por el Señor. Una adolescente

engañada por el chico que abusó de ella o por sus padres, o por la

imagen que tiene de sí misma, siempre tendrá en la Iglesia una casa,

una familia y una madre”.

Las afirmaciones del Papa Benedicto XVI:

“La Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana

y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la

institución familiar”, dijo el Papa durante la misa de consagración de

la iglesia de la Sagrada Familia, que lleva 128 años en construcción.

Agregó: “El amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es

el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en

su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural”.

El Público, Barcelona, 7 de noviembre del 2010. Disponible en:

http://www.publico.es/espana/345404/el-papa-arremete-contra-el-

aborto-y-el-matrimonio-entre-homosexuales
Los preservativos, lejos de ser la principal arma en la lucha contra el

sida, contribuyen a expandir la enfermedad. Esa es la peligrosa teoría

que mantiene la Iglesia católica y que ayer se encargó de recordar su

cabeza visible, el papa Benedicto XVI, en su primera visita como

pontífice a África, el continente en el que la enfermedad roza los

niveles de plaga al matar diariamente a 6.000 personas. Para el Papa,

los condones sólo suponen “aumentar los problemas”.

El avance del sida “no se superará con la distribución de

preservativos”. La solución pasaría, a su juicio, por “humanizar la

sexualidad con nuevos modos de comportamientos” y por la

“renovación espiritual y humana del sentido de la sexualidad”.

El Público, Madrid, 13 de marzo del 2009. Disponible en:

http://www.publico.es/internacional/210382/la-iglesia-sostiene-que-el-

condon-favorece-el-aumento-del-problema-del-sida

O, el manifiesto de la CEE:
El Público, Madrid, 11 de diciembre del 2009. Disponible en:

http://www.publico.es/espana/277246/los-obispos-plantean-que-el-

aborto-sea-delito

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha planteado que el aborto

sea considerado un delito y ha subrayado que la doctrina de la Iglesia

en relación al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo

“no va contra nadie ni contra ningún partido”.

“No se entiende que quitar la vida de un ser humano inocente no pueda

ser un delito”, ha dicho este viernes en rueda de prensa el obispo

auxiliar de Madrid y secretario general de la Conferencia Episcopal,

Juan Antonio Martínez Camino.

· La Religión Islámica

Los musulmanes adoptan posiciones y opiniones diversas e incluso

contrarias respecto al aborto, al igual que la anticoncepción. Esto es

debido a las diferentes interpretaciones y ramificaciones del Corán, el

libro sagrado. Son precisamente estas interpretaciones las que


diferencian a las varias escuelas islámicas: el Islam Sunita, conformado

por Hanafi, Hambali, Maliki, y Sha’afi, como también las varias

escuelas del Shia. Aunque si bien existen tales interpretaciones, eso es

debido a la falta de referencias explícitas en las propias escrituras

sagradas. En las cuales se encuentran tópicos relacionados con el valor

de los hijos, la prohibición del infanticidio, las providencias de Alá

hacia los seres humanos.

En cuanto a la figura de la mujer es secundaria respecto a la del

hombre, pues este ejerce un control, mientras que por el lado de ella, la

sumisión. En otras palabras, las diferencias entre la mujer y el hombre

son todo un esquema de contraste, la incapacidad de autocontrol de las

emociones frente al poder y la racionalidad. En cuanto a la vida

matrimonial, la sexualidad es tratada con naturalidad, concibiéndola

como un gozo que es totalmente independiente del sexo de la persona.

Entre estos temas es obligatorio hacer mención del honor, porque este

depende del nivel de control que imponga el marido a su esposa o

esposas (se permite la poligamia). A consecuencia de ello existe la

práctica del Shador, la túnica que cubre completamente el cuerpo, de

los pies a la cabeza, para que no exhiban su cuerpo.


Esta práctica se puede entender el objetivo como la protección de la

sexualidad, aunque una alternativa no tanto descabellada apuntaría a

controlar la exaltación del carácter. Otras consecuencias y aún más

serias, y bajo el punto de vista de nuestra cultura, horribles, sería la

ablación – amputación del clítoris realizada por varias comunidades,

con excusas relacionadas con la pureza y la protección del orden social-

. La relación en el matrimonio sí figura en el Corán. Se basa en las

normas sociales de la Meca. El hombre tiene pleno derecho de divorcio,

e incluso de ejecutar la posibilidad de una reconciliación si no

transcurren más de tres meses. La mujer en cambio no podía optar a

eso, únicamente sí en una excepción: bajo crueldad extrema.

Al margen del Corán hay otros textos influyentes en la vida

musulmana, como por ejemplo el Sharia. El Sharia fue preparado a

partir de las discusiones teológicas de los Ulama, los hombres sabios de

Dios, fruto de las interpretaciones del Corán. Contiene los elementos

de referencia que diferencian el bien y el mal, la recompensa y el

castigo. Fue y es utilizado a la hora de juzgar. Al mismo tiempo

también se determina las obligaciones que se deben acatar, al igual que

los méritos.
Hay corrientes feministas musulmanas que defienden la equidad social

y argumentan que eso mismo es el mensaje religioso del Corán, puesto

que sostienen que en la época del Profeta las mujeres rezaban al lado

del hombre. Por lo tanto afirman que el Sharia fue escrito bajo serias

influencias marcadas por los prejuicios de la época, concretamente el

siglo VII. La neutralidad es el valor que promueven estas corrientes,

desean que ambos géneros ocupen los mismos espacios sociales.

Es en el Sharia dónde sí se habla de alguna forma del aborto, porque

define el proceso de hominización, la unión del alma y el feto, y permite

la interrupción del embarazo durante los primeros 120 días. Esta

posición ha predominado en la historia islámica. Sin embargo, en la

actualidad hay grupos de derechas musulmanes que se oponen,

únicamente lo aceptan en los casos de necesidad, dónde se salve la vida

de la madre. Sin embargo, hay que afirmar que existe una gran

variedad de posiciones culturales musulmanas, no hay más que ver que

en Sudán sólo se puede recurrir al aborto si ha habido un acto violento

y si no se ha superado tres meses de gestación.

· Las Iglesias Protestantes


Al contrario que la Iglesia Católica, que se puede denominar en

singular debido a su generalidad. El Cristianismo Protestante es

diferente entre sí en el ámbito de nuestro trabajo, e incluso lo

denominamos en plural en el título, porque en ellas existe una notable

variación de posiciones. También hay que destacar que las Iglesias

Cristianas Protestantes aceptan una cierta libertad individual (mucho

mayor), en cuanto a las conductas reproductivas y generalmente, no se

oponen a la anticoncepción.

A pesar de la gran cantidad de posiciones que hay al respecto, también

hay que confesar que se trata de un tema poco estudiado.

Históricamente Lutero y Calvino, en el siglo XVI, se erigieron como los

principales reformadores, que heredaron la sexualidad y el

matrimonio del catolicismo. De sus comentarios se ha deducido que

concebían la fecundación como un fenómeno único y exclusivo,

también que la propia sexualidad era presentada como algo de

carácter perverso, ya que la mujer era considerada una tentación.

Únicamente la procreación en el matrimonio se antojaba como la

expresión natural sexual adecuada.


Durante los tiempos de la Reformación, temas como el aborto carecían

de importancia, entonces había pocas discusiones sobre si se podía

concebir como una acción reprensible. Aunque por otro lado, si eran

muy rígidos a la hora de castigar, si no se seguía la única forma que se

permitía, había condena. Aunque la importancia careciese, no quiere

decir lo mismo del interés. Lutero y Calvino opinaban que la vida

comenzaba justamente en el preciso instante de la concepción, y eso

quiere decir que el feto se podría calificar como un ser humano.

La situación continuó igual hasta que llego el siglo XIX, entonces

empiezan a surgir las discusiones sobre el aborto, la sexualidad y el

matrimonio. Las Iglesias Protestantes promovieron una campaña para

que se liberen las leyes que prohibían los anticonceptivos, para acabar

así con la inestabilidad y la pobreza de muchas familias. A causa de

ello se comprendió mejor la sexualidad matrimonial y su actitud más

abierta que el mero fin de la procreación.

En los años 20, las leyes europeas empezaban a sufrir cambios, en

parte gracias a los movimientos feministas a favor de sus libertades

sexuales. Entonces las Iglesias Protestantes aceptaron el derecho

femenino a tomar sus propias decisiones, incluso en el tema del aborto.

Ya en los 80, la Iglesia Presbiteriana se opuso a las medidas restrictivas


hacia el aborto, mientras que la Luterana y la Metodista luchaban

para que no hubiese discriminación hacia las personas que optaban

por esa alternativa. Cabe decir que también surgieron grupos

conservadores de la derecha cristiana que apuestan por las ideas

tradicionales sobre el aborto.

· La Iglesia Ortodoxa

Los ortodoxos se posicionan en contra del aborto, pues tienen como

referencia la ley Canónica Ortodoxa que somete a la penalidad a

aquellos que proporcionen las drogas y/o el veneno que acaben con el

feto. Para poder entender dicha posición, cabe explicar que,

interpretan la concepción de Cristo fue en el vientre de la Virgen, por

lo tanto la vida humana empieza justo en el instante de concepción, en

vez de más tarde, como se había hablado.

Consideran el aborto la interrupción de la vida humana, así que

ningún argumento justificaría tal decisión, ni siquiera los problemas

económicos o la inseguridad social. Entonces debe haber pleno

compromiso de responsabilidad, tanto la familiar como la personal. Se

oponen a la legislación, porque la entienden como algo deshumanizado.

Motivos de aborto
El informe Interrupción Voluntaria del Embarazo; Datos definitivos

correspondientes al año 2010 redactado por el Ministerio de Sanidad,

Política Social e Igualdad en España nos permite llegar a conocer datos

significativos sobre dicha.

Todos los informes de años anteriores, como también la legislación, la

encontramos en la página oficial web del ministerio:

http://www.msc.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/embara

zo/home.htm

Referente a interrupción voluntaria del embarazo (IVE) del 2010 en

Cataluña y sus datos estadísticos valoramos el número de abortos

según los siguientes puntos. (Ministerio de Sanidad, Política Social e

Igualdad, Interrupción Voluntaria del Embarazo, Secretaria General

Técnica, Madrid, 2010: 98-104)

El grupo de edad y estado civil


El número de solteras que han interrumpido su embarazo (15.047) es

mayor que el de casadas (5.772), seguido de las separadas (1.081).

Destacando que el grupo de edad de solteras que más abortan son

entre los 20-24 años (4.158), siendo el segundo entre 25-29 años (3.994),

luego las solteras entre 30-34 (2.738) y no mucho más allá, las que están

entre 15-19 años (2.370).

Nivel de instrucción

Encontramos que la mayoría son mujeres con un grado de estudios

(7.407), con un segundo grado primer ciclo (6.788) o de segundo ciclo

(5.311). Cabe mencionar que el número de mujeres que interrumpen

su embarazo sin estudios es mucho menor (266).

Número de abortos voluntarios anteriores al actual

14.7472 mujeres no habían abortado voluntariamente anterior al

actual, de las cuales 3.281 tienen entre 20-24 años y 3.246 entre 25-29

años. Observamos también que, 6.004 lo había hecho una vez, 1.626

dos veces e incluso, 113 cinco o más veces (74 de ellas entre 35-39 años).

Residencia y lugar de nacimiento de la mujer por grupo de edad


Del total de mujeres residentes en Cataluña (22.924), encontramos que

13.970 proceden de Europa, 1680 de África, 6.490 de América, 773 de

Asia, 5 de Oceanía y 6 no consta.

Del total de Europa, 12.148 son de España, de las cuales 5.141 entre 30-

34 años abortaron en el año 2010, seguido de las mujeres entre 25-29

años (5.511), entre 20-24 (4.834) y por debajo de las de 35-39 (3.556)

encontramos las que tienen entre 15-19 (2.440).

El resto proceden del resto de Unión Europea con un total de 12.148,

siendo el número de mujeres entre 25-29 años las que abortaron más

(384). Y del resto de Europa (411), también fueron las mujeres entre

25-29 las que interrumpieron su embarazo (112).

Referente a África (1.680), observamos que ninguna mujer abortó con

menos de 15 años, en diferencia con Europa; España, con 40 casos.

Del total de mujeres procedentes de América (6.490), 5.385 de las

cuales son origen de América del Sur. 19 interrumpieron con menos de


15 años, 458 entre 15-19 años, 1.094 entre 20-24 años, 1.478 entre 25-29

y 1.317 entre 30-34 años.

Semanas de gestación y nivel de instrucción

La mayoría de mujeres abortaron con 8 o menos semanas de gestación

(15.812), de las cuales 4.972 tienen un grado de estudio, 4.670 con un

segundo grado de estudio primer ciclo, 3.712 con un segundo grado de

estudio segundo ciclo, 693 estudiando en facultad y 163 sin estudios.

Motivo de la interrupción y nivel de instrucción

Según la Ley Orgánica 9/1985 del 1 de enero al 4 de julio del 2010:

12.025 mujeres abortaron por su propia salud (salud materna), de las

cuales 3.832 presentan un segundo grado de estudio primer ciclo, 3.763

con un primer grado de estudio y 484 están en la facultad.

Del resto, encontramos que, 339 lo hicieron por riesgo fetal, 34 por

varios motivos y no se constató de ningún caso de aborto por violación.

Y según la Ley Orgánica 2/2010 del 5 de julio al 31 de diciembre: 9.026

casos fueron a petición de la mujer. De estos, 3.237 tienen un primer


grado de estudio, 2.402 y 2.119 con un segundo grado primer ciclo y

segundo respectivamente, 316 estudiando en la facultad, 89 sin estudios

y 21 analfabetas.

Así pues, 1.207 a causa de un grave riesgo para la embarazada, 268

padecían riesgo de anomalías graves del feto y 25 por varios motivos.

Según residencia, nacionalidad y grupo de edad

Según la nacionalidad de la mujer observamos que las españolas son

las que más abortos sufren (13.110) seguidas de las procedentes de las

de América del Sur (4.882). De las españolas las que más abortan son

las mujeres de 24 a 29 años (2.818) seguidas de las de 30 a 34 años

(2.733). Las sudamericanas que más abortan son las de 25 a 29 años

(1.360), también seguidas por las de 30 a 34 años (1.201).

Respecto a otros orígenes solo abortaron 726 asiáticas i 1646 africanas.

Dentro del grupo de las africanas las que más abortaron fueron las del

norte con 1.072 casos, la mayoría de ellas entre 25 y 29 años de edad

(297).
Según nivel de instrucción i situación laboral de la mujer, situación

laboral de la pareja o sustentador principal, utilización de centro de

planificación familiar

Fácilmente podemos observar que las mujeres que poseen un trabajo

remunerado son las que más abortan (13.464) y la mayoría de ellas

cuentan con un nivel de estudios de primer grado (4.037). Las

trabajadoras van seguidas de las paradas en número de abortos con

4.764, de estas las que más abortan son las que tienen estudios de

primer grado. Las terceras en abortar más son las estudiantes (2.233),

la mayoría de ellas en el primer ciclo de estudios de segundo grado

(833).

Si nos fijamos en la situación laboral de su pareja (o sustentador

principal), 14.131 de las mujeres tenían sustentadores/pareja que

trabajaban a sueldo y 4.912 contaban con estudios de primer grado.

2.671 mujeres no tenían sustentador principal/pareja.

La mayoría de mujeres que abortaron en el año 2010 en Cataluña no

acudían a centros de planificación familiar (10.276), 3.422 tenían

estudios de primer ciclo de segundo grado. Las que más utilizaban los
centros de planificación familiar fueron las usuarias de algún servicio

público (8.064), 2.942 con estudios de primer grado. Ese año hubo

2.753 abortos de mujeres que acudían a centros privados.

Según grupo de edad y tipo de centro, lugar donde se informó,

semanas de gestación, motivo de la interrupción, método empleado en

la interrupción

22.163 abortos realizados el año 2010 en Cataluña fueron realizados en

el ámbito extra hospitalario privado, mientras que solo 761 fueron en

el ámbito hospitalario. 5.395 de las mujeres que abortaron en el ámbito

extra hospitalario tenían entre 24 y 29 años.

A la hora de saber sobre su embarazo, 11.378 fueron informadas en un

centro sanitario público y 3.406 en uno de privado. La mayoría de las

mujeres que fueron informadas tanto en centros públicos como

privados tenían entre 25 y 29 años.

Muchas de las mujeres que abortaron en 2010 lo hicieron con menos

de 8 semanas de gestación (15.812), 5.350 lo hicieron de las 9 a las 12

semanas, 1.046 de la 13 a la 16, 483 de la 17 a la 20 i tan solo 233 a la


semana 21 o más. La mayoría de estas mujeres tenían entre 25 y 29

años.

A la hora de analizar el motivo de la interrupción vemos diferencias de

legislación entre los periodos que van del 1 de enero al 4 de julio y del 5

de julio hasta final de año.

La mayoría de las que abortaron en el primer período lo hicieron por

motivos de salud materna (12.025), mientras que las que lo hicieron en

el segundo período fue por su propia petición (9.026). El segundo

motivo causante de los abortos del primer periodo fue por riesgo fetal

(339). En el periodo julio-diciembre observamos que el segundo motivo

era un grave riesgo para la embarazada (1.207).

20.623 de los abortos realizados fueron por aspiración, 1.492 por

dilatación y 345 por legrado

MÉTODOS DE ABORTO

El aborto es la interrupción del embarazo antes de los 180 días de

gestación, pudiendo ser espontáneo, natural o provocado.


Este proceso, el sentido médico, se corresponde con los dos trimestres

iniciales, no obstante, para efectos legales y en casos de

malformaciones graves el tiempo puede sobrepasar dichas fechas. La

interrupción del embarazo, ya sea natural o inducida, va seguida de la

expulsión del producto gestacional por del canal vaginal, y puede estar

precedida por pérdidas de sangre por la vagina.

1. Aborto quirúrgico

Consiste en la interrupción de la gestación en el quirófano mediante

una intervención quirúrgica. Será imprescindible no haber comido ni

bebido nada en las 8 horas previas a la intervención. Es conveniente

venir acompañada por un familiar. La técnica más frecuentemente

utilizada es la aspiración siendo complementado, en algunas ocasiones,

con un legrado de confirmación diagnóstica. Para llevar a cabo esta

técnica, es necesario pasar siempre un control 15 días con tu

ginecólogo/a habitual después de realizado el aborto con el objeto de

confirmar la perfecta realización de la intervención y

fundamentalmente para poder hablar de un método de planificación

que impida que se reproduzca una situación similar.


Existen variaciones en la técnica quirúrgica en función de las semanas

de gestación:

· Hasta 12 semanas de gestación:

Se emplea la técnica del legrado por aspiración, en la cual, tras

desinfectar la zona genital y dilatar el cuello del útero, se vacía el

contenido uterino mediante aspiración realizando a continuación un

legrado o raspado de la cavidad. Siempre se realiza bajo control

ecográfico para una mayor fiabilidad y para evitar complicaciones.

Se puede utilizar anestesia general o local, en función del deseo de la

paciente, siempre que no exista una indicación médica que lo

contraindique. La anestesia general se administra a través de una vía

canalizada en una vena del brazo. La anestesia local se aplica en ciertas

zonas de la vagina.

En la anestesia general la paciente se encontrará dormida durante toda

la intervención, despertando inmediatamente después de su

finalización. En la anestesia local la paciente tendrá las molestias

típicas de una menstruación. La duración de la intervención, en ambos


casos, es de 7-15 minutos. Tras finalizar la intervención son conducidas

a una zona donde se recuperan bajo el control del personal sanitario,

debiendo permanecer en observación aproximadamente una hora.

· A partir de 12 semanas de gestación:

Se realiza bajo anestesia general. Hasta las 18 semanas de gestación, la

técnica es similar a la empleada en el caso anterior, requiriendo en

algunos casos una preparación cervical previa (aplicación de una

medicación en el cuello del útero para ablandarlo y dilatarlo).

Deberán permanecer ingresadas en observación alrededor de unas 4-6

horas. A partir de las 19 semanas de gestación se emplea la técnica de

inducción, consistente en una preparación cervical previa y la

posterior provocación de contracciones uterinas hasta obtener la

expulsión fetal, realizando a continuación un legrado de limpieza.

Precisa ingreso en el centro durante 24 horas, estando durante todo el

proceso bajo control médico.

2. Aborto Farmacológico
En España la comercialización de la RU-486 se aprobó en 1997. Se

puede utilizar un método farmacológico para la interrupción

voluntaria del embarazo en aquellos supuestos previstos por la

legislación actual. Este método es muy eficaz hasta las 7 semanas de

gestación (49 días), aunque no efectivo en todos los casos; por lo cual,

un porcentaje bajo de pacientes requerirá una intervención quirúrgica

posterior (lo que denominamos legrado o aspiración).

Como toda medicación, presenta unas contraindicaciones para su

administración, no pudiendo utilizarse en ciertas circunstancias, que

serán valoradas antes de su toma por el ginecólogo.

Con este método, la expulsión de la gestación puede producirse en el

centro o en el domicilio de la paciente, por ello, deberá estar

psicológicamente preparada para dicho evento. Por tanto, no es un

método aconsejable para aquellas pacientes que no deseen o no puedan

” colaborar activamente ” en la interrupción de su gestación.

Siempre va a presentar una hemorragia vaginal, que puede ser escasa

o como una regla abundante. Esta hemorragia la puede presentar

después de la primera toma del tratamiento (poco frecuente) o después

de la segunda toma del tratamiento (más frecuente). La hemorragia


durará como término medio 9-10 días, aunque puede persistir hasta su

siguiente regla, sin que ello implique la existencia de ninguna

complicación.

El haber presentado una hemorragia no significa que se haya

producido el aborto, por eso es muy importante que acuda a la cita que

se programará a la paciente para realizar controles, entre ellos un

control ecográfico.

Durante los periodos de hemorragia y tras la toma de la medicación,

puede notar dolor intenso “como de regla” que cederá

espontáneamente, pero para el que puede tomar los calmantes que,

habitualmente, utilice durante sus menstruaciones.

Tras la toma de las medicaciones puede presentar astenia (sensación de

debilidad o cansancio), nauseas, vómitos y diarrea, que ceden en poco

tiempo y no suelen necesitar ningún tratamiento.


El día de la 2ª toma de la medicación permanecerá en el centro por un

periodo máximo de 4 horas, no precisando estar ingresada. Podrá

deambular o permanecer en reposo en una sala habilitada a tal efecto.

La Sociedad Española de Contracepción la incluye en el epígrafe

Aborto, con el apellido farmacológico, para embarazos con duración

máxima de 7 semanas y la legislación española la considera al mismo

nivel que el aborto quirúrgico, exigiendo (en los casos despenalizados

por la Ley) su administración en una clínica autorizada.

Los efectos del aborto

El aborto, legal o ilegal conlleva muchas consecuencias que pueden

repercutir gravemente a la mujer que lo practica. El proceso daña

física y psicológicamente a la mujer y hasta puede producirle la

muerte.

Entre las complicaciones físicas del aborto en la mujer están las

infecciones, las hemorragias, las complicaciones debido a la anestesia,

las embolias pulmonares o del líquido amniótico, así como las

perforaciones, laceraciones o desgarros del útero.


Estadísticamente hablando, se estima que el riesgo inmediato de dichas

complicaciones es de un 10%, pero el de las complicaciones a largo

plazo es entre el 20 y el 50%.

Además de las complicaciones físicas, las mujeres sufren emocional y

espiritualmente de lo que ya se ha identificado como el “Síndrome del

Aborto”. Estos efectos del aborto incluyen sentimientos de culpa,

angustia, ansiedad, depresión, baja autoestima, insomnio, diversos

tipos de neurosis y de enfermedades psicopáticas, tendencia al suicidio,

pesadillas en las que aparecen los restos del bebé abortado, recuerdos

dolorosos en la fecha en que hubiera nacido, etc.

De manera más detallada y más concreta, los efectos adversos del

aborto, tanto físicos como psicológicos, se pueden ver en tabla 1:

efectos adversos del aborto.

CONCLUSIONES

Con el presente trabajo, se ha querido acercar a todas las

aproximaciones ligadas al tema del aborto y las diferentes creencias


religiosas. Tras su realización, se ha podido constatar de que algunas

de nuestras hipótesis eran erróneas, sino fruto de la creencia de la

sociedad en la que vivimos.

Haciendo mención la religión Católica, ésta reniega del uso del

anticonceptivo y condena el aborto, defendiendo a capa y espada el

derecho a la vida.

Referente a las Iglesias Protestantes (Presbiterianas, Luteranas y

Metodistas), encaran de forma diferente la anticoncepción y el aborto.

Las tres están a favor del uso del preservativo u otros métodos,

defendiendo el derecho de la mujer a decidir sobre cómo afrontar la

sexualidad. No obstante, por lo que al aborto respecta, se abren

diferencias entre la iglesia Presbiteriana y las iglesias de Luteranas y

Metodistas, pues la primera sigue con la idea tradicional para con el

aborto y las otras dos mantienen sus creencias respecto a no arrebatar

a la mujer el derecho de elegir esta práctica.

En lo que atañe a la iglesia Ortodoxa, se oponen drásticamente a todas

las modalidades de la interrupción del embarazo, y no sólo a quienes lo

practican, sino también a la ley que lo permite. No obstante, están a


favor del uso de preservativos ya que son conscientes de las

Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y de su importancia.

Otra perspectiva es la religión Islámica, donde se destacan sus

creencias sobre el aborto. Ya que, el uso del preservativo o las píldoras

está penado por la ley con horribles castigos hacia la mujer. Sin

embargo, en los textos religiosos figura como aceptable la práctica del

aborto antes de los tres meses de gestación y si la concepción es fruto

de una violación (esto únicamente en Sudán). Los grupos más

conservadores tan solo lo consienten en el supuesto que haya peligro

para la vida de la madre.

En relación a los motivos de interrupción del embarazo, el perfil de

mujer que aborta en Cataluña es una mujer española, soltera, de entre

20 y 24 años con un nivel de estudios de primer grado. Éstas abortan

por primera vez en el primer trimestre del embarazo por vía de la

sanidad privada (a pesar de que se informan en centros públicos) y por

decisión propia en pos de su salud. Disponen de un trabajo y, en el caso

de tener pareja, dicha también trabaja.


Sorprenden estas conclusiones, pues nuestros pensamientos iniciales

iban enfocados a una tasa de abortos de jóvenes-adolescentes mucho

más alta. También nos equivocamos a la hora de definir el nivel de

estudios y la situación laboral de las mujeres que interrumpían su

embarazo, pues en la realidad tienen conocimientos de primer grado y

trabajan.

Por lo que a la ley respecta, el derecho a abortar por voluntad propia

antes de las 16 semanas y por indicación médica antes de las 22

semanas no puede ser negado a ninguna mujer. El aborto puede

realizarse por causas médicas y por causas psicológicas. Si la fémina

que desee interrumpir el embarazo es menor de edad (y tiene 16 o 17

años), podrá hacerlo por el posible rechazo familiar que pudiera sufrir.

Ésta práctica debe llevarse a cabo por un médico especializado, en un

centro médico y con un consentimiento informado que acredite al

profesional. Éste puede decidir negarse a llevar a cabo la técnica en

cualquier momento antes de la intervención. Así pues, pensamos que la

ley es detallada pero no excesivamente estricta. Confirmamos

parcialmente nuestra hipótesis.


La última de nuestras hipótesis iba referida a la eficacia de la

educación sexual. En este punto debemos decir que nuestra suposición

también era errónea, pues el número de abortos entre jóvenes de 15 a

19 años es más bajo si lo comparamos con otros grupos de edad. Esto

nos hace pensar que la educación sexual funciona, a pesar de que

debería invertirse más en este terreno con el fin de poder evitar

posibles embarazos no deseados a tan tempranas edades.

Como conclusión final y objetivo principal de trabajo, se identifica la

desigualdad social como un factor de riesgo hacia la mujer a la hora de

afrontar un embarazo no deseado. Causado por el nivel de instrucción

alrededor de los peligros de la no protección en el acto sexual es bajo,

es decir, el no usar preservativo u otro método anticonceptivo provoca

mayor riesgo de concebir.

TABLA 1: EFECTOS ADVERSOS DEL ABORTO

Efectos físicos

Esterilidad
Abortos espontáneos

Embarazos ectópicos

Nacimientos de niños muertos

Trastornos menstruales

Hemorragia

Infecciones

Shock

Coma

Útero perforado

Peritonitis

Coágulos de sangre pasajeros

Fiebre/sudores fríos

Intenso dolor

Pérdida de otros órganos

Llanto/suspiros

Insomnio

Pérdida del apetito

Agotamiento
Tragar constantemente

Nerviosismo

Disminución de la capacidad de trabajo

Vómitos

Trastornos gastrointestinales

Frigidez

Muerte

Efectos psicológicos

Culpabilidad.

Impulsos suicidas.

Sensación de pérdida.

Insatisfacción.

Sentimiento de luto.

Pesar y remordimiento.

Retraimiento.

Pérdida de confianza en la capacidad de tomar decisiones.


Pérdida de autoestima.

Preocupación por la muerte.

Hostilidad.

Conducta autodestructiva.

Ira/rabia.

Desesperación.

Incapacidad de valerse por sí misma..

Deseo de recordar la fecha de la muerte.

Preocupación con la fecha en que “debería” nacer o el mes del

nacimiento.

Intenso interés en los bebés.

Instintos maternales frustrados.

Odio a todos los que tuvieron algo que ver con el aborto.

Deseo de acabar la relación con su pareja.

Pérdida de interés en el sexo.

Incapacidad de perdonarse a sí misma.

Sentimiento de deshumanización.

Pesadillas.

Ataques /temblores.
Frustración.

Sentimientos de haber sido explotada.

Abuso de los niños.

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Consideraciones sobre la anencefalía y el aborto

27 febrero, 2019Incluido en: Bioética. Ética médica. Ética en

Enfermería Etiquetas: aborto, anencefalia, derechos, embarazo, ética,

ser humano

Consideraciones sobre la anencefalía y el aborto

Introducción: la anencefalia es problema que ocurre en los fetos, los

cuales no se le forma el cerebro. Objetivo: Analizar el concepto de

anencefalia como ser humano para valorar su posible interrupción del

embarazo.

Tomás Bayo Cano, Alberto Fernández Medina, Javier Alex Rodríguez

Resumen
Metodología: Revisión bibliográfica de los artículos relacionados con la

anencefalia y el aborto. Resultados: La mayoría de los artículos

consideran el aborto como mejor opción y cuestionan que estos seres

sean humanos. Discusión y conclusiones: Es necesario la realización de

un comité ético para valorar si estos seres se consideran humano y si el

aborto es la recomendación más adecuada en estos casos.

Abstract

Introduction: anencephaly is a problem that occurs in fetuses, which

do not form the brain. Objective: To analyze the concept of

anencephaly as a human being to assess its possible interruption of

pregnancy. Methodology: Bibliographic review of articles related to

anencephaly and abortion. Results: Most articles consider abortion as

the best option and question whether these beings are human.

Discussion and conclusions: It is necessary to conduct an ethical

committee to assess whether these beings are considered human and

whether abortion is the most appropriate recommendation in these

cases.
Palabras clave: anencefalia, aborto, ética, ser humano, embarazo,

derechos.

Keywords: anencephaly, abortion, ethics, human being, pregnancy,

rights.

Introducción:

La anencefalia es una anomalía que ocurre en los fetos, en el cual no se

cierra la porción superior del tubo neuronal, por tanto provoca que no

se forme el cráneo, los hemisferios cerebrales y cuero cabelludo,

además de otros posibles problemas en otros órganos. Esto hace que su

pronóstico de vida sea escaso, ya que si no mueren durante el

embarazo, suelen morir durante el parto o a las pocas horas de nacer.

Su diagnóstico se puede realizar mediante una ecografía a partir de la

semana 12 de embarazo.

Las cualidades de estos seres hacen que se debata su naturaleza como

seres humanos y sobre su vida, ya que al no tener cerebro no puede

llegar a pensar y comunicarse, las cuales son las principales


características de la raza humana. Además de su imposibilidad con la

vida extrauterina. Esto hace que se discuta en los diferentes países y

comités éticos que se debe hacer ante la confirmación de un embarazo

de un niño anencefálico, ya que se cuestiona el derecho a la vida,

libertad, libre elección…

Objetivo:

Analizar el concepto de anencefalia como ser humano para valorar su

posible interrupción del embarazo.

Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica con los descriptores anencefalia

y embarazo. De los artículos encontrados seleccionaríamos aquellos

relacionados con la anencefalia durante el embarazo para

posteriormente realizar una revisión bibliográfica de los artículos.

Como criterios de inclusión se establecieron los siguientes requisitos:


Libros y artículos científicos, estudios originales e información

adecuada con el tema de nuestro trabajo.

Documentos, que con las características arriba descritas, estén

publicadas en español o portugués.

Documentos publicados desde 2010 hasta la actualidad.

Documentos a los que se ha podido acceder a texto completo.

Por otro lado, se determinaron unos criterios de exclusión a fin de

descartar aquellos documentos que por sus características no

presentaban utilidad y con ello delimitar nuestra búsqueda

documental. Dichas características fueron las siguientes:

Documentos que no cumplían los requisitos de inclusión.

Documentos publicados en un idioma no conocido por la autora o

con el que no se encontraba familiarizado.

Artículos o documentos de opinión o reflexión y toda información

procedente de organizaciones no oficiales.

Aquellos documentos que presenten dificultad en su acceso por no

estar disponible a texto completo, acceso mediante pago o por falta de

subscripción por parte de la autora o por la Universidad de Huelva.


Una vez establecidos los criterios de inclusión y exclusión a aplicar, y

tras seleccionar los descriptores oportunos, se procedió a realizar una

búsqueda en las diferentes bases de datos accesibles a través de los

recursos electrónicos de la Universidad de Huelva. Para ello se

utilizaron diversas estrategias de búsquedas combinando las palabras

claves con los diferentes operadores booleanos AND, OR y NOT,

delimitando los documentos a seleccionar y facilitando, de esta forma

nuestro trabajo.

Las bases de datos a las que se recurrieron son las siguientes:

Elsevier

ScienceDirect

Pubmed

Dialnet Plus

Scielo

La Biblioteca Cochrane Plus

Biblioteca Virtual en Salud de España


Resultados:

La gran mayoría de los artículos analizados, determinan que los

anencefálicos pueden llegar a no considerarse como seres humanos

propiamente dichos, y la causa que exponen, es que al nacer sin el

cerebro, el cual determina la capacidad de razonar y pensar, las

cualidades más características de los seres humanos.

Muchos autores determinan la opción del aborto de estos seres como

una buena opción, debido a la razón expuesta en el párrafo anterior,

así como la inviabilidad con la vida extrauterina, ya que alrededor de

un 60% de anencefálicos nacen con vida, y la mayoría de ellos de

forma prematura. Además la casi cerca de un 90% muere en las

primeras 24 horas (De Castro M, 2016). También una de las causas

para tomar la decisión del aborto es la de las dificultades que tienen

estos seres para vivir, ya que entre que la mayoría nacen con

problemas derivados de nacer de forma prematura y sumados a no

tener cerebro, necesitan de grandes cuidados y mecanismos para

sobrevivir.
También se destaca en los artículos los problemas psicológicos que

pueden presentar los padres de anencefálicos, por no tener un hijo

normal o por saber de la dificultades de supervivencias que tienen

éstos (De castro M, 2016).

La forma más adecuada de diagnóstico de anencefalia es la realización

de un examen de ultrasonido posterior a la doceava semana de

embarazo (Lima L, 2015).

Discusión y conclusiones:

Aunque la gran mayoría de los artículos y países permiten el aborto de

madres con hijos anencefálicos, debido principalmente a los problemas

que pueden ocasionar en el embarazo a la madre, muchos países tienen

prohibido el aborto de ellos ya que los consideran seres humanos y por

tanto ellos tienen derecho a vida. Sin embargo, en varios comités éticos

se pone en duda que los anencefálicos puedan calificarse de seres

humanos por ello es necesario de un comité internacional para poder

aclarar este asunto. El conflicto viene dado por la ausencia del cerebro

el cual tiene la característica fundamental que nos hace diferente a los

humanos de otras especies, y es la de pensar y poder hablar. Los


anencefálicos si tienen cerebelo y tronco encefálico, por lo que si

pueden realizar acciones como respirar y reaccionar frente a otros

estímulos.

La dificultad de supervivencia y calidad de vida de estos seres también

hacen plantearse el aborto como mejor opción para ellos y para los

padres, ya que casi la mitad nacen con vida, y de ellos la inmensa

mayoría muere en la primera semana. Existen muy pocos casos en los

que se haya registrado anencefálicos con más de dos años de vida.

También se debería tener en cuenta los problemas psicológicos que

pueden padecer los padres, ya que entre las pocas posibilidades de vida

y la calidad de vida que pueden llegar a tener, debido a la gran

necesidad de cuidados, hacen que los padres puedan tener

pensamientos negativos sobre ellos mismos por no poder tener un hijo

sano, tener depresión y otros problemas.

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Incluido en: Bioética. Ética médica. Ética en Enfermería Etiquetas:

aborto, anencefalia, derechos, embarazo, ética, ser humano

la autentica salud humana entraña asimismo una salud social, es decir,

unas relaciones positivas con la familia, el entorno profesional y la

sociedad. Tales relaciones suponen un sujeto sano y postulan una

sociedad que no sea insana. Para bien y para mal la influencia de la

sociedad en el individuo es muy importante. Una sociedad enferma

suele ser patógena en la salud de las personas. Por lo tanto, conlleva no

sólo una relación positiva con la sociedad, sino además una equilibrada

relación con la naturaleza, es decir, una vida ecológica”.

Finalmente, concluimos que la definición de salud humana es aquella

forma de vivir que se caracteriza por ser gozosa, independiente y


solidaria, esta es una salud dinámica donde hay un desarrollo continuo

de la propia persona en todas las dimensiones y de los entornos que lo

rodean. Por lo tanto, “no hay salud humana si no dirección en la vida.

El hombre puede enfermar por falta de objetivos” tal como explica

Uriarte (1998).

Hay diferentes caracteres de la salud que promueve Jesús, que según

señala Uriarte

(1998) son:

“Salud integral: no se reduce a curar un órgano o un organism

Quiere reconstruir enteramente a la persona, hace emerger un hombre

más sano.

Salud liberadora: intenta desbloquear a la persona encadenada y

unificar a la persona fragmentada, reconciliándola consigo misma, con

los demás y con Di

Salud responsable: despierta el deseo de sanación y las fuerzas de

sanación que existen en las personas.


Salud no idolatrada: el bienestar físico no tiene la última palabr No

hemos de vivir para cuidarnos, sino cuidarnos para vivir como

hermanos e hijos de Dios.

Salud ofrecida a los más débiles: Jesús sana preferentemente a los

más débil

Salud abierta a la salvación”.

Una vez conocidas las características del concepto de salud y también

los diferentes caracteres de salud que promueve Jesús, ya y como

hemos dicho anteriormente es necesario ahora conocer su oposición,

que es enfermar, como es esa experiencia y que características tiene.

La experiencia de enfermar que vive la persona se trata de una

vivencia real y perceptible, no siempre física que surge en la

cotidianeidad y cambia la apreciación de la propia identidad, del

sentido y la visión de la vida y de la proximidad de la muerte. Entre la

enfermedad y la muerte, tiene lugar un proceso anómalo donde

aparecen el dolor, el padecimiento y la angustia. Por lo tanto, la

enfermedad es dolor en el cuerpo y angustia o sufrimiento en el alma,

daño en los tejidos del organismo y a la vez molestias en las vivencias

sociales de la vida diaria. La enfermedad se prepara en diferentes


niveles de conciencia, sensaciones, equitativa, sensible, moral, colectiva,

religiosa, espiritual, científica y universal.

Por lo tanto, podemos observar que también el concepto de enfermar

no es solo tener un mal físico sino que también afecta a distintos

niveles, por eso los profesionales no solo tienen que ver y atender el

mal físico sino que además deben atender el estado emocional,

espiritual, religioso, en fin, aceptar las creencias que tiene la persona

sin juzgarla.

Moreno (2007) señala: “La pérdida de salud se ha atribuido a razones

de índole mágica. La enfermedad se piensa como el resultado de

fuerzas o espíritus malignos, o un estado de purificación y gracia que

pone a prueba la fe del individuo”. Sin embargo, la salud se une a la

religión como un “don”, donde la pérdida de esta se aprecia como

castigo divino, inducido por transgresiones, ya sean individuales o

colectivas o a causa de la muestra a elementos físicos del ambiente. Sin

embargo, hay autores que afirman que esta concepción fomenta la

actitud pasiva o receptiva de la persona.


Moreno (2007) prosigue “De acuerdo con la visión ontológica, la

enfermedad aparece dotada de vida independiente y como una especie

de desgracia causada por fuerzas míticas generadas por agentes

conscientes, que pueden estar vivos o muertos, seres humanos o

extrahumanos”.

Entonces, cuando se sospecha que la enfermedad es de causa mítica se

realizan ritos preparatorios y exorcismos.

EL CATOLICISMO

Más concretamente, para el catolicismo, según Campo (2006):

“Dios invita a vivir en plenitud la existencia. El nacimiento a la fe

mediante el bautismo significa que se inicia una nueva vida. Es el

fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el

Espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el

bautismo el hombre es liberado del pecado y regenerado como hijo de

Dios, llega a ser miembro de Cristo, a incorporarse a la Iglesia y

hacerse partícipe de su misión” y “la enfermedad muchas veces se ha


visto como un castigo pero, como dice Jesucristo mismo en el

Evangelio, no son culpables ni el enfermero ni sus padres ni nadie. Hay

que ver la grandeza de la vida, a veces con la limitación de la

enfermedad que hay que cuidar, entender, sobrellevar y ayudar a

soportar”.

El catolicismo celebra el sacramento de unción de los enfermos intenta

que la persona reciba la enfermedad con consciencia, se le ayuda a

reconciliarse consigo mismo, la familia, el entorno, a entender que no

tiene culpa de la enfermedad. El catolicismo acompaña a las personas

durante la enfermedad.

Influencia de la religión en el proceso salud-enfermedad-atención

La religión puede favorecer sobre la salud por:

– Las conductas sanas impuestas a los creyentes, relacionada

a los estilos de vida que estos llevan, siendo la mayoría de las veces

prohibitivas y que caracterizan a las doctrinas religiosas, y que se

dirigen de manera indirecta a reparar, entre otros, los hábitos


alimentarios, sexuales y adicciones, que llevan al desequilibrio de

salud-enfermedad-atención.

– Enlace entre religión y salud, que, como ya hemos visto, no

solo la vamos a encontrar como ausencia de enfermedad sino en su

concepción más amplia, es decir, en el bienestar biopsicosocial que

constituye su esencia.

A través de diferentes autores hemos podido llegar a la conclusión que

en el proceso de salud-enfermedad-atención, la persona si sabe que

puede contar con alguien o con “algo” capaz de orientarlo, ayudarlo,

adorarlo, ya sea material o espiritual, conlleva al bienestar y con ello se

consigue la protección de los factores sociales y psicológicos de riesgo a

ponerse enfermo, entre otros. También añadir que la religión aporta a

la persona esperanza, valor y empeño que le hacen ver las cosas de una

manera positiva y esperar lo mejor. Por eso, podemos decir que la

religión es usada y es vista por mucha gente como una ayuda para

vivir.

De hecho, como dice Hamui (2009):


“la mayoría de los paciente encuentran tranquilidad y seguridad

durante el padecer sustentados en sus creencias espirituales, sobre todo

con el tema de la vida después de la muerte, sin embargo, la

preocupación religiosa también puede ser una fuente de dolor y tensión

espiritual en pacientes que, por ejemplo, sienten que Dios los está

castigando o los ha abandonado. En las familias donde la presencia de

lo religioso es fuerte, se involucran más en el cuidado y búsqueda del

bienestar del paciente, es decir el compromiso y la responsabilidad

están más presentes. Puede deberse a que la religión remite al origen, a

la memoria colectiva, al grupo familiar, a la historia de vida, y desde

ahí se carga de significados que se expresan en el compromiso con el

otro”.

Para una gran parte de la población, la religión es una de las causantes

de la salud psicológica. La fe religiosa favorece la serenidad, ayuda a

relativizar problemas, ayuda a canalizar sentimientos como los de

angustia, y permite fortalecer las frustraciones y dar sentido a estas.

La fe no elimina ni hace desaparecer la inseguridad ni la ansiedad ni el

temor al futuro… pero si ayuda a convivir con la enfermedad y a


afrontarla con esperanza y también a aceptar la presencia de la

muerte. “El creyente la vive no como desaparición total, sino como un

formidable aprieto existencial tras el cual se encontrará con la vida en

plenitud junto a Dios” (Uriarte, 1998).

EL AFRONTAMIENTO RELIGIOSO

El afrontamiento religioso es “aquel tipo de afrontamiento donde se

utilizan creencias y comportamientos religiosos para prevenir y/o

aliviar las consecuencias negativas de sucesos de vida estresantes, tanto

como para facilitar la resolución de problemas” (Pargament, 1997,

citado por Quiceno y Vinaccia 2009).

También se ha visto que “es muy importante el ser miembro de un

grupo que comparte las mismas creencias como medio de apoyo social,

que les brinde ayuda y aprobación o consuelo en momentos de

dificultad” (Harvey &Silverman, 2007, citado por Quiceno, 2011).

El modelo de Pargament hace referencia a tres estilos de

afrontamiento religioso:
Estilo auto dirigido: en el cual las personas confían en sí mismas más

que en Dios para resolver sus problemas. Estaría asociado a un alto

sentido de competencia personal y alta autoestima, con tendencia a la

autonomía.

Estilo elusivo o evitativo: en el que la responsabilidad es dejada en

manos de la divinidad. Estaría asociado a un bajo sentido de

competencia personal, autoestima y habilidad de solución de

problemas, así como mayor intolerancia a las diferencias

interpersonales; enfatiza la autoridad externa y constituye así un estilo

pasivo.

Estilo colaborativo: en el que se establece una dinámica compartida

entre el hombre y Dios en el proceso de afrontamiento. Estaría

asociado a un elevado sentido de control personal y autoestima, y bajo

sentido de control por las circunstancias o el azar.

“Las prácticas religiosas proveen al individuo el crecimiento espiritual

continuo, apoyo psicológico, propósito en la vida e interacción social”

(Koening, 2002 citado por Quiceno y Vinaccia 2009).


Dentro de los modelos de afrontamiento religioso Pargament y Koenig

(1997) distinguen 22 modos, dentro del cual distinguieron conductas de

tipo positivas y negativas.

En el tipo de afrontamiento religioso positivo incluyeron ítems tales

como:

“La apreciación de Dios como benevolent

La intención de colaborar con Di

La búsqueda de una relación de mayor contacto con Di

La búsqueda de apoyo espiritual de parte de la congragación

religiosa y de los representantes de la mism

La confianza por entero en Di

El ofrecer ayuda espiritual a otras personas.

La purificación religiosa por medio de plegarias, oraciones y el pedir

y otorgar perdón, entre otros más”.

Para dichos autores, “la práctica religiosa de la plegaria, el rezo o la

oración puede influenciar positivamente la salud mental produciendo

efectos positivos a través de emociones y estados afectivos que pueden


promover actitudes de esperanza, perdón, aumento de la autoestima,

paz, bienestar, amor y compasión”.

Yoffe (2006), en su investigación, hace referencia a que los sujetos

religiosos entrevistados ponían especial énfasis en señalar la

importancia de:

– Sus sentimientos de religiosidad, su fe y las creencias de su

propio credo religioso para otorgar un sentido al sufrimiento, a la

muerte y a la pérdida del ser querido fallecido.

– Al uso de ciertas prácticas como el recitado de plegarias, rezos

y oraciones como recursos que podían promover sentimientos y estados

positivos de paz, seguridad, calma, compasión, paciencia, esperanza,

etc.

– La participación en servicios religiosos grupales como modos

de sentir la compañía de los otros y disminuir los sentimientos de

soledad, tristeza y dolor.


– La importancia del apoyo y el acompañamiento emocional,

intelectual y/o práctico de parte de familiares y/o amigos.

El apoyo espiritual recibido de los compañeros del grupo religi

– El apoyo cognitivo, emocional y espiritual brindado por los

representantes de credos religiosos.

Este tipo de ayuda espiritual puede ser considerado como un tipo de

asistencia que permite a las personas religiosas que atraviesan duelos

por pérdida de sus seres queridos lograr una mayor comprensión del

sentido de la vida y estimular en ellos una conexión más positiva

consigo mismos y con los demás.

Finalmente, Pargament y Brant (1988) explican que

“Aunque las creencias y las prácticas religiosas no están reservadas

solamente para los momentos de pérdida y dolor, las personas se

dirigen hacia la religión en busca de ayuda en aquellas situaciones de

la vida que son más estresantes. Muchos de los mecanismos religiosos


parecen estar diseñados específicamente para ayudar a las personas en

sus momentos más difíciles de su vida”.

Por lo tanto, hemos considerado que las distintas creencias y prácticas

de las diferentes religiones son promotoras de efectos positivos en la

salud ya que pueden disminuir el estrés o actuar proviniéndolo. Este

punto de vista, lo comparten muchos de los autores estudiados como es

el caso de Shafranske (1996) que consideró “la religión como fuente

potencial de salud mental” o como según Yoffe (2006) “en las personas

religiosas, sus creencias actúan como medidas protectoras de

conductas adictivas negativas”.

La vejez es la etapa de la vida donde la muerte adquiere un sentido

personal mayor, es por este motivo que es en esta etapa, tal y como

comenta Ortiz (1998) citada por González (2004), “donde la religión

alcanza una especial importancia en el desempeño de su rol como

soporte a la salud”. La religiosidad permite a los ancianos aceptar de

una manera más positiva y llevadera el proceso de envejecimiento, la

enfermedad y el sufrimiento, la esperanza y sentido de trascendencia

entre la vida y la muerte. De esta manera les fortaleza y mantienen una


autoestima más alta que aquellas personas que no se aferran a la

religión.

Pero, es cuando la salud de las personas se ve quebrantada cuando

muchas de estas se acercan a la religión como forma de afrontar esta

situación estresante. Como comenta Hamui (2009) “la religión da

sentido a lo cotidiano ante la irrupción de lo inesperado. En la

enfermedad ante la incertidumbre se pierde el sentido y se requiere de

esquemas culturales capaces de restaurar el orden, uno de ellos es el

religioso”. Pero la religión no siempre aporta bienestar, como afirma

González (2004) “Puede derivarse de ella influencias negativas al

originar entre sus seguidores sentimientos de culpa, miedo, ansiedad,

reducción del control interno sobre sus decisiones de salud, entre

otros”.

Actuación del personal sanitario

Al ser la enfermedad un estado preliminar entre la vida y la muerte,

surgen intermediarios entre los dioses y los hombres: curanderos-

sacerdotes, hechiceros, curas, etc. que pretenden influir para cambiar


el curso de los acontecimientos. Para ello recurren a diversos actos,

rituales y objetos, que constituyen un rico material simbólico.

Más concretamente en el cristianismo como vemos en la reflexión de

González (2004) podemos decir que:

“se enfatiza el aspecto ético del proceso de padecer y la asistencia a los

enfermos, se exalta el sentimiento de ayuda, la condición igualitaria en

el trato, el valor del consuelo, la asistencia médica más allá de las

posibilidades de curación, la atención gratuita por caridad, la

valoración a la vez moral y terapéutica de la convivencia con el dolor y

la incorporación de prácticas religiosas como la oración y la unión

sacramental”.

Y según Henderson, 1971, citado por Campo, 2006, añadimos que:

“El respeto a las necesidades espirituales del paciente y la ayuda para

que pueda satisfacerlas forman parte de los cuidados básicos de

Enfermería, en toda clase de circunstancias. Si las prácticas religiosas


son esenciales para el bienestar del hombre en estado de salud, son

todavía más indispensables en caso de enfermedad”.

Según Gonzalo (2003) “Si la Religión juega un papel importante en la

evolución de la enfermedad, es natural que, como decía Cox, el médico

trate de este tema en la conversación con aquellos enfermos en los que

se ve que su situación anímica requiere mayor profundización”(Cox,

1994, citado por Sanz, 2003). Según señala González (2004) “identificar

la religión, al igual que la edad, el género, la ocupación y la escolaridad

debe ser tenida en cuenta, porque como los restantes, condicionan el

estilo de vida” para muchas personas. “Pues mientras más

conocimientos se tenga sobre éstas y otras cogniciones que la

acompañan mayor colaboración y resultado obtendrá en cualquier

nivel de atención en el que se trabaje”. Todos los profesionales

sanitarios deben respetar la espiritualidad del paciente, aunque estos

no la compartan, ya que las creencias, la espiritualidad de los enfermos

puede ser una estrategia para hacer frente a su enfermedad.

Y es por este motivo, por la importancia que tiene la religión para gran

parte de la población, que los profesionales sanitarios deben abordar

este aspecto como cualquier otro. Es de vital importancia ser receptivo


a miedos, sentimientos, creencias, valores… enfocando holísticamente

a la persona incluyendo lo físico, lo emocional, lo social y lo espiritual.

Con lo cual sería conveniente movilizar los recursos necesarios para

cubrir todas las necesidades del enfermo, entre las que se encuentran

las espirituales.

CONCLUSIÓN

La religión es un sistema de creencias prácticas, rituales y símbolos

que permiten el afrontamiento activo del proceso de salud-

enfermedad-atención, utilizando creencias y comportamientos religioso

que previenen y/o alivian las consecuencias negativas, facilitando la

resolución de problemas. La religión da a la persona esperanza, fuerza

y valor para ser optimista y esperar lo mejor, repercutiendo

positivamente en su fisiología, ayudándolos a vivir, aportándoles

tranquilidad y seguridad durante su padecer aunque también pueda

ser una fuente de dolor al pensar que Dios les ha castigado o los ha

abandonado.

El respeto a las necesidades espirituales forma parte de los cuidados

básicos de un paciente. Los profesionales sanitarios deben respetar la


espiritualidad ya que forma parte de sus valores, creencias y prácticas

culturales, pudiendo llegar a ser una estrategia efectiva para lidiar con

la enfermedad.

LIMITACIONES DEL ESTUDIO

Hemos encontrado problemas a la hora de hacer la búsqueda

bibliográfica ya que la mayoría de las referencias estaban en un idioma

desconocido por el equipo y tampoco hemos encontrado información

útil del Opus-Dei en relación con el proceso de salud-enfermedad-

atención. Por todo ello sugerimos una posible línea de investigación

encaminada a conocer el proceso de salud-enfermedad-atención según

el Opus-Dei.

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Influencia de la religión en el proceso de salud-enfermedad-atención

22 abril, 2017Incluido en: Bioética. Ética médica. Ética en Enfermería

Etiquetas: atención, enfermedad, religión, salud

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Influencia de la religión en el proceso de salud-enfermedad-atención

RESUMEN

La mayoría de los procesos de salud- enfermedad tienen un proceso

socio-cultural, debiendo ser abordado desde múltiples miradas. Es

fundamental lo que dice la persona de su enfermedad y la forma en

que la persona aborda su situación.

Palabras clave: Salud, Enfermedad, Atención, Religión

AUTORES: África Miralles Rojano 1, Josep Ramos Hidalgo 2, Mireia

Briansó Llort 3, Nuria Burló Arévalo 4, Albert Aguilar Mariné 5,

Marta Español Guionnet 6, Marta Parés Corbella7

1 África Miralles Rojano. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.


2 Josep Ramos Hidalgo Graduado en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermero en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona y Hospital Pius de Valls (Tarragona)

3 Mireia Briansó Llort. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

4 Nuria Burló Arévalo. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

5 Albert Aguilar Mariné. Graduada en Enfermería por la Universidad

Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital Universitario

Joan XXIII de Tarragona.

6 Marta Español Guionnet. Graduada en Enfermería por la

Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Enfermera en Hospital

Universitario Joan XXIII de Tarragona.


7 Marta Parés Corbella. Técnico en Cuidados Auxiliares de

Enfermería por el IES Calípolis de Tarragona. Auxiliar de Enfermería

en Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona.

La religión es un sistema de creencias prácticas, rituales y símbolos

que permiten el afrontamiento activo del proceso de salud-

enfermedad-atención, utilizando creencias y comportamientos

religiosos que previenen y/o alivian las consecuencias negativas,

facilitando la resolución de problemas.

El respeto a las necesidades espirituales forma parte de los cuidados

básicos de un paciente. Los profesionales sanitarios deben respetar la

espiritualidad ya que forma parte de sus valores, creencias y prácticas

culturales, pudiendo llegar a ser una estrategia efectiva para lidiar con

la enfermedad.

INTRODUCCIÓN

En un proceso de salud-enfermedad-atención no solo es importante la

enfermedad sino también los condicionantes que lo rodean. La


mayoría de los procesos de salud- enfermedad tienen un proceso socio-

cultural, debiendo ser abordado desde múltiples miradas, teniendo en

cuenta el contexto, situación, opinión… Es fundamental lo que dice la

persona de su enfermedad y la forma en que la persona aborda el

proceso pudiéndonos encontrar con diferentes formas de atención:

Biomédica: basada en la medicina tradicional.

Popular y tradicional: curanderos, creencias religiosas… Alternativas

o “new age”: terapias biomédicas, reflexoterapia Otras tradiciones

académicas: no tan dominantes, acupuntura Autoayuda:

predominante

En el siguiente ensayo nos hemos interesado por las formas de atención

popular o

tradicional, más concretamente por las creencias religiosas, siendo

estas utilizadas para paliar el sufrimiento, el dolor y la incertidumbre

de la persona sobre la situación que está viviendo y poder entender y

dar un significado al hecho que está teniendo lugar.


El equipo de Enfermería debe comprender y respetar las creencias

religiosas, y saber interpretarlas e incluso utilizarlas para poder

favorecer la recuperación de la persona, ya que de acuerdo con Hamui

(2009) “la espiritualidad y la religión, desempeñan, un papel

importante en la vida de los enfermos, las tradiciones espirituales y

religiosas proveen un marco conceptual para entender la experiencia

humana de vivir, padecer y morir, así como del significado del

sufrimiento”.

El equipo de Enfermería cuando se encarga del cuidado de las

personas creyentes, para poder ayudarlas en su proceso, deberá

conocer el significado que tiene la religión para estas personas. La

religión según Koeint et al. (2001) “es un sistema organizado de

creencias, prácticas, rituales y símbolos diseñados para facilitar la

cercanía a lo sagrado o transcendente -Dios, un poder más alto-“.

OBJETIVOS

GENERAL
Conocer la influencia de la religión en el proceso salud- enfermedad-

atención,

ESPECÍFICOS

Definir el concepto de religión, espiritualidad y creencias religiosas.

Describir el concepto de salud y enferm

Conocer los diferentes tipos de afrontamiento religioso ante el

proceso salud- enfermedad-atención.

Identificar el papel de los profesionales de la salud ante la presencia

de creencias religiosas en el proceso salud-enfermedad-atención.

METODOLOGÍA

Para poder cumplir con los citados objetivos hemos realizado una

búsqueda bibliográfica de artículos en las bases de datos disponibles en

la intranet de la universidad Rovira i Virgili y en la bibliografía

disponible en la biblioteca de la misma. Además, hemos completado la

información encontrada en dichos artículos con los libros


recomendados por la tutora del ensayo. Finalmente, hemos revisado

varios foros católicos, en los cuales las personas religiosas explicaban el

significado que para ellos tiene la enfermedad y la manera de actuar

frente a esta.

DESARROLLO

Religión y creencia religiosa

Dependiendo de las creencias religiosas, se utilizaran una serie de

afrontamientos durante el proceso salud-enfermedad-atención, con el

objetivo de aceptar o sobrellevar de una manera inexplicable su

situación, dando sentido a la religión. Según Hamui (2009) “las

religiones dan explicaciones sobre el más allá y aluden a lo que sucede

antes y después de la vida”. Mientras que Max Müller “veía en toda

religión un esfuerzo para concebir lo inconcebible, para expresar lo

inexpresable, una aspiración hacia el infinito”.

Las religiones constituyen una estrategia de afrontamiento activo

donde se utilizan creencias y comportamientos religiosos tanto para


prevenir y/o aliviar las consecuencias negativas de sucesos de vida

estresantes como para facilitar la resolución de problemas,

permitiendo al individuo:

Buscar un significado existencial para ciertas situaciones estresantes

de la vi Construir o reconstruir los eventos o problemas de la vida en

términos de significado. Aportar un sistema de orientación existencial

a los procesos de afrontamiento. Trasladar el sistema de orientación en

métodos específicos de afrontamiento.

Buscar significado en el proceso de afrontamiento a través de

mecanismo de conservación y transformación de significado de los

acontecimientos vital

Tratar de solucionar los problemas mediante diversas formas que

son convincentes para ell

Resolver los problemas a través de mecanismo que están insertados

en su sistema cultural. (Pargament, 1977, citado por González, 2004).

La religión se puede encontrar de formas diferentes, una de ellas es la

religión intrínseca caracterizada por la fe genuina, sentida, devota,

dónde encontramos la oración, la meditación y finalmente la lectura


personal de las escrituras. La otra forma es la religión extrínseca,

donde su característica principal es la asistencia a la iglesia para

obtener el estado social.

La primera forma, intrínseca, aporta beneficios a la salud donde la

oración es uno de los significados más relevantes por la influencia

positiva que ejerce, ya sea en el mantenimiento como en la restitución

de la salud. También se debe destacar la fuerza que tiene esta, ya que

prolonga la vida de quienes la emplean. De hecho, Koenig (1994) señaló

que “la fe religiosa puede promover actitudes de esperanza, cambio y

curación; considerando a ésta como un paradigma que brinda un

modo para la comprensión del sufrimiento humano”

La enfermedad, puede verse como algo negativo, pero para el creyente

todo tiene un sentido, puesto que para él será un medio de purificación,

ya que él, como enfermo, también participará en los sufrimientos que

Cristo padeció. Entonces podemos decir que el creyente acepta la

enfermedad y se conforma con ella por el amor que tiene a Dios.

Por lo tanto las creencias religiosas se refieren a:


“creencias acerca de la fe, lo sobrenatural y lo sagrado o divino, que

conlleva a la adoración de una deidad o deidades, puede referirse a los

valores y prácticas basados en modelos ideológicos de un líder

espiritual. Las creencias religiosas tienden a ser codificadas y se

refieren más a las ideas que a las prácticas” (Font 1999, citado por

Quiceno y Vinaccia, 2009).

La espiritualidad es la búsqueda que hace la propia persona para

encontrar respuestas a las últimas preguntas sobre la vida, que

significado tienen, y la relación con lo transcendente que conllevará al

desarrollo de ritos religiosos y por lo tanto a la formación de una

comunidad. También puede expresarse como las creencias y prácticas

religiosas, siendo un principio vital sobre la visión propia de la vida y

donde están incluidos los sistemas de valores que se originan en la

cultura, experiencias o vivencias personales y en la educación. En

conclusión, la espiritualidad se puede considerar como un proceso de

adaptación a la enfermedad.

Concepto de salud y enfermedad


Una vez que sabemos la importancia que tienen las creencias religiosas

y la espiritualidad en el proceso de enfermedad, es necesario

diferenciar los conceptos de salud y enfermedad, ya que salud no es tan

solo ausencia de enfermedad sino que es un estado donde se implican

más características, aparte de las físicas. Tal y como la OMS lo define

entendemos salud como “estado de perfecto bienestar físico, mental y

social y no sólo ausencia de enfermedad”.

Al concepto de la OMS le hace falta unas ciertas aportaciones para que

se entienda mejor esta definición, ya que la salud no solo se caracteriza

por ausencia de enfermedades sino que, aquellas personas que no sigan

un estilo de vida correcto o que no viven de forma saludable, tampoco

se consideran sanas, así que la salud es un modo de vivir y en la que no

solo se observa o se tiene en cuenta la salud física sino que va más allá.

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